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Opinión:
Las horas antes del amanecer es la ópera prima de la novelista británica Celia Fremlin y fue publicado en 1958.
Toda la obra de esta autora de suspense, y quiero hacer hincapié en este detalle porque lo considero importante, parte de un elemento fijo, el hogar, dando como resultado un suspense doméstico, psicológico. ¡Vamos!, lo que vulgarmente y en la actualidad hemos pasado a denominar como un Domestic Noir de manual.
Esto me lleva a hacer un breve inciso para recordar, no sin una sonrisa, a todos esos cerebritos editoriales que empezaron hace unos años a hablar del Domestic Noir como un nuevo género, algo que iba a revolucionar "la literatura femenina" y cuyo argumento giraba alrededor del estado emocional de las protagonistas.
Un nuevo género con el que las lectoras nos íbamos a sentir identificadas, porque según ellos, eran problemillas que como mujeres conocíamos bien y que compartíamos con los personajes.
Desde el primer momento en que se empezó a emplear este término, ridículo a mi entender, os mencioné que se trataba de una nueva fórmula de marketing para vendernos historias de thriller psicológico con trasfondo femenino.
Y pensaréis... ¿Para qué todo este rollo?
Pues simplemente, para recordar a todas esas editoriales que no solo de novedades vive el hombre, o en este caso la mujer, y que no van a innovar por mucho que intenten lustrar un género y cambiarle de nombre.
Como veréis el Domestic Noir ya existía...
En Las horas antes del amanecer lo que Celia Fremlin nos ofrece es a una ama de casa de clase media en la década de 1950, angustiada y obsesionada por sus inseguridades como madre y esposa.
La autora profundiza no solo en el perfil psicológico de Louise, la protagonista, sino también en la presión social de la época, dando como resultado un personaje facetado en el que se recrea tanto su frustración como su confusión, algo que nos llevará a dudar en todo momento de sus acciones.
Debo reconocer, llegados a este punto, que a mí esta novela me ha defraudado, esperaba bastante más.
Me la vendieron como una obra que se había ganado un puesto destacado dentro del thriller psicológico; una historia fantástica, y lo cierto es que yo no he encontrado nada de eso.
Para mi gusto tarda en coger ritmo y depende demasiado de las casualidades.
Aunque es cierto que la lentitud narrativa se debe a que la autora pretende que nos metamos en la piel de Louise, en mostrarnos al detalle todo lo que sucede a su alrededor y en su cabeza, también hay que reconocer que ese exceso de cotidianidad convierte la lectura en algo monótono.
Hace un retrato demasiado detallado de su entorno, de sus vecinos y conocidos, todo para intentar despistarnos; para que centremos nuestro interés sobre otros detalles.
Se supone que omitir hechos es fundamental en los thrillers, pero lo único que consigue es que miremos hacia otro lado viendo lo que realmente quiere ocultar, tornando previsibles lo que deberían ser golpes de efecto, rompiendo el ritmo narrativo y generando situaciones demasiado artificiosas.
Por otro lado, todos los personajes, sin excepción, me han resultado de lo más cargantes. Sobre decir que no se salva ninguno, empezando por la protagonista que es una insulsa sin un ápice de personalidad. Si la autora pretendía que empatizásemos con ella y sus problemas, no lo ha conseguido, salvo claro está, que compartamos personalidad con ella.
Y no, esa falta de carisma no se debe a la época en la que está ambientada la historia o a que el lector pueda desconocer el contexto social e histórico, como he leído por ahí, es, simplemente, que Louise carece de magnetismo, encanto o atractivo, y en lugar de suscitar admiración, consigue todo lo contrario.
Y podría seguir hablando de los personajes... del insufrible marido, de las vecinas fisgonas y/o de la suegra engreída, sujetos dotados de una venenosa superioridad moral con la que juzgan al resto, pero es que resultan tan planos, tan copiados de estereotipos, que estaríamos perdiendo el tiempo. Y en esto de las reseñas el tiempo es algo valioso, tanto para el que escribe como para el que lee.
Así que sintiéndolo mucho, mi opinión como habéis visto dista bastante de lo que quiere vendernos la editorial con frases tan redundantes como:
"Novela de suspense electrizante" o "Celia Fremlin, para algunos la Patricia Highsmith británica. Una autora que se revela como maestra mordaz en la recreación de ambientes de misterio y pesadilla, y en la que se revuelven tortuosamente las ideas de feminidad y maternidad".
En fin, como suelo decir de forma metafórica... todo depende del cristal con que se mire.