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jueves, 8 de julio de 2021

La desaparición de Adèle Bedeau de Graeme Macrae Burnet

Sinopsis:

Manfred Baumann es un tipo solitario. Socialmente torpe y perpetuamente fuera de lugar, es la última persona que ha visto con vida a Adèle Bedeau, la taciturna camarera de un bistró situado en la pequeña ciudad francesa de Sant-Louis. Su conocida obsesión por ella le convierte en el principal sospechoso de la desaparición. El inspector Gorski —que aún no ha superado un antiguo caso en el que se condenó a un hombre inocente— recela del misterioso Baumann, quien parece rodeado de un aura de oscuridad. Gorski, atrapado en una ciudad de provincias, así como en un matrimonio desapasionado, presiona a Baumann a medida que regresa a los escenarios de su pasado y vuelve a toparse con sus antiguos demonios. La infatigable búsqueda de la verdad se convierte en una sucesión de infortunios tanto para el cazador como para el que, en cierto modo, espera ser cazado.

Opinión:

La desaparición de Adèle Bedeau es la primera novela publicada de Graeme Macrae Burnet, autor del que ya os he hablado en la reseña de Un plan sangriento.

Graeme Macrae nos ofrece una novela imposible de catalogar en un género en concreto. Podría parecernos una novela de suspense y al mismo tiempo una novela negra rural, en la cual los dos personajes principales son perseguidos por su pasado, atormentándoles y dándoles finalmente caza.

La desaparición de Adèle Bedeau me ha parecido que tiene un planteamiento curioso pero sin llegar a convencerme del todo.
En un principio el foco de la novela se centra sobre Adèle, una joven camarera de un pequeño restaurante que desaparece de forma sospechosa, pero es tan solo una escusa argumental, un macguffin, un elemento que el autor incorpora a la trama para hacer que esta avance y que al final no tiene ninguna importancia en el argumento.

Los verdaderos protagonistas van a ser Manfred Baumann y el inspector Gorski.
Manfred es un director de banco con un comportamiento introvertido lo que le hace parecer ante las malas lenguas del pequeño pueblo francés de Sant-Louis, como extraño y por lo tanto sospechoso. 
Su antagonista, el inspector Gorski, obsesionado por el que fue su primer fracaso como inspector y que llevó a condenar a un inocente, vive atrapado en una pequeña ciudad de provincias y un matrimonio asfixiante.
Alrededor de estos dos personajes va a girar toda la novela que se construye sobre dos líneas temporales.
Una línea será la actual, en la cual se presenta a los personajes y se lleva a cabo la investigación alrededor de la desaparición de Adèle, mientras que la otra nos hace retroceder a treinta años antes, momento en el que conoceremos en qué términos se desarrolló la juventud tanto de Manfred como de Gorsky. Es más un ejercicio de descripción humana y/o social que la intención de contar una historia policíaca.

Está escrita en un tono muy clásico y rural y esa ambientación imposibilita, o al menos a mí así me ha sucedido, que se pueda ubicar en el tiempo. 
El autor aunque añade detalles que nos pueden hacer situar la trama, más o menos en un momento aproximado, también la impregna de un tono evasivo.
Incluye algunas referencias a objetos pero no a acontecimientos reconocibles que arrojen luz sobre la época, con lo cual podemos estar ante una novela ambientada en una zona rural en los setenta, ochenta o noventa, convirtiendo a Sant-Louis en un pueblo detenido en el tiempo. 

Esto podría ser otra curiosidad a tener en cuenta, pero también os he mencionado al comienzo que no me ha llegado a convencer del todo.

El motivo es que me ha dado la sensación de que el autor se pierde en detalles. Puede que sea para crear ambientación o profundidad en los personajes, añadiendo más datos de los necesarios, pero a mí me han parecido superfluos y que no aportaban ni llevaban a ningún lado.

Ya para terminar os indico algo sobre el epílogo final.
La editorial advierte que es el epílogo que se añadió a la versión inglesa. 
Graeme Macrae Burnet para dar un barniz de antigüedad a la historia se inventa que fue escrito por otro autor, Raymond Brunet, en 1982 y que la obra lleva editándose ininterrumpidamente desde ese año; dando a entender que la obra tiene tintes autobiográficos y morbosos sacados de la propia vida del supuesto autor.
Tal vez sea el sello personal del autor, porque una milonga similar o con las mismas intenciones es la que nos contó en el epílogo de Un plan sangriento.
A mí, estas mentirijillas fantasiosas creadas solo para dar notoriedad a la obra o para vender, realmente me sobran...

martes, 26 de noviembre de 2019

Un plan sangriento. El caso Roderick Macrae de Graeme Macrae Burnet

Sinopsis:

Un falso true crime situado en el corazón de la Escocia más oscura, que juega a su antojo con los límites de la ficción y cuestiona la validez de los relatos. Un fascinante thriller literario ambientado en un paisaje implacable en el que el ejercicio del poder se demuestra arbitrario.
En 1869, en una aldea perdida en las Tierras Altas escocesas, un triple asesinato particularmente sangriento sacude a toda la comunidad. La policía arresta de inmediato a un joven llamado Roderick Macrae, que aparece cubierto de sangre y admite ser el autor de los hechos. Y así lo confirman unas extrañas memorias que escribe ya en la cárcel, pero, antes de condenarlo, el tribunal debe averiguar qué lo llevó a cometer esos actos de violencia tan despiadada. ¿Acaso estaba loco o era perfectamente consciente de lo que hacía? Solo su persuasivo abogado se interpone entre Macrae y la horca, pero para lograr resolver el misterio y dictar sentencia antes deberán construir un relato sólido, sea cierto o no.
Siglo y medio después, Graeme Macrae, descendiente de Roderick, reúne toda la documentación existente sobre el caso en su búsqueda de la verdad. Pero ¿puede un ser humano comprender realmente la mente de otro?

Opinión:

Hoy voy a comenzar la reseña con las cuatro palabras que dan inicio a la sinopsis, y que facilita la editorial en su página web:
Un falso true crime.

Un True crime, para que nos entendamos, no es nada más que la reconstrucción de un crimen real, por lo tanto sabemos, cuando nos lo catalogan así, que no se trata de una historia de ficción, aunque algunas partes puedan estar ficcionadas.
A mí, lo que me descoloca un poco, es que la editorial lo venda como un falso true crime, y en el interior retire lo de falso y diga: Un true crime apasionante que narra un oscuro caso de asesinato en una aldea perdida de las Highlands escocesas.

A ver, o lo es o no lo es, aquí no valen las medias tintas... es como si asesinamos a alguien y decimos que lo hemos matado solo un poquito.
Creo que la literatura, respecto a géneros y subgéneros está más que servida, para poder clasificar en uno u otro lugar, sin necesidad de recurrir a lo que acabamos de ver, porque si es un falso true crime, es una novela con partes de ficción y bastaría con decir que la novela está inspirada o basada en hechos reales. También debo añadir en este apartado que nuestro idioma es muy rico, sin necesidad de echar mano al uso de anglicismos
Además...
El propio autor nos informa al final, que estamos ante una historia en la que se ha tomado ciertas libertades con los hechos históricos y recurrido en algunos momentos a la imaginación, inventando determinadas situaciones o datos, pero que el caso de Roderick Macrae existió y que él se basa en la documentación encontrada para reconstruir la historia; en concreto en las memorias del reo.
Por lo tanto, haciendo caso a esto último, a esas memorias que nos relatarán a modo de crónica los crímenes, y sin ánimo de pecar de purista, estamos ante un True Crime, aunque algunos fragmentos sobre los que puede existir un vacío argumental, se hayan rellenado haciendo uso de la licencia del escritor, algo totalmente valido.

Ahora bien, aclarado ya este punto que puede generar controversia, paso a hablaros de la obra.

Roderick Macrae fue un campesino escocés, de tan solo diecisiete años, acusado de cometer tres brutales crímenes en su aldea natal, Culdie, en Ross-Shire, una mañana de agosto de 1869.
El caso se ha reconstruido a través de un manuscrito que contenía sus memorias, documento que escribió estando en la prisión de Inverness, mientras esperaba a ser procesado.
Más que los crímenes en sí, lo interesante del caso fue precisamente hallar esa autobiografía que lo convirtió en una especie de "Cause célebre", ya que fragmentos de esas memorias fueron publicadas por la prensa sensacionalista, suscitando una gran polémica, ya que seleccionaron partes, sacándolas de contexto.
Muchos lectores y críticos de la época dudaron y aún lo hacen, de la autenticidad de ese texto, ya que les parecía imposible, que un campesino semianalfabeto produjese una obra de tan elocuente escritura. Para otros, en cambio, esas memorias solo dejaban al descubierto las injustas condiciones feudales que seguían sometiendo al campesinado de las tierras altas. Los True crime sirven, muchas veces, precisamente como denuncia hacia el sistema judicial, policial, o hacia los métodos empleados durante la investigación.

Para la reconstrucción del juicio que aparece en esta novela, se ha recurrido a analizar los periódicos de la época, que hicieron el seguimiento del caso, y también  los datos que se recogen en el informe del juicio de Macrae.

Los relatos de los testigos, como en todo buen caso policíaco que se precie, estuvo sembrado de discrepancias y contradicciones, pero a pesar de eso, todos los datos que se extraen, en conjunto, sirven para recrear, aunque recurriendo en parte a la ficción, uno de los casos criminales más fascinante de la historia judicial de Escocia.
Con eso es con lo primero que nos vamos a encontrar los lectores, con los testimonios de los testigos y conocidos. Ese detalle está bien, porque nos va a facilitar un breve esquema psicológico del personaje protagonista.

A continuación comienza el relato detallado del reo:
Las memorias de Roderick Macrae están narradas en primera persona, como ya os he adelantado al comienzo, y ese detalle tiene la ventaja de la cercanía.
El lector empatiza con él, pero también corremos el riesgo de creer todo lo que cuenta y que esto no sea cierto, al no disponer de más versiones con las que contrastar.
La narración de este caso comienza cuando Roderick está esperando su proceso. De esa técnica ya os he hablado en otras reseñas, es una técnica literaria donde la narración comienza en medio de la historia, por eso se denomina in media res, y después retrocede en el tiempo para narrarnos el comienzo, los sucesos que dieron pie y llevaron al personaje hasta la situación actual.

También, complementando el manuscrito de Roderick vamos a leer los informes de las autopsias y las memorias del profesional de psiquiatría que le asistió.
Aquí no debemos olvidar lo que ya he mencionado al comienzo, que el autor hace uso de la licencia del escritor y alguna parte será ficción.

Aun así, las declaraciones de los testigos y los informes, los fragmentos extraídos de la cobertura periodística, crean el contrapunto de la narración del acusado.
Todos los datos que vamos a ir obteniendo crean un gran lienzo ante los ojos del lector, compuesto por una amplia gama de personajes, descritos de una manera excepcional, que nos ayudan a conocer la situación del inculpado; desde los arteros y manipuladores que disfrutan pisoteando al prójimo, a los que miran hacia otro lado, a los que se solidarizan o a los que menosprecian a las clases inferiores.
Como digo, todos estos personajes contribuyen a hacernos una idea de la difícil situación que vivió no solo Roderick Macrae, sino también todas las gentes de las tierras altas.
Si bien, no pueden justificarse los hechos que le llevaron hasta el patíbulo, sí se entiende la difícil situación que lo llevó a cometerlos.

Para mí ha sido una excelente novela, al margen de que sean ciertos todos los hechos o que no, y al margen también de que sea un True crime o una novela de ficción.
La narración atrapa, está perfectamente ambientada, y nos ayuda a conocer esas tierras escocesas de finales del s. XIX.