miércoles, 31 de mayo de 2023

El informe de Brodeck de Philippe Claudel

Sinopsis:

Apenas ha transcurrido un año desde el final de la guerra cuando una muerte rompe la tranquilidad de un pequeño pueblo perdido en las montañas. El único extranjero del lugar, a quien llaman Der Anderer -el Otro, en alemán-, ha sido asesinado y todos los hombres de la localidad se confiesan autores del crimen. Todos menos Brodeck, el encargado de redactar un informe sobre lo sucedido «para que quienes lo lean puedan comprender y perdonar».
Así pues, Brodeck entrevista a los hombres más importantes del pueblo: el cura, el dueño de la fonda, el alcalde... Y cuando este último le advierte de que «no busque lo que no existe, o lo que existió, pero ya no existe», Brodeck comprende que no le conviene saber demasiado. Sin embargo, la redacción del informe lo obliga a interrogar y a interrogarse, lo que a la postre puede suponer una amenaza para él y su familia.

Opinión:

Hace apenas unas semanas os hable de Almas grises de Philippe Claudel, un autor que llegó a mí a través de una recomendación y que ya os comenté que me había sorprendido gratamente.
Tras esta segunda incursión en su obra vuelvo a insistiros, es un autor que no hay que dejar pasar; que sorprende porque parece que presenta una cosa en sus novelas y termina ofreciendo otra totalmente distinta que no dejará indiferente al lector.
 
“Pensé en lo que acababan de hacer aquellos hombres a quienes conocía desde hacía años. No eran monstruos, sino campesinos, artesanos, peones de granja, guardabosques, humildes empleados...
En definitiva, hombres como ustedes y yo”.

En el informe de Brodeck, Claudel vuelve a sorprender con una historia inquietante y perturbadora. Ya habréis leído la sinopsis: Der Anderer, al que se conoce como el Otro, es asesinado y todos los hombres de un pequeño pueblo perdido en las montañas se confiesan autores del crimen. Brodeck, el único que no ha tenido nada que ver, será el que reciba el encargo de redactar un informe sobre lo sucedido.

En la sinopsis ya nos muestran todo lo relevante de la historia, eso sí, como ya os he advertido al comienzo, nada resultará como parece.
A simple vista podemos pensar que nos encontramos ante una obra al estilo de Fuenteovejuna, del fénix de los ingenios, en la que se relata la unión del pueblo contra la opresión, pero según vayamos avanzando veremos que poco o nada tiene en común este pueblo, sus gentes y sus motivaciones con el descrito en la obra del Siglo de Oro.

Vamos a tener dos personajes principales sobre los que va a girar la trama. 
Uno es Brodeck, nuestro protagonista y narrador, alguien que se irá definiendo, tomando forma a través del relato. Un personaje con una vida miserable que le cuesta remontar por todo lo que carga sobre sus espaldas, mientras que el otro personaje, Anderer, es alguien misterioso, del que apenas conoceremos datos, pero que será capaz de captar el alma humana, y eso a los del pueblo les genera mucho miedo. Ya sabemos que la estupidez y el miedo son malas combinaciones; mientras que el individuo es listo, la protección que genera el grupo convierte a la masa en algo muy peligroso.

Ambos personajes forman una perfecta dicotomía, dos seres en apariencia opuestos, pero que en realidad se complementan y que tienen más cosas en común que diferencias.

Brodeck tendrá que investigar para redactar un informe que terminará reflejando sus dudas, pero también sus miedos, porque esa investigación, para nada sencilla, esconde una amenaza velada.

“No busques lo que no existe, o lo que existió, pero ya no existe.

Las escenas retrospectivas van a ser un elemento fijo en la narración, ya que para reconstruir los hechos nuestro narrador deberá retroceder en el tiempo, relatando desde la llegada al pueblo de Anderer
Esta búsqueda hará que el protagonista enlace el relato con escenas de su propio pasado, lo que romperá la secuencia cronológica. 
Este detalle es quizás lo que menos me ha gustado o, mejor dicho, con lo que más me costó hacerme al comienzo de la lectura; esa alternancia narrativa que en ocasiones me parecía algo caótica y que da como resultado pequeñas historias que van entrelazando, presente y pasado, con la trama principal. 

Hay un par de detalles que, sumados al misterio que genera el personaje de Anderer, aportan bastante suspense a la narración.
Uno es la ubicación de los sucesos. 
Sabemos que es un pueblecito perdido en las montañas. Claudel oculta su localización a conciencia, pero algunos detalles me llevaron a pensar que podría ser la zona de Alsacia, donde Francia limita con Alemania y Suiza, y donde además del francés se habla una lengua dialéctica de origen germánico.

Otro detalle que el autor oculta es la época en la que suceden los hechos. 
Sabemos que hace un mes que ha finalizado la guerra y algunas referencias evocan claramente a la II Guerra Mundial, además de que Brodeck incluye en su relato algunos sucesos anteriores que, aunque cambiados de nombre, nos pueden recordar a las revueltas callejeras que hubo en Alemania antes del estallido de la guerra e incluso otras que se asemejan a la noche de los cristales rotos. También, y aunque sobra decirlo, se habla en algunos momentos de la persecución que sufrirán algunos grupos de la sociedad, de su traslado a campos y de lo que allí padecerán. 
Todo esto lo aclaro porque documentándome sobre la obra, he leído por ahí que no hay referencias en el libro que puedan indicar a qué guerra se refiere esta historia... 
Es cierto que el autor cambia los nombres de algunos sucesos, él no quiere hablar de la guerra ni de lo que supuso para vencedores o perdedores, sus historias dan prioridad a otros temas quizás más profundos. 
Como siempre digo, cada uno es muy libre de dar su opinión sobre lo que lee y también las ganas de investigar dependen de cada uno, lo que sí os puedo decir es que cada vez me sorprendo más de gente que dice haber leído un libro y luego demuestran no haberlo hecho.

Corriendo un tupido velo y ya para terminar, vuelvo a insistir como ya lo hice con Almas grises, esta no es una novela que describa los horrores de la guerra ni tampoco es un thriller en el que se reconstruya un crimen, aunque pueda parecerlo a simple vista. 
Es una novela en la que su autor vuelve a profundizar, a través de la ruindad de los personajes, en el alma humana. Una historia en la que nadie es del todo inocente y en la que los fantasmas que arrastra cada uno de los personajes, pueden en ocasiones, estar más presentes que los vivos.

miércoles, 24 de mayo de 2023

Los ojos de Galdós de Carolina Molina

Sinopsis:

Pobre, enfermo y casi ciego. Así vivió sus últimos años Benito Pérez Galdós, el genio que llenó de gloria la literatura de su tiempo. Pese a todo, no le faltó el cariño de sus amigos, familia y ciudadanos. Y, cuando sus ojos necesitaron ampararse en otros más jóvenes para continuar su labor literaria y, así, subsistir, ella, Carmela Cid, estará a su lado. Ella será sus ojos. Y también su voz. Junto a él recorrerá los escenarios de su vida, desde que llegara a Madrid, como estudiante de Derecho, hasta convertirse en un periodista de peso y un escritor consagrado. Y, a su vez, descubrirá el carácter benevolente y seductor de un hombre a la par inteligente y humilde del que se enamoraron muchas de las más ilustres mujeres de su tiempo, entre ellas, por ejemplo, Emilia Pardo Bazán.
Pensada por y para Galdós, con un estilo delicado y una prosa fluida, en la línea de sus novelas anteriores, Carolina Molina nos ofrece un retrato entrañable y desconocido del escritor que mejor supo reflejar la España del siglo XIX. 

Opinión:

Hace tiempo que quería hablaros de Los ojos de Galdós, una novela histórica que es en sí todo un homenaje hacia el hijo adoptivo más querido de Madrid. 
Poco se puede decir sobre D. Benito Pérez Galdós que no se haya dicho ya, sus obras contarán con adeptos y detractores, al igual que lo harán sus ideas políticas, pero sin duda, lo que sí se puede decir sobre él y no me quedo corta, es que fue el mejor cronista de Madrid, el que mejor supo observar y reflejar la vida de los madrileños.

Carolina Molina nos ofrece un retrato entrañable e inolvidable sobre este genio de las letras y para hacerlo da el protagonismo central a una mujer, Carmela Cid, un personaje ficticio que adoptará también el papel de narradora y que nos mostrará los momentos más importantes en la vida del autor. Una vida en la que las mujeres contarán con un papel muy importante, y no solo en sus libros.


—Verá, querida niña. Llevo escribiendo desde los veintiún años. Tengo las manos callosas de coger la pluma y los ojos gastados de leer las dichosas galeradas. Muchos se han enriquecido a mi costa, pero mis bolsillos están vacíos. Cierto es que he dilapidado algunos pequeños ahorros con personas a las que amé o creí amar, pero... aún no he conocido al escritor que se haya hecho rico escribiendo en este país.

Con lo primero que nos vamos a encontrar es con una narración in extremis, es decir, la acción se sitúa en un punto muy cercano al final, de esa forma vamos a conocer a Galdós en el tramo final de su vida; una narración intimista y detallada a través de la que conoceremos no solo al gran narrador del Realismo español, sino también al hombre que hay detrás.

Corre el año 1915, como telón de fondo tenemos a una España dolorida y triste que intenta salir de su letargo. Galdós ha perdido la vista y la revista La Esfera le pide que escriba sus memorias. A partir de este momento y con ayuda de Carmela, que se convertirá en los ojos del autor, la historia retrocederá hasta su llegada a Madrid en 1862.

Galdós fue un gran observador y ese método le dio la experiencia para crear a sus personajes. Curioseaba las vidas de las clases humildes madrileñas: castañeras, manolas, mozos de cordel, planchadoras... todo lo que recogían sus ojos se veía plasmado en sus novelas. No hacía crónicas de Madrid para el resto españoles, no, él escribía de Madrid para los madrileños, con una narrativa ágil y descriptiva que no ha conocido igual. 
Paseaba por la capital, describía acontecimientos, y dotaba a sus personajes de una humanidad, que aunque copiada o impostada, les llevó a convertirse en héroes de la literatura.

Carolina Molina, la autora, nos va a llevar de la mano de Galdós no solo a pasear por la Puerta del Sol, la Red de San Luis, El prado o La Montera, también por la Cava Baja, por los solares y los cafés, por lo que va a ser frecuente encontrarnos a nuestro protagonista mezclado con personajes históricos de calado como Doña Emilia Pardo Bazán, toda la Generación del 98 al completo, Carmen de Burgos, Isabel II, Alfonso XIII, Antonio Maura o Canalejas, entre otros muchos, todos ellos y debo decirlo llegados a este punto, descritos con elegancia y sin caer en lo tonto de los prejuicios, porque es muy complicado ser testigo del pasado y describir hechos o personajes históricos sin incurrir en ello.

Galdós fue un autor que apostó por la independencia del sexo femenino, en todas sus obras se refleja, pero también fue consciente del duro trabajo que aún quedaba por hacer. Doña Emilia le recriminaba que diese alas a las protagonistas de sus historias y que en cambio, al final se las cortase, pero era lo que exigían los tiempos y sus lectores. 
Carmela Cid, nuestra narradora, va a enfrentarse exactamente a los mismo problemas que sufren las mujeres Galdosianas, por lo que ya os avanzo que la ambientación y la historia que acompañará a la protagonista será fantástica.  

También quiero añadir, ya llegando al final, que aunque me he centrado en hablar en esta reseña de Galdós, al que considero con permiso de Carmela Cid el gran protagonista de este libro, la novela también va a servir como crónica de acontecimientos de una época sometida por las desigualdades económicas. 

Sin duda, una novela fascinante para los amantes de Galdós.

—No he de hablar de nuestro Galdós como patriarca de las letras, sino como madrileño y madrileñista. Nadie como él describió la calle de Toledo y nadie como él ha amado tanto al pueblo de Madrid.
Luis Garrido Juaristi. 
Alcalde de Madrid 1918-1920


miércoles, 10 de mayo de 2023

Almas grises de Philippe Claudel

Sinopsis:

Diciembre de 1917. En un pequeño pueblo del norte de Francia, el cuerpo sin vida de una hermosa niña aparece flotando en el canal. La crónica de los hechos, escrita veinte años después del suceso por el policía a cargo de la investigación, invita al lector a descubrir una realidad inesperada. En su implacable relato, donde la emoción aparece contenida por el pudor del narrador, nadie es inocente, y los culpables, de una forma u otra, son también víctimas. El gris es el tono dominante, pero no el gris de la muerte, ni el del duro clima invernal, ni siquiera el de la cobardía, sino el gris en que se desenvuelve la condición humana: la ausencia de certezas absolutas, las sombras, los claroscuros, en suma, el peso rotundo de la duda.

Opinión:

Hoy quiero hablaros de Almas grises de Philippe Claudel, un autor que para mí ha sido todo un descubrimiento. Es cierto que había oído hablar de él por obras como "La nieta del señor Linh" o "El archipiélago del perro", pero había algo en ellas que no terminaba de llamarme la atención.
Hace poco me recomendaron "Almas grises" y "El informe de Brodeck", dos obras que se mueven entre la novela negra y el thriller, y os puedo decir que al menos esta me ha fascinado.

La trama sucede en 1917 en un pequeño pueblecito del norte de Francia. 
El marco histórico va a ser la Gran Guerra, un buen pilar para sostener la trama y que sirve para que nos hagamos una idea de lo que está sucediendo a escasos kilómetros. Con solo ese dato el lector ya puede imaginarse a los hombres arrastrándose en las trincheras bajo el incesante tronar de los cañones y con el acre olor a pólvora en la boca.
Pues bien, a corta distancia de ese triste escenario va a aparecer el cuerpo sin vida de una niña de diez años. 

Lo primero que vamos a ver es que no es una lectura lineal. 
La crónica de los hechos va a ser escrita veinte años después por el que será nuestro narrador, un policía del que desconoceremos su identidad y que intentará rehacer la historia, rellenando los huecos de un caso cargado de irregularidades. 

En el primer capítulo van a ser presentados los personajes principales, pero para poder facilitarnos más datos sobre ellos y crearnos un perfil más completo, el autor nos hará retroceder hasta 1914, en vísperas del inicio de la guerra.
Lo que sí quiero dejar claro es que aunque vamos a tener de fondo la Primera Guerra Mundial, esta no es una obra que se centre en ella, y vamos a pasar por su lado de puntillas. Los personajes van a convivir con la contienda como con un mal sueño o un recuerdo amargo, algo que no les atañe de forma directa y que ven desde lejos.

Almas grises, la quinta novela de Philippe Claudel, es una historia sencilla en la que los sentimientos y las emociones terminan imponiéndose a los hechos objetivos del caso. Una obra dominada por una amplia escala de grises que lo impregna todo con un ambiente nostálgico, desde los escenarios a los personajes que aparecen descritos a la perfección con el título elegido. 
La única nota de color que vamos a tener llegará de manos de Belle de jour, la niña asesinada, y de Lysia Verhareine, la maestra del pueblo, dos personajes incidentales que aportan la sensación de que el mundo no es tan feo como se nos describe.

Os puedo asegurar que nos encontramos ante una novela muy buena, recubierta con un halo de misterio que nos hace dudar de todos los personajes, algo que se agrava porque el narrador juega también un poco al despiste. Un rural noir que nos muestra la hipocresía y la maldad de unos personajes tan canallas como cobardes.

Y poco más quiero contaros, porque es una historia muy cortita y que hay que saborear individualmente. El ejemplar que he leído solo tiene 222 páginas y está compuesta por capítulos muy breves, algo que aporta ritmo a la narración. 

Os aseguro que os va a gustar porque Philippe Claudel me ha demostrado con esta novela que es un gran narrador reproduciendo los caracteres humanos; plasma a la perfección los defectos y las virtudes, las pasiones y las debilidades, demostrando que el pensamiento dicotómico de todo es blanco o es negro no es real y que puede haber entre ellos toda una gama de grises.
 

viernes, 5 de mayo de 2023

Dentro de casa de Lisa Jewell

Sinopsis:

¿Qué sabes realmente de tu familia? 
En una majestuosa casa del elegante barrio de Chelsea, la policía encuentra a una bebé en su cuna. Bien alimentada, cuidada y feliz, espera a que la cojan en brazos. En la cocina de esa misma casa hay tres cadáveres en estado de descomposición. Junto a ellos, una nota escrita con urgencia. 
Veinticinco años después, Libby, esa bebé a quien encontraron con vida, regresa a una casa que esconde su origen familiar y el más oscuro de los secretos. Ten cuidado con a quién dejas entrar. Hay personas que nunca se irán. 
Lisa Jewell es el nuevo fenómeno mundial del thriller, con más de 10 millones de libros venidos. Su obra se compara con grandes nombres del domestic noir y encantará a las lectoras de Paula Hawkins.

Opinión:

Dentro de casa es un libro de suspense que lleva vendidos más de 10.000 ejemplares. 
De su autora, Lisa Jewell, se dice que es el nuevo fenómeno mundial del thriller, llegando a ser comparada con otras autoras como Paula Hawkins.
Algunos de los comentarios que acompañan a esta obra son "brillante y afilada como una cuchilla", "deslumbrante", "maravillosamente retorcida" o "terrorífica e intrincada", pero ya sabéis lo que opino sobre este tipo de comentarios tan entusiastas, que pueden terminar frustrando las altas expectativas generadas en el lector.
Yo llegué a esta obra intentado romper la racha de novelas algo decepcionantes que me acompañaba en el último mes, y ahora puedo deciros que la historia está bien, pero tampoco para echar cohetes ni para elogiarla en exceso como están haciendo. 
Es una novela que se lee bien, que tiene un ritmo ágil y que logra mantenerlo hasta el final, pero con unos personajes que no llaman la atención en exceso y de los que te desprendes en cuanto pasas la página final. 
Y es que, lejos de querer desmerecer el género, Dentro de casa es tan solo un domestic noir de manual; tres hilos argumentales, uno para cada personaje; las mujeres como punto central de la historia; alguna fémina con problemas; capítulos muy breves en los que al final de ellos la historia queda detenida para saltar al siguiente personaje; secretos y algún giro argumental, pero dejadme que profundice más en algunos detalles.

La novela consta de 69 capítulos que se dividen en cuatro partes.

Además de las características ya señaladas, los domestic noir también suelen ofrecernos distintos puntos de vista sobre un mismo hecho. 
En esta novela vamos a tener tres hilos argumentales: el de Libby, el personaje central sobre el que gira la historia y el de Lucy, un personaje más secundario, ambos narrados en tercera persona y que suceden en la actualidad. 
Por último, tenemos el hilo de Henry, narrado en primera persona y que sucede a finales de los años 80. Este último hilo es el que nos va a servir para rellenar los vacíos existentes alrededor de la familia de Libby. 
Pero fijaros en lo curioso de este sistema de narración. 
Por norma, en los domestic noir el protagonismo suele dividirse a partes iguales entre los personajes, pero siempre hay uno en un lugar destacado que narra en primera persona. 
En este caso, y aunque Libby es, como ya he mencionado, el personaje principal sobre el que gira la trama, su historia nos llega a través de un narrador que utiliza la tercera persona. Este simple hecho hará que el personaje pierda un poco de protagonismo. 

En cambio, la primera persona es utilizada por Henry, un personaje secundario.
Esto, sin duda, es una especie de juego sucio por parte de la autora, porque aunque es cierto que él es el encargado de rellenar los vacíos argumentales en una época pasada en la que Libby no está, de este modo caemos en el riesgo que implica la subjetividad del narrador en primera persona. Un cronista así puede ser fiable, pero también puede manipularnos porque con su relato puede engañar, tergiversar o como ya he dicho, dar una visión subjetiva sobre un hecho que no tiene por qué haber ocurrido exactamente como se cuenta.

También quiero deciros que hay algún giro argumental que no se ve venir, o al menos yo no lo vi, y ya para terminar también comentaros que en el final, aunque todos los hilos quedan bien atados, parece que se deja una pequeña puerta abierta, no ya para futuras novelas, porque el argumento no da para más, pero sí como creando un pequeño suspense alrededor del suceso final.

Y hasta aquí la reseña de esta semana, como habéis visto una novela que se deja leer, con intriga, pero a la que le sobran todos esos comentarios tan exagerados con los que la adorna la editorial.