miércoles, 27 de abril de 2022

Tragedia en tres actos de Agatha Christie

Sinopsis:

Poirot se enfrenta a uno de los casos más desconcertantes de su carrera.

Sir Charles Cartwright debería habérselo pensado dos veces antes de invitar a cenar a trece personas en su casa. Pues la velada concluye con uno de los invitados muerto tras haber ingerido un cóctel en el que no se encuentra ningún rastro de veneno.
Hasta el momento, nada que pueda sorprender al detective belga. 
Lo que sí resulta sorprendente para Poirot es que no haya ni un solo motivo que pueda explicar el asesinato.

Opinión:

Muerte en tres actos o tragedia en tres actos es una novela escrita por Agatha Christie en 1934 que seguro que os va a resultar curiosa por varios motivos.

Su estructura corresponde a la de una obra teatral que, como bien indica el título, está dividida en tres partes. 
La primera parte lleva el título de sospechas, el acto intermedio de certeza, y por último, el tercer acto, de descubrimiento. Estas tres partes se corresponden con la que sería la estructura clásica de una novela, es decir, introducción, nudo y desenlace.
Como es lógico, la introducción está reservada para conocer al plantel de sospechosos, todos esos personajes que, como habréis visto en la sinopsis, asisten a una cena en cuyo cóctel va a aparecer un cadáver. Y es que, un cadáver en el cóctel habría resultado un título de lo más acertado para esta novela.
¿Os acordáis de la película del 76 de Un cadáver a los postres, con Peter Sellers como cabeza de reparto?
En ella se parodiaba las novelas en las que un extraño grupo se reunía en una mansión aislada, siendo uno de esos invitados asesinado. Pues bien, en esta obra de Christie es exactamente lo que ocurre si alteramos el orden de los platos.

En Tragedia en tres actos nos vamos a encontrar con un Poirot algo secundario, además de la sospecha de un doble asesinato, algo que no es frecuente encontrar en las otras novelas de esta autora. 

Poirot va a tener una actuación muy limitada, aparecerá simbólicamente al comienzo, como un personaje más que asiste a la cena, pero que en el acto final sí tiene reservado ese momento apoteósico que todos esperamos y en el que pondrá a funcionar sus células grises, resolviendo finalmente el caso ante unos boquiabiertos compañeros de reparto. 

En el acto intermedio la investigación va a recaer sobre tres personajes. Uno de ellos será el actor Charles Cartwright, el organizador de la cena; otro el señor Satterthwaite, alguien al que veremos aparecer en un recopilatorio de cuentos que se relacionan entre sí, escritos por Christie en 1930 y que lleva el título de "El enigmático señor Quin", y por último tenemos a la señorita Egg Lytton Gore.

El resto de asistentes a esa cena, los que podríamos considerar como sospechosos, se limitan a crear solo un ambiente verídico. Son secundarios con escasa actividad; cuentan con muy poco diálogo y relevancia para la trama, salvo en los momentos en que se les interroga.

Agatha Christie, en esta ocasión, nos plantea un gran reto. 
Nos enfrentamos a un asesino mucho más peligroso de lo que nos tiene acostumbrados, dándonos la oportunidad de descubrirlo sin las interrupciones deductivas del afamado detective belga
Ella nos da las pistas, las va sembrando desde la introducción, y en el momento en que considera que ya hemos tenido tiempo suficiente para averiguar quién y por qué, vuelve a introducir en escena el ego enorme de su detective más famoso.

¿A qué se debió esa alteración en la obra que afectaba al protagonismo del pequeño hombrecillo belga de pomposo bigote y modales remilgados?
Puestos a elucubrar, puede que Agatha Christie harta de que los lectores no pillasen las pistas al vuelo, intentase darnos una ligera ventaja sobre él. Aunque yo me inclino más a pensar que existía alguna discordancia entre la autora y su afamada creación. ¡Vamos! una lucha de egos.

Se sabe que la manía hacia su hijo literario fue creciendo exponencialmente. Hacia 1930 dijo que el personaje era "insufrible", mientras que en 1938 escribió:

¿Por qué habré creado a esta detestable, rimbombante y fatigosa criatura?

Pero estos no serían los únicos halagos que dedicó al gran Poirot, porque en 1960 le catalogó de "detestable, ampuloso, pesado y egocéntrico". 
Digo yo que algo de esa naturaleza le vendría de su madre creadora, porque como dice el refrán "honra merece quien a los suyos se parece". 

Está claro que algo turbio estaba sucediendo y más si consideramos el hecho de que, aunque Poirot falleció en la obra Telón, publicada en 1975, esta historia había sido escrita alrededor de 1940 y guardada en un cajón. 
Parece que las fechas cuadran con la escritura de esta novela de la que hoy os hablo y con una pronunciada crisis de soberbia o ego, algo que debe ser muy frecuente entre escritores, porque igualmente le sucedió a Conan Doyle con Sherlock Holmes. 

Lo peor de todo es que el público amaba a Poirot por encima de sus excentricidades y yo creo que aquí, la gran dama del crimen lo tuvo muy claro, si había que elegir entre ella y el bigotudo con cabeza de huevo, el público elegiría a Poirot.

Ya para terminar, otro detalle que me ha gustado es que la trama transcurre por varios escenarios, es decir, el desarrollo del argumento no se limita a un único lugar como ocurriría en las clásicas historias de cuarto cerrado y los personajes cuentan con más libertad para entrar y salir de escena.

miércoles, 20 de abril de 2022

La casa maldita de H. P. Lovecraft

Sinopsis:

Lovecraft, en su habitual forma de juntar el suspense con lo inexplicable y terrorífico, escribe en esta pequeña novela sobre la casa abandonada del barrio a la que siempre le tuvo miedo. 
Han pasado varios años desde que la casa ha dejado de ser habitable por los rumores que la rondan; rumores que no han sido gratis, pues en esa casa han ocurrido múltiples muertes inexplicables, personas que se han rendido a la locura, embarazos interrumpidos, fétidos olores que la rodean. 
Encantados por los misterios que emana la casa, tío y sobrino se aventuran a encontrar una respuesta, sin importarles lo que puedan perder en el camino.


Opinión:

La casa maldita es una obra corta de H. P. Lovecraft, escrita en 1924 pero que no fue publicada hasta 1937 por la revista Weird Tales, una revista pulp estadounidense de fantasía y terror.
Este relato o cuento corto puede encontrarse también bajo otros títulos como: "La casa evitada" o "La casa embrujada".

La obra comienza como casi todas las que he leído hasta ahora de este autor, describiendo los personajes, los escenarios o como en este caso a la gran protagonista: la casa maldita
De esa forma, con esos capítulos iniciales, descriptivos, lo que consigue Lovecraft es ambientar la acción, crear una atmósfera propicia para cuando comience a desarrollar el relato, al mismo tiempo que predispone al lector, consiguiendo que los hechos sean más creíbles.

En esta obra conocemos a solo dos personajes. 
Uno de ellos va a ser nuestro narrador, del que desconocemos su nombre y que nos hará llegar los hechos tiempo después de que hayan ocurrido, y el otro protagonista es su tío, el doctor Elihu Whipple que le acompañará en la investigación.
Ambos personajes están obsesionados con una casa abandonada, pero digamos que el terror que subyace en esa siniestra casa se reduce a que en ella murieron un número alarmante de personas, todas achacadas por alguna rara enfermedad.

La casa que actúa como protagonista omnipresente y escenario de este cuento breve de solo cinco capítulos, está basada en una casa real ubicada en Providence, Rhode Island, y allí vivió una tía de Lovecraft durante dos años. Hay que decir que la descripción impacta en los lectores, sin embargo, hay que aclarar que fue otra casa en Nueva Jersey la que le inspiró a la hora de escribir la trama.

Este edificio del que os estoy hablando es una casa como la que describe Poe en "La caída de la casa Usher" o la casa Marsten de "El misterio de Salem's Lot" de Stephen King.
Es una construcción de las que llaman la atención de los curiosos. Muestra los rasgos normales de las casas de campo de la Nueva Inglaterra colonial de mediados del siglo XVIII, con tejado puntiagudo, dos plantas y ático, pórtico georgiano y enmaderado todo el interior, tal y como dictaba el recargado gusto de la época.
Con esa visión, no resulta extraño que atraiga las miradas de los curiosos, alzándose como símbolo de lo espantoso y arrastrando un aura maligna que derrama sobre los que la contemplan.
Llegados a este punto debo deciros que no esperéis encontrar una casa encantada en el sentido estricto del término. Porque aquí no vais a oír ruidos de cadenas ni ver luces que se apagan u objetos que se mueven, más que nada porque el terror de Lovecraft no es así. El terror que cultivaba este gran autor es algo más primigenio y que roza la ciencia ficción.

En resumidas cuentas, que la casa tiene una presencia que impone y que va a estar presente a lo largo de todo el desarrollo del argumento, marcando el ambiente, no sé si por la calidad de descriptiva de este autor o por su gran capacidad imaginativa.

Otra cosa que quiero comentar es el homenaje que vamos a encontrar a lo largo del relato, algo lógico porque la pluma de Lovecraft bebe directamente de la obra del admirado autor de terror, Edgar Allan Poe. Ese homenaje, como digo, va a ser constante, incluso podemos llegar a verle pasear por el lugar antes de que lo haga el protagonista.

Una obra muy cortita que sin duda os recomiendo.


miércoles, 13 de abril de 2022

Guerra y paz de Lev N. Tolstói

Sinopsis:

Obra cumbre de Lev Tolstói (junto a Anna Karénina) y de la narrativa del XIX, Guerra y paz constituye un vasto fresco histórico y épico. Con la campaña napoleónica -Austerlitz, Borodinó o el incendio de Moscú- como trasfondo, se narra la historia de dos familias de la nobleza rusa, los Bolkonski y los Rostov, protagonistas de un mundo que empieza a escenificar su propia desaparición.
Hasta hace pocos años, todas las traducciones de Guerra y paz se basaban en la edición canónica de 1873. Sin embargo, en 1983, la Academia Soviética de Ciencias publicó lo que ellos llamaron la «edición original», es decir, la primera versión que Tolstói escribió en 1866. Es la espléndida traducción de ese manuscrito original, de la mano de Gala Arias Rubio, la que publicamos en este volumen.

Opinión:

Guerra y paz o "Bien está lo que bien acaba", que es otro de los títulos provisionales que se le dio en el comienzo, es sin duda, una de las mejores novelas jamás escritas. 
Puede que esta afirmación suene demasiado rotunda y que haya lectores a los que no se lo parezca, pero no podrán negar que su trama, estructura y personajes, la convierten en una de las más complejas y completas, por algo está considerada como obra cumbre no solo de la literatura rusa sino también de la literatura universal. 

La obra.

Lev N. Tolstói dedicó siete años a su planificación y escritura, desde 1862, momento en que aparecen publicados los primeros fragmentos, hasta 1869, cuando se publican los últimos volúmenes. 
También escribió siete versiones y quince veces rehízo el comienzo.
En 1873 volvió a rehacerla al completo, quedando reducida a cuatro volúmenes o partes, siendo finalmente en 1886, tras la última revisión de su esposa, Sophia Behrs, cuando se dio finalmente por terminada.

En los borradores iniciales el autor reflejaba una idea totalmente distinta; el argumento iba sobre un hombre que regresaba a Rusia tras treinta años exiliado en Siberia por haber participado en el alzamiento fallido que coincidió con la proclamación del Zar Nicolas I, pero la cosa de torció y consideró más importante hablar sobre lo que quizás se considera el acontecimiento más glorioso de la historia rusa, la victoria sobre Napoléon
Sobra decir que para el pueblo ruso esta novela ha sido y sigue siendo el gran símbolo de la resistencia, exaltando los valores patrióticos rusos. Tolstói consiguió inmortalizar en ella unos hechos cuyos ecos aún resuenan, es más... durante el sitio de Leningrado en la II Guerra Mundial se vendieron más de medio millón de ejemplares.

Está enmarcada dentro del movimiento literario del realismo ruso y podría abarcar los géneros de la novela histórica, costumbrista, épica, crónica familiar e incluso de aventuras, y es que entre sus páginas vamos a encontrar todo eso y más... historias de amor, actos heroicos y mezquinos y/o personajes buenos y malos, en los cuales su actitud o sus experiencias serán las que marquen la progresión de su arco de transformación.
Pero antes de aventurarme a hablaros precisamente de esto último, que hace referencia a la compleja construcción de los personajes, quiero detenerme a comentar otros detalles que considero también importantes.

Guerra y paz.

Narra el antes, durante y después de las guerras napoleónicas a través del día a día de dos o tres familias rusas. En el número los críticos y reseñadores no se ponen de acuerdo.
Yo creo que si analizamos el libro en su totalidad, observando la presencia y peso en la trama de todos los miembros que componen cada una de ellas, el número quedaría reducido a dos: 
La familia de los Bolkonsky y la de los Rostov
Ahora bien, hay un personaje muy importante, Pierre Bezújov, que pertenecería a esa tercera familia a la que hago referencia. Él va a ser el encargado de hacer de nexo de las otras dos, aunque el resto de sus parientes no sean muy importantes o tengan poco desarrollo. 

Al mismo tiempo, y aunque la nómina de personajes es muy extensa, para mí, los tres protagonistas indiscutibles son: Andrei Bolkonski, Natasha Rostova y el ya citado, Pierre Bezújov. 
El resto de ese elenco va a dividirse entre incidentales y ambientales. 

Lógicamente cuando hablamos de una obra tan monumental como esta, tan leída y reseñada, habrá disparidad de opiniones sobre todos y cada uno de los aspectos técnicos y formales.

Crisis y Críticas.

Y ahora, cambiando un poco de tercio...
Tolstói a lo largo de su vida sufrió varias crisis morales y espirituales y eso le llevó a hacer una dura crítica hacia la clase aristocrática a la que pertenecía.
Desde el primer capítulo vamos a ser testigos de su extraordinaria destreza a la hora de describir a esa clase social, rechazando los valores que la guiaban y mostrándola como vanidosa, frívola y superflua. Estaba obsesionado con mejorar la vida de los más pobres, de los mujiks, campesinos sin tierras ni propiedades, y ese pensamiento vamos a ver como lo vuelca y desarrolla en el personaje de Pierre Bezújov, siendo éste el encargado de transmitírselo posteriormente a Andrei Bolkonski. 
Ese pensamiento altruista y totalmente desinteresado del autor va a ser algo recurrente a lo largo de toda su obra, incluyendo Ana Karenina o Resurrección.

Los pilares de la obra: los personajes

Pero si hay algo que me ha llamado la atención y que abarca toda la producción literaria de este escritor, sobresaliendo por encima de otros detalles, es la gran evolución que experimentan los personajes y la intensidad de sus sentimientos.
Ellos son la columna vertebral sobre la que se mantiene en equilibrio perfecto la trama. Son ideados y moldeados poco a poco, los hace crecer mientras los lectores disfrutamos con esa transformación pausada. 
Al principio aparecen como una roca basta y terminan simulando una escultura de Giovanni Battista Lombardi, dotados de una gran delicadeza e infinidad de matices. 
Haciendo brillante ejercicio de estilo literario, que incluye su construcción, van cambiando según avanza el tiempo, y no me refiero a que el paso de las estaciones haga mella en ellos, que entren en escena con la dentadura completa y el cabello perfecto y acaben el libro desdentados y calvos. A lo que me refiero es que su transformación no solo afecta al exterior, sino que, como humanos que son, cambian en su forma de pensar y actuar, su moralidad varía dependiendo de los hechos en los que toman parte.

Respecto a los reales... se van a mezclar con los ficticios, y sorprende que esos grandes protagonistas de las guerras napoleónicas que son Napoleón y el Zar Alejandro I, pasan por aquí como secundarios, con un papel meramente incidental. Solo forman parte del marco escénico, de esos acontecimientos reales que sirven para aportar realismo y ubicarnos en una etapa histórica en concreto.

El escritor, al igual que hizo en Anna Karenina, construye una obra brillante, interrelacionando personajes y reservándose para sí mismo el papel más importante, ya que no solo va a ser el creador sino que también actúa como narrador omnisciente, inmiscuyéndose en nuestra lectura. 
Está claro que el relato es subjetivo, vemos los hechos como el quiere, para algo es su relato, pero en el momento de las batallas, cuando los personajes no pueden aportar datos objetivos, él nos ofrece un análisis detallado de las acciones de los jefes militares. 

En resumidas cuentas, si es que se puede resumir una obra así...

Tolstói pinta un gran cuadro, como el Bosco con el jardín de las delicias
Nos describe a toda la sociedad rusa, haciendo especial hincapié en una clase aristocrática, hipócrita y superficial, pero también al hacerlos evolucionar nos muestra un amplio abanico de personalidades con sus luces y sus sombras, sus defectos y virtudes, hablándonos incluso del amor en todas sus formas.
No sé cuántos personajes secundarios tiene, ni si alguien se habrá detenido a contarlos, pero insisto, esta obra es monumental y se ha ganado con creces estar entre las mejores de la literatura Universal.

martes, 5 de abril de 2022

El fantasma de Canterville de Oscar Wilde

Sinopsis:

Es una parodia de los relatos de terror en la que un embajador americano Hiram B. Otis se traslada con su familia a un castillo encantado en Inglaterra.
 
Lord Canterville, dueño anterior del castillo, le avisa de que el fantasma de Sir Simon de Canterville pulula por el castillo desde que este asesinó a su esposa Lady Eleonore de Canterville. Pero el Sr. Otis desoye sus advertencias. 

Así, la familia americana de mister Hiriam B. habitan en la mansión, burlándose constantemente del fantasma debido a la indiferencia de estos ante los sucesos paranormales.

Opinión:

"Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver"

Esta frase no es que la diga yo, según dicen es del actor James Dean, pero a mí me sirve para comenzar esta reseña sobre un autor que se ajusta a ese lema, el gran Oscar Wilde.
Este relato corto, que tan solo cuenta con siete capítulos, lo he elegido para el reto de clásicos "Todos los clásicos grandes y pequeños" porque se adapta a la premisa de autor que falleció antes de cumplir los 50.

Oscar Wilde está considerado como uno de los dramaturgos más importantes del Londres victoriano tardío. Fue una celebridad de la época gracias a su gran ingenio, pero también por la polémica que le persiguió tras su encarcelamiento y, lógicamente, por su temprana muerte.

Esta obra fue escrita en 1887 y ha sido adaptada al cine en varias ocasiones, siendo una de las más leídas del autor. En ella encontramos una especie de sátira social, presentando una crítica hacia la encorsetada sociedad inglesa del siglo XIX y también hacia la joven sociedad norteamericana, la cual solo ve satisfacción en el dinero.

La familia Otis llega de E.E.U.U. y compra el misterioso Castillo de Canterville tras ser avisados por su propietario, Lord Canterville, de que la hacienda está embrujada y que un antepasado suyo, Sir Simon, deambula por la mansión. Pese a la advertencia, que hay que señalar que Míster Otis no cree en ningún momento, éste adquiere el inmueble, dejando claro que con fantasma incluido.

El relato está cargado de comentarios irónicos y situaciones cómicas que nos llevan a ver el contraste cultural entre la modernidad americana y la sobria y tradicional Inglaterra.
El pobre espectro de Sir Simon, que nunca ha hecho distinciones sociales a la hora de asustar, se ve perseguido, siendo presa de las burlas de esa nueva familia que ahora ocupa su hogar; unos bárbaros sin cultura, que han entrado en el castillo tirando por tierra su brillante carrera de fantasma, respaldada por trescientos años de sustos.

Es una obra juvenil, con pequeños y sutiles toques de terror, lo que ocurre es que al contrario de las obras góticas o de horror clásico escrito en esa época, el que se va a asustar no es el lector, y frase a frase, hecho a hecho, vamos a situarnos en favor del pobre Sir Simon. Porque ningún europeo de buena familia sería capaz de injuriar y atentar groseramente contra un fantasma de alta cuna y recio abolengo. Aquí, en Europa, seguimos respetando la sangre azul, aunque en este caso sea transparente.

Os animo a leer al genial Oscar Wilde porque estoy segura de que disfrutaréis de su ingeniosa prosa e incluso me arriesgo a decir, que esta historia os sabrá a poco.