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martes, 19 de marzo de 2024

S. El barco de Teseo de J. J. Abrams y Doug Dorst

Sinopsis:

S. El barco de Teseo, ideada, concebida y realizada por el cineasta J. J. Abrams y escrito por el galardonado novelista Doug Dorst, es la crónica de dos lectores que se conocen en los márgenes de un libro y se ven implicados en una lucha mortal entre fuerzas que no comprenden. 
Un viaje al universo de la palabra escrita que sumergirá a sus lectores en una espiral arriesgada, una aventura imposible de abandonar hasta y más allá de la última página.
«S. quiere ser una celebración del libro como objeto físico. En este momento de correos electrónicos y mensajes de texto, y todo lo que se mueve en la nube de una manera intangible, este libro es intencionalmente tangible. Queríamos incluir cosas que realmente puedas tener en la mano: postales, fotocopias, páginas de blocs de notas, páginas del periódico escolar o un mapa en una servilleta…» J. J. Abrams

Opinión:

Tras el furor desatado por la noticia de la publicación de S. El barco de Teseo de J. J. Abrams y Doug Dorst, ha llegado el momento de reseñarlo en el blog. 
Eso sí, ya os advierto que aquí no vais a encontrar la misma euforia que podéis haber visto en redes sociales. Y es que creo que nos hemos dejado liar por una magnífica campaña de marketing, hemos sucumbido a toda la información vertida en redes que la relacionaban con el genial creador de universos J. J. Abrams, el creador de la serie Lost, y nos hemos rendido ante una historia que prometía misterios ocultos, con elementos que nos harían participar activamente en el juego y en la investigación, pero que al final, como producto literario no vale nada.

Ya sabéis que dos personas nunca leen el mismo libro, y me alegro por todos esos lectores que están hablando maravillas de él; por los que han creado grupos de lectura para leerlo y releerlo sin parar, intentando desentrañar las pistas y encontrar conspiraciones ocultas entre sus páginas; e incluso aplaudo a los que han creado guías de lecturas para ayudar en lo que se ha convertido en una difícil aventura. 
A todos ellos, les deseo buen viento y buena mar, para que su búsqueda les lleve a buen puerto o a buenas pistas, pero sinceramente, a mí su lectura se me ha hecho cuesta arriba y no veía el momento de llegar al final. 

Dicho esto, y para no alargarme demasiado, comienzo a mostraros los pros y contras que he encontrado.

Es cierto que es una novela que se puede convertir en un juego o en un reto; que viene cargada de detallitos que la convierten en una joya de coleccionismo; que es una curiosidad para tener en la estantería, pero esta obra no lineal, con varias capas de lectura y muchos enigmas, creada a dos niveles espaciales y temporales, requiere demasiada concentración para disfrutarla, ahora iréis viendo por qué.

La estructura o el armazón, ya que el tema va de barcos, va a construirse desde varios puntos. 
Desde el hilo principal nos llegará el relato de S, el protagonista. Un hombre sin nombre, sin pasado y sin memoria, y cuyo presente y futuro se abre ante él de forma confusa. Un personaje que será secuestrado y obligado a viajar en un barco con una tripulación tan siniestra como extraña. 

El hilo secundario va a reconstruirse desde las anotaciones que dejan Eric y Jennifer en los márgenes de S. El barco de Teseo.
Estos dos personajes realizarán una investigación sobre el contenido del libro e irán revelando datos sobre la vida de su prolífico y enigmático autor, V. M. Straka. Alguien del que se conoce nombre y reputación, pero del que jamás se llegó a conocer su rostro y cuya desaparición fue misteriosa. 
Lo que ocurre en este hilo es que, lamentablemente, la vida personal de ese par de investigadores terminará inmiscuyéndose en las notas y restando interés al lector por lo que realmente debería importar. Se supone que aquí deberíamos encontrar una misteriosa y calculada intriga académica, pero al final queda solo en un insustancial intento de generar suspense. 

Por otro lado también hay que avisar: No existe una forma correcta o perfecta de leer este libro. 

Cada lector debe probar y errar hasta encontrar el modo de lectura que se adapte mejor a él. 
Yo opté por leer primero el capítulo y luego retroceder para revisar las notas dejadas en los márgenes. 
Esta forma me la recomendó Inés, del blog La huella de los libros, y para mí ha sido la más cómoda, porque de otro modo, las notas se inmiscuían en la lectura y terminaban sacándome de ella. 
Además hay que señalar que esas notas que los personajes van dejando se corresponden con varias lecturas sucesivas que han realizado, con lo cual aparecen en distintos tonos de color y debemos ir leyendo priorizando el tono en que están escritas. 
Esto al comienzo resulta un poco confuso, pero luego terminas pillando el tranquillo. 
Aun así, insisto, es una lectura demasiado compleja y que necesita dedicarle demasiada atención.

Por hablaros un poco más sobre los personajes...
S y su historia, podría considerar que es la trama más amena. Queremos conocer el motivo de su pérdida de memoria y lo que va a suceder con él, pero en lo relativo a Eric y Jen son cáscaras vacías.
Como personajes resultan absurdos, cansinos, repetitivos y sin profundidad. No me han aportado nada e incluso entorpecen el desarrollo y el ritmo de la novela, ya que dan más importancia a sus cuitas personales que a lo que tienen entre manos. 
Sus notas al margen despistan demasiado, creando ruido y desviando nuestra atención. 
Realmente no sé que intentaban los autores incorporando a este par de personajes que resultan más simples que el asa de un cubo, porque al final descuelgan una historia de la otra.

Otro error, según mi experiencia, es el tamaño de la fuente de las notas a pie de página. Son en una letra tan minúscula que incluso con gafas me costaba leer.

En resumen y para terminar... 
Una narración que no sé ni cómo catalogar; un ejercicio metaliterario que prometía mucho, pero que no me ha aportado nada. 
Creo que los autores han creado un producto interesante, con un formato espectacular y con una campaña de marketing soberbia, pero que falla en lo realmente importante, en las trama y en su desarrollo.
Han sido 456 páginas divididas en diez capítulos y ninguna de las historias han conseguido captar mi interés. 

Vosotros debéis decidir si os merece la pena gastar el dinero que vale, porque eso sí, en bibliotecas no lo vais a encontrar por la cantidad de fotos, postales, documentos, planos y detallitos que lo acompañan.

Y vuelvo a insistir, cada lector es un mundo; cada uno lee de forma distinta y nuestro gustos nos marcan el camino, acercándonos o alejándonos del tan temido aburrimiento.