Mostrando entradas con la etiqueta Mónica G. de Aubarede. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mónica G. de Aubarede. Mostrar todas las entradas

lunes, 20 de julio de 2015

Cuando llueve sobre Dachau de Mónica G. de Aubarede

Sinopsis:

Berlín, junio de 1954.

La mujer morena se sentó en un amplio espacio de césped en el Tiergarten y comenzó a hurgar en su cesta de picnic. El día era soleado en Berlín, pero una suave brisa ofrecía tregua al calor sofocante de la tarde. Extendió el mantel amarillo claro moteado y comenzó a colocar sobre él lo que había preparado para merendar. Un par de sándwiches y algo de fruta. Por último, sacó su creación, su criatura. La sostuvo con las dos manos mientras la observaba y recordaba lo dura que había sido su redacción. Abrazó el libro y lo pegó a su pecho. Con él, exteriorizaba ese capítulo de su vida que nunca debió haber vivido. En un ejercicio de memoria y sufrimiento, decidió sacar todo lo que le hería por dentro y plasmarlo en ese manuscrito. La edición era sencilla pero muy atractiva. El título críptico apenas conseguía contextualizar el horror que contenían sus páginas, el horror de su vida.

Opinión:

La novela está dividida en dos partes más epílogo.
Es una obra muy cortita pero que contrasta con la intensidad del relato que se esconde entre sus páginas. Una muy buena recomendación para todos a los que les gustan las novelas basadas en la segunda Guerra Mundial y sus consecuencias.
La narración toma más valor por las elipsis de las que se vale la autora a la hora de narrar, datos que se omiten, pero que el lector ya conoce de sobra o intuye y en los cuales a estas alturas, no es necesario profundizar.
Destaca la gran sensibilidad con la que Mónica G. De Aubarede ha escrito esta novela.

La acción se sitúa en 1954.
Para presentarnos los acontecimientos pasados, la autora se vale de dos recursos.
Uno de ellos es utilizar a un narrador omnisciente que nos va detallando los sucesos pasados a través de los recuerdos de los personajes.
El otro método, es incluir en la historia un libro, precisamente, el que da el título a esta novela.
Una crónica mediante la cual se nos relatarán algunos hechos ocurridos en Dachau y cuyos protagonistas serán dos de los personajes principales de esta narración.

Es una novela coral, donde se irán alternando los protagonistas.
Por un lado tenemos a Liesl Bruhn.
Diez años después de haber sido liberado el campo de concentración donde estaba recluida, decide escribir Cuando llueve sobre Dachau, denunciando el trato vejatorio, deshumanizado y brutal que recibió como prisionera.
El otro protagonista principal es Eric Wülf, el SS-Oberscharfürer encargado de dirigir el campo de prisioneros.
También cabe destacar entre los personajes el papel de Elsa Ilke. La mujer de un panadero que en tiempo de guerra, supervisó una fábrica de tornillos cerca de Colonia. Elsa llega una tarde y han detenido a su esposo.
Este personaje es ambiental. En un principio toma bastante relevancia pero sin llegar a hacerse con el protagonismo, ya que en la segunda parte se esfuma de la narración dejando a Liesl y a Eric como personajes principales.
Por supuesto no hay que olvidar la importancia que tiene el libro, Cuando llueve sobre Dachau, en esta novela. Ya que la historia gira en todo momento alrededor de él. Yo directamente lo considero el personaje principal.

Hasta aquí se puede decir que es la primera parte de la novela.
La segunda se centra en el juicio a Eric Wülfe, por crímenes de guerra y contra la humanidad y es básicamente un diario de cinco días, donde se nos relata como va desarrollándose el juicio.

En el epílogo la historia se desplaza a 1968.

Como he dicho anteriormente, es una novela donde las elipsis son constantes. Se omiten muchos datos, no solo los relacionados con los ocurridos en el campo de concentración.
También se omite información que sería estimulante, para el lector, como el proceso de investigación y detención del protagonista, la situación que se vivía en Alemania diez años después de terminarse la guerra... Pero son datos sin importancia, porque la novela se centra en algo que está por encima de todo lo que se pueda narrar.
Realmente Liesl no busca que se condene o se ajusticie a quien tanto le ha hecho sufrir. Busca respuestas y sobre todo... que alguien pida perdón a las víctimas y no solo a las judías.