Sinopsis:
Cuando un Papa agoniza peligran dos milenios de la doctrina de una de las instituciones más longevas de la historia de la humanidad. La continuidad de la misma se dirime entre los muros de uno de los estados más pequeños del mundo pero a la vez más poderoso, bajo la protección del Servicio Vaticano de Seguridad y la expectación de los gobiernos más influyentes. Un extraño grabado en un trozo de tela ligará el destino de la Orden de los Caballeros de Colón al cambio del cetro del poder de la Iglesia Católica, iniciando así un trepidante viaje a través del misticismo de las ancestrales sociedades secretas surgidas tras las violentas discrepancias del monje humanista Barlaam di Seminara, también conocido como el Calabrés, durante el Concilio de Constantinopla en el año 1341, y la evolución del grupo escindido de los dictados de la Iglesia de Bizancio a lo largo de los siguientes quinientos años, sumando a sus filas nuevos adeptos entre los que se encontraban importantes personajes de la sociedad de la época, atraídos por las ciencias ocultas, la astrología y la magia.
Opinión:
De nuevo un Thriller es protagonista de este blog. Aunque también es cierto, que podría catalogarse dentro de otros géneros, ya que mezcla casi a partes iguales, novela histórica, ficción e intriga.
Este libro del que os voy a hablar me fue enviado por su autor, Antonio Manuel Infantes, y aprovecho esta oportunidad, para darle de nuevo las gracias.
Como ya sabréis por experiencia propia, llegan a nuestras manos libros de todo tipo. Hay algunos que nos atrapan desde las primeras páginas, como es el caso de éste, y otros que lamentablemente al terminarlos, vemos que no nos han aportado nada, los hemos leído sin más.
Cuando comencé con esta novela no hacia más que recordar otros bestsellers de este género. Por ser más directa, me estoy refiriendo a los que de forma insistente nos recomiendan siempre de Dan Brown, El código da vinci y Angeles y demonios. Pero una vez terminado El trono de Dios veo que las similitudes son mínimas, superando esta última con creces la calidad tanto del argumento, como literaria.
Las obras de Dan Brown, pese a las buenas críticas que tienen, me parecieron típicos Bestsellers. Historias entretenidas que se leen con facilidad, a las que se le da mucho bombo por parte de las editoriales. Pero al margen de eso, no encontré en ellas nada que las convirtiese en excepcionales.
Si os decidís a leer esta novela, El trono de Dios, veréis que es como una partida de ajedrez contrarreloj y resulta bastante didáctica por los datos que aporta su autor.
Esta obra nos hace pensar desde el principio. El lector se ve involucrado en una trama que le obliga a pasar las hojas, intentando discernir cuales de los personajes son los buenos y cuales los malos. Pero no solo eso, también intentaremos averiguar la identidad real que se esconde tras algunos pseudónimos.
De los personajes podría decir muchas cosas. Lo principal, es que todos están excelentemente definidos, incluso cuando se trata de describir tópicos.
Sobre los personajes principales, yo destacaría únicamente a dos.
Tenemos al padre O'Connor, (me lo imaginé como el protagonista de la serie El Mentalista, Simon Baker con la actitud de Richard Chamberlain en El pájaro espino y el pasado algo turbio de Sean Bean, en la película Juego de patriotas), encargado de realizar ciertos trabajos "delicados" para la Santa Sede.
Perspicaz, con un fino olfato para los enigmas, algo así como el padre Brown, el personaje creado por Chesterton, (curiosamente Chesterton se inspiró en un sacerdote real, que también se apellidaba O'Connor).
Así que el nombre no podría estar mejor elegido. Sumemos a este detalle que el nombre de nuestro protagonista es Patrick en honor del patrón Irlandés, damos por hecho que tiene unos buenos padrinos y que todo lo que emprenda tendrá un buen fin... Analizándolo detenidamente es de esos personajes ideales para crear una saga entorno a él.
Pero continuemos sin elucubrar y vayamos al otro protagonista...
Para que la historia funcione, el padre O'Connor tenía que tener su antagonista y éste estar evidentemente a su altura.
Aquí aparece un antihéroe que actúa bajo el pseudónimo de Asmodeo y que por supuesto, no nos defraudará (ya con ese nombre tenemos un indicio de lo que será su maquiavélica actitud a lo largo de la historia).
Asmodeus, Asmodai, Sydonai, Chammadai, Asmodaeus, es el nombre de un demonio que aparece en el libro de Tobías en el canon católico.
Para que os suene más, Asmodeus/Samael es el nombre que se le da al Demonio tras tentar a Eva... También se le conoce porque es el demonio que mata a los siete maridos de Sarah, la hija de Raquel, hasta que esta por fin se promete con Tobías y el arcángel Rafael les echa una manita...
Pero sobre este personaje, que resulta de lo más interesante, descubriréis más, si lo leéis.
Sobre Asmodeo, también puedo decir que me recuerda mucho a otros personajes oscuros de novela, el primero que me viene a la cabeza es el profesor Moriarty, archienemigo de Sherlock Holmes...
Me llamó la atención que los números también tienen su lugar en la narración, ya que estarán presentes con toda la simbología que la iglesia Católica les otorga. Pero esta parte la dejo a vuestra libre interpretación.
Y ahora cambiemos de tema, a ver si logro sembrar más interés en vosotros...
Todos nos hemos preguntado en alguna ocasión ¿Qué se esconde tras las puertas del Vaticano?
En esta historia tenéis una respuesta que podría ser aproximada.
Puede que lo narrado no sea cierto, no olvidemos que es una novela de ficción, pero no me negaréis que esa incógnita no aporta cierta atracción a la lectura.
Intrigas Vaticanas, Sociedades secretas, asesinatos... Son temas que nos atraen a los lectores de thriller/intriga/ficción, como a un imán.
Terminando...
Esta es la Opera prima de este autor y os aseguro que os va a gustar.
Tiene lo esencial, lo que todo lector busca, y es que va dosificando las sorpresas a lo largo de la narración.
También cumple con el objetivo primordial de cualquier autor, atraparnos hasta el final para sorprendernos con un desenlace totalmente inesperado. En ese momento conoceremos la identidad real de Asmodeo y de quien le da las órdenes.
Nosotros como ávidos lectores, podemos intuir en algún momento quien mueve los hilos, tener una pequeña corazonada sobre un determinado personaje, pero como os digo, a ciencia cierta no lo sabremos hasta el final (me pasé toda la lectura acusando a cada uno de los personajes que salen, aunque solo aparezcan citados de refilón.
Entono el mea culpa y confieso: ni el pobre Juan Pablo II se libró de la sospecha).
Una novela amena, didáctica, curiosa y sobre todo cargada de intriga.
PD.
Ya está disponible la nueva edición de esta novela completamente revisada y con nueva portada.
El trono de Dios (Solium Dei)