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jueves, 24 de marzo de 2022

Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo

Sinopsis:

Historia de una escalera es una de las creaciones más relevantes del gran dramaturgo español Antonio Buero Vallejo. El valor de esta pieza teatral recae en que representó el punto de inicio de una nueva manera de entender, componer y representar el teatro en España, siguiendo la renovación que tenía lugar en este género en la Europa de mediados del siglo xx.
Esta obra ejemplifica cómo su autor defendió un concepto moderno de la tragedia para crear obras que continuaran interrogando al espectador sobre los deseos, las frustraciones o las limitaciones que acompañan la existencia humana.
Buero Vallejo pretendía enfrentar al público con la realidad social de su tiempo y también ante los grandes interrogantes de la condición humana.

Opinión:

Hoy de nuevo traigo hasta esta estantería virtual una obra de teatro. Reconozco que es un género literario que me gusta y me entretiene muchísimo, pero al que no suelo recurrir con frecuencia.
Las obras de teatro poseen esa inmediatez o agilidad que le proporcionan los diálogos, recursos de lo que en cambio carecen otros géneros. 
Hoy os hablo de Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo, pero permitidme que antes de empezar con ella os hable un poco de los hechos que la precedieron.

Tras la Guerra civil, el panorama teatral español era bastante pobre debido a que muchos autores habían desaparecido, como Valle-Inclán que fallece en enero del 36 o como Lorca que lo hacía a manos de la intransigencia en los primeros días de la Guerra civil. 
Otros autores se exiliaron, y los que permanecieron en España tuvieron que enfrentarse a la rígida censura y al aislamiento cultural provocado por la situación política. 
El teatro que triunfa en ese momento es el teatro de tradición que sigue la línea de la comedia burguesa de Benavente, un teatro muy comercial que buscaba ante todo evadirse, predominando las comedias de salón, con situaciones frívolas y superficiales que intentaban vender un mundo falso, pero feliz y confortable. 

Antonio Buero Vallejo estrena Historia de una escalera, su primera obra, en 1949, ofreciendo un nuevo estilo y regenerando totalmente el mundo teatral, también podemos decir que abriendo las puertas al teatro realista social, un estilo que huyendo del anterior, busca algo más que ser un mero pasatiempo. Este autor va a ofrecer una historia de testimonio o de protesta, pero que logra sortear las tijeras de la censura.
Va a presentar a un elenco de personajes corrientes, trabajadores frustrados por la situación que les toca vivir, oprimidos por la vida y por la sociedad.

En Historia de una escalera no aparecen héroes, tan solo son personajes mostrando el día a día y unas tremendas ansias de superación, mientras ven como el tiempo pasa sin que nada cambie.
Se divide en tres actos y nos sitúa en una escalera de una comunidad de vecinos, en un barrio humilde de Madrid.
Vamos a tener muy pocos personajes, el elenco principal se reduce al triángulo amoroso entre Urbano, Carmina y Fernando, pero el resto de personajes que se mueven a su alrededor, resultan indispensables para el desarrollo de estos.

En el primer acto vamos a conocerles de jóvenes. Sabemos, pues no se habla de ella, que la Guerra civil ha debido terminar, pero desconocemos el momento o el año exacto en el que están. En el segundo acto la historia dará un salto de diez años, y por último, en el tercero veremos como el tiempo se les ha echado encima sin darles un respiro, al dar la trama otro salto hacia adelante de veinte años. 

Carmina es una joven sin grandes aspiraciones que se limita a hacer lo que se espera de ella. Representa a la familia, al matrimonio...
Fernando y su mundo de fantasía, simboliza la ambición, al beneficio sin esfuerzo, mientras vemos como el tiempo pasa sobre él y su falsa palabrería. 
Por último, Urbano encarna el esfuerzo, el sacrificio, el trabajo bien hecho y el amor sincero.
Podría decir también que Fernando es alguien que va por libre aunque termina dependiendo de los demás, todo lo contrario de lo que es Urbano, alguien preocupado siempre por el beneficio general y que no duda en sacrificarse.

A parte de estos tres protagonistas vamos a tener al resto del elenco secundario del que ya os he dado una ligera definición al comienzo. Todos estos personajes tienen su propia historia detrás y sirven para que nos hagamos una idea clara de como es la sociedad o el ambiente al que pertenecen los protagonistas.
Pero os habréis dado cuenta de que la obra no se titula una historia de vecinos o un triángulo amoroso, y eso es porque realmente la gran protagonista es la que da título a la obra de teatro.

La escalera, además de ser el escenario principal actúa como un personaje omnipresente. Todos los vecinos suben y bajan por ella mientras pasa el tiempo, siendo éste el otro gran personaje inanimado que nos va a acompañar de fondo.

“¡es que le tengo miedo al tiempo! Ver cómo pasan los días, y los años..., sin que nada cambie.” 

Esta obra nos va a mostrar la realidad a la que se enfrentaron millones de españoles tras la Guerra civil. La preocupación por el presente y sobre todo por lo que les deparará el futuro. 
Buero Vallejo ofreció un teatro inconformista, comprometido y crítico con la realidad social. Una historia que esconde una crítica sesgada pero hábil hacia el franquismo.
Una maravilla de lectura que seguro que os va a encantar porque por ella no ha pasado el tiempo. 
Como curiosidad os puedo decir que en su primera escena se tratan los mismos temas que nos están afectando hoy en día, como la carestía de la vida y la subida desorbitada del precio de la luz.