Hace mucho tiempo, Nathan vivía en una casa de campo con un padre maltratador, y nunca le ha contado a su familia lo que ocurrió allí.
Hace mucho tiempo, Maddie era una niña que jugaba a las muñecas en su habitación y vio algo que no tendría que haber visto… Y ahora intenta recordar aquel momento traumático creando unas esculturas inquietantes.
Hace mucho tiempo, algo siniestro y voraz deambulaba por los túneles y las montañas y las minas de carbón de su ciudad natal en la zona rural de Pensilvania.
Ahora, Nate y Maddie Graves están casados y han regresado a ese lugar con su hijo, Oliver.
Y ahora, lo que ocurrió hace mucho tiempo ha empezado a ocurrir otra vez… Y le está ocurriendo a Oliver. Conoce a un chico muy extraño que se convierte en su mejor amigo, un chico con secretos y afinidad por la magia negra.
Esa magia negra los lleva al epicentro de una batalla entre el bien y el mal, un enfrentamiento por conservar el alma de la familia… Y puede que incluso la del mundo entero. Pero la familia Graves tiene un arma secreta: el amor que se profesan los unos a los otros.
Opinión:
Dicen que Chuck Wendig es el gran relevo de Stephen King y también que es El gran maestro del terror internacional contemporáneo, así como la nueva voz del terror internacional...
Dicen que Chuck Wendig es el gran relevo de Stephen King y también que es El gran maestro del terror internacional contemporáneo, así como la nueva voz del terror internacional...
Sobre este tipo de frases grandilocuentes que siguen a la publicación de un libro ya me he manifestado en muchas ocasiones, sobra hacerlo una vez más, pero debo decir algo, y es que a Stephen King le están saliendo más herederos que hijos a Gedeón, y esos comentarios que hacen las editoriales pensando que benefician al autor, en realidad le hacen más daño que bien, porque los lectores ponemos el foco en su obra y la analizamos con mayor detenimiento.
En pocas palabras... que los lectores no somos tontos y nos engañan una vez, pero no dos, y donde ellos ven un posible heredero, yo veo un imitador.
Leyendo este comienzo de reseña ya intuiréis lo que me ha ocurrido con esta lectura.
Llegué a ella con las expectativas muy altas por las excelentes críticas que leí en blogs, redes sociales y otros medios; en cambio yo he encontrado cosillas que no me han llegado a convencer del todo y escenas que creía haber leído ya.
Y pensaréis... ¿Demasiada influencia de un autor en otro es algo malo? Pues depende con el ojo con el que se mire.
Creo que un escritor aunque se deje influenciar por otro, siempre debe crear un estilo propio y no vivir a la sombra del éxito o renombre de otros.
Con esto no digo que la historia sea un bodrio, porque esta novela os la recomiendo, pero considero que la sinceridad a la hora de reseñar siempre debe estar presente, señalando lo bueno y lo malo.
El libro de los accidentes me ha resultado entretenido, de lectura fácil, pero esperaba algo más.
Tiene sus momentos brillantes, detalles muy buenos, pero no me han sorprendido tanto como esperaba.
Wendig incorpora en cada capítulo un giro, y ese pequeño detalle, que para otros lectores será algo a favor, me restaba porque tras tantas sorpresas seguidas llegó un momento en que perdí la capacidad de asombrarme. Ya conocéis el dicho: "lo poco agrada y lo mucho cansa".
Los capítulos son breves y eso facilita la lectura porque agiliza el ritmo, además de que el autor narra bien. Eso no se le puede negar.
Sobre el argumento... es bastante bueno; encontramos una historia que desafía las creencias y las bases en que se asienta la realidad, los personajes se mueven en la línea divisoria que existe entre lo posible y lo imposible y al mismo tiempo tenemos una historia de traumas y esperanza, donde el amor de la familia será su único bote de salvación.
E su conjunto, la obra no llega a dar miedo en ningún momento, aunque sí es cierto que algunos de los personajes resultan inquietantes y mantienen en vilo al lector hasta el final, siendo la actuación de algunos algo previsible.
Lo siento, soy la nota discordante entre tantas fabulosas reseñas que encontraréis, no me lo tengáis muy en cuenta, pero esta no deja de ser mi opinión particular como lectora.
Vengo de releer Apocalipsis, un libro lento de King en el que no pasa nada y al mismo tiempo pasan infinidad de cosas, un libro en que el maestro del género se toma su tiempo para presentar personajes y desarrollar la trama, y siento decirlo, pero el método y el estilo de Wendig y King no tienen nada que ver. El de Wendig me ha parecido una coctelera en la que mete todos los detalles, agita, y escribe lo que salga.