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martes, 21 de septiembre de 2021

A fuego lento de Paula Hawkins

Sinopsis:

El descubrimiento del cuerpo de un joven asesinado brutalmente en una casa flotante de Londres desencadena sospechas sobre tres mujeres. 
Laura es la chica conflictiva que quedó con la víctima la noche en que murió; Carla, aún de luto por la muerte de un familiar, es la tía del joven; y Miriam es la indiscreta vecina que oculta información sobre el caso a la policía. 
Tres mujeres que no se conocen, pero que tienen distintas conexiones con la víctima. 
Tres mujeres que, por diferentes razones, viven con resentimiento y que, consciente o inconscientemente, esperan el momento de reparar el daño que se les ha hecho.

Opinión:

Paula Hawkins: la chica que coge el tren y siempre va a parar al mismo sitio. 

Creo que con este comentario ya está todo dicho y dejo poco en manos de la imaginación; la novela no me ha convencido del todo o nada...

A la reina del domestic noir, como muchos se empeñan en denominarla, se le olvida que repetir estructura y tipos de personajes termina cansando a los lectores, al menos a mí.
Puede que mi argumentación suene muy tajante, pero recordad que tan solo se trata de una opinión particular basada en mis gustos. Como lectora no me gusta que me vendan una y otra vez la misma historia; asumo que haya lectores a los que les pueda gustar esa repetición, con esto no trato de convencer a nadie, solo expongo lo positivo o negativo que he encontrado.

Como os decía, Paula Hawkins vuelve a repetir la estructura que ya hemos visto en sus otras historias: tres protagonistas femeninas y un argumento que gira alrededor de los secretos que esconde cada una de ellas y que terminarán saliendo a la luz de forma explosiva.
Esos tres personajes de los que os estaba hablando se apoyan argumentalmente sobre un par más que, aunque secundarios, intentan aportar más intriga, terminando, todos ellos en conjunto, relacionándose entre sí.

Los amantes de la novela de suspense sabéis que silenciar hechos es la base principal de un thriller y la autora se ajusta perfectamente a esa premisa. 
En A fuego lento el hilo principal de la novela no va a enfocar directamente sobre el asesinato o la investigación, sino que recae sobre esos personajes que callan más de lo que cuentan y provocan que la sombra de la sospecha sobrevuele sobre cada uno de ellos, pasando a ser el asesinato solo el punto de partida del argumento.

Otra cosilla que os quería comentar es que habrá fragmentos que interrumpan el argumento y que conoceremos como "La que se escapó". Esos fragmentos pertenecen a un libro, puro relleno que solo aporta un poco de interés llegando al final de la historia. Pienso que se podría haber prescindido de ello.

Pero creo que he corrido mucho y he llegado al final pasando de puntillas por lo que creo más importante.

Os he mencionado que Paula Hawkins toma como punto de partida un asesinato alrededor del que construye la trama, los personajes y el mundo que les rodea, mostrando como os digo, los vínculos que hay entre ellos. Eso en un comienzo podría ser sinónimo de una buena historia pero termina escapándose de sus manos como un globo de la mano de un niño.
Llegando a la mitad el argumento empieza a perder fuerza. La autora se pierde en detalles que terminan desviando nuestra atención de lo fundamental, de los motivos que llevan a las protagonistas a callar o a ocultar datos, y todo ello da como resultado un final carente de emoción, donde hasta el muerto es ninguneado.

Reitero, esto es solo mi opinión, no intento convencer a nadie con ella. Cada uno busca algo especial en sus lecturas, yo intento descubrir algo nuevo y en esta no lo he encontrado.

Hasta ahora he leído tres de sus novelas, desconozco si ha publicado más, y desde la primera mi puntuación ha ido en descenso. 
Básicamente se debe a esa repetición que termina aburriéndome y a ese concepto o imagen que pinta de las mujeres. 
Ha dicho en entrevistas que muestra mujeres reales con las que el lector pueda identificarse, que retrata lo que ve... disculpen, yo no me identifico con ninguna de sus creaciones, y aunque es cierto que todo el mundo tiene problemas, sus personajes resultan todos iguales, dando una sensación de un mundo femenino muy reducido y limitado. 

Y llega el momento de poner punto y final a esta reseña con una recomendación: no os ancléis en lo repetitivo.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Escrito en el agua de Paula Hawkins

Sinopsis:

Tras cautivar a veinte millones de lectores en todo el mundo con La chica del tren, Paula Hawkins vuelve con una apasionante novela sobre las historias que nos contamos al recordar nuestro pasado y su poder para destruirnos.
Pocos días antes de morir, Nel Abbott estuvo llamando a su hermana, pero Jules no cogió el teléfono, ignoró sus súplicas de ayuda. Ahora Nel está muerta. Dicen que saltó al río. Y Jules se ve arrastrada al pequeño pueblo de los veranos de su infancia, un lugar del que creía haber escapado, para cuidar de la adolescente que su hermana deja atrás. Pero Jules tiene miedo. Mucho miedo. Miedo al agua, miedo de sus recuerdos enterrados largo tiempo atrás, y miedo, sobre todo, de su certeza de que Nel nunca habría saltado…
No te fíes nunca de una superficie en calma, no sabes lo que puede haber debajo.

Opinión:

Reflexiones lectoras...
Hasta hace muy poco, dentro del género del thriller o suspense, teníamos un subgénero muy amplio, el de thriller psicológico, que abarcaba todas esas novelas que generaban una respuesta emocional en el lector.
Historias con tramas elaboradas y personajes que dejaban huella. Novelas negras, que se caracterizaban por la ausencia de detectives y donde los protagonistas, gente de lo más corriente, intentaban resolver un misterio rozando casi la obsesión, por ejemplo, James Stewart en la famosa película de Hitchcock, La ventana indiscreta.
Ahora, dentro del thriller psicológico, se ha abierto una nueva categoría, una pequeña división dependiendo de quién protagoniza la historia.

Esas novelas que se caracterizaban por un argumento que giraba alrededor del estado emocional de uno o varios personajes; ofreciéndonos distintos puntos de vista; versiones contradictorias que nos hacían dudar y que mantenían el suspense hasta casi el final, gracias a los constantes giros argumentales; han pasado a denominarse, si el protagonista es femeninodomestic noir.
No os confundáis, no hablamos de nada nuevo, tan solo de una división dentro de la categoría de thriller psicológico; una evolución para mi gusto negativa, que hace distinciones dependiendo de quién investiga.
Unas novelas que dicen tener como lectores mayoritarios a mujeres, porque nos identificamos con las protagonistas... (Comentario sorprendente, leído en una revista cultural...)
Para este nuevo subgénero, con el que nos sentimos tan identificadas, dicho esto con sarcasmo, casi siempre se elige a mujeres, con demasiadas cargas a sus espaldas, complejos, inseguridades y una larga lista de adicciones.
Os pongo ejemplos, La chica del tren, La mujer del camarote 10, ya reseñadas aquí, o ésta misma.

Pero hablemos sobre esta historia catalogada dentro del subgénero, para mí polémico, de domestic noir.

Escrito en el agua 
Quizás la nota más característica de esta novela, es que el argumento gira una y otra vez sobre sí mismo, intentando despistar al lector, llegando al punto de que en ocasiones parece despistar incluso a la propia autora.
Supongo que por mi introducción ya sabréis que no me he quedado muy conforme con esta historia. Podría poneros aquí, directamente la imagen de la puntuación, pero ya sabéis que me gusta intentar razonar tanto lo positivo como lo negativo en todo lo que leo.

Más no siempre es mejor...
Esta es la segunda novela de Paula Hawkins.
La primera ya la he mencionado, la archiconocida, Chica del tren, y en su momento me pareció una obra original que llegué a calificar como recomendable, porque a pesar de tener algún que otro altibajo, para ser la ópera prima de una joven autora, se dejaba leer bastante bien.
Pero ahora nos presenta una segunda historia, con los mismos ingredientes que ya vimos en su anterior libro, sumados a un batiburrillo de elementos mezclados, que para mí, han sido imposibles de digerir.
Me gusta que los autores innoven, que no repitan una y otra vez lo mismo en sus obras. Paula Hawkins lo intenta, pero muere en el intento...
Crea un buen argumento, incluso se arriesga a repetir la misma estructura que ya vimos en su anterior obra, donde cada personaje tenía su propio hilo argumentativo. Los personajes se iban sucediendo y con su relato hacían avanzar la trama...
Y os preguntaréis, ¿qué hay de malo en ello? Pues hasta aquí nada, pero la autora intenta reformar la estructura ya conocida, añadiendo nuevas piezas, para mi gusto demasiadas, y falla estrepitosamente al no poder manejarlas todas con coherencia.
Pero profundicemos en esos detalles...

En esta novela nos enfrentamos a varios tipos de personajes...
Los que cuentan con mayor protagonismo en la historia, ofreciéndonos un relato en primera persona, y los secundarios, que lo harán a través de un narrador en tercera.
¿Qué nos aporta esto, además de distinguir quién tendrá un mayor peso en la trama? pues la verdad, muy poco.
Sabemos que las narraciones en primera persona, nos mostrarán su interpretación de los hechos. Irán construyendo para nosotros al personaje de Nel Abbott, pero ¡cuidado! siempre según su opinión, y veremos como esa imagen difiere de un personaje a otro.
Las narraciones de los protagonistas, serán muy introspectivas, mezclando una parte bastante extensa de pensamientos con la investigación y sus avances.
Por lo tanto, ya conocemos dos tipos de personajes, pero hay otro más, el que corresponde a Nel Abbot, la fallecida sobre la que gira la historia.
Este personaje también cuenta con un hilo propio, pero esta vez nos hará llegar los datos en forma de novela aún sin publicar, un proyecto sobre el que trabajaba.

Más elementos:
Pues bien, si os parecen pocos los mencionados hasta el momento, añado alguno más.
En esta historia también habrá espacio para las anacronías, es decir, para los saltos en el tiempo. De esta forma nos encontraremos con narraciones que nos harán retroceder hasta 1679, 1920, 1983 y 1993, y otras que nos llevarán a la actualidad, 2015.

La trama
El argumento intenta mostrarnos sobre todo, las relaciones entre la gente del pueblo y los grandes secretos que se esconden en esa localidad pequeña.
Historias que se van construyendo sobre montones de mentiras y malentendidos.
Un grano de arena termina creciendo hasta convertirse en una montaña sin sentido y esa, es precisamente la sensación que me ha llegado como lectora.

La trama crece con cada opinión y pensamiento de los personajes. Cada cual añade su versión, retuercen y dan la vuelta al argumento una y mil veces con el afán de despistarnos, pero lo único que consigue la autora es hastiar.
Intenta que tengamos un montón de sospechosos, porque todos los personajes tienen motivos para parecer culpables, pero eso a mí se me olvidó, yo encontraba demasiados elementos mezclados en una misma novela, que solo conseguían que me preguntase, a dónde quería llegar la autora.
Mi mente vagaba siempre hacia el personaje de Nel Abbott, tanta gente pensando mal sobre ella no la sitúa en muy buena posición, aunque la autora al final intenté demostrar lo contrario...

El final 
Tarda en llegar pero al fin llega, y en ese momento y pensándolo detenidamente, me daba exactamente igual, quién había matado a Nel Abbot, y los motivos que le habían inducido a hacerlo o si por el contrario, se había suicidado.
Paula Hawkins prefiere dar protagonismo a los giros argumentales y pasar de puntillas sobre los grandes escenarios sobre los que se construye el argumento; espacios avalados por el misterio, como la poza de las ahogadas y los bosques que la rodean, entornos que habría dado mucho juego y totalmente desaprovechados.


lunes, 6 de julio de 2015

La chica del tren de Paula Hawkins

Sinopsis:

¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso?
Rachel, sí.
Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Tú no la conoces. Ella a ti, sí.

Opinión:

Alcoholismo, inseguridad, soledad, dependencia, pesimismo, dudas, mentiras, paranoia... son algunos de los cimientos sobre los que se construye esta novela inquietante.
Otro pilar importante son los personajes femeninos. El peso de la obra recae exclusivamente sobre ellos. Los masculinos... desempeñan un papel secundario, aunque aportan coherencia y complementan la trama.

La historia nos llega a través de tres narradores.
Rachel, Megan y Anna.
Cada una de ellas cuenta con su propio hilo narrativo, en primera persona, mediante el cual iremos conociendo a modo de diario la historia. Sobra decir por tanto, que sus versiones serán totalmente subjetivas.

Como protagonista, Rachel será con quien primero entraremos en contacto.
Comienza a relatarnos en Julio del 2013. A continuación, se incorporará a la narración Megan y ya una vez centrados en el argumento lo hará Anna.
Debo aclarar que los sucesos ocurren de forma correlativa solo en las voces de Rachel y Anna.
La narración de Megan, es preactiva; un racconto, se remonta un poco más atrás en el tiempo, al 2012, y va progresando lentamente de forma lineal hasta terminar unos días después de donde ha comenzado Rachel a relatar. De esta forma podemos ir rellenando los huecos alrededor del suceso principal.

Rachel es una mujer divorciada y alcohólica que pasa sus días fingiendo que va a Londres a trabajar.
Los vacíos en la memoria a consecuencia del alcohol, las dudas que conllevan esas lagunas, la falta de control, nos avisan desde el principio que si ella no puede fiarse de sí misma, nosotros tampoco deberíamos creer todo lo que nos cuenta.
Deberemos ir analizando los datos que se nos proporcionan en las tres narraciones, cotejando y extrayendo los que consideramos fiables. Cada una de ellas nos contará su propia versión de los hechos, con lo cual, se multiplican los enfoques y genera más suspense.

Dos refranes van perfectos para describir esta novela:
Las apariencias engañan.
y 
Si no lo veo no lo creo.

El principal recurso para generar y mantener la intriga en esta obra es el uso de elipsis narrativas.
La narración nos llega de forma fragmentada porque cada personaje nos va contando su parte de la historia. La autora emplea las elipsis, es decir, suprime de forma consciente algunos datos para que el lector haga sus propias cábalas. Esos datos que se omiten, pero que el lector va averiguando o que cree intuir, aumentan la sensación de misterio unidos al uso de otra figura, el Cliffhanger. En el punto álgido de la narración, cuando vamos a obtener algún dato de relevancia, Paula Hawkins cambia de personaje, manteniendo en vilo al lector. 

Otro recurso a tener en cuenta es la descripción de las tres protagonistas.
Según avanza la historia y vamos obteniendo más información sobre ellas, vemos la evolución que van sufriendo los personajes, tanto emocionalmente como en su personalidad. 
Sus complejos; sus miedos; sus defectos; se van agravando y al mismo tiempo aumentan en número. Sus pensamientos se vuelven más paranoicos, retorcidos; sus reacciones más imprevisibles y el pasado de cada una no hace más que complicar el presente.

Pero todo hay que decirlo, a mitad de la novela se aprecia un ligero cambio de ritmo, parece que va a decaer pero la autora logra superarlo aportando nuevos giros.
Ya en la recta final averiguaremos el desenlace pero incluso así, es un thriller psicológico muy recomendable.