El regreso del Catón (Saga Ottavia Salina 02)
Sinopsis:
¿Qué pueden tener en común la Ruta de la Seda, las alcantarillas de Estambul, Marco Polo, Mongolia y Tierra Santa? Eso es lo que los protagonistas de El último Catón, Ottavia Salina y Farag Boswell, tendrán que averiguar poniendo de nuevo sus vidas en peligro para resolver un misterio que arranca en el siglo I de nuestra era.
Escrita con rigor, con un ritmo que mantiene en vilo a los lectores página a página y capítulo a capítulo hasta el final, El regreso del Catón es una combinación magistral de aventura e historia con la que Matilde Asensi nos atrapa de nuevo para no dejarnos escapar hasta la última palabra.
Opinión: El regreso del Catón (Saga Ottavia Salina 02)
Antes de empezar con la reseña quiero hacer un breve apunte.
El regreso del Catón es un libro que perfectamente podría leerse de forma independiente.
Asensi incorpora pequeños fragmentos donde se relatan, eso sí de forma superficial, los sucesos con los que llenó las páginas de El último Catón. Aun así, yo aconsejaría leer el primer libro, porque en los resúmenes se pierde la intensidad y la oportunidad de disfrutar con la que fue la primera entrega de la saga Ottavia Salina y que sobra decir, que para mí fue brillante.
Y dicho esto comencemos con lo realmente importante...
Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas. Lo cierto es que nunca he estado muy de acuerdo con ese comentario, pero es cierto que las segundas entregas intimidan un poco a la hora de ponernos con ellas.
En cine tenemos ejemplos claros donde las segundas partes superaron con creces a las primeras. Por ejemplo, Terminator II, el juicio final superó a Terminator... y Alien el octavo pasajero fue superado por su secuela Aliens: el regreso; aunque como siempre digo, eso va en cuestión de gustos.
Volviendo a la literatura también tenemos montones de ejemplos. John Verdon y su detective Dave Gurney nos tienen acostumbrados a constantes altibajos a lo largo de la saga. Y la segunda parte de la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo fue mucho más intensa, por no decir que mejor, que su primera entrega...
En este caso, las dos novelas que componen la Saga Ottavia Salina, andan a la par. Ambas tienen detalles que podrían ser mejorables y otros que por el contario, resultan soberbios, por lo tanto insuperables, y es que en las obras de Matilde Asensi siempre encontraremos algo que las hace brillar, y a eso voy...
Si hay algo que puede marcar de por vida a un libro, es sin duda, la forma de comenzarlo.
Muchos lectores probamos con los primeros párrafos y si tras leerlos no logran engancharnos, optamos por abandonar la lectura.
Pero de esos comienzos no es de lo que hoy quiero hablaros.
Los comienzos a los que me refiero son esos párrafos que nos persiguen a lo largo del tiempo. Elaborados, sublimes... ¿Quién no recuerda los primeros compases de Don Quijote de la Mancha, de Crónica de una muerte anunciada, o de Ana Karenina con su famosa frase “Las familias felices son todas iguales; las infelices lo son cada una a su manera”?
Pues sí, esta obra también tiene uno de esos comienzos que logran impactar al lector y que son los culpables de que leamos una y otra vez los primeros párrafos.
"la historia la escriben los vencedores y los vencedores, con el tiempo, adquieren el poder de obligarnos a creer lo que escribieron, de hacernos olvidar lo que no se escribió y de inducirnos a tener miedo de lo que jamás ocurrió. Todo para seguir ostentando el poder, sea poder religioso, poder político o poder económico. Da igual. A ellos, a los vencedores, deja de importarles la verdad y a nosotros, la gente, también. A partir de ese momento el pasado lo reescribimos entre todos, haciéndonos cómplices de aquellos que nos engañaron, nos asustaron y nos dominaron. Pero la historia no es inamovible, la historia no está escrita en piedra, no tiene una única versión ni una única interpretación aunque así nos lo hagan creer y, lo que es aún peor, aunque así nos lo hagan defender con nuestras vidas, nuestro fervor o nuestro dinero".
Y ahora dejemos los comienzos a un lado y centrémonos con lo que encontraremos en el interior...
En la anterior reseña de esta saga os decía, que hay muy pocas novelas que al terminarlas nos dejen una sensación plena, de encontrarnos ante una novela perfecta.
También es cierto, que es complicado encontrar un argumento original entre la avalancha de novelas que tienen como tema central, resolver enigmas religiosos. Por lo general, la solución a esos enigmas la hallaremos en escenarios cargados de pruebas casi imposibles de superar, lógicamente con un claro y único objetivo, impedir que se descubra un tesoro o reliquia que podría hacer tambalear los cimientos de la iglesia Católica.
Esta nueva entrega ya os adelanto que tampoco me ha parecido perfecta, pero reconozco que el ingenio que tiene Matilde Asensi para elaborar argumentos, hace que esta lectura se convierta en un pasatiempo gratificante.
Han pasado quince años desde que se publicó El último Catón y para esta segunda entrega su autora, ha decidido que los años pasasen de igual manera para sus protagonistas.
Ese es un detalle que me ha gustado.
No estamos ante la típica saga donde una aventura sucede a la anterior con muy poca diferencia de tiempo. Tenemos unos personajes que han evolucionado, obviamente unos lo han hecho para mejor y otros para peor; les ha ocurrido como al vino, unos mejoran con el tiempo y otros terminan avinagrándose; unos prefieren llevar una vida sosegada y otros prefieren introducir en ella un poco de aventura.
Respecto a esto, encuentro negativo el cambio que ha dado la protagonista Ottavia.
Su personaje ha variado y no ligeramente.
Ahora se ha convertido en alguien más inflexible, llegando incluso en algunos momentos a rozar la prepotencia. Demasiado negativa, quejica e incluso envidiosa, y para colmo, se repite demasiado en sus argumentos.
Por ejemplo, cada vez que se refiere al matrimonio Simonson, los mecenas de esta nueva aventura, lo hace llamándoles alienígenas o empleando la frase... los octogenarios o nonagenarios, (a los lectores nos basta leerlo una única vez para detectar el tono jocoso y entender, que tienen tantos años que es difícil acertar con su edad exacta). Resumiendo, la primera o segunda vez puede resultar graciosa la frase, pero Ottavia la repite cada vez que estos entran en escena y se hace un poco cansado.
Otro detalle a tener en cuenta en este caso, son los antagonistas, personajes que deberían hacer sombra a Ottavia y seguidores, pero que no llegan a estar a la altura de la situación. Es como si se quedasen a medio desarrollo y no logran sembrar tensión ni en la trama ni en el lector.
Sobre la familia de Ottavia también quiero hacer alguna mención pero es complicado no meter spoilers, por lo tanto me limitaré a decir que aunque es una línea argumentativa secundaria también hubiese merecido la pena dedicarle más páginas.
Para ir acabando, hay que decir que la novela no resulta tan intensa como la anterior y que algunos fragmentos ralentizan demasiado la trama. Aun así, a partir más o menos de la mitad, nos sumergimos en esa mezcla de historia y ficción y resulta imposible abandonar la lectura.
En común con la novela anterior, también encontramos que nuestros protagonistas tendrán que superar una serie de pruebas para hallar los osarios perdidos de la familia de Jesús. Sustituimos las siete pruebas basadas en el purgatorio de la Divina comedia de Dante por otras nuevas basadas en las Bienaventuranzas y en este punto habría que volver a mencionar que su autora, tiene una imaginación prodigiosa.
Espacio sobre libros y opiniones, difusión y fomento de la lectura. El lugar donde los libros son los protagonistas.
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lunes, 13 de junio de 2016
lunes, 16 de noviembre de 2015
El último Catón de Matilde Asensi
El último Catón (Saga Ottavia Salina 01)
Sinopsis:
Con más de tres millones de ejemplares vendidos, El último Catón se ha convertido en la novela más relevante hasta el momento de Matilde Asensi y, sin duda, en una de las obras de referencia de la narrativa española.
Desde el archivo secreto de la ciudad del Vaticano, la hermana Ottavia Salina, paleógrafa de prestigio internacional, se enfrenta a un extraño enigma: descifrar los tatuajes aparecidos en el cadáver de un etíope. Con la ayuda de un capitán de la guardia suiza y un arqueólogo de Alejandría, Ottavia tendrá que descubrir quién está detrás del robo en las iglesias de todo el mundo de las reliquias de la Vera Cruz, la cruz de Cristo.
Siete pruebas basadas en el purgatorio de la Divina comedia de Dante Alighieri tienen las llaves para abrir las puertas. La expiación de los siete pecados capitales se realizará en las siete ciudades que ostentan la fama de practicarlos: Roma por su soberbia, Rávena por su envidia, Jerusalén por su ira, Atenas por su pereza, Constantinopla por su avaricia, Alejandría por su gula y Antioquía por su lujuria.
DANTE será el gran aliado para conocer quién es el último Catón.
Opinión: El último Catón (Saga Ottavia Salina 01)
La lectura de este libro la llevaba retrasando desde hace mucho tiempo. A pesar de las buenas críticas que había leído sobre él no encontraba el momento de hacerle hueco entre mis lecturas.
Ahora, aprovechando el lanzamiento de la segunda entrega de la saga, El regreso del Catón, me he decidido por fin a darle una oportunidad y a conocer a su protagonista femenina, Ottavia Salina que es la que da nombre a la saga.
A grandes rasgos se puede decir que nos encontramos ante una novela llena de aventuras, respaldada por la buena prosa de la que hace gala su autora, la excelente documentación y cuya estructura y desarrollo, giran alrededor de la que se considera la obra maestra de la literatura italiana, el poema la Divina comedia de Dante. Un claro ejemplo de Metaliteratura, es decir, un libro dentro de otro. Matilde Asensi, no podía haber elegido mejor obra para acercarnos de forma tan sencilla, a un clásico de la literatura universal que frena a muchos a la hora de leerlo por su complejidad, vuelvo a referirme a la Divina Comedia.
Hay novelas que al finalizarlas dejan indiferente al lector, otras le dejan encantado o completamente desconcertado lo que le lleva a un periodo de reflexión. En este caso, cuando la terminas, tienes las ideas muy claras; el concepto es sencillo, o te ha gustado o no.
Matilde Asensi nos ofrece una obra donde ficción e historia se entrecruzan difuminando donde se encuentra el límite entre ambas. Hay que recalcar que se trata de una narración ficticia ya que muchos se preguntarán llegado el caso, si la hermandad secreta de los staroufílakes, realmente existe.
La narración que nos ofrece Matilde Asensi es sencilla y directa, evitando que el lector se distraiga del argumento, además, para complejidad ya tenemos los fragmentos que se incluyen de la obra detallando el infierno particular de Dante y que acompañará en todo momento a los protagonistas, mientras inician un viaje que resultará, tan agotador como peligroso.
El poema les mostrará el periplo de Dante desde el infierno al paraíso pasando por el purgatorio, y son precisamente esos mismos peligros los que acecharan a nuestros protagonistas en su viaje, aunque eso sí, esta vez los escenarios elegidos serán otros.
Personalmente de esta novela me ha gustado casi todo. Planteamiento, personajes, desarrollo, escenarios elegidos... pero hay que reconocer que tampoco es perfecta, casi ninguna obra lo es.
El planteamiento de la novela es atrayente aunque sobra decir que la autora no ha inventando nada nuevo.
El misterio generado alrededor del supuesto o posible contenido de la biblioteca del Vaticano, sobre hermandades secretas, búsquedas de reliquias o con protagonistas expertos en iconología y/o simbología religiosa, ha dado pie a que muchos escritores construyesen sus argumentos entorno a estos temas, incluso la Divina comedia ha servido para ser trasfondo de otras obras, no solo de ésta de la que hoy os hablo, la más reciente es Inferno de Dan Brown.
Llegados a este punto cabe mencionar que algunos comentarios que he leído mencionan que, El último Catón, es una copia de El código Da Vinci de Dan Brown, nada más lejos de la realidad. Para empezar yo no encuentro las similitudes por ningún lado, además de que la novela de Asensi es anterior, 2001 y la de Brown de 2003. Además hacernos eco de estas habladurías sería meternos en discusiones innecesarias, porque a estas alturas deberíamos darnos cuenta de que Todo está ya inventado.
Sobre los tres personajes principales poco hay que decir.
La autora ha encontrado el equilibrio perfecto entre ellos, no solo en sus acciones, también con sus personalidades. En la gran mayoría de novelas terminas adorando a uno y odiando a otro pero en este caso no he encontrado nada que me haga anteponer a uno de ellos sobre el resto. Son actores que evolucionan al ritmo de la novela y que no desaparecen al concluir ésta. Asensi deja una puerta abierta para todos ellos. Es triste finalizar la entrega de una saga y que sus personajes no vuelvan a aparecer en las siguientes. A los lectores nos emociona, precisamente eso, ver como se rescatan para otras novelas.
Respecto al desarrollo, el comienzo de la trama resulta algo lento, aunque hay que decir que según avanza la historia ese pequeño hándicap quedará subsanado. A partir de ese momento, la intensidad en la narración va aumentando de forma gradual, al igual que el número de personajes que van entrando en escena, pero el final es otro punto que tampoco me ha llegado a convencer del todo.
Sobre este último apunte que claramente puede tener dos lecturas, positiva o negativa dependiendo del lector, debo decir que en mi caso es cierto que esperaba un final más realista, pero no es un fallo, simplemente una cuestión de gusto.
Las obras de ficción narran sucesos o acontecimientos que surgen de la imaginación del escritor, y en este caso, el realismo que Asensi consigue con su novela logra introducir Historia, lectores y personajes ficticios en la misma burbuja, nos embauca con su narración haciendo parecer unos hechos ficticios como reales, de ahí que yo esperase otro tipo de final.
Hecha esta aclaración solo me queda decir que para mí es una novela muy recomendable.
Sinopsis:
Con más de tres millones de ejemplares vendidos, El último Catón se ha convertido en la novela más relevante hasta el momento de Matilde Asensi y, sin duda, en una de las obras de referencia de la narrativa española.
Desde el archivo secreto de la ciudad del Vaticano, la hermana Ottavia Salina, paleógrafa de prestigio internacional, se enfrenta a un extraño enigma: descifrar los tatuajes aparecidos en el cadáver de un etíope. Con la ayuda de un capitán de la guardia suiza y un arqueólogo de Alejandría, Ottavia tendrá que descubrir quién está detrás del robo en las iglesias de todo el mundo de las reliquias de la Vera Cruz, la cruz de Cristo.
Siete pruebas basadas en el purgatorio de la Divina comedia de Dante Alighieri tienen las llaves para abrir las puertas. La expiación de los siete pecados capitales se realizará en las siete ciudades que ostentan la fama de practicarlos: Roma por su soberbia, Rávena por su envidia, Jerusalén por su ira, Atenas por su pereza, Constantinopla por su avaricia, Alejandría por su gula y Antioquía por su lujuria.
DANTE será el gran aliado para conocer quién es el último Catón.
La lectura de este libro la llevaba retrasando desde hace mucho tiempo. A pesar de las buenas críticas que había leído sobre él no encontraba el momento de hacerle hueco entre mis lecturas.
Ahora, aprovechando el lanzamiento de la segunda entrega de la saga, El regreso del Catón, me he decidido por fin a darle una oportunidad y a conocer a su protagonista femenina, Ottavia Salina que es la que da nombre a la saga.
A grandes rasgos se puede decir que nos encontramos ante una novela llena de aventuras, respaldada por la buena prosa de la que hace gala su autora, la excelente documentación y cuya estructura y desarrollo, giran alrededor de la que se considera la obra maestra de la literatura italiana, el poema la Divina comedia de Dante. Un claro ejemplo de Metaliteratura, es decir, un libro dentro de otro. Matilde Asensi, no podía haber elegido mejor obra para acercarnos de forma tan sencilla, a un clásico de la literatura universal que frena a muchos a la hora de leerlo por su complejidad, vuelvo a referirme a la Divina Comedia.
Hay novelas que al finalizarlas dejan indiferente al lector, otras le dejan encantado o completamente desconcertado lo que le lleva a un periodo de reflexión. En este caso, cuando la terminas, tienes las ideas muy claras; el concepto es sencillo, o te ha gustado o no.
Matilde Asensi nos ofrece una obra donde ficción e historia se entrecruzan difuminando donde se encuentra el límite entre ambas. Hay que recalcar que se trata de una narración ficticia ya que muchos se preguntarán llegado el caso, si la hermandad secreta de los staroufílakes, realmente existe.
El poema les mostrará el periplo de Dante desde el infierno al paraíso pasando por el purgatorio, y son precisamente esos mismos peligros los que acecharan a nuestros protagonistas en su viaje, aunque eso sí, esta vez los escenarios elegidos serán otros.
Personalmente de esta novela me ha gustado casi todo. Planteamiento, personajes, desarrollo, escenarios elegidos... pero hay que reconocer que tampoco es perfecta, casi ninguna obra lo es.
El planteamiento de la novela es atrayente aunque sobra decir que la autora no ha inventando nada nuevo.
El misterio generado alrededor del supuesto o posible contenido de la biblioteca del Vaticano, sobre hermandades secretas, búsquedas de reliquias o con protagonistas expertos en iconología y/o simbología religiosa, ha dado pie a que muchos escritores construyesen sus argumentos entorno a estos temas, incluso la Divina comedia ha servido para ser trasfondo de otras obras, no solo de ésta de la que hoy os hablo, la más reciente es Inferno de Dan Brown.
Llegados a este punto cabe mencionar que algunos comentarios que he leído mencionan que, El último Catón, es una copia de El código Da Vinci de Dan Brown, nada más lejos de la realidad. Para empezar yo no encuentro las similitudes por ningún lado, además de que la novela de Asensi es anterior, 2001 y la de Brown de 2003. Además hacernos eco de estas habladurías sería meternos en discusiones innecesarias, porque a estas alturas deberíamos darnos cuenta de que Todo está ya inventado.
Sobre los tres personajes principales poco hay que decir.
La autora ha encontrado el equilibrio perfecto entre ellos, no solo en sus acciones, también con sus personalidades. En la gran mayoría de novelas terminas adorando a uno y odiando a otro pero en este caso no he encontrado nada que me haga anteponer a uno de ellos sobre el resto. Son actores que evolucionan al ritmo de la novela y que no desaparecen al concluir ésta. Asensi deja una puerta abierta para todos ellos. Es triste finalizar la entrega de una saga y que sus personajes no vuelvan a aparecer en las siguientes. A los lectores nos emociona, precisamente eso, ver como se rescatan para otras novelas.
Respecto al desarrollo, el comienzo de la trama resulta algo lento, aunque hay que decir que según avanza la historia ese pequeño hándicap quedará subsanado. A partir de ese momento, la intensidad en la narración va aumentando de forma gradual, al igual que el número de personajes que van entrando en escena, pero el final es otro punto que tampoco me ha llegado a convencer del todo.
Sobre este último apunte que claramente puede tener dos lecturas, positiva o negativa dependiendo del lector, debo decir que en mi caso es cierto que esperaba un final más realista, pero no es un fallo, simplemente una cuestión de gusto.
Las obras de ficción narran sucesos o acontecimientos que surgen de la imaginación del escritor, y en este caso, el realismo que Asensi consigue con su novela logra introducir Historia, lectores y personajes ficticios en la misma burbuja, nos embauca con su narración haciendo parecer unos hechos ficticios como reales, de ahí que yo esperase otro tipo de final.
Hecha esta aclaración solo me queda decir que para mí es una novela muy recomendable.
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