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viernes, 29 de septiembre de 2023

Sonata a Kreutzer de Lev N. Tolstói

Sinopsis:

Pózdnyshev, el protagonista de este intenso relato, explica a un compañero de viaje las razones que lo impulsaron a matar a su mujer. A través de la narración de este personaje, Tolstói arremete contra la hipocresía de los valores burgueses, un velo de ilusión que apenas oculta las oscuras pulsiones y la violencia subyacentes en las relaciones humanas. El crimen de Pózdnyshev halla su expresión simbólica en los contundentes acordes iniciales de la Sonata a Kreutzer de Beethoven; interpretados en un salón burgués «entre damas escotadas», desatan un torbellino de fuerzas capaces de transformar el alma del oyente. La música actúa como el cuchillo del asesino: ambos rasgan el velo de las apariencias, abriendo una grieta por la que irrumpen potencias imposibles de controlar.

Opinión:

Sonata a Kreutzer es una obra de Tolstói, de tan solo 168 páginas, que dista bastante en argumento y tono del resto de sus novelas, y que toma el título de una composición de Beethoven para violín y piano. Esta novela fue publicada en 1889 creando gran controversia por lo que al poco tiempo fue censurada por las autoridades rusas.

Lo primero que nos va a llamar la atención es la alternancia de narradores. 
En un principio el relato nos llega desde un personaje, un observador anónimo que será el encargado de introducirnos en la historia, siendo a partir del tercer capítulo cuando llegará el relevo narrativo. 
En ese momento conoceremos al protagonista, Pódnyshev, y él será quien tome el mando y nos relate motu proprio su historia. Esa historia no se ceñirá al asesinato de su mujer, dato que ya conocemos por la sinopsis, sino que comenzará contando, sin omitir detalles y desde el principio, cómo y por qué se casó, y qué clase de hombre fue antes de hacerlo.

Son de sobra conocidas las crisis morales y espirituales que persiguieron al autor a lo largo de su vida y de nuevo aparecen reflejadas en este texto en el que su título cobrará vital importancia, convirtiéndose en el desencadenante de este tormentoso relato.

Tolstói repite una premisa que ya hemos visto en otras de sus historias: situaciones que giran siempre alrededor del matrimonio sin amor y que empujan a los personajes al adulterio, al divorcio o como ya habéis leído al asesinato. 
En este caso, con ese discurso que introduce y con el que da voz a los personajes hará hincapié en lo lejos que se encuentra la burguesía rusa, hipócrita y farisea, de las ideas europeas sobre el matrimonio, reflexionando al mismo tiempo sobre el amor, el matrimonio, la pasión y la sexualidad, eso sí, con un tono brusco y misógino al que no nos tiene acostumbrados.

Os he hablado al comienzo de que la sonata a Kreutzer será el desencadenante de esta novela y es que 
Pódnyshev verá como se desmorona su matrimonio al ver tocar a su mujer junto a un violinista precisamente esa sonata. La obsesión del personaje y los celos le llevarán a la idea del engaño y de ahí al asesinato.
La obra tiene características del naturalismo, de un realismo descarnado en el que refleja momentos de la vida del autor, más en concreto la infidelidad por parte de su esposa, Sofía Andréyevna Tolstáya. Sofía tras leer el libro se sintió ofendida y contestó también a través de otra novela que lleva el título de ¿De quién es la culpa?

Puedo decir, llegados a este punto, que es una obra interesante para conocer la trayectoria literaria de este autor, pero que la obsesión del personaje que se hace extensible a la del autor me ha llegado a cansar. 
Sin duda, lo que podemos denominar como punto fuerte de este texto es el monólogo de Pódnyshev y la profundidad e intriga que va generando con su relato, a pesar de que desde el comienzo sabemos hacia dónde nos guían esos hechos.



jueves, 15 de diciembre de 2022

La sima de Pío Baroja

Sinopsis:

Aunque la fama de Pío Baroja (1872-1956) descanse en su obra novelística, de la cual son muestras destacadas El árbol de la ciencia o La busca, también sus relatos breves expresan la sensibilidad lírica, la fuerza descriptiva, la imaginación argumental y la capacidad de creación de personajes del gran escritor vasco. El ambiente de su tierra natal, los temas madrileños, las ideas anarquistas, la tristeza ante un mundo cargado de injusticia, empapan estos Cuentos en los que como señala en su prólogo Julio Caro Baroja está «todo Baroja y algo que después Baroja echó por la borda». El presente volumen incluye no sólo la práctica totalidad de las narraciones de Vidas sombrías (1900), sino también otros relatos de fecha más tardía, entre ellos «Elizabide el Vagabundo» y la bella estampa romántica «La dama de Urtubi».

Opinión:

Hoy quiero hablaros sobre un cuento muy breve, otra de las lecturas organizadas desde el blog de Anabel Samani para sus #Lecturasjuntoalfuego.
En esta ocasión el elegido ha sido "La sima", uno de los relatos integrado en el volumen de "Cuentos" de Pío Baroja que me he animado a releer íntegro y del que os hablaré sin falta en las próximas semanas.

Como ya habréis leído en la sinopsis, la fama de este autor vasco recae en sus novelas, pero en sus cuentos vamos a encontrar acompañando a una prosa soberbia, el rigor y el método propio de los autores de esa época.
Pío Baroja fue uno de los integrantes de la Generación del 98 y por lo tanto no es de extrañar el encontrarnos con descripciones que muestran al detalle a las gentes, las tradiciones o los paisajes de España.

Lo primero que llama la atención en esta historia breve es la concentración de recursos. 
La calidad descriptiva es algo que vais a ver mencionado en esta reseña varias veces. 
Puede que suene repetitivo, pero es que ese método tan empleado en la época para arrastrar al lector al interior de las historias, mostrando como son los personajes, los escenarios o los ambientes, es algo que hecho mucho de menos en las novelas actuales. Y no hablo de rellenar páginas y páginas con adjetivos y términos vacíos, hablo de mostrar y no de contar, de emocionar al lector con la riqueza narrativa de lo que lee.

Otro de esos recursos es el tono gótico tan pronunciado que vamos a encontrar, quizás más propio de autores de otras nacionalidades, como por ejemplo Poe, sin olvidar, por supuesto, al gran Bécquer.
Pío Baroja en apenas 8 páginas nos cuenta una historia trágica y misteriosa, apoyándose en leyendas o chismes de aldea que terminan por ser la base de todas las leyendas negras locales, y sin olvidar lo primordial en ese tipo de género de terror, la soledad y los escenarios nocturnos.

Los personajes van a ser solo dos, un abuelo cabrero acompañado de su nieto que se enfrentan al miedo, pero terminan sucumbiendo a él a causa del imaginario colectivo. Y poco más puedo decir sobre el argumento, creo que basta con el título para despertar curiosidad o intriga.
La historia es intemporal y su desarrollo podría suceder en cualquier localización.

Baroja se toma su tiempo a la hora de describir en detalle a los personajes y el escenario, eso sí, en una línea es capaz de condensar lo que actualmente ocuparía varios capítulos. Eso es el buen hacer de un cuentista; ser capaz de presentar el conflicto y generar algún tipo de sentimiento con él en tan solo unas páginas.
Lo más curioso o sorprendente es que para el desenlace solo reserva un pequeño párrafo de tres líneas con el que deja al lector en trance.

miércoles, 15 de junio de 2022

Thérèse Raquin de Émile Zola

Sinopsis:

Sinopsis y portada del libro retiradas para evitar infringir posibles derechos de autor.
Para saber más pinchar en el enlace siguiente: Pinchar aquí.

Opinión:

Hace tiempo que quería hablaros de esta novela de Émile Zola; puede que no sea una de las más conocidas, pero sin duda es una obra que no hay que dejar pasar.

Émile Zola es conocido mundialmente por ser el fundador y principal representante del naturalismo. 
Su vida no estuvo exenta de polémica tras denunciar públicamente un complot militar y reaccionario. Por ese motivo fue condenado a un año de cárcel y se exilió un año en Inglaterra. Murió poco después, según dicen, por las emanaciones de una estufa mientras dormía, aunque muchos ven detrás de ese accidente la hipótesis de un crimen político, ya que su homicidio fue reivindicado por un grupo de extrema derecha.

Sus obras más importantes comenzaron a publicarse a partir de 1868, y esta de la que hoy os hablo fue la primera que consiguió darle notoriedad. Ahora veréis por qué.

Thérèse Raquin fue publicada en una revista llamada "Artiste" e inicialmente llevó el título de "Una historia de amor". Esa versión hay que decir que estaba un poco suavizada porque por lo visto la emperatriz Eugenia era lectora habitual de la publicación. 
Posteriormente en 1867 fue publicada en un único volumen, incorporando esos fragmentos recortados.

Críticos especializados, gentes virtuosas y la prensa sensacionalista se cebaron e hicieron una crítica virulenta contra la obra y su autor, por lo que Zola tuvo que incorporar en las siguientes ediciones un prefacio explicando algunos detalles. 
Este hecho puede parecer surrealista, que el autor tenga que dar explicaciones por el contenido, sin embargo estamos viendo que hoy en día sigue ocurriendo, llegándose al extremo de que no se crítica ya el contenido de la obra sino también al autor.

La obra, como digo, recibió infinidad de críticas aplastantes por el contenido o su temática, pero ninguno de ellos fue capaz de resaltar la asombrosa complejidad psicológica de los personajes.
Las descripciones sobre los escenarios o los ambientes son espléndidas, mientras que las hechas sobre los protagonistas te ayudan a imaginarte con poco esfuerzo como eran tanto física como psíquicamente. 
En este apartado tengo que hacer énfasis en la descripción de dos personajes. Uno es Camille, el marido de Thérèse, que recuerda mucho al que Galdós hace sobre el marido de Jacinta en su obra cumbre, Fortunata y Jacinta.
El otro personaje es la protagonista que da título a la obra.

Thérèse tan solo era una niña cuando su tía se hizo cargo de ella. A partir de ese momento se ve obligada a crecer junto a su primo, un niño siempre enfermizo, y más tarde, por respeto a su tía, empujada a un matrimonio de castigo con él.
A partir de ese momento va a vivir atrapada entre la mercería y las reuniones que su suegra organiza para sus amistades. Una vida oscura en un escenario oscuro, encerrada entre individuos grotescos que nada la pueden aportar.

Las descripciones de la protagonista pueden llegar a resultar aterradoras, la tranquilidad o la indiferencia con la que asume ese matrimonio impuesto en el que no tiene ni voz ni voto. Con una obediencia siempre pasiva, va donde ellos van y hace lo que le dicen, sin queja ni reproche; con una condescendencia y una abnegación supremas. 
Quizás por eso la creación de este personaje tiene tanto mérito, porque vamos a ver un cambio completo en él. La Thérèse del principio nada tiene que ver con la que nos muestra Zola al acabar la obra.

Luego tenemos a Madame Raquin, la tía, que va a estar acompañada por un elenco de secundarios que se encargan de que la trama avance. Entre ellos aparece Laurent, un antiguo amigo de Camille que será quien haga despertar a Thérèse. Ambos se van a dejar llevar por la pasión y se arrojarán en brazos de una relación adúltera en la que no hay remordimientos y que haría sonrojar a la mismísima Madame Bovary o a Ana Karenina y que les empujará al desastre.

En la obra no hay mucha acción y la trama resulta bastante sencilla. También sabemos desde el comienzo que hay una trama para idear asesinar al marido, pero ese detalle no resta interés al desarrollo de la obra porque vamos a sumergirnos en la duda de si, al final, serán descubiertos. 

Zola nos ofrece una historia narrada de forma muy real y objetiva que va más allá de una adulterio y de un asesinato. Mezcló el naturalismo con el suspense e hizo un estudio sobre los personajes y su psicología, dando como resultado una obra que con el paso del tiempo sería considerada como maestra, a pesar de que, cómo os cuento, en su época no la supieron entender.

jueves, 25 de enero de 2018

La Regenta de Leopoldo Alas "Clarín"

Sinopsis:

En las páginas de La Regenta se compone un gran fresco narrativo sobre la burguesía de la ciudad de provincias, dominada por la nobleza decadente, el clero egoísta y la política caciquil, centrada en la seducción y el adulterio de una dama, Ana Ozores, antítesis de aquella sociedad.
Influido por la escuela naturalista fundamentada en Zola y Maupassant, pero anclado aún en argumentos románticos, Leopoldo Alas "Clarín" escribió la que ha sido considerada como la mejor novela del siglo XIX español.

Opinión:

Cuando hablamos sobre La Regenta, siempre hay alguien en cualquier corrillo que la relaciona con Madame Bovary, algunos incluso llegando a mencionar que es una copia o que existen paralelismos entre ellas.
Es cierto que el trabajo de Flaubert ha influenciado a muchos autores, no solo de esa época, pero considero una barbaridad que digan que Clarín plagió o simplemente que intenten buscar similitudes donde apenas las hay...
Creo que esas afirmaciones son fáciles de rebatir, pero también que esos comentarios oscurecen injustamente esta gran novela.

Soy de la opinión de que entre La Regenta y Madame Bovary no deberían hacerse comparaciones.
La obra citada de Flaubert, me parece muy interesante, de lo mejorcito, pero debo reconocer que para mi gusto, La Regenta es más compleja y completa.
Ana Ozores, es uno de los mejores personajes de nuestra literatura, capaz de competir e incluso eclipsar a la mencionada Madame Bovary o Anna Karenina; por ese motivo rompo una lanza en favor de nuestro autor patrio y su personaje, y voy a intentar dejaros mis impresiones sobre esta joya literaria.

La obra...
La Regenta, inicialmente fue entregada por capítulos, para finalmente publicarse en dos gruesos volúmenes, en enero y junio de 1885.
Hay que decir, que no contó inicialmente con el favor de la crítica ni de la opinión del público, pero sí con el apoyo de escritores de la categoría de Pérez Galdós o Menéndez Pelayo. El tiempo terminó dándoles la razón, y hoy en día, el público sigue rindiéndose ante su extraordinaria calidad.
Es cierto que en algunas ocasiones puede parecernos algo densa, pero Clarín podría compararse con esos manjares que deben degustarse en pequeñas cantidades...

Con solo leer las primeras páginas y ver como la ciudad de Vetusta va alzándose frente a nuestra mirada, intuimos que estamos ante una gran historia; pero a medida que avanzamos comprendemos que esa calificación no la hace justicia, sería más apropiado decir, que nos encontramos ante Literatura con mayúsculas.
La Regenta es más completa y compleja que la novela de Flaubert, voy a explicaros el porqué.

  • Clarín elige los primeros años de la Restauración Borbónica (1877-1880), para encuadrar la historia, y nos sitúa en la ciudad de Vetusta, nombre inventado tras el cual se esconde Oviedo. Pero no os vayáis a pensar que esta obra es una novela histórica, porque no es así. Clarín no reflejará en ella ningún acontecimiento histórico, es solamente el marco sobre el que se erige el argumento, describiendo la realidad con objetividad. 
  • En un alarde de maestría, aparecen más de 150 personajes, cada uno de ellos con una profundidad psicológica sorprendente, casi imposible de encontrar en otro texto. 
  • La gran narración descriptiva tiene tanto peso como los diálogos, que sirven para componer los ambientes, los escenarios, y esa profunda y detallada personalidad de los actores.
  • Para la función de narrador elige a uno omnisciente. Conoce hasta el último detalle y decide lo que es importante y en que momento contarlo. Escuchamos en varias ocasiones su voz directa, dirigiéndose al lector, pero permanece neutral al margen de ideas y acontecimientos.
  • Homenajea a autores españoles de la talla de Fray Luis de León, Santa Teresa, Lope o Calderón, citando muchos de sus trabajos, e incluso lo hace con escritores internacionales como Shakespeare o Victor Hugo.
  • También encontramos referencias pictóricas a Tiziano o Poussin, entre otros, y a infinidad de compositores musicales como Verdi y Rossini, de éste último, su ópera El barbero de Sevilla, podría emplearse como música de fondo para esta lectura, ya que a lo largo de la narración encontraremos menciones constantes.
Esto a grandes rasgos, pero hay bastante más...

Clarín, pincelada a pincelada, crea un retrato social, una ventana por la cual el lector se asoma, siendo testigo de excepción de unos hechos de final dramático.
La narración actúa como denuncia de una sociedad provinciana que nos muestra su mezquindad, criticando en otros, lo que ellos mismos practican.
Clarín en respuesta al Obispo de Oviedo, que condenaba severamente la inmoralidad de la obra dijo:
"mi novela es moral porque es sátira de las malas costumbres", debía ser que el Obispo tomo por espejo lo que tan solo era un libro de ficción...
Pero lo cierto es que realmente Clarín, no solo se limitó a criticar a iglesia y burguesía, también el papel secundario al que se veía relegada la mujer de forma obligada.
Todos estaréis pensando que Clarín podría haber sido más benevolente a la hora de elegir el fin para sus hijos literarios, otro final menos dramático, y aquí se encuentra el quid de la cuestión, Clarín quería hacer un comentario crítico y sin esa dureza del final, la denuncia caería en saco roto.

Argumento...
Si nos preguntasen sobre el argumento de esta obra, podríamos simplificarlo diciendo, que es una historia de seducción y adulterio de una dama representativa de la sociedad.
Otro resumen, igual de válido, sería que es la persecución de una "Sociedad" hacia el personaje de Ana Ozores. Una sociedad que no entiende ni acepta que exista alguien moralmente decente o simplemente, que no piense igual.
Ambos comentarios se pueden complementar y crear una sinopsis adecuada para La Regenta.

Nos encontramos ante una novela coral dividida en dos partes, cada una de ellas de quince capítulos.
En la primera parte se nos narra un periodo de tres días, y en ella conoceremos a los personajes principales.
El autor, hace uso de varios raccontos, pequeñas narraciones que nos hacen retroceder en el tiempo para conocer la vida pasada de cada uno de ellos.

La segunda parte abarca un periodo mayor, tres años, y en ella seremos testigos de la seducción graduada en la que caerá la protagonista.

Los personajes...
Ana Ozores, la Regenta, es un gran personaje no solo de este libro, sino también de toda la literatura española. Un personaje a defender, por lo que voy a señalar en este apartado, algunas diferencias y similitudes con la obra de Flaubert.
  • Ambas protagonistas tienen unos maridos anodinos, de escasa personalidad y volcados en sus pasiones. 
  • Buscan el amor absoluto, idealizado, al tiempo que nos transmiten su soledad a pesar de estar rodeadas de gente, volcándose por ello en la literatura. 

Pero aquí llegan las diferencias...
  • Ana diversifica su lectura, no se limita a leer novelas románticas. Lee poemas épicos, sobre geografía, historia sagrada y mitología, y se sirve de su imaginación para construir sus propias historias.
  • Es mucho más poética, más melancólica e incluso mística; fraguada entre lecturas de Chateaubrian, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León o de Santa Teresa. 
  • Su romanticismo es más pausado o sereno, pero también más inconformista e insatisfecho que el de Emma Bovary. 
  • Madame Bovary es más superficial, Flaubert no logra darle mucha profundidad al personaje, y la hace pecar de vulgar, alocada o impetuosa, quizás porque la influencia externa, política o religiosa, e incluso el tiempo transcurrido entre la escritura en ambas novelas, es distinta, y eso hace diferentes a los personajes.
  • Ana anhela la maternidad y Emma rehuye de ella.
  • Ana Ozores es una víctima, no solo de la sociedad vetustense, sino también, de la ambición y del orgullo de los dos personajes masculinos, con los que debe compartir protagonismo, mientras que Flaubert dota a Emma del protagonismo absoluto...
Y para ir terminando...
  • El tema del adulterio, solo ocurre en los dos capítulos finales, mientras que Madame Bovary comete el "pecaminoso acto" que la condena, a los 2/3 de la obra.
Podría seguir citando diferencias pero no creo que sean obras para hacer comparaciones, sobre todo porque son únicas en su creación y posteriores re-lecturas, nos harían encontrar nuevos contrastes...

Fermín de Pas, el magistral, y D. Álvaro Mesía, un Don Juan que ve como el tiempo pasa, son los otros dos protagonistas que componen este triángulo literario.
Conocemos a Fermín de Pas mientras contempla la ciudad y a sus habitantes, desde lo alto del campanario.
En esa pequeña escena que compone Clarín, nos muestra el talante avaricioso y soberbio del personaje. Comprobamos que es un ser orgulloso y mezquino, pero sobre todo, codicioso de poder.

El tercero en discordia es Álvaro Mesía.
Un personaje que se limita básicamente a cumplir con su papel de conquistador, un cínico seductor que la verdad es que a pesar de ser coprotagonista, no me ha aportado mucho...
Álvaro es el paladín elegido para conquistar una voluntad y rendir una virtud, la de Ana. Es otro de los personajes manipulados en esta historia; Álvaro no quiere el premio que supone Ana, solo quiere el triunfo, la corona laureada que supone ser el único que ha conseguido que La Regenta caiga ante sus pies.
Clarín coloca a Ana inalcanzable, en la cúspide de un triángulo que se eleva sobre la vanidad, la arrogancia y el desprecio recíproco que sienten mutuamente De Pas y Mesía. Cada uno de ellos situado en los vértices inferiores tirará hacia su lado, provocando la caída irremediable de Ana.

Por supuesto que hay muchos más personajes, y todos ellos tienen un rasgo común, una visión limitada en sus propios microcosmos que no les permiten ver las posibles consecuencias de sus actos, que irán más allá de los hechos que se narran.
Podríamos hablar horas y horas sobre los personajes, porque todo el elenco, al completo, convierten esta narración en una obra de lectura indispensable.
Pero la novela de La Regenta, no es solo Ana Ozores y la historia de un adulterio; al igual que Fermín de Pas y Álvaro Mesía no son solo dos competidores de ambición desmesurada.
Fermín de Pas también es la herramienta de su madre, Doña Paula, que lo utiliza para apaciguar su resentimiento.
Don Víctor es más que el marido ultrajado; es una especie de grotesco Quijote, humano, confiado y en ocasiones entrañable.
Y ahora llega para mí el gran personaje, le he reservado este momento, porque sin él no habría historia...

Su presentación, nos llega en la primera página...
Clarín hace gala de una prosa soberbia, y nos deleita con uno de esos comienzos literarios que quedan grabados de por vida en nuestra memoria lectora.
Nos ofrece una excepcional panorámica de la ciudad de Vetustaen sí misma un personaje más, y nos advierte de forma subrepticia de lo que encontraremos en el interior del libro.
Vetusta como indica la definición del término, significa ciudad vieja, anticuada, pero esa ciudad no sería nada sin la sociedad que en ella vive. Esa sociedad vetustense aporta a la anterior definición adjetivos como corrupta, enferma, superficial y envidiosa, creandose una simbiosis entre la ciudad y sus habitantes.
Vetusta y su sociedad, por lo tanto, se convierten en una protagonista imposible de eclipsar, un testigo omnipresente y silencioso, que convierte en marionetas a cada uno de los personajes.

Para terminar...
Flaubert imaginó una gran obra, encuadrada dentro del romanticismo tardío, y creó un personaje a su medida; quizás por eso su prosa es más frívola pero también más colorista, que la que nos ofrece Clarín.
El de Zamora nos regala una escritura más sobria, adecuada al naturalismo o a un realismo descarnado, un enorme cuadro donde Vetusta y sus personajes aparecen retratados en una amplia y completísima gama de grises.
Ambos trabajos resultan soberbios, al igual que las comparaciones odiosas. Por eso creo, que deberíamos leerlos sin comparar, sin juzgar, tan solo dejarnos llevar y disfrutarlas por puro placer.