Sinopsis:
Cal y Becky DeMuth son dos hermanos que mantienen una relación casi telepática, pues sus vidas han montado en el mismo tándem desde su nacimiento. Cuando Becky se queda embarazada, decide marcharse a San Diego a casa de sus tíos hasta que nazca el bebé. La unión entre los hermanos es tan fuerte que Cal deja sus estudios para acompañarla y cruzar con ella el país en coche. Incluso planean juntos el futuro del niño. Pero la casualidad intercede en el transcurso del viaje. Al mediodía realizan un alto en el camino junto a un campo de hierba altísima: Cal apaga la radio para tener un momento de calma, y Becky abre las ventanillas, sofocada por el calor. De haber sido de otra manera, nunca habrían oído la voz de auxilio de aquel niño atrapado en la espesura. Deciden adentrarse en el campo y tomar sendas distintas para encontrar al niño cuanto antes. Por primera vez en su vida, los hermanos quedarán separados, aunque sea tan solo por unos metros de hierba. Sin embargo, nunca habían estado tan lejos. Una historia terrorífica narrada con la maestría insuperable de Stephen King.
Opinión:
Nos encontramos ante un relato corto escrito por Stephen King en colaboración con su hijo, el también escritor Joe Hill.
Sobre Stephen King se han dicho muchas cosas. Desde que es el gran mago del terror hasta que en los últimos años ya no es el que era y ha ido perdiendo fuelle. Como siempre hay opiniones para todos los gustos.
Mi opinión, es que las primeras obras de este autor fueron únicas y me gustaron mucho más que las últimas. Es como si hubiese ido perdiendo la chispa con el paso de los años, aunque también puede ser que el público nos hayamos convertido en demasiado exigentes.
Sea como sea, en este relato parece reencontrarse a sí mismo.
Se nota la esencia y brillantez de sus primeras novelas, donde lograba transmitir nerviosismo y angustia desde los primeros capítulos. Donde los lectores nos debatíamos entre las páginas del libro, siempre con piel de gallina, intentando averiguar que ocurriría a continuación. Admirando esa forma única de transmitir ansiedad y que nos mantenía enganchados a lo largo de la obra intentando averiguar el final.
Ahora bien, sobre el hijo también se ha hablado mucho en los últimos años. Dicen que es digno sucesor del padre, que su forma de escribir se asemeja mucho a la de los comienzos de King, en esa época, donde cada novela que sacaba tenía el éxito asegurado.
Yo hasta el momento no he leído nada de Joe Hill, salvo este pequeño relato donde intervienen los dos, por lo tanto, no puedo hacerme una idea clara de su forma de escribir y resulta complicado averiguar donde acaba la genialidad del padre y comienza la del hijo.
Lo que sí os puedo asegurar, es que me ha recordado en la forma de narrar a Desesperación, a Tommyknockers o Apocalipsis... ¡Que años aquellos! cuando en mi librería no faltaba ninguna de las obras del gran genio Stephen King.
Poco más puedo decir de este brevísimo relato con momentos de maestría salvo que es Stephen King en estado puro y no me ha decepcionado lo que he encontrado entre sus páginas. Consigue transmitir suspense y angustia a partes iguales desde el comienzo.
Solo me queda añadir que apunto a mi lista de pendientes las obras de Joe Hill.