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martes, 22 de septiembre de 2020

La oscuridad que conoces de Amy Engel

Sinopsis:

En una empobrecida zona de los montes Ozark, en Misuri, en un pueblo pequeño con grandes secretos, dos niñas de doce años aparecen asesinadas. Sin nada que perder y rota de dolor, Eve Taggert se lanza a averiguar qué le ocurrió realmente a su hija.
Eve conoce el lado oscuro de la vida. Su propia madre se encargó de enseñárselo. Una dura lección que ella ha tratado desesperadamente de evitar a su pequeña Junie. Pero, contra todos sus instintos, quizá Eve necesite recurrir a la cruel fortaleza que le inculcó su madre para afrontar la verdad sobre el crimen... y sobre su auténtica naturaleza.
Una historia poderosa y afilada sobre lazos familiares, sobre mujeres que luchan en circunstancias extremas y sobre cómo incluso los lugares más oscuros y aterradores pueden ofrecerte el refugio del hogar.

Opinión:

¿Habéis oído hablar del Rural noir?
Es un nuevo subgénero, una nueva aberración con la que atormentar a los lectores que ya no sabemos dónde catalogar lo que leemos.
Según los grandes expertos es una nueva corriente, totalmente innovadora; según mi modesta opinión de lectora es solo una novela negra ambientada en el medio rural. ¿Y por qué digo esto? Pues porque estaréis conmigo en que asesinatos en zonas rurales han existido siempre, pero ahora, a alguien se le ha ocurrido esta nueva denominación para aumentar ventas y con ello, quizás y digo quizás, reinventar algo que ya existía.
Ya veréis como a partir de ahora aparecerán montones de obras subrayando que son Rural noir e incluso alguna se atreverá a decir que es la primera del género, y si no... tiempo al tiempo.

Dejando de lado esta breve disquisición os cuento que La oscuridad que conoces cuenta con algunos elementos que la hacen encajar perfectamente dentro de la novela negra.
Los dos más importantes ya los conocéis por la sinopsis, uno es el asesinato de las dos niñas y el otro, ese personaje que busca destapar la verdad aun a riesgo de traspasar los límites y de descubrir con ello detalles que más valdría mantener ocultos; aquí ese personaje está interpretado por Eve, la madre de Junie. Otro elemento que no puedo olvidarme de citar es el ambiente claustrofóbico, decadente e incluso trágico que acompañará a la protagonista a lo largo de su investigación.

Reconozco que esta lectura la he comprado en digital porque no me fiaba mucho de esa gran campaña promocional que había orquestado la editorial en las redes, y me daba un poco de miedo estrellarme en la compra; ahora, tras leerla, puedo decir que aunque no es una novela soberbia ni se va a convertir en la mejor leída este año, sí es una historia que me ha gustado y que me ha atrapado desde el comienzo.
Y precisamente voy a ese comienzo...

El primer capítulo nos narra la muerte, de forma escueta, de las dos niñas. 
No nos proporciona muchos datos, se centra exclusivamente en comunicar el suceso, y lo cierto es que con esa brevedad en el planteamiento nos sobra; más adelante ya se encargará de facilitarnos más detalles.
Pues bien, con ese inicio impactante la autora ya ha sembrado la semilla y solo le queda esperar a recoger sus frutos. 

La narradora es Eve, un personaje fuerte que perfectamente podría encajar en un Domestic noir o en un thriller, pero ya sabéis que una obra, por muy híbrida que sea, siempre tiene más elementos de un género que de otro, y en este caso, ya sabéis que es de novela negra.
Eve arrastra un duro pasado y ahora que su hija ha sido asesinada, sabe que no tendrá ni un solo segundo de paz hasta que no llegue al fondo del asunto. 

El desarrollo del argumento está bien. 
Tiene un ritmo narrativo muy dinámico e incluye un par de vueltas de tuerca que no vi venir, lo que se agradece en este tipo de historias, aunque también debo señalar que intuí quién era el asesino desde casi el comienzo. Esto que acabo de comentar no resta mérito a la obra porque intuir no es conocer ni asegurar, y por lo tanto esos indicios que nos hacen pensar en un determinado personaje son utilizados como generadores de intriga, ya que debemos averiguar qué se esconde detrás de las muertes... 

La geografía, repleta de rincones y valles aislados; ese pueblo donde todos se conocen y que esconde grandes secretos, juega un papel importante en la historia, es un elemento más en este nuevo subgénero, pero no es algo novedoso porque ya lo hemos visto en infinidad de historias catalogadas dentro del nordic noir y derivados. 
Es verdad que esos lugares apartados aportan ese toque decadente y de suspense a la novela, pero vuelvo al comienzo, eso no lo convierte en un nuevo género ni especial.

Ya para ir terminando os diré que me sobra totalmente el capítulo final. 
En él se nos narra el nacimiento de Eve, y sinceramente, no me ha aportado nada que no supiese ya...

¿Os la recomiendo?, sí, es una buena novela. Mantiene el suspense hasta el final pero tampoco esperéis encontrar una novela 10 que revolucione el género.