Mostrando entradas con la etiqueta George Brewer. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta George Brewer. Mostrar todas las entradas

martes, 26 de mayo de 2020

La bruja de Ravensworth de George Brewer

Sinopsis:

El ambicioso y mezquino barón de La Braunch celebra su boda con lady Bertha, viuda y madre de un niño. Durante el banquete, la terrible bruja de Ravensworth irrumpe en el castillo y vaticina a la novia infinitas desdichas. Sin embargo, su esposo ve en la anciana un medio para alcanzar títulos y fortuna y no dudará en acudir a su choza en el bosque para ganarse su favor y el del demoníaco señor al que esta sirve. Engaños, secuestros, pasadizos, puertas secretas... de todo se valdrá el barón para lograr lo que tanto ansía, perdiendo progresivamente su alma en un camino sin retorno. Por su parte, tras sus sanguinarios actos, también la bruja oculta un oscuro secreto.
Esta excepcional novela gótica, traducida por primera vez al castellano, granjeó a su autor el favor de un público cautivado por la embriagadora opulencia de una magistral historia de terror, donde el bien y el mal se enfrentan en una lograda y asfixiante atmósfera de pesadilla.

Opinión:

George Brewer es un autor bastante desconocido a pesar de su prolífica carrera literaria.
No solo fue novelista, sino que también fue creador de comedia teatral, de espectáculos musicales, artículos periodísticos, ensayos y cuentos ilustrados para niños, lo que da cuenta de su polivalencia y fértil imaginación.
Brewer para esta novela se deja influenciar por otras obras góticas de la época como "El castillo de Otranto" de Walpole (1764), "Los misterios de Udolfo" de Ann Radcliffe (1794) o "El Monje" de Matthew Lewis (1796).

Y ahora empiezo a mostraros curiosidades...
De esta novela hay dos ediciones; una de 1808 y otra de 1842, con bastantes diferencias entre sí.
Para la última, Brewer realizó una exhaustiva corrección y ediciones Siruela, que es la editorial que hoy nos hace posible disfrutar de este gran clásico, optó por realizar la traducción de esa segunda edición más mejorada o depurada.
La bruja de Ravensworth hasta el momento no había sido traducida al castellano, quizás porque, como he dicho, su autor resulta desconocido aquí, aunque también puede ser porque la primera edición de esta obra vino seguida de la publicación de otra que revolucionó totalmente el mundo literario; una historia que marcó un antes y un después en la literatura gótica. Esa obra a la que me estoy refiriendo es "Frankenstein o el moderno Prometeo" de Mary Shelley, publicada en 1823 y entre nosotros... una historia que eclipsaría a las mejores del género.

Con lo primero que nos vamos a encontrar los lectores es con la ambientación romántica que acompaña a los cuentos clásicos como la bella durmiente. Pero no os dejéis engañar, porque la maldad, la traición y el engaño, serán recursos utilizados por el autor y por sus personajes, y que irán aportando intensidad y dramatismo a cada capítulo.

Lo mejor de este libro, para mi gusto, son las descripciones, y por eso voy a centrarme en ellas a lo largo de esta breve reseña.
Todos los personajes van a estar construidos sobre los clásicos arquetipos.
Empezamos con la de la protagonista que da título a la obra, la bruja; un personaje fácilmente reconocible por la imagen que todos tenemos en nuestra cabeza: vieja y encorvada.
El autor, para acrecentar el impacto de su físico en el lector, se apoya en la descripción del escenario en el que habita, en el entorno, así como en el ambiente que se genera a su alrededor. Y es que la naturaleza de una verdadera bruja está intrínsecamente unida a su cabaña y su caldero.
Todo ese conjunto, escenario, ambiente, personaje, y leyenda negra que arrastra, es en sí "la bruja".

Luego llega la presentación del coprotagonista, el barón de La Braunch, que es descrito como un galán apuesto pero miserable y ambicioso a la par que odioso.
Respecto al tema de personajes, hablando en términos generales, debo deciros que no hay un término medio; o son buenos o malos; otra cosa que sorprende es que en los buenos, Brewer da importancia a describir su personalidad, mientras que en los antagonistas se centra en mostrarnos su imagen, el aspecto físico, esa es precisamente la forma de distinguir a que personaje nos enfrentamos.

Otro detalle es que en esta novela el autor diferencia personajes principales de secundarios, y lo hace dando a los primeros un capítulo para ellos solos; así que ya sabéis, si el personaje en cuestión no tiene un capítulo será mero atrezzo.

Y ahora salto directamente al final...
La forma de terminar es quizás lo que menos me ha convencido, demasiado rebuscado para mi gusto, pero no por eso digo que sea malo, porque los gustos son personales y cada uno tiene el suyo.
Lo cierto es que jamás se me hubiese ocurrido esa forma de terminar una historia.