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miércoles, 3 de septiembre de 2014

Un millón de gotas de Víctor del Árbol

Sinopsis:

Gonzalo Gil es un abogado metido en una vida que le resulta ajena, en una carrera malograda que trata de esquivar la constante manipulación de su omnipresente suegro, un personaje todopoderoso de sombra muy alargada. Pero algo va a sacudir esa monotonía. Tras años sin saber de ella, Gonzalo recibe la noticia de que su hermana Laura se ha suicidado en dramáticas circunstancias. Su muerte obliga a Gonzalo a tensar hasta límites insospechados el frágil hilo que sostiene el equilibrio de su vida como padre y esposo. Al involucrarse decididamente en la investigación de los pasos que han llevado a su hermana al suicidio, descubrirá que Laura es la sospechosa de haber torturado y asesinado a un mafiooso ruso que tiempo atrás secuestró y mató a su hijo pequeño. Pero lo que parece una venganza es solo el principio de un tortuoso camino que va a arrastrar a Gonzalo a espacios inéditos de su propio pasado y del de su familia que tal vez hubiera preferido no afrontar. Tendrá que adentrarse de lleno en la fascinante historia de su padre, Elías Gil, el gran héroe de la resistencia contra el fascismo, el joven ingeniero asturiano que viajó a la URSS comprometido con los ideales de la revolución, que fue delatado, detenido y confinado en la pavorosa isla de Nazino, y que se convirtió en personaje clave, admirado y temido, de los años más oscuros de nuestro país.

Opinión:

Es curioso ver como el género que posiblemente más evolución ha sufrido en los últimos años es la novela policíaca o novela negra.
Los motivos de esa evolución son simples. Las series de tv y las nuevas tecnologías han hecho que los seguidores de este género nos hayamos convertido en un público mucho más exigente y que no se conforma con guiones sencillos.
Actualmente las categorías anteriormente citadas, no podrían escribirse como se habría hecho hace veinte o treinta años. Tanto autores como lectores, nos hemos visto influenciados por ese constante cambio. 

Como lectores... buscamos entre las páginas de un libro una trama compleja, bien documentada que nos sorprenda y atrape desde el principio. Sin dar rodeos innecesarios y con un final que no resulte previsible ni quede en manos del azar. Nos gustan los cabos bien atados y ¿Por qué no? Que se nos anime a pensar.
La forma de escribir evoluciona y con ella inevitablemente los gustos de los lectores.
Todo esto que os acabo de mencionar, es lo que vais a encontrar entre las páginas de esta novela. Una historia hipnótica e intensa donde se combinan hechos históricos, intriga y suspense, corrupción y amor entre otras... con descripciones brillantes, casi líricas, que nos transmiten los pensamientos y reflexiones de los personajes contrastando a su vez, con el gran dramatismo que hallaremos en la narración de los sucesos históricos.
La atmósfera conseguida hará que sintamos como propios los sentimientos y sensaciones que experimentan los personajes.

La obra divida en tres partes, está desarrollada en dos épocas. Dos historias paralelas que se irán alternando a lo largo de la novela. 
El autor aprovechará esa alternancia, esos saltos del pasado al presente y viceversa, para jugar con nosotros hasta la desesperación. ¿Y por qué digo esto? Muy sencillo, logra captar nuestro interés de tal forma, que cuando nos encontramos en el momento álgido de la trama, introduce un salto de capítulo arrastrándonos al pasado o presente, según corresponda al caso. Dejándonos literalmente con la boca abierta e induciéndonos a seguir leyendo, con el consiguiente peligro de llegar hasta el siguiente final de capítulo y ver que nos encontramos de nuevo ante la misma situación.

El hilo principal corresponde a la trama protagonizada por Gonzalo. Este personaje a grandes rasgos, es un hombre anclado en una vida monótona dirigida por otros y siempre a la sombra del hombre que fue su padre... Elias.
Como ya habréis averiguado, Elias será el encargado de guiarnos por los sucesos del pasado. 
La parte narrada con mayor dramatismo. Será un largo viaje que abarcará varias etapas y lugares, llevándonos hasta la Unión Soviética de Stalin y sus deportaciones en masa a Siberia, más concretamente a la isla de Názino, la Guerra Civil Española, la huida a Francia, la Segunda Guerra Mundial y el retorno a España.

Aunque el hilo principal es el de Gonzalo narrado en 2002, la historia de Elias es la que cuenta con mayor importancia, no por los sucesos históricos que se narran, sino porque sus actos, le perseguirán llegando hasta el presente y afectando a su hijo.
Ya conocéis a los personajes principales... Ahora bien, como es lógico no estarán solos.
En la obra aparecerán personajes secundarios, bien definidos con personalidades arrolladoras. Siempre unos más importantes que otros como es lógico, pero todos aportando su granito de arena a una trama que va in crescendo. 
Como no podría ser de otra forma cada personaje principal tendrá en esta historia su antagonista, encargados de dar mayor intensidad a la narración. 
Pero no vayáis a relacionar antagonista con antihéroe, porque ya os aviso que aquí no hay héroes ni villanos, todos tienen sus luces y sus sombras. Pese a que pueda parecer una paradoja, todos los personajes como seres humanos que son, tienen su parte de ángel y de demonio. Una dicotomía a la que se enfrentan de forma irremediable, el hombre virtuoso contra su lado más oscuro.

La novela está escrita con una agilidad abrumadora que se transmite a nuestra forma de leer. 
Con un lenguaje que carece de florituras pero que encandila al lector a través de algunas frases y reflexiones de los personajes dignas de destacar. Frases redondas que consiguen que el propio lector haga un alto en la lectura para releerlas y saborearlas en profundidad.

Le dije que no podía luchar ella sola contra toda la maldad del mundo, que sus esfuerzos solo eran una gota en un océano.
Y ¿Sabes lo que me respondió?
"¿Qué es el océano, sino un millón de gotas?"

*
Me fui a Londres, conocí a alguien, dejé que ese alguien me amase y fingí que podía seguir adelante. Aún sigo fingiendo y quizá algún día sea cierto.



Según vayamos avanzando entre las páginas del libro, veremos como las piezas van encajando como en la maquinaria del reloj más delicado. 
Puede que llegados a alguna situación en concreto, nos sobrevuele la duda y podamos pensar... ¡que casualidad! ¿no? Pero la buena literatura está plagada de coincidencias brillantes. No podemos negar que aunque puedan llegar a parecernos algo curiosas, las encontramos con frecuencia a nuestro alrededor, así que algo tan cotidiano no podría estar excluido de la literatura. 
De descartarlo, no habríamos podido regocijarnos en otras obras como por ejemplo, con el error que llevó al Abate Faria hasta la celda de Edmond Dantés o no habríamos saboreado lo ridículo de la situación ante la que se encuentra D'Artagnan a su llegada a París, donde se va encontrando de forma casual, con cada uno de los 3 mosqueteros y termina citándolos a distintas horas para retarse en duelo con ellos...
Para terminar con este breve inciso parafraseo a uno de los personajes del libro...

Las casualidades solo son una apariencia en la que se escudan los que no necesitan saber más.

Poco más me queda decir de una novela que me ha parecido Brillante. Digna de ocupar un lugar preferente en todas las librerías y por supuesto, en mi lista de recomendaciones.