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miércoles, 13 de marzo de 2024

Los asesinos de la luna de David Grann

Sinopsis:

En los años veinte, la comunidad india de los Osage en Oklahoma era la población de mayor renta per cápita del mundo. El petróleo que yacía bajo sus propiedades les convirtió en millonarios: construyeron mansiones, tenían chóferes privados y mandaban a sus hijos a estudiar a Europa. 
Pero un espiral de violencia asoló esta comunidad indígena cuando sus miembros empezaron a morir y a desaparecer en extrañas circunstancias. La familia de una mujer Osage, Mollie Burkhart, se convirtió en un objetivo principal. Sus tres hermanas fueron asesinadas. Una fue envenenada, otra murió a tiros y la tercera falleció en una explosión. Otros miembros de la los Osage morían en circunstancias misteriosas, y muchos de los que se atrevieron a investigar los crímenes fueron también asesinados. 
Cuando el número de muertos alcanzó los veinticuatro, el recién inaugurado FBI decidió intervenir y fue uno de sus primeros grandes casos de homicidio. Después de que la investigación resultara un desastre, el joven director J. Edgar Hoover acudió al antiguo comandante de Texas, Tom White, para que desvelase el misterio. White estableció un equipo infiltrado, incluyendo a un agente nativo en el grupo.

Opinión:

Hoy quiero hablaros de Los asesinos de la luna, un título que conocí porque en él se basa la película homónima de Martin Scorsese y que tiene como protagonistas a Leonardo DiCaprio y Robert De Niro. Desde este momento ya os adelanto que es un true crime fascinante que deja al descubierto una de las conspiraciones más siniestras de la historia de Estados Unidos.

Sobre los true crime ya os he hablado en alguna otra ocasión; no son más que la reconstrucción de un caso real respaldada con la investigación que se llevó a cabo en ese momento o a posteriori. 
En este caso, David Grann examina los crímenes relatando los hechos que se respaldan con la profunda investigación que él llevó a cabo, dejando al descubierto una conspiración muy elaborada de corrupción. 
Si algo sabemos desde el mismo momento en que leemos la sinopsis es que, en este género criminal que podríamos calificar como crónica negra, vamos a conocer la tragedia que rodea a las víctimas desde el comienzo y que la tensión irá aumentando hasta rozar lo dramático según avancemos en la investigación.

La obra se divide en tres partes.
En la primera parte conoceremos a las víctimas, teniendo como foco central a la familia de Mollie Burkhart, una india Osage que se convirtió en el objetivo principal de este caso. Pero la siniestra red de asesinatos no se frenará ahí, y veremos como otros miembros de la tribu morirán en extrañas circunstancias arrastrando incluso a los que se atrevieron a denunciar los sucesos o a investigarlos.

En la segunda, David Grann cambia el enfoque y lo dirige hacia el grupo investigador y por ende hacia el posterior juicio, ya que cuando el número de víctimas alcanzó la cifra de veinticuatro, el recién inaugurado FBI tuvo que intervenir, convirtiéndose en uno de sus primeros grandes casos de homicidio.

Y por último, en la tercera parte, el foco recae sobre el propio David Grann, relatándonos como fue la profunda y exhaustiva investigación que llevó a desvelar este episodio tan oscuro de la Historia norteamericana y aportando datos que se descubrieron muchísimo tiempo después de que los culpables fueran juzgados. 

Si tuviera que resumir esta novela diría que su autor sigue los pasos del estilo de Truman Capote en su archiconocida A sangre fría
Consigue una excelente reconstrucción de los hechos que mantiene al lector pegado a sus páginas a través de una ambientación perfecta y de la aportación de datos muy interesantes. 
Va a mostrarnos la historia desde el comienzo, desde los primeros años de la década de 1870, momento en que los Osage fueron expulsados de sus tierras en Kansas y trasladados a una tierra, aparentemente sin valor ninguno, en la región nororiental de Oklahoma.

La trama se construye de forma lineal, salvo en algunos puntos en los que es necesaria una retrospección para examinar algunos hechos pasados, pero que serán importantes para el desarrollo de la investigación. 
Tampoco se olvida el autor de hablar sobre la creación del FBI y las técnicas que se empleaban en ese momento. Vamos a ver la evolución de la ciencia criminalística y como lentamente va sustituyéndose el bertillonage, primer método científico utilizado para identificar a los criminales reincidentes ideado en 1879 por el criminólogo francés Alfphonse Bertillon, para dar paso a un método más eficaz y revolucionario: la identificación del criminal a través de la toma de huellas dactilares.

Y ya para terminar...
También conoceremos los primeros pasos del FBI y como se llevó a cabo su modernización, incluyendo sus logros y errores.
El personaje de John Edgar Hoover va a ser un fijo a lo largo de toda la obra, ya que fue el primer director de la Oficina Federal de Investigación y pese a todos los descuidos y disparates, pese a toda la corrupción que sacó a la luz la investigación de este caso, consiguió demostrar que el país necesitaba una policía que abarcase todos los estados, que fuese más profesional y contase con conocimientos científicos, algo que se alejaba de lo conocido hasta el momento.

Espero haberos animado con esta lectura que, como ya os he mencionado más arriba, sigue los pasos del estilo de Capote y del nuevo periodismo, contándonos historias que responden a hechos reales que se convirtieron en noticia.


viernes, 6 de octubre de 2023

Río revuelto de Joan Didion

Sinopsis:

En un caluroso verano de 1959, el matrimonio formado por Everett McClellan y su esposa Lily, bisnietos de una larga línea de pioneros californianos, ven cómo se derrumba su vida bajo el peso acumulado de falsas apariencias, errores y traiciones. La historia comienza y termina con un disparo cuya detonación lanza al lector veinte años atrás. 
Tomando el pretexto de un drama doméstico aparentemente inofensivo, Didion traza, con precisión quirúrgica, un fiel retrato de la clase media californiana de la época y retuerce los clichés románticos para retratar como un visionario la imagen de una América que se halla al final de los sueños y se adentra en una temporada crepuscular de la que parece ya no resurgirá.

Opinión:

Hoy os hablo de Río revuelto, una obra que tardó siete años en ver la luz y que fue rechazada por doce editoriales. Esta ópera prima de Joan Didion fue publicada en 1963, cuando tenía tan solo 29 años, y quizás lo que más sorprende es la madurez que esconde su escritura.

Esta lectura surgió fruto de una recomendación y creo que se ha adaptado bastante a la idea original que tenía sobre ella.
La novela está narrada en tercera persona y pertenece a la conocida corriente del Nuevo periodismo que se hizo tan común en la década de los sesenta. En esa corriente literaria se narraban sucesos desde una óptica distinta, más directa, en la que el lector quedaba convertido en un testigo de primera línea, viendo pasar los hechos ante él como si fuese el espectador de una película, y donde se priorizaban las emociones de los protagonistas más que el hecho en sí.

Se ajusta a la estructura In extrema res, es decir, comienza por el final o en un hecho muy próximo a él.
A partir de ese momento la trama retrocederá veinte años, hasta 1938, y desde ahí se retomará el relato de forma lineal, un relato que nos llevará a conocer a los McClellan a lo largo de dos décadas, pero sobre todo que irá mostrando cómo han llegado hasta ese punto inicial que se ha convertido en desencadenante dramático y sus consecuencias. 

A lo largo de esas dos décadas seremos testigos no solo de los hechos sino también del arco de transformación de los personajes, algo importante porque, en este drama cargado de clichés, muchos de los personajes tendrán un arco descendente. 

La narración se centra en un único hilo conductor, el del matrimonio formado por Everett McClellan, aunque será Lily, la esposa, el eje central de la trama. Ese relato no va a sobresalir por una gran profundidad, es más bien un contar los hechos de forma superficial, en vez de un mostrar, porque el narrador centrará su atención prácticamente en los sentimientos de los personajes femeninos.
Joan Didion no profundiza, deja en manos del lector esa tarea, la de rascar en la superficie de unos protagonistas que esconden entre silencios su verdadera personalidad. Ellos no piensan en voz alta y muchas veces lo que cuentan es menos de lo que quieren o pueden decir. 

Hace tres o cuatro años leí un artículo sobre este libro y me llamó muchísimo la atención por lo que contaban de los personajes femeninos, y fue por eso que tomé nota del título hasta que por casualidad me topé con él.
En ese artículo hablaban sobre Lily y Martha, los dos personajes femeninos que nos dan a conocer, y las trataban como si fuesen dos heroínas; dos mujeres que gozaban de gran libertad y que manejaban las riendas de sus vidas; dos mujeres libres que sabían en todo momento lo que querían, y lo cierto es que me ha sorprendido no encontrar nada de eso.
Entiendo que la fecha del artículo que coincide aproximadamente con la fecha de publicación del libro en castellano por la editorial Gatopardo, coincide en pleno con el auge del  movimiento #MeToo, pero en serio, no hace falta guiar al lector hacia una lectura revistiéndola de algo que no es.

Lily y Martha son dos mujeres atrapadas en su época, pertenecientes a familias acomodadas y que parecen tener voz, pero a las que nadie escucha. 
Dos mujeres que sueñan con una meta, pero no saben como llegar a ella, y que ven que el tiempo pasa y que todas las situaciones a las que se enfrentan terminan escapando de su control, pero es que, en esta obra, tanto hombres como mujeres, están perdidos o son perdedores. 
Se habla de un idealismo, del gran sueño americano, pero ¿qué sueño es ese, para una sociedad que acaba de salir de la Gran Depresión y se ve arrastrada a la II Guerra Mundial?, porque en el tiempo interno de esta novela esos son precisamente los hechos que se esconden detrás de la trama y de los personajes.

De verdad, que para vender un buen argumento no hacen falta subterfugios, y en ese caso el articulista se centró en los detalles pero se le escapó, desde mi punto de vista, la esencia. 
Quizás Didion fue una gran feminista, yo no digo lo contrario, pero intentar analizar una obra de los sesenta y verla bajo el nuevo prisma feminista, el actual, es un sinsentido. Las cosas eran como eran y así las contó, y ahora son como son.

Río revuelto es una narración de esperanzas, de desengaños, de deslealtades, de celos y de fragilidad, pero sobre todo de la incapacidad de ser feliz o de reconocer la felicidad, y para mí ha sido una buena novela. Quizás y aunque pueda sonar redundante porque ya lo he mencionado, le faltaría esa profundidad que es muy común en el Nuevo Periodismo, pero sigue siendo una buena historia dramática.  

miércoles, 30 de agosto de 2023

Una temporada en el purgatorio de Dominick Dunne

Sinopsis:

Los Bradley, una rica y poderosa familia norteamericana de origen irlandés, saben cómo silenciar cualquier escándalo que pueda salpicar su reputación. Su implacable patriarca, Gerald Bradley, está empeñado en que su hijo predilecto, Constant, llegue un día a ser presidente de los Estados Unidos.
Una noche de verano, después de un baile en el club de campo, una joven es asesinada y Constant se convierte en el principal sospechoso del crimen. Veintidós años más tarde, el famoso escritor Harrison Burns, antiguo compañero de colegio de Constant y viejo amigo de la familia, está decidido a confesar lo que sabe. ¿Saldrá la verdad finalmente a la luz?
Una temporada en el purgatorio es una novela trepidante sobre la capacidad de influencia de las clases privilegiadas, cuyo control sobre los distintos resortes del poder les permite moldear la verdad a su antojo. Su publicación en 1993 consagró a Dominick Dunne como el gran cronista de los secretos más oscuros de la alta sociedad norteamericana.

Opinión:

Hace unos años leí Una mujer inoportuna de Dominick Dunne y caí rendida ante un estilo literario ligero, algo sórdido, pero con una gran carga de crítica ácida hacia la sociedad estadounidense. 
Este autor seguía los pasos de escritores como Truman Capote o Tom Wolfe, retratando la sociedad contemporánea mediante técnicas adoptadas del periodismo donde se priorizaban las emociones al tiempo que se contaban historias reales, pero que aparentaban ser ficticias. ¡Vamos!, lo que vino a denominarse como Nuevo Periodismo o novela testimonio.

Sus argumentos tenían un toque amarillista; en ellos se mezclaba la crónica social, los crímenes y la denuncia, y parecían extraídos de la revista Vanity Fair, en la que fue comentarista de sociedad. Este trabajo le llevó a codearse, durante la década de los cincuenta y sesenta del siglo pasado, con las grandes estrellas del momento, y a ser cronista de algunos juicios célebres como el de O. J. Simpson.
La oferta de trabajo en Vanity Fair le llegó al ser invitado a exponer sus reflexiones sobre el asesinato de su hija, la actriz Dominique Dunne, que recordaréis por su papel de adolescente en la película Poltergeist.
Posteriormente escribió una columna en la mencionada revista en la que se mezclaban chismes y exclusivas sobre la alta sociedad. 
Como él mismo decía:
"Escribes sobre lo que conoces, y yo he sido afortunado de tener un asiento de primera fila en las vidas de los ricos y poderosos".
Por otro lado, y continuando con su estilo literario, tampoco hay que olvidar mencionar lo que yo considero más importante, que fue un experto en el roman à clef, es decir, en la novela en clave, una denominación que se da a las historias en las que aparecen descritos hechos, situaciones y personajes reales encubiertos, pero que son fáciles de identificar. 
En Una temporada en el purgatorio, Dominick Dunne relata un caso, el asesinato de Marta Moxley en que estuvo involucrado un primo de los Kennedy, un crimen que acaparó las portadas de los principales periódicos en 1975 y cuyo caso fue reabierto en 1998, gracias a la publicación de este libro en 1993. 

La novela se divide en tres partes, dos de ellas narradas por uno de los personajes, Harrison Burns, y la otra narrada por un narrador externo.

La primera parte comienza en pleno juicio, en 1991, en el tercer día de deliberación, pero tras darnos ese dato que puede parecer intrascendente, la historia retrocede hasta 1972, momento en que Harrison entra en contacto con la familia Bradley y es testigo del asesinato que dará el pistoletazo de salida a la trama.
A partir de ahí vamos a tener una historia compuesta por un montón de subtramas en las que iremos conociendo a los integrantes de la familia Bradley; una familia irlandesa, católica, que nunca fue aceptada ni recibida en los círculos sociales de su ciudad, ya que consideraban que su dinero no tenía un origen, por decirlo de algún modo, elegante, y cuyo dinero, en el momento del suceso, sigue creciendo de forma ni muy clara ni limpia.

Constant Bradley es el hijo predilecto; un joven espectacular, de aspecto atlético, de casi metro noventa y con modales, ingenio y mucho estilo, pero también con un lado oscuro que comparte con todos los integrantes masculinos de la familia. Un lado oscuro que tapan refugiándose en su dinero y dejando que otros limpien el desorden que han causado, porque si hay algo que saben hacer bien los Bradley es lavar los trapos sucios y continuar con su apacible vida, prácticamente sin cambios.

Harrison Burns es un compañero de colegio de Constant. Va a ser nuestro narrador en dos partes de la historia, pero a pesar de eso, no llega a destacar como personaje. Es el protagonista, sí, pero su función recae más en la de relatar los hechos como testigo. El va a mostrarnos como es en realidad la familia Bradley, porque es el único elemento externo que podrá acceder sin límite, al mundo cerrado construido alrededor de los Bradley.

En la segunda parte Harrison abandona su papel de cronista y es sustituido por un narrador externo. En ese momento la trama da un salto hacia adelante, hasta 1989.
Aquí veremos los cambios que han experimentado las vidas de los personajes. 
Los Bradley son la familia de moda y foco de los flash, acaparando las portadas de las principales revistas, mientras que Harrison, un poco en segundo plano, se ha convertido en un escritor consagrado.
Han pasado los años y el contacto entre ellos está roto, pero los remordimientos de Harrison pesan como una losa, lo que nos llevará hasta la tercera parte, momento en que recuperamos al personaje como narrador y que mostrará los jugosos detalles del juicio.

Una temporada en el purgatorio es una obra que retrata el desmesurado poder e influencia de las clases privilegiadas. Lo mejor de todo es la forma en que Dominick Dunne recrea el ambiente alrededor de esa familia, ese microcosmos configurado como un universo cerrado y exclusivo que gira alrededor del patriarca, Gerald Bradley.
El elenco de personajes también será uno de los platos fuertes. Hay una multitud de ellos, no solo nuestra mirada recaerá sobre los Bradley, porque para que ese microcosmos construido a su alrededor se mantenga, debe conserve unido valiéndose de otro grupo de personajes, los secundarios, que también tienen su granito para aportar a la intriga.


martes, 24 de septiembre de 2019

Una mujer inoportuna de Dominick Dunne

Sinopsis:

En Los Ángeles, a principios de los noventa, todo el mundo envidia a Pauline y Jules Mendelson. Casados desde hace más de veinte años, con una reputación intachable y siempre envueltos en un halo de estudiada elegancia, sus fiestas en su espléndida mansión son cita obligada en la vida social de la ciudad. Pero esta estampa de perfección se disipa cuando las luces se apagan y asoma la vasta red de favores, mentiras e hipocresías que sostiene el imperio de los poderosos. Así, cuando Jules se encapricha de Flo, una camarera que sueña con ser actriz, cree que podrá controlar la situación y mantener una discreta aventura con ella, sin sospechar que se convertirá en una peligrosa obsesión. Por otro lado, la doble vida de uno de los mejores amigos de Pauline amenazará con sacar a la luz los secretos que esta opulenta comunidad intenta esconder a cualquier precio.

En la que está considerada por la crítica como su novela más lograda, Dominick Dunne vuelve a su tema favorito para perfilar con exquisito detalle la intimidad de la alta sociedad estadounidense de finales del siglo xx. Un vívido retrato de la peculiar tipología de sus miembros y de sus costumbres, y del entramado de corrupción que les permite conservar sus privilegios.

Opinión:

A Dominick Dunne se le considera como a uno de los herederos de Truman Capote o Tom Wolfe, ya que la linea de su escritura sigue la estética del denominado Nuevo Periodismo, corriente que surgió por la década de los sesenta y caracterizado por un estilo libre, ligero, y que escondía una crítica, ácida pero elegante, hacia la sociedad.
Esta novela de la que hoy os hablo fue escrita en 1990, y gracias a la publicación de Libros Asteroide podemos desfrutar hoy de ella.
"Una mujer inoportuna" está considerada como su mejor obra, quizás por esa descripción que hace de una clase social, donde abunda la corrupción, la mentira y sobre todo el uso del poder mal empleado.

De Dominick Dunne tengo aún pendiente de leer, "Las dos señoras Grenville" y "Una temporada en el purgatorio", que según dicen le convirtieron en un gran cronista, debido a esa faceta de observador, incomparablemente agudo, a la que supo sacar partido.
Este escritor no dudó a la hora de mostrar sin tapujos, el lado más oscuro de las ricas y poderosas familias de la alta sociedad norteamericana.
"Una mujer inoportuna"está basada en un escándalo real, pero es mucho más que la crónica de una infidelidad o de un triángulo amoroso.

La historia nos va a llegar a través de dos tipos de narrador.
El primero que vamos a encontrar y predominante, ya que se hace cargo de relatar todo el grueso de la novela, es un narrador omnisciente, alguien que sabe lo que ocultan los personajes y que no duda en atraparnos en su narración.
El segundo narrador que entra en escena, al final de cada capítulo, va a ser Flo. En esos momentos se incorporan fragmentos de unas cintas grabadas por ella, donde irá relatando detalles importantes de su relación.

Debo deciros que este libro me ha gustado muchísimo, por varios motivos.
Cuando comenzamos a leer, o si hacemos caso a la sinopsis, pensamos que nos vamos a encontrar con una obra que relata la historia de un clásico triángulo amoroso; el compuesto por Jules Mendelson; la esposa perfecta, Pauline; y una joven camarera con sueños de actriz que se ve convertida, de la noche a la mañana, en la incomoda amante del empresario, como veis recursos muy estereotipados, pero no es así...
Lo que comienza siendo una historia de exitosos empresarios, con fiestas deslumbrantes, deriva al poco tiempo en una trama de corrupción y ambición que se sostiene sobre unos débiles pilares... la mentira.

El argumento es muy dinámico y no da opción para el aburrimiento, ya que la trama se desliza con fluidez, desde la crónica social hasta la crónica negra, con asesinato incluido.
Los personajes, ya os he advertido en el párrafo anterior, pueden parecernos cargados de clichés, pero incluso ese detalle me ha gustado, porque cumplen con su función, sirven para denunciar el cinismo que rodea a las clases retratadas.
Dunne nos ofrece un amplio abanico de personajes, donde incluso los secundarios, aparecen construidos con todo detalle. Todos esconden mucho más de lo que nos muestran en apariencia.

Todo ese elenco de personajes va a ir entrecruzándose, y como cada uno de ellos arrastra un pasado, unos más turbio que otros, vamos a entrar de lleno en una novela compuesta por muchas historias.
Este autor recrea el mundillo de la alta sociedad norteamericana como si fuese la construcción de un microcosmos de ámbito cerrado, al que únicamente los más privilegiados pueden tener acceso. Pero Dunne, de forma inteligente, deja abierto un resquicio, una puerta trasera lo suficientemente grande, para que algunos personajes puedan entrar y salir de él.
Por esa entrada vamos a ver asomarse a Flo, que se deja deslumbrar por esa vida cargada de lujos que le ofrece el gran empresario del momento; y también veremos al estiloso Hector, y sus salidas nocturnas, que esconden más de un secretillo.
El personaje que hace de nexo entre todas las historias es Philip Quennel, un joven que es contratado por un productor para escribir un documental. Philip también se verá absorbido por ese mundo en el que no es oro todo lo que reluce.

Y poco más me queda por deciros, salvo que ha sido una obra que me ha dado más de lo que esperaba.
Espero que este comentario haya sido de vuestro agrado y que si disponéis de tiempo, le echéis una mirada a la obra de este autor.
Yo por mi parte me comprometo, en breve, a hablaros de otra de sus novelas, ya que la experiencia de esta ha sido muy satisfactoria.


viernes, 12 de agosto de 2016

La hoguera de las vanidades de Tom Wolfe

Sinopsis:

Tom Wolfe debutó triunfalmente como novelista con "La hoguera de las vanidades", que fue calificada como la novela de Nueva York. El protagonista es un yuppie, un asesor financiero que se ha convertido en la estrella de una firma de brokers, pero que se ve inmerso en rocambolescas dificultades jurídicas, matrimoniales e incluso económicas a partir de la noche en que se pierde por las calles del Bronx cuando llevaba a su amante del aeropuerto Kennedy a su nido de amor. A partir de esta peripecia, Tom Wolfe va hilando una compleja trama que le permite presentar el mundo de las altas finanzas, los restaurantes de moda y las exclusivas parties de Park Avenue, así como el submundo picaresco de la policía y los tribunales del Bronx, y también el mafioso universo de Harlem y las nuevas sectas religiosas. Un hilarante e irrepetible fresco, diseccionado con desenvuelta crueldad y acerada ironía por un Tom Wolfe en plenitud de facultades. El personaje central resulta ser finalmente la gran capital del mundo en este final de siglo: Nueva York, con todos sus esplendores y todas sus miserias, retratada en la prosa de tecnicolor, vistavisión y sensorround que es la marca de fábrica de ese maestro de periodistas y, como demuestra aquí, personalísimo y magistral novelista que es Tom Wolfe.

Opinión:

Este es uno de esos libros que permanece perpetuo en la lista de futuras o próximas lecturas, sin que parezca que le vaya a llegar nunca su momento. Gracias a la propuesta que me hizo Atalanta del blog "Un libro junto al fuego" he conseguido, por fin, sacarlo de esa lista y reconozco que ha sido una lectura muy satisfactoria.

Lo primero que hay que señalar, es que La hoguera de las vanidades, fue un excelente debut literario para Tom Wolfe, allá por 1987, a pesar de que su publicación entrañaba grandes riesgos.
Para su particular quema de brujas eligió un marco incomparable y lo convirtió en personaje central, la ciudad de Nueva York de los años 80 y aquí llega el riesgo; satirizó y deformó en exceso los estereotipos de los neoyorquinos, pero no temáis porque el resultado fue aplaudido por la crítica y se convirtió en la novela de Nueva York.
Con una trama cubierta de tintes cómicos aunque decadente y enrevesada, Wolfe escribe una especie de tragicomedia con el único fin de hacer una crítica severa y profunda de la sociedad de la que se consideró la gran capital del mundo de finales del siglo XX.
El autor se vale de un cuadro de costumbres satirizado para acercarnos a las distintas clases sociales, en ocasiones las descripciones rebasan el límite del estereotipo como ya he indicado más arriba y termina llevando a los personajes a situaciones ridículas, casi esperpénticas, empleando siempre la ironía como recurso literario.

Wolfe nos ofrece una visión panorámica; desde los lujosos apartamentos de Park Avenue a la pobreza de los suburbios del Bronx, un trabajo muy bien realizado ya que el autor describe de forma soberbia, las luces y las sombras de la idílica Gran Manzana. Nos muestra las dos caras que esconde, la parte brillante y lujosa, atractiva y seductora, frente a la decadente que implica la derrota o el fracaso.

El cinismo y la hipocresía, la vanidad, la ambición, la codicia o la corrupción, son los nuevos pecados capitales que Tomas Wolfe denuncia en esta historia, parte esencial del argumento y como comprobaréis, características innatas de los protagonistas que terminan quemándose en esta peculiar hoguera. Porque esta novela tiene también su moraleja, demostrándonos como el dinero y la fama resultan del todo inútiles cuando el azar parece confabularse en contra de alguien, y ese alguien en este caso es el Amo del mundo, Sherman MacCoy.

Como ya he mencionado, esta obra fue su debut literario, ya que hasta el momento se había dedicado en exclusiva al periodismo y al ensayo, otro Truman Capote... Y sí, es que a lo largo de esta lectura no he podido parar de encontrar similitudes con él.
La primera versión de esta historia, tal y como se nos indica en el prólogo, empezó a publicarse por capítulos, según se iban escribiendo, en la revista Rolling Stone; y tras el sorprendente gran éxito que alcanzó, terminó siendo llevada al cine con acierto por Brian De Palma. Esta podría ser una de las similitudes con la obra de Capote, A sangre fría, que también se publicó por capítulos y terminó en la gran pantalla.
Otra semejanza podría ser la forma de narrar, que va más allá de una simple exposición de los hechos. Y es que esta novela aunque de ficción, puede encuadrarse al igual que A sangre fría, en la corriente que denominaron como Nuevo periodismo.
En la obra de Capote, tras una larga y exhaustiva investigación surgía una historia donde se relataban unos asesinatos y la posterior captura de los criminales. Era una crónica realista cargada de críticas que daba como resultado una novela de no ficción.
En este caso Wolfe, hace uso de la misma corriente literaria, pero al contrario, utiliza una historia de ficción para reflejar la realidad y hacer una denuncia, una critica social.

Pero vayamos al argumento y con ello a los personajes...
La novela tiene como personaje principal a Sherman MacCoy, un joven asesor financiero de Wall Street que ve como su lujoso estilo de vida cambia radicalmente de la noche a la mañana.

El resto de personajes principales que destacan son:
María Ruskin, la amante de Sherman. Una joven belleza sureña que parece alojar muy poco dentro de su cabeza.
Peter Fallow, un periodista inglés sin escrúpulos, que pasa casi la totalidad del día borracho.
El vicefiscal Larry Kramer, un trepa, en él vemos el reflejo de un sistema judicial corrupto y como no podía ser de otra forma utiliza la ley para manipular y obtener beneficios personales.
El reverendo Bacon, un cura de color, corrupto y ambicioso, que lucha únicamente por sus derechos. Su pasatiempo preferido es sacar beneficio de lo que el considera un sistema judicial doble.

Y creo que no me olvido de ninguno más, el resto de personajes son secundarios aunque aquí habría que hacer un inciso para decir, que todos los personajes que aparecen citados en la novela son relevantes e imprescindibles para la historia, muy bien definidos y los encargados de dar forma al argumento con un toque muy real.
Todos los personajes sin excepción son dinámicos, evolucionan a lo largo de la trama, unos a mejor y otros a peor, pero lo cierto es que todos dejan su impronta en el lector.
Yo comencé odiando literalmente a Peter Fallow y como me comentó Atalanta, "Ya verás como al final te termina cayendo bien", y en parte tenía razón, no mejoró mucho pero si es cierto que comencé a aborrecer bastante más a otro de los personajes, el vicefiscal Larry Kramer.

La novela fue llevada al cine por Brian De Palma y el elenco de actores elegidos fue brillante.
Tom Hanks, Melanie Griffith, Bruce Willis, Saul Rubikek, Morgan Freeman, F. Murray Abraham, John Hancock, Kim Cattrall, entre muchos otros...
La novela tiene 640 páginas y lógicamente todo lo que en ella se narra es imposible transmitirlo a la gran pantalla. La cinta no logra reflejar todos los detalles que se relatan pero si capta la esencia, y eso se supone que es lo importante.
Desde el comienzo la película resulta más dinámica que la novela, tienen que condensar todas las ideas de Tom Wolfe y también se aprecian pequeñas diferencias, sobre todo en el final.
Aun así, es una excelente película que no dudo en recomendaros.

Para terminar, quiero contaros la impresión que ha permanecido en mí durante más tiempo tras finalizar esta lectura.
Lo principal que extraemos es que los personajes aparecen muy estereotipados, también encontramos una clara crítica social e incluso una moraleja, pero a lo que no dejo de dar vueltas en mi cabeza es que Sherman MacCoy, un triunfador con un futuro prometedor acaba en esta novela tocando fondo y Peter Fallow, el periodista alcohólico que comienza su andadura siendo un fracasado termina siendo el gran triunfador.
Y es que ya se sabe...
Cuanto más alto se sube más dura será la caída.


domingo, 31 de enero de 2016

A sangre fría de Truman Capote

Sinopsis:

El 15 de noviembre de 1959, en un pueblecito de Kansas, los cuatro miembros de la familia Clutter fueron salvajemente asesinados en su casa. Los crímenes eran, aparentemente, inmotivados, y no se encontraron claves que permitieran identificar a los asesinos. Cinco años después, Dick Hickcock y Perry Smith fueron ahorcados como culpables de las muertes. A partir de estos hechos, y tras realizar largas y minuciosas investigaciones con los protagonistas reales de la historia, Truman Capote dio un vuelco a su carrera de narrador y escribió "A sangre fría", la novela que le consagró definitivamente como uno de los grandes de la literatura norteamericana del siglo xx. Capote sigue paso a paso la vida del pequeño pueblecito, esboza retratos de los que serían víctimas de una muerte tan espantosa como insospechada, acompaña a la policía en las pesquisas que condujeron al descubrimiento y detención de Hickcock y Smith y, sobre todo, se concentra en los dos criminales psicópatas hasta construir dos personajes perfectamente perfilados, a los que el lector llegará a conocer íntimamente. "A sangre fría", que fue bautizada, pionera y provocativamente, por Capote como una «non fiction novel», es un libro estremecedor que, desde la fecha misma de su publicación, se convirtió en un clásico.

Opinión:

Ya habéis oído hablar en innumerables ocasiones de Truman Capote.
Periodista y escritor americano conocido por obras como Desayuno en Tiffany's que obtuvo un gran éxito por la versión cinematográfica, Desayuno con diamantes.
Pero realmente la novela que le encumbró y con la que deslumbró, logrando conmover al mundo, fue con ésta, A sangre fría, y de la que ahora en 2016, se cumplen cincuenta años de su publicación.

Un día de mediados de noviembre de 1959, EEUU amanecía con una noticia que acaparaba las portadas de los principales periódicos.

Una familia acomodada de Holcomb, un pueblecito de la Kansas profunda, aparecía brutalmente asesinada.
La inquietante noticia impresionó de tal manera a Truman Capote, que logró convencer al editor de The New Yorker, para que le enviase de inmediato a seguir la noticia en esa localidad de Kansas.
A partir de ese momento comenzó un excelente trabajo de documentación que, años después, vería convertido en novela.
Un gran proyecto que conllevaba un gran riesgo, ya que cuando empezó a recabar datos se desconocía cualquier tipo de información sobre los asesinos.


A sangre fría está considerada como una de las obras más importantes del Siglo XX.
Capote en el prólogo la define como No ficción o Novela testimonio, según dice, la primera de un género inventado por él, aunque después se ha comprobado que ya existían novelas de ese tipo.
Lo que sí es cierto, es que logró narrar hechos reales haciendo uso de los recursos de la ficción y consiguió una novela abrumadora, que según mi punto de vista, casi roza la genialidad por su manejo del realismo.

Desde los primeros compases podemos apreciar que resulta altamente descriptiva y detallista.
El encargado de hacerlo es un narrador omnisciente y llegados a este punto, quiero hacer un breve inciso para comentar algo que me ha llamado mucho la atención, la forma de introducirnos en la trama.
He tenido la sensación de que el narrador me hacía un visita guiada, exclusiva para mí.
El primer paso es comenzar describiendo el pueblo, de esa manera, logramos ubicarnos en el escenario donde se desarrollará la mayor parte de la trama.
Lo siguiente es conocer a los habitantes principales de Holcomb, y de ahí, entramos en contacto con las víctimas, su entorno y relación en la pequeña comunidad.
Todo este proceso tiene una finalidad, conocer en detalle el último día de las víctimas.

Capote maneja con maestría todos los datos y ofrece al lector esa visión única, pero no solo de los escenarios y personajes...
El ambiente que recrea, consigue transmitir al lector la angustia de todo un pueblo que fue víctima del miedo.
Una localidad aparentemente tranquila y pacifica, había cambiado de la noche a la mañana.
Los Clutter representaban el clásico ideal americano. Eran valorados y respetados en esa tranquila y apacible comunidad. Nadie tenía motivos aparentes para haber cometido los asesinatos y la policía se encontraba sin indicios.
Desde ese momento, toda esa comunidad formada por amigos de toda la vida y buenos vecinos, se vio enfrentada con la insólita experiencia de desconfiar unos de otros.
Nadie estaba a salvo ni en la seguridad que ofrecían sus propias casas. Las puertas y ventanas comenzaron a cerrarse y nadie dormía tranquilo pensando... que cualquiera de sus vecinos podría ser el asesino.

Por último solo nos queda conocer a Dick Hickcock y Perry Smith, que se convertirán en los personajes principales y cuyas personalidades son dignas de estudio por parte de expertos en disciplinas que estudian el comportamiento.
A medida que avanza el libro, mediante pequeñas narraciones retrospectivas que les humanizan, conoceremos su pasado y seremos testigos de la evolución que experimentan sus personalidades. La disección que hace de cada uno de ellos consigue despertar profundamente el interés del lector por estos dos individuos, aparentemente y en un principio, sin remordimientos y con una visión particular de su entorno.
Llegando casi al final, Capote logra crear un extraño lazo entre los asesinos y los lectores.
Una relación que no catalogaría como de amor/odio, pero sí, que nos lleva del aborrecimiento de los primeros acontecimientos, a la lástima y a la compasión por todo lo que ha ocurrido en sus vidas y por lo que les depara.
Dos individuos con personalidades muy dispares que terminan compartiendo, lo que ellos creen que será una apasionante aventura y que para nosotros como observadores, únicamente nos parece absurdo.
Y es que lo absurdo... les persigue a lo largo de su vida.

Apreciaciones finales...

1.- Como en Crónica de una muerte anunciada desde el primer párrafo conocemos el futuro que deparará a unos y a otros, pero eso no resta interés al lector.

2.- Capote convirtió esta novela en un análisis casi imparcial de los acontecimientos y de los personajes que fueron testigos de ellos. Y digo casi imparcial, porque al final entabló demasiada amistad con los acusados y eso hace perder objetividad.
Desde ese momento la narración parece que intenta buscar que el lector empatice con los criminales y lo consigue... Capote nos involucra y nos plantea un dilema moral sobre la pena de muerte.
  • En un principio cuatro son las víctimas, una familia destrozada.
  • Más tarde el Estado se toma la revancha... 
  • El balance final de toda esta historia son seis muertos y tres las familias rotas.
Hay algo que no hay que olvidar... Hickcock y Smith se confesaron culpables desde el primer momento y las pruebas, así lo corroboraron aunque el juicio estuvo plagado de irregularidades.
Sobre la pena de muerte, poco hay que decir no hay que entrar en debate, me limito a parafrasear lo que dijo en su día el Papa Francisco.
"Es imposible pensar que los Estados no dispongan de otro medio que no sea la pena de muerte para defender del agresor injusto, la vida de las demás personas"

3.- La nota final...

Le he concedido un ocho, porque los últimos compases de esta historia hacen que la intensidad narrativa decaiga un poco.
Capote da un giro completo en su forma de narrar. Si al principio se muestra muy involucrado y consigue que empaticemos, al final se aprecia cansancio o abandono. Para esta parte final eligió una narración tipo artículo periodístico, y eso bajo mi punto de vista, aunque le aporta agilidad también denota indiferencia o desinterés.
Aún así, la prosa empleada es magnífica y la obra en conjunto casi roza la genialidad.
Curiosidades...

1.- Capote comenzó a redactar la novela en 1959.La primera aparición fue en forma de capítulos que publicó el The New Yorker; el primero saldría a la venta el 25/09/65. Finalmente la novela vería la luz en 1966.

2.- Esta obra se convirtió en toda una obsesión para el escritor; obsesión que le perseguiría hasta el final de sus días.
La exhaustiva investigación que realizó para este caso de homicidio múltiple y los años que tardó en escribirla, le supusieron un gran desgaste emocional del cual, jamás logró recuperarse.
A raíz de la publicación de esta historia, Capote no volvió a escribir ninguna novela más. Únicamente le publicaron cuentos, alguna colección de artículos de viaje y dos novelas póstumas escritas al principio de su carrera.

3.- Capote se desplazó a Holcomb acompañado de la escritora Harper Lee. Debido a la personalidad y actitud del escritor, le costó ganarse la confianza de testigos y habitantes de Holcomb que no eran muy dados a responder preguntas. Por ese motivo, Capote estuvo a punto de abandonar la investigación.
Gracias a Harper Lee, la confianza entre escritor y entrevistados creció, y la obra pudo llegar a finalizarse.
Por lo visto Harper Lee, tras la publicación de la novela, no quedó muy contenta ya que solo aparece mencionada brevemente en los agradecimientos.

4.- El título elegido, A sangre fría, podemos pensar en un principio que se debe a la forma en que los asesinos llevaron a cabo el crimen, pero no es así. Realmente esa descripción o crítica, se refiere a la justicia americana y a la sangre fría que utilizó para ajusticiar a los reos en la horca.
El juicio y las posteriores apelaciones, estuvieron perseguidas por la polémica.
No les fue procurada asistencia legal hasta después de firmar sus confesiones.
Las armas con las que se cometieron los asesinatos fueron halladas en casa de los padres de Hickcock y requisadas, pero sin una orden de allanamiento.
Más tarde, la mala praxis por parte de los abogados defensores o por decirlo de otro modo, la incompetencia de éstos en el proceso, también fue un dato a tener en consideración.

5.- La película, 1967 también resulta un modo excelente de conocer esta historia.
Es bastante fiel a la novela, está rodada en blanco y negro para realzar el dramatismo y los actores elegidos no solo clavaron el papel, sino que además, tenían un gran parecido físico con los asesinos. 
Scott Wilson encarnó a Dick Hickcock y Robert Blake fue Perry Smith.


Como anécdota recordar la larga trayectoría cinematográfica de estos dos actores.
A Scott Wilson le hemos visto haciendo de padre de Catherine Willows en CSI y últimamente en Walking Dead. Por su parte Robert Blake no solo fue el protagonista de la serie Baretta, allá por 1975 sino que también fue el jefe de Wisley Snipes en Asalto al tren del dinero.