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jueves, 6 de julio de 2023

Laura de Vera Caspary

Sinopsis:

Una hermosa mujer, Laura, aparece asesinada de un tiro en su lujosa mansión de Nueva York. 
En el escenario del crimen, donde un gran cuadro da fe del enigmático atractivo de la víctima, comparece el duro y baqueteado detective Mark McPherson, encargado del caso. 
Su investigación se centra principalmente en Waldo Lydecker y Shelby Carpenter, sospechosos por sus vínculos sentimentales con ella. 
Pero la atracción y el misterio de Laura pueden seguir actuando desde más allá de la tumba...

Opinión:

Laura es una novela de la escritora Vera Caspary, publicada en 1943 y quizás más conocida por su versión cinematográfica, una película que obtuvo un gran éxito ya que fue nominada en 1945 a cinco premios Óscar y ganó el de mejor fotografía en blanco y negro. 

La novela se divide en cinco partes y en ella vamos a conocer en profundidad a Laura, la protagonista, una mujer con pensamientos y actitudes adelantadas a su época y rodeada por un elenco masculino al que logrará eclipsar, porque el lector, desde el comienzo, solo va a tener ojos para ella.

Vamos a tener varios narradores que al mismo tiempo actuarán como personajes. Esos narradores van a intentar plasmar en su relato la naturaleza eternamente enigmática de Laura, un personaje fuerte, con carácter y muy inteligente, aunque a veces le cueste abandonar el papel de mujer de la época.
Estos narradores van a emplear la primera persona con lo que ya sabemos a que nos enfrentaremos. Cada uno de ellos intentará presentar los hechos desde su punto de vista personal, lo que nos llevará a cuestionar la veracidad de los hechos.

El primer narrador al que conoceremos será Waldo Lydecker. Un escritor y amigo de la protagonista que intentará describirla con un estilo preciso y cultivado, pero con el que tendremos que tener cuidado porque como el mismo nos advierte, describirá escenas que nunca vio y transcribirá diálogos que nunca escuchó. 
Waldo se reconoce como un artista y su trabajo consistirá en recrear incidentes y los caracteres de los personajes que intervendrán en el caso. nos informa de que cuando se describa como personaje procurará presentar sus defectos con la misma objetividad que describirá los del resto y que no se dará más importancia en la trama que la que podría dar a otro protagonista. Lo que sucede es que por mucho que el insista en estos detalles no podrá evitar caer en la subjetividad de ser sujeto participante en los hechos.

El segundo narrador es el detective Mark McPherson. En el relato de este personaje vamos a apreciar un cambio significativo a la hora de narrar. No va a tener la misma fluidez que Waldo y tampoco su prosa será igual.
Lo bueno de esta obra, con todos esos cambios en el narrador, es que nos ofrece una visión distinta de un personaje en concreto que es Laura, y al mismo tiempo observamos como el autor es capaz de adoptar el discurso según el personaje.

El tercer narrador al que vamos a conocer es Shelby J. Carpenter, el prometido de Laura, aunque si bien es cierto que nos hablará de ella, lo hará de forma indirecta, ya que su relato nos llegará a través del informe taquigráfico de la policía cuando declaré ante ellos. Este personaje, para mí, es el menos desarrollado y cuenta con una participación en la historia muy limitada, todo lo contrario de lo que ocurre con Waldo o con el detective McPherson que van adquiriendo un mayor protagonismo según avanza la historia.

Por último, también vamos a contar con el relato escrito de la que será el corazón de la novela. Laura se parece a la Rebeca de Daphne du Maurier, imponiendo su presencia constante desde el título, salvaguardando su recuerdo. 
Ambos personajes comparten, además de un fuerte carácter, un retrato, en Rebeca estaba situado en las escaleras y aquí, en Laura, presidiendo el salón. Esos retratos consiguen intimidar a quien posa los ojos en ellos porque no parecen infundir vida al personaje del cuadro.

Todos estos personajes de los que os he hablado que forman parte de la trama, tienen un pasado que ocultar y un futuro por proteger, por lo que ¡pobre del lector que se fie al cien por cien de su relato!
La autora deja en sus manos la construcción del personaje de Laura, lo más curioso es que cada narración nos va a mostrar a una Laura totalmente distinta, al mismo tiempo que también se crea un perfil del conjunto del elenco de personajes que conforma la obra.

Vera Caspary nos ofrece una novela negra al estilo más clásico de los años 40, con una femme fatale que se sale de los estereotipos de la época, un detective y un giro argumental que nos espera al llegar a la segunda parte que nos dejará atónitos. Los pensamientos y motivaciones de cada personaje y el jugar con la objetividad y la subjetividad de sus relatos sirve para atraparnos en un argumento que va cobrando intensidad a medida que leemos.

Una novela muy recomendable.