En apenas cuatro años, y después del fracaso de las revoluciones de 1848, que le hizo pensar que la Historia le había engañado, Aleksandr I. Herzen hubo de ver cómo también su mundo privado y familiar se desmoronaba: la tormentosa relación de su esposa Natalie con el poeta alemán Georg Herwegh puso en peligro su matrimonio y, aunque superada, dejó sin embargo un grotesco rastro de mezquindades, humillaciones y duelos frustrados; su madre y uno de sus hijos murieron en un naufragio; también Natalie fallecía poco después. Al cabo de seis años, en 1858, una vez «consumido el deseo de venganza», templado «con un prolongado e ininterrumpido análisis», Herzen se dispuso a escribir «un documento de patología psíquica» que prefigura a Dostoievski y cuyas páginas, según Turguéniev, aún «ardían y quemaban».
Crónica de un drama familiar fue concebida para formar parte de su monumental autobiografía Pasado y pensamientos, pero Herzen no quiso publicarla en vida y el texto no apareció hasta 1917. Desde entonces es un clásico de la literatura de la intimidad, el grave testimonio de un escritor aquejado de «la enfermedad de la verdad».
Opinión:
De nuevo os traigo un clásico ruso hasta esta estantería virtual, pero esta vez en lugar de ser una novela es un crónica que relata la vida del autor, Aleksandr I. Herzen.
Esta obra corta forma parte de los cinco volúmenes que recogen sus memorias, "Pasado y pensamiento", que fueron escritas entre 1852 y 1868. En esas memorias se narran algunos de los acontecimientos más importantes del siglo XIX, pero no fueron publicadas hasta 1917 ya que en ellas aparecían relatados también temas delicados de su vida personal.
En este quinto volumen, cuya lectura puede ser independiente, se narran unos hechos acontecidos entre 1848 y 1863, y en ellos de forma intimista nos traslada a una Europa revolucionaria mostrándonos su desazón por los tiempos convulsos que le ha tocado vivir, y al mismo tiempo, incluyendo momentos muy delicados como la tormentosa relación que mantuvo su esposa Natalie con el poeta alemán Georg Herwegh.
Ya os he mencionado que esta obra puede leerse de forma totalmente independiente y para que no nos quedemos descolgados, la editorial incluye una pequeña introducción de apenas cuatro páginas en las que nos cuenta la vida de Aleksandr Herzen y de Natalia Zajárina hasta 1848.
En Crónica de un drama familiar vamos a encontrarnos fragmentos de diarios y de cartas, algo muy común en la época, pero también el argumento nos va a recordar esos dramas que triunfaban en ese periodo como Madame Bovary y/o Anna Karenina, eso sí, sin caer en el error de la frivolidad porque Herzen narra la infidelidad de su esposa de forma tácita, sin dar grandes explicaciones y, por supuesto, sin ánimo de hacer más daño metiendo el dedo en la llaga, de ahí que estas memorias se publicasen en 1917, cuando todos los involucrados hacia tiempo que habían fallecido.
Crónica de un drama familiar cuenta tan solo con 181 páginas. Esa brevedad hace que el lector no llegue a saturarse con el hartazgo y el aburrimiento que muestra Herzen al observar la oscura tragedia europea, tras vivir las revoluciones en Italia, París, Berlín y/o Viena.
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Lo más interesante, sin duda, llega a partir del capítulo II, momento en que hace acto de aparición el poeta alemán Geroge Herwegh y su esposa Emma.; un matrimonio con un comportamiento tan hipócrita como ridículo y despreciable. Para Herwegh el mundo entero se reduce a sí mismo, un personaje vanidoso con aires de superioridad.
A este respecto el autor hace un excelente trabajo ya que no escatima a la hora de describir a todos los protagonistas, incluyendo el perfil psicológico.
Y poco más puedo contaros de una obra tan breve. A mí me ha resultado interesante e incluso me ha gustado mucho la forma o el método del autor a la hora de narrar acontecimientos, eso sí, sin olvidar en ningún momento que no se trata de una novela, que aunque sea redundante hay que recordar que es una crónica concebida para formar parte de una monumental autobiografía.