Sinopsis:
Arrancada de su hogar en Kansas por un huracán, la pequeña Dorothy aterriza en un mundo desconocido. Comienza así una travesía junto a su perro Toto en busca de la única persona capaz de devolverlos a casa: el Mago de Oz. Durante el viaje hasta Ciudad Esmeralda, donde vive esa figura, se enfrentarán a un sinfín de obstáculos y peligros, pero contarán también con inestimables aliados: un espantapájaros sin cerebro, un león sin coraje y un hombre de hojalata sin corazón.
Más de un siglo después de su publicación, la magia de L. Frank Baum se despliega ante nosotros como si el tiempo apenas hubiera transcurrido. Con la iluminadora introducción del profesor y estudioso Jack Zipes y las ilustraciones que han acompañado a la novela desde sus inicios, esta edición rinde homenaje a una de las aventuras más entrañables de todos los tiempos.
«Es un buen mago. Si es un hombre o no, es cosa que ya no puedo decirte, porque nunca le he visto.»
Opinión:
Si os digo el nombre de L. Frank Baum no sé si os sonará de algo, reconozco que a mí no, pero si os cito "El mago de Oz" seguro que la cosa cambia.
Este autor, debido a una enfermedad coronaria de nacimiento, desarrolló desde muy joven el gusto por los cuentos de hadas, la literatura victoriana y una gran pasión por Charles Dickens, lo que le llevó a dedicarse a la escritura, eso sí, antes de llegar a ese punto, ejerció bastantes y muy diversas actividades, entre ellas actor, empresario teatral y comerciante.
La insistencia de su suegra, gran admiradora de las fábulas que Baum contaba a sus hijos antes de ir a la cama, le animó a escribir esos cuentos infantiles que más tarde le darían una fama relativa...
Fue contemporáneo de Julio Verne y al igual que al mencionado se le considera un visionario.
En sus obras aparecen menciones a la televisión, a los ordenadores portátiles, los teléfonos y a la realidad aumentada, solo por poner algunos ejemplos.
Todos sus cuentos gozaron de bastante éxito, pero no fue hasta 1900, momento en que llega la publicación de "El mago de Oz" ilustrado por Denslow, que pudo abandonar su trabajo de redactor y dedicarse por entero a la escritura y al teatro.
En 1902 llega la primera adaptación musical de este clásico infantil, y ese detalle hace crecer el interés por el extraordinario paraíso utópico de Oz que empuja a Baum a escribir la secuela, "El país de Oz" en 1904.
En esa época el autor compagina la escritura con el teatro, como ya he indicado, pero los fracasos de sus empresas teatrales le obligan a recurrir a ese microcosmos fantástico en varias ocasiones, creando una sucesión de aventuras y merchandising basado en ese mundo de fantasía.
Baum resolvió poner fin a la serie con el volumen titulado "La ciudad Esmeralda de Oz" que se publicó en 1910, pero de nuevo, los fracasos en sus empresas le obligaron a retomar la saga hasta que falleció en 1919.
A pesar de escribir un montón de cuentos y relatos para niños, a pesar de ser el gran imaginador de ese mundo fantástico de Oz, hoy en día, es un autor muy poco conocido. Pero lo que considero más triste es que su obra cumbre, "El mago de Oz" sea más conocida por su versión cinematográfica que por la novela en sí.
De esta obra, los expertos dicen que esta cargada de tintes políticos, que Frank Baum, lejos de ser un intelectual político, creó un mundo socialista ideal... Yo no voy a entrar en este tema, lo primero porque no soy politóloga y lo segundo porque ese tema me aburre hasta la extenuación.
Creo que las obras o cuentos infantiles hay que leerlos para disfrutar con ellos, y no creo que un autor que se dedica a escribir libros dedicados al público infantil lo haga con un afán de adoctrinamiento. Aunque lamentablemente de todo hay en la viña del señor...
El encargado de transportarnos hasta Oz es un narrador, totalmente ajeno a la trama. Él nos irá presentando poco a poco a los personajes principales que nos acompañarán a lo largo de 24 capítulos y que son prácticamente 4: Dorothy, el espantapájos, el hombre de hojalata y el león.
Llegados a la mitad de la obra aparece el gran Mago de Oz, pero no deja de ser un personaje incidental.
Dorothy, como ya sabréis, irá acompañada desde el comienzo de su inseparable perrito, Toto.
La niña tras ser arrancada de su hogar por un huracán quiere llegar a la ciudad esmeralda para que el mago pueda enviarla de regreso a Kansas.
Dorothy iniciará un viaje siguiendo el camino de baldosas amarillas, y poco a poco se irán uniendo el resto de protagonistas.
El primero en hacerlo es el espantapájaros que quiere conseguir del mago un cerebro que le haga inteligente; el segundo en aparecer será el hombre de hojalata que quiere un corazón y el último en unirse, a este atípico grupo, será el león, que quiere pedir valor.
Todos ellos encaminarán sus paso hacia la ciudad esmeralda, intentando no salirse del camino, pero ese viaje no estará exento de peligros.
La obra en papel tiene algunas diferencias con el musical de 1939, que supongo que será el que todos hemos visto y que tiene como protagonista a Judy Garland, ¡ah! y una Banda sonora superespectacular.
En el relato, Dorothy lleva los famosos chapines que se han convertido en un elemento fácilmente reconocible de la obra. Aquí los zapatos son de color plata y no de color rubí como nos hizo creer la Metro-Goldwyn-Mayer. Supongo que para la película, donde el comienzo era en blanco y negro, resultaba más visual y creaba un mayor contraste si se calzaba a Dorothy con unos zapatos de color rojo.
Por otro lado, insisto, hay bastantes diferencias más, pero seréis vosotros los que tendréis que encontrarlas.
Lo que más destaco, sin duda, es el poder de Frank Baum para transportarnos de la realidad a la ficción. Dorothy vive en un Kansas en blanco y negro, algo que es cierto que coincide con la película, pero al llegar a Oz todo cambia. Las descripciones del autor crean un escenario muy colorista que nos hace plantearnos si el mundo de fantasía no será mejor que el real...
Para ir terminando, el resultado de esta lectura es muy positiva, lo mismo opino de ver el musical. Ambas son obras intemporales, el tiempo no las afecta y en cambio nos aportan muy buenos momentos.
La narración resulta muy recomendable y de fácil lectura para los más pequeños de la casa.
Recuerdo que hace muy poco me preguntaron por libros para niños a partir de ocho o diez años e hice una lista, creo que bastante completa. Pues bien, de habérmelo preguntado hoy creo que este libro iría en esa lista de los primeros.
Espacio sobre libros y opiniones, difusión y fomento de la lectura. El lugar donde los libros son los protagonistas.
martes, 21 de julio de 2020
miércoles, 15 de julio de 2020
La caída de la casa Usher de Edgar Allan Poe
Sinopsis:
Un joven caballero es invitado al viejo caserón de un amigo de la infancia, Roderick Usher, artista enfermizo y excéntrico que vive completamente recluido en compañía de su hermana, Lady Madeline, también delicada de salud.
Usher vive presa de una enfermedad indefinible, lo que hace a todos temer por su vida.
La que acaba muriendo es su hermana. Sus restos mortales son depositados en una cripta, pero no tardan en producirse terribles acontecimientos que desembocarán en un trágico final.
Opinión:
Hace escasamente un mes os hablaba de "El gato negro", una de las historias góticas de Poe que como pudisteis ver resultó muy inquietante. En esa reseña os dije que poco a poco iría comentando los relatos que más me habían impactado de ese autor y hoy ha llegado el día de hablaros de otro de ellos, quizás el más valorado por la crítica e incluso por el mismísimo autor, me estoy refiriendo a "La caída de la casa Usher" o "El hundimiento de la casa Usher", como también se la conoce.
Este relato fue escrito en 1839 y publicado por primera vez en la revista Burton's Gentlemans's Magazine y puedo deciros que es uno de mis preferidos, hasta tal punto que la película de bajo coste que hicieron basada en él y que protagonizó Vincent Price, la he visto bastantes veces...
Pero retomemos el comentario sobre el libro...
Los amantes de la obra de Poe van a encontrar que todas sus narraciones comparten elementos en común.
Uno de ellos, no digo que el más importante pero sí el más sobrecogedor, va a ser encontrar apuntes autobiográficos diseminados por toda la obra. En concreto para esta historia los expertos dicen que Poe se basó en unos amigos cercanos para crear a los personajes, algo que ya de por sí resulta inquietante.
Otro detalle a tener en cuenta es la prosa precisa y pulcra, al igual que la atmósfera opresiva que consigue y/o el final impactante que caracterizó a todos sus escritos, sin olvidar mencionar, por supuesto, el gran contenido alegórico que se va filtrando a lo largo del texto.
Poe incorpora algunos elementos imprescindibles en toda buena novela gótica como la simbología; los escenarios tétricos y amenazantes sobre los que se levanta la mansión y su ambientación oscura; la climatología adversa de fondo; pero sobre todo, lo que más impacta son las descripciones que hace al comienzo de la casa, donde toda en conjunto parece un ser con alma propia que te espera paciente mientras contiene y engulle a los personajes.
En esta narración breve vamos a contar con un número muy reducido de personajes principales. Roderick Usher, el cual se nos describe como un hombre enfermo y atormentado, próximo a la locura, alguien que parece poseído.
Un joven caballero del cual ignoramos el nombre y que desempeñara la función de narrador, guiándonos por los tétricos sucesos que compondrán el argumento.
Lady Madeline Usher, un personaje de actuación muy limitada pero que debo señalar que determinante para el desenlace.
Y dejo para el final el que para mí es el personaje principal, La casa Usher.
Esa gran mansión familiar, muy antigua y de aspecto desolado, cumple con varias funciones.
La primera lógicamente es aparecer como escenario, con su aspecto se crea el ambiente idóneo, pero para mí, lo más importante es que actúa como personaje omnipresente, al igual que Manderley lo hacía en Rebeca o como la finca de Cumbres borrascosas.
La casa Usher es como una cárcel para los personajes que habitan en ella, crea un vínculo con ellos, les afecta y oprime como podemos ver desde la primera escenas. Con solo contemplarla de lejos, una sensación de insufrible tristeza penetra en el espíritu del observador.
Y poco más puedo contaros, salvo, claro está, deciros que el lector que ahonda en la obra de Poe, siempre se queda con ganas de más.Yo os recomiendo sus compendios de relatos porque con ellos experimentaréis el verdadero terror psicológico al más puro estilo gótico.
Como no suelo dar puntada sin hilo, os diré que La caída de la casa Usher tiene algún elemento en común con Berenice, otra obra de la que en un futuro muy próximo espero poder hablaros.
Un joven caballero es invitado al viejo caserón de un amigo de la infancia, Roderick Usher, artista enfermizo y excéntrico que vive completamente recluido en compañía de su hermana, Lady Madeline, también delicada de salud.
Usher vive presa de una enfermedad indefinible, lo que hace a todos temer por su vida.
La que acaba muriendo es su hermana. Sus restos mortales son depositados en una cripta, pero no tardan en producirse terribles acontecimientos que desembocarán en un trágico final.
Opinión:
Hace escasamente un mes os hablaba de "El gato negro", una de las historias góticas de Poe que como pudisteis ver resultó muy inquietante. En esa reseña os dije que poco a poco iría comentando los relatos que más me habían impactado de ese autor y hoy ha llegado el día de hablaros de otro de ellos, quizás el más valorado por la crítica e incluso por el mismísimo autor, me estoy refiriendo a "La caída de la casa Usher" o "El hundimiento de la casa Usher", como también se la conoce.
Este relato fue escrito en 1839 y publicado por primera vez en la revista Burton's Gentlemans's Magazine y puedo deciros que es uno de mis preferidos, hasta tal punto que la película de bajo coste que hicieron basada en él y que protagonizó Vincent Price, la he visto bastantes veces...
Pero retomemos el comentario sobre el libro...
Los amantes de la obra de Poe van a encontrar que todas sus narraciones comparten elementos en común.
Uno de ellos, no digo que el más importante pero sí el más sobrecogedor, va a ser encontrar apuntes autobiográficos diseminados por toda la obra. En concreto para esta historia los expertos dicen que Poe se basó en unos amigos cercanos para crear a los personajes, algo que ya de por sí resulta inquietante.
Otro detalle a tener en cuenta es la prosa precisa y pulcra, al igual que la atmósfera opresiva que consigue y/o el final impactante que caracterizó a todos sus escritos, sin olvidar mencionar, por supuesto, el gran contenido alegórico que se va filtrando a lo largo del texto.
Poe incorpora algunos elementos imprescindibles en toda buena novela gótica como la simbología; los escenarios tétricos y amenazantes sobre los que se levanta la mansión y su ambientación oscura; la climatología adversa de fondo; pero sobre todo, lo que más impacta son las descripciones que hace al comienzo de la casa, donde toda en conjunto parece un ser con alma propia que te espera paciente mientras contiene y engulle a los personajes.
En esta narración breve vamos a contar con un número muy reducido de personajes principales. Roderick Usher, el cual se nos describe como un hombre enfermo y atormentado, próximo a la locura, alguien que parece poseído.
Un joven caballero del cual ignoramos el nombre y que desempeñara la función de narrador, guiándonos por los tétricos sucesos que compondrán el argumento.
Lady Madeline Usher, un personaje de actuación muy limitada pero que debo señalar que determinante para el desenlace.
Y dejo para el final el que para mí es el personaje principal, La casa Usher.
Esa gran mansión familiar, muy antigua y de aspecto desolado, cumple con varias funciones.
La primera lógicamente es aparecer como escenario, con su aspecto se crea el ambiente idóneo, pero para mí, lo más importante es que actúa como personaje omnipresente, al igual que Manderley lo hacía en Rebeca o como la finca de Cumbres borrascosas.
La casa Usher es como una cárcel para los personajes que habitan en ella, crea un vínculo con ellos, les afecta y oprime como podemos ver desde la primera escenas. Con solo contemplarla de lejos, una sensación de insufrible tristeza penetra en el espíritu del observador.
Y poco más puedo contaros, salvo, claro está, deciros que el lector que ahonda en la obra de Poe, siempre se queda con ganas de más.Yo os recomiendo sus compendios de relatos porque con ellos experimentaréis el verdadero terror psicológico al más puro estilo gótico.
Como no suelo dar puntada sin hilo, os diré que La caída de la casa Usher tiene algún elemento en común con Berenice, otra obra de la que en un futuro muy próximo espero poder hablaros.
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Novela Gótica,
Relatos breves
martes, 7 de julio de 2020
Mujercitas de Louisa May Alcott
Sinopsis:
Mujercitas, el clásico de Louisa May Alcott ambientado en la guerra de Secesión, fue publicado en Estados Unidos en 1868.
Han pasado ciento cincuenta años desde entonces, pero la complicidad de las cuatro hermanas March, quienes a través de sus gestos y palabras resumen el espíritu crítico de una época, sigue siendo fuente de inspiración y disfrute para las generaciones de lectores que se asoman a las páginas de esta fascinante obra.
«Si fuese un chico, me escaparía contigo y lo pasaríamos en grande, pero soy una pobre chica y he de comportarme con propiedad y volver a casa.»
Opinión:
Supongo que si cito a Louisa May Alcott, todos relacionaréis instintivamente ese nombre con la obra de la que hoy os voy a a hablar: Mujercitas.
Esta novela ha sido traducida a docenas de idiomas, ha vendido millones de ejemplares e influido en la obra de muchas autoras, pero sin duda, hay dos detalles que me han sorprendido muchísimo más, el primero es que ha sido aceptada como clásico literario americano en fecha muy reciente y el otro detalle es que todavía, hoy en día, esta novela sigue considerándose una historia para mujeres o niñas. Nada más lejos de la realidad...
Ya sabéis, y más porque lo hemos visto en estos días, que siempre hay alguien dispuesto a criticar comportamientos de los personajes y/o de la autora en vez de disfrutar de una bonita historia.
Hay que aprender a leer fomentando el sentido crítico y reflexivo. No se puede juzgar el pasado o una obra, como es el caso, con la visión de hoy, porque esa visión de hoy que está a kilómetros de la del pasado, esconde un hábito censor.
La historia no puede ni debe intentar cambiarse, moldeándola a nuestro gusto y/o propósitos.
Dicho esto retomo el comentario...
Mujercitas es un clásico ideal, con una frescura juvenil, perfecto para el que lo quiera leer, sin ataduras a un género en concreto, por mucho que quieran encasillarlo. Es una novela perfecta para conocer la historia de Estados Unidos y compararla con la Europea de la época.
Por otro lado, esta novela tiene mucho de autobiográfico, ya que las hermanas de Alcott inspiraron a los personajes, al mismo tiempo que "Jo" refleja el temperamento inconformista de la autora, además de que muchos acontecimientos y experiencias suyas terminan apareciendo retratados en esta obra.
Louisa May Alcott fue una autora fuerte e independiente y sus obras reflejan esa libertad de pensamiento. En la época era muy frecuente que las mujeres publicasen bajo seudónimo masculino. Ella optó por hacerlos con sobrenombre siempre muy femeninos como "Flora Fairfield", "Tribulation Periwinkle" o "Minerva Moody", con los que incluso se burlaba de sí misma, aunque también hay que señalar que otras obras las publicó con un seudónimo ambiguo que no dejaba identificar su sexo.
De esta obra hubo varias ediciones que sufrieron cambios, la mayoría de los lectores conocemos la edición de 1880.
Para esta nueva relectura, yo he optado por la edición de Penguin Clásicos, que es la obra íntegra, tal y como se editó por primera vez en América entre 1868/1869, con lo cual mi visión de este clásico y de sus personajes ha variado un poco. También debo añadir que esta novela está completa, incluye la primera y segunda parte, es decir, Mujercitas y Aquellas Mujercitas, porque hay algunas versiones que solo ofrecen la primera parte.
Pero vayamos al comentario de la obra o más en concreto a los puntos, para mí, más interesantes.
Vamos a encontrarnos con un narrador omnisciente; el clásico empleado en la época, ese que interrumpía la narración llamando la atención de los lectores para mostrarnos detalles importantes. Un cronista que intenta tener su momento de gloria o parte de protagonismo en la obra, siempre dispuesto a hacer un inciso para hacer una puntualización.
A las protagonistas creo que no hace mucha falta presentarlas por lo que solo las citaré: Jo, Meg, Beth y Amy; cuatro hermanas que dan el paso de la infancia a la adolescencia, teniendo como telón de fondo o marco histórico, como queráis llamarlo, la Guerra de Secesión Estadounidense.
Jo es el personaje principal, alguien con carácter que se resiste a las normas, a adaptarse a esos estereotipos impuestos. Tiene un espíritu independiente e indomable y en él vemos una capacidad extraordinaria para superar los estrechos límites impuestos por la sociedad.
El resto de personajes, aunque son protagonistas, cumplen con una función más secundaria, pero ello no quiere decir que no sean importantes, porque son complejos, cargados de matices y sirven para complementar y hacer resaltar el papel de Jo.
Esta novela es muy curiosa. Más arriba os he dicho que es la historia de cuatro hermanas que dan su paso a la edad adulta... pero no es exactamente así, esa sería una sinopsis muy general. Lo cierto es que cada capítulo es una anécdota, el relato de una pequeña escena cotidiana de las muchas que componen la vida de las protagonistas y que nos ayudan a conocer como se vivía o se sentían las mujeres en esa época, porque como os he dicho anteriormente los personajes están cargados de matices y cada una de ellas representa un tipo de mujer...
Esos capítulos o anecdotario, podrían leerse de forma independiente, sin seguir el orden establecido, e incluso así, tendríamos una visión exacta de como son los personajes, de sus sentimientos, de lo que pasa por su cabeza o de lo que las inquieta. Curiosamente, cada historia, parece una guía de comportamiento para señoritas de la época, donde se plantea un problema y se da una solución didáctica.
Pero como ya he dicho al comienzo, esa doble lectura que existe en todos los libros, depende de cada lector...
Lo que sí es cierto es que Mujercitas supuso una gran revolución literaria en la época. Fue un éxito tras su publicación y los lectores pidieron a gritos esa segunda parte que la autora tituló como "Aquellas mujercitas".
En esa parte conoceremos a las protagonistas tres años después, con su vida casi encauzada...
Pero lo que yo quería deciros, con ese gran éxito que alcanzó el libro, es que "Jo" fue un personaje totalmente innovador, alguien que rompía los esquemas y al que la gente quería pese a lo que representaba; las mujeres la admiraban por su propia falta de individualidad y en cambio los hombres por ese magnetismo que irradiaba, totalmente inusual en la época.
Os recomiendo esta novela para vosotros y vuestros hijos. No me meto en el farragoso tema de recomendarlo a un género en concreto, porque sería absurdo. Las novelas no tienen género, van destinadas a los lectores, a entretener y divertir.
Mujercitas, el clásico de Louisa May Alcott ambientado en la guerra de Secesión, fue publicado en Estados Unidos en 1868.
Han pasado ciento cincuenta años desde entonces, pero la complicidad de las cuatro hermanas March, quienes a través de sus gestos y palabras resumen el espíritu crítico de una época, sigue siendo fuente de inspiración y disfrute para las generaciones de lectores que se asoman a las páginas de esta fascinante obra.
«Si fuese un chico, me escaparía contigo y lo pasaríamos en grande, pero soy una pobre chica y he de comportarme con propiedad y volver a casa.»
Opinión:
Supongo que si cito a Louisa May Alcott, todos relacionaréis instintivamente ese nombre con la obra de la que hoy os voy a a hablar: Mujercitas.
Esta novela ha sido traducida a docenas de idiomas, ha vendido millones de ejemplares e influido en la obra de muchas autoras, pero sin duda, hay dos detalles que me han sorprendido muchísimo más, el primero es que ha sido aceptada como clásico literario americano en fecha muy reciente y el otro detalle es que todavía, hoy en día, esta novela sigue considerándose una historia para mujeres o niñas. Nada más lejos de la realidad...
Ya sabéis, y más porque lo hemos visto en estos días, que siempre hay alguien dispuesto a criticar comportamientos de los personajes y/o de la autora en vez de disfrutar de una bonita historia.
Hay que aprender a leer fomentando el sentido crítico y reflexivo. No se puede juzgar el pasado o una obra, como es el caso, con la visión de hoy, porque esa visión de hoy que está a kilómetros de la del pasado, esconde un hábito censor.
La historia no puede ni debe intentar cambiarse, moldeándola a nuestro gusto y/o propósitos.
Dicho esto retomo el comentario...
Mujercitas es un clásico ideal, con una frescura juvenil, perfecto para el que lo quiera leer, sin ataduras a un género en concreto, por mucho que quieran encasillarlo. Es una novela perfecta para conocer la historia de Estados Unidos y compararla con la Europea de la época.
Por otro lado, esta novela tiene mucho de autobiográfico, ya que las hermanas de Alcott inspiraron a los personajes, al mismo tiempo que "Jo" refleja el temperamento inconformista de la autora, además de que muchos acontecimientos y experiencias suyas terminan apareciendo retratados en esta obra.
Louisa May Alcott fue una autora fuerte e independiente y sus obras reflejan esa libertad de pensamiento. En la época era muy frecuente que las mujeres publicasen bajo seudónimo masculino. Ella optó por hacerlos con sobrenombre siempre muy femeninos como "Flora Fairfield", "Tribulation Periwinkle" o "Minerva Moody", con los que incluso se burlaba de sí misma, aunque también hay que señalar que otras obras las publicó con un seudónimo ambiguo que no dejaba identificar su sexo.
De esta obra hubo varias ediciones que sufrieron cambios, la mayoría de los lectores conocemos la edición de 1880.
Para esta nueva relectura, yo he optado por la edición de Penguin Clásicos, que es la obra íntegra, tal y como se editó por primera vez en América entre 1868/1869, con lo cual mi visión de este clásico y de sus personajes ha variado un poco. También debo añadir que esta novela está completa, incluye la primera y segunda parte, es decir, Mujercitas y Aquellas Mujercitas, porque hay algunas versiones que solo ofrecen la primera parte.
Pero vayamos al comentario de la obra o más en concreto a los puntos, para mí, más interesantes.
Vamos a encontrarnos con un narrador omnisciente; el clásico empleado en la época, ese que interrumpía la narración llamando la atención de los lectores para mostrarnos detalles importantes. Un cronista que intenta tener su momento de gloria o parte de protagonismo en la obra, siempre dispuesto a hacer un inciso para hacer una puntualización.
A las protagonistas creo que no hace mucha falta presentarlas por lo que solo las citaré: Jo, Meg, Beth y Amy; cuatro hermanas que dan el paso de la infancia a la adolescencia, teniendo como telón de fondo o marco histórico, como queráis llamarlo, la Guerra de Secesión Estadounidense.
Jo es el personaje principal, alguien con carácter que se resiste a las normas, a adaptarse a esos estereotipos impuestos. Tiene un espíritu independiente e indomable y en él vemos una capacidad extraordinaria para superar los estrechos límites impuestos por la sociedad.
El resto de personajes, aunque son protagonistas, cumplen con una función más secundaria, pero ello no quiere decir que no sean importantes, porque son complejos, cargados de matices y sirven para complementar y hacer resaltar el papel de Jo.
Esta novela es muy curiosa. Más arriba os he dicho que es la historia de cuatro hermanas que dan su paso a la edad adulta... pero no es exactamente así, esa sería una sinopsis muy general. Lo cierto es que cada capítulo es una anécdota, el relato de una pequeña escena cotidiana de las muchas que componen la vida de las protagonistas y que nos ayudan a conocer como se vivía o se sentían las mujeres en esa época, porque como os he dicho anteriormente los personajes están cargados de matices y cada una de ellas representa un tipo de mujer...
Esos capítulos o anecdotario, podrían leerse de forma independiente, sin seguir el orden establecido, e incluso así, tendríamos una visión exacta de como son los personajes, de sus sentimientos, de lo que pasa por su cabeza o de lo que las inquieta. Curiosamente, cada historia, parece una guía de comportamiento para señoritas de la época, donde se plantea un problema y se da una solución didáctica.
Pero como ya he dicho al comienzo, esa doble lectura que existe en todos los libros, depende de cada lector...
Lo que sí es cierto es que Mujercitas supuso una gran revolución literaria en la época. Fue un éxito tras su publicación y los lectores pidieron a gritos esa segunda parte que la autora tituló como "Aquellas mujercitas".
En esa parte conoceremos a las protagonistas tres años después, con su vida casi encauzada...
Pero lo que yo quería deciros, con ese gran éxito que alcanzó el libro, es que "Jo" fue un personaje totalmente innovador, alguien que rompía los esquemas y al que la gente quería pese a lo que representaba; las mujeres la admiraban por su propia falta de individualidad y en cambio los hombres por ese magnetismo que irradiaba, totalmente inusual en la época.
Os recomiendo esta novela para vosotros y vuestros hijos. No me meto en el farragoso tema de recomendarlo a un género en concreto, porque sería absurdo. Las novelas no tienen género, van destinadas a los lectores, a entretener y divertir.
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Narrativa Clásica
martes, 30 de junio de 2020
Una cabeza llena de fantasmas de Paul Tremblay
Sinopsis:
«Tengo la cabeza llena de fantasmas y estoy intentando expulsarlos».
La apacible vida de los Barrett da un giro cuando su hija Marjorie, de catorce años, empieza a mostrar síntomas horribles de esquizofrenia que los médicos no consiguen mitigar. Muy pronto, la situación ha empeorado tanto que su descenso a la locura parece imparable.
Desesperado, el padre pide ayuda a un cura para practicar un exorcismo. Y es entonces cuando se produce una vuelta de tuerca: debido a sus problemas económicos, acepta la oferta de una productora de reality shows para grabarlo todo.
Quince años después, una escritora entrevista a la hermana pequeña de Marjorie. A medida que ella rememora la tragedia, va desgranándose una impactante historia que plantea interrogantes sobre la memoria y la realidad, los medios de comunicación, el poder de la ciencia y la religión, y la naturaleza misma del mal.
Ganador del Premio de Novela Bram Stoker, Una cabeza de llena de fantasmas es un libro fascinante que combina el terror con el misterio, el drama familiar y la crítica a la sociedad del espectáculo en la estela de El resplandor de Stephen King, La maldición de Hill House de Shirley Jackson y El exorcista de William Peter Blatty.
Opinión:
Como ya os he contado en otras ocasiones, Anabel Samani nos invita cada dos meses a realizar una lectura de terror bajo la iniciativa de Lecturas junto al fuego.
En esta ocasión el título propuesto fue "Una cabeza llena de fantasmas" de Paul Tremblay, novela ganadora del Premio Bram Stoker de 2015.
Sobra decir que el galardón no fue lo que me movió a apuntarme a esta lectura, en cambio, lo que sí lo hizo fue la cita que aparece en la portada y que se atribuye a Stephen King:
Dicho esto y antes de desvelar nada más sobre mis impresiones finales paso a comentar algunos detalles sobre la estructura...
La novela se divide en tres partes y está construida con capítulos muy cortos que agilizan la lectura.
La trama comienza con una narración in extremis, es decir, empieza por el final, cuando ya han pasado quince años desde los sucesos que se van a tratar.
En esa parte conocemos a Merry en edad adulta. Ella es la hija pequeña de los Barrett y será la encargada de narrarnos, en primera persona, esos hechos que sucedieron en su familia cuando solo tenía ocho años.
Pero ese relato no solo va destinado a nosotros porque hay otro personaje que interviene en la época actual, una escritora que quiere conocer la historia al detalle para escribir un libro.
Esa es la forma en que Paul Tremblay intenta engancharnos al argumento, empezando por el final.
Merry, por lo tanto, actuará como narradora protagonista y aquí llega el primer error que encuentro en el libro.
Su narración resulta demasiado descriptiva, demasiado detallista, llegando incluso a relatar escenas o incluir en ellas detalles que luego no son relevantes para la trama.
Ella misma se contradice con su forma de actuar, porque comenta en más de una ocasión a lo largo de la novela, que sus recuerdos en algún momento pueden no ser exactos, por lo que choca mucho esa precisión a la hora de contar.
Además, algo que acabo de citar y que no quiero dejar en el tintero... cita detalles que no tienen ninguna relevancia para la trama, parecen simple relleno que intenta justificar algunas situaciones que no vienen a cuento.
"El arma de Chejov" nos enseña precisamente a no caer en ese error, cada elemento, cada dato que introduzcamos en la narración tiene que tener sentido y estar allí por algún motivo. Hay que eliminar todo lo que no tenga relevancia para la trama, porque de lo contrario puede parecer paja o un relleno innecesario.
Pero sigamos hablando de los narradores...
Vamos a encontrarnos en esta novela con un segundo cronista un tanto inusual.
Se trata de "Karen", una joven que, también en la actualidad, analiza en su blog la serie de TV que se grabó sobre el caso, una especie de Reality Show.
Lo que no me ha gustado de Karen, es que su narración gira alrededor de los vídeos que analiza y resulta muy reiterativa para mi gusto, porque vuelve a relatar lo que Merry ya nos ha contado en primera persona. Aunque eso sí, y todo debo decirlo, al alternar esas dos narraciones o puntos de vista, el autor consigue sembrar la duda, planteando interrogantes sobre lo que queda de realidad en la memoria con el paso del tiempo.
Karen plasma en su blog sus opiniones y hace un análisis magnífico de obras literarias y películas del género de terror. Un estudio que no os podéis perder porque deja a los lectores con la boca abierta y la pluma en la otra mano para tomar datos sobre las obras citadas.
Este personaje hace un gran homenaje a autores del género de horror de todos los tiempos, pero en especial a H. P. Lovecraft y a Peter Blatty, autor de "El exorcista". También me parece entrever en los personajes algunos guiños hacia King y a su novela "El resplandor".
Por cierto, sobre el homenaje al género de terror, los que hayáis leído "Siempre hemos vivido en el castillo" de Shirley Jackson, veréis que la protagonista tiene un nombre Merricat y un comportamiento ambiguo que puede recordarnos a la joven Merry de una cabeza llena de fantasmas, también podemos opinar que ambas son narradores poco fiables, incluso, hilando muy fino, podemos encontrar elementos comunes en el final de la obra, que lógicamente no puedo desvelar porque os colaría un spoiler tamaño familiar.
Para terminar con los personajes quiero deciros que los lectores intuimos que hay algo incongruente y extraño en esa familia, los Barrett.
Desde el comienzo sospechamos que son un misterio con algo siniestro que se esconde tras su comportamiento general y que me lleva a pensar que, quizás, lo que esperamos no es lo que encontramos.
Tenemos a dos protagonistas Merry y Marjorie (de Marjorie no os he hablado porque creo que es mejor conocerla en persona), pues bien, esas dos historias dependen la una de la otra y podemos hacer dos lecturas distintas, dependiendo de a quién elijamos como protagonista.
Aunque puede parecer, por lo comentado hasta ahora, que todo lo que he encontrado en esta novela es negativo, debo decir que no es así, porque hay algunos detallitos a tener en cuenta.
El primero es el análisis de obras que os he mencionado con anterioridad.
También hay una gran parte de esta historia que te atrapa con capítulos muy buenos, donde la tensión se masca, pero hay que decir que para mi gusto no llega a haber terror, que es lo que esperaba, porque así te lo venden... parece más un thriller psicológico que otra cosa.
Mi valoración final para esta novela no es muy buena como habéis visto.
Me ha mantenido enganchada a sus páginas para saber el futuro de los personajes; para descubrir la verdad, pero aquí también vuelve a defraudarme el autor, porque al llegar a la tercera parte, quedando muy poco para terminar, el mismo se marca un spoiler en toda regla y descubre el modo en que va a terminar la historia. En ese momento tira por tierra todo lo leído; ya da igual quién es el culpable, el cómo o el porqué...
«Tengo la cabeza llena de fantasmas y estoy intentando expulsarlos».
La apacible vida de los Barrett da un giro cuando su hija Marjorie, de catorce años, empieza a mostrar síntomas horribles de esquizofrenia que los médicos no consiguen mitigar. Muy pronto, la situación ha empeorado tanto que su descenso a la locura parece imparable.
Desesperado, el padre pide ayuda a un cura para practicar un exorcismo. Y es entonces cuando se produce una vuelta de tuerca: debido a sus problemas económicos, acepta la oferta de una productora de reality shows para grabarlo todo.
Quince años después, una escritora entrevista a la hermana pequeña de Marjorie. A medida que ella rememora la tragedia, va desgranándose una impactante historia que plantea interrogantes sobre la memoria y la realidad, los medios de comunicación, el poder de la ciencia y la religión, y la naturaleza misma del mal.
Ganador del Premio de Novela Bram Stoker, Una cabeza de llena de fantasmas es un libro fascinante que combina el terror con el misterio, el drama familiar y la crítica a la sociedad del espectáculo en la estela de El resplandor de Stephen King, La maldición de Hill House de Shirley Jackson y El exorcista de William Peter Blatty.
Opinión:
Como ya os he contado en otras ocasiones, Anabel Samani nos invita cada dos meses a realizar una lectura de terror bajo la iniciativa de Lecturas junto al fuego.
En esta ocasión el título propuesto fue "Una cabeza llena de fantasmas" de Paul Tremblay, novela ganadora del Premio Bram Stoker de 2015.
Sobra decir que el galardón no fue lo que me movió a apuntarme a esta lectura, en cambio, lo que sí lo hizo fue la cita que aparece en la portada y que se atribuye a Stephen King:
"Me mató de miedo".
Siempre os digo que no hay que fiarse mucho de las opiniones que aparecen en las fajas de los libros o, como en este caso, en las que vienen impresas, porque me pregunto tras haberlo leído ¿qué parte es la que le dio miedo al gran maestro del terror?Dicho esto y antes de desvelar nada más sobre mis impresiones finales paso a comentar algunos detalles sobre la estructura...
La novela se divide en tres partes y está construida con capítulos muy cortos que agilizan la lectura.
La trama comienza con una narración in extremis, es decir, empieza por el final, cuando ya han pasado quince años desde los sucesos que se van a tratar.
En esa parte conocemos a Merry en edad adulta. Ella es la hija pequeña de los Barrett y será la encargada de narrarnos, en primera persona, esos hechos que sucedieron en su familia cuando solo tenía ocho años.
Pero ese relato no solo va destinado a nosotros porque hay otro personaje que interviene en la época actual, una escritora que quiere conocer la historia al detalle para escribir un libro.
Esa es la forma en que Paul Tremblay intenta engancharnos al argumento, empezando por el final.
Merry, por lo tanto, actuará como narradora protagonista y aquí llega el primer error que encuentro en el libro.
Su narración resulta demasiado descriptiva, demasiado detallista, llegando incluso a relatar escenas o incluir en ellas detalles que luego no son relevantes para la trama.
Ella misma se contradice con su forma de actuar, porque comenta en más de una ocasión a lo largo de la novela, que sus recuerdos en algún momento pueden no ser exactos, por lo que choca mucho esa precisión a la hora de contar.
Además, algo que acabo de citar y que no quiero dejar en el tintero... cita detalles que no tienen ninguna relevancia para la trama, parecen simple relleno que intenta justificar algunas situaciones que no vienen a cuento.
"El arma de Chejov" nos enseña precisamente a no caer en ese error, cada elemento, cada dato que introduzcamos en la narración tiene que tener sentido y estar allí por algún motivo. Hay que eliminar todo lo que no tenga relevancia para la trama, porque de lo contrario puede parecer paja o un relleno innecesario.
Pero sigamos hablando de los narradores...
Vamos a encontrarnos en esta novela con un segundo cronista un tanto inusual.
Se trata de "Karen", una joven que, también en la actualidad, analiza en su blog la serie de TV que se grabó sobre el caso, una especie de Reality Show.
Lo que no me ha gustado de Karen, es que su narración gira alrededor de los vídeos que analiza y resulta muy reiterativa para mi gusto, porque vuelve a relatar lo que Merry ya nos ha contado en primera persona. Aunque eso sí, y todo debo decirlo, al alternar esas dos narraciones o puntos de vista, el autor consigue sembrar la duda, planteando interrogantes sobre lo que queda de realidad en la memoria con el paso del tiempo.
Karen plasma en su blog sus opiniones y hace un análisis magnífico de obras literarias y películas del género de terror. Un estudio que no os podéis perder porque deja a los lectores con la boca abierta y la pluma en la otra mano para tomar datos sobre las obras citadas.
Este personaje hace un gran homenaje a autores del género de horror de todos los tiempos, pero en especial a H. P. Lovecraft y a Peter Blatty, autor de "El exorcista". También me parece entrever en los personajes algunos guiños hacia King y a su novela "El resplandor".
Por cierto, sobre el homenaje al género de terror, los que hayáis leído "Siempre hemos vivido en el castillo" de Shirley Jackson, veréis que la protagonista tiene un nombre Merricat y un comportamiento ambiguo que puede recordarnos a la joven Merry de una cabeza llena de fantasmas, también podemos opinar que ambas son narradores poco fiables, incluso, hilando muy fino, podemos encontrar elementos comunes en el final de la obra, que lógicamente no puedo desvelar porque os colaría un spoiler tamaño familiar.
Para terminar con los personajes quiero deciros que los lectores intuimos que hay algo incongruente y extraño en esa familia, los Barrett.
Desde el comienzo sospechamos que son un misterio con algo siniestro que se esconde tras su comportamiento general y que me lleva a pensar que, quizás, lo que esperamos no es lo que encontramos.
Tenemos a dos protagonistas Merry y Marjorie (de Marjorie no os he hablado porque creo que es mejor conocerla en persona), pues bien, esas dos historias dependen la una de la otra y podemos hacer dos lecturas distintas, dependiendo de a quién elijamos como protagonista.
Aunque puede parecer, por lo comentado hasta ahora, que todo lo que he encontrado en esta novela es negativo, debo decir que no es así, porque hay algunos detallitos a tener en cuenta.
El primero es el análisis de obras que os he mencionado con anterioridad.
También hay una gran parte de esta historia que te atrapa con capítulos muy buenos, donde la tensión se masca, pero hay que decir que para mi gusto no llega a haber terror, que es lo que esperaba, porque así te lo venden... parece más un thriller psicológico que otra cosa.
Mi valoración final para esta novela no es muy buena como habéis visto.
Me ha mantenido enganchada a sus páginas para saber el futuro de los personajes; para descubrir la verdad, pero aquí también vuelve a defraudarme el autor, porque al llegar a la tercera parte, quedando muy poco para terminar, el mismo se marca un spoiler en toda regla y descubre el modo en que va a terminar la historia. En ese momento tira por tierra todo lo leído; ya da igual quién es el culpable, el cómo o el porqué...
martes, 23 de junio de 2020
El mapa de los afectos de Ana Merino
Sinopsis:
Valeria, una joven maestra de escuela que tiene una relación secreta con Tom, que le lleva treinta años, se enfrenta al dilema de los sentimientos y quiere entender el significado del amor. En el pueblo donde enseña, Lilian desaparece sin motivo aparente mientras su marido está en la otra punta del mundo. Greg, un hombre a quien le pierden las mujeres, frecuenta un club de alterne de los alrededores para ahuyentar su descontento, hasta que un día se ve descubierto de la peor manera posible.
A partir de momentos como estos en el transcurrir de una pequeña comunidad rural, nos adentramos en los misterios cotidianos de sus habitantes. Las vidas de todos ellos no solamente se irán cruzando a lo largo de más de dos décadas, sino que estarán condicionadas por la fuerza magnética de los afectos, la aleatoriedad del azar o por la justicia poética que a veces nos traen los acontecimientos más inesperados.
El mapa de los afectos persigue el rastro de las personas que construyen las historias escondidas de los lugares; sitios donde se evocan ausencias, sucesos extraños, donde ocurren crímenes inexplicables, se convive con las tensiones personales y familiares y donde solo la pulsión del bien sedimenta el poso necesario para seguir viviendo.
Opinión:
Lo primero que quiero decir, para comenzar esta reseña, es que no me llaman en exceso los libros que obtienen algún galardón, aunque es cierto que muchas veces he terminado leyéndolos. El motivo es que, a priori, no me fío de todo ese arrastre mediático que conlleva el ganar un certamen importante.
Cuando me regalaron este libro ya sabía que había sido galardonado con el Premio Nadal 2020, además de que, en su día, había visto por la televisión la consabida entrevista posterior a la gala del premio.
Tras esa pequeña presentación de la novela, reconozco que el argumento tampoco me llamó la atención, pero como soy de la opinión de que los posibles prejuicios personales sobre algo deben dejarse al margen de la obra, decidí hacerle un hueco hace unos días.
Tras su lectura me ha quedado un regusto agridulce. Se ha convertido en un libro curioso a ratos, pero al que no he conseguido pillarle el punto.
Me queda una sensación de haber leído pequeñas fábulas que buscaban una reflexión en el lector. Como si la autora incluyese una selección de temas de fondo, infinitos, para conectar con todos los tipos de lectores...
Me pregunto si no se presentaron manuscritos más interesantes para ganar el Nadal, con lo que mi observación me lleva de nuevo a cuestionar los premios literarios.
Lo cierto es que lo que más me ha sorprendido de él es su estructura que para nada me podía imaginar.
Dicho esto, comienzo a hacer un breve esquema, muy general, de lo que me ha gustado y de lo que no.
El mapa de los afectos es una novela coral surcada por un sinfín de personajes que entrecruzan sus historias, por lo tanto no vamos a tener una trama definida, el argumento lo van componiendo los personajes poco a poco, según avanza la lectura.
Cada capítulo esconde un personaje y él nos contará una situación o un hecho que marcó su vida.
A través de esas anécdotas, de los sentimientos de los personajes, de su forma de actuar o de ver la vida, se va dibujando un mapa de emociones que se convierte solo en una pequeña muestra de nuestra sociedad.
Para ello, la autora sitúa la acción en un pueblo del interior de Estados unidos. En esa pequeña comunidad rural, todos los personajes terminarán relacionándose entre sí, por un motivo u otro, mientras el tiempo avanza sin detenerse.
Os he comentado más arriba que no me imaginaba la novela así, me refiero a ir creando una historia a base de que cada personaje nos cuente un momento en concreto de su vida que enlazará con la de otros protagonistas. Lo cierto es que esa estructura me ha parecido curiosa.
El libro lo componen 22 capítulos más un epílogo, donde los títulos de cada uno de ellos ya dan una pista de lo que encontraremos en su interior.
Aquí debo señalar que al igual que hay capítulos que me han parecido muy interesantes, hay otros que no, lo que contaban me parecía solo relleno, y eso en esta novela es algo a tener en cuenta, porque cada historia de forma individual termina influyendo en ese relato general que crea la autora.
Valeria, a pesar de ser el personaje con el que se inicia y termina esta novela coral, sus capítulos me han parecido un sinsentido.
Soy de la opinión de que un buen inicio es tan importante como un buen final y lo que Valeria cuenta, al menos al principio, vuelvo a repetir que bajo mi punto de vista, aporta cero a la trama. Sí es verdad que este personaje en cuestión, que parece tener mayor protagonismo, no sé por qué, nos conduce hasta un tema importante y de actualidad que implica una reflexión.
Ese es otro de los detalles que sí me ha gustado, es decir, encontrar grandes reflexiones en algunos de los capítulos, relacionadas con temas muy actuales como la inmigración o el falso feminismo, por citar solo un par.
Pero no es un libro que me haya emocionado, porque algunas historias no han llegado ni a interesarme y aportaban a la lectura un ritmo irregular, quizás por esa estructura de contar algo de forma tan escueta, sin profundizar y saltar inmediatamente a otro personaje.
Creo que su prosa tiene estilo, resulta agradable pero le falta chispa, quizás el alma de esos personajes que son tratados con superficialidad, y además, sabiendo que la autora viene del mundo de la poesía, he echado también en falta más lirismo.
Y así termino la reseña. Ahora os toca decidir, porque al final sois vosotros los únicos que tenéis la llave para elegir sobre qué queréis leer o el modo en que empleáis vuestro tiempo. También quiero deciros que había leído muchas comentarios positivos que animaban a leer esta obra, los cuales respeto profundamente, pero todo esto ya sabéis que se limita únicamente a una cuestión de gustos.
Valeria, una joven maestra de escuela que tiene una relación secreta con Tom, que le lleva treinta años, se enfrenta al dilema de los sentimientos y quiere entender el significado del amor. En el pueblo donde enseña, Lilian desaparece sin motivo aparente mientras su marido está en la otra punta del mundo. Greg, un hombre a quien le pierden las mujeres, frecuenta un club de alterne de los alrededores para ahuyentar su descontento, hasta que un día se ve descubierto de la peor manera posible.
A partir de momentos como estos en el transcurrir de una pequeña comunidad rural, nos adentramos en los misterios cotidianos de sus habitantes. Las vidas de todos ellos no solamente se irán cruzando a lo largo de más de dos décadas, sino que estarán condicionadas por la fuerza magnética de los afectos, la aleatoriedad del azar o por la justicia poética que a veces nos traen los acontecimientos más inesperados.
El mapa de los afectos persigue el rastro de las personas que construyen las historias escondidas de los lugares; sitios donde se evocan ausencias, sucesos extraños, donde ocurren crímenes inexplicables, se convive con las tensiones personales y familiares y donde solo la pulsión del bien sedimenta el poso necesario para seguir viviendo.
Opinión:
Lo primero que quiero decir, para comenzar esta reseña, es que no me llaman en exceso los libros que obtienen algún galardón, aunque es cierto que muchas veces he terminado leyéndolos. El motivo es que, a priori, no me fío de todo ese arrastre mediático que conlleva el ganar un certamen importante.
Cuando me regalaron este libro ya sabía que había sido galardonado con el Premio Nadal 2020, además de que, en su día, había visto por la televisión la consabida entrevista posterior a la gala del premio.
Tras esa pequeña presentación de la novela, reconozco que el argumento tampoco me llamó la atención, pero como soy de la opinión de que los posibles prejuicios personales sobre algo deben dejarse al margen de la obra, decidí hacerle un hueco hace unos días.
Tras su lectura me ha quedado un regusto agridulce. Se ha convertido en un libro curioso a ratos, pero al que no he conseguido pillarle el punto.
Me queda una sensación de haber leído pequeñas fábulas que buscaban una reflexión en el lector. Como si la autora incluyese una selección de temas de fondo, infinitos, para conectar con todos los tipos de lectores...
Me pregunto si no se presentaron manuscritos más interesantes para ganar el Nadal, con lo que mi observación me lleva de nuevo a cuestionar los premios literarios.
Lo cierto es que lo que más me ha sorprendido de él es su estructura que para nada me podía imaginar.
Dicho esto, comienzo a hacer un breve esquema, muy general, de lo que me ha gustado y de lo que no.
El mapa de los afectos es una novela coral surcada por un sinfín de personajes que entrecruzan sus historias, por lo tanto no vamos a tener una trama definida, el argumento lo van componiendo los personajes poco a poco, según avanza la lectura.
Cada capítulo esconde un personaje y él nos contará una situación o un hecho que marcó su vida.
A través de esas anécdotas, de los sentimientos de los personajes, de su forma de actuar o de ver la vida, se va dibujando un mapa de emociones que se convierte solo en una pequeña muestra de nuestra sociedad.
Para ello, la autora sitúa la acción en un pueblo del interior de Estados unidos. En esa pequeña comunidad rural, todos los personajes terminarán relacionándose entre sí, por un motivo u otro, mientras el tiempo avanza sin detenerse.
Os he comentado más arriba que no me imaginaba la novela así, me refiero a ir creando una historia a base de que cada personaje nos cuente un momento en concreto de su vida que enlazará con la de otros protagonistas. Lo cierto es que esa estructura me ha parecido curiosa.
El libro lo componen 22 capítulos más un epílogo, donde los títulos de cada uno de ellos ya dan una pista de lo que encontraremos en su interior.
Aquí debo señalar que al igual que hay capítulos que me han parecido muy interesantes, hay otros que no, lo que contaban me parecía solo relleno, y eso en esta novela es algo a tener en cuenta, porque cada historia de forma individual termina influyendo en ese relato general que crea la autora.
Valeria, a pesar de ser el personaje con el que se inicia y termina esta novela coral, sus capítulos me han parecido un sinsentido.
Soy de la opinión de que un buen inicio es tan importante como un buen final y lo que Valeria cuenta, al menos al principio, vuelvo a repetir que bajo mi punto de vista, aporta cero a la trama. Sí es verdad que este personaje en cuestión, que parece tener mayor protagonismo, no sé por qué, nos conduce hasta un tema importante y de actualidad que implica una reflexión.
Ese es otro de los detalles que sí me ha gustado, es decir, encontrar grandes reflexiones en algunos de los capítulos, relacionadas con temas muy actuales como la inmigración o el falso feminismo, por citar solo un par.
Pero no es un libro que me haya emocionado, porque algunas historias no han llegado ni a interesarme y aportaban a la lectura un ritmo irregular, quizás por esa estructura de contar algo de forma tan escueta, sin profundizar y saltar inmediatamente a otro personaje.
Creo que su prosa tiene estilo, resulta agradable pero le falta chispa, quizás el alma de esos personajes que son tratados con superficialidad, y además, sabiendo que la autora viene del mundo de la poesía, he echado también en falta más lirismo.
Y así termino la reseña. Ahora os toca decidir, porque al final sois vosotros los únicos que tenéis la llave para elegir sobre qué queréis leer o el modo en que empleáis vuestro tiempo. También quiero deciros que había leído muchas comentarios positivos que animaban a leer esta obra, los cuales respeto profundamente, pero todo esto ya sabéis que se limita únicamente a una cuestión de gustos.
martes, 16 de junio de 2020
El mercader de libros de Luis Zueco
Sinopsis:
Hubo un tiempo en que los libros podían descubrir nuevos mundos, tambalear los dogmas más sagrados y cambiar el curso de la Historia.
Esta novela es un viaje a los años siguientes a la invención de la imprenta, cuando un mercader de libros emprende la búsqueda de un misterioso ejemplar que ha sido robado de la mayor biblioteca de Occidente, creada en Sevilla por el hijo de Cristóbal Colón.
Año 1517. El joven Thomas atraviesa la incipiente Europa renacentista huyendo de su pasado. Son los años siguientes al descubrimiento de América y la invención de la imprenta, un periodo de profundos cambios que han supuesto el fin de la Edad Media. La curiosidad que siente por el Nuevo Mundo, cosechada en sus múltiples lecturas, le llevará hasta España, donde comenzará a trabajar con un mercader de libros.
El encargo de localizar un ejemplar envuelto en un halo misterioso le conduce hasta Sevilla, una próspera ciudad que sirve como enlace en el comercio con las Indias y que alberga, entre sus murallas, la biblioteca más importante de Occidente, creada por el hijo de Cristóbal Colón y llamada la Colombina. Será precisamente allí donde Thomas descubra que alguien ha robado el libro que él busca y, por alguna razón, tiene mucho interés en que nadie lo encuentre.
Hubo un tiempo en que los libros permitían descubrir nuevos mundos, tambalear los dogmas más sagrados y cambiar el curso de la Historia. Luis Zueco nos sumerge en los albores de la bibliofilia y nos traslada, en una perfecta unión de rigor histórico y trama trepidante, a una época en la que la palabra impresa podía ser el arma más peligrosa.
Opinión:
Voy a hacer una reseña muy general sobre esta nueva novela de Luis Zueco, porque tampoco me apetece desvelar más de lo que se cuenta en la sinopsis, que ya creo que es demasiado, así que me centraré en los aspectos que más me han gustado.
Hay algunas cosas que me apasionan de este autor y que hacen que cada vez que publica un libro vuele a hacerme con él.
La primera es la sencillez de su prosa; lo didácticos que resultan sus contenidos; la intriga que aporta a la trama y las historias tan hipnóticas que arrastran sus personajes; sin olvidar mencionar la forma en que realidad y ficción se entrecruzan...
Creo que ese sería un resumen bastante aceptable a la hora de hablar de sus novelas.
Los libros vertebran esta novela y sumado a los personajes reales y de ficción que campan a sus anchas por este libro, vamos a tener un argumento cargado de conocimiento, aventuras y de anécdotas que nos descubrirán detalles sobre el origen de los libros.
La novela se divide en ocho partes. Un total de ochenta capítulos, un prefacio que encontramos al comienzo y un epílogo que dará por terminada la historia.
La construcción de los protagonistas y de los secundarios, así como su desarrollo, resulta vital a la hora de dar credibilidad a los hechos; y como vais a poder comprobar a lo largo de esta reseña, el término credibilidad va a estar muy presente, porque en las obras de ficción histórica es un elemento primordial.
A pesar de que algunos de ellos experimentan un arco de transformación negativo, esa transición que sufren y que repercute en el protagonista, viene a demostrar que un personaje puede resultar antipático o incómodo y aun así resultar positivo para la trama, porque nos muestra el mundo tal y como él lo ve, sin necesidad de ser del agrado del lector.
Debo decir que todos, sin excepción, me han gustado, pero esos que acabo de mencionar y cuyo arco dramático era descendiente, son los que me han aportado mejores momentos, porque ocultaban su verdadera naturaleza. Su comportamiento ambiguo me hacía dudar constantemente de ellos, al estar embozados en un halo de misterio, e iban alimentando la trama, sembrando sucesivos conflictos narrativos.
El autor nos ofrece unos personajes acordes con las costumbres, con los modos de pensar en la época y las escenas en las que participan son las encargadas de aportar la carga real del relato.
Esto último que acabo de mencionar abre la puerta directamente al siguiente apartado:
En este libro vamos a ver reflejados no solo los aspectos políticos, económicos o religiosos, sino también los sociales, muy especialmente en los relacionados con la vida cotidiana de los protagonistas.
Es cierto que muchas veces resulta imposible cubrir todos los aspectos con un cien por cien de fiabilidad y quedan vacíos que deben cubrirse con la interpretación, pero es que hasta esos detalles aquí encajan a la perfección.
Y ahora sí me despido.
Como habéis podido comprobar esta novela es una excelente opción de lectura, no os lo digo yo, os lo dicen los detalles que acabo de señalar, pero por si os queda aún alguna duda os pongo una cita que aparece en su interior...
Hubo un tiempo en que los libros podían descubrir nuevos mundos, tambalear los dogmas más sagrados y cambiar el curso de la Historia.
Esta novela es un viaje a los años siguientes a la invención de la imprenta, cuando un mercader de libros emprende la búsqueda de un misterioso ejemplar que ha sido robado de la mayor biblioteca de Occidente, creada en Sevilla por el hijo de Cristóbal Colón.
Año 1517. El joven Thomas atraviesa la incipiente Europa renacentista huyendo de su pasado. Son los años siguientes al descubrimiento de América y la invención de la imprenta, un periodo de profundos cambios que han supuesto el fin de la Edad Media. La curiosidad que siente por el Nuevo Mundo, cosechada en sus múltiples lecturas, le llevará hasta España, donde comenzará a trabajar con un mercader de libros.
El encargo de localizar un ejemplar envuelto en un halo misterioso le conduce hasta Sevilla, una próspera ciudad que sirve como enlace en el comercio con las Indias y que alberga, entre sus murallas, la biblioteca más importante de Occidente, creada por el hijo de Cristóbal Colón y llamada la Colombina. Será precisamente allí donde Thomas descubra que alguien ha robado el libro que él busca y, por alguna razón, tiene mucho interés en que nadie lo encuentre.
Hubo un tiempo en que los libros permitían descubrir nuevos mundos, tambalear los dogmas más sagrados y cambiar el curso de la Historia. Luis Zueco nos sumerge en los albores de la bibliofilia y nos traslada, en una perfecta unión de rigor histórico y trama trepidante, a una época en la que la palabra impresa podía ser el arma más peligrosa.
Opinión:
Voy a hacer una reseña muy general sobre esta nueva novela de Luis Zueco, porque tampoco me apetece desvelar más de lo que se cuenta en la sinopsis, que ya creo que es demasiado, así que me centraré en los aspectos que más me han gustado.
Hay algunas cosas que me apasionan de este autor y que hacen que cada vez que publica un libro vuele a hacerme con él.
La primera es la sencillez de su prosa; lo didácticos que resultan sus contenidos; la intriga que aporta a la trama y las historias tan hipnóticas que arrastran sus personajes; sin olvidar mencionar la forma en que realidad y ficción se entrecruzan...
Creo que ese sería un resumen bastante aceptable a la hora de hablar de sus novelas.
El amor por los libros
Pero... ¿Qué novedad nos ofrece Luis Zueco en El mercader de libros?
Pues un binomio perfecto, el que surge de unir la palabra libros y pasión; una historia perfecta para todos nosotros, los amantes de la literatura.Los libros vertebran esta novela y sumado a los personajes reales y de ficción que campan a sus anchas por este libro, vamos a tener un argumento cargado de conocimiento, aventuras y de anécdotas que nos descubrirán detalles sobre el origen de los libros.
La novela se divide en ocho partes. Un total de ochenta capítulos, un prefacio que encontramos al comienzo y un epílogo que dará por terminada la historia.
Los personajes
El detalle que más me ha gustado gira alrededor de los personajes, esos seres ficticios o reales que intervienen en la acción de la obra.La construcción de los protagonistas y de los secundarios, así como su desarrollo, resulta vital a la hora de dar credibilidad a los hechos; y como vais a poder comprobar a lo largo de esta reseña, el término credibilidad va a estar muy presente, porque en las obras de ficción histórica es un elemento primordial.
A pesar de que algunos de ellos experimentan un arco de transformación negativo, esa transición que sufren y que repercute en el protagonista, viene a demostrar que un personaje puede resultar antipático o incómodo y aun así resultar positivo para la trama, porque nos muestra el mundo tal y como él lo ve, sin necesidad de ser del agrado del lector.
Debo decir que todos, sin excepción, me han gustado, pero esos que acabo de mencionar y cuyo arco dramático era descendiente, son los que me han aportado mejores momentos, porque ocultaban su verdadera naturaleza. Su comportamiento ambiguo me hacía dudar constantemente de ellos, al estar embozados en un halo de misterio, e iban alimentando la trama, sembrando sucesivos conflictos narrativos.
El autor nos ofrece unos personajes acordes con las costumbres, con los modos de pensar en la época y las escenas en las que participan son las encargadas de aportar la carga real del relato.
Esto último que acabo de mencionar abre la puerta directamente al siguiente apartado:
La ambientación
En todas las obras que he leído de este autor se nota el gran trabajo de documentación previo, dando como fruto una reconstrucción de épocas lejanas muy acertada. Este comentario podría resultar banal, pero no lo es, porque no es extraño encontrarnos con obras de ficción histórica cargadas de errores de bulto.
En este libro vamos a ver reflejados no solo los aspectos políticos, económicos o religiosos, sino también los sociales, muy especialmente en los relacionados con la vida cotidiana de los protagonistas.
Es cierto que muchas veces resulta imposible cubrir todos los aspectos con un cien por cien de fiabilidad y quedan vacíos que deben cubrirse con la interpretación, pero es que hasta esos detalles aquí encajan a la perfección.
La ambientación es como estáis viendo, simplemente redonda.
Este libro nos invita a comenzar un viaje que nos llevará a recorrer el mapa por varias ciudades, entre ellas Amberes, Zaragoza o Sevilla.
Esa Sevilla floreciente del siglo XVI, la renacentista que se abre al Nuevo mundo y que va a convertirse en uno de los escenarios principales, brilla bajo la pluma de Luis Zueco, ya que aparecerá ante nuestra mirada, plasmada en bellas y vívidas descripciones.
Para terminar os diré que también vamos a encontrar referencias constantes a los libros clásicos y a la vida de personajes históricos, entre los que se encuentra Hernando Colón, gran bibliófilo y cosmógrafo; un gran amante de los libros y creador de una de las bibliotecas más completas de la historia.
Pero no quiero despedirme sin mencionaros antes a otro personaje, esta vez omnipresente, que perseguirá a Thomas Babel y que nos acompañará a lo largo de esta novela, un gran personaje al que hoy debemos mucho: "La imprenta".
Este libro nos invita a comenzar un viaje que nos llevará a recorrer el mapa por varias ciudades, entre ellas Amberes, Zaragoza o Sevilla.
Esa Sevilla floreciente del siglo XVI, la renacentista que se abre al Nuevo mundo y que va a convertirse en uno de los escenarios principales, brilla bajo la pluma de Luis Zueco, ya que aparecerá ante nuestra mirada, plasmada en bellas y vívidas descripciones.
Para terminar os diré que también vamos a encontrar referencias constantes a los libros clásicos y a la vida de personajes históricos, entre los que se encuentra Hernando Colón, gran bibliófilo y cosmógrafo; un gran amante de los libros y creador de una de las bibliotecas más completas de la historia.
Pero no quiero despedirme sin mencionaros antes a otro personaje, esta vez omnipresente, que perseguirá a Thomas Babel y que nos acompañará a lo largo de esta novela, un gran personaje al que hoy debemos mucho: "La imprenta".
Y ahora sí me despido.
Como habéis podido comprobar esta novela es una excelente opción de lectura, no os lo digo yo, os lo dicen los detalles que acabo de señalar, pero por si os queda aún alguna duda os pongo una cita que aparece en su interior...
"Los libros son una buena brújula para cuando no sabes qué camino tomar".
martes, 9 de junio de 2020
Entre visillos de Carmen Martín Gaite
Después de algunos años de ausencia, Pablo Klein vuelve a la ciudad de provincias donde ha pasado su infancia para ejercer como profesor de alemán en el instituto.
Allí entabla relación con distintas personas de la ciudad, fundamentalmente jóvenes, y con las alumnas del instituto, sobre todo con Natalia.
A través de las ocupaciones cotidianas de este grupo de jóvenes, de sus angustias, del aburrimiento y de la falta de imaginación, Carmen Martín Gaite traza el perfil de una juventud sin ilusión.
Opinión:
Hoy os traigo al blog la reseña de un libro que en los últimos años se ha convertido en un fijo de clubes y talleres, al tiempo que se ha ganado un puesto bien merecido en las lecturas de Instituto.
Fue la primera novela extensa de Carmen Martín Gaite y con ella obtuvo el Premio Nadal en 1957.
He visto muchos comentarios que apuntan a que Pablo Klein es el protagonista indiscutible de esta historia. Puede que no se equivoquen, ya que hay tantas interpretaciones como lectores para un mismo libro, por eso hoy, en esta estantería virtual, voy a dejaros la mía, que como digo no es más ni menos válida que otras.
Pablo Klein es un joven que llega a una ciudad de provincias para ejercer de profesor de alemán.
Es cierto que su historia es la columna vertebral de la novela pero yo encuentro demasiados indicios que me demuestran que no es el protagonista principal, por mucho que haya lectores que se basan en que Carmen Martín Gaite le dio voz e hilo propio narrado en primera persona.
Es cierto, y yo os lo he contado así en alguna ocasión en este blog, que hay autores que demuestran la importancia de un personaje sobre otro precisamente por esos detalles que acabo de mencionar y que subrayo arriba. Así relegan a un segundo término al resto de personajes...
Pero no siempre es así, no hay una norma fija e inquebrantable; hay que leer la obra y analizar individualmente cada detalle.
En Entre visillos nos encontramos con un personaje, Pablo, a través del cual conocemos a Natalia y llegaremos así a las vidas de los otros personajes femeninos que componen la narración.
Él es un narrador testigo, pero no el protagonista principal, porque tan solo es el medio empleado para narrar unos hechos, para hacernos partícipes de unas situaciones.
Pablo cumple con un fin determinado. Es el encargado de mostrarnos la vida de un grupo de chicas y mostrar las diferencias entre sexos.
Es cierto que interviene en el relato como personaje, pero el tema central no gira en torno a él. Nos va a contar lo que ocurre según lo ve, debería ser objetivo pero no puede evitar tomar partido y mostrar en determinados momentos su opinión.
Vemos a través de él, no solo su modo de pensar y de actuar que se enfrenta a la mirada conformista de ellas, sino que también vemos a la sociedad que las envuelve.
Ellas son protagonistas en distintos grados, pero realmente la verdadera protagonista es la sociedad y ese patriarcado que las relega a ser invisibles con una gran metáfora de fondo "El amor como cárcel".
Entre visillos es una novela coral con mucho diálogo, con lo que consigue un estilo sencillo pero muy directo.
Los personajes quizás nos pueden parecer demasiado estereotipados, pero a través de ellos consigue algo muy concreto y realista: centrar la historia en analizar el papel de las mujeres en la posguerra y sobre todo en la desigualdad de sexos.
La novela se ajusta al modo clásico de introducción, nudo y desenlace, y los acontecimientos seguirán un orden cronológico lineal.
Hay una una polifonía narrativa. unos capítulos aparecen en primera persona y en cambio en otros el narrador es en tercera.
Pablo, del que ya hemos hablado, nos narrará en primera persona, al igual que Natalia que lo hace aportando datos a través de lo que plasma en su diario. El narrador externo será el encargado de contar las partes en que Pablo y Natalia no pueden ser testigos.
El libro narra solo unos meses de la vida de los personajes; es como una pequeña muestra de la situación social, y al terminar intuiremos, ya que no se dice de forma explícita, lo que el futuro deparará a cada uno de ellos.
Entre los temas que se tratan encontramos el poder religioso; la hipocresía social, de ahí el título, porque una cosa es lo que se veía y otra la realidad que se vivía de puertas adentro.
Lo que también puede apreciarse es la falta de comunicación entre los personajes; la dificultad, los impedimentos a la hora de expresar opiniones y su frustración.
Me gustan este tipo de novelas porque nos permiten retroceder la mirada, observar sin interferir y hacernos una idea más clara de la situación que se vivía en el momento: política, social, económica o religiosa.
Ya para terminar os diré que la autora nos va a ofrecer una gran diversidad de personajes femeninos, construyendo la novela alrededor de las charlas y opiniones de las muchachas, haciendo hincapié en ese papel pasivo que las ha tocado vivir. No va a dar voz directa a las mujeres, lo hace, como habéis visto, a través del relato de Pablo y de las escenas que Natalia describe en su diario.
Natalia es un gran personaje en el cual podemos encontrar notas autobiográficas de la autora.
Es una joven que ve que no encaja porque no quiere lo mismo que las demás, ella es la única que se permite soñar; A mí me recuerda mucho a Jo, personaje principal de "Mujercitas" de Louisa May Alcott.
De ese modo, vamos a ver la diferencia entre ellas, pero también lo que las une, esa presión social que las asfixia y que la mayoría termina asumiendo. En todos los capítulos veremos ambientes cargados de machismo y también observaremos que todas, salvo Natalia, están atadas a un destino prefijado, a un futuro que ven que se les escapa.
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martes, 2 de junio de 2020
El gato negro de Edgar Allan Poe
Edgar Allan Poe llevó a cabo lo que ningún escritor había logrado antes: liberar las terribles imágenes que atesora el subconsciente para dejarlas caminar entre sus páginas. Abanderado de la novela gótica y precursor del relato detectivesco y de la ciencia ficción, sus historias llevan el suspense y el desasosiego hasta una perfección nunca alcanzada y quizá jamás alcanzable de nuevo.
Cuentos completos reúne un total de setenta piezas, de las cuales siete eran inéditas hasta ahora en castellano. Thomas Ollive Mabbot, máxima figura en el estudio de la obra de Poe, firma la esclarecedora introducción. Asimismo, a cada relato corresponde una sucinta nota editorial, anexos que completamos, cerrando el tomo, con los prefacios que el propio autor compuso para Tales of the Folio Club y Tales of the Grotesque and Arabesque y los escritos de su coetáneo y principal valedor europeo, Charles Baudelaire.
Opinión:
El gato negro siempre ha estado unido a antiguas y falsas supersticiones y se ha relacionado el color de su pelaje con la mala suerte y la brujería. He dicho "antiguas y falsas supersticiones", aunque eso no es del todo cierto, porque la verdad es que hoy en día, los gatos de ese color siguen sufriendo esa discriminación y en los refugios y protectoras de animales estos siguen siendo los grandes marginados.
Hoy voy a hablaros de un relato que podéis encontrar en este libro de la editorial Penguin Classics, donde aparecen publicados setenta cuentos de Edgar Allan Poe y donde también podréis encontrar siete relatos hasta ahora inéditos en castellano.
Entre esos relatos se encuentra uno que tiene a estos protagonistas animales que acabo de mencionar y la narración lleva el título de "El gato negro".
Solo voy a hablaros de ese cuento porque es la propuesta de lectura que hizo Anabel Samani desde su blog, para los meses de abril-mayo, y que hemos compartido con varios amigos lectores a través de twitter.
Pero os prometo que poco a poco, muchas de esas narraciones irán apareciendo reseñadas en este blog.
Los cuentos de terror de Poe son quizás los más conocidos de su obra, aunque este escritor, ya sabéis, que también sobresalió escribiendo relatos detectivescos. De entre esos cuentos góticos, los que más me gustan a mí, son los títulos de "La caída de la casa Usher", "El barril de amontillado", "El pozo y el péndulo", "Berenice" y éste del que os hablo hoy, "El gato negro", quizás por ese toque macabro y misterioso que invade la lectura desde los primeros párrafos.
El gato negro fue escrito a finales de 1842 y vendido al "Saturday Evening Post", donde apareció publicado por primera vez. Está considerado, como ya os he indicado más arriba, no solo como uno de los mejores cuentos de este escritor sino también como uno de los más siniestros de la historia de la literatura.
En este cuento juega con la superstición que arrastran esos pequeños peludos, pero también incluye la maldad, la violencia, la reencarnación y el castigo que podemos llegar a ver los lectores como una especie de justicia divina y en la que intuimos que se esconde la nota de humor, aunque eso sí, un humor un poco negro.
Su pluma no resulta sobrecargada, pero sí es cierto que en ella se esconden notas autobiográficas, la influencia del opio y del alcohol e incluso podemos descubrir el uso de alegorías, por lo que su lectura se convierte, al menos para mí, en una especie de juego de enigmas, intentando averiguar el sentido simbólico entre lo que se dice y/o lo que se quiere decir.
Si os adentráis en esta obra puede que como a mí os recuerde a otras más actuales, y es que la calidad artística de este autor tiene, no quiero decir imitadores, pero sí muchos herederos.
El comienzo de esta lectura, a mí me recordaba al inicio de "Medium", un relato corto de Pío Baroja, quizás por ese narrador personaje que intenta descargar el peso de su alma y convencernos de que todo lo relatado es cierto y no fruto de una mente que desvaría ni de un sueño.
Pero también podéis encontrar reminiscencias de esta historia en "Cementerio de animales" de Stephen King, porque los protagonistas de ambos relatos parecen nacidos de la misma camada.
Es sin duda uno de los mejores cuentos góticos que podéis leer.
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martes, 26 de mayo de 2020
La bruja de Ravensworth de George Brewer
Sinopsis:
El ambicioso y mezquino barón de La Braunch celebra su boda con lady Bertha, viuda y madre de un niño. Durante el banquete, la terrible bruja de Ravensworth irrumpe en el castillo y vaticina a la novia infinitas desdichas. Sin embargo, su esposo ve en la anciana un medio para alcanzar títulos y fortuna y no dudará en acudir a su choza en el bosque para ganarse su favor y el del demoníaco señor al que esta sirve. Engaños, secuestros, pasadizos, puertas secretas... de todo se valdrá el barón para lograr lo que tanto ansía, perdiendo progresivamente su alma en un camino sin retorno. Por su parte, tras sus sanguinarios actos, también la bruja oculta un oscuro secreto.
Esta excepcional novela gótica, traducida por primera vez al castellano, granjeó a su autor el favor de un público cautivado por la embriagadora opulencia de una magistral historia de terror, donde el bien y el mal se enfrentan en una lograda y asfixiante atmósfera de pesadilla.
Opinión:
George Brewer es un autor bastante desconocido a pesar de su prolífica carrera literaria.
No solo fue novelista, sino que también fue creador de comedia teatral, de espectáculos musicales, artículos periodísticos, ensayos y cuentos ilustrados para niños, lo que da cuenta de su polivalencia y fértil imaginación.
Brewer para esta novela se deja influenciar por otras obras góticas de la época como "El castillo de Otranto" de Walpole (1764), "Los misterios de Udolfo" de Ann Radcliffe (1794) o "El Monje" de Matthew Lewis (1796).
Y ahora empiezo a mostraros curiosidades...
De esta novela hay dos ediciones; una de 1808 y otra de 1842, con bastantes diferencias entre sí.
Para la última, Brewer realizó una exhaustiva corrección y ediciones Siruela, que es la editorial que hoy nos hace posible disfrutar de este gran clásico, optó por realizar la traducción de esa segunda edición más mejorada o depurada.
La bruja de Ravensworth hasta el momento no había sido traducida al castellano, quizás porque, como he dicho, su autor resulta desconocido aquí, aunque también puede ser porque la primera edición de esta obra vino seguida de la publicación de otra que revolucionó totalmente el mundo literario; una historia que marcó un antes y un después en la literatura gótica. Esa obra a la que me estoy refiriendo es "Frankenstein o el moderno Prometeo" de Mary Shelley, publicada en 1823 y entre nosotros... una historia que eclipsaría a las mejores del género.
Con lo primero que nos vamos a encontrar los lectores es con la ambientación romántica que acompaña a los cuentos clásicos como la bella durmiente. Pero no os dejéis engañar, porque la maldad, la traición y el engaño, serán recursos utilizados por el autor y por sus personajes, y que irán aportando intensidad y dramatismo a cada capítulo.
Lo mejor de este libro, para mi gusto, son las descripciones, y por eso voy a centrarme en ellas a lo largo de esta breve reseña.
Todos los personajes van a estar construidos sobre los clásicos arquetipos.
Empezamos con la de la protagonista que da título a la obra, la bruja; un personaje fácilmente reconocible por la imagen que todos tenemos en nuestra cabeza: vieja y encorvada.
El autor, para acrecentar el impacto de su físico en el lector, se apoya en la descripción del escenario en el que habita, en el entorno, así como en el ambiente que se genera a su alrededor. Y es que la naturaleza de una verdadera bruja está intrínsecamente unida a su cabaña y su caldero.
Todo ese conjunto, escenario, ambiente, personaje, y leyenda negra que arrastra, es en sí "la bruja".
Luego llega la presentación del coprotagonista, el barón de La Braunch, que es descrito como un galán apuesto pero miserable y ambicioso a la par que odioso.
Respecto al tema de personajes, hablando en términos generales, debo deciros que no hay un término medio; o son buenos o malos; otra cosa que sorprende es que en los buenos, Brewer da importancia a describir su personalidad, mientras que en los antagonistas se centra en mostrarnos su imagen, el aspecto físico, esa es precisamente la forma de distinguir a que personaje nos enfrentamos.
Otro detalle es que en esta novela el autor diferencia personajes principales de secundarios, y lo hace dando a los primeros un capítulo para ellos solos; así que ya sabéis, si el personaje en cuestión no tiene un capítulo será mero atrezzo.
Y ahora salto directamente al final...
La forma de terminar es quizás lo que menos me ha convencido, demasiado rebuscado para mi gusto, pero no por eso digo que sea malo, porque los gustos son personales y cada uno tiene el suyo.
Lo cierto es que jamás se me hubiese ocurrido esa forma de terminar una historia.
El ambicioso y mezquino barón de La Braunch celebra su boda con lady Bertha, viuda y madre de un niño. Durante el banquete, la terrible bruja de Ravensworth irrumpe en el castillo y vaticina a la novia infinitas desdichas. Sin embargo, su esposo ve en la anciana un medio para alcanzar títulos y fortuna y no dudará en acudir a su choza en el bosque para ganarse su favor y el del demoníaco señor al que esta sirve. Engaños, secuestros, pasadizos, puertas secretas... de todo se valdrá el barón para lograr lo que tanto ansía, perdiendo progresivamente su alma en un camino sin retorno. Por su parte, tras sus sanguinarios actos, también la bruja oculta un oscuro secreto.
Esta excepcional novela gótica, traducida por primera vez al castellano, granjeó a su autor el favor de un público cautivado por la embriagadora opulencia de una magistral historia de terror, donde el bien y el mal se enfrentan en una lograda y asfixiante atmósfera de pesadilla.
Opinión:
George Brewer es un autor bastante desconocido a pesar de su prolífica carrera literaria.
No solo fue novelista, sino que también fue creador de comedia teatral, de espectáculos musicales, artículos periodísticos, ensayos y cuentos ilustrados para niños, lo que da cuenta de su polivalencia y fértil imaginación.
Brewer para esta novela se deja influenciar por otras obras góticas de la época como "El castillo de Otranto" de Walpole (1764), "Los misterios de Udolfo" de Ann Radcliffe (1794) o "El Monje" de Matthew Lewis (1796).
Y ahora empiezo a mostraros curiosidades...
De esta novela hay dos ediciones; una de 1808 y otra de 1842, con bastantes diferencias entre sí.
Para la última, Brewer realizó una exhaustiva corrección y ediciones Siruela, que es la editorial que hoy nos hace posible disfrutar de este gran clásico, optó por realizar la traducción de esa segunda edición más mejorada o depurada.
La bruja de Ravensworth hasta el momento no había sido traducida al castellano, quizás porque, como he dicho, su autor resulta desconocido aquí, aunque también puede ser porque la primera edición de esta obra vino seguida de la publicación de otra que revolucionó totalmente el mundo literario; una historia que marcó un antes y un después en la literatura gótica. Esa obra a la que me estoy refiriendo es "Frankenstein o el moderno Prometeo" de Mary Shelley, publicada en 1823 y entre nosotros... una historia que eclipsaría a las mejores del género.
Con lo primero que nos vamos a encontrar los lectores es con la ambientación romántica que acompaña a los cuentos clásicos como la bella durmiente. Pero no os dejéis engañar, porque la maldad, la traición y el engaño, serán recursos utilizados por el autor y por sus personajes, y que irán aportando intensidad y dramatismo a cada capítulo.
Lo mejor de este libro, para mi gusto, son las descripciones, y por eso voy a centrarme en ellas a lo largo de esta breve reseña.
Todos los personajes van a estar construidos sobre los clásicos arquetipos.
Empezamos con la de la protagonista que da título a la obra, la bruja; un personaje fácilmente reconocible por la imagen que todos tenemos en nuestra cabeza: vieja y encorvada.
El autor, para acrecentar el impacto de su físico en el lector, se apoya en la descripción del escenario en el que habita, en el entorno, así como en el ambiente que se genera a su alrededor. Y es que la naturaleza de una verdadera bruja está intrínsecamente unida a su cabaña y su caldero.
Todo ese conjunto, escenario, ambiente, personaje, y leyenda negra que arrastra, es en sí "la bruja".
Luego llega la presentación del coprotagonista, el barón de La Braunch, que es descrito como un galán apuesto pero miserable y ambicioso a la par que odioso.
Respecto al tema de personajes, hablando en términos generales, debo deciros que no hay un término medio; o son buenos o malos; otra cosa que sorprende es que en los buenos, Brewer da importancia a describir su personalidad, mientras que en los antagonistas se centra en mostrarnos su imagen, el aspecto físico, esa es precisamente la forma de distinguir a que personaje nos enfrentamos.
Otro detalle es que en esta novela el autor diferencia personajes principales de secundarios, y lo hace dando a los primeros un capítulo para ellos solos; así que ya sabéis, si el personaje en cuestión no tiene un capítulo será mero atrezzo.
Y ahora salto directamente al final...
La forma de terminar es quizás lo que menos me ha convencido, demasiado rebuscado para mi gusto, pero no por eso digo que sea malo, porque los gustos son personales y cada uno tiene el suyo.
Lo cierto es que jamás se me hubiese ocurrido esa forma de terminar una historia.
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Novela Gótica
martes, 19 de mayo de 2020
Cuentos góticos de Elizabeth Gaskell
Sinopsis:
Sinopsis y portada del libro retiradas para evitar infringir posibles derechos de autor.
Elizabeth Gaskell fue una autora victoriana sobresaliente.
No solo escribió la primera biografía de Charlotte Brontë, sino que también es famosa por otras obras como "La casa del páramo (1850), "Norte y Sur" (1855), "Hijas y esposas"(1865), o esta de la que hoy os hablo, sus "Cuentos góticos".
Esta autora reflejó fielmente en sus obras el papel de la mujer y también la diferencia de clases, detalles que podremos observar en estas narraciones góticas que se alejan un poco de la visión que tenemos del género.
El género gótico está estrechamente ligado al de terror o subsumido en éste, pero Gaskell transforma esas historias, llamémoslas extraordinarias o fantásticas, dándolas un toque más realista que también nos impacta.
Aunque, como acabo de mencionar, estas historias no tienen ese toque tan terrorífico al que nos tienen acostumbrados otros autores de la época, hay que reconocer que Gaskell juega con la tensión y con los sentimientos de los lectores, sin olvidar incluir en ellas algunas características de las más representativas del género gótico como: las mansiones aisladas, los ruidos nocturnos, las maldiciones, y otra seña de identidad imprescindible en este tipo de relatos que afecta a la descripción psicológica de los personajes, los comportamientos extraños e insólitos y otros elementos que terminan influyéndoles: como la angustia, la soledad, el amor enfermizo o los celos, etc...
Este compendio de relatos está formado por 9 historias que fueron publicadas en revistas entre 1851 y 1861; todas, salvo una, lo hicieron de forma anónima.
En ellas nos vamos a encontrar con diversidad de voces narrativas; unas serán narradas en primera persona y otras en tercera, e incluso podemos encontrarnos con fragmentos epistolares.
No todos los relatos me han gustado por igual, pero la valoración general es muy positiva como ya veréis.
Salvo el primer relato: "Desapariciones" que no me ha aportado nada, el resto me han parecido de buenos a brillantes.
Ese primer capítulo, supongo que, a nosotros, casi doscientos años después de haber sido escrito, no nos va a transmitir ningún tipo de miedo, pero si nos ponemos en la mentalidad victoriana deduzco que, solo por los ambientes y escenarios, al menos un poco de respeto sí que nos aportaría.
El resto de las historias, como ya he mencionado, me han gustado mucho, eso sí, se aprecia un desequilibrio narrativo en el estilo.
Ese estilo desigual se debe a la extensión de los relatos; a mayor extensión, mayor calidad, ya que la autora disponía de más lineas para jugar con nosotros e intranquilizarnos, aportando detalles.
Los relatos que más me han gustado han sido:
"La historia de la vieja niñera; La clarisa pobre; La bruja Lois; La rama torcida; Curioso, de ser cierto y La mujer gris".
No os voy a hablar ni a profundizar en el argumento de los cuentos pero hay algo que me gustaría comentaros y es que, en muchos de los citados, no en todos, podemos apreciar una obsesión recurrente: "Los pecados de los padres los pagan los hijos".
Y ya para terminar os cito superficialmente el argumento de dos que me han parecido muy curiosos...
La bruja Lois nos transporta a Salem, en el periodo álgido de la quema de brujas, y Curioso, de ser cierto nos hace recordar, mediante guiños, los cuentos clásicos de nuestra infancia, cuyo origen se remonta en muchos de ellos al s. XVI y XVII e incluso antes. Yo en este pequeño relato, que me he tomado a modo de juego, he encontrado seis referencias.
Me pregunto ¿Cuántas seréis capaces de encontrar vosotros?
Sinopsis y portada del libro retiradas para evitar infringir posibles derechos de autor.
Para saber más pinchar en el enlace siguiente: Pinchar aquí.
Opinión:
Elizabeth Gaskell fue una autora victoriana sobresaliente.
No solo escribió la primera biografía de Charlotte Brontë, sino que también es famosa por otras obras como "La casa del páramo (1850), "Norte y Sur" (1855), "Hijas y esposas"(1865), o esta de la que hoy os hablo, sus "Cuentos góticos".
Esta autora reflejó fielmente en sus obras el papel de la mujer y también la diferencia de clases, detalles que podremos observar en estas narraciones góticas que se alejan un poco de la visión que tenemos del género.
El género gótico está estrechamente ligado al de terror o subsumido en éste, pero Gaskell transforma esas historias, llamémoslas extraordinarias o fantásticas, dándolas un toque más realista que también nos impacta.
Aunque, como acabo de mencionar, estas historias no tienen ese toque tan terrorífico al que nos tienen acostumbrados otros autores de la época, hay que reconocer que Gaskell juega con la tensión y con los sentimientos de los lectores, sin olvidar incluir en ellas algunas características de las más representativas del género gótico como: las mansiones aisladas, los ruidos nocturnos, las maldiciones, y otra seña de identidad imprescindible en este tipo de relatos que afecta a la descripción psicológica de los personajes, los comportamientos extraños e insólitos y otros elementos que terminan influyéndoles: como la angustia, la soledad, el amor enfermizo o los celos, etc...
Este compendio de relatos está formado por 9 historias que fueron publicadas en revistas entre 1851 y 1861; todas, salvo una, lo hicieron de forma anónima.
En ellas nos vamos a encontrar con diversidad de voces narrativas; unas serán narradas en primera persona y otras en tercera, e incluso podemos encontrarnos con fragmentos epistolares.
No todos los relatos me han gustado por igual, pero la valoración general es muy positiva como ya veréis.
Salvo el primer relato: "Desapariciones" que no me ha aportado nada, el resto me han parecido de buenos a brillantes.
Ese primer capítulo, supongo que, a nosotros, casi doscientos años después de haber sido escrito, no nos va a transmitir ningún tipo de miedo, pero si nos ponemos en la mentalidad victoriana deduzco que, solo por los ambientes y escenarios, al menos un poco de respeto sí que nos aportaría.
El resto de las historias, como ya he mencionado, me han gustado mucho, eso sí, se aprecia un desequilibrio narrativo en el estilo.
Ese estilo desigual se debe a la extensión de los relatos; a mayor extensión, mayor calidad, ya que la autora disponía de más lineas para jugar con nosotros e intranquilizarnos, aportando detalles.
Los relatos que más me han gustado han sido:
"La historia de la vieja niñera; La clarisa pobre; La bruja Lois; La rama torcida; Curioso, de ser cierto y La mujer gris".
No os voy a hablar ni a profundizar en el argumento de los cuentos pero hay algo que me gustaría comentaros y es que, en muchos de los citados, no en todos, podemos apreciar una obsesión recurrente: "Los pecados de los padres los pagan los hijos".
Y ya para terminar os cito superficialmente el argumento de dos que me han parecido muy curiosos...
La bruja Lois nos transporta a Salem, en el periodo álgido de la quema de brujas, y Curioso, de ser cierto nos hace recordar, mediante guiños, los cuentos clásicos de nuestra infancia, cuyo origen se remonta en muchos de ellos al s. XVI y XVII e incluso antes. Yo en este pequeño relato, que me he tomado a modo de juego, he encontrado seis referencias.
Me pregunto ¿Cuántas seréis capaces de encontrar vosotros?
miércoles, 13 de mayo de 2020
El almirante flotante de Varios autores (Detection Club)
Sinopsis:
Catorce miembros del prestigioso The Detection Club, entre ellos autores de la talla de A. Christie, D. L. Sayers, G. K. Chesterton o R. Knox, recibieron la propuesta de escribir una obra colectiva partiendo del planteamiento inicial de un caso criminal.
Cada colaborador se enfrentó al misterio sin saber qué solución tenían en mente los autores precedentes y entregaron en un sobre cerrado su particular solución al crimen.
Por primera vez en la historia, los creadores de Hercules Poirot, lord Peter Wimsey y el padre Brown aplicaban conjuntamente su pericia al mismo caso. Así nació "El almirante flotante", considerada como una de las novelas clásicas del género policíaco.
Opinión:
Seguro que todos los amantes de la novela enigma o de la policíaca más clásica habéis leído alguna vez una aventura protagonizada por el Padre Brown o, por poner otro ejemplo de investigador famoso de ficción, por Poirot.
Estos personajes, protagonistas de infinidad de relatos policíacos, tienen sus pequeños mundos creados alrededor de ellos. Cada uno reina, por decirlo de algún modo, en esa especie de microcosmos donde demuestran su agudeza e ingenio, y su forma de investigar lleva en todos los casos a resolver el crimen.
Seguro que más de una vez habréis deseado ver su astucia enfrentada en alguna novela, pero eso es del todo imposible, ya que sus autores querrían que su "hijo literario" superase al contrario en su capacidad de razonar y/o de deducir.
Pues bien, como ese enfrentamiento iba a resultar del todo imposible, lo que sí se consiguió fue que sus creadores colaborasen, codo con codo, construyendo un crimen que daría como resultado una novela.
En esa obra trabajaron junto con 12 escritores más, todos ellos expertos en novela policíaca.
Esos catorce escritores eran miembros del prestigioso The Detection Club; un club creado en 1929 con un único fin, unificar las reglas para eliminar de la novela policíaca el juego sucio.
Esas reglas debían cumplirse a la hora de elaborar los argumentos y así lectores y personajes contarían con las mismas posibilidades a la hora de resolver el misterio, porque las pistas estarían visibles para todos.
Dorothy L. Sayers, Gilbert Keith Chesterton o Agatha Christie, son solo tres de esos catorce escritores que participaron en la creación de este libro: "El almirante flotante".
Recibieron la propuesta de elaborar una obra de ficción policial en la cual todos colaborarían; cada uno de ellos realizaría un capítulo siguiendo las normas del club, pero aquí llega lo interesante...
Solo uno de ellos, el encargado de elaborar el capítulo final, conocería la identidad del asesino y los motivos.
El libro está dividido en 12 capítulos, un prólogo y un apéndice.
La importancia de realizar el prólogo recayó sobre el entonces presidente del club, Chesterton, y también es importante señalar que uno de los capítulos es colaborativo, está escrito a cuatro manos por un matrimonio de escritores.
Como podéis ver hoy os traigo al blog un libro que fue el resultado de una especie de juego de genios del crimen.
Reconozco que me ha enganchado menos que una obra de Agatha Christie, pero hay que valorar otros detalles que convierten su lectura en muy interesante.
Esta historia recoge los ingredientes más representativos de esas normas elaboradas por el Detection Club y más que interesante por el argumento, lo es por ese planteamiento de colaboración entre autores.
El hilo de la historia se focaliza sobre el detective y vamos obteniendo las posibles pistas a través de él. La historia está llena de giros inesperados, en parte algo lógico, ya que cada autor, en cada capítulo, intentaba reconducir la trama hacia su terreno...
Algo que me ha parecido muy curioso es que la obra, en general, difiere mucho de las novelas a las que nos tenía acostumbrados Agatha Christie. En ellas, todos los personajes pasaban a ocupar el lugar de sospechosos porque habían estado presentes durante el crimen, aquí no ocurre así.
En esta novela nos encontramos con un asesinato en un pueblecito apacible; en ese escenario los protagonistas se mueven sin restricciones.
Todos son personajes incidentales y sin motivaciones; no son sospechosos porque su forma de actuar no lo indica así. Solo al llegar al capítulo final, momento en que se recompone el crimen, conoceremos al culpable y los motivos.
Por otro lado, la Reina del crimen presenta a todos los personajes en los primeros capítulos y los mantiene bajo sospecha. Aunque no llega a profundizar en ellos, nos deja una idea bastante clara de como son.
En el almirante flotante aparecen muy pocos personajes, algunos no han tenido relación aparente con el muerto, tampoco tienen ningún rasgo especial que los haga interesantes y por eso no les prestamos demasiada atención. Desviamos nuestra mirada hacia otros, hacia el cebo, colocado con mucho acierto. también debo indicaros que los personajes van entrando en escena poco a poco, lo que hace que el desarrollo de la trama y el ritmo narrativo sea más lento.
Centrándonos de nuevo en esta obra colaborativa debo contaros algunos detalles que pueden influir en los lectores de forma negativa, por ejemplo se aprecian los cambios de narrador. Los autores no demostraban la misma técnica ni calidad y por lo tanto el estilo es bastante desigual, del mismo modo ocurre con la extensión de los capítulos, hay algunos muy breves y otros que en comparación pueden resultar demasiado extensos.
Ya para terminar os hablo sobre el apéndice final
En él aparecen las soluciones finales que algunos de los escritores entregaron a modo de resolución del caso.
Ese apéndice resulta muy interesante porque vemos la forma de argumentar de cada uno de ellos, nos encontramos con planteamientos muy notables y observamos el desarrollo de alguna situaciones que no aparecen en el libro.
Catorce miembros del prestigioso The Detection Club, entre ellos autores de la talla de A. Christie, D. L. Sayers, G. K. Chesterton o R. Knox, recibieron la propuesta de escribir una obra colectiva partiendo del planteamiento inicial de un caso criminal.
Cada colaborador se enfrentó al misterio sin saber qué solución tenían en mente los autores precedentes y entregaron en un sobre cerrado su particular solución al crimen.
Por primera vez en la historia, los creadores de Hercules Poirot, lord Peter Wimsey y el padre Brown aplicaban conjuntamente su pericia al mismo caso. Así nació "El almirante flotante", considerada como una de las novelas clásicas del género policíaco.
Opinión:
Seguro que todos los amantes de la novela enigma o de la policíaca más clásica habéis leído alguna vez una aventura protagonizada por el Padre Brown o, por poner otro ejemplo de investigador famoso de ficción, por Poirot.
Estos personajes, protagonistas de infinidad de relatos policíacos, tienen sus pequeños mundos creados alrededor de ellos. Cada uno reina, por decirlo de algún modo, en esa especie de microcosmos donde demuestran su agudeza e ingenio, y su forma de investigar lleva en todos los casos a resolver el crimen.
Seguro que más de una vez habréis deseado ver su astucia enfrentada en alguna novela, pero eso es del todo imposible, ya que sus autores querrían que su "hijo literario" superase al contrario en su capacidad de razonar y/o de deducir.
Pues bien, como ese enfrentamiento iba a resultar del todo imposible, lo que sí se consiguió fue que sus creadores colaborasen, codo con codo, construyendo un crimen que daría como resultado una novela.
En esa obra trabajaron junto con 12 escritores más, todos ellos expertos en novela policíaca.
Esos catorce escritores eran miembros del prestigioso The Detection Club; un club creado en 1929 con un único fin, unificar las reglas para eliminar de la novela policíaca el juego sucio.
Esas reglas debían cumplirse a la hora de elaborar los argumentos y así lectores y personajes contarían con las mismas posibilidades a la hora de resolver el misterio, porque las pistas estarían visibles para todos.
Dorothy L. Sayers, Gilbert Keith Chesterton o Agatha Christie, son solo tres de esos catorce escritores que participaron en la creación de este libro: "El almirante flotante".
Recibieron la propuesta de elaborar una obra de ficción policial en la cual todos colaborarían; cada uno de ellos realizaría un capítulo siguiendo las normas del club, pero aquí llega lo interesante...
Solo uno de ellos, el encargado de elaborar el capítulo final, conocería la identidad del asesino y los motivos.
El libro está dividido en 12 capítulos, un prólogo y un apéndice.
La importancia de realizar el prólogo recayó sobre el entonces presidente del club, Chesterton, y también es importante señalar que uno de los capítulos es colaborativo, está escrito a cuatro manos por un matrimonio de escritores.
Como podéis ver hoy os traigo al blog un libro que fue el resultado de una especie de juego de genios del crimen.
Reconozco que me ha enganchado menos que una obra de Agatha Christie, pero hay que valorar otros detalles que convierten su lectura en muy interesante.
Esta historia recoge los ingredientes más representativos de esas normas elaboradas por el Detection Club y más que interesante por el argumento, lo es por ese planteamiento de colaboración entre autores.
El hilo de la historia se focaliza sobre el detective y vamos obteniendo las posibles pistas a través de él. La historia está llena de giros inesperados, en parte algo lógico, ya que cada autor, en cada capítulo, intentaba reconducir la trama hacia su terreno...
Algo que me ha parecido muy curioso es que la obra, en general, difiere mucho de las novelas a las que nos tenía acostumbrados Agatha Christie. En ellas, todos los personajes pasaban a ocupar el lugar de sospechosos porque habían estado presentes durante el crimen, aquí no ocurre así.
En esta novela nos encontramos con un asesinato en un pueblecito apacible; en ese escenario los protagonistas se mueven sin restricciones.
Todos son personajes incidentales y sin motivaciones; no son sospechosos porque su forma de actuar no lo indica así. Solo al llegar al capítulo final, momento en que se recompone el crimen, conoceremos al culpable y los motivos.
Por otro lado, la Reina del crimen presenta a todos los personajes en los primeros capítulos y los mantiene bajo sospecha. Aunque no llega a profundizar en ellos, nos deja una idea bastante clara de como son.
En el almirante flotante aparecen muy pocos personajes, algunos no han tenido relación aparente con el muerto, tampoco tienen ningún rasgo especial que los haga interesantes y por eso no les prestamos demasiada atención. Desviamos nuestra mirada hacia otros, hacia el cebo, colocado con mucho acierto. también debo indicaros que los personajes van entrando en escena poco a poco, lo que hace que el desarrollo de la trama y el ritmo narrativo sea más lento.
Centrándonos de nuevo en esta obra colaborativa debo contaros algunos detalles que pueden influir en los lectores de forma negativa, por ejemplo se aprecian los cambios de narrador. Los autores no demostraban la misma técnica ni calidad y por lo tanto el estilo es bastante desigual, del mismo modo ocurre con la extensión de los capítulos, hay algunos muy breves y otros que en comparación pueden resultar demasiado extensos.
Ya para terminar os hablo sobre el apéndice final
En él aparecen las soluciones finales que algunos de los escritores entregaron a modo de resolución del caso.
Ese apéndice resulta muy interesante porque vemos la forma de argumentar de cada uno de ellos, nos encontramos con planteamientos muy notables y observamos el desarrollo de alguna situaciones que no aparecen en el libro.
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martes, 5 de mayo de 2020
Mujeres y criados de Lope de Vega
Sinopsis:
Su tema principal son las relaciones amorosas que se establecen entre miembros de distintas capas sociales en una sociedad estamental como la de las primeras décadas del siglo XVII, y cómo los celos surgidos dentro de estas relaciones hacen avanzar una trama, en la que las mujeres llevan la iniciativa, y cuyas artificiosas invenciones producen situaciones de gran comicidad.
El palacio de un noble, la casa de un hombre económicamente acomodado y un espacio campestre dentro de la propia ciudad, conforman el entorno urbano en el que se desarrolla la obra, un Madrid vivo del que se dan referencias concretas: la calle del Pez, el Prado y la calle Mayor.
Opinión:
A comienzos de 2014 saltó la noticia del descubrimiento de una obra inédita de Lope de Vega. El profesor Alejandro García-Reidy en 2010 encontró por casualidad en un manuscrito la mención del título de una obra que era atribuida al gran Lope, se tenía conocimiento de ella pero no había podido encontrarse ningún ejemplar.
La investigación del profesor le llevó a consultar los catálogos y de ahí a la Biblioteca Nacional de Madrid donde fue hallado un manuscrito firmado como "Belardo", uno de los seudónimos utilizado por el Fénix de los ingenios; se trataba de una copia realizada por el director de una famosa compañía de teatro del siglo XVII.
La investigación no se detuvo ahí, y el siguiente pasó fue analizar el texto y compararlo con otras obras de Lope con las que se encontraron semejanzas.
No había duda, había aparecido una copia de la obra de teatro "Mujeres y criados".
Esta comedia que se creía perdida, fue escrita entre 1612 y 1613 y esa serendipia permite que ahora los amantes del teatro barroco puedan disfrutar de este nuevo hallazgo.
Luciana y Violante son dos jóvenes casaderas en el Madrid del siglo XVII. Dos caballeros adinerados las pretenden, contando con el beneplácito del padre de las jóvenes; con lo que no cuenta es con el romance que ellas mantienen, a su vez, con dos jóvenes de clase inferior.
La comedia está asegurada, porque Luciana y Violante harán todo lo que esté en su mano para deshacerse de sus pretendientes.
Lope renovó las fórmulas del teatro español alejándose de los preceptos de la tradición clásica aristotélica, y ese cambio puede apreciarse en todas sus obras teatrales, incluida esta que se cataloga dentro del género caballeresco aunque también podemos ver que tiene características de las comedias de enredo.
"El monstruo de la naturaleza" tal y como lo definió Cervantes, adoptó una norma: ceñirse a la realidad mezclando lo trágico con lo cómico y al mismo tiempo incorporando a la trama todo tipo de personajes.
Las historias podían rebasar también la unidad de tiempo, el límite clásico de las veinticuatro horas y también el de lugar o espacio, sucediendo las escenas en distintos escenarios siempre que el desarrollo de los acontecimientos así lo pidieran.
En esta obra vamos a encontrar los clásicos enredos y los triángulos amorosos de manos de muy pocos personajes, seis o siete, y es que no se necesitaban más para entretener al pueblo llano.
Se dará un protagonismo especial a las mujeres, que son los personajes sobre los que gira el argumento, viendo el papel que ocupaban en la sociedad, siempre tuteladas por el padre o el marido. Pero Lope va más allá y en ese protagonismo las concede también una picardía que las lleva a conseguir su fin. Si alguno de vosotros ha leído "La dama boba" veréis que ambos argumentos tienen detalles en común.
Para terminar debo decir que no es la obra de Lope que más me ha gustado; y es que cuesta mucho desbancar a "Fuente ovejunta", aun así os diré que se lee bien y es cortita y como habéis podido comprobar el argumento es muy interesante.
Su tema principal son las relaciones amorosas que se establecen entre miembros de distintas capas sociales en una sociedad estamental como la de las primeras décadas del siglo XVII, y cómo los celos surgidos dentro de estas relaciones hacen avanzar una trama, en la que las mujeres llevan la iniciativa, y cuyas artificiosas invenciones producen situaciones de gran comicidad.
El palacio de un noble, la casa de un hombre económicamente acomodado y un espacio campestre dentro de la propia ciudad, conforman el entorno urbano en el que se desarrolla la obra, un Madrid vivo del que se dan referencias concretas: la calle del Pez, el Prado y la calle Mayor.
Opinión:
A comienzos de 2014 saltó la noticia del descubrimiento de una obra inédita de Lope de Vega. El profesor Alejandro García-Reidy en 2010 encontró por casualidad en un manuscrito la mención del título de una obra que era atribuida al gran Lope, se tenía conocimiento de ella pero no había podido encontrarse ningún ejemplar.
La investigación del profesor le llevó a consultar los catálogos y de ahí a la Biblioteca Nacional de Madrid donde fue hallado un manuscrito firmado como "Belardo", uno de los seudónimos utilizado por el Fénix de los ingenios; se trataba de una copia realizada por el director de una famosa compañía de teatro del siglo XVII.
La investigación no se detuvo ahí, y el siguiente pasó fue analizar el texto y compararlo con otras obras de Lope con las que se encontraron semejanzas.
No había duda, había aparecido una copia de la obra de teatro "Mujeres y criados".
Esta comedia que se creía perdida, fue escrita entre 1612 y 1613 y esa serendipia permite que ahora los amantes del teatro barroco puedan disfrutar de este nuevo hallazgo.
Luciana y Violante son dos jóvenes casaderas en el Madrid del siglo XVII. Dos caballeros adinerados las pretenden, contando con el beneplácito del padre de las jóvenes; con lo que no cuenta es con el romance que ellas mantienen, a su vez, con dos jóvenes de clase inferior.
La comedia está asegurada, porque Luciana y Violante harán todo lo que esté en su mano para deshacerse de sus pretendientes.
Lope renovó las fórmulas del teatro español alejándose de los preceptos de la tradición clásica aristotélica, y ese cambio puede apreciarse en todas sus obras teatrales, incluida esta que se cataloga dentro del género caballeresco aunque también podemos ver que tiene características de las comedias de enredo.
"El monstruo de la naturaleza" tal y como lo definió Cervantes, adoptó una norma: ceñirse a la realidad mezclando lo trágico con lo cómico y al mismo tiempo incorporando a la trama todo tipo de personajes.
Las historias podían rebasar también la unidad de tiempo, el límite clásico de las veinticuatro horas y también el de lugar o espacio, sucediendo las escenas en distintos escenarios siempre que el desarrollo de los acontecimientos así lo pidieran.
En esta obra vamos a encontrar los clásicos enredos y los triángulos amorosos de manos de muy pocos personajes, seis o siete, y es que no se necesitaban más para entretener al pueblo llano.
Se dará un protagonismo especial a las mujeres, que son los personajes sobre los que gira el argumento, viendo el papel que ocupaban en la sociedad, siempre tuteladas por el padre o el marido. Pero Lope va más allá y en ese protagonismo las concede también una picardía que las lleva a conseguir su fin. Si alguno de vosotros ha leído "La dama boba" veréis que ambos argumentos tienen detalles en común.
Para terminar debo decir que no es la obra de Lope que más me ha gustado; y es que cuesta mucho desbancar a "Fuente ovejunta", aun así os diré que se lee bien y es cortita y como habéis podido comprobar el argumento es muy interesante.
Etiquetas:
Lope de Vega,
Narrativa Clásica,
Teatro
martes, 28 de abril de 2020
La casa de las cruces de David Chevalier
Sinopsis:
Tras la muerte de su madre, Robert Carson vuelve a casa diecisiete años después, dispuesto a recuperar lo que dejó atrás. Cansado de una existencia inestable y repleta de excesos, se propone enmendar su vida, encauzarla de una vez por todas regresando al único lugar que alguna vez sintió como seguro: Salmo, su pueblo natal. Allí se reencontrará con su pasado, con su hermana Carol y su viejo amigo Johnny, pero también con los terrores y supersticiones de la infancia.
¿Qué fue del resto del grupo de amigos? ¿Qué ocultan realmente las paredes de la Casa de las Cruces? Robert sabe que ese siniestro lugar, con el que todos ellos estuvieron involucrados tiempo atrás, parece proyectar una ancestral y oscura maldición sobre todos los habitantes de Salmo. Incluido él mismo. Después de su deslumbrante opera prima, la inquietante Tide Haven, David Chevalier regresa con una extraordinaria novela, cuya trama y personajes harán las delicias del lector ávido de emociones fuertes e imborrables.
Opinión:
Ya sabéis de mi gran pasión por los libros de terror, un género que para muchos es de segunda pero que a mí me proporciona largas horas de disfrute.
Esta novela la tenía en formato digital desde hace mucho tiempo y fruto de la casualidad leí un comentario en twitter sobre ella. El mensaje era de @yoleoNovela, otro blog amigo que os invito a visitar y con el que coincido en algunas lecturas conjuntas.
Su comentario hizo que la lectura pasase a estar de las primeras en mi lista de pendientes y hoy ha llegado el momento de que os hable de ella.
Para esta reseña voy a centrarme tan solo en un par de detalles, quizás los más sugerentes.
Voy a empezar mencionando algunas cosillas sobre el argumento y después me centraré en la estructura y en la relevancia de los personajes; esos detalles son los que han convertido una lectura elegida para evadirme, sin pretensiones, en una lectura curiosa e incluso interesante.
Tras 17 años el protagonista vuelve al pueblo que le vio crecer y deberá enfrentarse a antiguos miedos y a su pasado; a una antigua casa que ejerce una extraña atracción sobre él y al terror que llegará haciéndonos dudar de lo que leemos, enfrentando la realidad a lo onírico y a las supersticiones de la zona.
Lo primero que vamos a encontrar los lectores son frecuentes guiños a los años ochenta y un gran homenaje a Drácula de Bram Stoker, junto a todos esos libros que surgieron alrededor del mito del vampiro.
Los que hayan leído a Stephen King también reconocerán en David Chevalier un estilo muy similar al empleado por el gran autor de terror y ficción sobrenatural, e incluso en "La casa de las cruces", como ya habéis podido comprobar por el breve resumen que he hecho, hay en momentos en que podemos encontrar reminiscencias de "El misterio de Salem's Lot".
La estructura divide la obra en tres partes bien diferenciadas.
En la primera nos vamos a encontrar con un narrador que es a la vez personaje y que nos va contando los acontecimientos de forma lineal, es decir, según van sucediendo.
En la segunda parte encontramos un cambio, el narrador será otro testigo, otro personaje al que ya hemos conocido y sobre el cual recaerá la función de relatar la historia desde sus comienzos, recurriendo al pasado y rellenando todos los vacíos que puedan haber surgido.
Este tipo de narración es un racconto, un relato que retrocede al pasado y que conforme vaya pasando el tiempo irá progresando de forma lineal, hasta alcanzar el momento actual.
Tras esa narración preactiva, nuestro primer narrador/testigo vuelve a tomar el mando y continuará relatando los hechos hasta el final, incluyendo unas secuencias que nos llevarán a dar un salto hacia adelante, relatando sucesos de dos años después que son los que nos transportan hasta el final de la novela y nos mostrarán que todos los hilos quedan atados.
Debo decir que la primera parte me pareció buenísima.
El autor logró conectar con ese amante del género de terror que se esconde en mí, lo que ocurre es que al llegar a la mitad del libro, David Chevalier recurre a una historia utilizada en demasiadas ocasiones, y que puede llegar a pecar de falta de originalidad... La historia la conocemos todos y ya ha sido mencionada en el primer párrafo.
Es cierto que muchos autores basan sus argumentos en los mitos vampíricos, pero no hace falta recordarlos de forma tan explícita, no creo que quede alguien que no haya oído hablar del personaje que gobernó Transilvania de forma cruel, de la historia real y de la leyenda negra que surgió en torno a él.
Ese es quizás, no voy a decir el pequeño fallo de la novela, pero sí lo que menos me ha gustado a mí.
También debo aclarar que esa especie de recordatorio, es una parte muy pequeña que no llega a desmerecer al resto del argumento.
La narración, en conjunto, sorprende y mantiene el suspense hasta el final, incluyendo pasajes escalofriantes que consiguen una atmósfera que transmite inquietud y angustia al lector.
A pesar de esa repetición que ya he comentado, David Chevalier consigue bajo mi punto de vista salir airoso y, en conjunto, logra una historia que funciona bien, con sus pros y sus contras como acabáis de ver.
Pero no quiero terminar esta reseña sin mencionar algo que considero importante y que puede hacer cambiar la opinión de un lector sobre una obra, me refiero a esos detallitos curiosos que encontramos diseminados de vez en cuando y que consiguen captar nuestra atención. Habrá algún lector que lo considere spoiler, pero entonces es que no ha leído el título del libro.
Muchos de vosotros pensaréis que los personajes, esos elementos que intervienen en la acción son indispensables en una obra, y en parte es así.
Digo en parte, porque la mayoría de las obras, no solo literarias, se construyen sobre o girando alrededor de ellos, pero no tienen que ser necesariamente protagonistas; el autor puede prescindir totalmente de ellos...
Hay obras que relatan un hecho, se centran en un suceso, o bien narran acontecimientos en torno a un lugar, y esos sujetos que nos guían acercándonos a la trama, son solo componentes ambientales o incidentales, ninguno de ellos cuenta con un protagonismo único que destaque por encima de los demás.
En este libro predominan los personajes secundarios, los que sirven para ambientar, y aunque hay uno central, Robert, su actuación no deja de estar supeditada a la que es la verdadera protagonista: La casa de las cruces.
La actuación de Robert siempre va a estar limitada alrededor de lo que acontece en la extraña mansión; puede parecernos a simple vista que es el protagonista absoluto, pero pensándolo fríamente, vemos que no es así. Tan solo es un medio para hacernos llegar hasta la verdadera historia.
¿Cuál es el truco para saber si es un verdadero protagonista? muy sencillo, simplemente debemos hacernos una pregunta. ¿Existiría esta historia, su trama o argumento sin la casa de las cruces? Yo creo que no...
Y aquí lo dejo, planteándoos esta cuestión.
El veredicto final en este tipo de novelas recae como siempre sobre vuestros gustos, y sobre lo que vosotros consideréis repetitivo o no.
También creo que el último apunte sobre el protagonismo da ese toque especial que convierte en interesante a una lectura; aporta ese detallito curioso que puede influir favorablemente sobre la opinión de un lector. Detalles que nos hacen seguir pensando en el argumento, mucho más allá de haberlo terminado...
Tras la muerte de su madre, Robert Carson vuelve a casa diecisiete años después, dispuesto a recuperar lo que dejó atrás. Cansado de una existencia inestable y repleta de excesos, se propone enmendar su vida, encauzarla de una vez por todas regresando al único lugar que alguna vez sintió como seguro: Salmo, su pueblo natal. Allí se reencontrará con su pasado, con su hermana Carol y su viejo amigo Johnny, pero también con los terrores y supersticiones de la infancia.
¿Qué fue del resto del grupo de amigos? ¿Qué ocultan realmente las paredes de la Casa de las Cruces? Robert sabe que ese siniestro lugar, con el que todos ellos estuvieron involucrados tiempo atrás, parece proyectar una ancestral y oscura maldición sobre todos los habitantes de Salmo. Incluido él mismo. Después de su deslumbrante opera prima, la inquietante Tide Haven, David Chevalier regresa con una extraordinaria novela, cuya trama y personajes harán las delicias del lector ávido de emociones fuertes e imborrables.
Opinión:
Ya sabéis de mi gran pasión por los libros de terror, un género que para muchos es de segunda pero que a mí me proporciona largas horas de disfrute.
Esta novela la tenía en formato digital desde hace mucho tiempo y fruto de la casualidad leí un comentario en twitter sobre ella. El mensaje era de @yoleoNovela, otro blog amigo que os invito a visitar y con el que coincido en algunas lecturas conjuntas.
Su comentario hizo que la lectura pasase a estar de las primeras en mi lista de pendientes y hoy ha llegado el momento de que os hable de ella.
Para esta reseña voy a centrarme tan solo en un par de detalles, quizás los más sugerentes.
Voy a empezar mencionando algunas cosillas sobre el argumento y después me centraré en la estructura y en la relevancia de los personajes; esos detalles son los que han convertido una lectura elegida para evadirme, sin pretensiones, en una lectura curiosa e incluso interesante.
Tras 17 años el protagonista vuelve al pueblo que le vio crecer y deberá enfrentarse a antiguos miedos y a su pasado; a una antigua casa que ejerce una extraña atracción sobre él y al terror que llegará haciéndonos dudar de lo que leemos, enfrentando la realidad a lo onírico y a las supersticiones de la zona.
Lo primero que vamos a encontrar los lectores son frecuentes guiños a los años ochenta y un gran homenaje a Drácula de Bram Stoker, junto a todos esos libros que surgieron alrededor del mito del vampiro.
Los que hayan leído a Stephen King también reconocerán en David Chevalier un estilo muy similar al empleado por el gran autor de terror y ficción sobrenatural, e incluso en "La casa de las cruces", como ya habéis podido comprobar por el breve resumen que he hecho, hay en momentos en que podemos encontrar reminiscencias de "El misterio de Salem's Lot".
La estructura divide la obra en tres partes bien diferenciadas.
En la primera nos vamos a encontrar con un narrador que es a la vez personaje y que nos va contando los acontecimientos de forma lineal, es decir, según van sucediendo.
En la segunda parte encontramos un cambio, el narrador será otro testigo, otro personaje al que ya hemos conocido y sobre el cual recaerá la función de relatar la historia desde sus comienzos, recurriendo al pasado y rellenando todos los vacíos que puedan haber surgido.
Este tipo de narración es un racconto, un relato que retrocede al pasado y que conforme vaya pasando el tiempo irá progresando de forma lineal, hasta alcanzar el momento actual.
Tras esa narración preactiva, nuestro primer narrador/testigo vuelve a tomar el mando y continuará relatando los hechos hasta el final, incluyendo unas secuencias que nos llevarán a dar un salto hacia adelante, relatando sucesos de dos años después que son los que nos transportan hasta el final de la novela y nos mostrarán que todos los hilos quedan atados.
Debo decir que la primera parte me pareció buenísima.
El autor logró conectar con ese amante del género de terror que se esconde en mí, lo que ocurre es que al llegar a la mitad del libro, David Chevalier recurre a una historia utilizada en demasiadas ocasiones, y que puede llegar a pecar de falta de originalidad... La historia la conocemos todos y ya ha sido mencionada en el primer párrafo.
Es cierto que muchos autores basan sus argumentos en los mitos vampíricos, pero no hace falta recordarlos de forma tan explícita, no creo que quede alguien que no haya oído hablar del personaje que gobernó Transilvania de forma cruel, de la historia real y de la leyenda negra que surgió en torno a él.
Ese es quizás, no voy a decir el pequeño fallo de la novela, pero sí lo que menos me ha gustado a mí.
También debo aclarar que esa especie de recordatorio, es una parte muy pequeña que no llega a desmerecer al resto del argumento.
La narración, en conjunto, sorprende y mantiene el suspense hasta el final, incluyendo pasajes escalofriantes que consiguen una atmósfera que transmite inquietud y angustia al lector.
A pesar de esa repetición que ya he comentado, David Chevalier consigue bajo mi punto de vista salir airoso y, en conjunto, logra una historia que funciona bien, con sus pros y sus contras como acabáis de ver.
Pero no quiero terminar esta reseña sin mencionar algo que considero importante y que puede hacer cambiar la opinión de un lector sobre una obra, me refiero a esos detallitos curiosos que encontramos diseminados de vez en cuando y que consiguen captar nuestra atención. Habrá algún lector que lo considere spoiler, pero entonces es que no ha leído el título del libro.
Muchos de vosotros pensaréis que los personajes, esos elementos que intervienen en la acción son indispensables en una obra, y en parte es así.
Digo en parte, porque la mayoría de las obras, no solo literarias, se construyen sobre o girando alrededor de ellos, pero no tienen que ser necesariamente protagonistas; el autor puede prescindir totalmente de ellos...
Hay obras que relatan un hecho, se centran en un suceso, o bien narran acontecimientos en torno a un lugar, y esos sujetos que nos guían acercándonos a la trama, son solo componentes ambientales o incidentales, ninguno de ellos cuenta con un protagonismo único que destaque por encima de los demás.
En este libro predominan los personajes secundarios, los que sirven para ambientar, y aunque hay uno central, Robert, su actuación no deja de estar supeditada a la que es la verdadera protagonista: La casa de las cruces.
La actuación de Robert siempre va a estar limitada alrededor de lo que acontece en la extraña mansión; puede parecernos a simple vista que es el protagonista absoluto, pero pensándolo fríamente, vemos que no es así. Tan solo es un medio para hacernos llegar hasta la verdadera historia.
¿Cuál es el truco para saber si es un verdadero protagonista? muy sencillo, simplemente debemos hacernos una pregunta. ¿Existiría esta historia, su trama o argumento sin la casa de las cruces? Yo creo que no...
Y aquí lo dejo, planteándoos esta cuestión.
El veredicto final en este tipo de novelas recae como siempre sobre vuestros gustos, y sobre lo que vosotros consideréis repetitivo o no.
También creo que el último apunte sobre el protagonismo da ese toque especial que convierte en interesante a una lectura; aporta ese detallito curioso que puede influir favorablemente sobre la opinión de un lector. Detalles que nos hacen seguir pensando en el argumento, mucho más allá de haberlo terminado...
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