Sinopsis:
El cabo José Souto, apodado Holmes por su afición a las novelas detectivescas y por su minuciosidad en el trabajo, se enfrenta a la investigación de un extraño accidente automovilístico en un salvaje acantilado de la Costa de la Muerte. Lo que a simple vista parece un caso fácil se va complicando a medida que la identidad del fallecido y las circunstancias del accidente resultan cada vez más dudosas. Con la ayuda de su amigo Julio Santos, el detective privado y dandi madrileño al que ya conocimos en El rompecabezas del cabo Holmes, Souto conseguirá desenredar trabajosamente una trama en la que se mezclan contrabando, conexiones políticas, el Prestige y hasta su vida personal. Con un final frenético y sorprendente, esta nueva aventura del cabo Holmes nos transporta de nuevo a los bellos paisajes de la costa gallega mientras el protagonista pone a prueba su suspicacia y el valor de la amistad, el amor y la lealtad.
Opinión: La decepción del cabo Holmes (Cabo Holmes 02)
Lo primero que debo decir es que he encontrado algunas pequeñas diferencias entre las dos novelas que de momento forman esta saga.
La más importante es que La decepción del cabo Holmes, supera en calidad a la anterior, El rompecabezas del cabo Holmes.
Otra es que esta nueva aventura es bastante más corta que su predecesora, algo normal, ya que evitamos el tener que presentar a los personajes principales.
En este nuevo libro además de con el cabo José Souto, contamos de nuevo con la colaboración del detective madrileño Julio César Santos.
Y quizás la más notable... La actuación de los personajes.
Santos, aquí tiene un menor protagonismo, una actuación más limitada y la mayoría de la investigación, como debe ser, recae sobre el cabo Holmes.
Esta segunda entrega, podría leerse casi de forma independiente. Carlos Laredo, llegado el momento, hace referencia al caso anterior de Holmes, con unos breves apuntes a modo de recordatorio y nos sobra para darnos por enterados de como nació la amistad entre el cabo y el detective Santos.
Aun así, vuelvo a repetir lo que ya he dicho en otras sagas, si no queréis perder ningún detalle, lo más recomendable es leerlas en orden. De esa forma veréis la evolución de los personajes y les conoceréis más a fondo.
Otro detalle que llama la atención es lo bien pensados que están los argumentos.
Cuando se presenta la trama y empezamos a ver los primeros indicios del caso, participamos no solo como lectores. Empezamos a hacer suposiciones desde el principio y a intentar sacar nuestras propias conjeturas, asumiendo el papel en la historia de detectives invitados.
Reconozco que yo tiro hacia lo fácil, me imagino un asesinato más simple, una trama menos compleja, y aquí es donde entra en juego la imaginación y/o maestría de Carlos Laredo, complicándolo y sorprendiéndonos.
Podemos imaginar o predecir quienes son los implicados casi desde el principio, pero eso no resta interés porque lo que desconocemos es el móvil del asesinato y los giros que irá dando el argumento.
Otras diferencias...
La intriga en esta historia va en aumento y resulta más entretenida que la anterior.
La narración es más fluida y el ritmo no decae, cosa que sí ocurría en algunos momentos puntuales en El rompecabezas del cabo Holmes.
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