Sinopsis:
Cristina Sanjuan es una joven madrileña que ha elegido una habitación del Hotel Almirante en Ribanova para morir.
Aunque nadie en la ciudad la conocía, Cristina tiene un motivo para seleccionar el escenario de su suicidio.
La muerte de la muchacha supone un cambio definitivo en los planes de Rosalia Leal, la directora del hotel y el último miembro de la saga familiar: inesperadamente, su destino de soledad, que parecía irremediable, se mostrará con un nuevo rostro, una nueva realidad cargada de esperanza.
Opinión:
Ya sabéis que tengo dos escritoras fijas a las que siempre recurro cuando no sé que leer.
Una es Irène Némirovsky y la otra Marta Rivera.
El primer contacto que tuve con Marta Rivera fue a través de la novela La vida después, y a partir de ahí, he ido leyendo casi todas sus obras dando un tiempo prudencial entre unas y otras.
Sabéis que me gusta su forma de escribir, eso queda bastante claro en las reseñas, por lo tanto, no voy a entrar a repetir lo dicho con anterioridad.
Tampoco voy a volver a hablaros en profundidad de Ribanova ni de los personajes. Pero creo que si queréis conocer toda la trayectoria de esta escritora hay algunas cosas que debéis conocer de antemano.
Hace uso de una prosa exquisita que deja su impronta en los lectores.
Las tramas de sus novelas son sencillas y coherentes. No aparecen sobrecargadas y la atmósfera que crea para cada una de ellas termina atrapando al lector sin remedio.
Sus obras contienen historias que se disfrutan, se saborean lentamente mientras vamos extrayendo toda la belleza que se esconde tras sus páginas.
Cada vez que termino una de las novelas de esta autora me embarga una nueva sensación de asombro. Sus narraciones son un aliciente, despiertan nuestra imaginación, todos nuestros sentidos se reactivan recreándose gozosos en los ambientes y escenarios a los que nos transporta a través de sus relatos.
Lo más importante para mí son los personajes.
Dinámicos, con personalidades muy marcadas que permanecen en el recuerdo y dotados con una capacidad extraordinaria que no encontraréis en ningún otro libro.
Los personajes se escapan de las novelas de Marta Rivera una vez acabadas y tienen el don de aparecen como por arte de magia nuevamente en otras.
Los hay de dos tipos.
De carne y hueso, y otros que acaparan nuestra atención pero que distan mucho de ser tangibles.
Esos personajes a los que me estoy refiriendo son el Hotel Almirante, la Librería el Unicornio y la ya citada ciudad, entre otros.
Como he dicho no son de carne y hueso, pero logran hacerse un hueco y acaparar no solo el interés del lector, sino que también la acción influyendo de forma directa en el ritmo narrativo.
Ribanova es un lugar mágico que logra escapar del paso del tiempo. Es como si su muralla detuviese el movimiento de las agujas del reloj.
Yo considero a esa ciudad como el personaje más importante, el alma, de las novelas de Marta.
El resto de personajes solo se vuelven reales porque habitan allí. Sin Ribanova, esas tramas que van entrelazando a un personaje con otro no resultarían reales, los personajes se esfumarían como devorados por la bruma, y la librería El Unicornio, junto con el Hotel Almirante hace tiempo que habrían cerrado sus puertas.
En esta novela de la que hoy os hablo y que ya tiene unos añitos (2002) se volverán a cruzar las vidas de varios personajes.
Por una parte está Cristina.
Una madrileña que aparece muerta en una de las habitaciones del Hotel Almirante y de la que en un principio desconoceremos todo.
De esa forma tan directa comienza la novela que como veis en un principio parece que será policíaca. Pero no os dejéis engañar, el relato dará un giro y terminará siendo una obra donde se entremezclan varios géneros.
Como ya habéis visto de nuevo Ribanova será el nexo de varias historias, aunque aquí cede un poco de espacio al Hotel Almirante, quien nos presentará a sus fundadores y las extraordinarias historias que giran a su alrededor.
Una novela donde los aromas y sabores cumplen una función primordial, porque las referencias culinarias serán constantes.
Puede haber quien piense que el final queda un poco abierto, pero a mí personalmente me gustan las novelas que dan por terminada una historia dando pie a que otra comience. Esas novelas animan a que el lector se imagine el futuro a corto o largo plazo de los personajes principales. Son finales que nos invitan a imaginar.
Otro punto positivo es que nos reencontraremos con Juan Sebastián Arroyo. Un personaje entrañable, una especie de pariente colectivo para todos los vecinos de Ribanova al que los lectores asiduos de Marta Rivera no hemos tardado en adoptar. También hará acto de aparición Marcial de Soto, propietario de la Libreria el Unicornio.
Una pequeña joya que os animo a leer y que junto al resto de novelas de esta escritora crean un ambiente cargado de exquisito realismo mágico. Un libro que muchos escritores desearían contar como propio, con un comienzo sencillo pero con un argumento absorbente y sorprendente.
No he leído nada de esta autora (ni de Irene, en este caso no pasa mes en que me riña a mí misma por postergarla sin piedad en mi lista) :-)
ResponderEliminarSi aseguras que es una joya anotada me la llevo, intentaré que no pase a formar parte de mis eternos pendientes porque me ha gustado mucho tu reseña :-)
Un beso!
Es una escritora genial, a mi me gusta una barbaridad. Solo me gustaría saber en qué orden hay que leerlas, porque a veces, te encuentras con spoilers, al saber ya como se desarrolla una historia. Totalmente recomendable.
ResponderEliminarPues no he leído nada de esta autora, pero me la llevo apuntada porque la has sabido defender muy bien.
ResponderEliminarUn beso.
Pues voy a añadir algún libro de la autora, a la que no conocía, a mi lista dependientes.A ver que tal .Besos!
ResponderEliminar