Sinopsis:
Comienza una nueva era para los Caskey: la persistencia y el trabajo duro de Elinor en Perdido parecen dar sus frutos. Su control arraiga en los hogares de un pueblo que en el pasado desconfió de sus intenciones. Sus enemigos decrecen en número y pierden fuerza.
La guerra en Europa trae sangre nueva a Perdido.
En las tierras de los Caskey, los hombres van y vienen como marionetas. No saben que sus vidas penden de un hilo.
Opinión: La Guerra (Saga Blackwater 04)
Como en todas las sagas vamos a encontrar libros en los que es inevitable que decaiga la trama y, aunque no estoy diciendo que aquí suceda eso, sí tengo que señalar que el ritmo se va a volver algo más pausado.
También quiero añadir que a mí no me termina de convencer este formato de publicación. Entiendo que fue voluntad del autor que su obra llegase a los lectores a modo de folletín, por entregas, pero a mí me está empezando a dar pereza su lectura.
En esta nueva entrega vamos a ver como la II Guerra mundial afecta a los Caskey, pero sobre todo va a llegar el turno del relevo generacional en el que Elinor cederá parte de su merecido protagonismo a sus hijas, Miriam y Frances, las más jóvenes del clan.
Michael McDowell no olvida incorporar sangre nueva a la familia Caskey, una modo sencillo de mantener el suspense, aportando nuevas historias personales a la trama y continuar con esa crónica minuciosa y costumbrista que nos lleva ofreciendo desde el primer volúmen.
Lo mejor, vuelvo a insistir en lo que ya mencioné en las reseñas anteriores, vuelve a ser la atmósfera creada alrededor de las protagonistas femeninas con sus venganzas y el deseo de control sobre el resto de personajes.
El papel de Elinor vuelve a ser el que más destaca, por todos esos silencios y misterios que se generan a su alrededor. Es un personaje guía, toda la trama sigue su estela, y está construido de forma inteligente porque va a ser el encargado de mantener el suspense hasta el final. Intentar profundizar en el personaje de Elinor sería absurdo, tanto como adentrarse en las profundas y turbias aguas del río Perdido, porque cada libro nos depara una nueva sorpresa sobre su naturaleza.
Aún así, y como ya os he adelantado, Elinor va a ceder parte de su protagonismo a sus hijas, Miriam y Frances.
Miriam, la mayor, ha heredado la arrogancia de su abuela, Mary-Love, mientras que Frances se ha convertido en una joven enfermiza y fácil de manipular. Pese a eso, Miriam debe andarse con pies de plomo y no mostrar esa hostilidad heredada de su abuela contra su madre, ya que Elinor no solo la supera en experiencia, sino que también en capacidad estratégica.