viernes, 3 de febrero de 2023

Duma key de Stephen King

Sinopsis:

Unas pinturas de sorprendente fuerza y maestría podrán estar inspiradas en una terrible maldición...
 
Tras sufrir un grave accidente, la vida del constructor millonario Edgard Fremantle cambia radicalmente. Ha perdido un brazo, se separa de su mujer y decide trasladarse a Duma Key para dedicarse a pintar.
El paisaje de este cayo en Florida, con viejas casonas y una vegetación tropical, y la extraña propietaria de la isla desatan en Edgar una fiebre creadora sobrenatural: los paisajes surrealistas, los mares embravecidos y las muñecas que dibuja parecen formar parte de un aterrador mensaje de advertencia...

Opinión:

Ya sabéis, los que me seguís desde hace tiempo que considero a Stephen King el gran autor de terror contemporáneo.
Lo más curioso de esta novela, Duma Key, es que no había oído hablar de ella, a pesar de haber sido publicada en 2008 y haber alcanzado el número uno en la lista de superventas del New York Times.

Es una novela de 736 páginas, pero no se hace larga en ningún momento porque King dosifica el suspense.
Su arranque es lento, es cierto, pero considero que es totalmente necesario para generar la atmósfera propicia que conseguirá que, al final, encajen todas las piezas a la perfección, tal y como King nos tiene acostumbrados.

Duma Key es una isla ficticia ubicada cerca de la costa oeste de Florida, lugar en el que el protagonista decide alquilar una casa en la playa, debo decir en este punto que esta novela es la primera de King ambientada en esa zona, y en ese escenario se desarrollará el grueso de la acción. 

Esa isla ficticia, como ya habéis visto, da título a la obra, pero se convierte en algo más, en un personaje omnipresente que marca toda la trama y que parece convertir en marionetas a todos los que habitan allí. Y es que como indica parte de su nombre, en Duma Key se encuentra la clave, la llave de esa fiebre creadora sobrenatural que despierta en todos los que habitan o han habitado Big Pink, la casa rosada.

No es una novela en la que el terror esté constantemente presente, es más bien un terror psicológico que acompaña la atmósfera misteriosa recreada y que nos acecha en momentos puntuales, alcanzando el punto álgido casi llegando al final.

Edgar, el protagonista, tras sufrir un grave accidente se muda a Duma Key. 
Al llegar allí sufre una fiebre creadora sobrenatural que da como resultado extraños paisajes que parecen arrastran un mensaje de advertencia.
Esas obras surgen de su subconsciente de forma automática y se mueven entre lo irracional y lo onírico, lo que ocurre es que tras esa extraña facultad que da como resultado lo que otros juzgan como grandes obras maestras, se esconde algo más... una extraña fuerza sobrenatural que le permite cambiar la realidad.
Solo con las descripciones de esas obras, con el modo en que entra en trance o con la vulnerabilidad que conllevan esos periodos, consigue predisponer al lector y crearnos una continua incomodidad.

Los personajes protagonistas son muy pocos, pero King se saca de la manga un pequeño elenco secundario que sirve para crear ambiente y suspense.

En esta historia el autor vuelve a utilizar algunos elementos que ya hemos visto en otras obras y que le han funcionado a las mil maravillas:
Personajes atormentados; lugares apartados de la civilización que incrementan la soledad que ya acompaña de por sí el protagonista; una lucha final entre el bien y el mal, y no me olvido de ese escenario, la casa, una protagonista imposible de eclipsar.
Por supuesto otro elemento característico del maestro que vamos a encontrar en Duma Key es el toque de normalidad que persigue a los personajes y a las situaciones por las que se mueven.

Y poco más me queda por decir...
A pesar de no ser una de las obras de Stephen King más conocidas a mí no me ha decepcionado. La sitúo entre las mejores, entre esas historias en las que parece que no sucede nada y en cambio no paran de ocurrir cosas.

lunes, 30 de enero de 2023

Timandra de Theodor Kallifatides

Sinopsis:

Timandra es una de las figuras femeninas más fascinantes de la antigüedad griega. Mujer de una belleza excepcional, supo congregar en su casa a las mejores mentes de su tiempo, desde Sócrates a Eurípides. Pero sobre todo trascendió por, como dicen las fuentes históricas, ser 'el éter espléndido que convivió con el héroe Alcibíades y recogió sus cenizas'. 
En esta novela de Theodor Kallifatides, considerada por su autor como quizá la mejor de ellas, es Timandra quien nos cuenta en primera persona su vida y la Atenas de su tiempo, en plena Guerra del Peloponeso contra Esparta. Figuras, lugares, tiempos, la Atenas del Ágora y puertos, gimnasios y campos de batalla: todo es real. Pero Timandra es mucho más que una novela histórica. El centro de gravedad es el amor: explorado, debatido, codificado -como era costumbre entre los griegos de la época-, aceptado siempre como regalo y condena, entre risas y lágrimas, en un simposio, un rito misterioso, a un minuto de la muerte.

Opinión:

“Mi nombre es Timandra y soy hetera".

Ese es el modo en que el personaje se nos presenta. 
Ella es hetera, prostituta, meretriz o cualquier otro de los eufemismos que suelen utilizarse para sustituir una palabra que se considera grosera o de mal gusto, aunque yo prefiero quedarme con el término de hetaira o compañera...y más en esta época en la que tenemos la piel tan finita que para que no se nos ofendan las momias cambiamos el término por persona momificada...

Timandra, en esos primeros compases de la narración, nos informa que la profesión de hetera no es tan antigua como pensamos y que hubo algunas mujeres célebres como Nicó de Samos, Calistrata de Lesbos o Aspasía de Mileto, esposa de Pericles, que transformaron la esclavitud en profesión.

Theodor Kallifatides nos presenta a una mujer, según dice, una de las figuras femeninas más fascinantes de la antigüedad griega.
Ahora, tras esta lectura sé que fue la amante de Alcibíades, para unos héroe griego, para otros, traidor, según el bando, y lo cierto es que queda un poco feo decir que solo se ha hecho famosa por compartir la cama con él, así que voy a intentar contaros un poquito más de ella y confesaros desde estas primeras líneas que me he sentido un poco engañada.

Si de verdad, como se dice en la sinopsis, fuese una de las figuras femeninas más fascinantes de la antigüedad griega, creo que esta historia sería la suya y no la del general ateniense, Alcibíades.

Timandra vivió en el siglo V a.C., en plena guerra entre atenienses y espartanos, y fue coetánea de Pericles, Sócrates o Eurípides, entre otros muchos.
Su nombre da título a esta obra histórica, pero hasta el propio autor se vale de él para contarnos otra historia. 
Ella es nuestra narradora, sí, pero solo eso, una simple herramienta. 
Relata en primera persona su vida, pero poco a poco esa idea se va difuminando para terminar contándonos la de Alcibíades, así que me da la impresión de que los lectores terminamos siendo manipulados por el autor, ya que todo lo narrado termina girando en torno al personaje masculino. La novela comienza cuando le ve por primera vez, y termina cuando él muere... Vosotros juzgáis.

Y no es que yo interprete así lo leído y vea al personaje perder poder narrativo al tiempo que se convierte en alguien secundario que va perdiendo peso en la trama al tiempo que se enumeran las hazañas de Alcibíades, ¡no!, es que hasta ella lo dice:  
"La Historia se olvidará de mí, pero a él lo recordará". 

Por ese motivo, ante el temor de que solo sea recordado como quieren los vencedores, que al fin y al cabo son los que escriben la historia, nos narra la vida de su amante; lo bueno y lo malo; las luces y las sombras de un hombre que dirigió miles de soldados y escuadras de cientos de barcos, un gran estratega con una idea fija en la mente, la de borrar a todos los grandes hombres del recuerdo colectivo y pasar a la historia como único héroe. 
En definitiva, un hombre con un ego tan grande como su capacidad para granjearse poderosos enemigos.

La obra comienza en una pequeña cabaña de Frigia, en la que será la última noche de Alcibíades. A partir de ese momento Timandra nos hace retroceder en el tiempo para comenzar un relato, más o menos lineal, pero con un marco histórico excepcional. Esa historia que ocurre de fondo, que irá avanzando al tiempo que la narración, es la guerra entre Atenas y Esparta, una contienda que duró 28 años. 

En esta historia vamos a tener grandes dosis de filosofía, para qué voy a engañaros. filósofos, poetas y oradores se pasearán por las páginas de esta historia novelada, debatiendo sobre el amor y sus secuelas, porque básicamente esta novela va de eso, del amor y de las distintas formas de entenderlo. Lógicamente al venir de boca de una hetaira el amor irá unido al erotismo y al sexo.

Theodor Kallifatides dice que esta es quizás una de sus mejores novelas. Lo cierto es que no puedo juzgar porque es la única que he leído de él; solo puedo deciros que narra bien. Me gusta su estilo, como te envuelve y sumerge en la historia, pero como habéis visto, esperaba algo más.
¿Lo recomiendo?, pues sí, es bastante interesante y el libro es cortito, pero insisto. 
No es oro todo lo que reluce.

martes, 24 de enero de 2023

La joya de las siete estrellas de Bram Stoker

Sinopsis:

Si el comienzo de La Joya de las Siete Estrellas parece plantear una intriga, su atmósfera se ve rápidamente dominada por la omnipresencia de Tera, la reina y hechicera egipcia que desde hace milenios prepara su regreso al mundo de los vivos en un cuerpo mortal, y la novela se desliza hacia la fantasía y el terror. 

La lúgubre y casi irrespirable atmósfera que domina la mansión londinense del egiptólogo Trelawny se trasladará después, aunque amplificada por un aura digna de H. P. Lovecraft, al de la solitaria casa de Cornualles donde aquel sabio y sus compañeros de aventura intentarán, mediante la mágica Joya de las Siete Estrellas, resucitar a la momia de la antigua reina.

Opinión:

Hoy voy a hablaros de La joya de las siete estrellas, una obra que fue publicada en 1904, años después de que Drácula, su obra cumbre, viese la luz.

Lo primero que quiero deciros es que La joya de las siete estrellas no es una obra de terror, aunque las editoriales se empeñen en catalogarla así, y que tampoco resulta tan interesante como Drácula, a pesar de que Stoker tenía estilo más que de sobra para recrear atmósferas propicias para el misterio. 
Aun así, no consiguió llegar a la intensidad de la obra por la que realmente es recordado, además de que en el último tercio del libro parece que la trama pierde fuelle y termina yéndose por las ramas en busca de una salida respetable para sus personajes. Este último detalle que he mencionado le llevó a escribir un final alternativo. 
En el ejemplar que yo he leído solo se opta por mostrar uno, quizás el más realista y acorde con una novela de misterio, pero sé que hay otras versiones que ofrecen la lectura de los dos finales.

El origen del mito

El origen del mito de la momia, muchos expertos lo ubican en la campaña de Napoleón a Egipto que tuvo lugar en 1798. Tras ese hecho la arqueología despertó el interés de muchos estudiosos y con ello la imaginación de muchos autores, entre ellos Stoker o Agatha Christie, que se entusiasmaron con las posibilidades imaginativas que escondía la egiptología, con el tema de la transmigración de las almas o, simplemente, con el enfrentamiento cultural que suponía el misterioso y Viejo Egipto frente el mundo occidental, tan racional y empírico.
En esta novela, el autor actúa un poco como visionario. La obra fue escrita en 1904, pero en ella encontramos la esencia del mito de la momia que más tarde se vería confirmado, en 1922, con el descubrimiento de la tumba del faraón Tutankhamon y la posterior muerte de más de veinte personas relacionadas con la expedición arqueológica.

La joya de las siete estrellas.

La novela comienza sin preámbulos, es lo que se conoce como una narración in media res, es decir, la narración empieza con una escena impactante, en mitad de la historia, y para llenar el vacío argumental que provoca ese comienzo abrupto los personajes deberán narrar, llegado el momento, los sucesos anteriores mediante retrospecciones.

En ese comienzo destaca la gran calidad descriptiva e imaginativa de Stoker, que en esos primeros compases nos ofrece un clásico misterio de cuarto cerrado, incluyendo un ataque cruel y brutal que se produce en plena noche. 
No existe indicio de que los asaltantes hayan huido, no hay huellas ni desorden, tampoco ventanas abiertas. En el interior solo se encuentra la víctima, el señor Trelawny, y lo más interesante del caso y que engancha al lector es que a la noche siguiente se produce una nueva agresión estando la casa llena de gente sin que nadie detecte movimiento alguno del agresor.

Como podéis ver se nos plantea un caso muy complejo y extraño en el que cada descubrimiento irá añadiendo más suspense e intriga a la trama.

Os he mencionado que para rellenar el vacío argumental del comienzo los personajes narrarán sucesos anteriores con lo que el autor nos ofrece un relato que contiene otro en su interior y en el cual nos mostrará cómo fue el descubrimiento de la tumba de Tera, la momia, y de los tesoros allí encontrados, con lo que sin querer, los lectores somos testigos de un acto muy frecuente en la época, el expolio del patrimonio arqueológico.

También debo añadir que tras la resolución de ese primer misterio de cuarto cerrado el escenario cambiará y los personajes se enfrentarán a un segundo misterio, y es aquí donde Stoker se embrolla y empieza a complicar el argumento con disertaciones científicas e incluyendo algunos datos erróneos que helarían la sangre al mismísimo Zahi Hawass.

Drácula y la joya...

Llegados a este punto no me queda más remedio que  hablaros de las similitudes que he encontrado entre Drácula y La joya de las siete estrellas y que como veréis proporcionará más datos interesantes y complementará los ya dados sobre esta lectura.

He leído en algún sitio que no existen similitudes entre estas dos obras y que por lo tanto es absurdo hacer comparaciones... 
Esto es algo de lo que discrepo totalmente, porque creo que el hacer comparaciones es algo inherente a los lectores, ya que forma parte de nuestra naturaleza. 
También debo añadir que desde el principio de esta lectura no he parado de detectar semejanzas, y no solo respecto a la estructura, al origen del argumento, descripciones y/o modo de narrar, sino también a la hora de configurar el perfil de los personajes, por lo que a mí sí que me parece absurdo negar lo que resulta más que evidente. 
Aun así, como no me creo en posesión de la verdad absoluta, os pongo a continuación algunas cosillas para que vosotros podáis comparar y decidir.

Lo primero que vamos a ver y que ya he mencionado de pasada es que estas narraciones tienen de base un mito o leyenda que arrastra una maldición.
En Drácula el argumento se construye sobre el mito del vampiro y aquí sobre el de las momias. El miedo al muerto que vuelve a la vida, la hostilidad que despierta en la sociedad, en definitiva, el miedo a lo desconocido, son los cimientos de estos libros, además de otro elemento que no podemos obviar y que es la gran dosis de romanticismo e incluso de sexualidad que se incluyeron en ambas. 

Otro detalle en común es que ya sabemos que Drácula incluyó en su estructura un aspecto que la convirtió en una novela totalmente novedosa; ese hecho fue el estar escrita totalmente en forma de diario, incluyendo cartas y telegramas, lo que evitaba emplear un narrador en tercera persona, algo que era común en ese momento. 
Pues bien, en esta obra todos esos detalles mencionados los vamos a encontrar a simple vista.
En la joya de las siete estrellas Stoker emplea una narración en primera persona y el encargado principal de hacernos llegar la historia será uno de los personajes.

Para resolver el misterio los elegidos serán un grupo bastante ecléctico, entre los que habrá un abogado, un médico y un gran experto en el mito en cuestión. 
Tampoco voy a olvidar a la damisela en peligro que en algunos momentos se encontrará sumida en un estado de abstracción, similar a la que experimenta Mina. Estos personajes son comunes en las dos novelas. Debo añadir en este punto que los personajes están muy bien perfilados a pesar de que Stoker se centra en relatar en mayor profundidad todos los datos alrededor del mito.

En resumidas cuentas y tomando de base el argumento...
La momia regresa de nuevo, decide morir siendo aún joven con la intención de resucitar en otra época tras un sueño larguísimo, emergiendo de la tumba con todo el esplendor y magnificencia de su juventud y su poder. ¿De verdad que nadie ve las semejanzas aquí?
En fin, que estas son solo un breve ejemplo de las semejanzas que podéis encontrar, me hace gracia lo ya mencionado, que haya quién no las ve, porque me hace pensar o que no se han leído el libro o que no hemos leído la misma obra.

Ahora en vuestras manos está el decidir si leéis o no este relato. Para mí, analizada en conjunto, ha resultado una lectura interesante.



domingo, 15 de enero de 2023

Mesopotamia. La invención de la ciudad de Gwendolyn Leick

Sinopsis:

Situada en un área que aproximadamente se corresponde con la del actual Irak, Mesopotamia fue una de las grandes civilizaciones de la Antigüedad, aunque, en cierto modo, continúa siendo una desconocida. Los habitantes de Mesopotamia --babilonios, sumerios y asirios-- no forman parte de nuestro imaginario colectivo, como los antiguos egipcios. Sin embargo, con la llegada de un nuevo milenio en que la mayoría de la población mundial vive en ciudades, Mesopotamia tiene mucho más que enseñar que el agrícola Egipto, pues fue allí donde tuvieron lugar los primeros experimentos urbanísticos. Gwendolyn Leick examina estos centros urbanos, extraordinarios e innovadores, con suma agudeza. Cada uno de los diez capítulos que forman esta obra se centra en la vida de una ciudad, y cada una de las ciudades posee un carácter único: ciudades sagradas, ciudades de erudición, ciudades de comercio y de monarcas, ciudades que florecieron para después ser abandonadas y ciudades que siguen habitadas en nuestros días. Leick concluye la obra con Babilonia, poderoso símbolo de esplendor y decadencia, la primera auténtica metrópolis: multicultural, multiétnica, el último centro urbano de una civilización agonizante. Mediante los increíbles logros de los mesopotamios y las vidas de sus poetas, sacerdotes, reyes y hombres y mujeres de negocios, entremezclados con los mitos de la literatura más antigua del mundo, este libro ameno y original revela, por primera vez, cómo era la vida en estas «ciudades invisibles» hace ya tanto tiempo desaparecidas. Especial De Mesopotamia a Irak

Opinión:

Aunque no es muy frecuente que aparezcan reseñados en mi blog libros de ensayo, también soy aficionada a leerlos de vez en cuando.
En esta ocasión y debido al tema que trataba, que me ha parecido interesante, me he lanzado a reseñarlo, aunque sea solo por encima, ya que los datos analizados aportan tanta información que sería imposible resumirlo brevemente.

Mesopotamia, junto a Grecia o Egipto, ha sido una de las grandes civilizaciones clásicas, pero debido a varios motivos es la menos conocida.
Allí se dieron los primeros asentamientos humanos y los inicios de la agricultura, inventaron la rueda, la escritura, las matemáticas y la astrología, además de desarrollar conceptos como urbanismo o burocracia, elementos que posteriormente los Estados helénicos y Roma exportaron y modernizaron adaptándolos a sus necesidades.

El término de "Mesopotamia" se lo dieron los antiguos griegos, significa entre dos ríos, y esa localización geográfica fue propicia para la agricultura, algo que favoreció al hombre, ya que una vez adaptado al entorno facilitó la creación de comunidades más amplias y con ello las primeras ciudades.
El problema de esa localización fue que, a diferencia de Egipto, rodeado de defensas naturales, Mesopotamia carecía de océanos, montañas y desiertos que la protegieran. Era un territorio fácil de conquistar, pero difícil de proteger.
Otro problema que surgió fue la escasez de piedra por lo que tuvieron que hacer uso para sus construcciones de adobe y eso provocó el rápido deterioro de los edificios, junto a las incursiones de tribus de la zona y ataques bélicos por parte de otras ciudades.
Estos son algunos de los motivos, sumado a su ubicación en una zona de constantes enfrentamientos bélicos, que comentaba más arriba y que han hecho que la civilización Mesopotámica sea menos conocida que otras. 

A través del análisis de Gwendolyn Leick, antropóloga y asirióloga, conoceremos la vida en diez de sus ciudades, su evolución política, económica, cultural, social y religiosa. Una cultura que se configuró a partir de un conglomerado de etnias que conquistaron y fueron sucediéndose en los espacios que se extendieron entre las cuencas del Tigris y el Éufrates. Dependiendo de las etnias que habitaron cada una de esas ciudades, al igual que del carisma de sus gobernantes, veremos como esa evolución fue distinta, afectando a sus habitantes; curioso en este punto observar el trato que recibían las mujeres dependiendo de la ciudad. Algunas de esas ciudades fueron centros religiosos, otros políticos, cunas de eruditos o capitales del Imperio.

Las diez ciudades que vamos a ver analizadas a través de los pocos datos arqueológicos que se tiene de ellas son:
Eridu que será considerada como la primera ciudad. En ella veremos como se pasó de ser un simple asentamiento agrícola a constituirse como una de las primeras ciudades; Uruk, la madre de todas las ciudades, con las primeras murallas; Shuruppak, cuna del héroe del diluvio y que nosotros conocemos a través de la biblia como Noé.
Akkad una ciudad tragada por las arenas del desierto y que hoy en día se sigue buscando porque se desconoce su ubicación; Ur, un  importante centro ceremonial y religioso; Nippur, cuna de eruditos; Sippar, dos ciudades que compartían gobierno y nombre; Assur, ciudad sagrada; Nínive, la ciudad que sufrió el gran saqueo por parte de las potencias occidentales y por último la gran Babilonia, la ciudad que Alejandro Magno propuso como capital de su Imperio.

Leick nos va a mostrar cómo cada ciudad tenía su propia identidad, su propia historia y su propia forma de relacionarse con las demás. Al mismo tiempo, destaca los elementos comunes que unían a los pueblos mesopotámicos, como el uso de la escritura cuneiforme, el culto a los dioses sumerios y acadios, o la concepción de la ciudad como un espacio sagrado.

A través de tabillas, estelas y otros descubrimientos arqueológicos podemos hacernos una idea, aproximada, de cómo era la vida en esas ciudades, y digo aproximada porque también hay que dejar constancia de que muchos de los datos que se aportan son meras conjeturas. 
Esto último no es que lo diga yo... basta remitirse a los hechos.
Las excavaciones se encuentran detenidas desde mediados del sigo pasado por lo que grandes extensiones de terreno quedan aún por excavar. Otro pequeño detalle es por ejemplo, que la ciudad de Akkad dispone en este libro de un amplio capítulo en el que se relata cómo era arquitectónicamente, como era su distribución, y cómo se organizaba la vida allí, en cambio, su ubicación aún no ha sido localizada. Todos los datos que existen sobre ella se han recabado de menciones que aparecen en tablillas halladas en otros lugares, por lo que habría que fiarse mucho de esos datos y de la interpretación que se ha hecho de ellos.

Las ciudades por su construcción con adobe debían ser reconstruidas cada poco tiempo, las incursiones de otros pueblos e incluso el ataque de ciudades que buscaban obtener el apoyo de los dioses, también destruyeron esas ciudades.
Luego, ya en nuestra época, el expolio al que fueron sometidas las ruinas por parte de países como Inglaterra o E.E.U.U, e incluso la poca pericia o interés de los excavadores, favorecieron la destrucción de buena parte del patrimonio arqueológico, además de que no se ha llegado a excavar del todo, por los enfrentamientos bélicos en la zona en que está situada y por supuesto, la destrucción de ese patrimonio arqueológico por ideas religiosas...

Algo que tampoco olvida la autora es relacionar el pasado con el presente, mostrando cómo esas ciudades han influido en el desarrollo de la civilización occidental y cómo siguen siendo relevantes hoy en día.

Los  datos que se exponen resultan interesantes, sobre todo os recomiendo este libro para los amantes de las civilizaciones antiguas, pero también debo decir que la autora se repite bastante a la hora de querer dejar claras algunas ideas. Esas partes se convierten en una tautología, una repetición innecesaria de determinados pensamientos que no aportan ni un solo dato más a la información ya dada.
Ya sabéis lo que opino de las repeticiones... para mí solo producen ruido, un eco que puede llegar a cansar, porque aunque Gwendolyn Leick es una gran experta mundial en el tema, no es necesario que se tome a los lectores por tontos, insistiendo una y otra vez en el mensaje para dejar clara una idea.

Ya para terminar voy a abrir un melón sobre algunos profesores de universidad que confunden la terminología entre reseña, valoración crítica y comentario.
A un chaval de primer grado de Historia no se le puede pedir que haga una valoración crítica sobre una obra de arqueología porque, básicamente, una valoración crítica es un proceso donde se evalúa y valora una investigación para determinar su calidad y validez. 
Creo que un alumno de primer año no está cualificado para hacerla, porque no posee ni tan siquiera unos conocimientos mínimos sobre arqueología o civilizaciones antiguas para pasar por la lupa una obra de una experta mundial con 50 años de carrera a sus espaldas y que es autora de un montón de publicaciones sobre el Antiguo Oriente Próximo, además de tener publicados más de diez libros sobre el tema.
A ver si podemos ser un poquito coherentes y limitarnos a pedir que hagan un simple análisis de lo que leen, una síntesis en la que comenten el contenido, lo que defiende el autor y las conclusiones a las que llega, lo que viene a ser una recensión crítica, todo eso sin necesidad de perdernos en palabras grandilocuentes y que al fin y al cabo están mal empleadas.


sábado, 31 de diciembre de 2022

Mis mejores libros 2022

Como todos los años vuelvo a hacer una entrada con el resumen de mi año lector.

Lógicamente, el listado de los libros que más me han gustado distará mucho de los que encontraréis en revistas o periódicos, al igual que tampoco coincidirá con las listas de otros blogs, porque todo depende de lo que haya leído cada uno.

He leído aproximadamente unos 50 libros y de entre esos, 22 se corresponden a autores clásicos. 
Ya sabéis que este blog dedica un espacio importante de tiempo a buscar en el baúl de los libros olvidados, y que también me sumé, durante varios años seguidos, al reto anual de "Clásicos grandes y pequeños" con el que he descubierto grandes lecturas. Pero este año, con gran pesar de mi corazón, he abandonado el reto en julio, a un libro de acabar el tercer nivel, por lo que de esos 22 clásicos solo 14 se corresponden al reto. 
Y ahora os cuento el motivo de mi abandono...

Lo principal es que no era el modo en que yo quería leer los clásicos. 
Ese reto tenía unos niveles y unas premisas que cumplir a raja tabla, y ese elemento tan básico que comenzó siendo una especie de juego, terminó ejerciendo presión sobre mis lecturas. Si no terminabas un nivel no podías pasar a otro y muchas veces, en esas premisas o en el nivel en que estaba, no podía incluir libros que quería leer en ese momento, obligándome a postergarlos para dar prioridad a otros que cuadrasen en esos niveles y que, aunque los viese interesantes, quizás no me apetecía leer en ese momento. 
Esa obligación aunque me ha proporcionado grandes momentos al descubrir lecturas nuevas, también me estaba restando disfrute. La búsqueda se había convertido en un reto, en una búsqueda contrarreloj, y no es la forma en que busco disfrutar de las lecturas.

Saltando a otra cosa...
También me he ido sumando a otras propuestas que se han organizado en Twitter y que me han llegado desde varios blogs, como las lecturas junto al fuego de Anabel Samani o desde el blog Un libro en un tris de Nitocris.
Con ellas he disfrutado de grandes momentos, descubriendo algunos relatos de Emilia Pardo Bazán como La gota de sangre, e incluso hallando nuevos detalles en la relectura de Drácula
Para esa relectura, que ya era la quinta para mí, elegí una versión ilustrada de la editorial Reino de Cordelia que me hizo disfrutar, más aún si cabe, de este libro.

En general este año ha sido un año de claroscuros, donde han contrastado mucho las buenas lecturas con otras que no lo han sido tanto, e incluso aunque pueda parecer algo feo decirlo, este año también me he encontrado con algunas lecturas que, a mi parecer, han sido totalmente decepcionantes. 
Lo que si veréis es alguna similitud con mi lista del año pasado, y es que en ella aparecen de nuevo muchos clásicos y algunas obras de Stephen King.

Aquí os dejo mi listado:

La ocupante de Sarah Waters
Historia de una escalera de Buero Vallejo
Guerra y paz de Tolstói
Empezamos por el final de Chris Whitaker
La apelación de Janice Hallett
Cujo de Stephen King
La Celestina de Fernando de Rojas
Lejos del mundanal ruido de Thomas Hardy
Apocalipsis de Stephen King

Y ya termino.
Espero poder seguir descubriendo nuevas historias que compartir con todos vosotros.
Un abrazo y felices lecturas.

jueves, 29 de diciembre de 2022

Cuentos de Pío Baroja

Sinopsis:

Aunque la fama de Pío Baroja (1872-1956) descanse en su obra novelística, de la cual son muestras destacadas El árbol de la ciencia o La busca, también sus relatos breves expresan la sensibilidad lírica, la fuerza descriptiva, la imaginación argumental y la capacidad de creación de personajes del gran escritor vasco. El ambiente de su tierra natal, los temas madrileños, las ideas anarquistas, la tristeza ante un mundo cargado de injusticia, empapan estos Cuentos en los que como señala en su prólogo Julio Caro Baroja está «todo Baroja y algo que después Baroja echó por la borda». El presente volumen incluye no sólo la práctica totalidad de las narraciones de Vidas sombrías (1900), sino también otros relatos de fecha más tardía, entre ellos «Elizabide el Vagabundo» y la bella estampa romántica «La dama de Urtubi».

Opinión:

Cuando hablamos de cuentos lo primero que nos viene a la cabeza es el nombre de algún autor extranjero; parece que todo lo de fuera es mejor y olvidamos que tenemos grandes autores nacionales que también hicieron sus pinitos dentro de este género breve tan difícil de manejar.
Doña Emilia Pardo Bazán decía de los cuentos que: "el cuento es hijo, por un lado, de la objetividad y, por otro, de la concentración de recursos", y es que como ya he comentado en otras ocasiones, los autores de cuento debían ceñirse al tema en un espacio muy breve.

Hoy os quiero hablar de Cuentos de Pío Baroja; un recopilatorio de historias con las que el autor vasco nos deja literalmente con la boca abierta. 
Todos los que hayáis leído a este autor sabréis que es conocido sobre todo por sus novelas, pero es que todo lo bueno, la gran calidad literaria que se puede encontrar en ellas, lo vais a ver concentrado en este compendio de relatos breves en los que se refleja la España de finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Vamos a encontrar el derrotismo y el estilo castizo tan propio de la Generación del 98 a la que perteneció. Para los autores pertenecientes a esa generación lo más importante era describir la España real, tal y como la veían, mostrando la forma en que vivían sus gentes, con sus tradiciones, miserias, alegrías y penurias. Una España tan rural como misteriosa, que tiraba por tierra la España oficial que intentaban vender desde el gobierno. No olvidéis que todos los autores de esa generación habían sido testigos del Desastre del 98, con la perdida de las colonias, suceso que los unió a todos.

A Pío Baroja se le conoce como el gran narrador de esa Generación, además de ser uno de sus creadores. Destacó en novela y teatro, pero hay que señalar que este género, que solo cultivó al comienzo de su carrera, contó con el aplauso del público y de la crítica. Quizás esa mala fama de género menor, con la que algunos se empeñan en tildar a los cuentos y narraciones breves, fue lo que empujó a este gran cuentista a abandonar lo que manejaba con maestría.

En este libro se incluyen todos los relatos que aparecieron publicados en 1900, en el volumen de Vidas sombrías, y que habían sido gestados desde 1892 a 1899 y publicados en periódicos y revistas de forma individual, pero también encontraremos algunos escritos posteriormente. 

Baroja nos ofrece unas narraciones con el preciosismo del tono de la época, acompañado del rigor y el método. 
Naturalismo, costumbrismo, terror e incluso humor van a ser los diversos géneros con los que hará gala Baroja.

  • En Medium aparecen impresiones de la juventud del autor y está basado en una experiencia de cuando era estudiante. Seguro que a todos los que hayáis leído a Poe, este relato os recordará a El gato negro.
  • En El Trasgo encontramos recuerdos escuchados en una tertulia.
  • También se aprecia en otros cuentos como Mari Belcha o La venta, ese ambiente melancólico y dramático que después se distinguiría en sus grandes novelas vascas.
  • Pero no solo vamos a encontrarnos con ambientes vascos en este recopilatorio, porque en otros cuentos como La trapera o El hogar triste tenemos ese toque inspirado en el Madrid de la época y ese tinte naturalista de derrotismo que encontramos también en la novela de Galdós.
  • En La sima, otro de mis preferidos y que he reseñado hace unas semanas, vais a encontrar otra historia de terror que seguro que os encantará.
  • Y por supuesto, tampoco olvidó incluir cuentos con un toque de picaresca y humor, además de esa preocupación por las cuestiones sociales que embargo a toda la Generación del 98 y que ya he mencionado más arriba.
Unamuno leyó este recopilatorio y escribió un artículo destacando los mejores detalles de cada relato, incluso llegó a señalar que apreciaba en ellos cierta influencia de Poe y Dostoyevski. Yo, aunque no llego ni a la suela de los zapatos al gran pensador de la Generación del 98, me animo a añadir a su comentario que en estos cuentos podemos intuir la perfección a la hora de escribir y de describir, y que luego Baroja desarrollará en profundidad en sus novelas más extensas.

martes, 20 de diciembre de 2022

El libro de los accidentes de Chuck Wendig

Sinopsis:
Hace mucho tiempo, Nathan vivía en una casa de campo con un padre maltratador, y nunca le ha contado a su familia lo que ocurrió allí.
 
Hace mucho tiempo, Maddie era una niña que jugaba a las muñecas en su habitación y vio algo que no tendría que haber visto… Y ahora intenta recordar aquel momento traumático creando unas esculturas inquietantes.
 
Hace mucho tiempo, algo siniestro y voraz deambulaba por los túneles y las montañas y las minas de carbón de su ciudad natal en la zona rural de Pensilvania.

Ahora, Nate y Maddie Graves están casados y han regresado a ese lugar con su hijo, Oliver.
Y ahora, lo que ocurrió hace mucho tiempo ha empezado a ocurrir otra vez… Y le está ocurriendo a Oliver. Conoce a un chico muy extraño que se convierte en su mejor amigo, un chico con secretos y afinidad por la magia negra.
Esa magia negra los lleva al epicentro de una batalla entre el bien y el mal, un enfrentamiento por conservar el alma de la familia… Y puede que incluso la del mundo entero. Pero la familia Graves tiene un arma secreta: el amor que se profesan los unos a los otros.

Opinión:

Dicen que Chuck Wendig es el gran relevo de Stephen King y también que es El gran maestro del terror internacional contemporáneo, así como la nueva voz del terror internacional...

Sobre este tipo de frases grandilocuentes que siguen a la publicación de un libro ya me he manifestado en muchas ocasiones, sobra hacerlo una vez más, pero debo decir algo, y es que a Stephen King le están saliendo más herederos que hijos a Gedeón, y esos comentarios que hacen las editoriales pensando que benefician al autor, en realidad le hacen más daño que bien, porque los lectores ponemos el foco en su obra y la analizamos con mayor detenimiento. 
En pocas palabras... que los lectores no somos tontos y nos engañan una vez, pero no dos, y donde ellos ven un posible heredero, yo veo un imitador.

Leyendo este comienzo de reseña ya intuiréis lo que me ha ocurrido con esta lectura. 
Llegué a ella con las expectativas muy altas por las excelentes críticas que leí en blogs, redes sociales y otros medios; en cambio yo he encontrado cosillas que no me han llegado a convencer del todo y escenas que creía haber leído ya.

Y pensaréis... ¿Demasiada influencia de un autor en otro es algo malo? Pues depende con el ojo con el que se mire. 
Creo que un escritor aunque se deje influenciar por otro, siempre debe crear un estilo propio y no vivir a la sombra del éxito o renombre de otros.
Con esto no digo que la historia sea un bodrio, porque esta novela os la recomiendo, pero considero que la sinceridad a la hora de reseñar siempre debe estar presente, señalando lo bueno y lo malo.
El libro de los accidentes me ha resultado entretenido, de lectura fácil, pero esperaba algo más. 

Tiene sus momentos brillantes, detalles muy buenos, pero no me han sorprendido tanto como esperaba. 
Wendig incorpora en cada capítulo un giro, y ese pequeño detalle, que para otros lectores será algo a favor, me restaba porque tras tantas sorpresas seguidas llegó un momento en que perdí la capacidad de asombrarme. Ya conocéis el dicho: "lo poco agrada y lo mucho cansa".
 
Los capítulos son breves y eso facilita la lectura porque agiliza el ritmo, además de que el autor narra bien. Eso no se le puede negar.
Sobre el argumento... es bastante bueno; encontramos una historia que desafía las creencias y las bases en que se asienta la realidad, los personajes se mueven en la línea divisoria que existe entre lo posible y lo imposible y al mismo tiempo tenemos una historia de traumas y esperanza, donde el amor de la familia será su único bote de salvación. 

E su conjunto, la obra no llega a dar miedo en ningún momento, aunque sí es cierto que algunos de los personajes resultan inquietantes y mantienen en vilo al lector hasta el final, siendo la actuación de algunos algo previsible.

Lo siento, soy la nota discordante entre tantas fabulosas reseñas que encontraréis, no me lo tengáis muy en cuenta, pero esta no deja de ser mi opinión particular como lectora. 
Vengo de releer Apocalipsis, un libro lento de King en el que no pasa nada y al mismo tiempo pasan infinidad de cosas, un libro en que el maestro del género se toma su tiempo para presentar personajes y desarrollar la trama, y siento decirlo, pero el método y el estilo de Wendig y King no tienen nada que ver. El de Wendig me ha parecido una coctelera en la que mete todos los detalles, agita, y escribe lo que salga.

jueves, 15 de diciembre de 2022

La sima de Pío Baroja

Sinopsis:

Aunque la fama de Pío Baroja (1872-1956) descanse en su obra novelística, de la cual son muestras destacadas El árbol de la ciencia o La busca, también sus relatos breves expresan la sensibilidad lírica, la fuerza descriptiva, la imaginación argumental y la capacidad de creación de personajes del gran escritor vasco. El ambiente de su tierra natal, los temas madrileños, las ideas anarquistas, la tristeza ante un mundo cargado de injusticia, empapan estos Cuentos en los que como señala en su prólogo Julio Caro Baroja está «todo Baroja y algo que después Baroja echó por la borda». El presente volumen incluye no sólo la práctica totalidad de las narraciones de Vidas sombrías (1900), sino también otros relatos de fecha más tardía, entre ellos «Elizabide el Vagabundo» y la bella estampa romántica «La dama de Urtubi».

Opinión:

Hoy quiero hablaros sobre un cuento muy breve, otra de las lecturas organizadas desde el blog de Anabel Samani para sus #Lecturasjuntoalfuego.
En esta ocasión el elegido ha sido "La sima", uno de los relatos integrado en el volumen de "Cuentos" de Pío Baroja que me he animado a releer íntegro y del que os hablaré sin falta en las próximas semanas.

Como ya habréis leído en la sinopsis, la fama de este autor vasco recae en sus novelas, pero en sus cuentos vamos a encontrar acompañando a una prosa soberbia, el rigor y el método propio de los autores de esa época.
Pío Baroja fue uno de los integrantes de la Generación del 98 y por lo tanto no es de extrañar el encontrarnos con descripciones que muestran al detalle a las gentes, las tradiciones o los paisajes de España.

Lo primero que llama la atención en esta historia breve es la concentración de recursos. 
La calidad descriptiva es algo que vais a ver mencionado en esta reseña varias veces. 
Puede que suene repetitivo, pero es que ese método tan empleado en la época para arrastrar al lector al interior de las historias, mostrando como son los personajes, los escenarios o los ambientes, es algo que hecho mucho de menos en las novelas actuales. Y no hablo de rellenar páginas y páginas con adjetivos y términos vacíos, hablo de mostrar y no de contar, de emocionar al lector con la riqueza narrativa de lo que lee.

Otro de esos recursos es el tono gótico tan pronunciado que vamos a encontrar, quizás más propio de autores de otras nacionalidades, como por ejemplo Poe, sin olvidar, por supuesto, al gran Bécquer.
Pío Baroja en apenas 8 páginas nos cuenta una historia trágica y misteriosa, apoyándose en leyendas o chismes de aldea que terminan por ser la base de todas las leyendas negras locales, y sin olvidar lo primordial en ese tipo de género de terror, la soledad y los escenarios nocturnos.

Los personajes van a ser solo dos, un abuelo cabrero acompañado de su nieto que se enfrentan al miedo, pero terminan sucumbiendo a él a causa del imaginario colectivo. Y poco más puedo decir sobre el argumento, creo que basta con el título para despertar curiosidad o intriga.
La historia es intemporal y su desarrollo podría suceder en cualquier localización.

Baroja se toma su tiempo a la hora de describir en detalle a los personajes y el escenario, eso sí, en una línea es capaz de condensar lo que actualmente ocuparía varios capítulos. Eso es el buen hacer de un cuentista; ser capaz de presentar el conflicto y generar algún tipo de sentimiento con él en tan solo unas páginas.
Lo más curioso o sorprendente es que para el desenlace solo reserva un pequeño párrafo de tres líneas con el que deja al lector en trance.

miércoles, 30 de noviembre de 2022

El libro del sepulturero de Oliver Pötzsch

El libro del sepulturero (Trilogía de El libro del sepulturero 01) 
Sinopsis:

En el Prater, el parque más importante de la ciudad, aparece el cuerpo de una criada asesinada de forma brutal. Leopold von Herzfeldt, un joven inspector de policía, será el encargado del caso, a pesar de no contar con el favor de sus colegas, que no quieren saber nada de sus novedosos métodos de investigación, como la inspección de la escena del crimen, la obtención de pruebas o la toma de fotografías. Leopold contará con el apoyo de dos personajes del todo dispares: Augustin Rothmayer, el sepulturero mayor del cementerio central de Viena; y Julia Wolf, una joven operadora de la recién inaugurada central telefónica de la ciudad y con un secreto que no quiere que salga a la luz.
Leopold, Augustin y Julia se verán inmersos en los profundos abismos ocultos tras las puertas de la glamurosa ciudad en una carrera para dar con un asesino despiadado que sembrará Viena de cadáveres inocentes.

Opinión: El libro del sepulturero (Trilogía de El libro del sepulturero 01)

Hoy voy a hablaros sobre El libro del sepulturero de Oliver Pötzsch, un thriller histórico que ha triunfado en toda Europa, pero que, bajo mi punto de vista, tiene algunos pequeños detalles que le restan la brillantez que yo esperaba.

Voy a comenzar por comentar algo que considero importante para los lectores y que en cambio la editorial parece haber olvidado mencionar.
El libro del sepulturero se trata del primer libro de una trilogía que tendrá como protagonistas al inspector Leopold von Herzfelt, al sepulturero Augustin Rothmayer y a Julia Wolf, teleoperadora de la policía. Esa trilogía compartirá título, según el autor, con este primer libro.

¿Por qué hago esta aclaración? pues porque yo, como lectora, suelo frenarme ante libros que forman parte de sagas de los cuales se desconoce cuándo será su próxima publicación o, simplemente, si la editorial optará por publicarlos. Se sabe, también por una entrevista que he leído del autor, que esta trilogía ya tiene publicadas en Alemania la primera y segunda parte, así que solo queda esperar a que la editorial se pronuncie.

La novela está ambientada en los años finales del siglo XIX, una etapa muy importante a nivel tecnológico. En esa época surgieron los nuevos métodos de investigación que cambiarían el modo de luchar contra el crimen.
Esos avances, como la toma de huellas dactilares a los posibles sospechosos ideado por el inglés Francis Galton y el archivo para identificar delincuentes desarrollado en 1879 por Alphonse Bertillon se sumaron a la física, al análisis psicológico y a la química en el tema de las investigaciones policiales.

El protagonista principal va a ser Leopold von Herzfeldt, un joven inspector de policía que llega a Viena y que se verá inmerso en una investigación cuyos asesinatos parecen recordar en algunos detalles a los pertrechados unos años antes en Londres por Jack el Destripador. 
Leopold es alguien que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y que sigue los modernos métodos de investigación relacionados con la criminalística moderna, centrándose en los aspectos puramente objetivos de un caso y que emplea la lógica y la observación precisa en lugar de centrarse solo en los conceptos teóricos que emplean sus colegas.
Leo es la figura fuerte de esta historia y, por lo tanto, sobre él va a recaer el peso de la investigación, aunque para llevar a cabo esa complicada labor va a contar con ayuda. 

Augustin Rothmayer, el sepulturero mayor del cementerio central de Viena, va a actuar como coprotagonista aunque no llega a tener una actuación demasiado activa. Sus intervenciones se limitan a momentos puntuales, eso sí, determinantes.
Donde sí vamos a contar con una presencia fija de este personaje va a ser al comienzo de todos los capítulos, ya que se inician con unos breves apuntes del Almanaque para sepultureros, un libro que él está escribiendo.
Ese Almanaque para sepultureros es una obra ficticia, pero como nos indica Oliver Pötzsch en las notas finales, está inspirada en algunos libros de viejo, entre ellos el Handbuch der Medicinischen Policei, un manual de medicina policial que fue publicado en 1848 y que contiene algunos detalles macabros que sí podemos encontrar en esta novela.

Y por último llegamos a Julia Wolf, una joven operadora de la central telefónica de la policía. 

Este personaje debo decir que inicialmente es el que menos me ha gustado.
A mí no me ha aportado nada, incluso debo decir que algunas escenas en las que participa no me han resultado creíbles por lo forzado de la situación.
El autor comenta en una entrevista que quería que su obra contase con una mujer interviniendo de forma activa en la investigación, pero que ese registro no se ajustaba a la realidad de la época. 

Creo, y que no se me ofenda nadie porque es solo mi opinión, que cuando quieres aportar a una historia  una gran dosis de realidad debes ceñirte a los datos. 
Intentar imponer una profesión no usual a la época o un perfil demasiado exagerado a un personaje, solo puede dar como resultado la falta de credibilidad al conjunto de la obra, dando la sensación de que es una impostura, un engaño con apariencia de verdad dentro del elenco protagonista. 
En resumidas cuentas, porque no quiero extenderme más ni profundizar en este tema, el perfil de Julia tan exagerado me ha sobrado, me habría servido con una actuación más sencilla, sin llevar al límite y eso le habría aportado el realismo que le falta y que era lo que buscaba precisamente el autor. Veremos qué ocurre en las próximas novelas.

El otro apunte negativo o menos positivo de la novela, por decirlo de algún modo, es la previsibilidad de algunas escenas o la actuación de algunos personajes en momentos concretos. Sobre este aspecto no voy a entrar en detalles porque en general el libro está muy bien y para mí es una lectura muy recomendable, no me malinterpretéis, pero hay algunas escenas en las que el lector se adelanta y restan de brillantez a algunos de los que deberían ser grandes giros argumentales. Esto, como siempre, es una cuestión de gustos y depende de con lo que se conforme cada lector.

Por otro lado, y hablando ahora de lo positivo, debo hacer una especial mención a la lograda recreación de la época y a la ambientación de la ciudad de Viena, sobre todo en lo referente al ambiente nocturno y festivo, así como de los escenarios tétricos y oscuros por los que se mueven los personajes.
La calidad de esas descripciones, al igual que las que el autor hace sobre el modo de vestir de cada uno de los personajes es un detalle que contrarresta todo lo mencionado en el párrafo anterior y suma puntos a favor de esta lectura.
Tampoco puedo olvidar mencionar que esta novela parece contar con un hilo musical para acompañar a cada capítulo, ya que a lo largo de toda la obra aparecen mencionadas diversas obras musicales que complementan el tema de la ambientación que he citado anteriormente.

Para ir terminando...
El libro del sepulturero es una novela policíaca de ficción y como tal hay que leerla, aunque eso sí, el autor ha hecho un excelente trabajo de documentación sobre la época y en algunos momentos realidad y ficción pueden caminar de la mano. 
Algunos personajes de los que aparecen sí existieron realmente, pero lógicamente su actuación en esta obra está novelada e incluso se les ha dado un perfil que no se adapta a la realidad, por ejemplo: el comisario de policía Moritz Stukart y el jefe superior de policía Albert Stehling que dirigieron realmente la Oficina de Seguridad de Viena en 1893, época en la que está ambientada esta historia.
También encontramos un homenaje a Hans Gross, juez instructor de la época que escribió el primer manual de criminalística y que hoy en día, actualizado, sigue siendo una obra de consulta.

Y ahora sí que termino con una recomendación.
Si os interesa la época o los escenarios de esta novela os recomiendo ver una serie de televisión: Vienna Blood, muy al estilo de esta novela. 
Vienna Blood es una serie policíaca ambientada también en la ciudad de Viena de comienzos del siglo XX. Está basada en la saga de novelas Liebermann, escritas por Frank Tallis y que tienen como protagonista a un médico y estudiante de Sigmund Freud que acompañado de un detective resuelven crímenes ocurridos en la ciudad. También se trata de forma directa el tema del creciente movimiento antisemita en Europa, algo que también se ha tratado en esta novela.

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Lejos del mundanal ruido de Thomas Hardy

Sinopsis:

Sinopsis y portada del libro retiradas para evitar infringir posibles derechos de autor.
Para saber más pinchar en el enlace siguiente: Pinchar aquí.

Opinión:

Lejos del mundanal ruido es una novela de Thomas Hardy que hacía mucho tiempo que quería leer. Mi primera incursión en su obra fue con Los habitantes del bosque y la verdad es que la forma de narrar de este autor me convenció por completo.
En esa reseña os conté que Hardy escribió cuatro novelas ubicadas en un escenario ficticio, un condado imaginario de nombre Wessex que estaba basado en sus recuerdos de la niñez pasados en Dorsetshire.

Esa especie de tetralogía, de lectura totalmente independiente, comienza con Lejos del mundanal ruido (1874) y le siguen Los habitantes del bosque (1887), Tess la de los d'Urberville (1891) y Jude el oscuro (1895).
Thomas Hardy es un novelista de la época victoriana, para algunos expertos un gran exponente del naturalismo pesimista. pero yo no he encontrado un pesimismo tan marcado que me haga pensar en esa corriente, por lo que me quedo a mitad de camino, decantándome por catalogarlo como realismo porque él observa de forma objetiva la realidad, la vida cotidiana, y de esa forma, sin idealizar ni romantizar, nos la transmite. 

Lejos del mundanal ruido fue publicada originalmente en 1874 de forma anónima y por entregas en la revista The Cornhill Magazine. Posteriormente fue publicada en forma de libro y firmando con su nombre para lo cual realizó dos revisiones del texto, una para la edición de 1895 y otra para la de 1901.

El protagonismo de esta historia va a recaer principalmente en Bathsheba Everdene, una joven independiente y decidida que quiere alejarse de las convenciones sociales y que se verá castigada por la toma de sus propias decisiones. Y ese detalle es algo que me gusta de Thomas Hardy; esa libertad que da a sus personajes, sobre todo a los femeninos, al tiempo que los censura cuando las decisiones no resultan acertadas. Consigue que los lectores tomemos partido por ellos y jaleamos o recriminamos sus acciones.

Como partenaire de Bathsheba tenemos a Gabriel Oak, un joven pastor, sensato, leal y emprendedor que se verá obligado a luchar por labrarse un futuro.
Y complementando a esta pareja hacen acto de aparición otros dos personajes, William Boldwood, un próspero terrateniente y Francis Troy, un apuesto soldado, demasiado amigo del buen vivir.

Bathsheba es la protagonista principal y sobre ella va a girar toda la historia. Lógicamente alrededor de ella y de ese trío de personajes que la acompaña, vamos a tener otros actores ambientales que, aunque de menor nivel, sirven para rellenar la trama y algo mucho más importante, hacer que esta narración costumbrista resulte creíble.

Lo más importante, creo que ya lo dejo entrever, es la relación que se va a construir entre los distintos personajes y cómo se desarrollará. Todos, sin excepción, están encadenados a Bathsheba por distintos motivos.
Ella, como personaje, debo confesar que no me ha apasionado. Me parece que tras esa fachada de mujer independiente se esconde otra caprichosa y con las ideas poco claras, todo lo contrario de lo que representa Gabriel, para mí, el gran personaje de este libro. 

Os he mencionado al comienzo que la forma de narrar de este autor fue lo que me convenció en esa primera toma de contacto con él, pues bien, hoy lo ratifico.
Todo en ese microcosmos inventado, tan particular, sucumbe ante la sensibilidad de una pluma que resulta muy descriptiva sin llegar a cansar. 
Ambientes, escenarios, personajes, todos ellos aparecen descritos al detalle de una manera tan colorida y vivaz que dotan al conjunto de la obra frescura, armonía y delicadeza, algo que otros autores de la época no consiguieron plasmar, al menos a ese nivel.
A pesar del ritmo pausado, consecuencia de ese estilo tan descriptivo del que os acabo de hablar, la novela se me hizo corta, y eso que tiene 579 páginas.
 
Y poco más me queda por decir...

La novela ha sido llevada al cine en varias ocasiones, una en 1967 y otra en 2015. Habrá que verlas...

martes, 15 de noviembre de 2022

Paradero desconocido de Kressmann Taylor

Sinopsis:

Concebida como un intercambio epistolar entre Max Eisenstein, un comerciante de arte judío residente en San Francisco, y su socio comercial, Martin Schulse, que había regresado a Alemania en 1932 y escribe a su socio desde allí.
Paradero desconocido cuenta el trágico desarrollo de una amistad y la historia de una amarga venganza. 
Construida con un suspense insuperable, desconcertantemente breve, en el que no sobra ni falta una palabra, esta novela magistral describe vívidamente el veneno en descomposición del nacionalsocialismo. 
Un relato visionario que, sin asomo de complacencia ni demagogia y un final sorprendente, expone la tragedia íntima y colectiva de la Alemania nazi.

Opinión:

Hoy os voy a hablar de una novela muy cortita a la vez que intensa y para ello voy a empezar por las curiosidades.

Paradero desconocido fue publicada por primera vez en 1938 por la revista americana Story y a los diez días de su publicación el número se había agotado. 
Su lectura era recomendada en emisoras de radio y revistas, y los lectores hacían copias para amigos.
Otra revista, la Reader's Digest, que solo publicaba ficción, dejó de lado esta norma y reimprimió el relato para sus tres millones de lectores.

Un año después, en 1939, Simon & Shuster la publicó en forma de libro, vendiendo más de 50.000 ejemplares, algo totalmente inusual para la época. 
La fama del relato le dio el impulso que la llevó a cruzar el charco, y la encargada de publicarlo en Inglaterra fue la editorial Hamish Hamilton, dando el pistoletazo de salida a la publicación en otros idiomas.
En ese mismo año, la Blitzkrieg, es decir, la guerra relámpago de Hitler, había conseguido que Alemania dominase gran parte de Europa y la traducción holandesa desapareció como por arte de magia de las librerías, reapareciendo únicamente el título en la lista de las obras prohibidas por el Reichskommisar.

A partir de ese momento Paradero desconocido pasó a formar parte de los libros olvidados hasta que, en 1995, Story Press la rescató y reeditó.

Hay que decir también que la obra fue publicada bajo el seudónimo de Kressmann Taylor, nombre profesional que adoptó a partir de ese momento la escritora Katherine Kressmann, ya que consideraron que la historia era demasiado dura para ser firmada por una mujer.

El argumento está basado en hechos reales y, según habéis podido ver por las fechas de publicación, la autora tuvo una visión premonitoria de lo que terminaría sucediendo en Europa con la llegada del nazismo. 
En esta obra cortísima, tan solo tiene 80 páginas, se relata a modo de denuncia la transformación ideológica y radicalización que sufrieron algunos alemanes tras retornar a su país.
La autora a modo de anécdota cuenta que, poco antes de estallar la guerra, unos amigos suyos de nacionalidad alemana regresaron a su país natal tras haber estado viviendo largo tiempo en Estados Unidos. 
En muy poco tiempo su modo de pensar y actuar experimentó un cambio radical, negándose a escuchar la menor crítica contra Adolf Hitler. Sobre esta premisa tan inquietante, Katherine Kressmann decidió construir este libro.

Paradero desconocido está escrita a modo epistolar y narra no solamente ese cambio ideológico que sufrieron los ciudadanos alemanes, sino que también profundiza en la persecución que sufrieron los judíos. También aparece, al comienzo, una ligera mención sobre el estado de la economía alemana en ese momento, a causa de las sanciones económicas impuestas por el Tratado de Versalles y que quizás actuasen como detonante para que la ciudadanía alemana aprobase, sin cuestionar, ese fanatismo radical.

Katherine Kressmann prescinde de las descripciones, en cambio a través de las cartas nos hacemos una idea clara de cómo son los personajes y sobre todo de cómo va cambiando su forma de pensar; detalle que hace que los personajes se distancien, algo que también se aprecia en el tono que van tomando las cartas.

El suspense está sembrado desde las primeras páginas y el final nos depara un giro sorprendente y escalofriante.

La novela fue llevada al cine en 1944, encargándose la autora de escribir el guion.

martes, 8 de noviembre de 2022

Apocalipsis de Stephen King

Sinopsis:

Un virus gripal, creado artificialmente como posible arma bacteriológica, se extiende por Estados Unidos y el mundo, provocando la muerte de la mayor parte de la población. 
Los supervivientes tienen sueños comunes, en los que aparece una anciana y un hombre joven.  
La mujer anciana los incita a viajar a Nebraska para combatir a Randall Flagg, un abominable personaje que lidera las fuerzas del mal y busca la aniquilación definitiva de la humanidad mediante un temible arsenal nuclear. 
Unánimemente, una de las novelas favoritas de los fans del maestro de la literatura de terror.

Opinión:

En mi anterior publicación os hablé de Las noches de la peste, libro que encontré como novedad en la biblioteca. Ahora el tema de las pandemias vuelve a aparecer en este blog de la mano de Apocalipsis, una relectura que tenía programada y pendiente desde hace mucho tiempo.

Apocalipsis se publicó originalmente en 1978 bajo el título de "La danza de la muerte". En esa versión se optó por la brevedad y se eliminaron algunas partes de la obra original.
Finalmente, en 1990, la novela fue reeditada, recuperando parte del texto suprimido y se agregaron y revisaron algunas partes más para adecuarla más a la época en la que se volvía a publicar, añadiéndose también ilustraciones.
La danza de la muerte fue la primera versión que leí yo, por lo tanto Apocalipsis, ha sido como leer una obra distinta, ya que esas secciones añadidas y el paso del tiempo me han ofrecido una nueva visión de este gran clásico de King.

No os voy a decir sobre Stephen King nada que no sepáis ya. Para mí es el gran maestro del género. Algunos teóricos y expertos en el tema afirman que horror y terror no es lo mismo, que el horror provoca sensaciones físicas mientras que el segundo nos acecha a través de ideas y pensamientos. 
En Apocalipsis, King no nos va a provocar miedo ni vamos a tener una lectura cargada de sustos, lo que sí nos ofrece es una historia postapocalíptica en la que el bien y el mal se miran cara a cara, sin añadir demasiados toques de fantasía o sobrenaturales y apegándose a ese temor casi inconsciente que todos tenemos ante el hecho de que la humanidad o su supervivencia esté en manos de solo unos pocos.

Al comienzo, King describe a la perfección la situación, como surge y se va propagando la enfermedad. En esos comienzos los personajes nos van a parecer muchos, pero poco a poco van destacando los que terminarán convirtiéndose en protagonistas de cada una de las facciones. 
Los que ya habéis leído a este autor sabéis que entiende muy bien el concepto del arma de Chéjov, es decir, si pones un arma en el primer capítulo es para que en algún momento sea disparada y no para que esté de adorno. ¿Por qué digo esto? pues simplemente porque King, pese a que esta obra tiene 1585 páginas, detalle que puede frenar a muchos a la hora de leer, nunca metería datos o personajes sin una clara finalidad. Todo encaja a la perfección y no hay ni una sola página de más.
La obra es monumental, sí, pero se lee con una facilidad pasmosa y en ningún momento llega a aburrir. 

Sabe crear una atmósfera de misterio, horror o terror, alrededor de cosas cotidianas y quizás ese es el motivo de que sus obras funcionen y resulten tan realistas, a pesar de que en ellas incluya elementos sobrenaturales.

Los personajes que aparecen están perfectamente perfilados, aunque hace especial hincapié en la profundidad psicológica de cada uno de ellos.
Como nota curiosa os diré que este autor interconecta muchas de sus novelas a través de los personajes o de los escenarios. así que no es de extrañar encontrar personajes que saltan de una novela a otra. 
En esta ocasión, ese personaje recurrente con el que nos vamos a encontrar y que es la personificación del mal es Randall Flagg, alguien que aparecerá en un total de nueve novelas, entre ellas Los ojos del dragón y La Torre Oscura.

Y ya para terminar...
Hay dos miniseries basadas en esta novela, una de 1994 y la última de 2020 que lleva por título The Stand.

martes, 25 de octubre de 2022

Las noches de la peste de Orhan Pamuk

Sinopsis:

Abril de 1901. Un barco se dirige hacia la isla de Minguer, la perla del Mediterráneo oriental. A bordo se encuentran la princesa Pakize Sultan, sobrina del sultán Abdülhamit II, y su reciente esposo, el doctor Nuri, pero también un misterioso pasajero que viaja de incógnito: el célebre inspector jefe de sanidad del Imperio otomano, encargado de confirmar los rumores de peste que han llegado hasta el continente. En las animadas calles de la capital portuaria nadie puede imaginar la amenaza, ni la revolución que está a punto de fraguarse.
Desde nuestros días, una historiadora nos invita a asomarnos a los meses más turbadores que cambiaron el rumbo histórico de esta isla otomana, marcada por el frágil equilibrio entre cristianos y musulmanes, en un relato que combina historia, literatura y leyenda.
En esta nueva obra del Nobel, destinada a convertirse en uno de los grandes clásicos sobre plagas, Pamuk indaga en las pandemias del pasado. Las noches de la peste es la historia de supervivencia y lucha de unos protagonistas que lidian con las prohibiciones de la cuarentena y la inestabilidad política: un apasionante relato épico de atmósfera asfixiante donde la insurrección y el asesinato conviven con las ansias de libertad, el amor y los actos heroicos.

Opinión:

Hoy voy a a hablaros por primera vez en este blog de Orhan Pamuk, un escritor turco que obtuvo el Premio Nobel de literatura en 2006.
Esta novela empezó a escribirla en 2016, pero no fue hasta la llegada del Covid y su obligado confinamiento que el autor sacó fuerzas y tiempo para terminarla. 

Las noches de la peste sigue la línea de otras obras en las que las pandemias actúan como tema central, como La peste de Albert Camus o Diario del año de la peste de Daniel Defoe, por citar algunas. 
En esta Pamuk nos ofrece una obra de ficción de inspiración histórica, con algún que otro toque policíaco, y en ella nos describirá la lucha contrarreloj de los protagonistas para frenar una epidemia de peste bubónica, la de 1901, en una isla ficticia del mediterráneo. 

Para que los hechos resulten más veraces, el papel de narradora recae sobre un personaje que se presenta en la introducción como historiadora y que será la encargada de reconstruir la historia a través de los textos y las cartas que enviaron los protagonistas, parece ser que esto último es real. 
Otro detalle que da veracidad a lo narrado es que los acontecimientos nos llegarán desde diversos puntos de vista. La narradora hace un seguimiento de los distintos protagonistas para que de esa forma parezca más una historia de muchos que una personal, dando como resultado una historia marco que contiene otras muchas en su interior, un poco al estilo de las 1001 noches.

Y ahora llega el momento de hablar de los peros...

A pesar de que el autor describe con gran colorido y minuciosidad los sucesos, reconozco que las 732 páginas del libro se me han hecho un poco cuesta arriba, dejándome una sensación algo agridulce. 

Me gusta mucho el estilo de Pamuk y no descarto leer alguna otra obra suya en breve, pero hay detalles que me han dado la sensación de que al final a este libro le sobraban páginas y se perdía la esencia inicial de la novela.
En la sinopsis nos cuentan que a bordo de un barco que se dirige hacia la isla de Minguer viajan la princesa Pakize Sultan, sobrina del sultán Abdülhamit II, y su reciente esposo, el doctor Nuri, junto a un misterioso pasajero: un famoso investigador de sanidad del Imperio otomano, encargado de determinar que tipo de enfermedad está asolando la isla. 
Tras su llegada a la isla este personaje será asesinado y así comienza esta novela con tintes históricos y policíacos. 

Pues bien, en mi opinión el problema es que a mitad de la obra el tema de la enfermedad, la forma de erradicarla y/o la escasez de medios producida por el aislamiento de la isla terminan siendo un tema secundario, difuminándose en pro de temas como la independencia de la isla, de las conspiraciones políticas o el fanatismo religioso; detalles sobre los que se hace demasiado hincapié, y sobre los que la narradora o más bien el autor, vuelve una y otra vez. Quizás por este tema la obra llegó a las librerías envuelta en polémica, ya que Pamuk ha sido acusado por parte del gobierno de Turquía de ofender a la nación turca.

Por otro lado, la investigación que se llevará a cabo para descubrir al asesino del investigador de sanidad, también aparece desterrada al ostracismo a mitad de la historia, solo parece un gancho para seducir a los lectores al comienzo de la lectura. Este tema se retoma al final pero dando como resultado un discurso algo deslavazado que ya poco importa al lector. 
En resumidas cuentas... Toda la intriga que vemos en la sinopsis termina esfumándose según avanza la trama. 

Los personajes potentes, con carisma, que conocemos al comienzo, terminan dando paso a otros que, también bajo mi punto de vista, tienen menos gancho aunque sean determinantes para el desarrollo de los acontecimientos. Ese protagonismo relativo parece convertirlos en personajes incidentales; en marionetas en manos de una narradora que les hace entrar y salir de escena solo para su granito de arena contando hechos reales de la historia de Turquía.

Después de leer todo esto seguro que os sobrevuela la duda de si me ha gustado este libro, y la respuesta es sí. 
Me gusta la historia principal, la de la lucha por frenar una epidemia; me gusta como el autor aborda todos los temas por muy delicados que sean; me gusta su estilo y coincido plenamente con él en que el arte de la novela se basa en la habilidad para escribir el relato de nuestras vivencias como si fueran las de otros, y para escribir el relato de las vivencias de otros como si fueran las nuestras, pero vuelvo a insistir... al libro le sobran páginas, y un autor también debe saber cuando finalizar una narración evitando al lector una acumulación de información innecesaria.