En 1909, dos años antes de escribir La gota de sangre, confesaba doña Emilia: "Cuando leo en la prensa el relato de un crimen, experimento deseos de verlo todo, los sitios, los muebles, suponiendo que averiguaría mucho y encontraría la pista del criminal verdadero".
Nuestra autora, que nunca concedió el subtítulo expreso de "policíacos" a ninguno de sus muchos cuentos, no solo los escribió, sino que, como Poe en "El misterio de Marie Roget", aventuró sus conjeturas en el caso de otro crimen no resuelto. En esta obra encontrará el lector la maestría de una estupenda narradora y la aportación del matiz psicológico a la investigación del crimen.
Opinión:
De nuevo os traigo hasta esta estantería virtual a Doña Emilia Pardo Bazán, una autora que no deja de sorprenderme.
De nuevo os traigo hasta esta estantería virtual a Doña Emilia Pardo Bazán, una autora que no deja de sorprenderme.
Para esta ocasión he elegido hablaros de La gota de sangre, una novela corta escrita en 1911 y que está considerada como el primer relato policial moderno de la literatura española.
Este último detalle es el principal motivo que me ha empujado a leer este relato y a arrastrar conmigo en una lectura conjunta a varios blogs amigos, pero hay algunos detallitos más que la convierten en una lectura muy interesante y que paso a contaros a continuación.
En 1887 el escritor británico Arthur Conan Doyle había dado vida a su gran personaje, Sherlock Holmes; un detective que no solo destacaba por su gran inteligencia, sino que también hacía gala de un razonamiento deductivo extraordinario. La resolución de los casos quedaban totalmente en manos del famosísimo detective y los lectores aunque hacían un gran esfuerzo eran incapaces de deducir quién era el criminal y sus motivos.
Doña Emilia, tras observar y estudiar al personaje, decidió que la fórmula clásica de las novelas policíacas inglesas no eran de su agrado, detalle que podemos apreciar en el desarrollo de esta historia, pues parece que se burla un poco del procedimiento clásico detectivesco al crear a Selva, un investigador aficionado que prefería hacer uso del instinto frente al método policial y que nos irá mostrando las pistas para que los lectores podamos deducir al mismo tiempo que él.
Otro detalle que me ha gustado es que la autora nos plantea un argumento curioso en el que incluye un problema ético llegando casi al final.
Selva, un señorito inmerso en una grave depresión causada por el aburrimiento, es acusado de asesinato.
El joven decide ponerse al servicio de la policía y les asegura ser capaz, en un plazo muy breve de tiempo, de resolver el crimen.
La obra, según avanza, va incorporando pruebas que facilitan al lector la búsqueda del asesino y la resolución del caso.
Podríamos decir que es un caso muy sencillo, quizás no tan elaborado como los de Doyle, pero que resulta entretenido. Nos muestra a un personaje real, de carne y hueso, con sus defectos y virtudes, aunque también hay que reconocer que comparte con el detective inglés un temperamento o sentimiento de superioridad frente a los demás que nos puede llevar a mirarle con un poco de desagrado. Lo más interesante de la narración no es el asesinado, sino el perfil que se hace de este extraño investigador y el curioso método deductivo donde una prueba nos llevará hasta la siguiente facilitándonos la misión indagatoria.
La Bazán, sumado a ese dilema ético, que por supuesto no he desvelado pero que sí he mencionado de refilón más arriba y que afecta al protagonista, también introduce una crítica hacia la ociosidad de la clase burguesa de la época.
Actualmente estamos más que acostumbrados a leer mucha novela policíaca o negra. No nos limitamos a las historias creadas por Doyle o a las de la Golden Age, pero os aseguro que incluso para los más versados en novela policial esta obra os resultará curiosa y atractiva.
Hola Susurros, ya sabes que fue un placer compartir con vosotros esta lectura. Descubrir a Selva y esa faceta de Emilia es una maravilla.
ResponderEliminarUn besazo
Hola Nitocris.
EliminarCoincido contigo, fue un acierto y un placer compartir con vosotros la lectura. Me habría gustado que la Bazán hubiese continuado con su estilo policíaco y conocer más detalles sobre Selva porque era un personaje que daba mucho juego.
Un besazo.
Hola, Susurros:
ResponderEliminarDisfruté de esta lectura y me gustó ir viendo el análisis que aparecía en mi edición :-)
Gracias por la propuesta y animarnos a leerla :-)
Un beso.
Hola Anabel.
EliminarEn mi edición no venía ese análisis, una pena porque me encantan esos análisis en los que se disecciona la obra.
Me alegra que os gustase.
Un beso.
Hola, la tengo apuntada aunque no se si caerá este año que quiero leer Insolación, pero vuestras reseñas me están tentando mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarHola mar. Anímate a leerla, es muy cortita, te la puedes leer en una tarde y ya verás como resulta un acierto.
EliminarUn abrazo.
¡Hola! Justamente el otro día vi otra reseña de este libro y me resultó muy curioso, ya que no es lo que estoy acostumbrada a escuchar que escribía Pardo Bazán. De todas formas, es una de mis eternas pendientes y lo que comentas me atrae, así que me lo llevo conmigo.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola.
EliminarEstoy segura de que se van a ver muchas reseñas sobre este libro porque es una novela que regaló la Comunidad de Madrid a principios de año. En un anuncio me enteré yo de que existía y por eso propuse la lectura conjunta a varios blogs. La verdad es que la disfrutamos mucho.
Un abrazo.
De Emilia Pardo Bazán leí Los pazos de Ulloa y su Autobiografía. Los pazos no me gustó, descubrí que el naturalismo no es lo mío. Sin embargo, su autobiografía fue todo un descubrimiento, me encantó. No me importaría darle una oportunidad a esta novela corta.
ResponderEliminarBesos.
Hola.
EliminarYo tengo "Los pazos de Ulloa" esperando en la estantería, a ver si consigo hacerle un hueco. Este libro seguro que te resultan interesante, además de cortito tiene el aliciente de que es la primera novela policíaca española.
Prueba con él.
Besos