Sinopsis:
Has sido testigo de un asesinato...y nadie te cree.
La invitación a un crucero de lujo, que zarpa de Londres rumbo a los fiordos noruegos, es como un sueño hecho realidad para Laura Blacklock, una joven periodista en horas bajas. La oportunidad es doble: no sólo podrá contemplar la maravillosa aurora boreal, sino que se codeará con gente influyente que podría ayudarla a reconducir su carrera profesional.
Los primeros compases de la travesía discurren conforme a lo previsto: el ambiente del barco es suntuoso, el servicio, de primera categoría, y el pasaje derrocha elegancia, simpatía y dinero. Sin embargo, todo cambia cuando, una noche, un grito aterrador despierta a Laura, quien, estupefacta, observa cómo el cuerpo de una mujer cae al mar desde el compartimento contiguo.
Al dar la voz de alarma, la tripulación le asegura que el camarote número 10 siempre ha estado vacío y que no falta ningún pasajero a bordo. Así, con creciente inquietud, Laura comprueba que... nadie le cree. Y lo peor no es que se sienta sola y aislada, sino que una serie de extraños acontecimientos la convencen de que ella puede ser la próxima víctima.
Opinión:
Con esta historia de la que hoy os hablo, me ha ocurrido algo extraño...
Al ver la portada me lancé casi sin pensarlo hacia ella, leí la sinopsis y casi sin darme cuenta, la tenía en casa. Pensé que encontraría algo similar a las maravillosas historias tejidas por Agatha Cristie, ¡pero no!, no he encontrado, ni tan siquiera algo similar...
Tras comenzar a leer los primeros capítulos, casi de forma inmediata, empecé a encontrar detalles que no me llenaban plenamente, ya sabéis el dicho, no es oro todo lo que reluce.
Nos encontramos ante un buen argumento pero cuyo peso se sustenta demasiado en detalles que no llegan a convencerme.
Esta novela al comenzar, me recordaba mucho a La chica del tren, seguramente por la protagonista, una mujer cargada de defectos, con poca credibilidad, que termina convirtiéndose en un personaje totalmente distinto al que en el comienzo nos intentan hacer ver; y por otro lado mis pensamientos volaban hacia Vértigo, la película de Alfred Hitchcock, quizás, porque se utilizan los miedos o los defectos de los protagonistas en su contra.
Lo cierto es que nos encontramos con una novela cargada de arquetipos argumentales.
El de una mujer con problemas de pareja; adicta al alcohol y a las pastillas; que empieza a ver que suceden cosas extrañas a su alrededor, sucesos a los que los demás, no dan ninguna credibilidad; por otro lado, también nos enfrentamos a una desaparición en un escenario que mantiene a los personajes aislados, sin forma de comunicarse con el exterior, ya sea en un avión, en un tren o como en este caso en un barco. Como veis demasiados estereotipos mezclados...
El comienzo también me resultó demasiado lento.
Vamos conociendo a Laura, profundizando en sus problemas, conociendo al resto de personajes y estímulos externos que van minando la seguridad de la protagonista, e incluso la confianza del lector en ella. Y es que, el cóctel de alcohol y pastillas no convierten a Laura en un testigo muy fiable, y si encima le sumamos cierta vocecilla que interrumpe a menudo sus pensamientos, pues termina por desprestigiar definitivamente su versión...
La historia tarda en alcanzar un buen ritmo y en ese momento, los giros argumentales empiezan a sucederse o mejor dicho, a amontonarse a nuestro alrededor.
Es verdad, que esos giros, animan bastante la narración, pero no hay que olvidar, que ese relato nos llega en primera persona, de boca de Laura, y por lo que ya he comentado de ella anteriormente, no es una versión muy fiable. Deja al lector un poco desconcertado al no vislumbrar lo real de lo que no lo es...
La angustia de Laura, nos persigue pero no llega a alcanzarnos, no consigue que la tensión emocional se transmita al lector; conseguimos conectar con ella, pero creo que también lo hacemos tarde...
Al final mi opinión no es muy favorable, tiene un buen argumento, con unos escenarios prometedores, pero a los que no se saca partido.
El desarrollo argumental nos lleva a una historia predecible casi desde el comienzo, con buenos guiños a Hitchcock y a Agatha Christie, pero que ha dejado un regusto amargo sobre todo al final, donde algunas situaciones se fuerzan demasiado.
He visto más opiniones similares a la tuya, así que ya lo descarto.
ResponderEliminarBesos y gracias por compartir tu opinión :-)
Ay madre no me digas eso... que lo tengo en casas esperando su momento porque me pasó lo que a ti. Me encantó la portada y la sinopsis me recordaba a la de El pasajero 23... si ya me dices que está lleno de estereotipos, que la protagonista es como La chica del tren, que me cayó fatal y no conseguí empatizar con ella... mal lo llevo.
ResponderEliminarBueno a ver cuando me ponga con él.
Un besazo
Hola Cris.
EliminarJa, ja, No adelantes acontecimientos... tú lo lees y luego ya nos cuentas lo que te ha parecido, porque las opiniones dependen de cada lector y lo que es bueno para uno, no es tan bueno para otro. A mí lo que me ocurrió, es que lo cogí con muchas ganas y se me fue desinflando según lo iba leyendo, pero las expectativas me las creé yo.
Tú anímate y ya nos comentas después. ;) Además se lee muy rápido.
Un besazo.
Pues después de argumentar tan bien los peros de esta lectura, yo no me animo a leerla. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarSaludos.
hola! ah, no! si vamos que como la chica del tren no lo llevo, que lastima no supieron sacarle el jugo, gracias por tu honestidad en la que confiamos ciegamente! saludosbuhos.
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