Misery Chastain ha muerto. Paul Sheldon la ha matado. Con alivio y hasta con alegría. Misery lo ha hecho rico. Porque Misery es la heroína que ha protagonizado sus exitosos libros.
Paul quiere volver a escribir. Algo diferente, algo auténtico. Pero entonces sufre un accidente y despierta inmóvil y atravesado por el dolor en una cama que no es la suya, tampoco la de un hospital.
Annie Wilkes lo ha recogido y lo ha traído a su remota casa de la montaña. La buena noticia es que Annie había sido enfermera y tiene medicamentos analgésicos. La mala es que ha sido durante mucho tiempo la fan número uno de Paul. Y cuando descubre lo que le ha hecho a Misery Chastain, no le gusta. No le gusta en absoluto.
Antes, Paul Sheldon escribía para ganarse la vida.
Ahora, Paul Sheldon escribe para sobrevivir.
Paul quiere volver a escribir. Algo diferente, algo auténtico. Pero entonces sufre un accidente y despierta inmóvil y atravesado por el dolor en una cama que no es la suya, tampoco la de un hospital.
Annie Wilkes lo ha recogido y lo ha traído a su remota casa de la montaña. La buena noticia es que Annie había sido enfermera y tiene medicamentos analgésicos. La mala es que ha sido durante mucho tiempo la fan número uno de Paul. Y cuando descubre lo que le ha hecho a Misery Chastain, no le gusta. No le gusta en absoluto.
Antes, Paul Sheldon escribía para ganarse la vida.
Ahora, Paul Sheldon escribe para sobrevivir.
Opinión:
Como todos los años, este mes de noviembre también se lo dedico al género de terror o suspense.
Hace mucho tiempo que tenía este libro pendiente, desde que hace años vi la película protagonizada por la excepcional actriz Kate Bates, y ahora por fin le ha llegado su momento.
Lo que más me sorprendió de esta historia fue la premisa tan real sobre la que se construye; un escritor que hastiado del personaje que le ha encumbrado decide acabar con él.
Esta premisa podría decirse que tiene un alto contenido de realidad, porque muchos han sido los escritores que cansados de que los personajes principales de sus sagas les hagan "luz de gas", deciden o piensan en quitarles de en medio.
El caso más conocido fue el de Sherlock Holmes.
Casi sin querer, el personaje se granjeó la enemistad de su padre creador que pasó a convertirse en su peor enemigo.
A Sherlock le falló su instinto sabueso y terminó precipitándose en unas cataratas junto con su archienemigo Moriarty, pero con lo que no contó Doyle es que Sherlock se había convertido en inmortal, y todos sus seguidores empezaron a pasearse por Londres con crespones negros en el sombrero en señal de duelo.
Más por presión popular que por miedo, Doyle resucitó al personaje, lo que no hizo más que agravar la enemistad entre ellos.
Otra gran escritora que también sufrió repulsión por su personaje fue Agatha Christie, pero esta vez Poirot se libró de la pluma asesina y terminó sus días al tiempo que la "Reina del crimen", ya que "Telón" fue publicada al día siguiente del fallecimiento de la autora.
Con ese gesto la Chistie se salvó de la crítica y de ver de nuevo convertidas las calles de Londres en el escenario del luto nacional, ¡y esta vez por un Belga!
Por ese motivo, y sabiendo como somos los lectores, me sorprendió que Paul Sheldon, nuestro protagonista, tuviese la osadía de asesinar a Misery... ese personaje que como a Doyle le había dado la fama, pero que también le impedía dedicarse a una literatura "más seria".
Sheldon como escritor posee un amplio conocimiento de la psique del lector constante, pero con lo que no contó fue que algunas "fans número 1" del personaje, pueden llegar a emborronar el limite que separa ficción de realidad.
La novela en mi edición tiene 400 páginas y os puedo asegurar que los acontecimientos narrados y el modo de hacerlo generan angustia en el lector. Es una novela que atrapa desde el comienzo, impredecible, pero sobre todo que sorprende, porque ofrece más al lector de lo que piensa encontrar al iniciar la lectura.
¿Cómo crea Stephen King esa angustia? Pues haciendo uso de la técnica "in media res", es decir, empieza la historia por la mitad, justo en el momento en que Paul Sheldon sufre el accidente y se despierta en manos de Annie. Para rellenar los vacíos que pueden generar la vida de los protagonistas, King recurre a las retrospecciones, y de esa forma conocemos el cómo han llegado allí y el porqué.
El personaje de Annie Wilkes además de ser un gran generador de intriga, porque todo alrededor del personaje es impredecible, también crea angustia por la relación dependiente que construye entre ambos personajes.
Creo que Annie Wilkes es uno de las mejores creaciones de Stephen King, la más potente de las que he conocido hasta el momento. Su abrumadora personalidad acapara todas las páginas de la novela y sus cambios de humor, tan constantes como impredecibles, hacen que los lectores estemos pendientes en todo momento de ella, incluso en las escenas en las que no aparece.
Annie es una bomba de relojería siempre a punto de estallar y King lo exprime al máximo consiguiendo acelerar el pulso de los lectores.
Otro de los puntos a favor de esta lectura es la atmósfera opresiva que la rodea, consecuencia directa del personaje de Annie.
En este caso el autor prescinde del terror paranormal y se centra, como ya vimos en "Eclipse total", en un terror más psicológico que consigue traspasar las páginas.
El escenario claustrofóbico, la casa, es tan reducido como el número de personajes que se mueven por ella, y que son únicamente Paul y Annie.
¿Lo recomendaría?, sin dudarlo. Todos los amantes del género os dirán que es una de las mejores novelas de terror de King, aunque también os diría a los lectores más sensibles que os lo penséis dos veces antes de empezar con esta novela, porque tienen escenas muy duras que logran superar en crudeza a la película de 1990.