Honoré de Balzac (1799-1849) desarrolló una vasta e innovadora obra literaria. Lo hizo con la idea de plasmar en ella toda una sociedad, sin arredrarse ante sus complicados entresijos. Su firme voluntad realista, capaz de abarcar tanto el impulso de una ciencia floreciente como los delicados pormenores de la historia de su tiempo, así como su desbordante capacidad creativa, le han valido la consideración de padre del realismo francés y un lugar indiscutiblemente destacado en la literatura universal.
Agrupada junto con otras narraciones entre las
escenas de la vida política, pertenece a una etapa de sólida madurez de
Balzac y disecciona habilidosamente una historia de trasfondo político y
desmanes policiacos, por lo que a menudo se la ha considerado la primera
novela del género negro en Francia.
Opinión:
Un asunto tenebroso está considerada como la primera novela policíaca del mundo.
Fue publicada en fascículos entre enero y febrero de 1841 y tan solo
dos meses después Edgar Allan Poe publicó
Los crímenes de la calle Morgue, al que consideran como primer relato
detectivesco de la historia de la literatura. No es cuestión de entrar en la
polémica de cuál de ellas fue la primera obra policíaca, porque dentro de ese
tipo son totalmente distintas.
Poe creó el primer relato breve donde se establecían las reglas de
investigación que sentarían las bases del género y Balzac construyó una obra
totalmente distinta, basada en hechos reales. Os he mencionado que los
expertos la catalogan como la primera novela policíaca, pero a mí me ha
parecido más una novela de espionaje, incluso en algunos momentos he
encontrado que la balanza se inclinaba más hacia el género negro.
Está claro que para los franceses Balzac será el creador del género y para los
americanos lo será Poe, cada uno tira para lo suyo...
También debo deciros que me ha costado engancharme a sus páginas y dos han
sido los motivos.
Las abundantes descripciones pormenorizadas de los ambientes y escenarios,
que aunque pienso que son un elemento imprescindible y más en este caso en
que se trata de reproducir fielmente una sociedad u otra época, creo que a
mí me ralentizaba el ritmo de lectura alejándome del objetivo de la trama.
El otro motivo es la prosa muy adjetivada, me resultaba cargante en exceso y
eso también me impedía meterme de lleno en la historia.
Debo aclarar, en este punto, que las descripciones son empleadas por Balzac para que conozcamos en detalle a los
personajes, sus motivaciones, los escenarios y ambientes por los que estos se
moverán, y aunque son un fijo que encontraremos a lo largo de todo el texto, es cierto que al comienzo son más numerosas. Después te terminas acostumbrando a ellas y parece que el relato cobra más brío.
La obra como he mencionado más arriba está inspirada en hechos reales y se
mueve entre el realismo, el drama, la novela policíaca y la de espías.
Tenemos a un protagonista principal, Michu, que desconcierta desde el
comienzo. Balzac oculta sus intereses políticos, tan pronto inclina la
balanza hacia un lado como hacia al otro, y eso a los lectores nos descoloca. En unos
momentos parece que se mueve por intereses propios y en cambio, en otros, da
la vida por proteger a los que admira... Un personaje muy logrado, al que
Balzac consiguió dotar con un profundo perfil psicológico. Este personaje hace que desviemos nuestra atención del resto de personajes. Balzac incorpora algunos giros de tuerca y hace que la historia vaya cambiando, apuntando a unos y a otros, dando como resultado un agitado drama de conspiración.
Balzac escribe muy bien pero para mi gusto se pierde en detalles. si os gustan las novelas ambientadas en la época de la revolución francesa que mezclan hechos históricos y espionaje, quizás está historia esté destinada a vosotros.
A mí no me gusta el género de espías y ese puede ser otro motivo por el que no me ha llegado a enganchar del todo.
¡Hola!
ResponderEliminarNo tenía ni idea de que fuera considerada la primera novela policíaca del mundo, vamos, está claro que con tus reseñas siempre se aprende algo^^
Y Balzac me flipa, pero me para como a ti, que tampoco soy de novelas de espionaje..., no sé yo si la leería.
¡Un saludo!
Hola Rachelín.
EliminarEl mérito de ser el primero en escribir una novela policíaca del mundo se está convirtiendo en un tema muy conflictivo.
Si buscas a Poe te dirán que fue el primero en escribir un relato policíaco; si indagas sobre Balzac el mérito se lo lleva él y su primera novela policíaca; si buscas sobre Anna Katharine Green te dirán que fue la primera mujer en escribir una novela de detectives... y así la lista se convierte en interminable, pero lo cierto es que no se sabe con exactitud cuál fue la primera novela de detectives o policíaca, porque incluso en "Edipo Rey" de Sófocles encontramos una investigación, así que imagínate a qué época se remonta el género. ;)
Un besazo.
Me gustó saber el detalle que fuera el primer policíaco. Esos detalles me vuelven una avida lectora fíjate que el que acabo de leer es por haber visto por ahí que Mary Shelley conservo el corazón de Percy envuelto en sedas y poesía.
ResponderEliminarEsos detalles hacen a la historia y a mi me fascinan así que echaré un ojo por este lado.
Gracias Susurros tu blog hace la diferencia
Saludosbuhos
Hola buhitas.
EliminarCoincidimos en los mismos gustos. Yo busco historias que escondan "detallitos" curiosos, narraciones que sean especiales por algo, esos detalles son los que las convierten en novelas únicas. Por ese motivo, aunque muchas veces el contenido, la forma de narrar, et... no llegue a gustarte, esas obras son buenas por lo que esconden y que al final marcan la diferencia.
Un besazo enorme.
Hola Susurros, pues entonces te pasa como a mí, que no me gusta el género de espias. Si encima dices que es lento en la trama y demás creo que lo dejo pasar...
ResponderEliminarUn besazo
Hola Nitocris.
EliminarPues sí, el género de espías no me gusta nada, me llega a poner hasta nerviosa y éste es cierto que el comienzo se ralentiza mucho.
Balzac no escribe mal, pero dentro de pertenecer al realismo y ser uno de los más grandes dentro de ese movimiento, me quedo con la prosa de Galdós, de Clarín o de Tolstoi. Es solo una cuestión de gustos ;)
Un besazo.