Sinopsis:
Vic Van Allen es un hombre encantador. Moderadamente rico, culto, liberal, buen padre y esposo comprensivo. Sus vecinos le quieren y le respetan. A quien no quieren tanto y respetan muy poco es a Melinda, la esposa de Vic. Es guapa, divertida y casi tan encantadora como su marido, pero tiene un amante tras otro, y no se muestra nada discreta al respecto. Claro está que Vic lo sabe, la comprende y hasta parece divertirse con la situación, pero sus amigos opinan que debería ser menos comprensivo y más autoritario.
Un buen día Vic le gasta una broma a Joel, el actual amante de Melinda. Le cuenta que ha cometido un crimen perfecto: ha matado a un hombre porque se entendía con su esposa, y nadie le descubrirá jamás. Joel le cree, se asusta y desaparece de la escena. Pero la inquieta Melinda, tras un fugaz período como esposa modelo, vuelve a las andadas con un nuevo amigo, Charley. Algo ha cambiado en la actitud de Vic, sin embargo, y Charley acaba ahogado en una piscina. Melinda clama que ha sido un asesinato y que el asesino es su marido. Pero ¿quién creería a una mujer tan alocada, si todos saben que lo de Joel no fue más que una broma, y Vic es un padre tan bueno, un vecino tan encantador, un marido tan comprensivo?
Opinión:
Patricia Highsmith, además de por su gran capacidad para crear argumentos con una nota de angustia, me gusta por su forma de narrar y por el corte de novela negra que da a la mayoría de sus obras, donde es fácil encontrar como denominador común: un asesinato, un matrimonio con problemas, manipulación y alguna que otra femme fatale, entre otros detalles; elementos que ya de por sí resultan interesantes para construir un argumento, pero que en conjunto consiguen captar nuestro interés desde los primeros compases.
Esta historia escrita en 1983, cuenta con muy pocos personajes; podríamos decir que básicamente gira sobre los dos protagonistas: el matrimonio compuesto por Vic y Melinda, y el resto de los que aparecen lo hacen únicamente para complementar la trama, lo que les convierte en incidentales o ambientales.
La trama va a estar marcada sobre todo por la transformación que van a sufrir ambos, y lo curioso es que los dos se alejan de ser personajes con los que simpaticemos.
La historia se basa en los típicos clichés, pero está muy bien manejada.
Al comienzo vamos a ver a la femme fatale y al marido anodino y enamorado, una pareja al estilo de Madame Bovary o de Ana Karenina, eso sí, con bastante menos glamour.
Vic cuenta con un arco ascendente brutal.
Vamos a ser testigos de todos los cambios que experimenta; según avanza la historia una nueva personalidad se va abriendo paso, dejando atrás o anulando al personaje simplón y conformista que conocemos en las primeras páginas y que conseguirá sacarnos de quicio.
Pero esa nueva personalidad que empieza a surgir, en un intento de adueñarse de la trama, va a conseguir todo lo contrario; sus actos van a desembocar en una situación totalmente descontrolada.
El estereotipo de la femme fatale se convirtió en un cliché fijo en la literatura policíaca y negra, más o menos a partir de los años 40.
Ese tipo de mujer siempre estaba representado por alguien sin escrúpulos que se valía de esos encantos para obtener lo que quería y que empujaba al protagonista masculino hacia el abismo; lógicamente al ser el hombre el personaje principal de la trama, el papel de esta quedaba desplazado a un segundo plano, deparándole un fin dramático o la sumisión.
Estas villanas, de brillante aspecto, ocupaban el papel de antagonistas; eran rebeldes, manipuladoras y por supuesto muy peligrosas, sin olvidar que despreciaban, por lo general, al resto del género femenino.
Esas "Evas" eran las responsables de todo lo malo que ocurría en la historia.
Melinda, como habéis podido suponer por esta introducción, va a desempeñar ese papel.
Es un personaje muy vulgar, que no cuenta con la empatía del lector en ningún momento. Si más arriba os hablaba del arco ascendente de Vic, con ella ocurre totalmente lo contrario; su arco dramático es descendente, si ya al principio nos cae mal, según va avanzando la historia se va transformando en alguien insoportable y odioso.
Lógicamente ambos protagonistas evolucionan de una forma brutal, pero ella va a peor, lo interesante de Melinda es que es el elemento provocador, la que genera la hostilidad, sin ella no habría historia, y eso la convierte también en un buen personaje, aunque vaya perdiendo protagonismo, volviéndose más pasivo según llegamos al final.
El detonante de esta historia es sin duda la Infidelidad, y sobre ella gira el argumento.
Sabemos desde el comienzo que el comportamiento de Melinda empujará las actuaciones o toma de decisiones de Vic, y advertimos también el fin dramático que marcará la historia, pero no solo eso, sino que cada movimiento de ella hace que se incremente la intensidad de la trama,
Hasta el momento, todas las obras que he leído de esta autora muestran unos protagonistas que aunque están rodeados de gente parecen aislados, algo solitarios, y quizás ese es el motivo de su aparente indefensión.
Son personajes que evolucionan hasta conseguir llenarse de arrojo y coraje.
Otro detalle que me gusta de las obras de Patricia Highsmith y que he olvidado mencionar al comienzo es que las sorpresas no se concentran en un solo momento, se van diseminando a lo largo de la narración, sin abusar; y el lector ve venir los hechos, anticipándose al protagonista, aunque eso sí, no es capaz de conocer el giro final que depara a todas sus obras.
Creo que no he leído nada de esta autora y si lo he hecho hace muchos años y no me acuerdo(ohhh). Voy a tener que hacerlo y esta novela no tiene mala pinta.
ResponderEliminarBesos
Besos
Hola guapa, a mí me ocurre exactamente igual que a Aylavella, que no recuerdo si he leído algo de la Higsmith, jeje... Pero este tiene buena pinta... Lo tendré en cuenta. La reseña, magnífica, como siempre.
ResponderEliminarun besazo
Os recomiendo a esta autora sin dudarlo, es otra de las grandes damas del suspense.
ResponderEliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarTodavía no he leído nada de la autora, y eso que tengo toda la colección heredada de mi madre, que siempre me recomendaba Extraños en un tren, así que a ver si le doy una oportunidad, puede que me guste, a pesar de no ser muy fan de la novela policíaca.
¡Un saludo!
Hola Rachelín.
ResponderEliminarPues haz caso a tu madre y lee "Extraños en un tren", luego si te quedan ganas haces la comparación con la película de Hitchcock, son dos grandes obras, aunque claro está, con algunas diferencias.
Seguro que te gusta.
Un besazo.