martes, 16 de marzo de 2021

El hotel encantado de Wilkie Collins

Sinopsis:

Autor de las grandes novelas "La dama de blanco" y "La piedra lunar", alabado por personalidades tan dispares como Borges, Eliot o Swinburne, Wilkie Collins ha sido reconocido universalmente como uno de los más geniales creadores de la intriga y el misterio, y celebrado por sus desenlaces imprevisibles.
"El hotel encantado" pertenece al género de la novela de terror, o más específicamente al de la novela de fantasmas. Unos fantasmas que no son espantajos de ululante protoplasma, sino realidades que hallan sentido en los repliegues más oscuros y abyectos del espíritu de todo ser humano. 
El terror, pues, no se busca aquí a través del susto fácil, del mero entretenimiento, sino en la conmoción profunda que genera el horror auténtico: el que surge del encuentro del hombre consigo mismo en el terreno atroz de lo que está más allá de lo conocido y, también, más allá de lo tolerable.

Opinión:

La obra de Wilkie Collins, autor que ya ha aparecido por este blog en varias ocasiones, se caracteriza, o al menos lo que yo he leído de él hasta el momento, porque siempre incluye el personaje recurrente de un abogado, independientemente de la relevancia que éste tenga en la trama.
Otra característica es la pluralidad del punto de vista, es decir, recurre al uso de varios tipos de narradores dentro de la misma historia. 
En este caso la mayor parte del relato nos llega desde la voz de uno en tercera persona que no conoce toda la historia, ya os comenté que este autor huye del narrador omnisciente que era común utilizar en esa época.
Para subsanar ese detalle, Collins reserva una pequeña parte de la narración para darnos a conocer los sucesos como ya nos tiene acostumbrados, a través de cartas y del manuscrito de una obra de teatro, de esa forma seremos testigos de los detalles a los que no accede ese narrador y rellena los posibles vacíos argumentales que podrían derivar de ello.

El hotel encantado escrita en 1878 es una novela breve si la comparamos con otras de sus grandes obras, ya que solo tiene 212 páginas.

Está dividida en cuatro partes y se ajusta completamente al género de las sensations novels de las que ya os hable un poco en la anterior reseña de Collins, Armadale
Este género, que surgió alrededor de 1860 y que se extendió hasta finales de la siguiente década de 1870, abarcaba obras de misterio y terror; en ellas se incluía algún crimen y algunos de los rasgos de sus protagonistas, mayormente psicológicos, aparecían descritos de forma algo exagerada, además de que las historias escondían algún secretillo escandaloso que chocaba con la severa moralidad de la época. 

En esta novela nos vamos a encontrar con un Wilkie Collins que vuelve a dar el protagonismo principal a los personajes femeninos y entre ellos destaca, lógicamente tratándose de una sensation novel, una villana de la clase aristocrática.
Como ya sabéis otra característica de ese género era que como foco de esas conductas escandalosas se encontraba un personaje de la clase alta, y por ese motivo estas novelas adquirieron esa calificación despectiva de novelas sensacionalistas, dado que en ellas se sacaba a la luz un comportamiento, más que censurable, que la aristocracia tomó como un ataque personal. sobra decir, que esas novelillas contaron con la aprobación del público de a pie que vio cómo los delitos no eran cometidos solo por las clases bajas.

En esta novela Collins consigue mantener el suspense hasta prácticamente el final y vuelve a sorprender por el soberbio argumento en el que cada pieza termina encajando al detalle.
Hay algunos expertos que dicen que la novela es floja e incluso la califican de obra menor, ya que corresponde a una época en la que el autor empezaba a decaer presa de su situación económica, de los dos romances que mantenía al mismo tiempo y de una fuerte adicción al opio, como veis la vida de Collins también parece una sensation novel, pero a mí no me ha parecido floja. 
Me ha parecido una novela más breve, lógicamente doscientas páginas no pueden contener lo mismo que mil, pero la trama sigue siendo igual de elaborada e ingeniosa, por no hablar de los personajes que aparecen descritos de forma minuciosa.

Sin duda, Wilkie Collins es uno de los grandes autores de misterio que hay que conocer. Si sois de los que tenéis miedo a zambulliros en más de 800 páginas, aquí tenéis una buena alternativa.

lunes, 8 de marzo de 2021

Mujeres que vistieron de hombre de Vicenta Márquez de la Plata

Sinopsis:

Elena de Céspedes que en el siglo XVI se convirtió en la primera mujer cirujano, la descubridora y aventurera Isabel Barreto de Mendaña, que por aquella misma época pasó a la historia como la primera mujer Almirante, Catalina Erauso Pérez, conocida como “La Monja Alférez”. Soldado, aventurera y comerciante. Concepción Arenal, escritora y feminista, Hannah Snell “Marine” de S.M. británica en el S XVIII, Jeanne Baret, la científica que dio la vuelta al mundo vestida de hombre hace dos siglos y medio, carpintera naval, escritora, aventurera y viajera o Miss Margaret Ann Bulkley, que sirvió en el ejército británico como “Doctor James Barry”… Todas ellas tienen algo en común: tuvieron que hacer uso del anonimato vistiéndose de hombre para llevar a cabo sus objetivos. 
Vicenta Márquez de la Plata reúne esta sorprendente colección de historias que por primera vez se dan cita en un libro y nos hace recapacitar sobre las dificultades que la mujer tuvo que afrontar para cumplir sus sueños. Una acertada recopilación de aventuras.

Opinión:

Hace unas semanas en la reseña de "El asesinato de Platón" puse una frase que se ajusta perfectamente a lo que Vicenta Márquez de la Plata nos narra en este libro que es protagonista hoy del blog.
En esa frase en la que hacía referencia al gran filósofo griego decía algo así: 
Platón afirma en "La república" que no hay oficio alguno que sea propio únicamente de las mujeres. El varón engendra y la mujer pare, mas la naturaleza del hombre no difiere de la de la mujer con relación a las artes y los oficios.

Esto viene a colación de que la humanidad, en general, siempre ha admirado las enseñanzas clásicas, hasta tal punto que precisamente el término clásico, lo acuñaron los romanos al llegar a Grecia y contemplar su arte, de ahí que lo denominaran classicus, es decir, digno de imitar. Posteriormente, en muchas de las épocas o etapas de la historia, los hombres o la sociedad han vuelto la mirada de forma reiterada hacia el pasado intentando recuperar las enseñanzas, pero se les olvidó lo fundamental o decidieron hacer un rescate sesgado y/o manipulado de esas ideas universales.

Cito a Platón, como bien podía haber citado a Sócrates, otro filósofo que se rodeo de mujeres, y los menciono a ellos porque defendieron a la mujer en una época y lugar donde precisamente el género femenino, salvo Diosas o Musas, tenían muy poco que decir.

A consecuencia de esa actitud nos vimos obligadas a permanecer en la sombra. Muchas hicieron uso del recurso de firmar sus obras bajo pseudónimo, una especie de disfraz, para evitar el rechazo de las editoriales como Cecilia Bhöl de faber que firmó como Fernán Caballero o María Lejárraga que firmaba con el nombre de su marido, el también escritor Gregorio Martínez Sierra.

Pero otras... bastante más osadas se vistieron literalmente de hombre para desempeñar esas funciones en las que estábamos vetadas, demostrando precisamente lo que os acabo de mencionar, que entre hombre y mujeres, en relación a artes y oficios, no existía diferencia.

En esta novela vamos a conocer a ocho de ellas, de distintas nacionalidades, aunque yo hago especial hincapié en las españolas, porque al fin y al cabo son las que intervinieron de un modo u otro en la historia de España.

Elena de Céspedes, primera mujer cirujano; Isabel Barreto, la primera almirante; Catalina Erauso, la llamada "monja Alférez", soldado y aventurera, y por supuesto Concepción Arenal, pionera en el feminismo y precursora del trabajo social.

Todas estas mujeres, tanto las citadas como las que no, tienen una historia que merece ser rescatada. Por ese motivo no voy a profundizar en ellas, creo que es una obra que recoge a modo de pequeñas biografías los datos más interesantes de sus vidas, eso sí, narrado de forma muy amena y que merece ser leída.  

Para terminar recupero una frase que ya empleé en la reseña de Damas ilustres en la historia de España, de esta misma autora:

"Son todas las que están, pero no están todas las que son"

Eso solo indica que aún tenemos un camino muy largo por andar, pero también, que con cada paso que damos ese camino se hace más corto.


martes, 2 de marzo de 2021

Tiniebla de Paul Kawczak

Sinopsis:

Una mañana de septiembre de 1890, el topógrafo belga Pierre Claes deja Leopoldville rumbo al norte con una tarea encargada por su rey. Con las estrellas como guía y unos pocos instrumentos, su misión consiste en trazar en la tierra la frontera norte del Congo, y así, materializar lo que Europa llamaba entonces “progreso”, frente al barbarismo de una tierra inexplorada, salvaje, mágica y maldita a la vez. A bordo de la Fleur de Bruges, deslizándose sobre el río Congo, lo acompaña un grupo de lo más heterogéneo, en el que se encuentra Xi Xiao, un maestro del tatuaje chino que tiene visiones del futuro. Xi Xiao viaja con dos certezas: que la colonización es una abominación condenará no sólo a ambos sino, a larga, al mundo occidental; y que su lealtad por el topógrafo está por encima de su propia vida.

Opinión:

Siempre os digo que tengáis cuidado con el contenido de las fajas que envuelven los libros, y en cambio yo caigo una y otra vez en se mismo error.
Como suele decirse: "El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra", y en mi caso parece que he debido cogerla cariño, porque si no es la misma piedra es otra muy parecida.
Dicho esto, comienzo con la reseña.

Por la introducción ya supondréis que me ha ocurrido con este libro.

Tanto en la faja como en la contracubierta aparecían unas frases que incitaban a hacerse con el libro y la multitud de premios que había recibido el autor contribuían también a hacerlo.
De entre esas frases las que más destaco son estas que están relacionadas:
"Una aventura clásica en la tradición de Moby Dick y El corazón de las tinieblas", "Una novela con el espíritu épico de Conrad".

Pues bien, centrándome en ellas os diré que en lo que se refiere a Moby Dick no encuentro la semejanza; tampoco, y todo hay que decirlo, el espíritu épico ni la aventura, ya sea clásica o moderna.

Otra cosa, como ahora veréis, es la mención a Conrad y a su obra El corazón de las tinieblas (1899), con la que por supuesto hay muchísimas similitudes y la primera la encontramos en el título.
Conrad tituló su novela Heart of Darkness, pero la mayoría de las traducciones a otros idiomas prefirieron sustituir Darkness, oscuridadpor tiniebla, dando como resultado final el título ya mencionado, y precisamente la obra de la que hoy os hablo de Paul Kawczak lleva ese término: Tiniebla
Como podéis apreciar el guiño al autor y a su obra es obvio. 

Por otro lado, y siguiendo con las similitudes entre ambas historias, las dos comparten el tema central que gira alrededor del colonialismo, el racismo y la violencia generada por ello. 
Conrad basó su novela en el viaje que realizó al Congo cuando fue contratado por una compañía belga para trabajar en el barco Roi des Belges que surcaba el río Congo, barco que sale citado también aquí.
De la misma forma, Paul Kawczak nos cuenta la historia de un joven geómetra belga, Pierre Claes, al que se le encomienda la misión de trazar la difusa frontera norte del Congo y lo hará navegando a bordo del Fleur de Bruges
A través de un narrador en tercera persona veremos a lo que Pierre Claes se enfrenta: un territorio colonizado por el rey Leopoldo II de Bélgica y la barbarie de los europeos que contrasta con esa tierra aún inexplorada y salvaje. Exactamente lo mismo que nos muestra Joseph Conrad en El corazón de las tinieblas.

Hay muchos autores, y ahora viene el pero, que se inspiran o toman de base la idea de otro, y más cuando el clásico original ha recibido tantos halagos y se encuentra en la lista de los mejores libros del s. XX, pero no se dan cuenta que cuando llega a manos de los lectores ya no es una idea fresca, y más aún, si el lector ha leído la novela original. 
Entonces nos encontramos ante una idea viciada y solo nos deja una sensación de que nos menosprecian y que piensan que los lectores no tenemos memoria. 
Esa, al menos, es la sensación que me ha dejado a mí, no sé lo que opinaría Joseph Conrad de la comparación a la que someten su obra.

En sus 280 páginas no he encontrado nada que me haya sorprendido, para bien, ni en lo que respecta al argumento ni en la forma de narrar.
Esperaba encontrar una historia donde el tema central fuese el viaje, al menos eso es lo que nos vendían, pero el pasado de los personajes termina cobrando protagonismo y dejando la misión de Claes fuera del argumento.
Dicho esto, tampoco es que en esa mínima parte en la cual se habla del viaje se incluyan descripciones ni detalles interesantes, por lo que la idea de aventuras termina desapareciendo en manos del lector y convirtiéndose en una extraña novela inclasificable.
Lo que debería ser una aventura cambia al poco tiempo para convertirse en una especie de batiburrillo místico en el que las situaciones hostiles harán que el personaje tome conciencia, de algo que no sabemos lo que es, y que cambie su finalidad en el continente africano, llevando al extremo un final que es más que previsible y surrealista. 

Todo en esta historia me evoca al realismo mágico, pero también al simbolismo y al surrealismo. 
Centrándome en el realismo mágico os comento. 
Hace uso del narrador en tercera persona que se denomina impasible, es decir, el que nos presenta algunos sucesos extraordinarios o insólitos sin emoción, con absoluta indiferencia y creando una atmósfera de normalidad, de esa forma iremos construyendo no solo la vida de Pierre Claes, sino también la de sus padres.
Otro detalle que me lleva a recordar ese movimiento literario es que ese relato del narrador, llegados a ciertos pasajes, se ve afectado en el tiempo y el espacio. 
¿Qué quiero decir con esto? pues sencillamente que el relato va a detenerse para retroceder y narrarnos detalles de la vida de sus padres e incluso abuelos que como he dicho más atrás, terminan resultando más interesantes que la realidad del protagonista. ¡Vamos! que el autor engulle sin querer a su propio personaje.  

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero cuando un libro y autor aparece mencionado en ambas caras de la faja y en la contracubierta como obra de referencia, y dicen que está escrita en su misma línea, creo, siempre bajo mi punto de vista, que dicha comparación es obligada, ya que la editorial invita a buscar paralelismos aunque sean mínimos entre esas obras maestras y el libro en cuestión.
Es cierto que esas frases que cita la editorial están extraídas de periódicos como Le monde o L'Express, pero si ves que esas opiniones pueden condicionar una lectura, está en tu mano como editor no incluirlas en la faja, por muy afamados que puedan ser los creadores de las mismas. 
Y eso precisamente es lo que se ha cargado mi lectura, una comparación fuera de lugar que, en vez de hacer bien, perjudica.

También quiero comentaros que en la faja se anuncia la obra como una ópera grandiosa en la que el erotismo y el lenguaje delicioso cobran importancia. sobre esto voy a ser muy concisa, si lenguaje delicioso es sinónimo de soez y el de erotismo de mal gusto, pues ahí está mi fallo, que los críticos de los periódicos elegidos y yo, no entendemos ese concepto de igual manera. Algunos pasajes me invitaron a pensar que el autor solo buscaba la provocación. "Que hablen de mí aunque sea para mal".

Y con esto finalizo...
Esta, al igual que el resto de opiniones que vierto en mis reseñas, son emitidas bajo mi propio criterio, el de una lectora, y por lo tanto pueden ser compartidas o no.
Habrá quien piense que no hago justicia a este autor novel; a esos lectores les invitaría desde estas líneas a leer a Conrad, entonces sí que se puede comparar. 
Puede que haya centrado mi reseña en las mal elegidas frases de la faja, pero es que hay más emoción en lo que dicen que lo que vamos a encontrar en realidad.

martes, 23 de febrero de 2021

El asesinato de Platón de Marcos Chicot

Sinopsis:

La ateniense Altea, una de las más brillantes discípulas de Platón, no sabe que tiene a su peor enemigo en su propia casa, y que tanto ella como el bebé que espera se encuentran en peligro. Por su parte, su amigo y maestro Platón arriesga la vida para intentar hacer realidad su gran proyecto: un gobierno en el que impere la justicia en lugar de la corrupción, y donde la razón se imponga a la retórica vacía de los demagogos. Un gobierno ideal que traería la paz a los pueblos y en el que las mujeres podrían llegar a gobernar.
Como telón de fondo, el surgimiento de una nueva potencia liderada por el invencible general Epaminondas, uno de los mayores genios militares de todos los tiempos, pone en juego la supervivencia tanto de Esparta como de la propia Atenas.
Tensión, intriga, traiciones y un amor que desafía a su época confluyen en una novela que recrea de modo impecable el tapiz de la Grecia Clásica y las ideas revolucionarias de Platón, el filósofo más influyente en la historia de la humanidad.

Opinión:

Va camino de cuatro años que reseñé el libro de Marcos Chicot "El asesinato de Sócrates", y en cambio parece que fue ayer cuando lo leí, ya que el recuerdo de su argumento y sus personajes perduran aún en mi memoria.
En esta nueva novela la trama nos sitúa en Atenas, casi tres décadas después de la muerte de Sócrates.
Atenas atraviesa el período de mayor esplendor cultural desde la guerra del Peloponeso, pero un nuevo peligro aparece en la escena griega y amenaza con terminar con esa época dorada: el ejército de Tebas.

En este nuevo libro vamos a encontrarnos en sus más de novecientas páginas, una recreación perfecta de una época llena de guerras y conflictos, en la que como es natural también habrá espacio para el amor y los discursos filosóficos. 
A lo largo de la lectura también vamos a encontrarnos con algunas páginas diseminadas, a modo de separadores entre capítulos, en las que conoceremos más datos sobre el filósofo y su doctrina.

Por otro lado y al igual que sucedía en la anteriormente citada, en El asesinato de Platón la mayoría de los personajes que se nombran son reales y los hechos en los que participan han sido recreados de acuerdo a la documentación que se conserva sobre ellos.
La trama contiene obviamente hilos de ficción, con personajes creados expresamente para ello y sus acciones están sujetas a las fuentes históricas, por lo que lo narrado podría perfectamente haber sucedido tal y como se cuenta, con eso no quiero decir que no se permitan algunas licencias dramáticas.

También quiero comentaros que ambas novelas, aunque son de lectura independiente, tienen en común que los acontecimientos y algunas hilos escénicos se suceden en el tiempo, aunque haya una separación de treinta años, por lo que los personajes que intervinieron en el pasado vuelven a aparecer en momentos puntuales, dando con ello el relevo a sus descendientes que se convierten en los nuevos protagonistas.
Por ese motivo, a los que ya leísteis la anterior obra de Chicot os sonarán algunos de sus personajes. 
Ese es precisamente uno de los detalles que más me ha gustado de esta nueva obra que narra la vida hasta los últimos días de uno de los pilares de la filosofía, que los personajes que ya conocemos y a los que tomamos cariño en su día, salten de una novela a otra evitando que les olvidemos.

Otro detalle respecto a los personajes... 
Todos ellos, sin excepción, tanto reales como ficticios, hombres o mujeres, aparecen descritos con un detalle minucioso. 
No voy a profundizar en este tema porque no quiero quitaros la satisfacción de que los conozcáis de primera mano, porque la admiración de los demás sobre un personaje, o más bien, en este caso en concreto la mía, no debe impediros formaros vuestro propio criterio sobre ellos. 
Lo que sí os diré es que algunos experimentan una evolución tan compleja que terminan convertidos en personajes totalmente diferentes a los que conocimos en las primeras escenas, podría decir que al final nos resultarán casi irreconocibles. 

Y antes de dejar de lado este apartado no quiero olvidar mencionar, aunque sea a modo muy general, a uno de los protagonistas, en este caso femenino: Altea
Chicot de nuevo vuelve a destinar uno de los papeles principales a una mujer, a una de esas que hicieron valer su inteligencia para hacer visible su papel y allanar el camino a las que vendrían después.

"Platón afirma en La república que no hay oficio alguno que sea propio únicamente de las mujeres. El varón engendra y la mujer pare, mas la naturaleza del hombre no difiere de la de la mujer con relación a las artes y los oficios" [...]

Y ahora para terminar:
Chicot es un autor que consigue crear un drama rebosante de suspense, intriga y golpes de efecto. 
Esa sería una descripción muy concisa y aplicable a la trama ficticia de todas sus obras, pero si a eso le sumamos los temas históricos tan interesantes que elige de fondo, el modo ameno y didáctico de narrarlos, y los personajes reales con los que nos encontraremos, el resultado final es una trama envolvente y seductora, donde realidad y ficción se dan la mano, y creo que esos son estímulos positivos más que suficientes para empujarnos, a los amantes de la novela histórica, a leer todos sus libros ya escritos y los que vendrán en el futuro, porque si seguimos con la tendencia vista hasta ahora, aún le quedan algunos filósofos por quitarse de en medio y que ya hacen acto de aparición en esta historia. 

"Platón proponía que gobernaran aquellos que no ambicionasen el poder y hubieran seguido un largo proceso de formación que los convirtiera en los más aptos para gobernar. De ese modo, se elegiría a los gobernantes igual que a los médicos, a quienes no se escoge por aclamación popular, sino por su aptitud para ejercer la medicina."

Enciclopedia Universal, Socram Ofisis, 1931


martes, 16 de febrero de 2021

Armadale de Wilkie Collins

Sinopsis:

En 1832, en un balneario alemán, un hombre llamado Allan Armadale, ya en su lecho de muerte, confiesa que muchos años atrás mato a un hombre que llevaba su mismo apellido: un hombre que fue su amigo y luego su enemigo y cuya muerte le ha pesado y perseguido toda su vida. Ahora, en su testamento, le deja a su hijo una grave advertencia: debe mantenerse apartado del hijo del otro Armadale o una maldición caerá sobre ellos y la tragedia volverá a repetirse.

Pero veinte años después, a pesar de las advertencias del padre, ambos jóvenes, hijos de la víctima y el verdugo vuelven a encontrarse, se harán amigos, y, una vez más, la herencia maldita volverá a perseguirlos.

Opinión:

Ya os he hablado en otra ocasión de Wilkie Collins, cuando reseñé "La piedra Lunar".
Este autor fue muy prolífico, ya que escribió 27 novelas, más de 60 relatos cortos, unas 100 obras de no ficción y aproximadamente 14 de teatro, por lo que no os debe parecer extraño que, en breve, otras historias suyas empiecen a aparecer reseñadas por aquí.

Aunque a Collins se le conoce como a uno de los creadores o precursores del género policíaco, también hay que recordar que muchas de sus historias son catalogadas dentro de lo que fue denominado despectivamente como novela sensacionalista o sensation novel
En ese género o subgénero, incluyeron una amplia gama de textos que abarcaban desde las historias de crímenes a las de misterio y terror que fueron publicadas en la década de 1860. Este tipo de narraciones descendían del género melodramático y del Newgate, también llamado Old Bailey, donde se daba cierto protagonismo a los criminales y a sus actos.

Algo que caracteriza la escritura de Wilkie Collins, y que se debe a los estudios que cursó, es que el tema de la abogacía está muy presente en todas sus narraciones. 
En ellas aparecerán personajes que desempeñan esa profesión que, por cierto, él nunca llegó a ejercer, pero que le sirven a la hora de dar forma a personajes muy creíbles. También veréis que da mucha importancia al género epistolar que aparece representado mediante cartas, recuerdos trasladados al papel, diarios, etc...

En los dos libros que hasta ahora he leído de él tienen como base argumental un testamento y una maldición que caerá a plomo sobre los herederos, y es que ese es otro de los puntos fuertes de este escritor: la atmósfera de misterio y suspense que consigue generar con solo ese par de elementos.

En Armadale (1866) vamos a encontrarnos también otros detalles que aportan ese clima de suspense. Quizás uno de los más importantes es el tema onírico que irá adquiriendo importancia a medida que avance la trama, tanto o más que las coincidencias de las que también hace buen uso o los juegos del destino.

Otra característica de la narrativa de Collins que no puedo olvidar mencionar son las descripciones que constituyen el soporte escénico de la historia. 
Aunque no abusa de ellas en exceso, sí observamos que disfruta ofreciendo a los lectores un relato minucioso y detallista, al igual que una prosa muy cuidada y evocadora.
En esta ocasión me ha parecido que Armadale tenía un arranque más lento que el que encontramos en La piedra Lunar, pero esa calma que podemos apreciar al comienzo en el ritmo narrativo rápidamente es solventada con un calculado in crescendo. Para ello el autor se vale de algunos personajes que serán los que aporten los sucesos melodramáticos e impulsen la trama, sin olvidar incluir una gran variedad de golpes de efecto.

Al igual que ocurría en la ya mencionada Piedra Lunar vamos a encontrarnos una historia dentro de la historia principal, ese es el medio por el que los lectores conoceremos los hechos relativos al pasado; un pasado que estimulado con ese testamento y la maldición que conlleva para los herederos, avanzará a pasos agigantados hasta terminar dando caza a los protagonistas.

Y ahora llega el turno de hablaros de los personajes. 
El elenco protagonista está representado casi de modo absoluto por el género masculino, pero ¡ojo!, las mujeres aquí ocupan un papel de vital importancia, ya que sobre ellas Collins hace recaer la función principal, no solo la de impulsar la trama sino que sin ellas no habría historia. 

Vamos a encontrarnos con un gran personaje, una gran "Villana" capaz de eclipsar no solo a los protagonistas masculinos de "Armadale", sino que considero que es un genio criminal que podría estar a la altura de competir con el mejor de los detectives de la época.  
Miss Gwilt está dotada de una personalidad llamativa, así como de una mente brillante. 
Collins no escatima a la hora de proporcionarnos su descripción y hace especial hincapié en los entresijos psicológicos del personaje, quizás descuidando un poco más a sus antagonistas masculinos.
Miss Gwilt como veis consigue tomar las riendas del relato. Sus actos, al margen de que los podamos juzgar como buenos o malos consiguen inclinar la balanza posicionando al lector de su lado, de ahí que la novela como indiqué al comienzo sea catalogada dentro del género sensacionalista.

Y ya para terminar...
Armadale es un gran libro, no me refiero solo a su categoría literaria sino también a su extensión, lo que la convierte en una lectura destinada a lectores pacientes que disfrutan de los clásicos. 
Lo de su extensión no debería frenaros ni incomodaros, ya que como sabéis en la época en la que fue escrita, lo normal era que las obras se publicasen por entregas y que los autores cobrasen por palabras. Eso daba como resultado historias muy complejas y completas con numerosas tramas y vueltas de tuerca, sin olvidar que no faltaban un gran número de personajes, todos ellos construidos a conciencia, que iban apareciendo y desapareciendo conforme dictaban los acontecimientos.

Sin duda es una obra que os recomiendo