Un crimen imposible, un demonio y un viaje maldito.
Corre el año 1634 y Samuel Pipps, el detective más famoso del mundo, está prisionero en el Saardam rumbo a Ámsterdam, donde se enfrenta a un juicio y a la horca. Junto a él viajan su fiel amigo, Arent Hayes, decidido a probar la inocencia de Pipps, y Sara Wessel, la esposa del gobernador general de Batavia, en las Indias Orientales.
Súbitamente, una serie de misteriosos sucesos desconcierta a la tripulación y a los pasajeros: un extraño símbolo aparece en una vela, un leproso fallecido ronda por el barco y varios animales aparecen sacrificados. Y, por si fuera poco, una voz aterroriza a los pasajeros entre las sombras con una terrible profecía: van a ser testigos de tres milagros diabólicos. El primero, una persecución inverosímil; el segundo, un robo inconcebible; el tercero, un asesinato imposible de cometer. Con Pipps entre rejas, Arent y Sara tendrán que resolver solos el misterio que amenaza con enviarlos a todos a las profundidades del océano.
La novela perfecta para los amantes de Sherlock y Master and Commander, del autor ganador del Costa Award a la primera novela por Las siete muertes de Evelyn Hardcastle.
Súbitamente, una serie de misteriosos sucesos desconcierta a la tripulación y a los pasajeros: un extraño símbolo aparece en una vela, un leproso fallecido ronda por el barco y varios animales aparecen sacrificados. Y, por si fuera poco, una voz aterroriza a los pasajeros entre las sombras con una terrible profecía: van a ser testigos de tres milagros diabólicos. El primero, una persecución inverosímil; el segundo, un robo inconcebible; el tercero, un asesinato imposible de cometer. Con Pipps entre rejas, Arent y Sara tendrán que resolver solos el misterio que amenaza con enviarlos a todos a las profundidades del océano.
La novela perfecta para los amantes de Sherlock y Master and Commander, del autor ganador del Costa Award a la primera novela por Las siete muertes de Evelyn Hardcastle.
Opinión:
De Stuart Turton ya os hablé hace un par de años cuando reseñé Las siete muertes de Evelyn Hardcastle.
En su momento me pareció una novela curiosa, con un argumento muy elaborado donde el autor mezclaba el género policíaco con el de ciencia ficción, pero que para mi gusto fallaba en los personajes superficiales.
Ahora tras leer esta nueva obra puedo deciros que Turton ha mejorado mucho y que esta historia me ha convencido totalmente.
Lo que voy a hacer en esta ocasión es comenzar la casa por el tejado, es decir, comentando una cuestión que se plantea en el apartado final, donde el autor hace especial hincapié en hablarnos sobre el género de sus historias.
Cuando escribió Las siete muertes de Evelyn Hardcastle, todos los lectores nos encontramos ante la dificultad de catalogarlas.
Unos preferíamos etiquetarla como policíaca mientras que otros hablaban de ciencia ficción o de fantasía moderna.
Siempre he oído decir a los expertos que una obra debe catalogarse en un único género, porque siempre predominarán unas características sobre otras, pero aquí Stuart Turton nos habla de otra cosa.
Él es de la opinión de que no hay dos lectores iguales, y por lo tanto, nunca habrá dos lecturas iguales, de ahí que cuando un lector termina el libro que tiene entre manos la historia pasa a pertenecerle, por lo que es libre de catalogarlo como le venga en gana, sin que entren los puristas a imponer su opinión.
Turton, en ese apéndice, lo que sí deja claro es que no le gustaría que se catalogase El diablo y el mar oscuro como una historia de barcos, y por supuesto, tampoco como histórica pura y dura, porque no lo es, se trata de ficción histórica.
Por otro lado, y ahora sí que es mi opinión, yo la catalogaría como un misterio de cuarto cerrado, lo que la situaría dentro del género de detectives, eso sí, con un toque intenso de thriller, por el ritmo vertiginoso, e incluso dentro del género de aventuras o de viajes como Robinson Crusoe (1719) o más posteriores como Viaje al centro de la tierra (1864), grandes epopeyas que nos relatan las hazañas de hombres que se enfrentan cara a cara con la naturaleza.
Y ahora sí, dejando de lado este tema tan farragoso de los géneros...
Stuart Turton nos vuelve a plantear en esta historia un nuevo misterio donde los dos protagonistas principales, ayudados por otros secundarios muy interesantes, deberán resolver el caso antes de que se cumpla la profecía que ya habéis leído en la sinopsis.
Lógicamente, la investigación se irá complicando ya que se encuentran encerrados en un galeón que surca el mar rumbo a Holanda.
El argumento resulta terriblemente adictivo, muy original, y sobre todo, cargado de giros argumentales que nos harán dar vueltas y vueltas, reorganizando las pistas que ya tenemos para intentar resolver las cuestiones que nos plantean.
Respecto a la ambientación debo deciros que es otro de los platos fuertes y que nos traslada hasta 1634, con lo cual ya nos imaginamos la dureza que suponía un viaje de tantos meses en un escenario tan cerrado.
Los personajes son más completos que en su anterior obra y cada uno de ellos arrastra una historia que iremos conociendo y cuya trama terminará enlazada y pesando con fuerza en el hilo principal.
Y aquí llega el único pero que he encontrado y que se refiere a la forma en que los personajes se relacionan entre sí o más en concreto a la forma de hablar entre ellos, pero eso me lo tomo como una mínima licencia del autor, quizás para hacerla más accesible a los posibles lectores
Ya para terminar os diré que Stuart Turton juega con nosotros, nos ofrece una historia que nada tiene que ver con su anterior obra, cargada de giros argumentales como ya os he adelantado y cuyo final, totalmente sorprendente, tirará por tierra todas las soluciones a las que hayáis podido llegar.