martes, 26 de enero de 2021

En el piso de abajo. Memorias de una cocinera de los años 20 de Margaret Powell

Sinopsis:

En la primera casa en que entró a trabajar como pinche de cocina, a los quince años, Margaret Powell se quedó atónita cuando le dijeron que, entre sus tareas, figuraba la de planchar los cordones de los zapatos. La señora de la casa le prohibió, además, entregarle en mano cualquier cosa: siempre tenía que ser «en bandeja de plata». 
Era la Inglaterra de los años 20, y en ella una chica empleada en el servicio doméstico tenía que mentir a los chicos si quería encontrar novio: ellos las llamaban «esclavas». 
En el piso de abajo son las memorias de una mujer sedienta de educación que no comprende que, cuando pedía un libro de la biblioteca de sus señores, éstos la miraran incrédulos y espantados. Con el tiempo, aprendió por su cuenta y en 1968 publicó este libro, que ha sido la fuente reconocida de inspiración de series como Arriba y abajo y Downton Abbey, pero mucho más incisiva e intencionada que ellas. 
Penetrante en su observación de las relaciones entre clases, libre y deslenguada en la expresión de sus deseos, Margaret Powell nos cuenta qué significaba para los de abajo preparar las cenas de seis platos de los de arriba. Un documento excepcional.

Opinión:

Cuando empecé a leer este libro lo hice empujada por una serie que estaba viendo en casa, Downton Abbey; una serie de televisión donde se describe la vida de una familia aristocrática y la de sus criados desde el comienzo del siglo XX, teniendo como telón de fondo todos los acontecimientos históricos más relevantes. Esa serie, como acabo de indicar, nos muestra la vida de la familia y de sus criados, aunque estos segundos participen en una trama más secundaria. 
Por ese motivo y conociendo que la serie estaba basada en algunos libros me propuse buscarlos e informarme sobre ellos.
El resultado ya lo conocéis, En el piso de abajo se abrió paso entre mis primeras lecturas del año y ahora paso a contaros mis impresiones sobre ella.

Esta novela son básicamente las memorias de Margaret Powell, un anecdotario donde nos cuenta la difícil situación que vivían las clases más bajas a comienzos del siglo XX, y los hechos más relevantes o curiosos de esa etapa posterior en la que trabajó como empleada del servicio doméstico. 
 
Margaret prestará especial atención al relato de algunas anécdotas que, incluso a ella en esa época, la impactaron, añadiendo su particular toque de humor, rozando muchas veces el sarcasmo y que nos arrancará como mínimo una sonrisa.

"Yo pensaba a menudo en lo incongruente que era que el reverendo hiciera sus oraciones matinales y que las terminara diciendo: "Ahora demos gracias por lo que tenemos". 
Yo pensaba: pues ellos van a tardar mucho más que nosotros en dar gracias".

Algunos de los sucesos que nos relatará resultan bastante duros, sobre todo cuando nos muestre la desigualdad y la injusticia, pero el tono narrativo empleado nos hará digerirlos bastante mejor. 

Quizás lo que más sorprende de la joven Margaret Powell es la capacidad de resignación que nos muestra ante situaciones que sabe que son muy difíciles de cambiar, pero al mismo tiempo nos asombra con un espíritu de superación imparable que la lleva a buscar siempre el lado positivo de las cosas y esa pequeña oportunidad que le permita dar un cambio radical a su vida. 

Otro detalle que puede resultar curioso es que la autora, como ya os he dicho, centra toda su atención en mostrarnos las situaciones de las que ha sido testigo, por lo tanto se limita a relatar principalmente la vida de los de abajo, de esas personas que eran considerados invisibles por los señores. 
Los de arriba en este libro, al contrario que en la serie citada al comienzo, Dowton Abbey, quedan desplazados de escena, y la visión expuesta difiere de la que podemos tener de las clases altas. Quizás el motivo sea que la experiencia de Margaret se reduce a casas de inferior estatus o que lo habían perdido. En este punto llega ese detalle curioso del que os hablaba, muchas de esas familias siguen ancladas en tiempo pasados y se mantienen a costa de la apariencia. 

Ya para terminar, os aseguro que es una lectura muy entretenida que os hará buscar otras de temática similar, sobre todo porque esconde entre sus páginas mucha reflexiones interesantes cargadas de sensatez. 

"De hecho, a lo largo de mi vida en el servicio doméstico he visto que a los señores siempre les preocupaba mucho tu bienestar moral. Les daba igual tu bienestar físico. Mientras pudieras hacer el trabajo, tanto les daba que te doliera la espalda, el estómago o cualquier otra cosa. En cambio, todo lo que tuviera que ver con tu moral pasaba a ser asunto suyo. Eso es lo que ellos llamaban "cuidar de los criados".

14 comentarios:

  1. Tu última cita ha hecho que aflore en mi cabeza esa frecuente situación -por lo que uno ha leído, oído o conocido- del señor que se beneficiaba a la criada. No era inhabitual, aunque entiendo que no sucediera a todas aquellas chicas que trabajaban en las casas de familias económicamente más o menos situadas. La moral muchas veces admitía excepciones.
    Interesante tu reseña. Me ha gustado conocer esta novela memorialista de Margaret Powell.
    Un beso

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    1. Hola Juan Carlos.
      siempre es un placer verte por aquí comentando.
      Un beso.

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  2. Como te comenté, lo tengo apuntado desde hace tiempo. Es un libro que me parece muy curioso y lleno de anécdotas interesantes, aunque (al menos en papel) creo que está descatalogado. Downton Abbey es una serie que me llama mucho la atención, espero verla pronto.

    Un beso ;)

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    1. Hola Ray.
      Yo compré una versión en digital, como creo que ya te comenté.
      Downton Abbey hemos estado viéndola, pero me quedan aún algunos capítulos para terminarla. La he pausado porque me saturaban un pelín, es que esa familia parece el rigor de las desdichas, y todo lo malo les pasa a ellos.

      Un beso.

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  3. Estoy aplaudiendote aunque no me veas ni escuches! Que lectura!!! Fantástica. Cruda y real.me encantó y la reseñe.
    Lo que disfrute y rabie leyéndola mira que mandar a planchar las cintas de los zapatos.
    En fin.Muchas gracias y saludosbuhos! !!!

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    1. Hola buhitos.
      Yo también disfruté con ella, sobre todo con esos detalles como el que comentas, el de planchar los cordones o imprescindible entregarle las cartas en bandeja y con guantes. ¡ridículo!
      Un besazo.

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  4. Me quedé prendada de este libro cuando salió, hace unos años, pero al final lo dejé pasar. Me gustan mucho los ensayos y las memorias, pero es cierto que si el escritor no tiene cierta gracia para relatar se pueden hacer muy pesadas. Veo que Powell tiene ese encanto y sus anécdotas son de lo más entretenido, así que me lo llevo, gracias por la reseña. Por cierto, si te apetece tener la versión "de la otra parte", te recomiendo mucho otras memorias, las de "Lady Almina", estoy segura de que te encantarán (creo que el título completo es "LADY ALMINA Y LA VERDADERA DOWNTON ABBEY. EL LEGADO PERDIDO DE HIGHCLERE CASTLE, DE LA CONDESA DE CARNARVON". Besos.

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    1. Hola Mónica.
      tomo nota del título que mencionas, muchas gracias. Creo que puede ser muy interesante conocer esa otra versión.

      Un besazo.

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  5. Hola Susurros... me han encantado las dos citas que has puesto, son realmente punzantes... Yo también me vi toda la serie de Dontton Abbey entera y luego la pelicula que sacaron... era muy interesante, salvo que aquí los señores eran de verdad "señores"... Lo tendré en cuenta.
    Un besazo

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    1. Hola Nitocris.
      Yo he pausado un poco Downton abbey, me he saturado de tantas desgracias como les ocurren, además "Mary", la hija protagonista, no me llega a caer bien. Ya te contaré si la termino de ver.
      Un besazo.

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  6. Recuerdo perfectamente este libro, que llamó tantísima mi atención. Mi madre trabajó en una casa señorial como doncella y siempre contaba cosas muy curiosas de la vida, dentro de la casa. Eran anécdotas divertidas pero imagino que también tuvo su lado más gris, solo que eso no lo compartía. Solo por la experiencia de mi madre, me gustaría leer este libro. Creo que me gustaría mucho. Besos

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    1. Hola Marisa.
      Pues sí, estoy segura de que existe otro lado más gris, pero siempre resulta más gracioso contar esas anécdotas positivas o curiosas.
      Te recomiendo esta lectura, ya verás como hay anécdotas que te llegan a resultar curiosas e incluso absurdas.
      Besos

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  7. Lo leí bastante antes de abrir el blog, pero le hice una especie de minirreseña en su momento para hablar de él y darle un poco de visibilidad. Esta mujer estaba decidida a aprender a escribir a pesar de que no estaba bien visto siendo una criada y no solo lo consiguió sola sino que escribió estas memorias de una manera sencilla pero muy divertida y sin morderse la lengua (sus reflexiones sobre la diferencia de clases no tienen desperdicio). A mí me gustó mucho y lo releeré en algún momento, seguro :)

    ¡Besote!

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    1. hola.
      La verdad es que la protagonista logra superarse a sí misma, y transmite esa positividad a los lectores con esa forma de relatar tan mordaz.
      Un besazo

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