miércoles, 10 de agosto de 2022

La torre vigía de Elizabeth Harrower

Sinopsis:

Un clásico de la literatura australiana. Un retrato incisivo sobre el miedo, la crueldad doméstica y la tiranía matrimonial. Una novela desgarradora e implacable sobre el reverso oscuro del amor. 
Laura y Clare Vaizey estudian en un internado. Nunca han sabido lo que es el amor familiar y han aprendido a valerse por sí mismas, pero cuando su padre muere, la ausencia se convierte en un problema real. La madre las saca del colegio para que se encarguen de cuidarla, iniciando un proceso de anulación en el que las hermanas aprenden que la mejor manera de sobrevivir es en silencio. Cualquier ambición queda descartada, de modo que cuando Felix Shaw, el jefe de Laura, le propone matrimonio, ella acepta sin más, dando por hecho que también se ocupará de Clare. Shaw carece de empatía, y disfruta humillando y aislando a las hermanas hasta hacerse con el control de la casa y de sus vidas. Eso sí: la violencia nunca es evidente. Los chantajes, la culpa y el menosprecio se muestran bajo una pátina de normalidad, lo que hace que todo resulte mucho más terrible.

Opinión:

Hoy os hablo de La torre vigía, una obra que me ha gustado mucho y que sigue la línea de otras como Vera de Elizabeth von Armin.

Elizabeth Harrower está considerada como una de las grandes novelistas australianas. Alcanzó el éxito literario con la publicación de esta novela en 1966, una obra que profundiza en la violencia y terror psicológico dentro del matrimonio y que se ha convertido en un clásico de la literatura australiana. El suspense va a estar presente a lo largo de todo el argumento sin ser una novela de terror o policíaca. Sin duda es una obra que ya desde el comienzo os recomiendo.

La autora con esta obra nos ofrece una visión de lo que puede hacer el miedo y cómo nos afecta de modo distinto a cada uno.
Vamos a encontrarnos con un número limitado de personajes, se reducen a tres en prácticamente todo el desarrollo de la trama, en ellos y su comportamiento voy a centrarme.

Conocemos a Laura y Clare tras la muerte de su padre, elemento en común con Vera, la obra que ya he mencionado al comienzo de Elizabeth von Armin. En ese momento crucial su madre se hace cargo de ellas sacándolas del internado. 
A partir de ese momento Laura, la hermana mayor comienza a sentirse como un objeto. Primero en manos del egoísmo de una madre que las anula y después a merced de un marido, Félix Shaw, que actúa exactamente igual. El maltrato del que vamos a ser testigos es psicológico, no físico, y las lleva a perder totalmente el control sobre sus vidas.
El modo en que Laura cae en manos de Félix es otro detalle que nos vuelve a recordar la historia de Vera, y también lo hace al mostrar un personaje masculino que le iguala en maldad.

Félix tiene un don para los negocios, es capaz de remontar cualquier negocio en ruina que pase por sus manos, el problema es que se rodea de gente que termina engañándole. Félix machaca, literalmente, a los dos personajes femeninos. Paga con ellas su frustración, las humillaciones que recibe de sus socios, y las convierte en meros objetos, seres acobardados, totalmente sumisas a través del acoso abusivo al que las somete, llegando a denigrarlas en presencia de desconocidos porque las considera insignificantes.

Elizabeth Harrower nos muestra a través del relato a unos personajes que no pueden escapar del maltrato psicológico. Anuladas desde la infancia terminan cayendo de adultas en otro hogar que también las anula. Dos personajes que a pesar de sus diferencias, a pesar de la distinta evolución que experimentan, terminan complementándose.

Los lectores vamos a ver su aislamiento. 
Laura, la mayor, quizás es la que sufre el maltrato psicológico más directo, al estar casada con Shaw; mientras que Clare parece cobrar un mayor protagonismo porque a través de sus ojos vemos como su hermana poco a poco va desapareciendo bajo la sombra de su marido. 
También vemos como Laura termina tirando la toalla, renunciando a sí misma casi de forma voluntaria. Busca en Félix la seguridad que no tuvo en su infancia y recae de nuevo en la sumisión, buscando en todo momento aprobación. Lentamente, y sin querer, se convierte en otra maltratadora, en alguien que consiente y secunda a su marido, avasallando a la más débil. Intenta adaptarse a la situación que viven y sin darse cuenta cae en la red de Shaw, justificando su actuación. 
Utiliza un tono conciliador con Clare y valiéndose de falsas promesas. intenta amoldarla, hacerla sumisa, pensando que así se acabará el conflicto, y en cambio lo que hace es dar fuerza a una rebelde Clare, un claro ejemplo de resistencia. 

Ambas protagonistas se alternan, se ceden el protagonismo a lo largo de las tres partes en que se divide la novela y eso hace que se mantenga un buen ritmo narrativo a lo largo de toda una historia que, inevitablemente, despierta la indignación en los lectores que somos los testigos silenciosos.
La manipulación va a ser otro de los temas presentes, junto con la dependencia, la soledad, la falta de empatía y el chantaje emocional; elementos que aparecen descritos bajo un manto de normalidad.

La casa en la que viven también tiene su protagonismo en la historia y no se limita a ser únicamente un escenario. Una preciosa casa que termina convertida en cárcel. Brilla por fuera, su jardín representa la libertad frente a un interior que esconde un almacén de chantaje y malos tratos.

Una novela excelente. Os he dicho que los personajes caen en las redes de Félix Shaw, pero también lo hacemos los lectores que no podemos apartar la vista de la narración y quedamos atrapados entre los párrafos de una historia que ofrece un retrato devastador de maltrato familiar.

martes, 2 de agosto de 2022

Robinson Crusoe de Daniel Defoe

Sinopsis:

Robinson Crusoe naufraga y acaba en una isla desierta. Allí tendrá que hacer uso de su inteligencia y perspicacia para defenderse de los peligros que esconde el lugar, deshabitado solo en apariencia. Publicada en 1719, está considerado uno de los clásicos más leídos de todos los tiempos, y en rigor, se trata de la primera de las grandes novelas inglesas, un texto fundacional. Además de un libro de aventuras, lleno de inolvidables personajes, Robinson Crusoe es una de las primeras reflexiones narrativas sobre la soledad, la sociedad y las relaciones humanas.
La presente edición, traducción de Julio Cortázar, incorpora una detallada cronología, además de una introducción a cargo de John Richetti, catedrático emérito A. M. Rosenthal de lengua inglesa en la Universidad de Pensilvania y uno de los más reconocidos especialistas en la literatura del siglo XVIII.

Opinión:

Robinson Crusoe es una novela catalogada dentro del género de la literatura de viajes; uno de los géneros que tuvo más éxito durante "La edad Augusta", estilo de literatura inglesa de raíz cultural clásica y que se corresponde con los reinados de la reina Ana, el rey Jorge I y Jorge II.
Este tipo de novelas de aventuras o de viajes, muchas veces era un medio para criticar la realidad y así surgieron obas como "Los viajes de Gulliver" o esta de la que hoy os hablo y que también ha sido considerada como juvenil por su contenido y fácil lectura.
Ese contenido incluye batallas navales contra piratas, naufragios, ataques de caníbales, motines, persecuciones a caballo, pero sobre todo lo que encontramos es un relato de supervivencia, de la lucha del hombre contra la naturaleza; una historia que habla de autosuficiencia, de soledad y de relaciones humanas.

Robinson Crusoe está considerado como uno de los clásicos más leídos de todos los tiempos y, según dicen, basada en las experiencias de un marinero real de nombre Alexander Selkirk que formó parte de una expedición corsaria con el objetivo de saquear buques mercantes españoles. Selkir, a diferencia de nuestro protagonista, solo pasó cuatro años y medio en una isla ubicada en el Pacífico, a 560 km de la costa de Chile.
Esta obra está escrita a modo de diario y memorias, y en ella el protagonista irá plasmando todas sus vivencias.

Esta edición que he leído incluye las dos partes del conocido clásico.
El primer libro vio la luz bajo el título de "La vida y las extrañas y sorprendentes aventuras de Robinson Crusoe de York, navegante", lógicamente el título ganó abreviándose y es conocido como Robinson Crusoe.

En la primera novela el protagonista nos cuenta su historia desde que embarca por primera vez, naufraga y termina perdido en una solitaria isla durante 28 años. Un largo periodo que solo logra superar haciendo uso de su inteligencia. Posteriormente Robinson, tras lograr su rescate, vuelve de nuevo a la isla que considera de su propiedad.
Este sería el contenido y argumento del primer libro.

La secuela llevó el título de "Las nuevas aventuras de Robinson Crusoe" y en ella conocemos a un personaje ya anciano, con los mismos deseos de aventura que en su juventud. Unos deseos que le llevan a embarcar rumbo al Lejano Oriente, cruzando Asia hasta llegar a Rusia y de ahí, de vuelta a Inglaterra.

Reconozco que la primera obra, la clásica Robinson Crusoe, me ha parecido mucho más amena que la segunda, a pesar de que la segunda tiene un ritmo más ágil que se debe a que no se profundiza tanto en detalles de la aventura, y abarca además más territorio. 
Lo que no me ha gustado de esas nuevas aventuras es la superioridad moral con la que el autor viste al personaje. 
Crusoe encuentra refugio en la religión y eso le convierte en un pesado que intenta convertir a la fe cristiana a todos los que no piensan igual. Se convierte en dueño de sí mismo y se cree amo y señor de los demás.
Los biógrafos de Defoe dicen que estuvo a punto de hacerse clérigo, pero que después tuvo una crisis de fe; esa disyuntiva resuena fuerte en su obra y pese a lo que he dicho de que no me gusta su personalidad hay que entender que Robinson Crusoe es un personaje acorde a su tiempo.

Para terminar y como nota curiosa os diré que el espíritu aventurero de la obra y su afán colonialista sirvió para inspirar a otros autores. Wilkie Collins hace un pequeño homenaje a la obra en La piedra lunar a manos de uno de los protagonistas que utiliza el libro como fuente de inspiración.


martes, 26 de julio de 2022

Entre los muertos de Mikel Santiago

Entre los muertos (Trilogía de Illumbe 03)
Sinopsis:

Hay muertos que nunca descansan, y tal vez no deban hacerlo hasta que se les haga justicia. Nadie lo sabe mejor que Nerea Arruti, agente de la Ertzaintza en Illumbe, una mujer solitaria que arrastra también sus propios cadáveres y fantasmas del pasado.
Una historia de amor prohibida, una muerte supuestamente accidental, una mansión con vistas al Cantábrico donde todos tienen algo que ocultar y un personaje misterioso conocido como el Cuervo cuyo nombre aparece como una sombra a lo largo de la novela. Estos son los ingredientes de una investigación que se irá complicando página tras página y en la que Arruti, tal como descubrirán pronto los lectores, será mucho más que la agente encargada del caso.

Opinión: Entre los muertos (Trilogía Illumbe 03)

Vuelve a aparecer Mikel Santiago por esta estantería virtual para cerrar la trilogía de Illumbe.
Las tres novelas que pertenecen a esta trilogía: El mentiroso, En plena noche y Entre los muertos, título con el que se cierra, son historia independientes que pueden leerse por separado, pero que comparten escenario, el pueblo ficticio de Illumbe, aunque también hay algunos personajes que harán de conexiones entre unas y otras. 
Yo os recomiendo que leáis las tres siguiendo el orden establecido.

En las reseñas anteriores os comenté que Mikel Santiago recurría a algunos elementos fijos que constituían su marca personal. 
Esos elementos eran un protagonista que nos desconcertaba al narrar en primera persona; un pasado que le marcaba y perseguía; unos escenarios aislados y la climatología adversa que ya aportaban de por sí suspense a la trama; y una escasa participación policial, porque la investigación se desarrollaba alrededor del protagonista. 
Pues bien, esta vez hay algunos de esos detalles que cambian. 
El autor vuelve a recurrir a un narrador en primera persona pero, rompiendo la tradición de las anteriores novelas, este personaje va a ser femenino y además policía, por lo que en esta ocasión también va a haber más presencia policial y el desarrollo de la investigación estará más visible.

Debo decir que este libro es un brillante cierre para la trilogía porque la tensión aumenta progresivamente y los giros argumentales van a ser la tónica constante en todos los capítulos; creo que también es la que más movimiento tiene porque los acontecimientos llevarán a la protagonista a salir del País Vasco y visitar algún país más para tirar del hilo de la investigación.

La obra se divide en tres partes que se ajustan a la clásica narración Ab ovo de introducción, nudo y desenlace.
Al igual que en las anteriores tenemos un comienzo impactante, y a partir de ahí, una sorprendente trama que no nos dará ni un solo respiro, culminando de forma espectacular sin dejar ni un solo detalle en manos del azar.
Creo que el éxito de este autor consiste en el realismo de las historias que nos cuenta que, perfectamente podrían suceder a cualquiera, y en unos personajes cargados de matices, secretos, y con un pasado que favorece la sospecha alrededor de ellos, dejando en vilo al lector al final de cada capítulo.

Nerea Arruti, la protagonista de este libro, hace su primera aparición en El mentiroso, donde es un personaje incidental. En la segunda historia, En plena noche, Arruti, tiene una actuación más marcada y finalmente, en esta última entrega, consigue hacerse con el papel principal. Es un personaje que poco a poco va cobrando fuerza, sin que el lector se percate de ello, y sorprende mucho, porque jamás hubiese pensado que en esta última novela fuese ella el personaje principal. Creo que esta elección ha sido todo un acierto, además de desconcertante. Un detalle que aplaudo porque me ha gustado mucho.

Y poco más puedo contaros porque es una saga que los amantes del buen suspense, tenéis que leer. 
Creo que esta última novela es la que más me ha gustado de toda la trilogía, la que pone el broche final a una excelente saga, quizás porque tiene un ritmo más intenso que las anteriores. Pero ya sabéis que eso son solo percepciones personales. Os animo a leer a Mikel Santiago si aún no lo habéis hecho. 


martes, 19 de julio de 2022

La Celestina de Fernando de Rojas

Sinopsis:

Celestina, vieja alcahueta, barbuda y borracha, regenta un burdel que frecuentan clientes de todas las clases sociales. Además de curandera y partera, con sus hechicerías puede rendir de amor a la más indecisa de las mujeres.

Éste es el encargo que recibe de Calisto, enamorado de Melibea, la inteligente hija de un rico mercader. 

Convertida en una de las principales heroínas de la literatura universal, hoy, sin el miedo que las brujerías inspiraban en los contemporáneos del autor, parece un personaje más divertido que temible.

Opinión:

Hace tiempo que quería hablaros de este clásico por la gran cantidad de detalles curiosos que aparecen en él y de los que podíamos pasarnos horas y horas hablando.
Siempre he comentado en este pequeño espacio dedicado a los libros, cuando el tema lo ha permitido, que si Cervantes no hubiese escrito El Quijote, ahora estaríamos hablando de La Celestina como obra cumbre de la Literatura española. Por ese motivo, he creído oportuno proponerla como lectura bimensual del taller del blog, porque es una obra que al menos debe ser leída una vez en la vida.

De Fernando de Rojas se sabe muy poco, un hecho que en cambio contrasta con la fama que obtuvo su obra, La Celestina, trascendental para la historia de nuestra literatura. 
D. Fernando nació en 1476 en la Puebla de Montalbán, en una familia de origen judío. Sabemos que cursó estudios de Leyes y Humanidades en la Universidad de Salamanca, y que terminó estableciéndose en Talavera de la Reina donde desempeñó el cargo de Alcalde mayor, de naturaleza judicial, falleciendo en 1541.

La Celestina; Comedia de Calisto y Melibea; Los amores de Calisto y Melibea; Tragicomedia de Calisto y Melibea y/o Libro de Calisto y Melibea y de la puta vieja Celestina.

El texto pasó por varias fases.
La primera edición data de 1499, tiene 16 actos y llevaba por título "Comedia de Calisto y Melibea". En esta edición ya se incorporaba una carta al comienzo de "El auctor a un su amigo" y en ella contaba que estando en Salamanca cayó en sus manos el primer acto de esta obra escrita por un desconocido y que no pudo resistirse a continuar escribiéndola. También apuntaba como posibles autores de ese primer acto aparecido bajo el título de "Los amores de Calisto y Melibea" a Juan de Mena o Rodrigo de Cota.

En esos preliminares también se incluía ya un acróstico donde se leía, más o menos: 
"El Bachiller Fernando de Rojas acabó la comedia de Calisto y Melibea y fue nascido en la puebla de Montalban".

En 1502 surgen otras ediciones con cinco actos más, constituyendo el texto definitivo y llevando un nuevo título: "Tragicomedia de Calisto y Melibea".
Muchas han sido las ediciones que han ido apareciendo y como veis, cada una de ellas con un título distinto. 
Fue todo un éxito en su época, todo un best seller que se popularizó en Europa. Se conocen más de mil ediciones y se realizaron traducciones desde el hebreo al alemán, pasando por el inglés y el francés. Como otra nota curiosa de este apartado os comento que tampoco pasó por alto el expurgo de la Santa Inquisición e incluso fue prohibida en 1792.
Juan Luis Vives llegó a decir de ella en su libro "Instrucción de la mujer cristiana" que igualaba a los libros de caballerías en su capacidad de corromper las costumbres...

La obra es en forma de diálogo y pertenece a lo que se denomina comedia humanística, eso sí, hay que recordar que la obra fue concebida para ser leída colectivamente de forma dramatizada pero no representada debido a su larga extensión, tal y como concibió Petrarca que debían ser las comedias humanísticas.
En este género literario didáctico se exaltaba al hombre rompiendo con la tradición medieval en la que Dios era el centro de todo. 
Lógicamente ese didactismo tiene un tono moralizante, de eso D. Fernando no se pudo o no se quiso librar, y desde los sucesos que cuenta intenta prevenir a los jóvenes de la época, mostrando los peligros que conlleva un amor alocado y sobre todo, lo que acarrea recurrir al consejo erróneo de las alcahuetas.

Lo básico de esta historia lo conocéis: 
Todo comienza con una casualidad...
Calisto persigue un halcón y ve por primera vez a la hermosa Melibea de la que queda prendado. Contrata a Celestina que con ayuda de los criados harán que la joven se rinda al amor, eso sí, fiándonos por el título ya sabemos que la comedia y la tragedia irán de la mano.

Lo primero que vamos a encontrar los lectores son diferencias entre ese primer acto de origen anónimo y el resto de la obra. Esa primera escena es bastante más larga que el resto y también observamos que está compuesta por párrafos más cortos y un estilo más conciso. 

El mundo ideal de los señores frente al mundo real de los criados. Renacimiento vs Medievo.

La brillantez de esta historia, para mí, creo que recae en los personajes que se dividen en dos tipos: criados y señores.

Entre los pobres, todos ellos de profunda raíz medieval, encontramos a los criados, incluyendo a Celestina, ese personaje imperecedero cortado a imagen y semejanza de la Trotaconventos, protagonista de "El libro de Buen amor", (1330-1340).
Celestina es un personaje soberbio, uno de los mejores de nuestra literatura y sirve de nexo a dos mundos distintos, el de los ricos y los pobres; siendo capaz de moverse por ellos con soltura y en ninguno desentona. 

Por otro lado tenemos a Calisto y Melibea, los señores, que miran hacia el futuro y en los que pueden verse claros signos de modernidad que llegan con el Renacimiento.
Melibea es fuerte y brillante, y en su perfil renacentista vemos que reacciona ante los hechos con cierta libertad, abandonando el papel pasivo de las mujeres. Ella va a tomar sus propias decisiones, asumiendo el riesgo y las repercusiones; rebelándose contra las prácticas tradicionales.

Calisto, aunque inseguro, también está dotado de esa libertad y de esos aires de cambio que asoman por el horizonte y no va a dudar en saltarse las normas convencionales. Ambos comparten la idea de morir por amor que hasta el momento no se concebía en la literatura y que es otro de los signos claros de que el mundo avanza y cambia con él, dejando atrás la oscuridad del medievo. Esa es la idea principal que Rojas intenta transmitir, mientras el mundo medieval se derrumba, el renacentista emerge con fuerza.

Esos dos mundos que no hago más que mencionar van a convivir y sobre todo lo apreciamos en los diálogos. 
Mientras que Melibea y Calisto tienen una conversación culta, cortesana, con gran carga retórica, los criados y Celestina aportan el toque picaresco, a veces soez, y cargado de frases cortas.
Como veis ese es otro de los detallitos que convierten esta historia en magistral, ya que Fernando de Rojas fue capaz de adaptar el lenguaje de la obra a dos mundos que convivían pero se distanciaban.
Los temas que trata son el amor, la codicia, un paso del tiempo un tanto pesimista y sobre todo la muerte.

El ejemplar del que dispongo tiene 277 páginas y al ser una obra dialogada se lee rapidísimo, eso sí, lógicamente es agradable detenerse en algunos pasajes porque en el personaje de Celestina, aunque esta sea puta, vieja y alcahueta, se concentran todas las perlas de la sabiduría tradicional.

Para ir terminando os diré que ella no es la protagonista, a pesar de que intenta adueñarse de la trama desde el título, pero sí es una parte vital de la obra, un personaje trascendental, sin ella no habría historia.
Celestina es la Señora de la Sabiduría popular aplicada al conocimiento del alma humana, lo que la convierte en una maestra de la manipulación. Se mueve por la necesidad y la avaricia y eso despierta su ingenio.
Los grandes protagonistas son la pareja de jóvenes amantes, Calisto y Melibea. Ellos intentan transmitir una imagen de lo que sería el mundo ideal frente al mundo real; siendo el foco sobre el que cae el tono moralizante.
Y hasta aquí mi reseña de este célebre clásico en el que se parodia al amor cortés.

martes, 12 de julio de 2022

Yo, Tituba, la bruja negra de Salem de Maryse Condé

Sinopsis:

«Tituba y yo convivimos en la más estrecha intimidad durante un año. En el transcurso de nuestras conversaciones, me contó muchas cosas. Nunca se las había confesado a nadie.» 
Maryse Condé adopta la voz de Tituba, la esclava negra juzgada en los famosos procesos por brujería que tuvieron lugar, en medio de una fiebre de histeria colectiva, en la ciudad de Salem, a finales del siglo XVII. Hija de la esclava Abena, que fue violada por un marinero inglés a bordo de un barco negrero, Tituba fue iniciada en el arte de lo sobrenatural por Man Yaya, una de las curanderas más poderosas de la isla de Barbados. Incapaz de sustraerse a la influencia de los hombres indeseables y de baja moral, Tituba pasa a ser propiedad de un pastor obsesionado con Satán, y acabará recalando en la pequeña comunidad puritana de Salem, en Massachusetts, donde será juzgada y encarcelada, acusada de haber embrujado a las niñas del pueblo. Detenida, abandonada en prisión, Maryse Condé la rehabilita, la arranca del olvido al que había sido condenada y, finalmente, la devuelve a su país natal en la época de los negros cimarrones y de las primeras revueltas de esclavos.

Opinión:

Yo, Tituba, la bruja negra de Salem es una novela recomendada por la confederación española de gremios y asociaciones de libreros; una historia que pintaba muy bien al comienzo, pero que se va desinflando según lees por la incongruencia de algunos sucesos y datos. 
Sé que no hay que tomar al pie de la letra toda la información que se da en una obra de ficción, porque los autores tienen derecho a tomarse ciertas licencias, tantas como a la hora de catalogar, ya que esta han llegado a incluirla dentro del género de novela histórica. Pero qué sabré yo que solo soy una simple lectora...
Eso sí, y lo afirmo con rotundidad, a lo que también tenemos derecho, los lectores, es a ser exigentes y no tragar con todo, como si únicamente fuésemos una máquina de pagar, engullir y callar, y más cuando en esas novelas hay datos que caen por su propio peso.

Por ese motivo, y en la línea que habitúo, voy a intentar plasmar con la mayor brevedad posible los puntos positivos y negativos que, para mí, insisto, ha tenido esta lectura.

El tema central va a girar en torno a los juicios de Salem, un famoso episodio ocurrido en 1692, en época colonial, que narra las luchas internas de las familias de colonos y el fanatismo religioso que llevó a condenar, acusados de brujería, a 14 mujeres y 5 hombres, aunque al final fueron condenados a cárcel muchos más, entre doscientos y trescientos. 

La historia se divide en dos partes. 
En la primera se cuenta la vida de la protagonista desde su nacimiento hasta su llegada al pueblo de Salem, cuando las falsas historias sobre ella empiezan a propagarse como la peste. 
La segunda parte se centra en el proceso por brujería al que fue sometida y los acontecimientos posteriores al juicio.

Para contarnos la historia Maryse Condé toma la voz de Tituba, una de las acusadas en los juicios de Salem. Esta mujer no despertó ningún interés en la historia real, solo aparece citado su nombre en los registros, quizás por ser afroamericana y porque pidió perdón por los hechos que la imputaban. De esa forma, el personaje pasa de ser figurante en esa historia real a protagonista en la ficción.  

Me ha gustado el estilo de narrar de la autora y como recrea, aunque superficialmente, la vida de las gentes de Salem; una asfixiante comunidad obsesionada por la supuesta presencia del Diablo entre ellos, mientras se empeñan en ver el mal por todos lados; la obsesión por el pecado, la represión diaria bajo la que viven sometidos por la psicosis del pastor y una religión mal entendida que se aprovecha del miedo.
Tituba va a ser testigo de un ambiente envenenado y enrarecido por la mentira. 
Resumiendo... una sociedad enferma que poco a poco va a ir contaminándolo todo.

Y aquí empiezan a llegar los peros...
Los hechos de fondo que se narran, es decir, los juicios de Salem, son acontecimientos que han excitado en gran medida la curiosidad de estudiosos, escritores y cineastas. 
Los personajes que Maryse Condé incluye en esta novela son, en su gran mayoría, personajes reales, ya que los nombres están extraídos de los documentos que se conservan por lo que la historia tampoco va a resultar muy original.
Ha habido numerosas obras que ya contaron esos hechos y el proceso que los hizo famosos, por ejemplo, Arthur Miller con su famosísima obra teatral El Crisol, 1952, que luego ha sido llevada al cine.

Es cierto que Tituba es rescatada por la autora, pero no entiendo la necesidad de crear un personaje con esas características y convertirla en una especie de heroína, en este caso falsa, porque es, y repito, un personaje de ficción basado en alguien que sí existió, pero del que no se tienen datos. La autora la pinta rebelde y con una lengua muy afilada, y ese perfil es un comportamiento impensable en esos tiempos que corrían.
No es que yo exija un completo rigor histórico a una obra de ficción, ya lo he mencionado más arriba, pero es que hay situaciones, hechos y datos, que chirrían demasiado y tiran por tierra el trabajo bien hecho. No entiendo que se consulten los documentos originales para aportar información verídica y en cambio otros detalles queden en manos del surrealismo.

Según me iba adentrando en Salem, en las delaciones, las mentiras y las falsas posesiones, iba viendo que la historia hacía agua. Intentaba pasar por alto algunos puntos, pero estos empezaron a amontonarse y la lectura se convirtió en una montaña empinada. Me sentía como Sísifo sosteniendo un pedrusco enorme e intentando remontar esa lectura, un trabajo inútil e infructuoso.
Aplaudo a todos los que no han visto los errores históricos o que han preferido tragárselos, pero a mí, se me hacían bola. 
El retrato que dicen que hace sobre la esclavitud y que es fiel, tampoco es real, porque solo describe la situación de Tituba y de un grupo muy reducido de esclavos que van y vienen por donde quieren, disfrutando de demasiada libertad.

Para terminar voy a citar otro detalle porque la perspectiva feminista que intenta dar a la obra también termina escapándosele de las manos.
Ya he mencionado que se recupera la voz de una mujer de color oprimida, pero a través de ella también vamos a conocer la situación de otras mujeres, las de raza blanca, el sometimiento a sus maridos y la posición que ocupaban en la casa, pero tampoco resulta rigurosa con los hechos.

Estando Tituba encarcelada conoce a una mujer con la que comparte celda y que está enjuiciada por adulterio, es hija de un reverendo puritano y atiende al nombre de Hester. Este personaje secundario que, por nombre y hechos, podría ser la protagonista de la obra de Nathaniel Hawthorne, La letra escarlata, le habla de feminismo.
Es cierto que hubo mujeres que defendieron nuestros derechos desde la antigüedad. En 1792, Mary Wollstonecraft fue la primera mujer en hablar de igualdad en su obra "La vindicación de los derechos de la mujer", donde se establecían las bases del feminismo, pero aún quedaba un camino muy largo por andar y dar el sentido que da Hester al término feminista, el de igualdad, algo que no se utilizó hasta el s. XIX.

En esa imagen que intenta crear del personaje principal creo que es, bajo mi punto de vista, donde radica el fallo de esta historia.
De nuevo os he intentado presentar de forma objetiva lo que me ha parecido esta novela, pero siempre hay un alto grado de subjetividad en todas las reseñas.
Respeto a los lectores que hablan maravillas de este libro y ni aconsejo ni desaconsejo su lectura. 
Creo que he expuesto lo que a mí no me ha gustado y cada lector debe elegir sus lecturas en base a sus gustos. Lo que sí me sorprende es que nadie haya hablado de la falta de coherencia de algunos sucesos con la gran cantidad de reseñas, críticas y artículos que se han publicado.

martes, 5 de julio de 2022

Las chicas de Chapel Croft de C. J. Tudor

Sinopsis:

Una oscura historia se agita en Chapel Croft. A una larga lista de desapariciones y muertes se une la del sacerdote de la parroquia local, que se ahorcó en su propia iglesia hace solo unas semanas.
Para sustituirlo, llega al pueblo Jack Brooks. Trae consigo una hija de catorce años y una conciencia atormentada, aunque confía en empezar aquí una nueva vida. Pero lo que encuentra es un lugar lleno de conspiraciones y secretos donde le espera un extraño regalo de bienvenida: un kit de exorcismo y un siniestro mensaje.
Cuanto más profundiza en la ciudad y llega a conocer a sus peculiares habitantes, más parecen surgir antiguas disputas, misterios y sospechas. Y cuando su hija Flo comienza a ver espectros de chicas ardiendo, resulta claro que los fantasmas de Chapel Croft se niegan a descansar en paz.
Pero descubrir la verdad puede ser letal en un pueblo con un pasado sangriento, donde todos tienen algo que esconder y nadie confía en los extraños.

Opinión:

Hace cuatro o cinco años el nombre de C. J. Tudor irrumpió con fuerza en el mundo literario. La crítica especializada y el público de a pie emitían opiniones entusiastas sobre su primera obra, El hombre de tiza, ya reseñada aquí. A partir de esa publicación le siguieron otras que también obtuvieron la misma popularidad como: "La desaparición de Annie Thorne" y "La otra gente", convirtiendo el nombre de esta autora en sinónimo de éxito.

En Las chicas de Chapel Croft nos trasladamos a una pequeña población inglesa; un lugar que ha estado marcado por la tragedia desde hace quinientos años.
En tiempos de María I, hija de Enrique VIII, esta emprendió una feroz represión contra todos aquellos contrarios a la reinstauración del catolicismo, condenando a la hoguera a todo aquel que se oponía. Eso la llevó a portar el sobrenombre de María la sangrienta o Bloody Mary. El pueblo de Chapel Croft no estuvo exento de esos sucesos y ocho mártires perecieron en la hoguera.
Ahora, en la actualidad, el nombre de la población vuelve a estar en boca de todos ya que el vicario se ha suicidado en su propia iglesia. A este acontecimiento hay que añadir que treinta años antes dos adolescentes desaparecieron sin dejar rastro.
Jack Brooks y su hija se trasladan para hacerse cargo de la parroquia, un traslado obligado que no va a resultar tan idílico y tranquilo como esperaban...

Con este comienzo tan atrayente no es de extrañar que esta novela se haya convertido en poco tiempo en un superventas.
Vamos a tener varios hilos argumentales y dependiendo del tipo de narrador elegido para cada uno de ellos veremos la importancia de sus protagonistas.

El primer hilo argumental es el de Jack Brooks, y en él vamos a tener a un narrador personaje que nos va a relatar los sucesos en primera persona. Ya sabemos los riesgos que conlleva un narrador así, nos va a contar lo que ocurre según lo va viendo, es un testigo, pero siempre con la duda de que pueda omitir detalles de forma intencionada. En este tipo los lectores siempre tenemos que fiarnos de nuestros instintos.
Otra de las líneas argumentales está protagonizada por su hija adolescente, Flo. El encargado de mostrarnos todo lo que sucede a su alrededor va a ser en esta ocasión un narrador omnisciente que nos traslada a los hechos en tercera persona. 
Y por último tenemos otro hilo, esta vez secundario, también narrado en tercera persona y que corresponde a un personaje anónimo que al principio no podremos identificar. Va a aparecer en momentos puntuales porque tan solo es un personaje incidental.
Estas tramas que se van sucediendo y que nos muestran una historia lineal van a verse interrumpidas por la incorporación de fragmentos de unos sucesos que ocurrieron treinta años en esa población, cuando dos chicas desaparecieron sin dejar rastro.

En esta novela los generadores de suspense van a cumplir una función esencial  porque son los impulsores de la trama. El motor principal ya lo conocéis, el argumento, quizás ese es el elemento más potente, pero también C. J. Tudor se vale de los personajes secundarios, a los que dota de un comportamiento inquietante, para que de su mano lleguen las vueltas de tuerca. Este detalle es quizás lo que más va a llamar la atención, la gran cantidad de giros argumentales que la autora va diseminando de forma inteligente a lo largo de toda la novela y que no se limitan únicamente a la trama principal.
A esto se va a sumar esos fragmentos que ya he mencionado y que nos hacen retroceder a treinta años atrás y que poco a poco harán que vayamos dando forma a la historia general.

En esta obra aparecen varias referencias a obras de Stephen King, y lo cierto es que la forma de narrar de esta autora inglesa me traslada a las novelas de la primera época del maestro del terror. Consigue recrear ese ambiente turbador en el que los protagonistas son gente normal y corriente, y eso hace que el argumento se vuelva más realista. Creo, aunque solo sea una opinión personal de un lector, que en C. J. Tudor sí hay una digna heredera de King, que parece que últimamente todos los críticos se empeñan en buscarle una/o.

viernes, 1 de julio de 2022

Piranesi de Susanna Clarke

Sinopsis:

La casa de Piranesi no es un edificio cualquiera: sus habitaciones son monumentales, con paredes llenas de miles de estatuas, y sus pasillos, interminables. Dentro del dédalo de corredores hay un océano aprisionado en el que las olas retumban y las mareas inundan los aposentos. Pero Piranesi no tiene miedo: comprende las embestidas del mar igual que el patrón del laberinto, mientras explora los límites de su mundo y avanza, con la ayuda de un hombre llamado El Otro, en una investigación científica para alcanzar El Gran Conocimiento Secreto.

Opinión:

Han pasado diecisiete años desde que Susanna Clarke publicó Jonathan Strange y el señor Norrell, novela que leí en 2017. En ella, la autora, mezclando fantasía y realidad, nos transportaba hasta el siglo XIX, en plenas Guerras Napoleónicas, y allí nuestros protagonistas hacían uso de la magia para inclinar la balanza hacia un lado u otro. Esa novela me sorprendió por su originalidad ya que a la trama principal se les sumaban otras paralelas que aparecían en las notas abreviadas creando una especie de historias dentro de la historia. 
En esta ocasión nos ofrece una novela más breve, 320 páginas que se alejan bastante de las 800 de la anterior, eso sí, en lo que coinciden ambas es en que se mezcla la fantasía y la realidad dando como resultado una historia, de nuevo muy original, sí, pero que me ha gustado menos que la de Jonathan Strange.

El título, Piranesi, hace referencia al arquitecto y grabador del siglo XVIII que se hizo muy famoso por sus grabados de edificios, reales e imaginados.
La obra no tiene nada que ver con el autor, no es una biografía ni una obra basada en el personaje, lo que sí tiene en común es que, el escenario laberíntico que sirve de escenario para esta obra sí parece extraído de uno de sus grabados imaginarios, plagados de oscuros pasadizos, extrañas galerías infinitas y escaleras empinadas que se entrecruzan sin llevar a ningún lado. Una visión que parece transportarnos a un sueño o a un mundo irreal.

El primer detalle que me ha gustado es el narrador. 
Un personaje que nos ofrece a modo de diario y en primera persona todo lo que sucede en la casa de Piranesi; una casa monumental, llena de estatuas y con pasillos infinitos, donde vamos a encontrar desde océanos en la planta baja, con sus mareas que suben y bajan inundándolo todo, al inmensurable cielo cubierto de nubes que se ve desde la última.
Como veis todo muy descriptivo.

Sabemos que este narrador en primera persona atiende al nombre de Piranesi, no porque sea su nombre, sino porque hay otro personaje que habita también en la infinita mansión que le llama así.
Nuestro protagonista nos introduce en el relato, y lo digo literalmente, a través de ese diario que le va a servir de referencia tanto para él como para nosotros. 
Aunque parezca incongruente, es un prisionero en la mansión, libre de andar por donde quiera. 
No sabemos cómo ha llegado allí, solo conocemos el hecho de que todo lo deja plasmado en un diario que será la clave fundamental para que el lector entienda que sucede en realidad.

Os puedo decir que es una historia que desconcierta desde el comienzo, con un toque muy surrealista, pero que no deja de lado el género de fantasía. 
El elenco de personajes es muy reducido. La mayoría del tiempo la autora desarrolla el argumento con tan solo dos, aunque poco a poco irá apareciendo algún personaje más para dar movilidad a la trama y que esta no quede estancada.

Los lectores quedamos atrapados en el relato por la expectación a la espera de que se resuelvan todas nuestras dudas, que son muchas y van aumentando según avanza la lectura.
¿Quién es el personaje?, ¿por qué está allí?, ¿cómo llegó?, ¿dónde está ubicada la casa?, pero sobre todo, lo que queremos saber es si todo lo que nos cuentan es real o fruto de su imaginación. Esas dudas son precisamente el motor que empuja el argumento.
A mí toda la historia me traía a la cabeza el grabado de Goya: "El sueño de la razón produce monstruos", un aguafuerte en el que el pintor parece despistar con la imagen y encubrir el verdadero significado.

Piranesi es una obra muy distinta a la que nos ofreció Clarke anteriormente. Es una novela hipnótica donde la imaginación y la especulación del lector corren libres.

lunes, 27 de junio de 2022

Cujo de Stephen King

Sinopsis:

Durante toda su vida Cujo fue un buen perro, un San Bernardo grandote, pacífico, juguetón y amante de los niños. Realmente se trataba de un perro bueno y feliz. Feliz hasta que le sucedió algo, y el cerebro de perro de Cujo se cubrió de una de esas oscuridades que se alimentan de sangre.
 
Ahora, se ha convertido en un perro asesino; doblemente cruel por cuanto la gente no conoce su mutación y aún le ve en su anterior bondad. Heraldo de un pequeño apocalipsis, Cujo desencadenará sobre un pueblo modélico un huracán de pánico y de muerte.

Opinión:

De nuevo el gran maestro del terror se hace un hueco en mi blog con uno de sus grandes clásicos: Cujo.

Esta novela fue escrita en 1981 y a ella puede aplicarse el lema del arquitecto Mies Van der Rohe: menos es más, porque en ella destaca precisamente eso, su minimalismo. 
Stephen King vuelve a hacer magia a la hora de construir argumentos y en esta caso nos ofrece una historia con los elementos justos: 
Una madre y un niño atrapados en un coche mientras un perro con instinto asesino les acecha.
Con solo esos tres personajes y una idea de base de lo más sencilla consigue crear una historia de terror psicológico que nos atrapa, valga la redundancia, junto a Donna y Tad dentro de su vehículo en una de las mayores olas de calor.

El narrador elegido, en este caso omnisciente, es otra de las piezas clave que condiciona el desarrollo de la trama. 
Nos va a hacer llegar hasta el pensamiento más ínfimo de los personajes, pero lo más curioso de este narrador es que también nos va a ofrecer la versión de lo que piensa el San Bernardo de cien kilos que pasa a convertirse, sin querer, en el protagonista central de esta novela de terror. 

Cujo es un perro bonachón que es mordido por un murciélago mientras juega a perseguir un conejo, pasando de ser el perro al que estaríamos todo el día espachurrando y comiéndonoslo a besos, a ser la viva reencarnación del mal. Y ahí es precisamente donde radica la genialidad de esta historia.
King construye a raíz de un hecho cotidiano una obra terrorífica, y es quizás esa normalidad, esa sencillez, la que genera más horror en los lectores. 
No necesita de seres de otros mundos ni de ultratumba para incomodarnos. Se vale de ese amor que ha despertado el perro en nosotros, durante los primeros capítulos, para sensibilizarnos, apoyándose, por supuesto, en el otro elemento que suele ser recurrente en sus obras, la vulnerabilidad de los niños, otro medio con el que nos trasmite ansiedad.

Hay otro detalle que vamos a encontrar en este libro y que también suele incluir King en otras historias; matrimonios o familias que arrastran conflictos y a los que por empatía el lector queda enganchado, porque Donna y Tad, junto a Cujo, a pesar de ser los protagonistas, no van a ser los únicos personajes que harán acto de aparición.
Vamos a tener a otros que sirven para crear el ambiente y también para generar más tensión psicológica, porque la acción se va a desplazar hacia ellos en los momentos culminantes o de mayor suspense, dejando a los verdaderos protagonistas a la espera de un nuevo acontecimiento, lo que se denomina Cliffhanger.

También vamos a encontrar más detalles curiosos de esos que disemina King por todas sus novelas.
Lo primero que vemos es que la trama se desarrolla en Castle Rock, un pueblo ficticio ubicado en Maine que va a servir de escenario para otros libros.
También vamos a encontrar referencias a personajes y hechos que aparecen en su obra anterior "La zona muerta", y por supuesto no puedo olvidar mencionar que los acontecimientos que ocurren en Cujo aparecerán citados en "Cementerio de animales".

Ya para terminar os diré que el final de esta novela es completamente inesperado, yo creo que uno de los mejores finales que ha ideado King.

martes, 21 de junio de 2022

Cien años de soledad de Gabriel García Márquez

Sinopsis:

«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo».
Con estas palabras empieza la novela ya legendaria en los anales de la literatura universal, una de las aventuras literarias más fascinantes de nuestro siglo. Millones de ejemplares de Cien años de soledad leídos en todas las lenguas y el Premio Nobel de Literatura coronando una obra que se había abierto paso «boca a boca» -como gusta decir al escritor- son la más palpable demostración de que la aventura fabulosa de la familia Buendía-Iguarán, con sus milagros, fantasías, obsesiones, tragedias, incestos, adulterios, rebeldías, descubrimientos y condenas, representaba al mismo tiempo el mito y la historia, la tragedia y el amor del mundo entero.

Opinión:

Entre la década de los sesenta y los setenta del s. XX, con el aperturismo al exterior del régimen franquista, empezaron a llegar a España las obras de autores exiliados, hasta entonces prohibidas, y de extranjeros. Entre estos últimos se encontraban autores sudamericanos de la talla de Cortázar o Gabriel García Márquez y otros grandes de la prosa contemporánea como Proust, Kafka o Faulkner. Con su llegada trajeron la renovación literaria, dando un giro completo a lo que conocíamos. Aparecieron nuevos recursos estilísticos y expresivos como los monólogos interiores, los saltos en el tiempo, la omisión de signos de puntuación y/o el realismo mágico que llegó de manos de los autores sudamericanos y que va a ser un recurso que impregna toda la novela de la que hoy os hablo.

Cien años de soledad. En el umbral entre la fantasía y la realidad.

Cien años de soledad no va a contar con una trama definida; lo que ofrece es más bien un montón de historias con las que ir conociendo a todos los miembros de la familia Buendía a lo largo de varias generaciones.

Fue escrita entre 1965 y 1966, publicándose por primera vez en 1967. 
Dicen que el manuscrito fue ofrecido al por entonces director de la editorial Seix Barral, pero éste lo rechazó alegando que creía que no iba a tener éxito. Posteriormente el borrador fue enviado a la Editorial Sudamericana y su director decidió publicarla inmediatamente, según cuentan, tras leer el primer párrafo.
Yo esto último no llego a creérmelo, creo que es más fruto del imaginario, de la leyenda que rodea la publicación, que de la realidad. No creo que un editor o director de editorial se arriesgue a publicar una novela por tener una primera frase o párrafo intenso o impactante. Supongo que ese comentario surgió después de publicar y saborear el gran éxito que obtuvo con ello; una forma de vanagloriarse.  

También cuenta Gabriel García Márquez que envió el manuscrito en dos partes, ya que debido a su mala situación económica no podía hacer frente a un envío completo, pero en cambio, el editor responsable de su publicación reconoció en una entrevista que eso no era cierto. 
Así que como veis en Cien años de soledad, realidad y ficción van de la mano desde el comienzo. 

Debo comentaros desde este punto que no es la obra de García Márquez que más me ha gustado e incluso soy de la opinión de que le sobran páginas. Esto lo aclaro al principio por si alguien se ofende y no quiere continuar leyendo.

Como ya os he adelantado, la obra narra la vida de la familia Buendía a lo largo de siete generaciones, y el título hace referencia a la soledad que les va a acompañar y a marcar tanto o más que el apellido.
Entre otros temas que van a estar presentes a lo largo de la lectura encontramos las pasiones desenfrenadas, la tiranía de algunos personajes e incluso el incesto que les persigue como una mancha familiar.

El encargado de relatar es un narrador omnisciente que permanece distante en todo momento mientras cuenta los hechos, quizás para mi gusto, se aprecia demasiado esa lejanía.

Nos vamos a encontrar sumergidos en un círculo vicioso. 
Macondo, ciudad ficticia sobre la que se construye la trama, va a ir creciendo a medida que llega la modernidad. Lo que ocurre es que esa modernidad conlleva el deterioro de los Buendía.
Vemos como los años pasan, los personajes van cambiando, pero los hechos se repiten al igual que los nombres y la personalidad de los que los llevan.
Los J. Arcadio viven marcados por un signo trágico, son impulsivos y emprendedores, mientras que los Aurelianos, por poner otro ejemplo, son retraídos aunque de mente clara. Así va a ocurrir con todos los personajes que vivirán marcados por el nombre que se les da. 
Por otro lado, las mujeres de la familia Buendía van a ser perseguidas por la tragedia, sin conseguir la felicidad, al tiempo que su comportamiento se mueve entre el surrealismo y la extravagancia. 
Lo que sí comparten todos ellos, sin excepción de género, es un aire de locura y un don especial para meterse en líos.

El realismo mágico llega precisamente de la mano de los personajes y va a aportar el toque original a la lectura. 
Actúa como un halo magnético, nos sorprende con hechos irreales o extraños pero en los que los protagonistas no reparan porque los ven como algo totalmente normal. Hay que reconocer que en este aspecto García Márquez fue un gran maestro en el uso de una técnica que en este libro toma tanta importancia como el nombre de los protagonistas.
Otro detalle que hay que mencionar porque aporta calidad es la inclusión de infinidad de figuras retóricas como metáforas, símiles o anáforas, por citar algunas, ya que realzan la delicadeza de algunos fragmentos.

El narrador nos va adelantando en algunos pasajes lo que sucederá con posterioridad a algunos personajes, tenemos un claro ejemplo en el inicio: 

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” 

Parece que intenta prevenirnos de lo que más adelante narrará de forma más detallada y extensa. Esas prolepsis que nos dan una idea sobre el futuro de un personaje, tampoco me han convencido porque, llegado el momento, me hacían dudar de si esos sucesos ya se habían contado o habían sucedido.

Sé que hay cientos o miles de lectores que avalan esta lectura y que está considerada por expertos como una de las obras cumbre de la literatura universal, pero a mí ha habido fragmentos que se me hacían cuesta arriba y me daba la impresión de que el argumento no avanzaba, parecía que el tiempo estaba detenido en Macondo.
Esto, como digo, es tan solo una opinión personal que en ningún momento busca ni justificarse ni convencer, y por supuesto menos aún desanimar. 

Habrá quien se escandalice con este comentario, pero hace unos días alguien me dijo al respecto que incluso Borges había dicho que: "A Cien años de soledad le sobraban cincuenta"
La verdad es que Borges me quita un peso de encima, porque si bien es cierto que, según avanza el argumento, la trama se vuelve más dinámica y entretenida, no dejo de pensar en que algunos capítulos se me hicieron demasiado pesados lastrando mi lectura.

Como otra nota positiva y ya para terminar diré que Gabriel García Márquez fue un trasgresor que se atrevió a incluir en el relato de un siglo de episodios cotidianos, algunos temas bastantes delicados que otro no habría osado incorporar por miedo a la censura o al qué dirán.

viernes, 17 de junio de 2022

Sospechas de Herman Kock

Sinopsis:

Robert Walter, alcalde de Ámsterdam, hombre carismático y popular, es también un gran observador: una carcajada apenas más sonora de lo habitual y un gesto ligeramente más íntimo de lo apropiado le bastan para concluir que su esposa, Sylvia, tiene una aventura con el concejal Maarten van Hoogstraten. A partir de ese momento, se convierte en un espía en su propia casa, observando cada movimiento, estudiando cada mirada absorta o sonrisa sospechosa, ocultando siempre su preocupación.
A esta situación, de por sí tensa, se suma otra, totalmente inesperada: un mensaje lo advierte de que sus padres, casi centenarios, han tomado la decisión de inducir su propia muerte. Ante el derrumbe de los pilares que sostenían su vida, el alcalde mantiene la apariencia serena propia de los hombres de su cargo, aceptando el papel que le ha tocado en la función; sin embargo, cuando llegue el momento decisivo, quizá tenga que sacrificarlo todo para no perder a su familia, lo único que de verdad le importa.

Opinión:

De Herman Koch ya os he hablado en otras ocasiones. 
Está dotado de un sentido del humor, un tanto ácido, con el que perfila y crítica de forma mordaz algunos sectores de la sociedad del momento.
Consigue atraparnos no solo por las historias que cuentan sus personajes, sino también por el modo en que lo hacen y, por supuesto, por el complejo perfil psicológico que les acompaña.
Así que hoy me toca hablaros de Sospechas, una novela en la que de nuevo las apariencias sociales van a convertirse en uno de los temas principales.

Está escrita en primera persona siendo el narrador, Robert Walter, un popular y carismático alcalde de Ámsterdam. 
Sabemos desde el comienzo que su nombre no es real, así como el de su mujer e hija. Los motivos son sencillos, evitar posibles prejuicios porque su mujer no es de nacionalidad holandesa. 
Desde el momento en que hace esa sencilla aclaración ya sabemos que la novela va a estar cargada, precisamente, de lo que intenta evitar.

Los prejuicios no solo se van a instalar en los que le rodean, también vamos a apreciar como el Robert oficial que nos intenta vender, nada tiene que ver con el Robert real. Poco a poco se irá desembarazando de esa máscara que le mantenía aislado. 
Esta obra que parece un monólogo, donde reflexiona sobre su historia familiar al tiempo que nos la cuenta, se vale de la introspección, pero también de las retrospecciones que nos llevarán hasta el pasado.

La novela comienza con una premisa muy sencilla, un simple gesto captado de casualidad que termina convirtiéndose en sospecha. Un gesto absurdo que hace que las alarmas se disparen en una relación. 
Lo curioso de esta novela es que según avance la historia veremos que esa premisa va perdiendo importancia, ya no importa si esa sospecha es real o fruto de la imaginación porque el resto de temas que se irán abordando la desplazarán a un lugar secundario.

Sospechas no es la novela que más me ha gustado de este autor, y aún así no puedo dejar de encontrarle cosas positivas, aunque también es cierto que en algunos momentos se vuelve reiterativa con algunos temas u obsesiones del protagonista. 
En la trama parece que no sucede nada y al mismo tiempo no dejan de ocurrir acontecimientos alrededor del protagonista que irán agravando su paranoia. 
La novela se puede decir que bebe de las dudas y la desconfianza y avanza gracias a esa tensión que generan.

Otro punto que no quiero olvidar mencionar es la ácida crítica hacia el país de origen del autor, los Países Bajos. Sobre la forma de pensar de sus habitantes, los prejuicios, el medioambiente, la eutanasia o la clase política y la monarquía. Podemos decir que Koch no tiene pelos en la lengua a la hora de mostrar todo con lo que no está conforme.

Ya para terminar...
Dicen que el personaje principal está inspirado en un alcalde que tuvo Ámsterdam, Eberhard van der Vaan, pero y esto hay que aclararlo, se inspira en el individuo, no en los hechos.
Curiosamente dicen que Eberhard van der Vaan leyó la obra antes de su publicación, quedando encantado porque le hacía parecer como alguien con carácter que disfrutaba de la vida.

miércoles, 15 de junio de 2022

Thérèse Raquin de Émile Zola

Sinopsis:

Sinopsis y portada del libro retiradas para evitar infringir posibles derechos de autor.
Para saber más pinchar en el enlace siguiente: Pinchar aquí.

Opinión:

Hace tiempo que quería hablaros de esta novela de Émile Zola; puede que no sea una de las más conocidas, pero sin duda es una obra que no hay que dejar pasar.

Émile Zola es conocido mundialmente por ser el fundador y principal representante del naturalismo. 
Su vida no estuvo exenta de polémica tras denunciar públicamente un complot militar y reaccionario. Por ese motivo fue condenado a un año de cárcel y se exilió un año en Inglaterra. Murió poco después, según dicen, por las emanaciones de una estufa mientras dormía, aunque muchos ven detrás de ese accidente la hipótesis de un crimen político, ya que su homicidio fue reivindicado por un grupo de extrema derecha.

Sus obras más importantes comenzaron a publicarse a partir de 1868, y esta de la que hoy os hablo fue la primera que consiguió darle notoriedad. Ahora veréis por qué.

Thérèse Raquin fue publicada en una revista llamada "Artiste" e inicialmente llevó el título de "Una historia de amor". Esa versión hay que decir que estaba un poco suavizada porque por lo visto la emperatriz Eugenia era lectora habitual de la publicación. 
Posteriormente en 1867 fue publicada en un único volumen, incorporando esos fragmentos recortados.

Críticos especializados, gentes virtuosas y la prensa sensacionalista se cebaron e hicieron una crítica virulenta contra la obra y su autor, por lo que Zola tuvo que incorporar en las siguientes ediciones un prefacio explicando algunos detalles. 
Este hecho puede parecer surrealista, que el autor tenga que dar explicaciones por el contenido, sin embargo estamos viendo que hoy en día sigue ocurriendo, llegándose al extremo de que no se crítica ya el contenido de la obra sino también al autor.

La obra, como digo, recibió infinidad de críticas aplastantes por el contenido o su temática, pero ninguno de ellos fue capaz de resaltar la asombrosa complejidad psicológica de los personajes.
Las descripciones sobre los escenarios o los ambientes son espléndidas, mientras que las hechas sobre los protagonistas te ayudan a imaginarte con poco esfuerzo como eran tanto física como psíquicamente. 
En este apartado tengo que hacer énfasis en la descripción de dos personajes. Uno es Camille, el marido de Thérèse, que recuerda mucho al que Galdós hace sobre el marido de Jacinta en su obra cumbre, Fortunata y Jacinta.
El otro personaje es la protagonista que da título a la obra.

Thérèse tan solo era una niña cuando su tía se hizo cargo de ella. A partir de ese momento se ve obligada a crecer junto a su primo, un niño siempre enfermizo, y más tarde, por respeto a su tía, empujada a un matrimonio de castigo con él.
A partir de ese momento va a vivir atrapada entre la mercería y las reuniones que su suegra organiza para sus amistades. Una vida oscura en un escenario oscuro, encerrada entre individuos grotescos que nada la pueden aportar.

Las descripciones de la protagonista pueden llegar a resultar aterradoras, la tranquilidad o la indiferencia con la que asume ese matrimonio impuesto en el que no tiene ni voz ni voto. Con una obediencia siempre pasiva, va donde ellos van y hace lo que le dicen, sin queja ni reproche; con una condescendencia y una abnegación supremas. 
Quizás por eso la creación de este personaje tiene tanto mérito, porque vamos a ver un cambio completo en él. La Thérèse del principio nada tiene que ver con la que nos muestra Zola al acabar la obra.

Luego tenemos a Madame Raquin, la tía, que va a estar acompañada por un elenco de secundarios que se encargan de que la trama avance. Entre ellos aparece Laurent, un antiguo amigo de Camille que será quien haga despertar a Thérèse. Ambos se van a dejar llevar por la pasión y se arrojarán en brazos de una relación adúltera en la que no hay remordimientos y que haría sonrojar a la mismísima Madame Bovary o a Ana Karenina y que les empujará al desastre.

En la obra no hay mucha acción y la trama resulta bastante sencilla. También sabemos desde el comienzo que hay una trama para idear asesinar al marido, pero ese detalle no resta interés al desarrollo de la obra porque vamos a sumergirnos en la duda de si, al final, serán descubiertos. 

Zola nos ofrece una historia narrada de forma muy real y objetiva que va más allá de una adulterio y de un asesinato. Mezcló el naturalismo con el suspense e hizo un estudio sobre los personajes y su psicología, dando como resultado una obra que con el paso del tiempo sería considerada como maestra, a pesar de que, cómo os cuento, en su época no la supieron entender.

jueves, 9 de junio de 2022

La invitada de Jennifer McMahon

Sinopsis:

Helen y Nate dejan atrás la ciudad para mudarse al campo. Quieren construir la casa de sus sueños en un terreno rural a las afueras de un bosque. 

Cuando descubren que su magnífica propiedad tiene un pasado violento y oscuro, Helen, que era profesora de historia, quedará fascinada por la leyenda local de Hattie Breckenridge, que fue acusada de brujería hace más de cien años. 

Cuando se sumerge en la historia de Hattie y sus descendientes, descubrirá que ese linaje llega hasta la actualidad. Conforme avance la construcción de la casa, un peligro inesperado acechará a sus dueños y al resto de habitantes del lugar.

Opinión:

El tema de las casas malditas o embrujadas es un tema muy socorrido en la literatura de terror, es más, me arriesgo a ir un poco más allá al decir que una casa abandonada o en ruinas es una de las características imprescindibles en el género gótico, y cuando digo casa se hace extensible a castillo, mansión o monasterio medieval.
Parece algo ridículo tener miedo a algo que se supone que está construido para dar protección, para aislarnos de lo que se esconde fuera, pero es que precisamente ese aislamiento nos hace sentir al mismo tiempo vulnerables por estar atrapados en su interior.
Las mansiones de las que la literatura se nutre tienen unas características que las convierten en especiales; suelen estar ubicadas en lugares aislados y su antigüedad o deterioro provocan ruidos extraños de los que desconocemos su origen y que, por tanto, tienden a alarmarnos. 
También, lógicamente, en esa antigüedad que arrastran se hace imposible que no haya ocurrido una muerte entre sus muros y, aunque no haya sido de forma violenta, eso también nos coloca en una posición de alerta.
Todo lo mencionado convierten a la mansión en un elemento omnipresente que la llevará a convertirse en un personaje más.

El caso es que toda esta introducción me ha servido para hacer hincapié en la originalidad de esta novela, porque Jennifer McMahon nos ofrece una casa, sí, pero que irá construyéndose poco a poco. 
De lo que no se olvida la autora es de añadir la dosis correspondiente de terror con la incorporación de algunas características propias del género como son las leyendas locales, los fantasmas, la brujería y la ubicación aislada que aportará ese toque de soledad tan necesario para que, aunque no sea terror extremo, sí nos acompañe a lo largo de la lectura algún que otro escalofrío.
Y es que Jennifer McMahon es una escritora considerada en Estados Unidos como todo un referente para los amantes del terror. 
Habrá que seguirle la pista...

La novela comienza con un capítulo inicial que nos hace retroceder hasta 1924 y que tiene como protagonista a Hattie Breckenridge; una mujer con un "don" o una "maldición", según se mire, y que será acusada de brujería.
Después de este breve capítulo vamos a conocer a dos de los protagonistas principales, Helen y Nate, un matrimonio que decide mudarse a una zona rural en busca de la casa soñada, algo que sin duda sabéis que no existe. 

Los cambios y reparaciones que deberían hacer en las casas que encuentran supondría el agotamiento de sus ahorros, y aquí llega otro de esos detalles indispensables en las novelas de terror, la casualidad
El azar va a participar en la trama y les va a llevar a descubrir un magnífico terreno con un pasado violento y oscuro.
Tendrán que ir construyendo desde los cimientos y eso les va a permitir conseguir la adorada casa de sus sueños, en ese momento se incorpora a la trama otro elemento que aporta tensión: la obsesión, la apremiante necesidad de construir, en el menor tiempo posible, para tener sobre ellos un techo que les resguarde y que va a generar roces y conflictos. 
Está claro que la edificación carecerá del toque misterioso y antiguo, pero eso no va a ser un problema, porque irán incorporando a la construcción piezas con historia, con un pasado, como fregaderos, cornisas o vigas que le aportarán ese aspecto de tiempos pasados y que propiciarán una mayor aparición de sucesos extraños. 
Los amantes del terror ya sabéis que muchas veces los objetos son los portadores del mal...

El otro personaje principal va a ser Olive, una niña que vive en la zona y que es un poco rebelde.

Tanto Helen como Olive van a tener un hilo argumental propio con el que iremos conociéndolas en profundidad. Lo que no tienen estos dos personajes es la facultad de narrar su historia en primera persona, ya que será un narrador en tercera persona el encargado de relatar todo lo que irá sucediendo a su alrededor.
En momentos puntuales se añadirán a la narración otros capítulos retrospectivos que irán mostrando momentos del pasado, necesarios para reconstruir la historia de Hattie y sus descendientes.

Es una novela que me ha gustado mucho. 
Aporta ese toque distinto que os he mencionado al comienzo de las casas de terror; creo que actualiza un poco el género, algo que considero muy necesario para huir de los tópicos.

martes, 7 de junio de 2022

La poeta y el asesino de Simon Worrall

Sinopsis:

Cuando un poema desconocido de Emily Dickinson apareció en una subasta de Sotheby’s en 1997, un escalofrío recorrió el mundo del coleccionismo literario. Cuatro meses después, sin embargo, el poema fue devuelto por tratarse de una falsificación. 
La poeta: Emily Dickinson. Una mujer solitaria, que garabateaba versos en todo lo que tuviese a mano, para revisarlos, cada noche, frente a su escritorio. No vio ninguno publicado en vida, pero escribió más de mil setecientos mientras ayudaba a caminar a su madre por el jardín y cocía pasteles de jengibre. 
El asesino: Mark Hofmann. Un manipulador nato, un maestro de la psicología humana. Comerciante de documentos raros, creó una serie de sensacionales falsificaciones con las que pretendía socavar los principios de la Iglesia mormona, y también decidió «especializarse» en la obra de la poeta norteamericana. Un hombre que de ser uno de los más grandes falsificadores del siglo XX pasó a convertirse en un despiadado asesino.
Simon Worrall explora el filo que separa arte y artificio, genialidad y locura, en esta trepidante crónica sobre una de las falsificaciones literarias más famosas de toda la historia.

Opinión:

Hoy os hablo de La poeta y el asesino de Simon Worrall, una novela muy recomendada por libreros y en las redes, pero con la que yo no he llegado a conectar salvo al principio.
La editorial nos la presenta como una trepidante crónica sobre una de las falsificaciones literarias más famosas de toda la historia, y aquí comienzan mis peros...
 
Esa falsificación hace referencia a un poema de Emily Dickinson, pero este hecho es tan solo una premisa con la que se inicia esta obra que va a terminar girando por completo sobre el verdadero protagonista, Mark Hofmann, un falsificador y asesino. 
Emily Dickinson solo hace una aparición fugaz para después terminar desapareciendo junto con su poema y la crónica trepidante de la que nos hablan, y dar paso a una reconstrucción sobre la vida de ese sujeto criminal.

La poeta

Quizás el poema de Emily Dickinson fue la falsificación más famosa de Mark Hofmann y la que llevó a Simon Worral a conocer la larga lista de trabajos que se le atribuyen, pero repito, solo es el hecho que da pie para comenzar una historia sobre este falsificador.

Esta obra se cataloga dentro de lo que se denomina True Crime y que no es más que una historia real que se va reconstruyendo sobre un crimen.
El libro está compuesto por 17 capítulos y un epílogo. 
Solo los cuatro primeros hacen referencia al descubrimiento de un poema original e inédito de Emily Dickinson. En ellos nos van a contar cómo fue descubierto, quién fue el comprador y a través de qué casa de subastas se llevó a cabo la adquisición. 
Esta para mí ha sido la parte más interesante de toda esa reconstrucción, porque la casa de subastas se vio inmersa en una trama propia de las mejores novelas de espías.

Hofmann consiguió engañar a la prestigiosa casa de subastas Sotheby's que vendió el falso poema a una biblioteca de Amherst, pueblo natal de Dickinson.
Dicen que las constantes modificaciones que experimentó la letra de esta autora a lo largo de su vida, el que el manuscrito estuviese escrito a lápiz, sumado a la pericia de Hofmann, a la negligencia de quienes no se percataron del engaño y a los intereses económicos, hicieron que está falsificación se convirtiese en una de las más famosas de la historia.

Los máximos responsables de Sotheby's participaron en el engaño, bien por acción o por omisión, porque fueron advertidos de la dudosa procedencia del poema e incluso así continuaron con la subasta, llegando a inventar que había sido certificado por varios expertos. 
Lógicamente, a día de hoy, la prestigiosa casa de subastas mantiene que ellos son la víctima involuntaria de Hofmann.

Esta como digo es la parte que más me ha gustado, no se hace nada pesada, algo que lamentablemente no va a suceder con el resto del libro... 

El asesino

Este libro está respaldado por una ardua investigación que nos sumerge en la vida y crímenes de Mark Hofmann, un maestro del engaño que se regocijaba con el caos que provocaban sus mentiras. En pocas palabras, un individuo sin escrúpulos, apresado en su propia red de mentiras y que terminó asesinando para cubrir sus engaños.
Este personaje odiaba a los mormones, religión a la que estaba vinculado por generaciones, y empezó a falsificar documentos sobre sus orígenes como medio para descargar su ira y su frustración, y de ese modo, destruirla.

Simon Worrall hace un excelente trabajo de documentación, eso nadie lo pone en duda, pero no es necesario incluir todos los datos encontrados. 
Para mí, ese es el fallo... que peca de exceso.

Worrall nos ofrece un relato sobre cómo fue la creación de la religión mormona y un perfecto y exhaustivo estudio del arte de la falsificación, incluyendo páginas y páginas en las que se habla sobre el simple acto de escribir, sobre la postura que adoptamos, el modo en que cogemos un lápiz o bolígrafo, sin olvidar incluir aspectos de agilidad, velocidad o presión. Toda esta información es muy interesante, no digo que no, pero en su justa medida.

Dicen que esta novela se lee como un thriller, pero es que parece más un ensayo o una tesis que la reconstrucción de un crimen. 
Tantos datos hacen que se pierda la emoción en lo que se cuenta, a pesar de que las explicaciones resulten excelentes. Es como si el autor quisiese demostrar que es un experto en el tema y que ha trabajado mucho.

Creo que con lo dicho queda demostrado que el libro me ha defraudado, pero como se suele decir, siempre hay un roto para un descosido o para gustos los colores. Habrá lectores, que sé que los hay, que hablarán maravillas de esto que califican como thriller apasionante o trepidante crónica.

Frente a las máximas valoraciones que he visto por ahí, yo os ofrezco mi opinión de que algo falla, y vuelvo a insistir en que es el aporte excesivo de información.