martes, 17 de marzo de 2020

Fortunata y Jacinta: Dos historias de casadas de Benito Pérez Galdós

Sinopsis:

La novela Fortunata y Jacinta (1886-1887) es considerada la obra maestra de Benito Pérez Galdós y la narración más importante en lengua española después del Quijote.
Obra cumbre del realismo literario español, la novela toma como escenario el Madrid castizo de finales del siglo XIX, donde los protagonistas, Juanito Santa Cruz y Fortunata, viven una tormentosa relación amorosa.
Galdós refleja el palpitar de una época, sus movimientos anímicos, la hipocresía dominante en una burguesía que intenta superar su anquilosamiento en la búsqueda de la modernidad, la religiosidad asfixiante y dominante; y el papel de la mujer en la sociedad de entonces, con Fortunata y Jacinta como máximas exponentes de un diferendo que sigue en plena actualidad.

Opinión:

El cuatro de enero de 2020 se cumplían cien años de la muerte de uno de los madrileños de adopción más ilustre de la historia: Don Benito Pérez Galdós, considerado como el mejor cronista de Madrid; por ese motivo dediqué el taller del mes de febrero a leer la que considero una de sus mejores obras, Fortunata y Jacinta: Dos historias de casadas (1887).
Hace mucho tiempo que quería hablaros de ella, no solo porque adoro a su escritor sino también porque el tema que trata me fascina.

Es cierto que muchos autores, antes que él, trataron el tema de las relaciones amorosas tormentosas, el tema del adulterio, el destino de la mujer cuando esta perdía la honra y la doble moral de la sociedad que las juzgaba.
Curiosamente, hace tan solo unas semanas os hablaba de esto en la reseña de "La solterona" de Edith Wharton, pero este tema recurrente lo hemos visto en "Madame Bovary", en "Los misterios de East Lynne""Ana Karenina", en "La Regenta",  o en "Miedo" de Stephan Zweig, solo por citar algunas historias más, la diferencia es que en todas estas novelas la protagonista era alguien de clase burguesa o alta.
Esos relatos partían de un triángulo amoroso, pero Galdós en Fortunata y Jacinta quiso exponer mucho más.
  • Don Benito ve más allá del clásico triángulo amoroso; nos muestra como es la vida de dos mujeres, totalmente distintas, de clase social diferente, que el azar va a terminan uniendo. 
  • Otorgó no solo el protagonismo principal a la mujer, como hicieron el resto de autores que trataron el mismo tema hasta la fecha, sino que también priorizó la voz de las de clase más baja, esas que hasta el momento la literatura ignoraba. Años después, el gran Tolstoi en su obra "Resurrección" (1899), también plasmó el abuso de poder y la seducción de una joven de clase baja; pero de este libro ya os hablaré más adelante.
Hay otro detalle que tampoco debemos olvidar mencionar en este punto y es en referencia al escenario.
  • Galdós a lo largo de toda la narración no solo retratará al detalle el Madrid más castizo, sino que también  profundizará en cada uno de los personajes haciendo un alarde de maestría brillante. Nadie fue, ni ha sido capaz de retratar con tal precisión hasta el día de hoy, a esa ciudad, incluida sus gentes, que acogió al autor como a un hijo adoptivo. Don Benito, a su vez, honró a la capital y la agasajó en todas sus obras, creando una visión de ella muy romántica, podríamos decir que única, porque Madrid va mucho más allá de ser un escenario, se convierte, en este caso junto a Fortunata en el personaje principal.
El libro se divide en cuatro partes, y la primera, por aquello de presentar en profundidad a los personajes, es la más extensa.
En ella vamos a ver una descripción muy completa de todos ellos, incluidos los secundarios que son más de cien... y también vamos a observar en profundidad al gran testigo silencioso, a ese que acabo de mencionar, la ciudad de Madrid que empezaba a erigirse como urbe moderna, un personaje omnipresente que permanecerá inalterable ante el Drama.
De ese modo vamos a conocer a Juanito Santa Cruz, una especie de D. Juan burgués, y por supuesto a la protagonista indiscutible, Fortunata y a su antagonista, Jacinta.

Fortunata y Jacinta son dos personajes estereotipados, pero eso no los convierte en poco interesantes porque son un fiel reflejo de la sociedad de la época.

Jacinta representa al "ángel del hogar".
Una mujer dulce y sacrificada, sin deseos ni opiniones propias, manejable y siempre dispuesta a secundar lo que el marido manda.
En ella vemos como el autor retrata "la cultura del adorno": una mujer de clase burguesa instruida para entretener.
Galdós la permite cierta libertad para enfrentarse "moderadamente" a su marido,  aunque ese enfrentamiento engañoso y manipulado tenga los minutos contados, y es que Jacinta a pesar de contar con esa ligera licencia no va a hacer uso de ella porque no estaría bien visto.

Fortunata, por el contrario, representa a la mujer de condición más baja, sin educación.
No está preparada para vivir libre sin depender de un hombre, a pesar de sus ansias de libertad; tampoco es que Jacinta lo esté, pero esa misma situación se agrava en Fortunata por su dependencia económica.
Fortunata se arroja en brazos de su amante y supuesto protector una y otra vez, se deja guiar por el amor más que por el juicio, y lógicamente termina cayendo.

En las obras de Galdós, las que denominó como Novelas españolas contemporáneas, puede apreciarse una especie de castigo autorial en el destino de las protagonistas.
Tristana y/o Fortunata, son solo una parte de esas mujeres a las que el autor permite elegir y alzar la voz; son mujeres valientes y decididas a las que concede una cierta libertad, pero al final de la narración el autor canario se deja llevar por la moralidad de la época y da un correctivo trágico a las protagonistas. Nos muestra y con ello a sus contemporáneos, que las mujeres tienen derecho a tomar sus propias decisiones, las hace visibles, pero también deja constancia de que su momento no ha llegado.
Como os indiqué en la reseña de Tristana, el no tenía la llave para abrir las jaulas en las que las mujeres estaban contenidas.
También parece que el argumento no se libra del propósito moralizador que vemos reflejado en el fin dramático de varios de sus personajes, pero este tema lo dejo en manos de los expertos. Yo quiero ver más bien, esa libertad contenida aún por llegar, o el castigo autorial tal y como Doña Emilia Pardo Bazán lo veía y como se lo hizo ver en su correspondencia.

Os recomiendo cualquier libro de Galdós, ya que este fue un gran observador de su tiempo y sus novelas un fiel reflejo de la vida y de la forma de pensar.
En cada una de sus historias nos ofrece un amplio cuadro costumbrista, muy completo y conmovedor, al centrar su obra en la vida de las clases más bajas, quizás y digo quizás, nos acerca a una visión que comparativamente con nuestro tiempo podemos ver como algo pesimista, sin embargo hay que tener en cuenta la epoca y circustancias de la misma, es puro realismo.

Lo que me gusta de este autor y que puede convenceros a los indecisos para leer alguna de sus obras, es el detalle a la hora de construir los personajes, como os he mencionado hay más de cien secundarios. Todos ellos sorprenden por la profundidad psicológica y algo que nunca olvida el escritor en sus novelas, es adaptar el lenguaje de cada uno de ellos a la situación y a su indiosincrasia, por lo que nos acerca un poquito más con sus historias a la época en que vivió.


miércoles, 11 de marzo de 2020

Asesinato en Charlton Crescent de Annie Haynes

Sinopsis:

Lady Anne Daventry sospecha que alguien de su círculo más cercano quiere asesinarla y, aunque a Bruce Cardyn, un detective privado que se hace pasar por su nuevo secretario, sus peores presagios se ven cumplidos, lo que obliga a intervenir a Scotland Yard en la persona del inspector Furnival. Secretos y codicias salpican al elenco de familiares y servidumbre, pues todos los presentes en la mansión han tenido la oportunidad de cometer el crimen.
Todos son sospechosos, y el inspector Furnival deberá hacer uso de su pericia para resolver el crimen. Nos encontramos en un escenario cerrado con un grupo limitado de sospechosos, un planteamiento que puede recordar a obras posteriores como Diez Negritos (1939) o Cartas sobre la mesa (1936), dos de las inolvidables novelas de Agatha Christie.

Opinión:

Hoy vengo a hablaros de una novela de Annie Haynes, una autora que si Agatha Christie llevó el sobrenombre de "La gran dama del misterio" a esta deberíamos conocerla como "La dama misteriosa del crimen".
Annie Haynes es una autora muy poco conocida pero que además tiene una curiosidad y es que se la considera como la principal rival literaria de Christie.
Esta escritora publicó alrededor de 12 novelas de misterio y la última, que quedó inacabada por su pronto fallecimiento, fue terminada por "una de las amigas de Haynes", rumoreándose que pudieron ser o bien Agatha Christie o Dorothy L. Sayers.
La obra de esta escritora permanecía, hasta el momento, inédita en castellano, pero según he leído la editorial dÉpoca se ha propuesto ir rescatando poco a poco sus novelas, historias que si resultan igual de atrayentes que esta pueden ser como un soplo de aire fresco para los amantes de la novela policíaca, concretamente la escrita en el periodo de entre guerras.

Asesinato en Charlton Crescent (1926), es un clásico whodunit que se enmarca dentro de la Golden Age, edad de oro de la novela de detectives, y en ella los familiares y servidumbre de Lady Anne Aventry se convierten en sospechosos; todos ellos han tenido oportunidad para cometer el crimen y motivos, ya que la citada señora no es santo de la devoción de cuantos la rodean.

La trama, como bien nos indican en la sinopsis, puede recordarnos a novelas como Diez negritos, por el escenario cerrado donde sucede el crimen, pero hay algunas diferencias como ahora veréis.

La novela se lee de forma muy fluida y sencilla, porque el escaso número de personajes no entorpece la comprensión de la trama que, por otro lado, resulta muy cuidada y elaborada.

Los amantes de la obra de Agatha Christie estamos acostumbrados a una introducción algo más extensa, sección que se aprovecha para la presentación de los personajes, pero en esta narración sorprende precisamente el desarrollo breve de ese apartado; la acción comienza prácticamente desde las primeras páginas.

Otro detalle que encuentro que diferencia la obra de Annie Haynes de la de Agatha Christie es que esta autora profundiza más en los personajes, y esa profundidad los vuelve más cercanos al lector.

La elaboración del crimen también me ha resultado más compleja; la historia comienza con la sospecha sobre un posible y futuro asesinato pero según vayamos descubriendo nuevas pistas, nuevos misterios irán complicando la trama, y es que, para esa construcción argumental, Annie Haynes se valió de su curiosidad, ya que desde muy joven estuvo interesada por el crimen y la psicología criminal, convirtiéndola en una detective aficionada que visitaba las escenas de los lugares donde se habían cometido asesinatos.

La historia no tiene trampas y el final, bien explicado, resulta coherente y sin dejar detalles en manos del azar. Todas las pistan están expuestas y el lector debe interpretarlas de forma adecuada. Debo decir que volví a fallar estrepitosamente a la hora de descubrir al asesino y sus motivos.

Otra cosilla que me ha gustado es que Annie Haynes mete en el mismo saco tanto a la clase alta como a la baja; herederos, criados, secretarios, todos ellos pasan a formar parte del elenco de sospechosos y también del elenco encargado de despistarnos e ir enredando la trama.


martes, 3 de marzo de 2020

La solterona de Edith Wharton

Sinopsis:

Edith Wharton firma una nouvelle magistral, que explota la que fuera una de sus obsesiones recurrentes: las opciones de la mujer de su tiempo y estatus en la tramoya social que la coarta.

En 1850 la alta burguesía neoyorquina disfruta de una desentendida prosperidad.
Delia, «reina» del endogámico clan de los Ralston, ultima los detalles de su vestuario para brillar en el acontecimiento social del año: el enlace de su prima Charlotte Lovell con Joe Ralston, que además sellará una alianza entre las dos familias hegemónicas de Nueva York.
Cuando nada parece poder desbaratar tan idílico porvenir, una desquiciada Charlotte irrumpe en casa de Delia para desvelarle un secreto que alterará para siempre la placidez de sus vidas y que, de saberse, tumbaría los códigos éticos de los que ambas se han venido nutriendo. Los destinos de Charlotte y Delia quedan trágicamente atados bajo la inviolabilidad del secreto que comparten, consolidándose entre ambas una tormentosa relación en la que convergerán los celos, la compasión, el amor filial y la suspicacia.

Opinión:

Esta es mi primera incursión en la obra de Edith Wharton, aunque debo reconocer que lleva reposando en mi estantería, pendiente de leer desde hace mucho tiempo "La edad de la inocencia", obra con la que obtuvo el Pulitzer en 1921.
En esta novela, muy breve por cierto, Edith Wharton nos plantea cuestiones que ya hemos visto reflejadas en la literatura infinidad de veces, por ejemplo en Ana Karenina: El destino de la mujer cuando esta pierde la honra; la doble moral de la sociedad, tan permisiva con los hombres y que en cambio castiga el mismo pecado en las mujeres; y esa pasividad y sumisión de ellas ante los hechos, que intentan por encima de todo mantenerlo oculto. Todo esto, la autora lo narra haciendo gala de una serenidad que enmudece, eso sí, sin dejar en ningún momento de lado la ironía, ya que el centro de su crítica apunta hacia la alta burguesía, de la cual ella formó parte.

Esta narración entra dentro de la denominada "Old New York" (Vieja Nueva York), una colección de cuatro novelas de la autora que gira en torno a la clase alta de esa ciudad; el desarrollo de esas historias se moverá entre las décadas de 1840, 1850, 1860 y 1870.
Las novelas no tienen relación entre sí, aunque algunos personajes reinciden apareciendo en varias de ellas, lo que sí comparten es el tono crítico hacia esas familias de la rancia Nueva York.
Los relatos que componen esta colección son: La casa de la alegría (1905), Las costumbres nacionales (1913), La edad de la inocencia (1920) y La solterona (1921).

Lo que vamos a encontrarnos en esta obra, al margen de la crítica social, es una prosa delicada y cuidada con esmero que se reparte por igual a lo largo de los once capítulos que forman las dos partes de la historia.
El desarrollo de la trama es muy rápido pero no omite detalles a pesar de las elipsis sembradas a lo largo del relato. Esos silencios en manos de los personajes se convierten en palabras no dichas pero que todos pensamos.
Edith Wharton también prescinde prácticamente de la introducción que queda reducida a un par de páginas.

La trama gira por completo alrededor de dos personajes femeninos, Delia Ralston y su prima Charlotte Lovell. No hay amplios diálogos entre ellas, como digo predominan las elipsis, pero sus poses, sus gestos, rellenan todos esos vacíos en los diálogos.
Quizás, lo que más destaca en toda la narración es que a pesar de esa brevedad en que relata los hechos, no queda ni un solo detalle al vuelo ni en manos de la imaginación del lector; todo, absolutamente todo es contando, consiguiendo profundizar en la psicología de los personajes y mostrándonos como son tanto en la intimidad como en su trato con la sociedad.
El detalle que más me ha gustado es la dicotomía del personaje de Delia Ralston, Lovell de soltera. La Delia Lovell se mueve por los anhelos del pasado, por la ilusión, el amor, y en cambio cuando impera el apellido Ralston la hace regirse por los códigos morales, por las apariencias. Un rol cambiante que asume con total normalidad y que influye por momentos en los lectores, en ocasiones la odiamos y cinco minutos después la adoramos.

Para terminar os diré que esta ha sido una novela muy breve pero de lectura muy interesante y ha abierto las puertas de entrada a la obra de Edith Wharton en este blog.



martes, 25 de febrero de 2020

Olalla de R. L. Stevenson

Sinopsis:

Un oficial escocés herido en combate y que necesitará un largo período de convalecencia accede a convertirse en el huésped de una familia que vive en un gran caserón fortificado en las montañas.
Según lo que le han dicho, en la casa, muy deteriorada por el tiempo, solo viven los últimos descendientes de esta saga venida a menos: una madre con sus dos hijos, Felipe y Olalla.
Pero antes de entrar en la fortificación, el oficial tendrá que aceptar una condición previa: renunciar a mantener cualquier tipo de contacto con los miembros de la familia.

Opinión:

Hace tiempo que tenía este relato breve pendiente de leer y gracias al reto de lectura "Todos los clásicos grandes y pequeños", organizado desde la página de "Las inquilinas de Netherfield" para este año 2020, he visto como esta breve lectura terminaba haciéndose realidad al ajustarse a otra de sus premisas, la de un clásico con 200 páginas o menos.

Olalla es un relato escrito por Robert Louis Stevenson en 1897 y que fue publicado como parte de una colección de historias fantásticas en 1897. Esta narración breve fue escrita antes de la publicación de la historia que le haría mundialmente famoso: "El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde" y suele estar catalogada como relato gótico pero realmente pertenece a un subgénero llamado Shilling Shocker, donde el crimen y la violencia están muy presentes; en este subgénero también se catalogaría el extraño caso del Dr. Jeckyll.

El Shilling Shocker eran libros de bolsillo muy populares en la Inglaterra victoriana que solían venderse por entregas y cuyos temas incluían bastante violencia y crímenes; estos libritos eran vendidos por un chelín, por eso se les dio ese término.

Olalla mantiene un excelente ritmo narrativo a lo largo del relato y además consigue que el suspense dure hasta el final. Lo más curioso de esta historia es que tiene un tono narrativo muy similar al que encontramos posteriormente en la novela de Drácula de Bram Stoker.
En la historia de Stoker tenemos a un joven que viaja a Transilvania para cerrar un negocio y allí es recogido por un siniestro carruaje que le llevará a un castillo en ruinas, el único contacto será el conde.
Aquí sucede algo parecido, un joven oficial escocés herido en España en las guerras napoleónicas, es aconsejado para que vaya a reposar a un antiguo caserón ubicado en una zona desolada. Sus únicos habitantes son una madre con dos hijos, y la primera condición es que ellos le atenderán pero sin tener ningún tipo de contacto ni relación con él.

Es un relato bastante interesante por el juego narrativo que nos ofrece, ya que no llega a ser una novela absolutamente de terror, más bien es una historia donde el autor nos sugestiona mezclando un montón de elementos.
Los ambientes y escenarios descritos ya aportan el suficiente toque misterioso y siniestro para mantenernos intrigados, pero Stevenson lo intensifica, más aún, haciendo uso del recurso de la climatología adversa y manejándonos a su antojo al enfrentar el tema sobrenatural a la lógica y el bien al mal. Otro detalle que acentúa ese misterio son los personajes, sobre todo su comportamiento y las elipsis que se generan a su alrededor.

Una narración breve muy interesante.


sábado, 8 de febrero de 2020

Caen estrellas fugaces de Jose Gil Romero y Goretti Irisarri

Caen estrellas fugaces (Todos los muertos 01)
Sinopsis:

El cielo de Madrid se tiñe de rojo sangre... El firmamento parece venirse abajo.
Pero este solo es el primero de una serie de sucesos extraordinarios. A lo largo de dos intensos días de septiembre de 1859, dos personajes opuestos llevarán a cabo la investigación de estos fenómenos. Él es un hombre huraño y cínico, aferrado a la razón, antiguo investigador de falsos milagros que ya no cree en nada; ella, una joven vidente que puede percibir lo que la razón niega pero que vive atemorizada por inquietantes visiones.
Su aventura les conducirá hasta los infiernos, la ciudad de abajo, surcada por pasadizos ocultos; y también a los cielos, sobre los resbaladizos tejados. Juntos, recorrerán ese siglo XIX que se debate entre la fe y la ciencia, la luz y la oscuridad. Allí, donde acechan los monstruos, una singular belleza brilla junto a lo siniestro.
«-¿Qué es la sociedad Hermética? -pregunta el hombre de los bastones. Nada más escuchar ese nombre, al niño le flaquean las piernas. -¿Usted cree en el demonio, señor Luzón?»

Opinión: Caen estrellas fugaces (Todos los muertos 01)


"Hay hombres buenos, y hombres malvados. No hace falta recurrir a demonios para explicar los actos terribles de algunas personas."

Hace tiempo que tenía este libro en mi estantería pendiente de leer. Entre unas lecturas que terminan adelantando a otras, las que se cuelan, las lecturas conjuntas... me habían llevado a olvidarme totalmente de él. Fue Anabel Samani quien me lo recordó e inmediatamente pasó a la primera línea de lectura.

Este libro es el primero de una trilogía que lleva el título de Todos los muertos, y en él se recrea un universo que mezcla la novela histórica con el género de fantasía y el suspense.
La historia nos transporta hasta el Madrid del siglo XIX, justo en 1859 y voy a intentar mostraros los puntos más llamativos y que han hecho de esta lectura una buena experiencia.

Lo primero es que a pesar de utilizar la fantasía para relatar muchos de los sucesos narrados, algunos de ellos están basados en hechos reales, como por ejemplo el momento que da inicio a la novela.
En 1859, según relatan los diarios de la época, el cielo de Madrid se vio cubierto por una aurora boreal, resultado de una tormenta solar conocida como evento Carrington, la tormenta solar más potente de toda la historia y que pudo verse en latitudes medias como Roma o Madrid, e incluso en latitudes más bajas como Cuba.

Otro detalle que me ha gustado es el tipo de narrador empleado, uno omnisciente que no solo nos detalla el Madrid de la época, sino que también nos informa de los cambios que experimentará la ciudad con el paso de los años e incluso de los siglos.
De esa forma, para los que desconocen parte de la historia de la capital, pueden conocer edificios y calles al tiempo que trazan un mapa en su cabeza que muestra su evolución, conociendo el pasado y el presente de esos escenarios.

La obra tiene varios hilos argumentales que se van cruzando y a través de ellos conoceremos a los personajes principales, y aquí llega otro detalle también a tener en cuenta.
Lo normal en una historia es tener personajes buenos y malos, donde el héroe se debe enfrentar a un antagonista a su altura, pero aquí no, aquí todos los personajes están bañados de más sombras que luces, tienen un pasado oscuro que les marca y que en nosotros dejará huella.
Creo que los personajes son "uno"de los platos fuertes de esta historia, porque los autores nos ofrecen una meticulosa descripción de sus mecanismos internos.

También puedo deciros que juegan, moldeando a su antojo los limites de ficción y realidad, así que no es de extrañar encontrarnos entre las páginas de esta novela a personajes reales caminando junto a ficticios.

Reconozco que la época que sirve de ambientación me fascina, pero en este libro he encontrado una historia que además me ha sorprendido, uno de los fallos, porque creo que hay un par, es algo que ya advertí al comienzo, este libro forma parte de una trilogía, y algunos hilos quedan en suspense sin atar hasta la siguiente novela, que por cierto, gracias a la demora que ha sufrido esta lectura ya está disponible la segunda entrega y casi el final de la saga.

El otro detalle del que os advertía y que puede ser tanto un pequeño error como una licencia del escritor, totalmente perdonable, es que aparece un jovencísimo Benito Pérez Galdós. Los que nos consideramos Galdosianos tenemos como primera fecha de referencia, que el insigne escritor llegó al Madrid Isabelino procedente de su Canarias natal a finales de 1862, cuando el joven contaba con tan solo 19 años. Después volvió a Canarias en el verano del 63 y retorno a la capital coincidiendo con el curso universitario para matricularse en Derecho.

Salvando este par de detallitos que he dejado para el final y que no llegan a enturbiar el buen aspecto de esta novela en general, os digo que tengo preparada ya la segunda parte, de lo que se desprende que el argumento me ha gustado y también la forma de desarrollarlo. Mantiene un buen ritmo narrativo a lo largo de la narración incorporando giros radicales en algunos momentos, también debo deciros que ese ritmo se intensifica en los dos capítulos finales.

martes, 28 de enero de 2020

Los diarios de Tony Lynx. El libro del poder de Miguel Griot

Sinopsis:

Querido Lector:
Mi nombre es Tony Lynx, detective, aventurero y buscador de tesoros.
Tienes en tus manos mi diario de investigación, y no es un diario cualquiera.
Cada página contiene un enigma que has de descifrar con todo tu ingenio.
Serás copartícipe de esta increíble y maravillosa aventura.
¿Empezamos?
El detective Tony Lynx y Rose Abbey parten hacia una trepidante aventura en busca del padre de la chica, recientemente desaparecido.
Para ello precisarán de la ayuda del lector, que irá resolviendo los enigmas ocultos en las ilustraciones a medida que avance la narración.

Opinión:


Ya habéis leído el anuncio, así que sabéis que esta vez traigo al blog un libro diferente a los acostumbrados.
Buscamos a un joven aventurero. Si creéis conocer a alguien que cumple con ese requisito, estáis en el lugar adecuado y os invito a continuar leyendo esta reseña.

Como habéis podido comprobar por la sinopsis que facilita la editorial, "Los diarios de Tony Lynx" se trata de una novela infantil/juvenil que os aseguro que hará las delicias de esos pequeños detectives y aventureros que pululan a vuestro alrededor.
Esta novela de aventuras publicada por ediciones SM, es toda una experiencia; no solo vais a entreteneros o a entretener a vuestros hijos, sobrinos, etc... con la historia, sino que también es una herramienta muy eficaz para el desarrollo de la atención y de la lógica, y conseguiréis mantenerles un rato alejados de las odiadas videoconsolas.
Está dirigida a niños y niñas de 10 ó 12 años, pero ya sabéis que eso es solo orientativo y depende del desarrollo de que cada uno de esos jóvenes lectores.

El libro de Miguel Griot está ilustrado por Alvaro Ortiz, y es una mezcla de las novelas de Julio Verne, de los cómics de Tintín, y de los libros de juegos ilustrados en los que hay que buscar figuras para avanzar y resolver el caso, como los de "Las aventuras de la Mano Negra" de Jürgen Hans Press o los del tipo de "Where's Wally?", aquí conocido como "¿Dónde está Wally?", saga que se hizo famosísima en la década de los ochenta.

Este tipo de libros mencionados, en los que hay que permanecer muy atento buscando elementos en las ilustraciones, se inspiran en el movimiento alemán Wimmelbild, cuyas imágenes representan escenas que esconden desde objetos a personajes. 
Y ahí precisamente reside la complejidad. 

Esas imágenes nos darán la pista, la llave que necesitamos para continuar con nuestra búsqueda, por lo tanto, nos encontramos ante el fruto de aunar la lectura y el juego.

Cada página de la narración nos sumerge en la historia y nos da la pista, de forma amena, del misterio que habréis de descifrar, insisto, visualizando en detalle la lámina para así pasar a la siguiente, y solo lo conseguiréis haciendo uso del ingenio, de la deducción lógica y de la capacidad de concentración.

El resultado de esta lectura es sencillamente, asombroso.
¡Uy, pero que cabeza la mía!, hablando de lo que contiene esta aventura de 100 páginas he olvidado lo más importante, presentaros al gran protagonista y a su acompañante.

Tony Lynx, es un detective, aventurero y ocasional buscador de tesoros que es contratado por la bella Rose Abbey para localizar a su padre, un reputado explorador que ha desaparecido en misteriosas circunstancias.
Y ahora permitidme que os haga una pequeña prueba para comprobar si contáis con el ingenio suficiente para proseguir con esta arriesgada empresa, porque hay mucho en juego.
¿Seréis capaces de localizar en la lámina de la derecha a Rose y a Tony Lynx?
3...
2...
1...
Si habéis elegido a la pareja que se encuentra en el centro de la lámina, muy acarameladitos... me temo que vuestro instinto sabueso está un poco atrofiado y os recomiendo emplear el tiempo en jugar al parchís.

Como acabáis de comprobar, vosotros seréis copartícipes de esta gran aventura, donde los más peques deberán resolver un misterio y encontrar un valiosísimo objeto.
No os dejéis engañar por el entusiasmo de haber resuelto el más sencillo ejercicio de deducción, porque no estamos ante un juego de niños; toda hazaña conlleva un riesgo, y su autor irá complicando cada vez más las cosas, además de que se ha permitido la licencia de deformar un poquito las reglas.


No todas las soluciones de los acertijos estarán en la página que lo plantea. En algunas ocasiones deberemos retroceder y revisar las láminas y sus detalles para poder avanzar. 
También las imágenes complicarán el avance, porque habrá algunas en las que el lector deba ir por delante de Tony Lynx,  y seremos nosotros los que deberemos imaginar qué haría, o qué decisión tomaría el personaje.

Es una excelente forma de entretener a los más pequeños y al mismo tiempo desarrollar su capacidad de observación.
La estructura del libro está muy bien pensada, alterna una página narrativa con una lámina de diseño espectacular, muy colorida para llamar la atención y evitar el aburrimiento, así que podéis utilizarlo a la hora de ir a dormir, leyendo solo una página al día y resolviendo el acertijo.
Ahora me despido, esperando que esta reseña sea del agrado de esos pequeños aventureros dispuestos a recorrer medio mundo siguiendo las huellas del prestigioso explorador desaparecido.


jueves, 23 de enero de 2020

El misterioso caso de Styles de Agatha Christie

Sinopsis:

Essex, Inglaterra.
En la mansión Styles, la millonaria Emily Inglethorp es encontrada muerta en su cama, aparentemente víctima de un ataque cardíaco. Las puertas del cuarto estaban cerradas por dentro y todo indica una muerte natural. Pero el médico de la familia levanta una sospecha: asesinato por envenenamiento. Todos los huéspedes de la vieja mansión tenían motivos para matar a la viuda Inglethorp y ninguno de ellos posee una coartada satisfactoria. Cuando el detective Hércules Poirot llega para encargarse de la investigación, se encuentra frente a frente con la avaricia, los celos, las tensiones y la ambición de una familia que aspira a heredar una fortuna en dinero y propiedades. Un marido infiel, su jovencísima amante, unos hijastros envidiosos, un extraño toxicólogo alemán… Todos parecen sospechosos de haber acabado con la vida de Emily, aunque sólo uno de ellos puede ser el asesino. Poirot deberá emplearse a fondo y usar todas sus armas para llegar al fondo de su primer caso literario.

Opinión:

Creo que a nadie le va a extrañar, que hoy en el blog vuelva a hablaros de una obra de Agatha Christie, ya que dentro del género de crimen y misterio está considerada como una de las más grandes.
Esa buena valoración no solo se debe a la estructura empleada en sus novelas, a su sencillez argumental o a la calidad de su pluma, ya que hay otros detalles que hacen valorar, más a nivel general, su obra de forma positiva.
Uno de ellos es que, hoy en día, los lectores de sus libros siguen siendo legión, ya que estos han sido traducidos a más de cien idiomas, y además siguen siendo objeto de reediciones y adaptaciones al cine.

Pero El misterioso caso de Styles os va a resultar curioso por varios motivos.

Está escrito en 1916, lo que ocurre que al estar inmersos en la Gran Guerra, no fue publicado hasta 1920 en Estados Unidos, y un año después en Inglaterra. También tiene la particularidad de que es el único cuyo argumento refleja exactamente el momento en que fue escrito.

Esta es la primera historia de ficción detectivesca de la autora y tiene un doble valor, porque fue la que dio el pistoletazo de salida a la Golden age, la Edad de Oro de la novela policíaca, aunque esta narración no le trajese inmediatamente la fama.
Realmente el éxito se hizo esperar y le llegó una década después, en 1926, de manos de su cuarta novela: El asesinato de Rogelio Ackroyd, detalle a analizar, porque precisamente esa cuarta obra guarda muchas similitudes con El misterioso caso de Styles.

Para los que no hayáis leído aún la obra de Agatha Christie debéis tener en cuenta un par de detalles que a veces olvidamos los que estamos acostumbrados a leerla y releerla.
El primero es que ella dio voz a sus personajes y en ellos plasmó muchas ideas y pensamientos propios.


Por ejemplo: 
"el asesinato es algo violento a menudo asociado con la idea del hombre, salvo ¡claro está! en el caso de que se utilicen venenos
Esa frase, o una similar, surge de boca de uno de los personajes precisamente en este relato, y no hace más que confirmar uno de los lemas más famosos de la autora:
"Dame una botella de veneno adecuado y crearé el crimen perfecto", consigna que se convierte en la premisa principal de esta narración.

Otro de los elementos fijos de los que ella hace uso en la mayoría de sus novelas, no solo en las de Poirot sino también en la saga protagonizada por Miss Marple, es el jugar con la fisonomía de los protagonistas... ahora veréis por qué.
En Miss Marple vemos a una ancianita entrometida a la que nadie va a tener en cuenta, y en Poirot a un hombrecillo que no llega al 1.60 de altura, con cabeza de huevo y bigote exagerado que se comporta de forma excéntrica y no hace más que recordarnos que un belga y un francés se parecen como un huevo a una castaña.
Ese aspecto, controlado al detalle, estaréis de acuerdo conmigo que, muchas veces, resta importancia al sujeto, hace que no le valoremos.
Los personajes tras observarles van a experimentar lo mismo que nosotros, y eso va a empujarles, según su personalidad, a dividirse en dos grupos: los que les infravaloran, entre los que se encontrará el asesino, y los que confían plenamente en ellos por su aspecto.

Pero dejemos esto a un lado y vamos a centrarnos en este libro, el primero en que aparece el genial y excéntrico Hércules Poirot, y donde estará acompañado por los dos personajes secundarios que le seguirán en casi todas sus obras: su fiel compañero Hastings, y el Inspector Japp.

Otro estructura constante que Agatha utiliza es la clásica formada por Introducción, Nudo y Desenlace.
Durante la introducción, además de presentar a los personajes consigue dar las primeras pinceladas para crear una atmósfera agradable y acogedora, preparando el camino para lo que sucederá después.
En esa introducción conocemos a Hastings que desempeñará también la función de narrador.
Según sus palabras procede a plasmar en papel de forma minuciosa los avances del caso Styles, una vez que éste ya ha sido resuelto, a petición expresa de Poirot y de la familia Styles, que intentan acallar definitivamente los escandalosos rumores surgidos alrededor de ese caso que se convirtió en mundialmente famoso.

A partir de ese momento, y gracias al relato, conoceremos al resto del elenco protagonista y entraremos en contacto por primera vez con el inimitable Poirot.
Este detective singular tiene un sistema deductivo que cumple a raja tabla, y al tratarse de su primera aparición nos va a mostrar en qué consiste.
Él dice que el trabajo de un buen detective es únicamente cuestión de método y que no hay asesinato sin motivo.
Además, todas las pruebas quedan expuestas, antes o después, ante nuestras narices, y si sabemos interpretarlas y ordenarlas de forma correcta, lograremos llegar a la misma conclusión que él. El resultado real solo lo sabremos al final, porque Poirot no tiene por costumbre dar explicaciones antes de llegar al desenlace.

Los más avispados, como ya he dicho, lograrán hallar la solución del crimen, pero el resto nos conformaremos con observar en silencio, como las piezas van encajando a la perfección, y Poirot consigue descubrir a un asesino que al principio se creía muy inteligente.
¿sabréis deducir, con las pistas que os he dado a lo largo de esta reseña, quién es en esta ocasión el asesino?

jueves, 16 de enero de 2020

Los misterios de East Lynne de Ellen Wood

Sinopsis:

Archibald Carlyle se prenda de lady Isabel Vane y desea casarse con ella. Sin embargo, la joven siente una fuerte atracción hacia Francis Levison, un hombre de reputación dudosa. Isabel deberá escoger entre los dos, y esa decisión marcará su destino de por vida. Entretanto, el asesinato de George Hallijohn sacude la plácida vida de East Lynne: Richard Hare, hijo del respetado juez Hare, es acusado del crimen y se da a la fuga, y la dulce Barbara Hare, enamorada en secreto de Archibald Carlyle, tratará de demostrar su inocencia. El escándalo está servido y las vidas de los habitantes de East Lynne jamás volverán a ser las mismas.
Ellen Wood, célebre autora y editora que llegó a ser más popular en su tiempo que Charles Dickens y cuyas obras hicieron las delicias de lectores como Lev Tolstói y Joseph Conrad, ofrece al lector en Los misterios de East Lynne un escandaloso retrato de la sociedad victoriana y lleva a cabo un agudo análisis psicológico de las pasiones humanas.

Opinión:

Los misterios de East Lynne está considerada como la novela victoriana que escandalizó a toda Europa; una historia que hasta el mismísimo Lev Tolstói catalogó como maravillosa, y no es de extrañar, ya que una década y pico después, en 1878, él escribiría la que se ha considerado como su obra más ambiciosa y de mayor trascendencia, Ana Karenina, una narración de corte realista y psicológico, que retrataba el tema del adulterio y el rechazo social, y en la cual encontraréis muchos paralelismos con "Los misterios de East Lynne".
Lo más curioso es que, siempre he oído hablar de "La Regenta", de "Ana Karenina"y de "Madame Bovary", como si estas obras formasen parte de una trilogía del adulterio, pero si no es por una casualidad, no habría conocido esta fantástica historia de Ellen Wood, que nada tiene que envidiar a las citadas y que parece que se ha mantenido a la sombra de ellas, a pesar de que durante la época victoriana y principios del siglo XX, fue llevada en innumerables ocasiones al teatro.

Escrita en 1861 llevó el título de East Lynne, y fue publicada por entregas en la revista New Monthly Magazine. obteniendo un éxito inmediato; es un melodrama con tintes de suspense que incluye un asesinato, y teniendo en consideración el marco histórico, también sabemos que contamos con un escándalo asegurado.
Esta novela podemos catalogarla dentro de las "sensation novels" que surgieron alrededor de 1860, desarrollándose a lo largo de esa década y en la posterior. Mostraban situaciones escandalosas que censuraba la sociedad victoriana. Esas conductas o actitudes se veían peor al ser cometidas por la clase alta, por uno de los suyos; además de que en ellas se escondía un misterio, como también tenemos aquí.

En 1857 se publicó en Inglaterra una ley, el Acta de Causas Matrimoniales, que daba facilidades para obtener el divorcio; en ella se indicaba que el lazo sagrado del matrimonio podía romperse por infidelidad, y Ellen Wood construyó su obra alrededor de esa premisa.

Esta escritora logró alcanzar el éxito con sus libros, tanto que dicen que llegó a rivalizar con Charles Dickens, eso sí, no hay que olvidar que al igual que su protagonista, ella estuvo sometida a la misma y estricta moralidad victoriana, y tuvo que firmar sus obras como "La señora de Henry Wood".

El narrador.

El narrador que vamos a encontrarnos es el clásico de las novelas victorianas, ese omnisciente que interrumpe el relato dirigiéndose a los lectores, haciéndonos partícipes de los sucesos al tiempo que nos obliga a abandonar el papel pasivo.
Intentará llamar nuestra atención sobre determinados hechos que, para él, son de vital importancia, mostrándonos situaciones o personajes que desempeñarán roles importantes a lo largo de la trama.
Pero ojo, hay que tener cuidado con él, porque en algunas ocasiones intenta advertirnos adelantándonos algunos acontecimientos que vendrán después, ¡vamos que nos cuela un pequeño spoiler! y también intentará condicionar nuestra opinión. Ese spoiler que nos hace es perdonable, ya que intenta que nuestra frágil moralidad, o nuestra tierna mentalidad, no se vea afectada por los hechos que sucederán...

Los personajes.

Me sorprende mucho su descripción.
Ellen Wood se centra en desarrollar los entresijos psicológicos de cada uno de ellos, en cambio relega a un segundo plano la descripción física. Esa breve descripción, que básicamente aparece en los diálogos de los personajes, permite que les conozcamos, externamente, en profundidad, y deja que la mente del lector vuele construyendo su propia imagen.
Otro detalle interesante es que, la mayoría de los personajes que rodean a Isabel Vane, la protagonista, son individuos a los que el lector termina odiando; quizás por eso, el personaje principal destaca más. La autora focaliza la trama sobre ella, como si la enfocara con un haz de luz y a su alrededor crea una sombra, por eso el personaje deslumbra a pesar de que no tiene una personalidad llamativa, ni frases brillantes, pero esa maldad que rezuma del elenco de secundarios la hace sobresalir.

Os dije al comienzo, que la historia, en general, tenía muchas similitudes con Ana Karenina, en cambio el personaje me recuerda más a la Ana Ozores de Clarín, quizás por su bondad e ingenuidad, y porque aunque es responsable de sus actos, es empujada, de forma indirecta, por el resto...
La autora dota a Isabel de humanidad, la convierte en alguien que, pese a su estatus, es normal y corriente, sencilla; en cambio Ana Karenina no puede superar ese listón que separa a las clases, y se muestra artificial hasta el final.

De entre esos personajes odiosos, hay otro detalle que me ha llamado la atención, y es que salvo uno, el resto pertenecen al género femenino. Son dañinas, envidiosas y ruines, y aunque intenten que el tiempo subsane sus errores, en el lector la espinita queda clavada de forma profunda. Hay algunas tan mezquinas, que ladrarían de noche para evitar tener que comprarse un perro...
Estos personajes femeninos, por suerte para el lector, van a ir sucediéndose, con lo cual no llegamos a saturarnos con ellos. Pero este detalle beneficioso para nuestra cordura perjudica a Isabel, ya que ese relevo permite que ella se convierta en un blanco fijo para sus dardos envenenados.

Terminando.

El final es el adecuado, aquí no vale decir: yo habría hecho o yo habría escrito... La distancia en el tiempo nos permite a los lectores de hoy hacer una lectura crítica y por supuesto aplaudir el magnífico resultado.
El villano es un gran personaje, e incluso los secundarios bordan su papel.
En la reseña de Ana Karenina os dije que en el final echaba algo en falta. Alrededor de la Karenina se creaba un vacío, un silencio y además sobraban algunos detalles.
En esta historia no hay nada que sobre ni que falte. Está construida a conciencia, y además Ellen Wood prescinde de ese lenguaje recargado tan habitual en obras de esta época.

Espero que esta lectura os resulte tan apasionante como me lo ha parecido a mi.


martes, 7 de enero de 2020

Crimen en la posada "Arca de Noé" de Molly Thynne

Sinopsis:

Un grupo de personas que se dirigían a un lujoso lugar de vacaciones se ven forzadas a tomar alojamiento en la posada «Arca de Noé» debido a una intensa nevada. En la hospedería en la que se ven aislados compartirán estancia con el doctor Constantine, un astuto maestro de ajedrez y brillante detective aficionado. Entre los demás huéspedes encontramos al exitoso novelista Angus Stuart, la aristocrática familia Romsey, un par de viejas solteronas, un viajante de comercio, un joven y apuesto bailarín y un incontrolable comandante cuya afición a la bebida le lleva a intentar sobrepasarse con alguna de sus bellas compañeras de «encierro».
Así las cosas, uno de los huéspedes aparece muerto en su cama, y el doctor Constantine, ayudado por dos de los hospedados, se verá forzado a investigar este brillante misterio antes de que el asesino logre huir o alguien más aparezca asesinado.

Opinión:

"Crimen en la posada" o"Snowbound" que es el otro título que se le dio, es una novela escrita por Molly Thynne en 1931, en plena Edad de Oro del género policíaco, en la llamada Golden Age.

Molly Thynne siempre tuvo inquietudes literarias.
Publicó alguna obra con buena acogida por parte de los críticos, pero no fue hasta 1928, momento en que escribe la primera historia de detectives, cuando realmente se la empezó a conocer, publicando casi una novela por año dentro de este género. Pero quizás lo que más sorprende, es que esta autora que prácticamente ha sido olvidada, fue una gran visionaria a la hora de crear argumentos.

En 1929 escribió con destreza una historia, con asesinato incluido, que ocurría en un transatlántico; argumento que se adelantó a "Asesinato en el Orient Express", escrita en 1934 por Agatha Christie.

En 1931 comienza a dejarse influenciar por las damas del crimen de la Golden Age, y toma de ellas algunos detalles, como por ejemplo empezar a crear una saga que tendrá como personaje central a un detective aficionado, tan inteligente y sagaz como el ya famosísimo Hércules Poirot. Pero no confundáis mis palabras, porque aunque ella adoptó algunos recursos ya utilizados por otros escritores, también su obras sirvieron para que ellos se nutriesen de su astucia, como ya veréis más abajo...

Pues bien, este nuevo personaje investigador que va a crear es el doctor Luke Constantine, alguien al que vamos a conocer en esta obra y a través de cuya mirada la autora nos ofrecerá un reflejo fiel y detallado de toda la sociedad.

A partir de 1933 Molly Thynne desaparece del panorama literario, quizás porque para ella, que siempre había tenido una posición acomodada, la producción literaria era solo un objetivo ya cumplido, y había demostrado con creces su capacidad como escritora.

Pero voy a dejar de hablaros de ella y voy a pasar a comentaros este libro.

Nos vamos a encontrar ante el clásico misterio de cuarto cerrado, donde se comete un delito y los personajes se ven forzados a permanecer recluidos.
A esas características se le suman otras propias de la época y de ese género: un grupo reducido de sospechosos; el delito arriba citado, que bien puede ser un robo o un asesinato; y un detective profesional o aficionado que deberá dar con el culpable en un breve espacio de tiempo.

La narración comienza con un grupo de viajeros, de lo más variopinto, que quedan confinados en la posada a causa de la nieve. Tras una serie de sucesos extraños se comete un asesinato, y todos pasan a convertirse en sospechosos.
Uno de ellos tiene que ser a la fuerza el asesino, premisa que nos puede recordar en muchos momentos a la historia que Agatha Christie escribiría con posterioridad, en 1939 y que llevaba el título de Diez negritos.

El argumento, a simple vista, puede parecernos algo muy sencillo, pero ese es el detalle que hizo triunfar a todas las novelas de la Golden Age: tramas en apariencia sencillas que luego demostraban tener una compleja elaboración.
La ambientación y la atmósfera que se genera se alían a la hora de mantener la intriga, pero es quizás la ambientación, el detalle más logrado y que va a sorprendernos junto con la descripción de los personajes y de las clases a las que pertenecen, porque en esta historia nos vamos a encontrar a un elenco de lo más variado.

Al principio parece que la posada va a ser un sitio reducido donde los personajes se encontrarán agolpados, tropezando unos con otros, chocando por su comportamiento excéntrico, pero al llegar la noche, esa visión que tenemos de la posada se transforma.
El Arca de Noé se convierte en el lugar idóneo para cometer un delito; parece que los pasillos se alargan y las escaleras y habitaciones se multiplican.

El encargado de hacernos llegar la historia va a ser un narrador en tercera persona bastante peculiar.
Algunas situaciones van a parecernos previsibles, porque él parece que intenta facilitarnos más datos de los necesarios; en cambio en otras, nos va a resultar extraño que limite el aporte de información. Quizás este detalle es el que nos despista a la hora de descubrir al culpable.

Y ahora ha llegado el momento de hablaros de Luke Constantine.
La serie del doctor está constituida por tres novelas; esta es la primera de la trilogía.
Dicen de este personaje que es uno de los detectives aficionados más logrados del género policíaco, yo no lo puedo asegurar en este momento, ya que tan solo he leído este libro, y para mí es alguien nuevo al que intentaré seguir el rastro, aunque debo comentaros que la mayoría de la obra de Molly Thynne sigue aún sin traducir al castellano.

Luke Constantine tiene una peculiaridad, y es que según nos informa él mismo, ve los casos como una partida de ajedrez en la que debe enfrentarse al criminal, por lo que su investigación termina convirtiéndose en una especie de juego o de reto.
Lo cierto es que, con solo leer esta primera novela, tampoco me ha parecido que sea un gran protagonista que brille con luz propia.
A lo largo de las 300 páginas, Constantine me ha parecido alguien secundario que apoya su actuación sobre la de otros personajes.
Me explico, me daba la sensación de que su actuación, su arco de movimiento estaba siempre limitado.
Constantine se apoya en otros dos personajes para llevar a cabo su investigación y para que nosotros tengamos todos los detalles, porque el doctor a penas se desplaza por el escenario, permanece la mayor parte del tiempo estático.
Esos personajes que acabo de mencionar son: Stuart, un escritor y Soames, un comerciante, con los que coincide en la posada, y a través de ellos iremos conociendo algunas situaciones y hechos.
Ellos so los encargados de obtener las pistas, y Constantine de armarlas como si fuera un puzzle; porque lo cierto es que, estos compañeros de investigación, casi siempre, nos llevarán a resoluciones erróneas.
Aun así, insisto, la sensación que me acompañaba a lo largo de toda la novela, es que Stuart en concreto, a quien conocemos desde la primera escena, le roba protagonismo a Constantine.

Quizás esta actuación de los personajes que yo encuentro extraña sea una manipulación de la autora, porque es verdad que el doctor al final no nos defrauda y los otros dos consiguen despistarnos.

Espero poder seguir conociendo algún caso más de este detective aficionado del que no había oído hablar. Aprovecho estas últimas líneas para dos cosas:
Alabar de nuevo la cuidada edición d' Epoca Editorial, detalle al que ya nos tiene acostumbrados y que en esta ocasión incluye ilustraciones originales de Clarence F. Y también para darles las gracias por haber rescatado esta historia para los lectores españoles.


martes, 31 de diciembre de 2019

El hijo del doctor de Ildefonso García-Serena

Sinopsis:

Novela histórica que muestra la ausencia del que se va y el gran drama de la emigración que sigue azotando a nuestra sociedad y separando a seres queridos. Un relato humano que comienza a finales del siglo XIX y que recorre todo el siglo XX.
Leo, el hijo del doctor republicano español, inicia un viaje para descifrar los enigmas que han rodeado a su familia a lo largo de décadas. Lo hace a partir del descubrimiento de un hecho insólito, sucedido un siglo atrás: la misteriosa desaparición de su bisabuelo Román que desencadenó un drama familiar irreversible.
Cuatro generaciones sufrirán las vicisitudes de su tiempo en diferentes escenarios: la España del final del siglo XIX, Barcelona y Buenos Aires; la II República, la Guerra Civil, la II Guerra Mundial y la invasión de Francia por las tropas de Hitler. A ello seguirá un nuevo éxodo a la Argentina, esta vez la de Perón y Evita, y después el retorno a la España franquista.
Un relato profundamente humano de seres atrapados en tiempos convulsos, que narra las emociones que inspira el desarraigo. Un homenaje a las lealtades, la amistad y el amor. Una memoria reivindicativa de la emigración y el exilio que arrastró a decenas de millones de europeos a América del Sur. Una historia viva de todos nosotros.

Opinión:

Hace cosa de un mes llegó a mis manos este libro, "El hijo del doctor", la segunda novela del escritor Ildefonso García-Serena, una historia profunda, cargada de emociones y basada en su propia experiencia. Ahora ha llegado el momento de mostraros mis impresiones y no hay mejor manera de hacerlo que dedicándole esta última entrada del año.

La novela arranca en 1888 con un misterio: la desaparición de un campesino, Román Muñiz.
A partir de esa premisa, de ese suceso que marcará la vida de varias generaciones, iremos descubriendo detalles sobre lo que realmente ocurrió, aunque este personaje, Román, ceda la mayor parte del protagonismo a su nieto, Mariano Muñiz.

De mano de Mariano vamos a iniciar un largo viaje a través del tiempo, pero dejadme que os haga una puntualización antes de comenzar a profundizar en los detalles.
Supongo que, tras leer la sinopsis, muchos estaréis pensando que este libro construido a modo de crónica familiar se va a limitar a narrar solo los acontecimientos alrededor de esa saga, los Muñiz, pero no es así.
Ellos son el hilo principal sobre el que se teje el argumento, pero a esa trama principal irán sumándose otros muchos relatos, configurando un entramado complejo y muy elaborado.
Los personajes solo van a ser el medio para guiarnos por la narración, al tiempo que los lectores adoptamos el papel de meros observadores, testigos con licencia para emocionarse.

Conoceremos los sucesos previos a la Guerra Civil, para después meternos de lleno en ella; también seremos testigos de algunos acontecimientos de la II Guerra Mundial; del posterior exilio en Francia; del forzado viaje hacia tierras argentinas y por último, el agónico retorno a España.
Pero como os iba diciendo, no es justo decir que este libro almacena tan solo la historia de los Muñiz, porque lo que realmente encontraremos entre las páginas de este libro, es el relato de un exilio.
La historia de miles de españoles que se vieron forzados a emigrar, un obligado destierro cargado de dolor y nostalgia; un tema muy delicado pero tratado con respeto y elegancia.
No nos va a hablar de vencedores ni vencidos, tan solo nos hablará de gente humilde, de personas.

Para esta crónica familiar, el autor hace uso de algunos saltos en el tiempo. No abusa de ellos y tampoco cortan ni interrumpen el argumento.
En otras historias parece que el uso de anacronías interfieren en el ritmo narrativo, dejando descolgado al lector, en este caso no sucede así, son tan suaves y están tan bien hiladas que consigue totalmente lo contrario, engancharnos más aún.
El ritmo pausado contribuye a que nos fijemos con más detalle no solo en lo que se cuenta, sino también en la cuidada y elegante prosa.
Solo hay un detalle que no me ha llegado a convencer, y es que algunos de los hechos que cuentan los personajes parecen que están contenidos, como si en el fondo escondiesen algo más que no se les permite contar.

Y ahora os menciono otro detalle que considero importante sobre el título...
La elección de éste puede dar lugar a confusión y hacernos pensar que el hijo de Mariano o "El hijo del doctor" va a tener un protagonismo destacado en la historia.
Pero no os dejéis engañar...
Ya os he dicho más arriba que Mariano va a ser el que lleve sobre sus hombros el peso de la historia; su hijo Leo, tan solo va a ser el encargado de cerrar el misterio y mostrarnos lo que realmente sucedió. Sinceramente, el último tramo de la historia, a pesar de ser donde se cierran los hilos, creo que es la que menos me ha gustado o sería más apropiado decir que es la que menos ha captado mi atención.

Dicho esto paso a comentaros que la obra, a grandes rasgos, cuenta con todos los ingredientes necesarios para permanecer en nuestra memoria: hechos históricos, detalles autobiográficos, un enigma y drama familiar, e infinidad de párrafos que nos harán reflexionar.
Como veis un relato que no solo nos contará detalles importantes de la vida de los Muñiz, sino que también nos acercará a la historia de España, esa que todos conocemos, aunque la gran mayoría sea de oídas.
La novela se divide en tres partes, aunque también encontraremos un prólogo y un epílogo, además de algo que se agradece al final, un árbol genealógico que facilita muchísimo la lectura.

La ciudad de Zaragoza se convertirá también, de forma indirecta, en un personaje; vamos a contar con su presencia de fondo en buena parte de la narración, pero tampoco ella logrará ensombrecer la soberbia actuación de Mariano.

Y ya para terminar...
Creo que el gran misterio con el que comienza el libro y que se va arrastrando a lo largo de todas sus páginas, tan solo es un Macguffin, una excusa argumental para engancharnos y hacer avanzar la trama.
Al llegar al final poco nos importa el misterio con el que comenzábamos la lectura... Hemos conocido a  grandes personajes, complejos y perfilados al detalle, y sus relatos incluyen otras muchas historias que nos enamorarán, haciendo olvidar todo lo que hay detrás.


domingo, 29 de diciembre de 2019

Mis mejores libros 2019

Otro año más que termina y con él llegan las horribles listas de los mejores libros del año.
Para no quedarme descolgada de esa insufrible tradición os dejo por aquí la lista que he confeccionado, revisando mis valoraciones sobre los 54 libros que he leído este año. 

Debo advertiros que en esta lista no vais a encontrar libros publicados en este 2019. 
No hay novedades ni libros elogiados por la crítica actual.

Lo cierto es que he leído muchas novedades, libros escogidos de esas fabulosas mesas de novedades que encontramos en todas las librerías y que con frases explosivas, intentan seducir al lector, al tiempo que también esconden intereses de los que hoy no voy a hablar, pero que todos conocemos bien.
Lo que ocurre es que esos eslóganes sirven para seducir pero no para atrapar entre sus páginas, y reconozco que muchas de ellas, bajo mi punto de vista, no han logrado sobrepasar el "Recomendable",  al igual que otras, la mayoría, no han estado a la altura y me he estrellado literalmente con ellas, dejando muy lejos esa valoración media.

Creo que hay un problema y no sé si será que mis gustos van cuesta abajo, que disfruto más con historias escritas en el pasado, o que las editoriales están empezando a publicar todo lo que cae en sus manos, sin preocuparse porque los textos lleguen a los lectores con un mínimo de calidad.

Por ese motivo, celebro que este año 2019 haya sido el año que me he vuelto a reencontrar con Stephen King, y que por fin me he estrenado con Jane Austen, aunque algunas quieran tener sus cinco minutos de gloria a base de tachar sus obras de "lecturas para marujas".
También ha sido el año de la gran polémica sobre Lolita, de nuevo de mano de esos autores/as que no saben leer entre líneas.
Pero bueno, yo he disfrutado tanto de Lolita como de Anna Karenina o Sentido y sensibilidad. También lo he hecho con las intrincadas historias de Agatha Christie y con la déspota y autoritaria Bernarda Alba, libros que ponen el listón demasiado alto, insuperable para el mercado literario actual.

Pero esto como digo, siempre es la opinión de un lector.

Enero:
Notre-Dame de París de Victor Hugo

Febrero:
Los restos del día de Kazuo Ishiguro

Marzo:
Lolita de Vladimir Nabokov

Abril:
Crimen perfecto de Frederick Knott
La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca

Mayo:
El nombre de la rosa de Umberto Eco

Junio:
Ana Karenina de Lev Tolstoi

Agosto:
Psicosis de Robert Bloch
Tres ratones ciegos de Agatha Christie

Septiembre:
Una mujer inoportuna de Dominick Dunne
El asesinato de Roger Ackroyd de Agatha Christie
La telaraña de Agatha Christie

Octubre: 
IT de Stephen King

Diciembre: 
El otro de Thomas Tryon 

¡Feliz año nuevo y Felices lecturas!


miércoles, 25 de diciembre de 2019

13 de Steve cavanagh

Sinopsis:

«Hasta donde sabe, ¿hay algún impedimento para que usted forme parte de este jurado?» 
El asesinato no fue la parte más complicada. Fue tan solo el inicio del juego.
Joshua Kane se ha estado preparando toda su vida para este momento. Él ya lo había hecho anteriormente. Pero esta vez será la más importante.
Este es el juicio por asesinato del siglo. Y Kane ha asesinado para obtener el mejor asiento en la sala. Pero hay alguien a su acecho. Alguien que sospecha que el asesino no es el acusado.
Kane sabe que el tiempo se agota y lo único que quiere es el veredicto de la condena antes de ser descubierto.

Opinión:

Hoy os traigo al blog el artículo que preparé en noviembre para la revista digital Cita en la glorieta.
Espero que os guste.


Esta reseña fue realizada para colaborar en la VI Semana Negra en la Glorieta (2019), evento dedicado al género negro y policíaco.

La Semana Negra en la Glorieta se celebra, desde el año 2016, del 21 al 27 de noviembre. Aunque inicialmente se trataba de un festival virtual, en las últimas ediciones, además de la publicación de reseñas, artículos y relatos, se han llevado a cabo actividades presenciales en diversas ciudades de España y Latinoamérica. 

Coordinada por Rafael Guerrero, Osvaldo Reyes y Javier Alonso García-Pozuelo, a lo largo de estos años, han participado en ella más de un centenar de escritores y críticos literarios del género negro de Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, México y Panamá.

Si queréis leer todos los artículos, reseñas y relatos negros que se han publicado en ese evento, solo tenéis que pinchar en el enlace que os dejo a continuación. 



El falso culpable, un personaje casi siempre olvidado.

Como amantes de la novela policíaca y/o negra, seguro que estaréis acostumbrados a encontraros con un montón de personajes estereotipados que se mueven por sus líneas, más por rutina que por condición indispensable del género.
De esta forma, es fácil encontrarnos con la recurrente femme fatal, el policía problemático de pasado turbio y con el responsable de llevar a cabo la investigación...
Pero hay uno del que siempre nos olvidamos, quizás porque sus cualidades le hacen aparecer como alguien secundario, aunque realmente su función literaria sea vital para el desarrollo de la obra, creando, uniendo e impulsando la trama, e incluso siendo el responsable de agitar y remover nuestra conciencia.
Os estoy hablando de un personaje presente desde las primeras escenas y que en este artículo adquiere el total protagonismo:
El falso culpable.

Hace unos meses leía que el crimen perfecto es aquel que se resuelve con un culpable equivocado, seguramente estaréis pensando que ese razonamiento es acertado.
Cuando hablamos de falsos culpables, tenemos dos elementos fijos en la ecuación:
El primero es alguien que intenta descubrir la verdad, bien sea el detective, abogado, o el mismísimo inocente al que le acusan de un delito que no ha cometido.
El segundo, el personaje antagonista, muchas veces el verdadero culpable, que intenta cubrir su rastro y escaparse...
Esas historias, por lo general, se convierten en una especie de caza del ratón, y el animalito en cuestión, puede ser tanto un personaje como el otro.

Cuando los personajes se empeñan en saltar del guion al cine...

A mí, por lo general, siempre que se habla de falso culpable, mi cabeza vuela hasta una imagen de película, la del reputado cirujano Richard Kimble, que ve su vida desmoronarse cuando su esposa es hallada muerta. Como habréis adivinado, estoy hablando de la película, "El fugitivo".
Si este comentario fuese para una sección cinematográfica, no podríamos tampoco olvidarnos de mencionar en este apartado a Margot, protagonista de "Crimen perfecto" (1952), obra de teatro de Frederick Knott, que fue llevada al cine por Hitchcock en 1954, donde también vemos como Margot pasa de ser víctima a sospechosa de asesinato.

Pero esto como digo, son solo cosas de películas y aquí estamos para hablar sobre novelas, aunque algunos personajes como Margot, se empeñen en saltar de las páginas de un libro a la pantalla grande; y es que la literatura y el cine, basta con ver solo este par de ejemplos, son dos artes que están estrechamente ligados y de los que se nutren constantemente tanto escritores como cineastas.

El falso culpable, como ya habéis visto, es un excelente comodín; una figura rica en matices, a la que se recurre con frecuencia en la literatura, aunque muchas veces le prestemos poca atención.
Ahora bien, si desplazamos nuestra mirada lentamente a lo largo del amplio y rico género criminal, veremos que aparece plagado de historias, cuyos argumentos giran alrededor de estos grandes protagonistas.
Agatha Christie utilizó este recurso en todas sus obras, sin excepción; en ellas nos iba señalando de forma secuencial, posibles culpables y sus motivos, hasta llegar a un final totalmente imprevisible que desvelaba al verdadero culpable. Si nos remontamos un poco más atrás en el tiempo, veremos que Gastón Leroux, también utiliza ese recurso en su novela "El misterio del cuarto amarillo", incriminando a varios personajes antes de llegar a la solución final.

¿Qué sacamos en claro con todo esto? Pues que existen tantos falsos acusados como novelas policíacas o negras, porque en algún momento de esas historias, nuestra mirada, o la del personaje encargado de descubrir la verdad, se dirigirá erróneamente hacia un inocente, y es que esa figura inculpada falsamente aparece como parte de un guión trazado a conciencia por el autor.
Es un elemento utilizado para desviar nuestra atención de la verdadera realidad, como en "La escalera de caracol" (1933) de Ethel Lina White, que introduce en la trama a un buen montón de personajes de comportamiento extraño, para que les observemos en detenimiento mientras nos distraen, y así permitir al verdadero culpable que campe a sus anchas, dándole total libertad de movimientos.

Resumiendo, el falso culpable es una argucia literaria que nos entretiene en espera de un giro final que restablezca el orden... y ahora sí, paso a hablaros de un libro, de publicación reciente, que cuenta con ese personaje en cuestión.

13 de Steve Cavanagh.
Steve Cavanagh  nos ofrece una obra compleja donde confluyen varios géneros.
Más que una novela negra, pura y dura, que entre nosotros... cada vez son más difíciles de encontrar, nos hallamos ante una historia que camina entre géneros.
Un cincuenta por ciento es thriller legal, al estilo de John Grisham, y el otro cincuenta de novela negra.
Muchos os preguntaréis cómo puede haber tal equilibrio de géneros, pues simplemente, porque los dos personajes principales son los representantes de esos géneros, protagonista/abogado vs antagonista/asesino.
El asesino, por supuesto, tiene bastante características del género criminal; es alguien de carácter retorcido, con un pasado oscuro, y que no duda a la hora de emplear cualquier método de violencia.

No soy muy seguidora del thriller legal, pero éste me llamó mucho la atención por lo que se contaba  en la sinopsis.
No solo vamos a conocer desde el comienzo que hay un personaje falsamente acusado, ideal para esta reseña, sino que también vamos a conocer al asesino. Este detalle no resta interés a la trama, porque lo que queremos saber es que impulsa a este último a actuar de la forma en que lo hace, y cuáles son sus objetivos.

Este es el primer libro de Steve Cavanagh que es publicado en España, eso sí, hay que hacer una aclaración: "13" forma parte de una serie protagonizada por el abogado Eddie Flynn y en realidad es el cuarto de la saga. Este detalle es lo que menos me ha gustado, porque nos perdemos conocer la evolución del personaje principal, ya que el arco dramático, en una sola novela, está más limitado, aunque es cierto que este detalle no entorpece la lectura.

Robert Solomon, es un joven actor que se enfrenta a una terrible pesadilla.
Cuando vuelve a casa se encuentra una escena escalofriante: su mujer y el jefe de seguridad yacen muertos en la cama.
A simple vista, esa escena ya parece lo bastante comprometedora, pero cuando la policía llega encuentra que Salomon está cubierto de sangre y es inculpado.
La pregunta que nos ronda la cabeza es: si Robert no mató a esas personas, ¿quién lo hizo?
Parece que todos los indicios apuntan al joven, e incluso el autor, Steve Cavanagh, incrementa el suspense centrándose en mostrarnos determinados detalles y posibles motivos del joven.
Los lectores en esta historia vamos un paso por delante y sabemos, por la sinopsis que facilita la editorial y por la portada, que el asesino, esta vez no está en el banquillo de los acusados, está entre el jurado.

Ese gancho marca con intensidad no solo el ritmo, sino también el argumento y la forma de guiarnos por él; ese es precisamente el rasgo más original de la historia, conocer desde el comienzo al culpable.
Solo nos falta conocer los motivos y si Bobby y sus abogados conseguirán demostrar la verdad en una carrera contra el tiempo que parece ir en su contra.

Hay grandes personajes que destacan en esta novela:
Eddie el protagonista de la serie, por su ingenio rebosante, y el asesino por su astucia.
Ambos nos introducen en una lucha intelectual, a la altura de Sherlock Holmes y su antagonista Moriarty.
Pero en este apartado, no puedo olvidarme de mencionar, aunque muy de pasada, a los secundarios, porque en esta aventura los vamos a encontrar de una diversidad maestra, detalle que se agradece, porque demuestra que el autor es minucioso hasta en los detalles más pequeños.

La historia avanza de forma lineal y los datos que nos aportan llegan de forma secuencial pero desde dos hilos argumentales.
Uno de ellos, el de Eddie Flynn, nos llega en primera persona, y el otro, el del asesino, lo hace en tercera.
Ambas líneas argumentales se van a ir alternando al tiempo que se incrementa el suspense.
Esa alternancia de narrador hace que los lectores vayamos por delante de los personajes, que conozcamos algunos de los detalles antes que ellos.
La trama transcurre a lo largo de cinco días, de lunes a viernes; cinco intensos y extensos capítulos de los que no vamos a poder despegarnos.

"13" es, sin duda, una historia que os recomiendo, con una trama inteligente, cargada de giros argumentales que desembocan en un final sorprendente.