Tony Carcano lleva una vida aislada y monótona, en la que las únicas emociones que experimenta son las que describe en sus propios libros, unas novelas de amor que desde hace tiempo le proporcionan éxito y bienestar. Sin embargo, Sibylle, una veinteañera imprudente y encantadora, irrumpe en su vida con una antigua foto que lo retrata joven y sonriente junto al cadáver de una mujer: Erika Knapp.
Tony se ve obligado a retomar los hilos de una historia que durante mucho tiempo quiso dejar atrás. Junto a Sibylle, tendrá que volver a adentrarse en las sombras del pequeño pueblo tirolés de Kreuzwirt, donde se esconde un misterio hecho de mentiras, violencia, locura y codicia. Este thriller, de una potencia avasalladora y un ritmo diabólico, hará resurgir un secreto oculto durante más de veinte años abriendo de par en par las compuertas del infierno.
Tony se ve obligado a retomar los hilos de una historia que durante mucho tiempo quiso dejar atrás. Junto a Sibylle, tendrá que volver a adentrarse en las sombras del pequeño pueblo tirolés de Kreuzwirt, donde se esconde un misterio hecho de mentiras, violencia, locura y codicia. Este thriller, de una potencia avasalladora y un ritmo diabólico, hará resurgir un secreto oculto durante más de veinte años abriendo de par en par las compuertas del infierno.
Opinión:
En 2016 empezó a sonar con fuerza el nombre de Luca D'Andrea, a raíz de la publicación de La sustancia del mal, una obra con la que obtuvo un gran éxito de ventas y que fue traducida a más de treinta idiomas. A partir de ese momento todas sus publicaciones han obtenido grandes críticas por parte del publico así que, ¡pobre de mí!, pensé que era el momento de iniciarme en la obra de este autor, algo de lo que ahora me arrepiento enormemente.
La crítica ha dicho sobre esta obra que tiene un ritmo trepidante y casi diabólico, que el argumento es sorprendente, que es una lectura hipnótica y un thriller de fuerza avasalladora... Como siempre os digo las opiniones son personales y todos no tenemos por qué coincidir en ellas.
Los que me seguís con asiduidad sabéis que es muy raro que abandone un libro, pero sintiéndolo mucho, con éste no he podido. Y digo que sintiéndolo mucho, más por vosotros que por mí, porque creo que los lectores tenemos que tener referencias sinceras sobre los libros, y sobre éste en concreto hay demasiadas opiniones interesadas en la red.
Si buscáis reseñas sobre este libro, veréis que en en muchas, escritas de forma entusiasta, agradecen al final el ejemplar enviado por la editorial. Como se suele decir... A buen entendedor pocas palabras bastan.
Con esto no voy a iniciar una batalla contra las editoriales que regalan libros, sería una batalla perdida, y tampoco contra esas reseñas tan infladas que poca justicia hacen al autor y menos a los lectores y seguidores que confían en esas valoraciones. Habrá quien diga que todo es cuestión de gustos... y es cierto, todo en la vida funciona así, nos dejamos guiar por nuestros gustos y preferencias, pero esas reseñas dejan al descubierto una enorme falta de criterio.
Sabéis que siempre hago reseñas objetivas, que no me dejo influenciar, y que suelo señalar tanto lo que me ha gustado como lo que no, por ese mismo motivo voy a indicaros a partir de aquí lo que he encontrado y que ha provocado este abandono en el capítulo 31.
Básicamente lo que vamos a encontrar es un thriller sobresaturado de detalles. Entre esos detalles hay un exceso de giros argumentales que incluyen elementos fantásticos metidos con calzador; personajes tan planos que no solo carecen de interés, sino que son tan insulsos que terminan desviando nuestra atención de un argumento incongruente; y datos y más datos de relleno que como diría Chéjov, ¡para qué los pones si al final no llevan a ningún lado!
Todo esto a lo que sí nos lleva es a una trama que no brilla en ningún momento y que va perdiendo fuerza según avanza, todo consecuencia de esos detallitos infinitos que ralentizan el ritmo.
Y eso es todo lo que os puedo decir...
En mi puntuación final he puesto que algo falla. Puede que sean todas esas cosas mencionadas o que la que falla sea yo, pero como siempre os digo: en vosotros está la decisión de leer una obra o dejarla pasar.