jueves, 18 de agosto de 2016

El que tenga valor que me siga de Eduardo Garrigues

Sinopsis:

Cuando España declaró en 1779 la guerra contra Gran Bretaña para ayudar a los Estados Unidos a ganar su independencia, el rey Carlos III le encomendó a Bernardo de Gálvez la difícil misión de recuperar las fortalezas de los ingleses en el Golfo de México, de las que la más importante y mejor defendida era la plaza de Pensacola.
Pero cuando Gálvez consiguió desembarcar sus tropas en las inmediaciones, el comandante de la flota, el capitán Calvo de Irazábal, se negó a que sus buques entrasen en la bahía por temor al fuego de las baterías inglesas.
Decidido a jugarse el todo por el todo, Gálvez le mandó al capitán Calvo este mensaje:
Una bala de cañón de a treinta y dos recogida en el campamento, que conduzco y presento, es de las que reparte el fuerte de la entrada. El que tenga honor y valor que me siga. Yo voy por delante con el Galveztown para quitarle el miedo.

A lo que Calvo de Irazábal contestó:
El general es un audaz malcriado, traidor al rey y a la patria, y el insulto que acaba de hacer a mi persona y a todo el cuerpo de marina lo pondrá a los pies del rey. El cobarde lo es él, que tiene los cañones por culata.

A continuación, Bernardo de Gálvez entró en solitario en la bahía bajo el fuego de las baterías inglesas, una hazaña que Eduardo Garrigues cuenta con maestría en una novela donde también aparecen historias de espionaje, intrigas diplomáticas, escándalos de contrabando y una relación apasionada con la bella criolla Felicitas St. Maxent.

Opinión:

Eduardo Garrigues se vale de dos hilos argumentales para acercarnos con la narración a la difícil misión que le fue encomendada a Bernardo de Gálvez.
El principal, el de Gálvez, nos relata parte de su vida, centrándose casi por completo en los acontecimientos que giraron alrededor de la toma de la fortaleza de Pensacola, haciendo uso de la primera persona de singular.
El otro hilo argumentativo, es el del propio autor de esta obra, que utilizando la tercera persona se convierte en narrador omnisciente para situarnos en el contexto histórico.

La analepsis, es decir, la interrupción de la línea temporal de narración para mostrarnos hechos del pasado, es un recurso utilizado con frecuencia al comienzo de la obra, de esa forma, los lectores conocemos hechos anteriores al inicio de la lectura y profundizaremos más en la vida del personaje principal y en su entorno.



Eduardo Garrigues nos acerca a un héroe español que ha pasado a la Historia de forma totalmente desconocida.
Bernardo de Gálvez, fue un militar malagueño con una participación decisiva en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, tomando la fortaleza inglesa de Pensacola (Florida), en una de las batallas más brillantes de nuestra historia militar.
La vida de este héroe nacional nos llega dividida en siete partes.
54 capítulos, más preludio y epílogo, que al final se complementan con una cronología bajo el título de Bernardo de Gálvez y su tiempo.


Historia vs Protagonista
Ya sabéis que la novela histórica se vale de algunos elementos fijos que se relacionan con otros de forma simbiótica.
Esos componentes son imprescindibles y de ellos depende que el lector quede convencido o no, tras leer la obra.
Esos elementos que os menciono son: los personajes, el contexto histórico y la forma de narrarlo.
El lector se situará en el contexto histórico gracias a la habilidad que demuestre el autor a la hora de relatar, mientras que la mezcla de personajes reales y ficticios serán los encargados de marcar la senda por una trama que camina, en ocasiones, entremezclando ficción y realidad.

Pero en este libro, no ocurre exactamente así.
Aunque lógicamente existe una estrecha relación entre la Historia y el protagonista, en esta ocasión ambos parecen batirse en un duelo mortal por ver quién acapara mayor atención del lector.
Voy a intentar explicarlo...
Es cierto que Bernardo de Gálvez es el personaje principal e indiscutible de la novela.
Sobre él gira la trama, pero decir esto es como no decir nada.
Sin él, sin su valor o sin ese grado de locura que nos hace a menudo tomar partido en empresas totalmente rocambolescas, la campaña de Pensacola habría resultado del todo inútil; pero los acontecimientos tienen demasiado peso para los amantes de la novela histórica y en ocasiones terminan eclipsando, aun sin querer, al protagonista de carne y hueso, aunque arrastre una vida apasionante, como en este caso.

Y es que los hechos son la base de la Historia, y los personajes elementos efímeros de la trama, un pequeño grano de arena en un desierto...
Pero hay otros motivos por los cuales nos encontramos divididos y prestamos más atención a los acontecimientos:
La aparición de personajes reales.

Estos personajes, que tienen una participación menor, se mueven como los planetas orbitando alrededor de una estrella y ese astro central, que brilla con luz propia, es Bernardo de Gálvez.
Su tío José de Gálvez, Ministro de Indias; el aragonés conde de Aranda o el de Floridablanca; Benjamin Franklin o George Washington, serán algunos de esos actores secundarios que aparecerán fugazmente en escena.
Carlos III, es el personaje omnipresente a lo largo de todo el libro y debo decir que al contrario de anteriores obras leídas, donde aparecía el monarca retratado de forma positiva, en ésta... no sale muy bien parado, al igual que los ministros y altos mandos militares con los que se rodeaba y que aparecen más preocupados por las pequeñas rencillas y envidias de la corte, que en llegar a un acuerdo provechoso por el bien de la Patria.
En resumidas cuentas, que encontraremos a lo largo de toda la novela un enriquecedor e interesante tira y afloja entre protagonista e Historia.
La delgada línea que separa ficción y realidad, aparece totalmente difusa, no se aprecia, y eso se debe únicamente a la maestría con la que este autor combina los datos que aporta.
Y sin saber muy bien cómo, hemos llegado al momento de hablar del contexto histórico...

Contexto histórico.
El dominio europeo en el nuevo mundo ve como sus últimos días se acercan y la Corona española se enfrenta a un enorme dilema.
Tras perder las dos Floridas que han pasado a manos inglesas, España se ve en la tesitura de apoyar a las colonias de forma directa y enfrentarse a Inglaterra de forma abierta, o bien, apoyarlas en secreto, aportando dinero y cargamentos, lo que retrasaría momentáneamente el  inevitable enfrentamiento con la pérfida Albión.
Al margen de lo que decida Carlos III, España se enfrenta a otro peligro latente que acecha en la sombra; que nuestras colonias sigan la línea de las del norte.
Ese es el marco histórico sobre el que se reconstruye el argumento y llegamos con él a la parte de la historia menos conocida...

Finalmente, la decisión del gobierno de Carlos III jugó un papel decisivo en la independencia de Estados Unidos, al apoyar de forma subrepticia, dando apoyo económico y logístico, la insurgencia de las colonias. Pero claro, esa decisión también trajo problemas...
El acuerdo tácito entre las colonias y España, no pudo mantenerse oculto mucho tiempo...
La guerra entre España e Inglaterra se declara, y nuestros compatriotas recuperan algunas plazas importantes, como la ya citada de Pensacola. Y aquí empezamos a entrever el doble juego de las colonias, porque esa táctica estaba siendo empleada por todos los participantes de la contienda.
En París se reúnen los representantes de todas las partes afectadas para negociar el tratado de paz. Uno de los puntos más importantes era definir como quedarían las fronteras en toda la América septentrional. Y comenzaron los roces...
El representante de Estados Unidos defendía, que al haber vencido a Inglaterra, los Estados Unidos se subrogaban en los derechos del imperio británico sobre ese territorio. Por supuesto los españoles teníamos una opinión totalmente contraria, ya que los territorios que Bernardo de Gálvez había ganado en sus campañas contra los ingleses, pertenecían ahora por derecho de conquista a la Corona española.
Y bla, bla, bla... El final ya lo conocemos.
La supuesta alianza de las 13 colonias con Francia y España terminará siendo solo papel mojado, ya que las primeras negociarán con Inglaterra a espaldas de sus aliados.
¿Cómo recuperamos la isla de Menorca y las dos Floridas?
¿Cómo se limitó la navegación por el río Mississippi?
Todo esto y más lo encontraréis en el interior de esta novela.
Como podéis ver un tema tan interesante como apasionante y que merecería ser tratado en más obras, ya que el papel que jugó España, ha pasado de forma totalmente desapercibida. Si se busca por Independencia americana en internet, surgen un montón de resultados, pero el papel de España ni se menciona.

Notas.

Mas vale tarde que nunca...
Estados Unidos reconoció la importancia que tuvo este militar español durante la Guerra de Independencia y le otorgó en 2014 la ciudadanía honorífica, a título póstumo, de manos del presidente Obama.
El reconocimiento llegó 231 años después de su hazaña y le convirtió en el octavo extranjero en recibir ese reconocimiento y en el primer hispano.

Por España y por el Rey: Gálvez en América



Y ahora aprovecho para hacer un pequeño homenaje a un pintor increíble...
La ilustración de la cubierta y que podemos apreciar con mayor detalle en las guardas, es obra de Augusto Ferrer Dalmau, un extraordinario pintor de batallas de técnica asombrosa.
Cada uno de sus cuadros nos transporta a un momento de nuestra historia.

Hace tiempo tuve la oportunidad de ver una de sus obras, en la exposición "El último viaje de la fragata Mercedes" y sobra decir, que los visitantes enmudecían al contemplar la infinidad de detalles que contenía el lienzo.
Sus obras hablan por sí mismas, nos cuentan de forma única retazos de nuestra historia.
Os recomiendo, si tenéis la oportunidad, que echéis un vistazo a toda la obra de este autor porque no tiene desperdicio y os dejará literalmente con la boca abierta.



viernes, 12 de agosto de 2016

La hoguera de las vanidades de Tom Wolfe

Sinopsis:

Tom Wolfe debutó triunfalmente como novelista con "La hoguera de las vanidades", que fue calificada como la novela de Nueva York. El protagonista es un yuppie, un asesor financiero que se ha convertido en la estrella de una firma de brokers, pero que se ve inmerso en rocambolescas dificultades jurídicas, matrimoniales e incluso económicas a partir de la noche en que se pierde por las calles del Bronx cuando llevaba a su amante del aeropuerto Kennedy a su nido de amor. A partir de esta peripecia, Tom Wolfe va hilando una compleja trama que le permite presentar el mundo de las altas finanzas, los restaurantes de moda y las exclusivas parties de Park Avenue, así como el submundo picaresco de la policía y los tribunales del Bronx, y también el mafioso universo de Harlem y las nuevas sectas religiosas. Un hilarante e irrepetible fresco, diseccionado con desenvuelta crueldad y acerada ironía por un Tom Wolfe en plenitud de facultades. El personaje central resulta ser finalmente la gran capital del mundo en este final de siglo: Nueva York, con todos sus esplendores y todas sus miserias, retratada en la prosa de tecnicolor, vistavisión y sensorround que es la marca de fábrica de ese maestro de periodistas y, como demuestra aquí, personalísimo y magistral novelista que es Tom Wolfe.

Opinión:

Este es uno de esos libros que permanece perpetuo en la lista de futuras o próximas lecturas, sin que parezca que le vaya a llegar nunca su momento. Gracias a la propuesta que me hizo Atalanta del blog "Un libro junto al fuego" he conseguido, por fin, sacarlo de esa lista y reconozco que ha sido una lectura muy satisfactoria.

Lo primero que hay que señalar, es que La hoguera de las vanidades, fue un excelente debut literario para Tom Wolfe, allá por 1987, a pesar de que su publicación entrañaba grandes riesgos.
Para su particular quema de brujas eligió un marco incomparable y lo convirtió en personaje central, la ciudad de Nueva York de los años 80 y aquí llega el riesgo; satirizó y deformó en exceso los estereotipos de los neoyorquinos, pero no temáis porque el resultado fue aplaudido por la crítica y se convirtió en la novela de Nueva York.
Con una trama cubierta de tintes cómicos aunque decadente y enrevesada, Wolfe escribe una especie de tragicomedia con el único fin de hacer una crítica severa y profunda de la sociedad de la que se consideró la gran capital del mundo de finales del siglo XX.
El autor se vale de un cuadro de costumbres satirizado para acercarnos a las distintas clases sociales, en ocasiones las descripciones rebasan el límite del estereotipo como ya he indicado más arriba y termina llevando a los personajes a situaciones ridículas, casi esperpénticas, empleando siempre la ironía como recurso literario.

Wolfe nos ofrece una visión panorámica; desde los lujosos apartamentos de Park Avenue a la pobreza de los suburbios del Bronx, un trabajo muy bien realizado ya que el autor describe de forma soberbia, las luces y las sombras de la idílica Gran Manzana. Nos muestra las dos caras que esconde, la parte brillante y lujosa, atractiva y seductora, frente a la decadente que implica la derrota o el fracaso.

El cinismo y la hipocresía, la vanidad, la ambición, la codicia o la corrupción, son los nuevos pecados capitales que Tomas Wolfe denuncia en esta historia, parte esencial del argumento y como comprobaréis, características innatas de los protagonistas que terminan quemándose en esta peculiar hoguera. Porque esta novela tiene también su moraleja, demostrándonos como el dinero y la fama resultan del todo inútiles cuando el azar parece confabularse en contra de alguien, y ese alguien en este caso es el Amo del mundo, Sherman MacCoy.

Como ya he mencionado, esta obra fue su debut literario, ya que hasta el momento se había dedicado en exclusiva al periodismo y al ensayo, otro Truman Capote... Y sí, es que a lo largo de esta lectura no he podido parar de encontrar similitudes con él.
La primera versión de esta historia, tal y como se nos indica en el prólogo, empezó a publicarse por capítulos, según se iban escribiendo, en la revista Rolling Stone; y tras el sorprendente gran éxito que alcanzó, terminó siendo llevada al cine con acierto por Brian De Palma. Esta podría ser una de las similitudes con la obra de Capote, A sangre fría, que también se publicó por capítulos y terminó en la gran pantalla.
Otra semejanza podría ser la forma de narrar, que va más allá de una simple exposición de los hechos. Y es que esta novela aunque de ficción, puede encuadrarse al igual que A sangre fría, en la corriente que denominaron como Nuevo periodismo.
En la obra de Capote, tras una larga y exhaustiva investigación surgía una historia donde se relataban unos asesinatos y la posterior captura de los criminales. Era una crónica realista cargada de críticas que daba como resultado una novela de no ficción.
En este caso Wolfe, hace uso de la misma corriente literaria, pero al contrario, utiliza una historia de ficción para reflejar la realidad y hacer una denuncia, una critica social.

Pero vayamos al argumento y con ello a los personajes...
La novela tiene como personaje principal a Sherman MacCoy, un joven asesor financiero de Wall Street que ve como su lujoso estilo de vida cambia radicalmente de la noche a la mañana.

El resto de personajes principales que destacan son:
María Ruskin, la amante de Sherman. Una joven belleza sureña que parece alojar muy poco dentro de su cabeza.
Peter Fallow, un periodista inglés sin escrúpulos, que pasa casi la totalidad del día borracho.
El vicefiscal Larry Kramer, un trepa, en él vemos el reflejo de un sistema judicial corrupto y como no podía ser de otra forma utiliza la ley para manipular y obtener beneficios personales.
El reverendo Bacon, un cura de color, corrupto y ambicioso, que lucha únicamente por sus derechos. Su pasatiempo preferido es sacar beneficio de lo que el considera un sistema judicial doble.

Y creo que no me olvido de ninguno más, el resto de personajes son secundarios aunque aquí habría que hacer un inciso para decir, que todos los personajes que aparecen citados en la novela son relevantes e imprescindibles para la historia, muy bien definidos y los encargados de dar forma al argumento con un toque muy real.
Todos los personajes sin excepción son dinámicos, evolucionan a lo largo de la trama, unos a mejor y otros a peor, pero lo cierto es que todos dejan su impronta en el lector.
Yo comencé odiando literalmente a Peter Fallow y como me comentó Atalanta, "Ya verás como al final te termina cayendo bien", y en parte tenía razón, no mejoró mucho pero si es cierto que comencé a aborrecer bastante más a otro de los personajes, el vicefiscal Larry Kramer.

La novela fue llevada al cine por Brian De Palma y el elenco de actores elegidos fue brillante.
Tom Hanks, Melanie Griffith, Bruce Willis, Saul Rubikek, Morgan Freeman, F. Murray Abraham, John Hancock, Kim Cattrall, entre muchos otros...
La novela tiene 640 páginas y lógicamente todo lo que en ella se narra es imposible transmitirlo a la gran pantalla. La cinta no logra reflejar todos los detalles que se relatan pero si capta la esencia, y eso se supone que es lo importante.
Desde el comienzo la película resulta más dinámica que la novela, tienen que condensar todas las ideas de Tom Wolfe y también se aprecian pequeñas diferencias, sobre todo en el final.
Aun así, es una excelente película que no dudo en recomendaros.

Para terminar, quiero contaros la impresión que ha permanecido en mí durante más tiempo tras finalizar esta lectura.
Lo principal que extraemos es que los personajes aparecen muy estereotipados, también encontramos una clara crítica social e incluso una moraleja, pero a lo que no dejo de dar vueltas en mi cabeza es que Sherman MacCoy, un triunfador con un futuro prometedor acaba en esta novela tocando fondo y Peter Fallow, el periodista alcohólico que comienza su andadura siendo un fracasado termina siendo el gran triunfador.
Y es que ya se sabe...
Cuanto más alto se sube más dura será la caída.


martes, 19 de julio de 2016

Así es como se mata de Mirko Zilahy

Así es como se mata (Enrico Mancini 01)
Sinopsis:

La justicia solo triunfará cuando el arado trace su último surco. Usted no me conoce. Nadie me conoce. Cómo me llamo no tiene importancia. Solo soy una sombra.

Roma, septiembre de 2008. La ciudad sufre una terrible ola de mal tiempo. Parece que toda el agua que cae torrencialmente del cielo pretende lavar el mal que hay sobre la superficie. Lejos de la gran ciudad turística y religiosa, en una Roma olvidada, aparecen los cadáveres de las víctimas de un asesino en serie.Solo hay un hombre capaz de liderar esa investigación tan delicada: el comisario Enrico Mancini, el único policía que ha asistido a los cursos sobre perfiles criminales en la central del FBI, en Quantico. Mancini atraviesa el peor momento de su vida, pero aun así es obligado a atrapar a «la Sombra», asesino atípico y esquivo que llena los cuerpos de sus víctimas con pistas, no para satisfacer sus instintos homicidas sino para conseguir un propósito lúcidamente maquiavélico. Todo en él tiene un significado, todo es un símbolo, y necesita una última pieza para terminar su rompecabezas: el propio Enrico Mancini.

Opinión: Así es como se mata (Enrico Mancini 01)

Reflexiones...
Hace un tiempo, os comentaba que ese género al que siempre recurro, que siempre está presente en este blog, que entrecruza a menudo esos límites difusos aunque existentes entre la novela policíaca, negra y el thriller, era un género en constante evolución que no paraba de sorprendernos...
Ahora, más o menos un año después, me cuestiono esas palabras.
¿Qué ha ocurrido en los últimos meses?
¿Nos estamos cansando de este tipo de novelas o los lectores nos hemos vuelto demasiado exigentes?
¿Está todo escrito ya y los autores han arrojado la toalla al no saber de qué modo sorprendernos?
¿Estamos sobresaturados o sobrevaloramos este género y a sus autores y es por eso por lo que no logran satisfacernos plenamente?
Espero que vosotros tengáis la respuesta, porque yo, aún estoy en ello.

Puede que solo sea una sensación mía, pero lo cierto es que hace mucho que no logro acabar una de estas novelas con una sensación de plenitud, con cara de sorpresa y la piel de gallina, y eso que este género es de los que más proliferan llegadas determinadas fechas.

Tras esta pequeña divagación supongo que lo habréis descubierto, no he logrado conectar totalmente ni con el argumento ni con los personajes.
Es cierto que la novela es un buen debut literario para Mirko Zilahy, pero a la obra le falta algo o le sobra, según se mire...
Cuando me ponía a leer las páginas pasaban rápidamente, me parecía una novela entretenida, pero una vez que dejaba la lectura me invadía una sensación de vacío.

El argumento y la estructura...
La historia nos lleva hasta la ciudad de Roma, pero no a la ciudad que acostumbramos a ver en televisión.
Nos encontramos frente a una Roma más realista, oscura y lóbrega, cubierta por una lluvia que persigue a los personajes desde las primeras páginas.
La acción nos arrastra hacía la parte menos conocida de esa ciudad, alejada de las rutas turísticas y de los monumentos, en una escenificación que me ha recordado mucho a la película Seven.

La novela está dividida en cuatro partes, bajo los títulos de Mancini, La brigada, La sombra y las muertes de dios; un ejemplo claro de lo que vamos a ir encontrando en cada una de ellas. Una trama totalmente lineal donde no solo los hechos, también las ideas que nos quiere transmitir el autor, las revelaciones y los personajes se van concatenando.
En la primera conocemos al comisario bastante en profundidad y poco a poco van apareciendo el resto de personajes que formarán la brigada.
La segunda parte está dedicada a todo este grupo que será el encargado de dar caza a la Sombra
En la tercera conocemos un poco más de este asesino en serie y de los motivos que le empujan a actuar de forma tan violenta con sus víctimas.
Y por último, llegan las revelaciones y se nos muestra el motivo por el que surge la venganza.

Los personajes...
El asesino, tan esquivo como escurridizo, es la brillantez personificada en lo que a narrativa se refiere.
Cada vez que actúa encontramos un par de páginas con cambio de fuente, donde la sombra nos cuenta el trato que da a sus víctimas. En esos momentos puntuales, Mirko Zilahy, se desdobla y abandona la prosa cuidada que venía utilizando a lo largo de la novela para sustituirla por una narración exquisita y absolutamente brillante.

El comisario, Enrico Mancini, es un personaje que si progresa adecuadamente en las próximas entregas y no entra en un bucle autodestructivo, podría resultar redondo.
Es un personaje humano, atormentado, una bomba de relojería para todos los que le rodean y precisamente por eso, en muchas ocasiones actúa de forma descontrolada y en solitario.

Puede que el fallo de esta obra recaiga en la profundidad con la que le llegamos a conocer. Mirko Zilahy construye la historia alrededor de ese sufrimiento personal, y pasa de puntillas sobre otros temas, como la investigación.

Una historia de otro tipo, esencialmente por dos motivos...
Y es que esta novela, no es la clásica policíaca a la que estamos acostumbrados; da demasiada importancia a los sentimientos de los personajes y esos sentimientos terminan tomando el control de la historia. Ese punto de vista tan personal, tan visceral e intimista, es lo que descoloca un poco al lector.
Desde las primeras páginas conocemos que a Mancini le atormenta la muerte de su mujer y precisamente Marisa, se convierte en el personaje omnipresente sobre el que gira no solo la vida del comisario sino también la novela.

Llegando al final todos los cabos quedan atados. El autor da las respuestas, pero en el final elegido también encontramos otro detalle importante que hace que la historia sea de otro estilo.
El final resulta algo ambiguo, porque los motivos del asesino para llevar a cabo su venganza, aunque cuestionables, son en parte entendidos por el lector. El asesino pasa a ser víctima. Con lo que en este punto llegamos a la crítica subrepticia, hacia esos individuos, algunos... no todos, de los servicios médicos, sus errores y esa falta de humanidad con la que muchas veces topamos.

Entre luces y sombras...
Como habéis podido ver es una novela con sus luces y sus sombras, exactamente igual que los personajes.
Para mi gusto, el ritmo sufre demasiados altibajos y en ocasiones el argumento resulta limitado, demasiado previsible; perfecto para un guión televisivo pero me hace cuestionarme si será una saga a tener en cuenta en el futuro.
Sobre la Sombra... me hubiese gustado más un asesino puro y duro, carente de escrúpulos y sin justificaciones, como se nos presentaba en un principio; porque precisamente esa falta de escrúpulos, ese sinsentido es lo que transmite horror. En el momento en que llegamos a entender los motivos, la novela para mí, pierde la gracia...
Como se decía en El Quijote:

“—El miedo que tienes —dijo don Quijote— te hace, Sancho, que ni veas ni oyas a derechas, porque uno de los efectos del miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas no parezcan lo que son".

Las críticas que he leído sobre ella hablan de novela negra perfecta, de milagro novelístico, pues yo vuelvo a desentonar con mi comentario y me desmarco; es buena, entretenida, un buen comienzo, pero se aleja mucho de ser perfecta u obra maestra.
Habrá que esperar a ver como continúa la saga, porque os adelanto que esta historia forma parte de una trilogía, de la cual el segundo volumen aún no tiene fecha de publicación.

Como último detalle mencionar que con la primera aparición de la Sombra, somos testigos de la narración de unos hechos a los que no podemos encontrar ningún sentido, nos desconciertan y justo al final es cuando se revela la verdad sobre lo narrado.


miércoles, 13 de julio de 2016

Bella y oscura de Rosa Montero

Sinopsis:

Bella y oscura es una novela sorprendente que combina dos aspectos de la narrativa de Rosa Montero que parecían lejanos y que ahora se revelan secretamente complementarios: el mundo urbano y canalla de Te trataré como a una reina, con su tensión casi policíaca, y la magia, la fantasía y la fuerza legendaria de Temblor.
La narración avanza así al mismo tiempo por el terreno de la marginalidad y de lo maravilloso, haciendo una síntesis que resulta fascinante porque en ella se refleja no sólo nuestra realidad, sino también nuestros deseos y nuestros sueños.
"Quería hacer un libro que hablara del esplendor y de la negrura de la vida", ha dicho la autora; y ciertamente las páginas de Bella y oscura palpitan de vida y no se pueden leer sin sentirse conmovido y atrapado.

Opinión:

Hace mucho tiempo que tenía en mente leer esta novela, tanto... que incluso a mí con una excelente memoria, me cuesta recordar.
La adquirí al poco de salir a la venta, y ha permanecido todos estos años en la estantería; callada y silenciosa, cogiendo polvo, todo hay que decirlo, y aguardando a que le llegara su momento.
La novela fue publicada en el año 93, así que considero que ha llovido lo bastante para embarcarme en esta pequeña aventura, que tan solo tiene 197 páginas.
Como motivo de haberla tenido escondida en el fondo de la estantería, he creído justo y necesario rendirle un pequeño homenaje, de ahí que la haya propuesto como lectura mensual para el mes de julio.

El realismo mágico...
Cuando empleamos ese término, no se por qué, siempre tendemos a pensar en autores hispanoamericanos.
Es cierto, que Gabriel García Márquez, fue uno de sus principales exponentes y actualmente, Isabel Allende, por citar algún otro, es una de las escritoras que plasma en sus obras más elementos mágicos y fantásticos.
Lo que yo desconocía es que Rosa Montero contase con esa capacidad asombrosa entre sus cualidades.
Nos sumerge en una historia sencilla, simple que en otras manos podría convertirse en absurda, y logra captar nuestro interés desde las primeras páginas con un derroche de maestría.
Lo importante lo encontramos en como lo cuenta, y en un texto cargado de elipsis, así que aunque pueda parecer incongruente, lo importante está en como lo cuenta y en todo lo que no cuenta...
Nos narra sucesos cotidianos y los recubre con un halo de misterio, o quizás sea totalmente lo contrario, nos narra lo irreal como si fuese lo más normal del mundo.
A menudo el relato de un suceso es más real que la realidad.
La autora nos ofrece en esta historia, una narración atemporal cargada de magia, y digo atemporal, porque aunque existen constantes referencias para poder ubicarnos, es una historia por la que no pasa el tiempo y que podría ubicarse en cualquier momento del pasado o del presente. Su protagonista bien podría haber sido una niña criada en los años 50 ó 60, en los 80, o los acontecimientos narrados estar ocurriendo en este mismo momento en cualquier barrio marginal del extrarradio.

El comienzo...
En varias ocasiones os he hablado de los comienzos impactantes.
Creo que un buen comienzo es fundamental para que el lector no abandone la lectura. Si los primeros párrafos no te enganchan, el libro corre el riesgo, en el mejor de los casos, de ser utilizado para calzar la pata de una mesilla, o en el peor, de terminar en el fondo de un cajón o en el cubo de la basura.
Creo que en este caso, es uno de esos comienzos memorables, que permanecen grabados en la memoria del lector de por vida.
Juzgad vosotros mismos:

"De lo que voy a contar yo fui testigo: de la traición de la enana, del asesinato de Segundo, de la llegada de la Estrella. Sucedió todo en una época remota de mi infancia que ahora ya no sé si rememoro o invento: porque por entonces para mí aún no se había despegado el cielo de la tierra y todo era posible. Acababa de crearse el universo, como se encargó de explicarme doña Bárbara: "Cuando yo nací", me dijo, "empezó el mundo". Como yo era pequeña y ella ya muy vieja, aquello me pareció muchísimo tiempo.".

Y hablando de comienzos voy a remontarme un poco más atrás, al título, bella y oscura. Parece la descripción perfecta de lo que hallaremos en el interior.
Bella, es el adjetivo perfecto para definir una prosa enigmática, cuidada y elegante, que termina envolviéndonos como una caricia.
En cambio, el ambiente elegido, nos transporta a un lugar oscuro en todos sus aspectos; porque la mayoría de las veces olvidamos que el ambiente no es solo el espacio por el que se mueven los personajes.
El término ambiente abarca muchos aspectos:
El físico (el escenario), las asfixiantes casas a las que va a vivir la protagonista, oscuras y tenebrosas.
El psicológico (sentimientos y estados de los personajes).
Y el sociocultural, que está presente en todo momento en la obra y que lo aportan el resto de personajes que habitan en ese barrio del extrarradio.

Como veis, Rosa Montero consigue una obra plagada de detalles, con cientos de elementos turbios y decadentes y unos personajes que brillan, cada cual a su manera, y consiguen aportar esa luminosidad en momentos de tinieblas. Una obra con encanto, mágica aunque extraña y compleja al mismo tiempo.

Los personajes...
Todos me han parecido redondos, con sus virtudes y sus defectos, pero eso sí, con unos nombres muy significativos que aportan detalles relevantes para conocer en profundidad al personaje.

Doña Bárbara, la abuela y matriarca.
Al principio parece un poco extravagante y dictatorial, pero tan solo es una fachada; una anciana que vive de recuerdos.
Segundo, el tío.
Un personaje aborrecible y frustrado. Como su nombre indica un segundón porque siempre ha habido por delante de él alguien que tomaba las decisiones importantes.
Amanda, la frágil y triste tía.
Una mujer apocada que tiene que soportar los constantes malos tratos.
Chico, el pequeño primo.
Un niño invisible para todos, que cuando tiene miedo cree que se puede mimetizar y adoptar la apariencia de lo que le rodea. Tan invisible que no tiene ni nombre.
Arelai, la enana que duerme en un baúl.
La personificación del misterio. Pura magia.
Máximo, el padre de nuestra protagonista.
Alguien que solo aparece al final pero que está presente en todo momento a lo largo de la historia.

Y dejo para el final a la pequeña protagonista, a la que llamaremos Baba, porque su nombre real solo aparece citado una vez.
Baba junto con Arelai, es el personaje que aporta luz y esperanza a esta historia, que nos hace de guía y nos muestra el camino a seguir. Irá relatándonos como fue su infancia. Nos dará su versión o su visión sobre algunos temas, de los que por supuesto, nosotros haremos nuestra propia interpretación.
Baba con un pasado oscuro que no recuerda, armada solo con su inocencia, se enfrentará en solitario al mundo de los adultos, un mundo totalmente desconocido para ella.

Alegato final...
Nada es eterno... todo tiene un principio y un fin.
Para mí, ha sido un descubrimiento, tardío pero muy gratificante, porque en este mundo de la Literatura, donde todo ya ha sido inventado, sorprende encontrar historias como ésta, escritas hace mucho tiempo y de las que apenas se habla.
Siempre decimos que lo esencial para un lector es que una lectura te mantenga atrapado a sus páginas, pero es simplificar demasiado. Bella y oscura consigue mantenerte alerta, expectante, te intriga y al tiempo te acuna en sus brazos como los cuentos que nos leían nuestros padres por las noches.
Podría hablaros también de todos los elementos que aportan intriga y misterio, pero ya sería alargarme demasiado. Esos detalles los dejo para que leais esta novela.

Para terminar, después de haberos mostrado mis impresiones, no quiero dejar de comentar algo que considero bastante importante.
Los comentarios sobre esta novela, son de lo más dispares.
Los hay que la consideran una obra maestra y otros en cambio la tachan de insufrible... hay para todos los gustos y todos son respetables.
Lo cierto, es que es de esas historias que tienes que leer sin predisposición, obviando los comentarios de cualquier tipo.
Solo leer...
Sumergirte en la lectura y dejar que te inunden las sensaciones, pero sobre todo no olvidar que hay un libro para cada persona y puede que éste no esté destinado a ti.

Por ese motivo me permito daros una recomendación:

Leed sin prisa, dejaros llevar, centraros en disfrutar y no olvidéis que algo maravilloso no tiene por qué ser perfecto ni compartido por los demás.
Pensad que es una novela de ficción, no intentéis buscar explicación y recordad que solo nosotros, como lectores, tenemos el poder de cambiar la forma de mirar la realidad. Todos llevamos un pequeño crítico dentro...
Muchas veces, no soportamos el no entender una cosa, no somos capaces de asumir que existen misterios imposibles de explicar, o sencillamente no queremos admitirlo... y tendemos a a inventar explicaciones estúpidas, excusas, para llenar ese vacío de lo que no comprendemos.




miércoles, 6 de julio de 2016

Vías cruzadas de James Patterson

Vías cruzadas (Alex Cross 24)
Sinopsis:
Del autor de thrillers más vendido del mundo, llega el libro nº1 del The New York Times, con su investigador más famoso:
ALEX CROSS 
DETECTIVE, PSICÓLOGO, PADRE…Y CAZADOR DE ASESINOS EN SERIE.
Tras pasar más de treinta años en Washington, el célebre detective Alex Cross regresa a Starksville, su ciudad natal. Su presencia resulta incómoda para algunos, sobre todo cuando decide investigar el caso de su primo, acusado de cometer un horrible crimen. Cada paso que da le acerca a un asesino abominable, de corazón frío, y a la verdad sobre su propio pasado. Las respuestas que encuentra pueden ser fatales. Pero el afán de justicia de Cross es insaciable.
LOS CASOS MÁS DUROS SON AQUELLOS
QUE TE ENFRENTAN A LA VERDAD.

Opinión: Vías cruzadas (Alex Cross 24)

Si hablásemos de un escritor fuera de serie, sin duda, nos estaríamos refiriendo a James Patterson.
Puede que a muchos no os suene con solo citar su nombre, pero está considerado como uno de los escritores de mayor éxito y de los que más venden en todo el mundo.
Pero podemos ir un poco más allá, aportando más datos al respecto; en Estados Unidos, de cada quince libros vendidos, uno es suyo y sus ventas anuales giran alrededor de los 16 millones de ejemplares.

Si os digo que Alex Cross, psicólogo y exmiembro del FBI, se ha convertido en su personaje más conocido y en el responsable de catapultarle hasta la fama, puede que os siga sin sonar...
La saga "Alex Cross" consta de momento de 24 libros que pueden leerse de forma independiente, pero todo hay que decirlo, no todos han sido publicados en España.
Ahora bien, si os comento que dos de sus primeros casos, La hora de la araña El coleccionista de amantes. fueron llevados al cine con Morgan Freeman como protagonista, puede que ya empecéis a arquear las cejas y a mover la cabeza en señal de Ahora sí caigo...
Más tarde, una tercera entrega también sería llevada a la pantalla grande pero sin alcanzar el éxito deseado.

La novela está dividida en cinco partes más el prólogo y en ellas entraremos en contacto con dos hilos argumentales.
El principal o hilo conductor, tiene lógicamente como protagonista a Alex Cross.
El detective se desplaza junto con su familia a su ciudad de origen, Starksville, para intentar resolver un caso que tiene como principal acusado de asesinato a su primo.
Allí, en esa ciudad sureña, los escasos recuerdos de su infancia empezarán a aflorar y el pasado terminará, irremediablemente, dándole caza.

El otro hilo argumentativo, más secundario, nos lleva a Palm Beach (Florida) y tiene como protagonista a Coco, un asesino en serie.
Ambas tramas suceden de forma simultanea, aunque como ya habéis visto en escenarios distintos, y aquí llega lo interesante...
En un principio pensamos que los dos casos estarán estrechamente ligados; sus dos hilos argumentativos así lo demuestran, convergen. Pero que los personajes estén destinados a encontrarse no significa que un caso esté relacionado con el otro.
Cuando llega el momento crítico y los personajes se cruzan, más o menos pasado el meridiano de la novela, no encontraremos ningún punto visible de enlace entre ambas historias.
Pero no desesperéis... que no se vea, no es que no lo haya.
James Patterson se ha reservado un as en la manga para ese momento, y termina dejando al lector, literalmente con la boca abierta.
Lo que en un principio iba a ser un caso que afectase al detective Cross de forma indirecta, termina siendo todo lo contrario, y Alex termina convirtiéndose en una pieza clave.
El pasado se apodera de la trama y los acontecimientos del presente pasan a ser un tema, aunque importante, algo más secundario.

La tensión narrativa es un recurso que predomina en los thrillers y que se relaciona directamente con el ritmo, va en aumento y actúa como una tela de araña para los lectores, pero en este caso, a pesar de existir de forma muy ligera en la narración, el autor no ha pasado a depender totalmente de ella. Ha utilizado otros recursos. Capítulos breves, la vuelta de tuerca del final, los cambios de narrador y la dosificación de la información, entre otros...

En este punto hay que mencionar que volvemos a encontrar los dos tipos de narrador de los que os hablaba hace poco. El hilo de Alex aparece narrado en primera persona y el de Coco en tercera, por lo de dar la supremacía absoluta a un personaje sobre el argumento y sobre el resto de personajes.

La forma de narrar es sencilla pero detallada, nos hacemos una idea muy clara de como es la ciudad y sobre todo, la relación existente entre sus habitantes.
Starksville es una ciudad pequeña del estado de Misisipi y de no ser por las constantes referencias a la tecnología, teléfonos móviles, televisiones de pantalla plana y coches de última generación, pensaríamos que nos encontrábamos ante la misma ciudad que Harper Lee describía en Matar a un ruiseñor, y es que James Patterson refleja en su narración los mismos temas polémicos a los que hacía referencia Harper Lee en su aclamada obra... Violación y desigualdad racial.

Obviamente, una autor de la altura de Patterson, que se defiende con soltura entre los géneros policíaco y thriller, no iba a detenerse ahí, y ha añadido algunos detalles indispensables para darle un toque más actual.
Asesinato, tráfico de drogas de diseño, organizaciones criminales y un abogado, en este caso femenino y también de color.

Llegados a este punto me toca hablaros sobre los personajes.
No he encontrado ninguno que pueda calificarse de redondo, pero tan solo he leído esta entrega de la serie. Aún así me he creado una imagen bastante clara de como es el protagonista y me ha gustado.
Supongo que después de 24 libros publicados, el detective habrá ido evolucionando y poco a poco reinventándose a sí mismo; porque los lectores y más cuando se trata de entregas que se alargan tanto en el tiempo, es eso lo que buscamos. Personajes dinámicos pero sobre todo humanos, y creo que precisamente eso, humanidad, es algo característico de este protagonista.

El resto de personajes me han parecido bastante planos, no tienen mucho peso en el argumento, tan solo son secundarios sobre los que apoyarse, aunque lógicamente unos tendrán más relevancia que otros.

Y creo que no me dejo mucho más en el tintero. Considero que leer esta novela ha sido una buena experiencia y no descarto, en un futuro próximo, leer alguno de los libros anteriores de la saga que han sido publicados en español.