La novela japonesa que deslumbró a Kenzaburo Oé (Premio Nobel de Literatura) y arrasa en ventas en Francia y Estados Unidos. Una casa y un jardín tocados por la gracia de una belleza de otro tiempo. Una pareja que se refugia en su nueva vida lejos de la agitación de Tokio. Un gato enigmático entregado a la exploración que decide adoptarles como dueños y se convierte en el centro de una intriga con tintes policíacos y filosóficos. El gato que venía del cielo refleja la belleza no siempre evidente de la vida cotidiana en Japón, con su ritmo pausado y la viva presencia de la naturaleza que determina el estado de ánimo. Con precisión y lirismo, Hiraide nos muestra el tumulto de un cambio de era y los valores inmutables de una sensibilidad ancestral, mientras plantea sutilmente los grandes interrogantes sobre los que se asientan nuestras vidas.
Opinión:
Dicen de ella que es una obra maestra, que está arrasando, pero yo creo que utilizamos la catalogación de Obra Maestra un poco a la ligera, y con esto no esto diciendo que la obra sea mala, pero sí, esos comentarios un poco exagerados.
Esta es la Ópera prima en lo que se refiere a género de novela de Takashi Hiraide, aunque se nota en la prosa poética que hallamos entre las páginas de este libro de donde procede su técnica. Un autor que se considera escritor desde los 14 años y que ha publicado algún libro de poemas en verso libre y Tankas (poemas tradicionales Japoneses).
Es una pequeña historia que gira alrededor de un gato, Chibi (pequeño), donde los personajes humanos, deciden prescindir de nombres para centrar la atención del lector en el verdadero protagonista.
El narrador, nos cuenta la historia en primera persona y lentamente ira mostrándonos los acontecimientos que suceden alrededor de la figura de este curioso gato. Ese personaje excepcional, tan libre como independiente, que vive según su libre albedrío, sin atarse a un lugar fijo y que un buen día, hace acto de aparición en el jardín de nuestro narrador y decide adoptar a los habitantes de la casa.
Porque los gatos son así de especiales... Aunque pensemos que somos nosotros los que les cedemos parte de nuestro espacio, convirtiéndoles en uno más de la familia, estamos muy equivocados.
Son ellos, los que nos permiten que podamos deleitarnos con su sola presencia y que les hagamos los mimos, justos eso sí... solo cuando ellos lo consideren oportuno.
Es una pequeña historia de amor, en este caso a los animales.
De la dependencia que crean en nosotros y del vacío que llena su ausencia.
Habrá quienes piensen...¡Pues vaya! un libro sobre un gato, ¿Qué misterio puede tener?
Pues realmente misterio ninguno, salvo el simple misterio que es innato entre los animales de esa especie.
Si sois de los que pensáis así no os recomiendo este libro. Pero si por lo contrario, sois de los que buscáis siempre algo más en un texto, que os deleitáis sentados en un jardín con el vuelo de una libélula... este es vuestro libro.
Porque es una novela breve destinada a aquellos que disfrutan de las cosas sencillas y amantes de los pequeños detalles.
Un libro para pensar y recapacitar, porque muchas de las situaciones que se narran las hemos vivido nosotros mismos, en nuestro día a día. Y aquí hago un breve inciso para deciros, que también hay vida fuera de los dominios de Chibi y su autor aprovecha para hablarnos de esa delicada situación por la que atravesó Japón a finales de los años 80. Algo parecido a lo que ocurre actualmente en nuestro país y donde nos hemos visto hipotecados hasta la médula.
Una historia narrada con hermosas y detalladas descripciones que destacan por la sencillez y la ternura que irradia nuestro pequeño protagonista.