Durante cien años, el símbolo más terrible de la muerte tenebrosa ha sido Jack el Destripador. En esta obra se trata de desvelar el misterio que rodeaba su figura. ¿Quién fue Jack el Destripador? ¿Sería acaso el Duque de Clarence? ¿Un médico perversamente especializado en anatomía? ¿Un policía? Desde que el malvado Destripador aterrorizó a las prostitutas del Londres victoriano, la identidad del asesino ha continuado siendo un misterio. En esta nueva escalofriante novela de suspense, el maestro de lo macabro, Robert Bloch, propone una solución absolutamente inédita, tan chocante e ingeniosa como la conclusión de su clásica Psicosis. Introduciendo en el relato figuras victorianas, tan notables como Arthur Conan Doyle, George Bernard Shaw y el Hombre Elefante, La noche del Destripador es un historia aterradora en la que un joven médico norteamericano, Mark Robinson, y un detective londinense que siguen la pista al Destripador, se encuentran atrapados en una sala de espejos en donde la sospecha se mueve con rapidez, inesperadamente, de una persona a otra. La investigación de Mark se convierte en una carrera desesperada para salvar la vida de la mujer que ama, y lo lleva a colocarse cara a cara con el Destripador, no por vez primera, pero sí quizá por última...
Opinión
Se ha escrito mucho sobre el personaje de Jack el destripador.
Es uno de esos personajes que han pasado a la historia más que por los sanguinarios asesinatos que cometió, por la leyenda que surgió alrededor de su figura.
Si se hubiese descubierto su identidad, sería simplemente otro asesino más en serie, brutal, de mente fría y perversa.
Pero desde el primer momento hubo numerosas especulaciones sobre quién podría ser el asesino de Whitechapel lo cual añadió más morbo a los crímenes.
Se dijo que podría ser el nieto de la reina Victoria -el duque de Clarence-, e incluso su médico personal. También se especuló sobre la posibilidad de que fuese el actor Richard Mansfield, alguien de renombre en la época y que estaba en Londres representando la obra de Jeckyll y Hyde...
Pero lo extraño de todos estos sucesos, es que tras cometerse el asesinato de cinco prostitutas en el East End en 1888, el asesino se detuvo y desapareció sin dejar rastro.
El asesino pudo ser un médico, un barbero o un matarife, por los conocimientos de anatomía que poseía.
¿Pudo morir en alguna reyerta y por ese motivo dejó de matar? Posiblemente...
¿Pudo ser detenido por la policía por otros delitos? Probablemente...
Pero también pudo cansarse de reírse de la policía y ver como corrían de un lado a otro dando palos de ciego, mientras recibían sus burlas a través de cartas...
Todas estas hipótesis se han barajado a lo largo de la historia y seguirán surgiendo nuevas con el paso de los años. También podría ser ¿Por qué no? Una forma cruel de llamar la atención de las autoridades hacia una zona donde abundaban los maleantes y gente de mal vivir, que destacaba por la ausencia policial...
La última noticia que tenemos sobre el personaje que tratamos, es la que salió publicada a mediados del año pasado.
Resumiéndolo un poco:
En el chal de una de las víctimas, Catherine Eddowes y que aun se conserva, se han realizado recientemente pruebas de ADN. Entre los sospechosos que detuvo la policía, estaba Aaron Kosminski. Un peluquero polaco que según las anotaciones del responsable de la investigación le señalaba, como "probable esquizofrénico paranoico con alucinaciones auditivas..."
Actualmente, han contactado con una descendiente británica de la hermana de Kosminski y al realizarle las pruebas dieron en la primera una coincidencia del 99,2 % y en la segunda un 100%.
¿Por qué dejó de asesinar? Según dicen, porque las autoridades le pusieron bajo vigilancia constante y posteriormente, fue ingresado en un centro psiquiátrico.
¿Será verdad o simplemente otra coincidencia más? Eso es algo que nunca sabremos.
A mí particularmente, el hallar restos de ADN en las ropas de una prostituta de la época, es lo que menos me sorprende y más, si Aaron Kosminski las frecuentaba... Únicamente con esa prueba no se puede asegurar que él, se tratase del sanguinario Jack.
El caso es que la leyenda resurge de nuevo con más fuerza y he visto el momento idóneo de leer algunos libros que tratan sobre este asesino.
Dicen que Robert Bloch era un mago del terror y del suspense, como ya demostró en su obra "Psicosis". Otro motivo más para leer este libro "La noche del destripador".
Sobre su forma de narrar puedo decir que es magnífica. Consigue transportar al lector a la Inglaterra de finales del S. XIX a través de las detalladas descripciones. ¡atentos! porque detallado no significa extenso.
El lector siente como la humedad y el frío se cuela entre la ropa. Nota angustia al deslizarse entre las callejuelas oscuras de Whitechapel cubiertas por la espesa niebla. Ve la miseria, el hambre y la pobreza con la que convivían las clases menos favorecidas.
Todo esto lo experimentamos gracias a un narrador omnisciente al que no se le escapa ni el más mínimo detalle.
Los capítulos son breves y prácticamente son cuatro los personajes principales. Esto aporta fluidez a la lectura, ya que el lector no se pierde entre numerosos personajes. En este párrafo también debería señalar que los personajes de ficción se mezclan con los reales y prácticamente no vemos el límite entre unos y otros.
Otro detalle a destacar, es que a partir del capítulo cuarto, la narración comienza con unos breves apuntes sobre las distintas formas de tortura que tuvieron lugar a lo largo de la historia.
Pero esta obra basada en Jack el destripador y narrada entre nieblas del Londres victoriano, también tiene sus luces y sus sombras...
Veremos en momentos puntuales a personajes como el ya citado Richard Mansfield, Arthur Conan Doyle, Oscar Wilde o al hombre elefante. Aquí debo puntualizar que pasan por la historia sin pena ni gloria... ya que no aportan nada interesante a la trama. Me han parecido un simple relleno...
Otra sombra para mí ha sido la forma de concluir la novela...
Aunque sabemos que es una obra de ficción, al autor se le escapa el final de las manos. El asesino elegido por Robert Bloch deja un poco descolocado al lector, por mucho que intente darle lógica a los sucesos. Quizás si los hechos no hubiesen girado entorno a Jack el destripador habría sido un buen final y ahora estaría hablando maravillas de ella. La historia aunque de ficción habría resultado creíble e incluso original.
Quitando estas pequeñas pegas, el libro me ha resultado entretenido. Al fin y al cabo era lo que buscaba, no he pretendido en ningún momento que su autor me descubriese la identidad de Jack, cuando ni la policía lo ha conseguido...
Os prometo seguir leyendo novelas sobre este personaje y comparando a los autores que se han atrevido a escribir sobre su oscura figura.