Agnes, una muchacha peculiar que parece no rendir cuentas a nadie y que es capaz de crear misteriosos remedios con sencillas combinaciones de plantas, es la comidilla de Stratford, un pequeño pueblo de Inglaterra. Cuando conoce a un joven preceptor de latín igual de extraordinario que ella, se da cuenta enseguida de que están llamados a formar una familia. Pero su matrimonio se verá puesto a prueba, primero por sus parientes y después por una inesperada desgracia.
Partiendo de la historia familiar de Shakespeare, Maggie O’Farrell transita entre la ficción y la realidad para trazar una hipnótica recreación del suceso que inspiró una de las obras literarias más famosas de todos los tiempos. La autora, lejos de fijarse únicamente en los acontecimientos conocidos, reivindica con ternura las inolvidables figuras que habitan en los márgenes de la historia y ahonda en las pequeñas grandes cuestiones de cualquier existencia: la vida familiar, el afecto, el dolor y la pérdida. El resultado es una prodigiosa novela que ha cosechado un enorme éxito internacional y confirma a O’Farrell como una de las voces más brillantes de la literatura inglesa actual.
Opinión:
Hace un año os hablé por primera vez de esta autora, Maggie O'Farrell y de Instrucciones para una ola de calor. En esa reseña os contaba algunos elementos curiosos que había encontrado y que por lo visto deben ser fijos en su obra, porque se repiten de forma acertada también en esta.
El primero era utilizar un narrador omnisciente, muy observador, que comenta y contextualiza la acción persiguiendo a los personajes principales. Este narrador parece que los aísla, se centra exclusivamente sobre ellos y lo que pasa a su alrededor carece totalmente de importancia.
Va a ser el encargado de ir contando la historia al tiempo que suceden los hechos. Va a conocer los secretos, los recuerdos, los pensamientos, es decir, todo lo que sucede detrás de cada personaje, porque entre sus características principales está la de la ubicuidad.
Otro detalle es su calidad descriptiva. Al comienzo de cada escena nos va a describir a la perfección los escenarios, los ambientes, y va a colocar a cada personaje en su lugar, tal y como haría un narrador de cualquiera de las obras de teatro de Shakespeare.
Tampoco hay que olvidar mencionar que va a conocer el pasado y el presente, y ese detalle lo empleará para incluir algunas escenas retrospectivas.
Mas coincidencias con "Instrucciones para una ola de calor" es que empezamos teniendo una idea sobre el argumento y a mitad de lectura esa imagen se disipa porque la historia da un giro y tira por otros derroteros.
El tercer y último elemento del que os quiero hablar son las elipsis narrativas; eso que se intuye pero que no se menciona, y que crea un misterio alrededor de los silencios.
Realmente estas elipsis no son creadas por Maggie O'Farrell, sino por la Historia, y es que de la vida de Shakespeare se sabe muy poco.
En los registros históricos no se encuentran datos sobre él hasta el momento en que aparece en los corrales de comedias. Lo que sí se sabe con certeza es que se marchó a Londres para dar rienda suelta a sus sueños, dejando atrás a su familia, sin que ningún tipo de remordimiento le atosigase, y que esa familia nunca se reunió con él en Londres.
En este punto es donde cobra importancia la imaginación y el saber conjugar con acierto realidad y ficción, sin que el lector sepa dónde empieza una y acaba la otra.
O'Farrell, basándose en algunos detalles de la vida del Bardo, crea una historia coherente para intentar explicar cómo fue la creación de Hamlet, una de sus obras más famosas.
Lógicamente, la autora se permite algunas licencias para rellenar vacíos y crear una obra de ficción inspirada en la breve vida de Hamnet, una historia donde el dolor irá unido a la creatividad.
En esta novela, Shakespeare no va a destacar, no va a tener un lugar primordial entre el elenco de protagonistas. Deberá conformarse con el espacio reservado para él en la historia de la Literatura y aquí, limitarse a tener tan solo un papel secundario, tal y como sucedía con Robert en "Instrucciones para una ola de calor". Va a ser alguien desde el que nace la trama, pero que después se retirará de escena, sin aportar mucho, porque Agnes y Hamnet tienen tanta fuerza que terminan eclipsándole.
La autora se encarga de silenciar a Shakespeare y dar voz a unos personajes desconocidos que pasaron de puntillas por la Historia, eclipsados por la fama del Bardo de Avon.
Esos personajes van a ser Agnes, su esposa; sus hijos, Susana, Hamnet y Judith, e incluso otros familiares, en distintos grado de parentesco. Personajes que aunque secundarios van a resultar muy interesantes y serán los que den movimiento y vidilla a la trama.
Agnes acapara nuestra atención y le roba el protagonismo a su marido; un robo bien merecido, porque Shakespeare, al que no conoceremos por su nombre sino por los términos de marido o preceptor de latín, es alguien para mí egoísta, que no duda en marchar a Londres dejando atrás a su familia porque vive únicamente por y para el teatro.
Shakespeare va a ser en este libro solo el marido, el padre, el hijo, el cuñado o el yerno al que se cita de refilón. Debemos olvidar, al menos durante esta lectura, que es considerado el escritor más importante en lengua inglesa, y remplazar esa idea por la de que es tan solo un personaje ambiental, de presencia necesaria, pero solo mencionado para generar el ambiente adecuado dentro del drama y para contextualizar.
Y ya para terminar...
En Hamlet, escrita en 1603, el Bardo resucita la figura de su hijo Hamnet y consigue para él la inmortalidad.
Este dato, que la muerte de su hijo pudiese haber inspirado Hamlet, es algo que los críticos sostienen, pero que no está confirmado al cien por cien. Lo que sí se sabe con certeza es que Hamlet es la reescritura de una obra más antigua que no ha sobrevivido.
Hola Susurros, ya había visto otras reseñas sobre esta obra... igual algún día me decido con ella.
ResponderEliminarUn besazo
Hola, Nitocris.
EliminarCuando gustes.
Un besazo
Lo leí hace un tiempo, me encantó. Lo he recomendado en numerosas ocasiones.
ResponderEliminarLa protagonista es única, el entorno, la historia también me enganchó. Un abrazo.
Hola, Ana.
EliminarSí, a mí también me gustó mucho Agnes. Es el corazón de la novela. Me ha gustado esa otra versión de la vida de Shakespeare que recrea la autora.
Un abrazo.
Me ha encantado esta reseña. he leído todas las novelas de Maggie O'Farrell traducidas y a todas les he encontrado fallos: un final flojo, un giro fácil... el caso es que me han gustado lo suficiente como para no dejar de leerla. A Instrucciones para una ola de calor la vi demasiado fuera de contexto, como si los personajes estuvieran fuera del mundo y de lo que sucede a su alrededor. Ahora veo que ese fallo se puede también interpretar como un recurso intencionado.
ResponderEliminarSea como sea, es cierto que a Hamnet, por primera vez en la obra de la autora, no le he visto fallo alguno y me encantó de principio a fin. Otro día hablamos de Retrato de casada.
Un beso.
Hola, Rosa.
EliminarPues coincido contigo, en las que he leído de esta autora. tiene algo que gusta pero también detallitos que parecen que los pone para salir al paso rápido. en esta en cambio me ha gustado todo.
En instrucciones para una ola de calor me pareció que creaba una historia sobre la marcha. Empezaba orientando la historia hacia un género y terminaba dándole una vuelta radical. Aun así me gustó mucho.
Retrato de casada lo tengo pendiente.
Un beso.
Pendientísimo, entre tantos más. "La acumulasión" jeje No sé si la expectativa que llevo me va a jugar una mala pasada, es que es bastante bastante elevada, y todas las reseñas que he leído me confirman que sin duda merece la pena leerlo sí o sí, pero quiero intentar ir con las expectativas justas (algo difícil cuando son libros que como este han gustado muchísimo). Lo leeré en algún momento ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola.
EliminarHaces bien en ir con las expectativas justas, de esa forma no te llevarás sustos. Pero en esta ocasión, ya lo verás cuando lo leas, te va a gustar.
Un abrazo.
Esta fue la primera novela que leí de la autora y me quedé totalmente deslumbrada por la belleza de su prosa y por lo bien que maneja los ritmos narrativos (los frena o los acelera con un encanto y un pulso que resulta admirable). Y ese final me pareció conmovedor, extraordinario. Sí que coincido contigo en que hay detalles que quedan un poco extraños (el relatito de la peste me sobró), pero en conjunto creo que no pude haber tenido un mejor estreno con Maggie O'Farrell. Besos.
ResponderEliminar