martes, 1 de septiembre de 2020

Asesinato es la palabra de Anthony Horowitz

Asesinato es la palabra (Saga Anthony Horowitz 01)
Sinopsis:

Una muerte inesperada, un misterio por resolver que se remonta atrás en el tiempo y un reguero de pistas sangrientas que no llevan a ninguna parte. 

Daniel Hawthorne, expolicía desacreditado, un investigador tan brillante como excéntrico, necesita un escritor que documente su trabajo. 
El elegido es Anthony Horowitz, que pronto se verá envuelto en una historia que nunca hubiera imaginado para uno de sus libros. 
Quizá, como uno de sus personajes, su vida esté en peligro más de lo que nunca llegó a imaginar.

Opinión: Asesinato es la palabra (Saga Anthony Horowitz 01)

En esta ocasión voy a hablaros de una novela, la primera de una saga con un protagonista un tanto singular, Anthony Horowitz. 
Y estaréis pensando... se ha confundido, ese es el nombre del autor, y es cierto, pero también es el nombre que da al personaje principal. 
Por lo tanto, y a partir de este momento para evitar confusiones, el Anthony  real, el de carne y hueso, pasará a ser el autor o el escritor y a su clon ficticio le llamaré Horowitz.

El libro resulta curioso porque el autor se ciñe a un formato que nos hace recordar las novelas policíacas clásicas, al estilo de Agatha Christie, con un asesinato, muchos sospechosos y motivos... 
Pero esta novela tiene sus pros y sus contras, y reconozco que en algunos momentos el autor ha conseguido sacarme de mis casillas.
Crea una historia con un buen argumento, donde Anthony Horowitz será tanto narrador como protagonista, aunque es cierto que todas las pistas no estarán a la vista. El autor se va guardando algunas en la manga que dejará caer en momentos puntuales.
Pero... y es aquí cuando llegan las pegas, a pesar de tener un argumento bien construido y unos personajes que podrían dar sus frutos en futuras entregas, el autor se pierde y termina estropeándolo al incluir una sobrecarga de detalles que a mí particularmente no me han gustado.

El expolicía, Daniel Hawthorne, pide ayuda a Horowitz, un escritor y guionista, para que documente sus casos y escriba después una novela sobre él.
Hasta ahí la cosa funciona, lo que ocurre es que Hawthorne además de una mente brillante también tiene una gran capacidad para sacar de quicio a Horowitz, y el ego demasiado inflado de ambos termina chocando. 
El autor me da la impresión de que ha intentado reproducir a una pareja que es inimitable... la formada por Sherlock Holmes y Watson y no ha conseguido ni siquiera un resultado aceptable, y os preguntaréis por qué...
Lo primero porque el narrador protagonista se pasa toda la novela criticando en exceso cada paso que da el ex-policía, intentando ir por delante de él en sus averiguaciones, como si se tratase de una competición e intentando vendernos una imagen siempre negativa de él, cuando no hay motivos para hacerlo, consiguiendo crear solo obstáculos en la narración.

Lo segundo tiene relación con algo que ya he mencionado al comienzo. 
El autor crea a un personaje a su imagen y semejanza, recreándose al detalle, sin escatimar ni una sola referencia sobre su vida profesional.
No se conforma con ponerle su nombre o crear un álter ego, sino que lo que hace es prácticamente una autobiografía encubierta, jactándose de todos sus méritos y trabajos que ha realizado en la vida real. Parece que más que utilizar esos datos como simple atrezo de una novela de ficción, intenta hacernos llegar su curriculum.
Y eso, sinceramente, a los lectores nos importa un comino. Nosotros queremos conocer los detalles sobre el asesinato o sobre los personajes implicados en él, no sobre los méritos laborales del autor, porque el veinte por ciento del libro termina siendo una musiquilla curricular de fondo, totalmente absurda e irrelevante. 
Está claro que todo autor cuela notas autobiográficas en sus obras, pero en mi larga trayectoria lectora no me había encontrado con un ejemplo tan claro de narcisismo.

Luego hay otro detalle, y es que a falta de cuatro capítulos para el final, introduce uno que es puramente relleno. Uno de los personajes interrogados incluye datos que no vienen al caso, superfluos y repetitivos que no aportan nada, lo que comúnmente denominamos meter paja.

Ya mencioné al comienzo que el autor intentaba utilizar las premisas, en la medida de lo posible, de los clásicos del género policíaco publicados en la primera mitad del siglo XX, donde la lógica se convertía en el elemento principal, pero el experimento no le sale bien y opta por el método tramposo, el de ocultarnos pistas, con lo cual esa primera intención de los lectores de averiguar quién es el asesino y los motivos terminan complicándose y se convierte en un fin imposible.

Para terminar:
El argumento, lejos de ser original, resulta entretenido, pero no se le pueden pedir peras al olmo.
¿Recomendaría este libro? 
Pues a los amantes de los casos policíacos clásicos, sí, si son capaces de desconectar e ignorar al autor real y su afán monotemático de darse coba.
Por cierto que este fue el que dijo que H. P. Lovecraft y su libro ficticio Necronomicón era un texto real y que él había leído parte de ese texto.
En fin... ganas de llamar la atención.

martes, 25 de agosto de 2020

El sabueso de los Baskerville de Arthur Conan Doyle

Sinopsis:

El presente volumen recoge las cuatro novelas protagonizadas por Sherlock Holmes, el emblemático y perspicaz detective del 221 B de Baker Street: Estudio en escarlata (1887), El signo de los cuatro (1890), El perro de los Baskerville (1902) y El valle del miedo (1915). 
A lo largo de estas páginas, y con la ayuda inestimable del doctor Watson, Holmes recorrerá las calles de un Londres victoriano convertido en un laberinto de pistas falsas, resolverá una intriga originada en la India colonial, desentrañará el misterio oculto tras una antigua maldición familiar en los páramos de Dartmoor y se enfrentará a la organización de Moriarty en uno de sus casos más complejos. Una mezcla explosiva de crimen, suspense y venganza.
 
Opinión:

Hoy voy a comentaros una de las novelas que se incluyen en este volumen, concretamente "El sabueso de los Baskerville", propuesta de lectura conjunta que nos lanzó Anabel Samani desde su blog.

El sabueso de los Baskerville fue publicado por entregas en el Strand Magazine entre los años 1901 y 1902, y cuentan que Arthur Conan Doyle se inspiró en la leyenda de Richard Cabell.
Es uno de los títulos más conocidos del llamado Canon holmesiano, es decir, de la biografía oficial protagonizada por el gran detective; la saga completa está formada por cuatro novelas y cincuenta y seis relatos.

Muchos de vosotros conoceréis su argumento, para los que no, os hago un resumen muy breve.
Sobre la familia Baskerville pesa una terrible maldición ancestral. Un gran sabueso, surgido de las profundidades del infierno, parece perseguir a los herederos de la familia hasta darlos muerte, siendo estas violentas y misteriosas.
Con esa premisa ya sabemos que Sherlock Holmes se va a enfrentar a un enigmático asesinato y a la vez, a su caso más misterioso.

El narrador, como en la gran mayoría de las novelas que componen el Canon holmesiano, será el Doctor Watson, y digo en la mayoría, porque hay algunos relatos en los que el cronista será Holmes e incluso también encontraremos a un narrador omnisciente.   
Bajo mi punto de vista, esta es una de las mejores obras de esa biografía oficial, creo que la más completa, porque incluye no solo los elementos policíacos clásicos más característicos, sino también, porque en ella se introducen elementos fantásticos que nos hacen recordar las mejores novelas góticas.  
Entre esos elementos cabe destacar la mansión solitaria; los páramos que la rodean, agrestes y peligrosos; la climatología adversa y el detalle sobrenatural que aporta el demoníaco perro que solo aparece de noche...
Puede que muchos de esos elementos puedan resultarnos, a simple vista, arquetípicos, pero os aseguro que la obra no lo es. 

Doyle fue un excelente narrador. Fue capaz de crear la mente más lógica y empírica de la literatura victoriana, y además, lo hizo de forma creíble; tanto es así, que muchos lectores llegaron a convencerse de que Holmes era un personaje real. 

Lo que más me gusta de las novelas de este autor no es solo el reto intelectual que supone cada caso, sino la forma en que transmite la historia. 
Doyle no contaba, mostraba, por lo que todas las escenas conllevan una carga emocional. Solo hay que leer una de sus obras, no necesariamente esta del El sabueso de los Baskerville, y seleccionar una escena al azar. Con solo una sencilla descripción consigue transportar al lector hasta finales del XIX. 
Las descripciones de las calles de Londres, con los cascos de caballos retumbando de fondo sobre el suelo adoquinado; las farolas a medio gas; la niebla que lo invade todo; los pequeños vendedores de periódicos gritando las noticias del día; el humo del tabaco de ese caballero que pasa a tu lado haciendo un gesto con el sombrero, son detalles que te arrastran al interior del libro convirtiéndote en un personaje más de su obra.
En resumidas cuentas... Doyle con su pluma era capaz de hacer imaginar y de sentir hasta al lector más prosaico. 
Y precisamente de esa pluma nació uno de los mejores detectives de la historia de la literatura, por no decir el mejor, porque me costaría hacer una comparación equitativa con mi querido Poirot y dar a cada uno de ellos lo que se merece en función de sus méritos, pero obviando esta pequeña digresión, no se puede negar que creó una mente brillante, capaz de seducir con su retórica y su personalidad. 

Muchos pensamos que el personaje resultó, en ocasiones, egocéntrico o demasiado pagado de sí mismo. Esa crítica no sería algo que nos reprochase el autor, si leyese esta reseña hoy en día, ya que hasta él mismo le dio matarile, harto de sus excentricidades y de que le robase protagonismo; luego como sabéis le trajo de nuevo a la vida, más por obligación que por amor. 
Pero eso es lo que tiene crear a genios, que después tienes que convivir con ellos, y a pesar de esa personalidad que como digo, en ocasiones, puede resultar insufrible, Holmes se hizo querer por todos, e incluso por Watson, que era el que tenía que sufrir en primera persona, su humor y sus salidas de tono, como veréis a continuación:

“—Me temo, querido Watson, que la mayor parte de sus conclusiones son equivocadas. Con franqueza, cuando le dije que usted me estimula, lo que quise expresar es que a veces sus errores me han guiado hacia la verdad.”.

Otro detalle que me gusta de esta novela y del que os quería hablar antes de terminar, es la inclusión de cartas. 
El género epistolar cobró mucha importancia en el s. XVIII y durante el XIX y el XX muchos autores continuaron incluyendo epístolas en sus obras. Un medio tan bueno como cualquier otro para narrar, pero que permitía profundizar en los detalles más importantes sin necesidad de recurrir a grandes descripciones. Era un medio más directo e íntimo que hacía conectar al lector con el emisario de la carta. 
Pues bien, en esta narración Doyle incluye este recurso. El motivo es muy sencillo y va ligado a una curiosidad; esta será la única novela en que Holmes esté ausente durante buena parte de la historia. 
El doctor Watson será, como ya he citado al comienzo, no solo el cronista que nos haga llegar la historia a nosotros, sino que también será los ojos de Holmes en el escenario. 
En esas misivas Watson incluirá todos los detalles más significativos de sus pesquisas, incluyendo descripciones de algunos personajes. Será, solo por una vez y por licencia del detective, el testigo presencial más fiel, porque no me atrevo a denominarle protagonista principal, ya que incluso en ausencia de Holmes, éste acapara esa función.

Y ya me despido. Espero que esta reseña os haya despertado la curiosidad y las ganas por leer los casos de Sherlock Holmes. Es una buena forma de resucitar al personaje, quizás si Doyle levantase la cabeza y viese la magnitud que ha alcanzado su obra, la infinidad de clubes de lectura que leen y releen sus relatos a día de hoy, su punto de vista respecto a su hijo literario cambiaría.

martes, 18 de agosto de 2020

Un asunto tenebroso de Honoré de Balzac

Sinopsis:

Honoré de Balzac (1799-1849) desarrolló una vasta e innovadora obra literaria. Lo hizo con la idea de plasmar en ella toda una sociedad, sin arredrarse ante sus complicados entresijos. Su firme voluntad realista, capaz de abarcar tanto el impulso de una ciencia floreciente como los delicados pormenores de la historia de su tiempo, así como su desbordante capacidad creativa, le han valido la consideración de padre del realismo francés y un lugar indiscutiblemente destacado en la literatura universal. 
 Agrupada junto con otras narraciones entre las escenas de la vida política, pertenece a una etapa de sólida madurez de Balzac y disecciona habilidosamente una historia de trasfondo político y desmanes policiacos, por lo que a menudo se la ha considerado la primera novela del género negro en Francia.

Opinión: 

Un asunto tenebroso está considerada como la primera novela policíaca del mundo. 
Fue publicada en fascículos entre enero y febrero de 1841 y tan solo dos meses después Edgar Allan Poe publicó Los crímenes de la calle Morgue, al que consideran como primer relato detectivesco de la historia de la literatura. No es cuestión de entrar en la polémica de cuál de ellas fue la primera obra policíaca, porque dentro de ese tipo son totalmente distintas.
Poe creó el primer relato breve donde se establecían las reglas de investigación que sentarían las bases del género y Balzac construyó una obra totalmente distinta, basada en hechos reales. Os he mencionado que los expertos la catalogan como la primera novela policíaca, pero a mí me ha parecido más una novela de espionaje, incluso en algunos momentos he encontrado que la balanza se inclinaba más hacia el género negro.
Está claro que para los franceses Balzac será el creador del género y para los americanos lo será Poe, cada uno tira para lo suyo...  

También debo deciros que me ha costado engancharme a sus páginas y dos han sido los motivos.
Las abundantes descripciones pormenorizadas de los ambientes y escenarios, que aunque pienso que son un elemento imprescindible y más en este caso en que se trata de reproducir fielmente una sociedad u otra época, creo que a mí me ralentizaba el ritmo de lectura alejándome del objetivo de la trama.
El otro motivo es la prosa muy adjetivada, me resultaba cargante en exceso y eso también me impedía meterme de lleno en la historia.
Debo aclarar, en este punto, que las descripciones son empleadas por Balzac para que conozcamos en detalle a los personajes, sus motivaciones, los escenarios y ambientes por los que estos se moverán, y aunque son un fijo que encontraremos a lo largo de todo el texto, es cierto que al comienzo son más numerosas. Después te terminas acostumbrando a ellas y parece que el relato cobra más brío.

La obra como he mencionado más arriba está inspirada en hechos reales y se mueve entre el realismo, el drama, la novela policíaca y la de espías. 
Tenemos a un protagonista principal, Michu, que desconcierta desde el comienzo. Balzac oculta sus intereses políticos, tan pronto inclina la balanza hacia un lado como hacia al otro, y eso a los lectores nos descoloca. En unos momentos parece que se mueve por intereses propios y en cambio, en otros, da la vida por proteger a los que admira... Un personaje muy logrado, al que Balzac consiguió dotar con un profundo perfil psicológico. Este personaje hace que desviemos nuestra atención del resto de personajes. Balzac incorpora algunos giros de tuerca y hace que la historia vaya cambiando, apuntando a unos y a otros, dando como resultado un agitado drama de conspiración.

Balzac escribe muy bien pero para mi gusto se pierde en detalles. si os gustan las novelas ambientadas en la época de la revolución francesa que mezclan hechos históricos y espionaje, quizás está historia esté destinada a vosotros.
A mí no me gusta el género de espías y ese puede ser otro motivo por el que no me ha llegado a enganchar del todo. 

martes, 11 de agosto de 2020

El mentiroso de Mikel Santiago

El mentiroso (Trilogía de Illumbe 01)
Sinopsis:

Hay novelas imposibles de abandonar una vez leídas las primeras páginas. Historias que reinventan el suspense y hacen dudar al lector cada vez que termina un capítulo. En este thriller absolutamente original y adictivo, Mikel Santiago rompe los límites de la intriga psicológica con un relato que explora las frágiles fronteras entre el recuerdo y la amnesia, la verdad y la mentira.
En la primera escena, el protagonista despierta en una fábrica abandonada junto al cadáver de un hombre desconocido y una piedra con restos de sangre. Cuando huye, decide tratar de reconstruir él mismo los hechos. Sin embargo, tiene un problema: no recuerda apenas nada de lo ocurrido en las últimas cuarenta y ocho horas. Y lo poco que sí sabe es mejor no contárselo a nadie.
Así arranca este thriller que nos traslada a un pueblo costero del País Vasco, entre sinuosas carreteras al borde de acantilados y casas de muros resquebrajados por las noches de tormenta: una pequeña comunidad donde, solo aparentemente, nadie tiene secretos para nadie. 

Opinión: El mentiroso (Trilogía de Illumbe 01)

Ya os he hablado en otras ocasiones de Mikel Santiago, un autor que se mueve con soltura dentro del género de suspense y que ofrece, en cada nueva novela, un rompecabezas completamente distinto al anterior, sin llegar a repetir argumento, escenarios ni estructura.
En cambio, lo que sí repite y con acierto son los elementos que apunto a continuación.

La trama resulta hipnotizante desde las primeras páginas y logra mantener el suspense hasta el final, gracias a los giros de tuerca que disemina por todos los capítulos. 
Es amante de las localizaciones aisladas y de la climatología adversa, elementos que consiguen generar un ambiente oscuro y angustioso,  favoreciendo y acentuando la intriga.
Otra curiosidad podría ser que al pertenecer al género de suspense, el gremio policial tiene escasa o limitada participación, pero de eso ya os hablaré más abajo. 
Para terminar, porque no es cuestión de aburriros con repeticiones, hay otro elemento al que recurre y que considero el más importante: el tipo de narrador utilizado. 
Mikel Santiago se siente cómodo narrando en primera persona y otorga lógicamente esa función al protagonista. Sabéis que siempre os digo que una narración en primera persona puede resultar poco fiable, porque solo tenemos su versión, y en una novela que lleva el título de "El mentiroso", ese detalle cobra bastante importancia.
 
El libro se divide en siete partes, todas ellas compuestas por capítulos muy cortos que aligeran la narración, favoreciendo el ritmo narrativo.
Si habéis leído la sinopsis supongo que tendréis una idea bastante general del argumento.

Un joven despierta en una fábrica abandonada junto al cadáver de un hombre desconocido. No recuerda nada y todos los indicios parecen indicar que él ha sido el asesino.
Con esa premisa inicial, Mikel Santiago nos introduce directamente en el conflicto e inicia una carrera contrarreloj para despejar la incógnita de ¿Quién lo hizo?
Y es que, básicamente, esta historia es eso: un thriller con tintes de Whodunit
¿Recordáis esas novelas policíacas clásicas en las que hay que averiguar quién, cómo por qué? Pues aquí vamos a encontrarnos con algo muy parecido: una novela híbrida que mezcla el thriller con ese otro género detectivesco. 
Vamos a contar con un montón de personajes, todos con motivos y coartadas, que pululan por los escenarios sembrando pistas falsas, mientras que el protagonista, el encargado de dar solución al misterio, intenta descubrir al verdadero culpable. 

Pero en esta historia, el protagonista no solo inicia una búsqueda para encontrar las pistas que le hagan aparecer como culpable o inocente, rellenando esos vacíos que hay en su memoria, no, también va a participar en otra más íntima, que le ayudará a descubrir datos sobre su pasado familiar. 

En este libro vamos a contar con un personaje principal, el resto son incidentales. Eso no es algo malo, porque cumplen al pie de la letra con su función. Son empleados como recurso para relacionarse entre sí y crear un entramado complejo, dando coherencia a la trama principal.

Y ahora que nos acercamos al final llega el momento de señalar que no es la obra que más me ha gustado del autor. Dice el refrán que "antes se pilla a un mentiroso que a un cojo" y nuestro mentiroso de hoy tiene detallitos que no me han convencido, como algunas escenas previsibles, demasiadas explicaciones en algunos momentos y falta de presión policial sobre el protagonista que le restaba tensión. Sobre esto último ya os había mencionado algo al comienzo; es un fijo de los thrillers que la policía solo aparezca al final o que lo hagan de forma incidental, pero en esta ocasión ese detalle es algo que no puedo pasar por alto, porque el propio argumento nos guía, inevitablemente, una y otra vez hacia ellos. 

A pesar de esto que acabo de señalar me mantengo en que es una novela bastante interesante.
Sopesando los pros y los contras, estos últimos no consiguen hacerme olvidar que he disfrutado con su lectura. Ha conseguido que me evada de la situación actual, manteniéndome pegada a sus páginas y eso es algo que yo valoro por encima de otros detalles y más en este momento. 

martes, 4 de agosto de 2020

Cómo casarse en Santa Manuela de Sylvia Herrero

Cómo casarse en Santa Manuela (Trilogía de Santa Manuela 01) 
Sinopsis:
 
Lucas acaba de pedirle a Lola que se case con él. Ella es el amor de su vida, se conocen desde que iban juntos al colegio, tienen una casa preciosa recién construida a la que pronto se irán a vivir, un anillo que demuestra al mundo lo mucho que se quieren y una pandilla de toda la vida que espera con entusiasmo el feliz enlace. ¡La primera boda del grupo! ¿Qué puede salir mal?
Sin embargo, Lucas guarda un secreto que haría peligrar todo lo que tiene hasta ahora, la boda e incluso, lo más importante de todo, el amor de Lola.
Menos mal que vive en Santa Manuela, donde puede contar con la ayuda incondicional de sus amigos y con unos vecinos que nunca dejan a nadie atrás.
Cómo casarse en Santa Manuela es un relato desenfadado, con giros inesperados, en el que reina el buen humor, la amistad y el cariño en un pueblo donde uno vale tanto como el amor que demuestra a los suyos. 
 
Opinión: Cómo casarse en Santa Manuela (Trilogía de Santa Manuela 01) 

Supongo que a todos os sonará el término: Chick lit. Parece ser que es un género bastante nuevo, que se creó a raíz de las novelas tipo "El diario de Bridget Jones", y que próximo a la novela romántica nos muestra a mujeres independientes y los problemas que arrastran: familiares, en el amor, en el trabajo, etc.
Ya sabéis, los que me visitáis de forma asidua, que a mí esto de las nuevas categorías no me hace mucha gracia, porque lo único que consiguen es liar al personal. 
Los límites de los géneros son difusos y a menudo se confunden, incluso muchas veces, una misma obra, puede encuadrarse en uno u otro, porque es imposible valorar en qué proporción aparece cada uno de esos elementos que hacen característico o diferencian una categoría de otra.
No soy una experta en este género, es más... reconozco que no soy muy dada a leer novela con tintes románticos, no hay ningún motivo en especial, simplemente que hay otros géneros que acaparan la mayor parte de mi tiempo. Pero lo cierto es que cuando vi esta serie de novelas me atrajeron mucho, lo primero por sus portadas que encadenadas formaban una especie de tríptico muy colorido, y lo segundo por su sinopsis que me pareció que podía encajar en la categoría de Feelgood, esas novelas emotivas, desenfadadas, que esconden toques de humor y que al final te hacen sentir muy muy bien. 
Este tipo de lecturas para mí son un escape en momentos en que tengo otras que se me hacen cuesta arriba, o bien, el oasis al que recurrir cuando no sé que leer. 

Esta historia, además de destacar por todo lo mencionado, también esconde un secreto que se convierte en motor de la trama, un elemento que alimenta la trama, que genera intriga y que impulsa al lector a seguir leyendo.

Ya sabéis que esta es la primera entrega de la trilogía de Santa Manuela, y cada una de ellas tendrá a una pareja como protagonista. 
En Cómo casarse en Santa Manuela los personajes centrales serán Lola y Lucas, dos jóvenes que viven en ese pueblo pirenaico. A través de ellos conoceremos a sus habitantes y a su pandilla de amigos, un grupo que irá adquiriendo cada vez más peso en la trama.
Santa Manuela del Val es el nexo que une las novelas y los personajes saltarán de una a otra, sin olvidar decir que cada entrega tendrá como protagonista central a una pareja distinta de ese grupo de amigos.

Hay otro detalle que también me ha gustado mucho y que creo interesante contaros, y es que su autora describe muy bien el sistema de casas que existía en la zona del Pirineo. Una fórmula que había asegurado la supervivencia en los valles durante siglos pero que después también acarreó problemas. 

Su narración es, casi en su totalidad, lineal, aunque sí es cierto que algunos personajes intercalaran en su relato secuencias referidas a un tiempo pasado, cumpliendo así una función importantísima, la de asentar los cimientos sobre los que se construye la historia.
Para que un argumento resulte creíble, los lectores debemos conocer en profundidad a todos los personajes, incluidos los secundarios. Por ello Sylvia Herrero construye un pasado para todos, incluido Santa Manuela que más que un escenario es un personaje omnipresente. Esa es la fórmula correcta para crear un microcosmos, no sirve con inventarse un pueblo y plantar allí una serie de personajes, hay que reservar en el texto un espacio para cada uno de ellos e insuflarles vida.

Para ir terminando os diré que sigo dando vueltas al tema de cómo catalogar esta historia. Yo sigo pensando que es feelgood porque cuando la terminas la sonrisa se ha alojado en tu cara. 
Cuando terminamos de leer somos uno más de los habitantes de ese peculiar pueblo pirenaico que han conseguido no solo hacerse un hueco en la trama sino que también en nuestro corazón.

martes, 28 de julio de 2020

Jane Eyre de Charlotte Brontë

Sinopsis:

Jane es una niña huérfana que se ha educado en un orfanato miserable. Sin embargo, pese a todas las adversidades que la vida ha dispuesto en su camino, su inteligencia y su afán por aprender consiguen apartarla del mundo de su gris infancia, y logra establecerse como institutriz. 
Mientras trata de cuidar y educar a la joven Adèle, Jane empezará a trabar una estrecha relación con Edward Rochester, el padre de la pupila. Pero el amor de Jane se verá enturbiado [...]

Una de las grandes novelas de todos los tiempos, Jane Eyre supuso en su época todo un fenómeno, además de un escándalo y una revolución. 
 
Opinión:

Jane Eyre está considerada hoy en día como uno de los mejores clásicos de todos los tiempos.
Fue publicada bajo el seudónimo de Currer Bell y llevó en un principio el título de Jane Eyre: una autobiografía, título que dejaba entrever detalles personales de la autora.
Cuenta la hija del célebre novelista, William Makepeace Thackeray, que cuando la obra se publicó en octubre de 1847, todo Londres hervía en comentarios. 
No solo se hablaba del argumento o de los personajes, sino que lo que más resaltaba era el estilo novedoso. Todo el mundo quería saber quién se escondía tras el alias de Currer Bell, aunque también hay que decir que le surgieron bastantes detractores que tacharon la novela de manifiesto feminista, peligroso y erótico.
El caso es que a favor o en contra, en todos los hogares de Inglaterra era fácil encontrar un ejemplar.
El tono franco a la hora de relatar de Charlotte Brontë y que en su título apareciese "autobiografía", hizo que el público empatizase con la enigmática autora y quisiesen conocer los datos más íntimos de esa vida que aparecía plasmada en el texto.

Las hermanas Brontë siempre habían firmado sus obras con seudónimos ambiguos para evitar esa doble vara que empleaba la crítica y que impedía que las novelas de las mujeres recibiesen una crítica justa. En este caso se hacía más necesario ocultar la identidad de la escritora porque en él se escondía una clara denuncia hacia esa sociedad hipócrita que humillaba a las mujeres de clase media, instruidas, que luchaban por ganarse la vida. 
Con estilo y elegancia, Charlotte Brontë, desenmascara a esas familias de clase alta que muchas veces, pese a su ignorancia, se creían por encima del resto.
La novela también sirve para denunciar el maltrato infantil en las instituciones "benéficas" y es precisamente el tono directo que emplea Charlotte, a la hora de hacernos llegar la historia, lo que hace que empaticemos con el personaje principal, Jane Eyre.

Esta novela, que se cataloga dentro del Romanticismo, hace mucho hincapié en la soledad; en los sentimientos de los personajes, en sus pasiones; en lo onírico y lo sobrenatural, y es precisamente este último detalle el que me empujó a leer la obra. 
Este género, como ya sabéis, se alió en muchas obras con el movimiento gótico; ambos surgieron como reacción al Racionalismo y en esta obra se cuelan algunas de esas características góticas. Las notas de suspense se generan en la mansión Thornfield; las emociones desbocadas de los personajes, como los celos o el amor enfermizo; se apela al lector mostrando un personaje femenino oprimido y a un personaje masculino tiránico...
Toda esta enumeración de detalles me lleva a deciros que me arrepiento de no haberlo leído antes, porque el resultado ha sido muy positivo. 
Charlotte consigue envolver de un tono misterioso a toda la obra y aunque algunas escenas se tornan demasiado previsibles a pesar de los giros argumentales, no desmerecen mi valoración general.

En el argumento no voy a profundizar, creo que las editoriales cuentan más de lo que debían en las sinopsis, ya que muestran sucesos determinantes que debían omitirse, y por ese motivo he editado ese campo. 
Vale que el libro fue escrito hace casi doscientos años, pero eso no les da derecho a colar spoilers del tamaño del Cañón del Colorado. 
Creo que deberían mostrar más respeto hacia sus lectores y simplificar al máximo los resúmenes del libro, porque precisamente eso es una sinopsis, un esquema o resumen muy breve y general de la obra.
Los lectores, si queremos un resumen más amplio, ya nos encargaremos nosotros de leer el libro.
Tras este tirón de orejas retomo la reseña...

Charlotte Brontë hace uso de un narrador en primera persona. 
Jane Eyre será la encargada de contarnos su historia, tal y como ella la recuerda, pero haciendo gala de una narración tan sumamente íntima, que permite que conozcamos todo lo que pasa por su mente. De esa forma consigue exponer al lector, conmovernos y conseguir que empaticemos con ella.
Jane es un personaje femenino complejo y completo. 
Se ha hecho fuerte a base de sufrir calamidades e injusticias, tal y como les ocurría a todos esos otros huérfanos célebres que se asoman por las páginas de nuestros clásicos.

La narración de la vida de Jane se divide en varias etapas, la primera nos contará los diez primeros años de su vida y después dado que no hay nada extremadamente significativo da un salto de ocho años y conoceremos a la Jane adulta, una mujer de diecinueve años que tiene que empezar a ganarse la vida.

La novela cuenta con muy pocos personajes, por lo que es fácil seguir la trama sin perderse. Al girar toda la historia alrededor del personaje de Jane, ella será la única protagonista, el resto del elenco de personajes pasan a cumplir con una función más secundaria dividiéndose en incidentales y ambientales, lógicamente algunos resultarán más interesantes que otros, aunque todos serán necesarios para sostener y hacer creíble el argumento. 
El arco de transformación variará, los habrá con un arco ascendente y otros totalmente descendente, y quizás estos últimos son los que hacen que resalte más la personalidad de Jane. 

Como podéis ver es una novela clásica muy recomendable. 


martes, 21 de julio de 2020

El mago de Oz de L. Frank Baum

Sinopsis:

Arrancada de su hogar en Kansas por un huracán, la pequeña Dorothy aterriza en un mundo desconocido. Comienza así una travesía junto a su perro Toto en busca de la única persona capaz de devolverlos a casa: el Mago de Oz. Durante el viaje hasta Ciudad Esmeralda, donde vive esa figura, se enfrentarán a un sinfín de obstáculos y peligros, pero contarán también con inestimables aliados: un espantapájaros sin cerebro, un león sin coraje y un hombre de hojalata sin corazón.
Más de un siglo después de su publicación, la magia de L. Frank Baum se despliega ante nosotros como si el tiempo apenas hubiera transcurrido. Con la iluminadora introducción del profesor y estudioso Jack Zipes y las ilustraciones que han acompañado a la novela desde sus inicios, esta edición rinde homenaje a una de las aventuras más entrañables de todos los tiempos.
«Es un buen mago. Si es un hombre o no, es cosa que ya no puedo decirte, porque nunca le he visto.»

Opinión:

Si os digo el nombre de L. Frank Baum no sé si os sonará de algo, reconozco que a mí no, pero si os cito "El mago de Oz" seguro que la cosa cambia.

Este autor, debido a una enfermedad coronaria de nacimiento, desarrolló desde muy joven el gusto por los cuentos de hadas, la literatura victoriana y una gran pasión por Charles Dickens, lo que le llevó a dedicarse a la escritura, eso sí, antes de llegar a ese punto, ejerció bastantes y muy diversas actividades, entre ellas actor, empresario teatral y comerciante.
La insistencia de su suegra, gran admiradora de las fábulas que Baum contaba a sus hijos antes de ir a la cama, le animó a escribir esos cuentos infantiles que más tarde le darían una fama relativa...

Fue contemporáneo de Julio Verne y al igual que al mencionado se le considera un visionario.
En sus obras aparecen menciones a la televisión, a los ordenadores portátiles, los teléfonos y a la realidad aumentada, solo por poner algunos ejemplos.
Todos sus cuentos gozaron de bastante éxito, pero no fue hasta 1900, momento en que llega la publicación de "El mago de Oz" ilustrado por Denslow, que pudo abandonar su trabajo de redactor y dedicarse por entero a la escritura y al teatro.
En 1902 llega la primera adaptación musical de este clásico infantil, y ese detalle hace crecer el interés por el extraordinario paraíso utópico de Oz que empuja a Baum a escribir la secuela, "El país de Oz" en 1904.
En esa época el autor compagina la escritura con el teatro, como ya he indicado, pero los fracasos de sus empresas teatrales le obligan a recurrir a ese microcosmos fantástico en varias ocasiones, creando una sucesión de aventuras y merchandising basado en ese mundo de fantasía.

Baum resolvió poner fin a la serie con el volumen titulado "La ciudad Esmeralda de Oz" que se publicó en 1910, pero de nuevo, los fracasos en sus empresas le obligaron a retomar la saga hasta que falleció en 1919.
A pesar de escribir un montón de cuentos y relatos para niños, a pesar de ser el gran imaginador de ese mundo fantástico de Oz, hoy en día, es un autor muy poco conocido. Pero lo que considero más triste es que su obra cumbre, "El mago de Oz" sea más conocida por su versión cinematográfica que por la novela en sí.

De esta obra, los expertos dicen que esta cargada de tintes políticos, que Frank Baum, lejos de ser un intelectual político, creó un mundo socialista ideal... Yo no voy a entrar en este tema, lo primero porque no soy politóloga y lo segundo porque ese tema me aburre hasta la extenuación.
Creo que las obras o cuentos infantiles hay que leerlos para disfrutar con ellos, y no creo que un autor que se dedica a escribir libros dedicados al público infantil lo haga con un afán de adoctrinamiento. Aunque lamentablemente de todo hay en la viña del señor...

El encargado de transportarnos hasta Oz es un narrador, totalmente ajeno a la trama. Él nos irá presentando poco a poco a los personajes principales que nos acompañarán a lo largo de 24 capítulos y que son prácticamente 4: Dorothy, el espantapájos, el hombre de hojalata y el león.
Llegados a la mitad de la obra aparece el gran Mago de Oz, pero no deja de ser un personaje incidental.
Dorothy, como ya sabréis, irá acompañada desde el comienzo de su inseparable perrito, Toto.
La niña tras ser arrancada de su hogar por un huracán quiere llegar a la ciudad esmeralda para que el mago pueda enviarla de regreso a Kansas.
Dorothy iniciará un viaje siguiendo el camino de baldosas amarillas, y poco a poco se irán uniendo el resto de protagonistas.
El primero en hacerlo es el espantapájaros que quiere conseguir del mago un cerebro que le haga inteligente; el segundo en aparecer será el hombre de hojalata que quiere un corazón y el último en unirse, a este atípico grupo, será el león, que quiere pedir valor.
Todos ellos encaminarán sus paso hacia la ciudad esmeralda, intentando no salirse del camino, pero ese viaje no estará exento de peligros.

La obra en papel tiene algunas diferencias con el musical de 1939, que supongo que será el que todos hemos visto y que tiene como protagonista a Judy Garland, ¡ah! y una Banda sonora superespectacular.
En el relato, Dorothy lleva los famosos chapines que se han convertido en un elemento fácilmente reconocible de la obra. Aquí los zapatos son de color plata y no de color rubí como nos hizo creer la Metro-Goldwyn-Mayer. Supongo que para la película, donde el comienzo era en blanco y negro, resultaba más visual y creaba un mayor contraste si se calzaba a Dorothy con unos zapatos de color rojo.

Por otro lado, insisto, hay bastantes diferencias más, pero seréis vosotros los que tendréis que encontrarlas.

Lo que más destaco, sin duda, es el poder de Frank Baum para transportarnos de la realidad a la ficción. Dorothy vive en un Kansas en blanco y negro, algo que es cierto que coincide con la película, pero al llegar a Oz todo cambia. Las descripciones del autor crean un escenario muy colorista que nos hace plantearnos si el mundo de fantasía no será mejor que el real...

Para ir terminando, el resultado de esta lectura es muy positiva, lo mismo opino de ver el musical. Ambas son obras intemporales, el tiempo no las afecta y en cambio nos aportan muy buenos momentos.

La narración resulta muy recomendable y de fácil lectura para los más pequeños de la casa.
Recuerdo que hace muy poco me preguntaron por libros para niños a partir de ocho o diez años e hice una lista, creo que bastante completa. Pues bien, de habérmelo preguntado hoy creo que este libro iría en esa lista de los primeros.