martes, 16 de julio de 2019

Las siete muertes de Evelyn Hardcastle de Stuart Turton

Sinopsis:

Una extraordinaria mezcla de Agatha Christie, Atrapado en el tiempo, Origen y Black Mirror.
Lo que comienza como una celebración termina en tragedia. Los Hardcastle han organizado una fiesta en Blackheath, su casa de campo, para anunciar el compromiso de su hija pequeña, Evelyn. Al final de la noche, cuando los fuegos artificiales estallan en el cielo, la joven es asesinada. Pero Evelyn no morirá una sola vez. Hasta que Aiden Bishop, uno de los invitados, no resuelva su asesinato, el día se repetirá constantemente, siempre con el mismo triste final.
La única forma de romper este bucle es identificar al asesino. Pero cada vez que el día comienza de nuevo, Aiden se despierta en el cuerpo de un invitado distinto. Y alguien está decidido a evitar que Aiden escape de Blackheath.
Finalista del prestigioso CWA Gold Dagger Award

Opinión:

¿Habéis jugado alguna vez una partida de Cluedo?
Para los que no conozcáis el juego o no hayáis tenido la oportunidad de jugar os diré, que es un juego de investigación, en el cual debemos resolver el asesinato de un solitario millonario.
Tendremos que aportar tres datos si queremos ganar el juego: quién lo asesinó, el arma y el lugar.
Pues bien, esta novela nos va a ofrecer casi lo mismo, porque es como echar una partida a ese juego de mesa; recorreremos todas las habitaciones de la mansión, los jardines, el lago, etc... al tiempo que paseamos por dentro de los personajes intentando encontrar pistas.

Una familia acomodada, los Hardcastle, dan una gran fiesta en su mansión de campo.
En ella se anunciará una gran noticia, pero desde el título y la sinopsis, ya sabemos que la fiesta terminará en tragedia.
La trama resulta muy original, Aiden Bishop será el protagonista y el encargado de resolver la misteriosa muerte de Evelyn Hardcastle, pero para llevar a cabo ese gran reto, lo hará de una forma muy especial.
Se verá obligado a investigar esa muerte, rememorando el día, una y otra vez, hasta que dé con el asesino.
Cada día se despertará en el cuerpo de uno de los asistentes a la fiesta, y durante ocho días, entre pesquisas y desconcierto, deberá ir desentrañando el misterio.

Cada uno de sus anfitriones nos desvelará pistas, aportará su granito de arena a la resolución del caso, ¡pero ojo!, porque las decisiones que tome pueden alterar su futuro.
También contaremos con el aporte adicional de angustia, ya que también harán acto de aparición personajes que le perseguirán complicando el desarrollo de las pesquisas, porque en la casa, junto a Bishop, hay otros dos individuos atrapados en el cuerpo de invitados y criados, y solamente uno podrá abandonar definitivamente la mansión, una vez que esté resuelto el enigma.

Esta novela está escrita al más puro estilo Whodunit, ¿Quién lo hizo?, es decir, los lectores nos enfrentamos a un complicado y extraño rompecabezas y deberemos resolverlo antes de llegar al final. Pero esta novela se complica un poco más, porque también deberemos hacerlo antes de que el reloj marque el final del día.

Es una obra policíaca al estilo de Agatha Christie, eso sí, con otro ligero matiz, "Las siete muertes de Evelyn Hardcastle" incorpora también un guiño hacia el género de la ciencia ficción.
La historia en general resulta interesante, porque es la clásica novela en la que hasta el final desconocemos quién es el asesino.
Los lectores adoptamos en esta especie de juego "el modo investigador", iremos conociendo las pistas al mismo tiempo que el protagonista, y eso nos permite conjeturar y averiguar sobre lo que esconde cada personaje, y por supuesto, quién puede ser el asesino... porque todos tendrán ocasión.

Tras pasar las primeras páginas nos encontramos con un mapa de la mansión y la invitación al baile de disfraces.
En esa invitación se encuentra el primer generador de intriga:
¿Qué ocurrió entre Thomas Hardcastle y Charlie Carver, y por qué se ruega en la invitación que no se mencione dicho suceso?
Como veis, nuestra tarea será meternos en la piel de un detective; se irán resolviendo enigmas al tiempo que otros surgen a nuestro alrededor, sin darnos un solo respiro, e impulsando la trama para que no se estanque.
Todo lo que ocurre alrededor de Bishop, parece extraído de un sueño, y entre pincelada y pincelada onírica, nos vamos desplazando lentamente por la trama, como si de un gran lienzo se tratase.
Tras acabar el segundo capítulo, os aseguro que nos encontraremos ante un folio en blanco con un montón de enigmas por resolver.

La novela está dividida en ocho días, pero el relato no nos llegará de forma lineal, ya que habrá días en que lo que se cuente quede interrumpido momentáneamente, ¡el clásico cliffhanger!
La decisión que tome Bishop le obligará a saltar a otro anfitrión, y para saber lo que ocurre, para completar esa nueva pieza del puzzle, tendremos que esperar a que se de la situación idónea para que el protagonista retroceda de nuevo a ese día.

Es una novela compleja, laberíntica, porque cada uno de esos personajes en los que despierta el protagonista, tiene unas prioridades o limitaciones.
Lo primero que deberá hacer es habituarse al nuevo físico y a su personalidad.

Nos vamos a encontrar con ocho hilos argumentales, protagonizados por ocho invitados a la fiesta, pero cuyo narrador, en primera persona, será siempre Bishop, ya que está preso en cada uno de ellos.
Esa narración nos aportará distintas visiones sobre un mismo hecho, es decir, un relato a caballo entre la polifonía literaria y el multiperspectivismo.
Veremos como los invitados se cruzan e interactúan entre ellos, mostrándonos varias versiones del mismo suceso, porque cada anfitrión actúa de forma distinta, ofreciéndonos su visión, su linea de investigación y/o de pensamiento, independiente al de los otros personajes, aunque esas lineas argumentales giren siempre alrededor de lo mismo, averiguar quién mató a Evelyn.

Para terminar...
No es de las mejores novelas que he leído, pero sí resulta entretenida por su argumento y sobre todo, por la elaborada estructura, que es como hacer una casa con palillos... eso sí, debéis leerla atentamente, porque cualquier despiste os puede dejar descolgados del argumento, ya que la historia gira una y otra vez sobre sí misma, aportando pequeños detalles que hacen que la trama cambie.
Para mi gusto creo que le han sobrado cosas, y es que el toque de ciencia ficción, el enfoque que se da al final, no me ha llegado a convencer.
Respecto a los personajes, me han parecido con poca definición, lo que me complicaba el conectar con el argumento.
Aun así, pienso que es una historia curiosa y que quizás deberíais darle una pequeña oportunidad, pero eso depende de vosotros...


martes, 9 de julio de 2019

Los Goonies de James Kahn

Sinopsis:

La novela oficial de uno de los fenómenos de todos los tiempos.
Los Goonies buscan un tesoro oculto…y lo que encuentran es ¡un montón de problemas!
Es verano en el pequeño puerto marítimo de Astoria. Los Goonies están inquietos: una gran constructora amenaza con apropiarse del pueblo. Pero tras encontrar un viejo mapa pirata, el grupo sale a buscar el tesoro que puede salvar a todo el barrio.
No cuentan con los esqueletos armados, los pasadizos subterráneos llenos de trampas y un asesino en busca y captura. Y todos ellos desean acabar con los Goonies.
Juraron apoyarse contra viento y marea. Por suerte para ellos, porque está a punto de iniciarse la aventura más increíble de sus vidas.

Opinión:

Supongo que a todos, o a la gran mayoría de los que vivisteis la década de los ochenta, os sonarán "Los Goonies", una historia de aventuras basada en una idea de Steven Spielberg, que se convirtió en película de culto en esa década.
Fue dirigida por Richard Donner y Spielberg el encargado de la producción con guion de Chris Columbus.
La novela llegó con posterioridad, y el encargado de hacerla fue James Khan, un escritor que ha realizado las novelizaciones de películas como Polstergeist, Star Wars e Indiana Jones, entre otras muchas.
Según algunas fuentes que he consultado, esta novela fue escrita en 1985, pero no me queda muy claro ese dato. Lo que sí sé con seguridad es que aquí, en España, la primera edición es de mayo de 2018, momento en que me hice con un ejemplar.

Esta historia nos va a hacer retroceder en el tiempo, y el encargado de guiarnos por ella será el principal protagonista, Mikey Walsh.
Mikey es un joven de tan solo trece años, un integrante de la pandilla de los Goonies, y nos relatará, haciendo uso de una narración en primera persona que se adapta como un guante a la edad del personaje, las aventuras que vivieron en el otoño pasado, justo en la fecha límite del desahucio de las casas de Los muelles de Goon.
Mikey y sus amigos viven en el pueblo costero de Astoria, justo en esa zona que os acabo de mencionar, Los muelles de Goon, de ahí procede el nombre de la pandilla, y esa zona humilde va a ser recalificada para construir un campo de Golf.
El tiempo avanza sin detenerse, y parece marcar el final de la convivencia de este grupo de amigos, que ven como se acerca el nefasto día en que la pandilla se separe definitivamente.

Pero tal y como comienzan siempre las aventuras, por casualidad, encuentran un mapa, ajado y roto a trozos; dibujado a mano con gran detalle y firmado por un tal "Willy el Tuerto", un famoso pirata que surcó los mares en el s. XVII, sembrando el terror a bordo de su barco, "Infierno".
Willy el Tuerto consiguió acumular un tesoro valorado en millones, pero el Rey envió a toda la armada en su búsqueda.
Tras una larga y sangrienta persecución, Willy se escondió junto con su barco y tripulación, en una cueva de la costa, donde la armada destruyó su entrada a cañonazos, enterrando así la historia de Willy el Tuerto.
Nada más se supo del Infierno y su tripulación, pero alguien debió escapar llevando consigo el mapa.
La X roja, como en todo mapa que se precie, marca el lugar donde se esconde el tesoro, y sin pensárselo dos veces, Los Goonies se lanzarán a la que creen su última aventura juntos.

El primer capítulo sirve para presentar a los personajes. De esa forma conocemos a Mikey, a su hermano Brand, Bocazas, Gordi y Data, aunque luego aparecerán un par más que se unirán a las filas de los Goonies, y por supuesto no puedo olvidar mencionar a los malos, que operan en la trama como antagonistas.

Es una lectura muy fresca, quizás tenga unos personajes estereotipados, los típicos que abundaban en las novelas o películas de aventuras de los años 80. Pero esa pandilla de chicos, normal y corrientes, con los problemas típicos de la edad, muchas veces discriminados por su aspecto o por su condición humilde, son precisamente los que convierten la historia en fascinante.

Esta novela trascurre de forma lineal, casi en su mayoría; con un solo hilo narrativo a cargo de Mikey, pero en determinado momento, hay un personaje, Gordi, que queda descolgado de la trama principal. Sus andanzas se separan del grueso del grupo, él toma el protagonismo de esa nueva linea argumental que transcurre de forma paralela al otro hilo que nos cuenta los avances de los Goonies. Lo más normal habría sido que James Kahn cediese el control de la narración, en esos momentos, a Gordi, en cambio no sucede así...
Mikey seguirá siendo el narrador protagonista, y nos contará, lo más fielmente posible, lo que Gordi le relate con posterioridad, porque toda la historia la conoceremos una vez que haya terminado, cuando Mikey haya reorganizado sus recuerdos. Lógicamente, para que esto sea posible, las dos lineas argumentales tendrán que unirse de nuevo, y con ello los personajes.

No podría quedarme con un personaje como favorito, porque realmente todos se complementan, son una pandilla y se apoyan unos en otros, como buenos Goonies.
Data nos arrancará sonrisas con sus ingeniosos y frustrados inventos.
Bocazas con sus salidas a destiempo.
Gordi con su fantasía, y Mikey por ser un pequeño líder en potencia, capaz de mantener unidos a todo el grupo, incluso en los momentos más difíciles.

Es una obra tan entretenida, que ves como el tiempo vuela mientras te sumerges entre sus páginas. El lector se ve arrastrado junto a la pandilla, en busca del gran tesoro que termine con sus problemas.
Es un libro juvenil, sí, pero un gran libro que hará las delicias tanto de niños, como de adultos, por las grandes sorpresas y emociones que nos harán rememorar nuestra infancia.
El texto está adornado con pequeñas notas de humor que os aseguro que arrancarán más de una carcajada a los lectores.


martes, 2 de julio de 2019

Amnesia de Federico Axat

Sinopsis:

«Desperté envuelto en una bruma de confusión, como solía sucederme cada vez que me emborrachaba y caía rendido en otro sitio que no fuera mi propia cama. Esta vez estaba en el salón de mi casa, y al abrir los ojos descubrí el cadáver de una chica.»
A sus veintisiete años, John Brenner ya es un ex alcohólico, está divorciado y tiene una hija de cuatro años a quien ve menos de lo que le gustaría. Una noche despierta en el suelo de su casa sin poder recordar absolutamente nada de las últimas horas. A su lado hay una botella de vodka vacía, una pistola y el cadáver de una chica joven y hermosa que no recuerda haber visto nunca antes. En su cabeza retumba sin cesar la misma pregunta: «¿Soy el asesino o alguien llevó a cabo el montaje perfecto?»
Todo parece indicar que le han tendido una trampa. John es un hombre sencillo, y no se imagina quien podría querer inculparlo de un asesinato. La respuesta solo podrá encontrarla él, escondida en su propia mente, e irá aflorando en una serie de sueños recurrentes donde la misteriosa chica lo sigue por el bosque repitiendo la misma frase perturbadora: «Has olvidado algo».

Opinión:

Hace un año os hablé por primera vez de Federico Axat; un autor bonaerense que estaba encandilando con sus novelas de suspense a millones de lectores.
Con "El pantano de las mariposas" tuve el primer contacto, y a esa lectura le siguió en el tiempo, "Benjamín".
Ahora, tras leer "Amnesia", debo deciros que las buenas sensaciones que me dejaron siguen intactas. Creo que es un autor de brillante imaginación que logra descolocar totalmente a los lectores con unas tramas perfectamente hilvanadas.
Nada en sus obras resulta como lo esperamos, sumergiéndonos a su voluntad en una sensación de irrealidad de la que solo logramos emerger al final.
Esas narraciones son como cajas de sorpresas que se van abriendo poco a poco, compuestas a su vez de otras pequeñas historias, aportando cada una su buena dosis de intriga.
También hay otro detalle que sería bueno señalar, da igual que la trama ocurra en el pasado o en la actualidad, porque la ambientación resulta brillante.

De momento, he encontrado que sus libros comparten bastantes detalles entre sí, sin caer en ese error que os he comentado de otros autores, que hacen un guión y lo repiten hasta la saciedad en todas sus obras.
Federico Axat aunque crea un "universo propio" con elementos que se repiten en sus narraciones, no peca del abuso y por tanto de aburrirnos.
Esos elementos comunes son:

 El primero, que sus libros son de lectura independiente, con lo cual para los lectores a los que no nos atraen mucho las sagas supone un aliciente.
 El segundo denominador común es la ubicación de sus novelas, Carnival Falls; una población, ficticia, situada en el centro de Nueva Inglaterra.
Este detalle que acabo de mencionar me resulta muy interesante; son novelas independientes, en apariencia no las debería unir ningún lazo salvo ese escenario, y lo más atractivo es que no sería raro encontrar personajes que se cuelen de una a otra, lo que para mí detectar esos guiños se convierte en una especie de juego.
Otro detalle interesante... el capítulo inicial que actúa de gancho, con un comienzo más que impactante.
 Tampoco puedo olvidar mencionar que hasta el momento, en las novelas leídas, se trata el tema de alguna desaparición, lo que aporta al thriller el toque policíaco o de novela negra.
 Los toques sutiles de fantasía con los que adorna sus tramas y que hacen que el lector se planteé cuanto hay de realidad y de ficción en los sucesos que persiguen a los protagonistas.
Esa intriga de la que ya os he hablado y que encontramos desde el capítulo inicial, sumado a nuestro afán de saber que ocurre, es el motor que impulsa las narraciones.
➤ Y por último, un final que esconde una sorpresa inesperada, y a la cual los lectores solo accedemos en los últimos capítulos.

"El pantano de las mariposas" me sorprendió por la cantidad de vueltas de tuerca que escondía, giros que convertían la trama en imprevisible y desconcertante para el lector, pero también me llamó la atención el estilo elegante y dinámico que la adornaba.
En "Amnesia" me he vuelto a reencontrar con la sorpresa, con esa atmósfera inquietante con la que logra rodear al protagonista y por supuesto con el estilo impecable que caracteriza a este autor.
Un ilustrador de libros infantiles, ex alcohólico, que aporta ese toque que ya os he mencionado y que hace cuestionarse a los lectores cuánto de lo que sucede es real y cuánto fruto de su imaginación.
Este libro, no sé por qué, quizás por el suspense psicológico, por la debilidad engañosa que persigue al personaje y que parece arrojarle en brazos de la locura, me llevaba a recordar la película de Vértigo de Hitchcock, aunque aparentemente no haya relación entre una y otra, salvo los lapsus de memoria.

La novela está construida con capítulos muy cortos, lo que sumado al argumento que no nos concede ni una sola pausa, hace que las páginas vuelen en nuestras manos.
Amnesia es una historia muy, muy entretenida que no dudo en recomendaros, y que sé que a los amantes de las novelas de suspense os agradará, porque Axat dosifica las sorpresas de forma acertada, va desperdigando los datos justos en cada capítulo, y los lectores debemos averiguar cuáles de ellos son trampas.

martes, 25 de junio de 2019

La ventana indiscreta de Cornell Woolrich

Sinopsis:

El derroche sin límites de talento, ingenio y técnica narrativa de que hace gala Cornell Woolrich (también conocido por su seudónimo William Irish ) en los ocho relatos que componen el presente volumen, convierten a este autor norteamericano en uno de los maestros indiscutibles del género policial. El mayor hallazgo de Woolrich (1903-1968) consiste en plantear una serie de problemas cotidiano y cercanos al lector y llevar su solución al extremo con la misma naturalidad con la que se propondría otra salida más plausible. Así encontramos relatos como Proyecto de asesinato, Cocaína, o el famoso La ventana indiscreta -llevado al cine por el genial Alfred Hitchcock-, que son verdaderas joyas del suspense, además de tres muestras definitivas de cómo a partir de un suceso aparentemente sin importancia se llega a una solución dramática marcada por la muerte y el crimen. La maestría en la utilización del diálogo, la inspirada elección de los escenarios y la meticulosa descripción psicológica de los personajes convierten esta selección de relatos en una obra imprescindible no sólo para los amantes del género policial, sino para todos aquellos lectores dispuestos a dejarse atrapar por la buena literatura.

Opinión:

Supongo que a todos os suena el título de "La ventana indiscreta", el relato que hoy reseño.

Hace unos meses os dije que iría comentando obras literarias que hubiesen sido llevadas al cine por el gran mago del suspense, y esta pequeña narración es otra de esas joyitas que los amantes del cine clásico tenemos que tener en cuenta para poder comparar.

Debo deciros que en esta ocasión, aunque la obra literaria es buena... la versión de Hitchcock la supera, porque cuenta con un gran abanico de matices y un desarrollo mucho más amplio que por la brevedad de la obra en papel no podemos apreciar.
Este relato escrito en 1942, cuenta con apenas cuarenta páginas, y es obra del escritor Cornell Woolrich, también conocido por los seudónimos de William Irish o de George Hopley, y forma parte, junto con otros siete relatos más, de este volumen donde se recogen algunas de sus mejores historias, consideradas como verdaderas joyas del suspense.
Quizás la que más suena, porque fue llevada al cine por Hitchcock en 1954, es esta de "La ventana indiscreta", que el genial cineasta tituló como Rear Window, literalmente La ventana trasera.
En castellano la película adoptó el título que ya conocemos, y quizás es el que mejor se adapta al argumento, porque también hay que señalar que el título dado por Cornell, It had to be murder, algo así como... Tenía que ser un asesinato... pues tampoco es que le haga mucha justicia.

En este pequeño prólogo que estoy haciendo antes de comenzar con el comentario del relato, falta mencionar que a Irish se le conoce también con el sobrenombre de "El Rey del suspense", y lo más curioso de leer su biografía, es que su vida personal estuvo marcada por una relación amor-odio con su madre.
Esto le llevó a convertirse en un ser huraño, alcoholizado y que terminó sus días invalido y viviendo en un hotel.
Tras leer esa breve nota biografía que aparece al comienzo del libro, me vino a la cabeza la imagen de Norman Bates, el protagonista de Psicosis, otra obra de Hitchcock que se estrenó en 1960, inspirada en los crímenes de Ed Gain, un asesino en serie de Wisconsin y que Robert Bloch plasmó con acierto en su novela en 1959. otra obra que ya reseñaré...

Pero bueno, llegando al tema que nos ocupa...
"La ventana indiscreta" es la narración que da título a este compendio de relatos y en ella me voy a centrar exclusivamente.
Quizás en otra ocasión, saque tiempo, y también reseñe el resto de relatos que en este volumen se incluyen...

Esta historia resulta perfecta para ser representada como obra de teatro, ya que el escenario, sobre el que se construye la trama, es una simple habitación, con una ventana orientada a un patio interior y desde la cual se observa, sin esfuerzo, la fachada del edificio de enfrente; como veis un escenario sencillo.
Tampoco son necesarios muchos personajes, ya que en el libro solo aparecen tres o cuatro.
El protagonista, Hal Jeffries que está impedido temporalmente, y Thorwald, el supuesto asesino.
El tercer personaje no tiene un gran desarrollo para la historia. Es totalmente incidental, me estoy refiriendo al criado de Jeffries, Sam, un personaje que solo hace acto de aparición en un par de escenas y cuyas acciones, en la obra de Hitchcock, aparecen repartidas entre los personajes que encarnan Grace Kelly, como novia de Jeffries, y Stella, la enfermera que le atiende.
A pesar de esto que acabo de mencionar, del poco protagonismo de este personaje secundario, sus acciones resultan determinantes para la trama, ya que si se prescinde de él, muchas de esas escenas y por lo tanto sus consecuencias, no se habrían producido.
El cuarto personaje es un policía, al que Cornell Woolrich solo le reserva un par de entradas y salidas de escena...

Pero lo que más me llamó la atención, de esta pequeña obra literaria, es comprobar que no aparece ni una sola mujer en toda ella, salvo ¡claro está!, la desaparecida; un personaje que solo aparece citado al comienzo de la obra, pero que por su desaparición, más que sospechosa, la convierte en omnipresente a lo largo de la narración.

El autor hace progresar la historia hasta el climax, desde más o menos la mitad de la historia, y sigue la estructura de la clásica narración Ab ovo, con una breve introducción, un nudo y un desenlace. Como veis todo con un estilo muy clásico...
El resto de los personajes ambientales que aparecen nombrados de refilón, no se relacionan con los dos protagonistas.

Esos personajes que comparten edificio o el patio del vecindario, viven cada uno en su propio mundo, aunque eso sí, todos participen de ese microcosmos que crea Woolrich para que se muevan en él los dos personajes principales.
Esas vidas de los personajes ambientales, que vemos descritas al comienzo, indican el progreso del tiempo en la narración, con sus historias personales, muchas dramáticas, avanzando paso a paso sin detenerse.

Al comienzo como digo Cornell nos muestra la vida de esos habitantes que comparten un patio de vecinos, y que Hitchcock logra, en su puesta cinematográfica, mostrarnos al detalle; quizás en esa falta de descripción del entorno, es en lo que falla este escritor...

Pero lo que más me ha gustado de esta breve novela, es la meticulosa descripción psicológica, que sí hace del personaje principal, sin olvidar, por supuesto, el argumento y la esencia de la historia, algo que al principio parece aparentemente sin importancia, pero que llegados a un punto, se complica tanto que el final termina marcado por una gran tensión dramática.

Otro detalle de esta narración que creo acertada, es que el autor nos pone en el lugar del protagonista; nace una complicidad entre nosotros debido a que emplea el uso de la primera persona.
Nos va contando los acontecimientos, según los ve a través de su ventana, pero parece que es privado de la gracia de la intuición, un don con el que sí contamos los lectores.
Nosotros vamos un paso por delante de él, intuimos que el reloj corre en su contra y que eso que comenzó como un entretenimiento sin consecuencias va a complicarse.
Ese detalle
que acabo de citar, ese reloj que avanza sin pausa pero sin prisa, es un elemento externo que aumenta la tensión y la ansiedad.

Cornell construye a partir de una historia sencilla y con total naturalidad, una trama a la que luego recubre con una atmósfera asfixiante, que lógicamente termina por adueñarse de los personajes.
Es un relato breve, de apenas cuarenta páginas pero que he creído muy interesante comentar.

El resto de novelas que han sido llevadas al cine por Hitchock  y que ya he comentado aparecen abajo...

Crimen perfecto
Extraños en un tren
La dama desaparece o Alarma en el expreso.
Pero... ¿Quién mató a Harry?
Rebeca

miércoles, 19 de junio de 2019

La madre de Fiona Barton

La madre (Saga Kate Waters 02)
Sinopsis:

Si él hubiera hecho algo horrible, ella lo sabría. ¿O no?
Todos sabemos quién es él: el hombre que vimos en la portada de todos los periódicos acusado de un crimen terrible. Pero, ¿qué sabemos realmente de ella, de quien le sujeta el brazo en la escalera del juzgado,de la esposa que está a su lado?
El marido de Jean Taylor fue acusado y absuelto de un crimen terrible hace años. Cuando él fallece de forma repentina, Jean, la esposa perfecta que siempre le ha apoyado y creído en su inocencia, se convierte en la única persona que conoce la verdad. Pero ¿qué implicaciones tendría aceptar esa verdad? ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar para que su vida siga teniendo sentido? Ahora que Jean puede ser ella misma, hay una decisión que tomar: ¿callar, mentir o actuar?

Opinión: La viuda (Saga Kate Waters 02)

Hoy voy a hablaros de la segunda entrega de la saga dedicada a la periodista Kate Waters, eso sí, debo dejar claro que aunque son novelas que venden como de lectura independiente, en este segundo caso encontramos referencias a lo que ocurrirá en el tercer libro; parece que la autora va allanando el camino para lo que se adivina como una serie a la que se irán añadiendo títulos según el éxito que obtengan, con lo cual no me queda muy claro lo de independientes.

Por otro lado, si ya leísteis la reseña sobre La viuda, sabréis que fue una lectura que consideré bastante atractiva y que no dudé a la hora de recomendar, sin embargo, en esta detecto que la autora ha bajado bastante el listón, a base de exprimir a los personajes principales.
Sabéis que prefiero una lectura emocionante a perfecta, pero encuentro bastantes detalles que no me han convencido, ya veremos si esos detalles se subsanan en la próxima entrega de la saga, que leeré en breve.

En otras ocasiones ya os he hablado del Domestic noir, género que tiene como protagonistas absolutas a mujeres; donde los hombres desempeñan siempre papeles secundarios, y donde la trama, cargada de suspense, está teñida de dramas personales y emociones profundas.
También os he dicho que a mí, particularmente, no me gusta que pinten a las mujeres cargadas de adicciones y arrastrando traumas, y menos que esa imagen provenga de la pluma de una mujer...
Otro detalle que tampoco me convence de esa clasificación o división que se hace del Thriller, es que no creo que existan hombres que escriban exclusivamente para hombres, ni escritoras que dirijan su obras solo al público femenino, soy de la opinión de que los autores escriben para lectores.

Tres voces principales: Emma, Angela y Kate Waters
La autora vuelve a repetir la misma estructura que ya vimos en su anterior novela, La viuda, con tres narraciones que irán tomándose el relevo,
Al principio, las voces principales son hilos aislados, pero según avance la historia, y a través de Kate que actúa como nexo de unión entre ellas, llegará un momento en que sus relatos se crucen.

Cada una de las protagonistas irá aportando datos a la historia, ofreciéndonos su visión particular sobre determinados sucesos, lo que lleva a los lectores a leer varias veces sobre un mismo hecho, eso sí, relatado desde puntos de vista distintos, lo que comúnmente se denomina como multiperspectivismo.
Con este recurso la autora demuestra que una historia puede tener mil caras, dependiendo de quien la cuenta.

Fiona Barton vuelve a dotar a uno de los personajes, en apariencia, de protagonismo limitado, Emma, de una voz más íntima, permitiéndole hacer uso de la primera persona, y para el resto de personajes reserva la tercera. Este detalle que acabo de mencionar, de ceder el uso de la primera persona a un personaje secundario resulta interesante, porque el drama personal que arrastra logra restar protagonismo al verdadero personaje central y conductor de la saga, que es Kate.

Ya habéis visto que Fiona Barton para esta nueva novela tira de lo conocido, y de lo que le funcionó con anterioridad, repitiendo esa estructura, pero las repeticiones no quedan ahí.
Otro detalle que no me ha convencido es tanto cambio de narrador; en vez de crear misterio al dejar el hilo suspendido, lo que hace es afectar al ritmo, que se vuelve demasiado lento en la primera mitad de la novela.
Es cierto que el ritmo mejora tras pasar el umbral de la mitad, ¿pero es demasiado tarde?, yo creo que sí.
También me ha dado la impresión de que hay algunos personajes que sobran, y con ellos toda la trama a su alrededor, porque lo cierto es que no aportan nada al argumento ni a su desarrollo.

Las protagonistas ni aportan ni sobresalen. 
Las conocemos al comienzo de una forma impersonal.
Después, según avanza la historia, esa imagen va alterándose, gracias en parte a que Fiona Barton recurre a escenas retrospectivas para rellenar vacíos, aportando datos del pasado. Pero a pesar de eso, de que el arco de transformación varía, no aporta mucho a los lectores, y los personajes resultan igual de simples al comienzo que al final.

Os he dicho al principio que la primera parte de la novela carece de intensidad, el ritmo es demasiado lento, pues bien, a partir de esa mitad la cosa mejora, pero el final se convierte en demasiado previsible.
Esta es simplemente mi opinión sobre una lectura que, si bien me ha entretenido, no me ha aportado nada especial; me ha parecido floja, con una estructura cargada de repeticiones... pero ya sabéis que hay tantas lecturas como lectores.
Ya veremos si la cosa mejora en la tercera novela...


martes, 11 de junio de 2019

Benjamín de Federico Axat

Sinopsis:

Ben tiene nueve años, está furioso con su madre y fantasea con la idea de marcharse de casa.
Agobiado, se escabulle en la oscuridad del desván: un sitio prohibido e inexplorado que ha caído en desuso hace años.
Tras una búsqueda exhaustiva en los inmensos bosques de Carnival Falls, es considerado oficialmente un niño perdido, y a medida que los días pasan, su familia empieza a aceptar lo inevitable. Ben ha muerto. Sin embargo él está allí, sobre sus cabezas.
A través de diminutos orificios es capaz de espiarlos, escuchar sus conversaciones íntimas, descubrir sus secretos más terribles y presenciar cómo, lenta pero decididamente, sus vidas se reanudan… sin él.

Opinión:

Hay muchas ocasiones, unas por casualidad y otras de rebote, en que entramos en contacto con un autor y caemos literalmente bajo su influjo.
Eso es lo que me ha pasado a mí con Federico Axat, un escritor con un estilo propio, más que cuidado, que ha conseguido que me vuelva adicta a sus historias de suspense.

De la primera toma de contacto que tuve con él surgió la reseña de "El pantano de las mariposas".
En ella os indicaba que nos ofrecía una serie de historias, que hiladas entre sí, daban como resultado un gran thriller con destellos fantásticos, donde los lectores eramos reconducidos, sin saberlo, hacia un final sorprendente que nos hacía replantearnos todo lo que habíamos estado leyendo.

En esta novela de la que hoy os hablo, "Benjamín", y que fue una de las primeras que Axat escribió, ya nos demuestra su maestría y versatilidad.
Los lectores volvemos a desempeñar un papel fundamental en la trama, actuamos como una pieza más, y aquí llega la primera de mis advertencias: si os animáis a leer la obra de este autor no olvidéis que, muchas veces, la distancia más corta entre dos puntos, no siempre es una linea recta.
Nuestra imaginación, a este respecto, va a jugar en contra.
Con esto, lo que quiero decir, es que no siempre la primera opción en la que pensamos es la correcta.

En "Benjamín", volvemos a encontrarnos una narración que, pese a su sencillez, resulta de una complejidad sublime.
No es una historia para leer a la ligera, ya que si te saltas un solo detalle, al final el puzzle no se completará.
Axat nos hace pensar mientras leemos, y lo mejor de todo, también nos hace reflexionar sobre lo leído cuando hemos acabado.

El personaje principal, como ya conoceréis por la sinopsis, va a ser de nuevo un niño, y la ubicación será la que ya conocemos, Carnival Falls.
Esta localidad ficticia ubicada en el condado de Hillsborough en Nuevo Hampshire, se encuentra muy cerca del estado de Maine, donde Stephen King localiza la mayoría de sus historias.
Ya tenemos, por tanto, otro detalle a tener en cuenta: si en el estado de Maine suceden cosas extraordinarias, ¿por qué no van a suceder en Carnival Falls?

Lo primero que me atrajo de esta novela fue la sinopsis.
Ben, un niño de tan solo nueve años, tras fantasear con la idea de marcharse de casa, decide esconderse en el desván.
Tras una búsqueda exhaustiva, le declaran desaparecido, mientras que él observa los acontecimientos escondido.
Todo esto está muy bien, un argumento que engancha sin haber empezado a leer, pero yo me obsesioné con otra historia que nacía en mi cabeza, de fondo.
¿Qué puede empujar a un niño de nueve años a permanecer en el desván? en un sitio que intuimos, sin necesidad de echarle imaginación, que será frío, oscuro y plagado de vete a saber qué cosas...
Algo me decía que tras la historia de Ben se escondían otras más oscuras, y en eso acerté.

La intriga y el suspense, como veis, están asegurados.
Tenemos a un niño desaparecido, una ciudad donde siempre ocurre algo fascinante, y unas historias de fondo que aportarán tensión.

Pero Federico Axat añade más misterio a la trama de una forma muy sencilla.
Construye una red de secretos alrededor de los personajes principales, que son la familia de Ben, y les dota de una forma de actuar bastante insólita.
También incluye alguna que otra coincidencia, eso sí, sin abusar; unas frases en cursiva, a modo de voz en off, que nos descolocan; y unos extraños mensajes, que Ben empezará a dejar a sus familiares, y que nos llevan al comienzo de este párrafo... a los secretos.

En esta novela vamos a encontramos con constantes retrospecciones, situaciones que nos hacen volver la mirada a lo que ocurrió en el pasado y que sirven para ir complementando la imagen que nos creamos los lectores.
Federico Axat, para los amantes del género de suspense que aún no le conozcáis, os diré que es una especie de mago del thriller, lo que ocurre es que en vez de juegos con las manos utiliza las palabras. Nos engaña, o más bien nos distrae del tema principal, haciendo que nuestra atención repose en otros sucesos que para los lectores parecen importantes. Con cada paso nuevo que demos veremos como se desvelan más secretos que respuestas...
Axat, en pocas palabras... es un genio deformando la realidad.


martes, 4 de junio de 2019

Ana Karenina de Lev N. Tolstói

Sinopsis:

Entre los grandes escritores del siglo XIX, Lev Nicoláievich Tolstói (1828-1910) ha sido calificado como «genio único, sin equivalente en ningún otro país». Aparecida en su versión definitiva en 1877, Ana Karenina es la obra más ambiciosa y de mayor trascendencia del escritor ruso, una novela de corte realista y psicológico que describe con enorme agudeza la sociedad rusa de la época a la vez que plantea una feroz crítica hacia la aristocracia en declive, su falta de valores y la cruel hipocresía imperante.
La culpa, la redención, la búsqueda del bien y la caída en el pecado, el rechazo social y el trastorno interno que dicho rechazo provoca en quien lo padece... todos estos temas aparecen magistralmente engarzados en Ana Karenina, una obra clave de la literatura universal cuya lectura sigue siendo imprescindible.
La colección Austral conmemora con esta edición especial el centenario de la muerte de Lev N. Tolstói, uno de los mayores genios de las letras rusas que supo plasmar como ningún otro la grandeza del alma humana y sus constantes paradojas.

Opinión:

Hoy vengo a hablaros de un clásico de sobra conocido y que llevaba tiempo reposando en mi biblioteca. 

Dicen las malas lenguas que con la publicación de Madame Bovary en 1856, se produjo una gran revolución literaria, ya que la obra traía consigo un cambio en la representación de las mujeres en la literatura, papel que hasta el momento cumplían al pie de la letra, mostrándose fieles y sumisas.
A esta obra la siguieron otras de temática muy similar, como esta de la que hoy os hablo, Ana Karenina, publicada en 1878, o La Regenta en 1885.
Las tres novelas tenían en común, no solo que estaban protagonizadas por mujeres infelices, que se veían empujadas al adulterio por la insatisfacción, sino también por soñadoras, acosadas por una sociedad que no las llegaba ni intentaba comprender.
Por eso ahora, con la oportunidad que nos brinda la distancia, debemos mirar más allá de los personajes, de la crítica social que acompañó la publicación de estas obras, y ver que no solo son mujeres que comenten una falta; son mujeres que reivindican su libertad, el derecho a elegir, y esas carencia de libertad es precisamente lo que las empuja a caer en brazos de un Don Juan, en una especie de acto de rebeldía.

Llegados a este punto, supongo que todos conoceréis el argumento de la novela que ocupa hoy estas lineas, porque básicamente como acabo de mencionar, muchas de las grandes novelas escritas en el siglo XIX, giran alrededor del mismo tema, la mujer infiel.
Pero Ana Karenina va mucho más allá... 

A través de ella, Tolstói nos habla de un amor pasional, de lo bueno y lo malo de esa relación; de la dependencia; del amor idealizado; de los anhelos; y también del sufrimiento por lo que se debe dejar atrás... 
De esta forma, el autor, haciendo uso del realismo literario se enfrenta a las ideas surgidas en la etapa anterior, en el romanticismo; poniendo en evidencia todos esos ideales en que eran instruidas las mujeres cuando se enfrentaban al matrimonio. 
Nos brinda a través de esta historia, una visión realista del drama social, del conflicto que existía entre como se sentían y como debían comportarse.

Alrededor de Ana Karenina va a pintar un gran cuadro costumbrista
Tolstói no solo se limitó a ser un gran observador, sino que meditando sobre todo lo que le rodeaba y valiéndose de su experiencia, retrató de forma crítica a esa sociedad que conocía muy bien. 
Nos describe el poder, las extravagancias y la prepotencia de la clase más alta, esa sociedad dominada por la envidia, la hipocresía, y la superficialidad.
Pero en esa descripción a la que nos invita a asomarnos, y de la que se vale gracias al gran elenco de personajes que acompañan a Karenina, no solo va a aparecer la alta burguesía y/o la aristocracia, también, en menor medida, hay un espacio para reflejar otros estratos sociales más bajos, aunque, si bien es cierto que, siempre aparecerán retratados desde la mirada de los que poseen el control.

La novela se divide en ocho partes con capítulos muy cortos, detalle que me ha sorprendido junto a la prosa ligera que tampoco esperaba encontrar, ya que pensaba erróneamente, que la pluma de este escritor ruso, sería más recargada y llena de grandes y plúmbeas descripciones, que es lo que nos venden de los escritores rusos.
Lo que menos me ha gustado es que a la hora de crear a los protagonistas, recurre demasiado a los arquetipos.

Ana va a representar a la mujer adúltera.
Todas las mujeres que se mueven a su alrededor, la admiran al tiempo que la envidian.
¡Pero cuidado! una cosa es como se ve su imagen en público y otra muy distinta, como la vemos los lectores, que apreciamos hasta el cambio más sutil en su actuación, gracias a la maestría narrativa del autor. 
Ana al comienzo se nos presenta como un dechado de virtudes...
Alegre, llena de ganas de vivir, generosa y amante de los suyos; pero en privado y según avanza la historia vemos que su apariencia muta y reaparece ante nosotros como alguien distinto.
Es voluble, egoísta y caprichosa, y la obsesión hace mella en ella, llevándola a un deterioro visible.
Ese aspecto que se agrava, como digo, llegando al final, es solo un reflejo de lo que siente en su interior; de la incapacidad a hacerse con el control de la situación, y eso lógicamente afecta a la relación que mantiene con el resto del plantel protagonista.

De esa forma vamos a conocer al personaje atormentado.
Una vorágine de pensamientos obsesivos la empujan a saltar en cuestión de segundos del amor al odio, de la esperanza a la desesperación, y eso la lleva a un camino sin retorno.

Por otro lado tenemos al marido, Alexis Alejandrovich, al que conoceremos como Karenin.
Un hombre mayor, muy ocupado en sus labores, que al principio parece que la infravalora y menosprecia con su actitud. Después, cuando Ana se arroja en brazos de su amante, parece reconocer el valor que tenía la esposa y opta por consentir el desliz, siempre y cuando éste se mantenga al margen de la opinión pública.

Y por último, dentro de este triángulo amoroso, tenemos al tercero en discordia: Vronski.
Se le describe como alguien de aspecto fabuloso, con una juventud y una pasión que todos admiran, pero que a mí me ha parecido, más simple que el asa de un cubo.
El amor entre Ana y Vronsky es estorbado, no solo por Karenin y por la fuerza del vínculo conyugal, sino también por el impacto social que acarrea el adulterio.
Las infidelidades se castigaban de modo distinto por la ley, dependiendo de si eran cometidas por el marido o por la mujer, y a esto también hay que sumarle la doble vara de medir con que juzgaba la sociedad rusa.
Esa sociedad que yo considero en conjunto como otro personaje más, espera atenta el momento de saltar sobre Ana, para dejar caer sobre ella el peso de su desprecio.

Pero esta historia no gira solo alrededor de Ana Karenina, ella solo es la mitad del relato, por eso, antes de empezar a enumerar al resto del plantel protagonista, hay algo que debo señalar y que creo que es importante para no liarnos.
Esta obra destaca por la existencia de un buen número de personajes que están interrelacionados entre sí, cada uno de ellos representante de una faceta distinta de la sociedad.
De ese modo, y simplificando: Anna Karenina es hermana de Oblonsky, y éste está casado con Dolly. A su vez Dolly es hermana de Kitty que será la esposa de Levin.

Y ahora sí, ha llegado el momento de hablar del otro protagonista, cuya vida corre paralela a la de Ana, y al cual Tolstói dedica la otra mitad de su novela.
Mientras que Ana nos muestra las consecuencias de ir en contra del pensamiento común de la sociedad, Levin va a ser el encargado de mostrarnos el pensamiento religioso y la situación política y social.
Levin es nuestro guía por la vida rural. Yo creo, que en él se proyecta el Alter Ego del autor ruso del que hoy os hablo, pero es tan solo una apreciación mía.
Representa la antítesis de la sociedad rusa aristocrática y a través de él, Tolstói nos habla, como ya os he avanzado más arriba, sobre religión, y es que sus últimos años estuvieron marcados por varias crisis espirituales que le llevaron a convertirse en un hombre profundamente religioso.
También vamos a ver a través de este terrateniente filósofo, otra faceta del modo de vida del autor, que se tradujo en dejar los lujos de los que disfrutaba y mezclarse con los campesinos adoptando su forma de vida.
Pero vayamos a los secundarios...

Os he dicho hace un momento, que la infidelidad se juzgaba con un doble rasero, y la muestra la tenemos en el hermano de la Karenina, Oblonsky.
Él, encabeza el elenco de secundarios.
Nos muestra el adulterio desde el punto de vista masculino; al ser varón, no sufre del escarnio público.
Dolly, su esposa, representa a la mujer sumisa, que debe aprender a convivir con la situación, mirando hacia otro lado.
Y por último llegamos a Kitty, el personaje más joven, que va a desempeñar el papel de las mujeres que sufren al dejarse influenciar, al permitir que otros decidan por ella su futuro.

El papel de las mujeres en la sociedad, que hemos visto reflejado en infinidad de novelas de la época, aquí lo vemos descrito con una multitud de matices, ya que cada una de ellas representa un arquetipo. Lo que sí comparten, es que todas, en mayor o menor grado, tienen una vida triste y desgraciada.

Para terminar con los personajes, voy a hablaros de su arco dramático, porque me ha ocurrido algo curioso.
Me imaginaba que los principales tendrían un arco de transformación muy acusado.
Sabía que Tolstói nos ofrecería, desde el comienzo, un reparto dotado con unos valores y una serie de características muy concretas; lo que no podía imaginar es que su evolución fuese tan brutal.
Con esto no digo que su arco de transformación sea positivo, porque no debemos olvidar que en esta novela hay una clara crítica hacia la sociedad en la que él vivió y cuyos representantes son los protagonistas.
Ese cambio del que os hablo, afecta a todo el elenco a nivel moral e ideológico y se aprecia desde los primeros capítulos; pierden valores de los que presumían y terminan siendo totalmente distintos a como los conocimos al comienzo; lógicamente en Ana, esa metamorfosis descendente se aprecia más, al sostener sobre sus hombros el peso de toda la obra. Y es que Ana cambia tanto en su comportamiento, que si la comparamos al inicio y al final de la novela, parece ser dos personas totalmente distintas.

Por otro lado también debo señalar, que no he llegado a empatizar por completo con ninguno de los personajes, aunque eso no signifique que sean malos.
Están descritos a la perfección, cumplen su función, adaptándose a la crítica social, porque hay que reconocer la gran maestría de este escritor que consiguió crear una novela describiendo con precisión milimétrica a la sociedad rusa.

Para terminar os diré que en conjunto es una obra que ha superado mis expectativas.
Tolstói construye una historia de amor pasional, donde las convenciones sociales son las encargadas de poner el punto final, pero también debo decir que cuando terminamos observamos que en la recta final falta y sobra algo.
Le falta empatía, que los personajes conversen sobre Ana en ese tramo, para que su recuerdo no caiga en el olvido; y al mismo tiempo le sobra el discurso mental y filosófico de Levin, que cubre casi por completo la narración y que se hace interminable.