Sinopsis:
Cuando la historia de Kirstiane y Derran revela un giro angustioso, Andrea se esfuerza por encontrar las cada vez más escasas pistas que la lleven a descubrir algo más sobre la vida de Claire y su misterioso manuscrito.
En esta segunda y última entrega, la joven tendrá que enfrentarse al reto de un drástico cambio laboral, en un ambiente muy alejado de aquello a lo que está habituada, y a las crecientes dudas en su relación con Kyle. Mientras tanto, su ardua tarea de investigación la recompensará con tres inesperados testigos de la vida de Claire: su prima Agnes, una funcionaria de la cárcel de mujeres y Eleanor, una artista que influyó en su escritura.
¿Descubriremos si Claire y Edward llegaron a reencontrarse? ¿Conoceremos el final de su mágico relato y el destino de Kirstiane y Derran? ¿Podrá Andrea encontrar su sitio junto a Kyle? Los interrogantes que Manuscrito en el tiempo dejó en el aire al fin tendrán su respuesta en El retorno de los bardos.
Opinión: El retorno de los bardos (Manuscrito en el tiempo 02)
En esta segunda y última entrega, Lucía Solaz continúa con la misma estructura que ya empleó en la primera novela de esta saga, Manuscrito en el tiempo, y que la funcionó bastante bien. Tres hilos argumentales cada uno con su respectiva protagonista femenina.
También hay que señalar que se han incorporado algunas pequeñas variaciones en la estructura interna de la obra, pero de eso ya hablaremos más adelante.
Andrea (Londres, época actual)
En este hilo iremos conociendo los avances que experimenta la investigación que está llevando a cabo. Nos aportará más datos sobre la historia de Claire y Edward, además de ir descubriendo las aventuras que dan continuidad a la novela que esta mujer victoriana logró componer.
Los acontecimientos en este hilo argumental están ordenados de forma cronológica, sin saltos hacia adelante que puedan acelerar la trama. De este modo, consigue que los detalles, la información que aporta, lleguen al lector de forma sencilla y comprensible.
Creo que de las tres historias que nos ofrece Lucía Solaz, la de Andrea, a pesar de recaer todo el peso sobre ella, es la más floja, pero también pienso que es lo que la autora pretendía.
Andrea es únicamente el bardo.
Como esos personajes que aparecen en la historia antigua de Europa, es la encarga de transmitir los acontecimientos, la historia o la leyenda; la intermediaria para llevarnos a los lectores hasta las dos historias realmente importantes, la de Claire y la de Kirstiane.
El personaje, a pesar de todos los matices que tiene, de la evolución que va experimentando (a pesar de que su historia no avanza mucho en el tiempo), no me ha llegado a convencer. No he logrado conectar con ella o más bien, se ha esfumado el ligero lazo que creamos al leer la primera parte.
Lo que narra, lo que sucede a su alrededor resulta interesante, pero no lo suficiente para enganchar. Aunque no lo considero un personaje plano, quizás, sí esperaba una protagonista con más carisma, con una personalidad más marcada, menos conformista.
Tras una no muy larga reflexión, considero, que es un personaje del cual se podía haber prescindido, no en todo, pero si en muchas de sus intervenciones. Se podía haber sustituido por un narrador menos activo aunque omnisciente o por una voz en off que no restase protagonismo a las otras dos historias.
El punto fuerte de este hilo son las constantes referencias a autores ingleses y a la novela victoriana en general, un homenaje sincero a la literatura británica que aporta mucha información a los lectores. Ya os he hablado anteriormente de lo que abarcaba la Novela de Inglaterra; novela romántica, novela gótica y victoriana...
Lucía Solaz ampliando ese homenaje a la novela británica, hace un pequeño guiño a la novela gótica incorporando la breve aparición de un fantasma en esta historia. El fallo, siempre según mi punto de vista, es que debería haber profundizado más en este detalle y darle mayor protagonismo.
Kirstiane, a caballo entre los mitos celtas y las leyendas artúricas.
En el hilo de este personaje de ficción creado por Claire, también se aprecian algunas diferencias significativas respecto a la anterior entrega.
Kirstiane ha evolucionado, es un personaje más maduro y su historia nos llega de forma bastante fragmentada, ya que iremos conociéndola a través de los capítulos que se van encontrando por casualidad.
Entre un aporte y otro, observamos como va pasando el tiempo considerablemente. Un recurso muy utilizado son las elipsis, esta ruptura temporal del relato consigue que la historia vaya avanzando, dando saltos hacia adelante y llevando al lector a los momentos más importantes de la trama. Esto consigue agilizar la narración, volverla más dinámica y al mismo tiempo siembra la intriga, ya que nos oculta deliberadamente algunos hechos que más adelante iremos descubriendo o deduciendo.
La evolución de los reinos.
Lucía Solaz continúa construyendo para su novela un universo ecléctico, donde se entremezclan distintas épocas y lugares, con fantasía. La cultura celta es un ingrediente constante; la fantasía, las leyendas artúricas...
En Manuscrito en el tiempo os decía, que la historia de Kirstiane nos transportaba a una época con reminiscencias de la edad media y de la cultura celta.
En esta segunda entrega podemos ampliar esa información y es uno de los detalles a tener en cuenta de esta obra, que enriquece enormemente la historia.
Los reinos que nos describe Kirstiane nos aportan más detalles y se dibujan ante nosotros aportando una imagen idílica.
Algunas ciudades parecen recrear la Alta edad media, mientras que otras han superado ese momento y se han transformado, llevándonos a un punto más cercano en el tiempo, que parece situarse en la Baja edad media. Según mi gusto la mejor descripción es la que nos lleva a otra ciudad, y que parece transportarnos a los Países bajos o a la Venecia del renacimiento.
Este hilo, es el que resulta más dinámico y el que ofrece al lector más giros sorprendentes, también es cierto que el final me ha parecido demasiado ligero, me ha sabido a poco, esperaba conocer más datos sobre algunos de los personajes que se citan casi por encima.
Claire (época victoriana)
De nuevo el medio utilizado para acercarnos a los acontecimientos entorno a este personaje, es la correspondencia que mantuvo con sus allegados.
Aquí es donde encontraremos otra de las diferencias con Manuscrito en el tiempo. Si en la anterior entrega la historia la íbamos conociendo exclusivamente a través de su propia correspondencia, en esta ocasión, aparecerán más personajes que haciendo uso del mismo género epistolar, nos aportarán más datos sobre la vida de Claire.
Este personaje y su historia logra enganchar al lector, y también debería haberse profundizado más en él y en esa etapa de su vida.
Los personajes masculinos.
Si en Manuscrito en el tiempo os comentaba que no tenían mucho peso, en esta obra aunque no se convierten en personajes principales si adquieren un mayor protagonismo.