jueves, 16 de diciembre de 2021

El misterio de Notthing Hill de Charles Warren Adams

Sinopsis:

Sinopsis y portada del libro retiradas para evitar infringir posibles derechos de autor.
Para saber más pinchar en el enlace siguiente: Pinchar aquí.

Opinión:
 
Y una vez más aparece en este blog el gran dilema...
Os he hablado muchas veces de la dificultad a la hora de clasificar las historias dentro de un género en concreto, pero también de la complejidad a la hora de decidir cuál fue la primera con la que se dio el pistoletazo de salida.
Si hablásemos de relatos policíacos diríamos que el primero surgió de la pluma de Poe en 1841, siendo este Los crímenes de la calle morgue, y en cambio, si citásemos novela policíaca estaríamos hablando de Un asunto tenebroso de Honoré Balzac, publicada en el mismo año, o incluso de Casa desolada de Charles Dickens, publicada por entregas mensuales entre marzo de 1852 y septiembre de 1853, pero que se piensa fue escrita antes de 1842. 
Por otro lado, si lo que queremos es hablar de la primera obra detectivesca, unos citarían El caso Lerouge de Émile Gaboriau (1863) o La piedra Lunar (1868), y es que en este mundo tan complejo de los géneros literarios hay que ser muy concreto a la hora de especificar quién lleva a cabo la investigación, si es policía o aficionado, e incluso fijaros bien, dependiendo de su longitud, si es relato o novela. 
Otro dato a tener en cuenta también es su procedencia, porque no es lo mismo hablar de la primera novela policíaca francesa que de la inglesa... y es que estaréis conmigo en que esto de clasificar se ha convertido en un tema farragoso, con tal de vender una primicia...

Pues bien, actualmente algunos especialistas en el género han decidido rizar un poco más el rizo y ahora la narración con la que se inicia este género de detectives es precisamente esta de la que vengo a hablaros, El misterio de Notting Hill, publicada bajo seudónimo y por entregas a lo largo de 1862 y que terminó viendo la luz como libro completo en 1865. 
Yo, no es por llevar la contraria a los grandes expertos, pero al igual que en la reseña de Un asunto tenebroso os conté que sus elementos me recordaban más a las obras de espionaje, El misterio de Notting Hill me lleva a clasificarla más como misterio o intriga porque a pesar de que se lleva a cabo una investigación, esta es totalmente secundaria, limitándose el actor principal exclusivamente a mostrarnos unos testimonios y documentos ordenados en el tiempo, es más, el supuesto detective no es un investigador al uso, porque es un agente de seguros que solo recaba información sin exponer explícitamente como llega a sus conclusiones. 

Aclarado esto, paso a hablaros más en detalle de la historia.
Este libro fue escrito por Charles Warren Adams, un abogado al que puede que por su profesión le frenase el publicar historias de crímenes bajo su nombre real y por eso optó por el seudónimo de Charles Felix. Su identidad no fue descubierta hasta 1952 y corroborada por un experto en novela policíaca en 2011.
Las ilustraciones que aparecen en el interior son de George Du Maurier, autor de Trilby y abuelo de la escritora Daphne Du Maurier.

La historia la componen íntegramente cartas, declaraciones, informes científicos y fragmentos de diarios, y aunque nos pueda parecer a simple vista que se mueve en la línea de otras novelas epistolares de la época, como la ya citada La Piedra Lunar, no es así. El motivo es que Collins en sus obras más famosas, se toma su tiempo. Ninguna baja de las quinientas páginas, y las cartas o declaraciones son más extensas incluyendo anécdotas y sucesos que convierten el relato en una narración más personal y entretenida. 
En esta obra ese desarrollo narrativo se ve muy limitado al tener solo 200 páginas. 
El libro se divide en ocho secciones o apartados y en ellas iremos conociendo, al tiempo que se narran los sucesos, a los personajes que intervendrán, ya sean víctimas o testigos, siempre y como ya he dicho, sin que seamos conscientes de que se está llevando a cabo una investigación real, porque los hechos nos llegan a través de esas declaraciones a posteriori.

Quizás, lo que más me ha llamado la atención  es que todos los personajes parecen secundarios, ninguno destaca sobre otros, y eso se debe otra vez a la estructura y a la forma de narrar. 
Todas las cartas y declaraciones pertenecen a personajes incidentales que intervinieron como testigos en los hechos, pero sus relatos se limitan a narrar de forma concisa y oficial los hechos, aportando un distanciamiento con el lector que para mí gusto hacen que la novela sea menos amena que otras del estilo.
Siguiendo con el tema de los personajes...
Vamos a conocer dos historias o dos casos que al final terminarán enlazándose. Uno será el de la señora Anderton y otro el de madame R. Los hilos de estos personajes terminarán cruzándose, al igual que sus destinos, y aunque ellas sean las protagonistas, vuelvo a insistir, el estilo narrativo y la estructura elegidos, así como que los hechos nos lleguen en pasado hacen que parezcan personajes secundarios.

La hipnosis o sugestión hipnótica va a ser el tema central sobre el que gira la trama y veremos las distintas opiniones que suscitó, los que la consideraban un nuevo procedimiento médico o terapéutico frente a los escépticos que lo veían como un engaño basado en el ilusionismo. Hemos de tener en cuenta la importancia de situarnos en esa época en que se desarrolla la trama, ya que fue una época en la que las pseudociencias estaban en auge.

En resumidas cuentas...
El libro tiene algunos aspectos que pueden resultar interesantes para un tipo de lector determinado que de prioridad a otros detalles sobre el argumento, como las ilustraciones, el deseo de averiguar como está construida la que se considera la primera novela con la que se inicia el género, pero también entiendo que para otros a los que estos detalles les traen sin cuidado les pueda parecer una historia floja.
Yo, personalmente, dentro de que el argumento me haya podido gustar más o menos, me quedo con la satisfacción por haber saciado mi curiosidad al descubrir esta ópera prima del género de detectives.

En vuestra mano queda elegir. Solo vosotros sabéis que prima en vuestra escala de valores literarios.

viernes, 10 de diciembre de 2021

El secreto Fabergé de Charles Belfoure

Sinopsis:

San Petersburgo, 1903. El príncipe Dimitri Markhov, amigo íntimo del zar Nicolás II, vive rodeado de lujos en la corte imperial junto a su esposa. El zar, amante del arte, continúa con la tradición familiar de coleccionar huevos Fabergé, que adornan las salas del Palacio de Invierno. Sin embargo, fuera de la corte, el pueblo vive una realidad muy distinta bajo la tiranía zarista, en particular los judíos.
Cuando Dimitri conoce a la joven Katya Golitsyn, siente que es su alma gemela. A media que el vínculo entre ellos crece, Katya descubre sus antepasados judíos y comparte con Dimitri la violenta realidad de su pueblo. Ambos deciden entonces sumarse a una conspiración para establecer una monarquía constitucional; conspiración en la que la colección de huevos Fabergé será un eje central, pero un descuido podría ponerlo todo en riesgo y desatar la furia del zar.

Opinión:

Siempre os digo que hay que tener mucho cuidado con las sinopsis porque en ocasiones parece que las carga el diablo. 
Está claro que se hacen para atraer, pero siempre bajo mi opinión y sin ánimo de ofender a nadie, atraer no debería ser sinónimo de engañar.
Para no andarme por las ramas os diré que todo lo interesante de la historia aparece descrito en ese resumen editorial.

La novela en general, no quiero que la descartéis desde mi primera frase, está bien. Capítulos breves que agilizan la lectura, ritmo aceptable, pero poco más... 
Puede que las editoriales hayan bajado el nivel de calidad o que los lectores hayamos subido nuestro nivel de exigencia, pero he experimentado más emoción al abrir el Kinder sorpresa que me acabo de zampar que en las 349 páginas que componen esta obra.
Resumiendo mucho y siempre dejando claro que es una opinión personal, a la historia le falta sustancia porque se resaltan algunos puntos en ella que para mí han sido de escaso interés. Ahora os cuento por qué.

Según la editorial o el orden que se marca en la sinopsis da la impresión que en el eje central del relato se relatarán los sucesos que ocurren en el interior de la corte, la conspiración para derrocar al zar en la que las lujosas joyas Fabergé tendrán un lugar destacado, pero no es así, porque el hilo principal sobre el que se construye la historia es en torno a la relación de los protagonistas, del príncipe Dimitri Markhov, amigo íntimo del zar y de Katya Golitsyn, una joven doctora que descubrirá por azar su herencia judía.
Dimitri y Katya van a formar parte de la conspiración, sí, pero incluso siendo esa la trama principal, los hechos quedan un poco deslavazados, les falta emoción, al igual que otros muchos sucesos que se nos cuentan y que al llegar al final parece que quedan un poco en el aire. Como decía Chejov, si pones un arma en una escena que sea para ser disparada, no como mero adorno.

Hay que dejar claro, llegados a este punto, que es una novela de ficción histórica y que por lo tanto lo relatado no tiene por qué ceñirse a los hechos reales al pie de la letra, pero ya que te inspiras en ellos que menos que darles un poco más de importancia, como parece que se le da en la sinopsis.
Por puntualizar un poco más sobre este tema...
En la sinopsis dice: 
"Una emocionante novela llena de tensión e intriga sobre los crímenes de los Romanov contra el pueblo judío."
Cuando lo cierto es que los lectores solo vemos a un zar que se deja influenciar por sus ministros y al que los pogromos judíos le llegan solo de oídas, afectándole por una serie de atentados que sufre su familia y que se les achaca a ellos.

Vuelvo a incidir una vez más en lo mismo. 
Los hechos históricos, los personajes reales que aparecen reflejados en la trama marcaron la historia de Rusia y se les podía haber sacado muchísimo provecho, tal como hizo Tolstoi, y no como en este caso que quedan relegados a un segundo término en pro de una insulsa historia romántica que sacaría de quicio a la mismísima Anna Karenina y donde ni los protagonistas, ficticios, tienen una personalidad que destaque.

El autor intenta reflejar algunos de los acontecimientos que condujeron al derrocamiento del imperio zarista. Aparecerán citados los pogromos judíos, los atentados contra la familia imperial, las revueltas de campesinos y trabajadores y también la manifestación que tuvo lugar tras la derrota en la guerra ruso-japonesa de principios del siglo XX, una manifestación que sería duramente sofocada y que terminaría denominándose como Domingo Sangriento. Con ese contexto histórico esperaba mucho más y en cambio se cita de forma sesgada.

Por otro lado, los huevos Fabergé y el secreto que esconden esas bellas joyas que tanto gustaban en la corte imperial rusa y que aquí parecen ser el eje central del argumento, como ya he mencionado, son solo un elemento para impulsar la trama, un medio del que se vale el autor para aportar la única intriga de la novela.

Charles Belfoure nos muestra que el chisme es la base de las reuniones de la alta sociedad petersburguesa, es decir, frivolidad frente a los problemas reales, y eso es precisamente lo que me ha parecido a mí esta novela; una historia frívola en la que no se da la importancia que merecen a unos hechos trascendentales para el desarrollo político de Europa.

domingo, 28 de noviembre de 2021

La dama de blanco de Wilkie Collins

Sinopsis:

Walter Hartright se traslada a Limmeridge para dar clases de dibujo a Laura, sobrina y heredera del barón Frederick Fairlie. Sin que ninguno de los dos pueda evitarlo, surge entre ellos un profundo amor, enturbiado por el compromiso de la muchacha con sir Percival Glyde, que solo busca arrebatarle su fortuna. La aparición de una misteriosa mujer, sin embargo, cambiará de forma inevitable el curso de los acontecimientos.
La dama de blanco, inspirada en un hecho real y publicada originalmente por entregas en una revista dirigida por Charles Dickens, ha sido un éxito ininterrumpido de ventas en todas las lenguas en que se ha publicado. Ello se debe a una trama sumamente bien llevada, a la atmósfera de misterio e intriga, al trepidante ritmo narrativo y, sobre todo, a la profundidad psicológica de los personajes y la fabulosa descripción de los ambientes y las situaciones. 

Opinión:

La dama de blanco es una novela epistolar escrita en 1859 por Wilkie Collins. Un autor del que ya os he hablado en ocasiones anteriores y del que podéis consultar todos sus libros reseñados en el blog pinchando en el siguiente enlace: Wilkie Collins
Siguiendo con la tradición clásica de presentarla al público por entregas fue serializada durante 1859 y 1860 en la revista literaria All the Year Round fundada por Charles Dickens.

«Sensation novel»
Está considerada como la primera novela sensacionalista; un género o subgénero de gran influencia en la época victoriana donde se combinaban detalles del género gótico, crímenes y misterio con el realismo psicológico, llevando a los protagonistas a vivir situaciones límites y exageradas con el fin de despertar emociones en unos lectores sedientos de morbo y entretenimiento. 
Estas historias, que vendían siniestros dramas familiares, tuvieron una gran aceptación por parte del público. Los sucesos que venían ocurriendo en el género gótico en castillos europeos pasaron a suceder en ambientes burgueses de esa sociedad victoriana, abarcando desde el clásico asesinato a la bigamia, infidelidades, incesto... etc. 
En resumidas cuentas, todos los delitos que a diario aparecían publicados en la prensa como hechos reales y/o como fragmentos de juicios fueron ahora transportados al papel creando un nuevo género afín a las clases más bajas, pues aunque suene repetitivo, en ellos se juzgaban la moralidad de esas clases pudientes que vendían una imagen oficial que distaba de la real.

«Marketing y curiosidades»
Con La dama de blanco se puso en marcha la máquina del marketing, algo asombroso para la época, desconozco si se había hecho con anterioridad, pero lo que sí puedo deciros es que a Collins le funcionó muy bien y sacó un provecho sustancial.
Empezaron a venderse aguas de colonia, capotes y algunos vals compartieron título con la obra. 
Hubo tanta afinidad con los protagonistas que sus nombres empezaron a sonar con fuerza entre los bebés mientras que el del principal antagonista se empleó como mote para animales domésticos, llegando incluso Oscar Wilde a utilizarlo como apodo universitario. 

El político William Glandstone canceló varios compromisos para continuar con la lectura de la obra; el príncipe Alberto regaló varios ejemplares; William Thackeray, considerado como el segundo mejor novelista de la época victoriana, pasó un día entero absorto en ella, y así podríamos seguir citando nombres de personajes famosos que se quitaron el sombrero ante Collins.

A día de hoy, la Mystery Writers of America, es decir, la asociación de escritores de misterio de Estados Unidos, la ha incluido en la lista de las cien mejores novelas de misterio de todos los tiempos; una opinión que comparto con ellos al cien por cien.

Y ya para terminar con este apartado de curiosidades:
Aunque en la sinopsis se indica que esta novela se inspiró en un hecho real, eso no es del todo cierto. Collins utilizó sucesos de la época para inspirarse en determinadas escenas, lo gracioso del asunto es que empezó a recibir cartas donde se le pedía que desvelará la identidad oficial de uno de los personajes femeninos, Marian Halcombe, llegando incluso algunos lectores a ofrecerse como esposos y protectores.

«La renovadora técnica narrativa de Collins»
La estructura resultó sorprendentemente innovadora. 
Collins abandonó el uso del narrador omnisciente y lo sustituyó por varios narradores que se sucedían plasmando sus vivencias en diarios o cartas. De esa forma se conseguían varios objetivos: 
El narrador omnisciente, a pesar de que lo conoce todo, aportaba a la narración un distanciamiento de los lectores y en cambio, con esta diversidad de voces se lograba una narración más lineal y personal, ya que cada uno de ellos, junto con los acontecimientos que relataban, reflejaban también sus sentimientos embargando esas emociones, de igual forma, a protagonistas y lectores.
Esta estructura se convirtió en un clásico de las obras de este escritor, ya que el relevo narrativo aportaba un punto de vista distinto, más "fiel a los acontecimientos" si obviamos la subjetividad que va implícita y el riesgo a ser engañados.
Otro elemento que empleará Collins en la mayoría de sus obras es el de la experiencia, al incluir un personaje cuya profesión es la de abogado, pues él mismo estudió esa carrera aunque nunca llegó a ejercer.

«Quién es quién en la trama»
Y ahora llega el momento de hablar de los personajes y como veréis el autor no escatima a la hora otorgarles labores.

La trama gira alrededor de Laura Fairlie, un personaje que a mí me ha resultado muy limitado y cuya actuación se reduce a desencadenar la acción, algo que no hay que desmerecer. 
Los sucesos que girarán tanto alrededor de ella como de su futuro esposo, sir Percival Glyde, aparecerán relatados por los narradores.

Tampoco tendrá voz en la historia "La dama de blanco", pero ella cumplirá la función de personaje omnipresente, y el misterio que se crea en torno a ella nos acompañará hasta las páginas finales.

Sobre el resto de personajes recaerá la delicada labor de transcribir los hechos. 
Cada uno de ellos será el encargado de relatar los sucesos de los que únicamente ellos serán testigos. Lógicamente habrá unos que participen de forma más activa en la trama, mientras que otros quedarán relegados a un segundo término y al mero papel de informantes. 
Llegados a este punto debo deciros que sobre vosotros recaerá la función primordial de juzgar la credibilidad de lo que se relata en cada uno de los testimonios narrados.

Siguiendo con el elenco protagonista y tratando de ser objetiva os diré que los mejores para mí son Marian Halcombe y Walter Hartright; ellos serán los encargados de desentrañar el misterio y actuar como protectores de Laura. Obviamente, si tengo que elegir entre uno de los dos me quedo con el personaje femenino, no por este hecho, si no por su compleja construcción.

Y llega el momento de mencionar a los dos grandes antagonistas
Y sí, he dicho antagonistas, porque Collins aquí se permite la licencia de incluir a dos malos por el precio de uno, un recurso que da mucho juego. Cada una de las situaciones en las que intervienen crea desconcierto en los lectores y eso es precisamente lo que buscaba la narrativa sensacionalista, sorprendernos. Cada una de las decisiones que toman alteran el orden lógico de unos acontecimientos que terminan tomando un rumbo perturbador.
En general, y ya para terminar, todos los personajes aparecen muy bien descritos, pero quizás lo que más resalta es el detallado perfil psicológico de los dos malvados y de Marian.

«Descripciones»
Otro detalle que hay que alabar de las novelas de Collins y que tiene relación con el apartado anterior es su gran capacidad a la hora de describir. 
Ya os he hablado de la descripción profunda de los personajes, pero no podía obviar la atmósfera de suspense tan lograda y que traslada a todos los escenarios. 
Por otro lado, el ritmo narrativo en este libro me ha parecido bastante más rápido que en "La piedra lunar" o en "Armadale", y lo consigue impulsando la trama con constantes giros argumentales.

Y hasta aquí la reseña de hoy.
Espero que haya sido de vuestro agrado a pesar de su longitud, pero como habréis visto es una gran obra y merece la pena perderse unos instantes más entre sus detalles.

martes, 16 de noviembre de 2021

Luces de bohemia de Ramón del Valle-Inclán

Sinopsis:

En "Luces de bohemia" nos propone Valle-Inclán un recorrido por el Madrid sombrío de principios del siglo XX, de la mano del poeta ciego Max Estrella y su "perro", el buscavidas Don Latino. 
El prisma desde el que el autor concibe la obra es el esperpento, que consiste en la deformación sistemática de la realidad, y la degradación de una situación, hasta que llega a ser ridícula. 
Valle-Inclán hace una crítica feroz de todos los eslabones de una sociedad enferma, uniendo a los personajes en un grotesco baile de máscaras, donde se tratan los más altos temas filosóficos, artísticos y metafísicos, que resultan tan profundos como risibles, mientras la muerte flota en el ambiente, impregnando con su aroma los rincones de ese Madrid hambriento, corrompido y cansado.

Opinión:

Luces de bohemia es la obra con la que Valle-Inclán da comienzo al esperpento; un género que se caracteriza por deformar la realidad caricaturizando a los personajes para hacer una labor de crítica o denuncia social.
Aquí habría que puntualizar que, aunque existen algunas referencias a este género antes de Valle-Inclán, su origen o procedencia es incierta por lo que este autor está considerado como su creador. 

Este drama teatral empezó a publicarse por entregas en el semanario "España" de julio a octubre de 1920. En la edición inicial constaba de 12 escenas, pero en 1924 tras una revisión Valle incluye 3 más dando como resultado una nueva reedición. Como curiosidad debo decir que la obra teatral no se estrenó en España hasta 1970.

Otro detalle curioso es que en ella no se cumplen las premisas del teatro clásico a raja tabla, pues no se respeta al completo la regla de las tres unidades aristotélicas.
La unidad de tiempo que dice que la trama debe transcurrir en 24 horas sí es respetada, ya que el argumento sucede en ese periodo, sucediendo lo mismo con la unidad de acción que indica que solo debe contener una trama. 
Donde Valle-Inclán se permite una licencia es al saltarse la denominada unidad de lugar. La obra en vez de desarrollarse en un único escenario va a cambiar de lugar en cada escena, puesto que los dos protagonistas principales recorren el Madrid bohemio en lo que yo denominaría como una especie de "vía crucis"

Pero hablemos de los personajes...
Max Estrella es el protagonista principal. Un poeta que en su juventud alcanzó cierto renombre, pero que ahora, ya anciano y ciego, vive en la miseria. 
Acompañando a Max, cual "Lazarillo de Tormes", aparece don Latino de Hispalis, un pícaro buscavidas acostumbrado a salir siempre adelante aprovechándose, como apreciaremos, del pobre Max.

La historia narra las últimas horas del poeta y en ese viaje por los rincones oscuros del Madrid bohemio iremos obteniendo referencias de algunos personajes ilustres que lo frecuentaban como Rubén Darío, todo ello narrado con un lenguaje coloquial e incluyendo modismos y algunas figuras literarias como la animalización que ya apreciamos desde el comienzo al tratar a don Latino de "perro lazarillo" y que otros personajes utilizarán en sus diálogos.
Sobra decir, al tratarse de una obra de teatro, que los diálogos que la forman dan agilidad a la trama.

Aunque muchas veces encontramos el nombre de Valle-Inclán asociado al modernismo, algo que es cierto pues ahí se hallan sus comienzos, lo cierto es que el grueso de sus escritos pertenecen a la generación del 98
La estética del esperpento supuso un cambio radical en su modo de escribir que le hizo evolucionar desde ese modernismo hasta un nuevo género que estaba estrechamente ligado a la critica y a la deformación grotesca de los personajes.
 
En Luces de bohemia vamos a ver como critica subrepticiamente o se ríe de los autores modernistas, algo que podemos considerar como un tema secundario, pasando a ser el tema principal el sentimiento de malestar que se arrastra desde la crisis de fin de siglo, el denominado desastre del 98, que llevó a la pérdida de las colonias y que unió a los autores de esa generación.
Ese sentimiento de malestar omnipresente en todo el desarrollo de la obra se va a ver agravado por una serie de acontecimientos históricos que se suceden y que no hacen más que hundir sistemáticamente a España. 
Esos hechos que subyacen por debajo de la trama y que forman parte del contexto histórico son la Semana Trágica de Barcelona (1909) en la que se enviaron por decreto tropas de reserva a las posesiones españolas en Marruecos que terminaría por desencadenar el desastre de Annual en 1921; las huelgas generales de 1917 y 1920; y por supuesto, viendo que España no era más que el reflejo distorsionado de Europa, también podemos intuir que el autor se vio influenciado por la Primera Guerra Mundial e incluso por la Revolución Rusa de 1917.

Con todos estos acontecimientos no es de extrañar que el descontento de la población por la crisis económica, política y social sea uno de los temas principales plasmados en este drama junto con la corrupción indirecta que conlleva. 
España siempre ha sido un país de pícaros y si os animáis a leer esta obra teatral comprobaréis que los personajes y los temas tratados siguen siendo los mismos actualmente, que los de hace un siglo.
Ya para terminar me permito la licencia de parafrasear al protagonista porque da igual cuando leas esto:

"En España el trabajo y la inteligencia siempre se han visto menospreciados" .


"En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo" .

Y ahora sí me despido de vosotros, no sin antes recomendaros la lectura de este magnífico ejemplo del esperpento que estoy segura de que, a pesar del drama que en él se narra, os arrancará más de una sonrisa.

jueves, 4 de noviembre de 2021

El misterio de la Casa Roja de A. A. Milne

Sinopsis:

Mark Ablett, propietario de una magnífica residencia en la campiña inglesa, organiza en su casa un animado encuentro. 

Entre los variopintos invitados —una viuda y su casadera hija, un militar retirado, una voluntariosa actriz— se cuentan también Anthony Gillingham y su amigo Bill Beverley, a quienes dos inesperados acontecimientos empujarán a ejercer circunstancialmente de Watson y Holmes: el misterioso asesinato del hermano de su anfitrión —llegado hace poco desde Australia y considerado como la oveja negra de la familia— y la no menos inexplicable ausencia de este último tras el crimen... 

Opinión:

Hoy os hablo de El misterio de la Casa Roja, una obra escrita en 1922 que me va a servir para cumplir con otra de las premisas del reto de lectura anual de Todos los clásicos grandes y pequeños, esta vez en la de "autor leído por primera vez".

Como vais a poder comprobar está plagada de curiosidades desde el principio, y que mejor comienzo para esta reseña que hablaros un poco de su escritor.

Alan Alexander Milne es conocido por ser el creador del gran clásico infantil Winnie The Pooh, pero antes de eso ya había escrito varias obras de teatro fantásticas y algunas novelas que obtuvieron el reconocimiento por parte del público.
A. A. Milne estudió en la escuela privada de Kilburn donde su padre era director y donde coincidió como alumno de otro autor que ya ha aparecido por esta estantería virtual, H. G. Wells.

Esta es la única obra policíaca que escribió, y lo hizo con el fin de entretener a su padre que era un gran amante del género policíaco.
Posteriormente, en 1926, el osito Winnie The Pooh ve la luz acompañado de varios de sus amigos inseparables como Tigger o el cerdito Pigglet, un mundo fantástico creado también para entretener a su hijo, por lo que podemos decir que A. A. Milne dedicó su carrera en exclusiva al maravilloso fin de entretener a los demás.

Pero retomemos El misterio de la Casa roja y sus curiosidades...

Esta obra de ficción detectivesca está considerada como una de las mejores y más imaginativas novelas de cuarto cerrado de la historia del género, y en ella se narra lo que se ha convertido en un crimen literario perfecto
También, todo hay que decirlo, se esconden algunos ardides, pero el resto de la historia está construida sobre los elementos clásicos de una novela policíaca perteneciente a la Golden Age.

Entre esas características propias de la edad de oro del género policíaco aparecen el asesinato como tema central y el entorno aristocrático, pero A. A. Milne intenta alejarse de las normas generales y pone su imaginación al servicio del crimen incorporando algunos detalles que la hacen distinta y que van a dar como resultado un asesinato elaborado de forma muy inteligente al que habrá que sumarle una desaparición.

Lo más normal en este tipo de misterios de casa de campo es encontrarnos con un grupo de sospechosos con medios, motivos y coartadas para cometer el crimen, pero Milne para llevarnos la contraria prescinde de todo ese elenco sospechoso en los primeros capítulos, justo después de liarnos con las presentaciones. 
Este nuevo detalle o curiosidad, en un principio, crea un poco de confusión en el lector que se pregunta por qué presenta a todos los personajes y luego los elimina de golpe del escenario, dejando el camino limpio a la investigación al reducir de un plumazo el número de sospechosos, pero, como ya he citado anteriormente, juega con ventaja y se reserva la licencia de incluir algunas trampas en el argumento que desviarán nuestra atención del verdadero criminal, convirtiendo la lectura en una especie de juego de inteligencia entre el autor y el lector, donde sin remedio quedamos atrapados y vencidos.

Los sospechosos quedan reducidos a la mínima expresión, sin darnos cuenta de que estamos siendo manipulados o guiados hasta el lugar que él quiere.
No os voy a hablar de los personajes principales porque en parte, ahí reside la gracia de esta historia, pero sí os puedo comentar que el encargado de dar con la solución será un detective aficionado con ínfulas de Sherlock Holmes.

La historia está compuesta en su mayoría por diálogos, lo que proporciona a la narración un ritmo muy ágil; os mencioné al comienzo que este autor había escrito varias obras de teatro y, realmente, eso es lo que parece que estamos leyendo.

Sin duda es una gran obra policíaca, un complejo misterio de cuarto cerrado que hará las delicias de los amantes de la Golden Age y como última curiosidad os diré que rompe con una de las reglas más importantes de El Detection Club, la cual os invito a descubrir.