Sinopsis:
La venganza es un plato que se sirve frío.
He aquí la hilarante epopeya de Rose, una cocinera que nunca le ha temido a nada y que ha sobrevivido a las barbaries del siglo xx (el genocidio armenio, los horrores del nazismo y los delirios del maoísmo) sin perder el humor, el deseo de sexo y el afán de venganza: los tres pilares de la felicidad en su particular credo.
A los ciento cinco años aún regenta su famoso restaurante en Marsella, guarda una pistola en el bolso y no puede evitar los pensamientos eróticos cuando se cruza con algún tipo interesante. Esta singular cocinera, marcada por dos hombres y un siglo, se toma la justicia por su mano matando a sus enemigos suavemente. Rose pertenece ya a esa galería de grandes personajes literarios de los que no podemos separarnos.
Opinión:
Lo primero que quiero es puntualizar, que no os lleve a error la sinopsis. No se trata de una novela de humor.
Podemos encontrar, sarcasmo e ironía.
Es cierto, que en algún momento, logra arrancarnos una sonrisa, pero ese gesto se debe a que los pensamientos, opiniones y actuaciones de la protagonista, resultan políticamente incorrectos.
Esa sonrisa nuestra, se debe a que los lectores aunque no esté bien reconocerlo, nos regocijamos ante algunos de sus actos... y apoyamos o compartimos algunos comentarios. Es una sonrisa más bien de asombro, pero repito... no es una novela de humor.
Dicho esto comienzo con la reseña que ya aviso que tiene cosas positivas y negativas.
He dejado pasar un par de días desde que he finalizado la lectura y he comenzado a elaborar la reseña, porque hasta yo misma me he sorprendido.
Había bastantes cosas en esta lectura que fallaban o no me convencían.
Voy a intentar sintetizar lo máximo posible esas impresiones, pero como veréis una y mil veces vuelvo a lo mismo... El desarrollo.
Es una novela con un comienzo prometedor y que ha recibido muy buenas críticas, pero para mi gusto, es como una masa que no liga... como una comida que se hace con prisas, acelerada y que no llega a extraer de los ingredientes todo el sabor...
La historia está narrada a dos tiempos.
Nos situamos en 2012 y allí conoceremos a nuestra protagonista, próxima a cumplir 105 años.
Rose, comenzará a escribir sus memorias, por lo tanto, además de personaje principal, actúa como narrador, acercándonos a un relato subjetivo, ya que nos llega en primera persona.
La historia tras ésta breve presentación, nos llevará a 1915, justo en el momento en que comienza la persecución del pueblo Armenio a manos de los Turcos.
En esa época conoceremos al que será su mejor amigo, su
alter ego. Una salamandra que la acompañará y que lleva el nombre de "Teo".
Algunas de las reflexiones que hace Rose a lo largo de la novela, son dignas de enmarcar. Es uno de los puntos positivos de la obra.
"No soporto a la gente que se queja. El problema es que el mundo está lleno. Por eso tengo un problema con la gente.Al final, la única cosa que nos separa de los animales no es la conciencia que estúpidamente les negamos, sino esa tendencia a la autocompasión que deja a la humanidad por los suelos".
Sorprende su buen humor, siempre ve el lado positivo de las cosas, no se amedrenta ante nada ni nadie y hace uso de la paciencia que es buen aliado de la venganza.
En conclusión, es una luchadora y sobre todo, una superviviente.
Le molesta la gente que no hace más que revivir el pasado, llorando una y mil veces por lo mismo, sin dejar de lamentarse. Por lo tanto, ya intuimos que Rose narrará su vida sin profundizar excesivamente en determinados sucesos dolorosos. Es como si los musitase, como si solo fuesen anécdotas que complementan y aportan vivencias a su relato.
A simple vista, parece que Rose nos relatará su vida, y es cierto, pero no hay que centrarse exclusivamente en el personaje, lo realmente importante, lo que da valor a esta obra, son los acontecimientos que van surgiendo a su alrededor.
Ella sirve de nexo, hilvanando de forma magistral esas pequeñas historias con un telón de fondo único, los hechos más relevantes del Siglo XX.
Su vida es solo un gancho para que el lector se interese por la Historia.
Está claro que Rose, su caracterización, es fundamental.
Destaca por encima del resto de personajes que son, meramente ambientales.
El autor, intenta que conectemos con ella, al mismo tiempo que crea expectación.
Y digo... intenta, porque el fin lógico -en una historia que utiliza un narrador protagonista, que relata, aunque sea por encima sucesos dramáticos vividos- es crear empatía inmediata con ese personaje. Pero yo sintiéndolo mucho, no he logrado conectar con ella.
En algunos momentos sentimos admiración, sí, y también tenemos deseos de conocer toda su historia pasada a través de los acontecimientos que relata. Suponemos que al narrarlos en primera persona, parecerán más reales, pero al narrarlos de forma tan superficial... no se consigue eso. Por supuesto esto es un fallo del autor, si bien, el personaje está bien construido, sus vivencias resultan a veces demasiado fantasiosas.
Por lo tanto ya hemos visto que para conectar con el lector, no solo se necesita una buena historia desarrollada y un buen personaje.
Esa capacidad de sintonía con los lectores, también se debe a la forma de expresarse del autor.
En este caso, no defrauda.
Hace gala de un lenguaje cuidado y a la vez sencillo. No se demora en detallar demasiado los acontecimientos y la narración fluye viéndonos arrastrados con ella.
Esto tiene una doble lectura.
Que la narración fluya está bien porque no se hace pesada en ningún momento, pero volvemos al
error citado una y otra vez... sin detallar o profundizar en algunos datos, la narración es insustancial.
Los acontecimientos históricos se citan muy por encima, el genocidio armenio, el holocausto nazi, el comunismo en china y en Rusia... Es como si el personaje pasase por esas situaciones sin fijarse demasiado en lo que ocurre a su alrededor. El autor utiliza como pilares esos sucesos y en cambio los cita casi de pasada, Por más que reflexiono... no logro entender esa decisión, la narración resulta superficial.
Un aporte importante es la estructura.
Dos tramas, pasado y presente que fluyen de forma paralela, porque como he indicado al comienzo, Rose, no se centrará únicamente en relatar sucesos pasados.
Al mismo tiempo que Rose escribe sus vivencias, en el presente comenzará una pequeña investigación paralela.
Intentará descubrir información sobre una persona que acaba de fallecer y que suponemos que debió conocer en el pasado.
De esa breve investigación, no os voy a hablar. El motivo principal es que es una trama secundaria por la que se pasa casi de puntillas. Por lo tanto si el autor no le da demasiada importancia, tampoco se la voy a dar yo. Esa investigación podía haberle dado más juego y sembrar más intriga.
Casi en la recta final del libro, el ritmo de la narración decae. Yo habría prescindido totalmente de la parte que sitúa la acción en China.
Por suerte, es un fragmento muy pequeño, pero aun así deja un sabor amargo en el lector.
Hay algo positivo, si os gusta la cocina encontraréis algunas recetas que Rose preparaba en su restaurante,
Le petite provence.
Ahora sois vosotros los que tenéis la sartén por el mango y la capacidad de decidir si os apetece leer esta novela o prescindir de ella.
Como siempre he intentado ser lo más rigurosa posible a la hora de elaborar el comentario.