miércoles, 27 de marzo de 2024

La habitación de invitados de Dreda Say Mitchell

Sinopsis:

Lisa no se puede creer la suerte que ha tenido: acaba de encontrar una habitación ideal de alquiler en una casa esplendida. Y Martha y Jack, los propietarios con los que compartirá hogar, son una pareja de lo más amable y atenta. 
Pero este sueño hecho realidad comienza a peligrar el día en que Lisa se topa con la nota de suicidio de un hombre oculta en su habitación. 
Cuando les pide explicaciones, Martha y Jack niegan que la habitación estuviese ocupada antes de su llegada. Ante su firmeza y convicción, Lisa duda de sí misma... hasta que empiezan a ocurrir cosas extrañas. Y cuanto más crece su afán por descubrir la verdad, más claro tiene que hay alguien dispuesto a todo con tal de impedírselo.

Opinión:

El nombre de Dreda Say Mitchell no me sonaba de nada hasta que leí Miss Marple. Doce casos nuevos. En esa obra, que trataba de ser un homenaje a Agatha Christie y a la incombustible Miss Marple, aparecía entre las autoras elegidas para hacerlo el nombre de Dreda Say Mitchell.
Reconozco que la sorpresa fue mayúscula al encontrarme de nuevo con esta creadora de bestseller británica, al menos allí la consideran así, más que nada porque hasta el momento no se había traducido al castellano ninguno de sus libros.
Según nos informa la editorial, esta novela ha sido traducida a más de 14 idiomas y su autora premiada por la Crime Writers Association, ahí queda eso... pero, y sintiéndolo mucho por el gran esfuerzo que realiza la editorial para colarnos gato por liebre, eso no es sinónimo de calidad.
Reconozco que las recurridas coletillas editoriales de gran escritora de bestsellers, la maestra del suspense, thriller escalofriante, el más terrorífico y adictivo, o una historia trepidante, me ponen sobre aviso, y más si aparecen respaldadas por otros autores de renombre, como si su opinión fuese a misa... A mí esta estrategia me recuerda al argumento de autoridad, un recurso que intenta reforzar una opinión o volverla válida apoyándose en testimonios o frases de personas célebres y que parece que convierte a los que escuchan el discurso o a los que leemos esas frases grandilocuentes en tristes borregos manipulables.

Supongo que tras leer esta breve introducción ya intuís lo que me ha pasado con este libro, y es que me he dado cuenta de que me he dejado seducir nuevamente por cantos de sirena.

Para empezar os diré que es una novela que se lee bien pero que experimenta demasiados altibajos en el ritmo. 
El motivo es que la autora va alterando la historia inicial, añadiendo situaciones o cambiándolas por completo, según avanzamos en la lectura. Esto se debe principalmente al uso de la primera persona a la hora de narrar. Este detalle, que podría parecer a simple vista irrelevante, nos pone en guardia y nos hace dudar desde el comienzo del personaje principal. No sabemos si lo que cuenta es verdad o su verdad, y este cliché tan socorrido para los autores termina restando espontaneidad al argumento y aburriendo soberanamente al lector.

Yo sé que tengo un problema con el domestic noir, asumo como propio el error. Y es que, dentro de los estereotipos fijos que emplean, no soporto que uno de ellos sea el de utilizar como protagonista a una mujer con problemas mentales y cargada de antidepresivos. ¿De verdad que a eso tiene que reducirse un género?, y lo peor de todo es que estos argumentos surjan siempre desde la pluma de una mujer. 
El resto del perfil psicológico de la protagonista está construido sobre más topicazos: inseguridad, agresividad, solitaria, incomprendida, con problemas familiares, y un pasado cargado de vacíos y mentiras...

Es cierto que esta novela no llega a ser por su estructura un domestic noir de manual y el motivo es que prescinde de los tres clásicos hilos argumentales. 
En esta historia solo vamos a tener una trama central, la de la protagonista, que irá avanzando de forma lineal a lo largo de 44 capítulos, bastante breves, y que incluirán algunas retrospecciones que irán rellenando vacíos argumentales. 
Hay que sumar a todo esto que la obra se construye con grandes dosis de situaciones exageradas que impedían que empatizase con el personaje y que crease algún tipo de conexión con ella.
Además, en cada capítulo la autora va dejando al descubierto nuevas pistas que nos guían hacia la verdad que esconde cada uno de los personajes que intervienen en la trama. Tantas pistas terminan convirtiendo la historia en algo demasiado previsible.
Si os estáis preguntado por el resto de personajes que intervienen en la novela, pues es que no hay nada que destacar en ellos. Son personajes meramente ambientales que se convierten en invisibles y que no aportan nada en absoluto a la historia.

En resumidas cuentas...
El argumento en un principio parecía interesante, pero al final ves que le falta chispa y que es un refrito de otras historias. Esta novela parecía haberse creado con pinceladas de otros bestseller del género como La chica del tren e incluso de la película estadounidense de la década de los noventa: "Mujer blanca soltera busca"... 

martes, 19 de marzo de 2024

S. El barco de Teseo de J. J. Abrams y Doug Dorst

Sinopsis:

S. El barco de Teseo, ideada, concebida y realizada por el cineasta J. J. Abrams y escrito por el galardonado novelista Doug Dorst, es la crónica de dos lectores que se conocen en los márgenes de un libro y se ven implicados en una lucha mortal entre fuerzas que no comprenden. 
Un viaje al universo de la palabra escrita que sumergirá a sus lectores en una espiral arriesgada, una aventura imposible de abandonar hasta y más allá de la última página.
«S. quiere ser una celebración del libro como objeto físico. En este momento de correos electrónicos y mensajes de texto, y todo lo que se mueve en la nube de una manera intangible, este libro es intencionalmente tangible. Queríamos incluir cosas que realmente puedas tener en la mano: postales, fotocopias, páginas de blocs de notas, páginas del periódico escolar o un mapa en una servilleta…» J. J. Abrams

Opinión:

Tras el furor desatado por la noticia de la publicación de S. El barco de Teseo de J. J. Abrams y Doug Dorst, ha llegado el momento de reseñarlo en el blog. 
Eso sí, ya os advierto que aquí no vais a encontrar la misma euforia que podéis haber visto en redes sociales. Y es que creo que nos hemos dejado liar por una magnífica campaña de marketing, hemos sucumbido a toda la información vertida en redes que la relacionaban con el genial creador de universos J. J. Abrams, el creador de la serie Lost, y nos hemos rendido ante una historia que prometía misterios ocultos, con elementos que nos harían participar activamente en el juego y en la investigación, pero que al final, como producto literario no vale nada.

Ya sabéis que dos personas nunca leen el mismo libro, y me alegro por todos esos lectores que están hablando maravillas de él; por los que han creado grupos de lectura para leerlo y releerlo sin parar, intentando desentrañar las pistas y encontrar conspiraciones ocultas entre sus páginas; e incluso aplaudo a los que han creado guías de lecturas para ayudar en lo que se ha convertido en una difícil aventura. 
A todos ellos, les deseo buen viento y buena mar, para que su búsqueda les lleve a buen puerto o a buenas pistas, pero sinceramente, a mí su lectura se me ha hecho cuesta arriba y no veía el momento de llegar al final. 

Dicho esto, y para no alargarme demasiado, comienzo a mostraros los pros y contras que he encontrado.

Es cierto que es una novela que se puede convertir en un juego o en un reto; que viene cargada de detallitos que la convierten en una joya de coleccionismo; que es una curiosidad para tener en la estantería, pero esta obra no lineal, con varias capas de lectura y muchos enigmas, creada a dos niveles espaciales y temporales, requiere demasiada concentración para disfrutarla, ahora iréis viendo por qué.

La estructura o el armazón, ya que el tema va de barcos, va a construirse desde varios puntos. 
Desde el hilo principal nos llegará el relato de S, el protagonista. Un hombre sin nombre, sin pasado y sin memoria, y cuyo presente y futuro se abre ante él de forma confusa. Un personaje que será secuestrado y obligado a viajar en un barco con una tripulación tan siniestra como extraña. 

El hilo secundario va a reconstruirse desde las anotaciones que dejan Eric y Jennifer en los márgenes de S. El barco de Teseo.
Estos dos personajes realizarán una investigación sobre el contenido del libro e irán revelando datos sobre la vida de su prolífico y enigmático autor, V. M. Straka. Alguien del que se conoce nombre y reputación, pero del que jamás se llegó a conocer su rostro y cuya desaparición fue misteriosa. 
Lo que ocurre en este hilo es que, lamentablemente, la vida personal de ese par de investigadores terminará inmiscuyéndose en las notas y restando interés al lector por lo que realmente debería importar. Se supone que aquí deberíamos encontrar una misteriosa y calculada intriga académica, pero al final queda solo en un insustancial intento de generar suspense. 

Por otro lado también hay que avisar: No existe una forma correcta o perfecta de leer este libro. 

Cada lector debe probar y errar hasta encontrar el modo de lectura que se adapte mejor a él. 
Yo opté por leer primero el capítulo y luego retroceder para revisar las notas dejadas en los márgenes. 
Esta forma me la recomendó Inés, del blog La huella de los libros, y para mí ha sido la más cómoda, porque de otro modo, las notas se inmiscuían en la lectura y terminaban sacándome de ella. 
Además hay que señalar que esas notas que los personajes van dejando se corresponden con varias lecturas sucesivas que han realizado, con lo cual aparecen en distintos tonos de color y debemos ir leyendo priorizando el tono en que están escritas. 
Esto al comienzo resulta un poco confuso, pero luego terminas pillando el tranquillo. 
Aun así, insisto, es una lectura demasiado compleja y que necesita dedicarle demasiada atención.

Por hablaros un poco más sobre los personajes...
S y su historia, podría considerar que es la trama más amena. Queremos conocer el motivo de su pérdida de memoria y lo que va a suceder con él, pero en lo relativo a Eric y Jen son cáscaras vacías.
Como personajes resultan absurdos, cansinos, repetitivos y sin profundidad. No me han aportado nada e incluso entorpecen el desarrollo y el ritmo de la novela, ya que dan más importancia a sus cuitas personales que a lo que tienen entre manos. 
Sus notas al margen despistan demasiado, creando ruido y desviando nuestra atención. 
Realmente no sé que intentaban los autores incorporando a este par de personajes que resultan más simples que el asa de un cubo, porque al final descuelgan una historia de la otra.

Otro error, según mi experiencia, es el tamaño de la fuente de las notas a pie de página. Son en una letra tan minúscula que incluso con gafas me costaba leer.

En resumen y para terminar... 
Una narración que no sé ni cómo catalogar; un ejercicio metaliterario que prometía mucho, pero que no me ha aportado nada. 
Creo que los autores han creado un producto interesante, con un formato espectacular y con una campaña de marketing soberbia, pero que falla en lo realmente importante, en las trama y en su desarrollo.
Han sido 456 páginas divididas en diez capítulos y ninguna de las historias han conseguido captar mi interés. 

Vosotros debéis decidir si os merece la pena gastar el dinero que vale, porque eso sí, en bibliotecas no lo vais a encontrar por la cantidad de fotos, postales, documentos, planos y detallitos que lo acompañan.

Y vuelvo a insistir, cada lector es un mundo; cada uno lee de forma distinta y nuestro gustos nos marcan el camino, acercándonos o alejándonos del tan temido aburrimiento. 

miércoles, 13 de marzo de 2024

Los asesinos de la luna de David Grann

Sinopsis:

En los años veinte, la comunidad india de los Osage en Oklahoma era la población de mayor renta per cápita del mundo. El petróleo que yacía bajo sus propiedades les convirtió en millonarios: construyeron mansiones, tenían chóferes privados y mandaban a sus hijos a estudiar a Europa. 
Pero un espiral de violencia asoló esta comunidad indígena cuando sus miembros empezaron a morir y a desaparecer en extrañas circunstancias. La familia de una mujer Osage, Mollie Burkhart, se convirtió en un objetivo principal. Sus tres hermanas fueron asesinadas. Una fue envenenada, otra murió a tiros y la tercera falleció en una explosión. Otros miembros de la los Osage morían en circunstancias misteriosas, y muchos de los que se atrevieron a investigar los crímenes fueron también asesinados. 
Cuando el número de muertos alcanzó los veinticuatro, el recién inaugurado FBI decidió intervenir y fue uno de sus primeros grandes casos de homicidio. Después de que la investigación resultara un desastre, el joven director J. Edgar Hoover acudió al antiguo comandante de Texas, Tom White, para que desvelase el misterio. White estableció un equipo infiltrado, incluyendo a un agente nativo en el grupo.

Opinión:

Hoy quiero hablaros de Los asesinos de la luna, un título que conocí porque en él se basa la película homónima de Martin Scorsese y que tiene como protagonistas a Leonardo DiCaprio y Robert De Niro. Desde este momento ya os adelanto que es un true crime fascinante que deja al descubierto una de las conspiraciones más siniestras de la historia de Estados Unidos.

Sobre los true crime ya os he hablado en alguna otra ocasión; no son más que la reconstrucción de un caso real respaldada con la investigación que se llevó a cabo en ese momento o a posteriori. 
En este caso, David Grann examina los crímenes relatando los hechos que se respaldan con la profunda investigación que él llevó a cabo, dejando al descubierto una conspiración muy elaborada de corrupción. 
Si algo sabemos desde el mismo momento en que leemos la sinopsis es que, en este género criminal que podríamos calificar como crónica negra, vamos a conocer la tragedia que rodea a las víctimas desde el comienzo y que la tensión irá aumentando hasta rozar lo dramático según avancemos en la investigación.

La obra se divide en tres partes.
En la primera parte conoceremos a las víctimas, teniendo como foco central a la familia de Mollie Burkhart, una india Osage que se convirtió en el objetivo principal de este caso. Pero la siniestra red de asesinatos no se frenará ahí, y veremos como otros miembros de la tribu morirán en extrañas circunstancias arrastrando incluso a los que se atrevieron a denunciar los sucesos o a investigarlos.

En la segunda, David Grann cambia el enfoque y lo dirige hacia el grupo investigador y por ende hacia el posterior juicio, ya que cuando el número de víctimas alcanzó la cifra de veinticuatro, el recién inaugurado FBI tuvo que intervenir, convirtiéndose en uno de sus primeros grandes casos de homicidio.

Y por último, en la tercera parte, el foco recae sobre el propio David Grann, relatándonos como fue la profunda y exhaustiva investigación que llevó a desvelar este episodio tan oscuro de la Historia norteamericana y aportando datos que se descubrieron muchísimo tiempo después de que los culpables fueran juzgados. 

Si tuviera que resumir esta novela diría que su autor sigue los pasos del estilo de Truman Capote en su archiconocida A sangre fría
Consigue una excelente reconstrucción de los hechos que mantiene al lector pegado a sus páginas a través de una ambientación perfecta y de la aportación de datos muy interesantes. 
Va a mostrarnos la historia desde el comienzo, desde los primeros años de la década de 1870, momento en que los Osage fueron expulsados de sus tierras en Kansas y trasladados a una tierra, aparentemente sin valor ninguno, en la región nororiental de Oklahoma.

La trama se construye de forma lineal, salvo en algunos puntos en los que es necesaria una retrospección para examinar algunos hechos pasados, pero que serán importantes para el desarrollo de la investigación. 
Tampoco se olvida el autor de hablar sobre la creación del FBI y las técnicas que se empleaban en ese momento. Vamos a ver la evolución de la ciencia criminalística y como lentamente va sustituyéndose el bertillonage, primer método científico utilizado para identificar a los criminales reincidentes ideado en 1879 por el criminólogo francés Alfphonse Bertillon, para dar paso a un método más eficaz y revolucionario: la identificación del criminal a través de la toma de huellas dactilares.

Y ya para terminar...
También conoceremos los primeros pasos del FBI y como se llevó a cabo su modernización, incluyendo sus logros y errores.
El personaje de John Edgar Hoover va a ser un fijo a lo largo de toda la obra, ya que fue el primer director de la Oficina Federal de Investigación y pese a todos los descuidos y disparates, pese a toda la corrupción que sacó a la luz la investigación de este caso, consiguió demostrar que el país necesitaba una policía que abarcase todos los estados, que fuese más profesional y contase con conocimientos científicos, algo que se alejaba de lo conocido hasta el momento.

Espero haberos animado con esta lectura que, como ya os he mencionado más arriba, sigue los pasos del estilo de Capote y del nuevo periodismo, contándonos historias que responden a hechos reales que se convirtieron en noticia.