miércoles, 16 de febrero de 2022

Elizabeth y su jardín alemán de Elizabeth von Arnim

Sinopsis:

Ambientada en un jardín de la región alemana de Pomerania, la novela es el relato en primera persona de una joven mujer que ve en las plantas y en los árboles una imagen de feliz rebeldía en contra de las reglas sociales de su tiempo. Casada con un noble prusiano, a quien vamos a conocer como «el hombre airado», Elizabeth sabe que, puertas adentro, la esperan un sinfín de criados a los que hay que orientar, unas comidas interminables con huéspedes aburridos, unos muebles austeros que comen luz y crían polvo. Fuera, en cambio, está su jardín, están los libros que ella ama leer sentada en la hierba y están sus tres hijas pequeñas, que comparten con ella este paraíso terrenal. Este espacio consagrado a la naturaleza se convierte así en un lugar de libertad y reflexión, un territorio donde el placer anda del brazo de la vida, y donde el talento de Von Arnim se expresa con sus mejores armas.

Opinión:

Esta novela publicada en 1898 se convirtió en un gran éxito de ventas. Su autora, Mary Annette Beauchamp, optó por firmar bajo seudónimo y eligió para ello el nombre de Elizabeth von Arnim. El resto de obras que publicó posteriormente aparecieron bajo el mismo seudónimo.

Llegué hasta esta obra de forma indirecta. 
Viendo el gran éxito que estaba alcanzando otra novela suya que ha sido publicada recientemente ,"Vera", y que adquirí en una plataforma digital, quise conocer más de la autora y busqué sus otras historias en eBiblio, ya sabéis, el servicio de préstamo de libros electrónicos en línea ofrecido a través de las bibliotecas públicas españolas, un recurso que recomiendo al cien por cien.
Allí encontré algunas de ellas para descargar y opté por esta de Elizabeth y su jardín alemán, ya que las valoraciones eran muy positivas.
Debo decir que esta primera incursión en la obra de esta autora me ha dejado un sabor agridulce. Aunque me ha gustado, no ha cumplido con mis expectativas, ahora paso a contaros por qué.

Elizabeth 

La novela es muy breve, solo tiene 160 páginas, pero algunos pasajes se hacen un poco tediosos.
Elizabeth von Armin nos habla de una mujer que vive completamente volcada en su jardín y en la lectura de sus libros, algo que sus allegados y la sociedad que frecuenta no ve con buenos ojos. Se compadecen de ella, por una soledad buscada que no comprenden y que ella se ve obligada a justificar.

En la gran casa vive con su esposo, al que conoceremos con el sobrenombre de el hombre airado, y con sus tres hijas, personajes de los cuales tampoco conoceremos el nombre ya que las llama de forma familiar como niña de abril, mayo y junio. Esto último que acabo de mencionar ya nos indica que la protagonista tampoco es perfecta, aquí no se salva ni Dios, y tiene demasiadas excentricidades.
Ya para terminar con este apartado resumen sobre su vida, como buena ama de casa burguesa tiene la responsabilidad y/o la obligación de recibir visitas, unas visitas que permanecen demasiado tiempo y desbarajustan su modo de vida.
 
“Me horrorizan el cotilleo y los enredos de todo tipo. La lengua de una mujer es un arma mortífera y es lo más difícil que hay en el mundo de mantener a raya, y las cosas se le escapan con una facilidad pasmosa en el momento justo en que debiera estar más callada.” 

Esta autora utiliza a la protagonista o se utiliza a sí misma, porque parece que la obra tiene tintes autobiográficos, para hacer una crítica de la sociedad, pero al igual que en otras historias de la época vemos ese reflejo social a través de los ojos de alguien que no las acepta, en esta narración breve, Elizabeth crítica pero luego se deja llevar por la corriente y actúa de igual modo, es decir, ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga que tiene ante el suyo. De esa forma, tirando de hipocresía, la autora, hace más hincapié en determinados pasajes que nos llevan a vivir más intensamente las situaciones, realzando los defectos de esa sociedad.
 
“De nosotros reciben de un marco y medio a dos marcos al día y todas las patatas que puedan comer. Las mujeres reciben menos, no porque trabajen menos, sino porque son mujeres y no se les debe alentar a que trabajen.” 

El personaje también recurre a la ironía con asiduidad, hay algunas frases memorables al igual que algunos diálogos que mantiene con otro personaje, una amiga que la visita con frecuencia y que es tan irónica como ella.

Y así pasito a pasito, con este relato en primera persona, llegamos casi al final y al otro personaje que aparece en el título.

y su jardín alemán.

La novela se divide en capítulos que llevan una fecha, de ella se sirve la autora para hablarnos de la floración de ese jardín que actúa como personaje omnipresente. 
El jardín va a estar siempre de fondo y las flores, las clases, los cuidados, los mejores lugares para ubicarlas, aparecen descritos de forma demasiado minuciosa para mi gusto. 
Esos fragmentos son los que me han aburrido horrores. 
Aunque entiendo que el tema del jardín sirve para mostrarnos como es Elizabeth y de paso ser el nexo que nos acerque a otros temas que subyacen en la narración, como el maltrato a las mujeres o la gran diferencia entre clases, a mí, particularmente, me ha aburrido esas largas parrafadas descriptivas hablando de plantas.

La protagonista nos muestra una vida despreocupada, insisto... quizás con tintes autobiográficos, mientras que el jardín, siempre de fondo, actúa no solo como escenario sino que es el lugar en el que busca refugio y protección, ya que según su modo de ver la vida en el interior de la casa solo la esperan deberes y disgustos. 
Y aquí llega otro detallito que no me ha convencido... Elizabeth no me ha parecido natural, demasiado artificiosa y excéntrica. Su amor por el jardín me resulta exagerado y las descripciones, como he mencionado con anterioridad, me ralentizaban la lectura.

Esta historia, sobra decirlo aunque nunca está de más recordarlo, hay que leerla con un espíritu crítico. 
La autora rechaza los estándares sociales de la época mostrándolos tal y como eran, y debemos entenderlos y aceptar que aunque las cosas han cambiado, el pasado no se puede cambiar y seguirá ahí, algo que deberíamos utilizar como enseñanza para no cometer los mismos errores. 
La exposición que hace de nuestro pasado es lo que más me ha gustado junto con el tono irónico que emplea en algunos momentos, ofreciéndonos una visión más completa de cómo era esa sociedad.

Ya tenéis los pros y los contras. Ahora os toca a vosotros decidir si os metéis en este jardín.

martes, 8 de febrero de 2022

Maximilien Heller de Henry Cauvain

Sinopsis:

Imaginemos la larga silueta de un joven. 
Es un detective privado prodigiosamente dotado para la observación y la deducción lógica, misántropo, adicto a las drogas y experto en química y en las ciencias forenses de la época. 
Así mismo, es un gran maestro en el arte del disfraz y sus audaces hazañas son narradas por su amigo y confidente, un médico. Otro doctor aterroriza y fascina por igual a nuestro héroe. 
El joven se ve involucrado en un caso de asesinato cuando su vecino, Jean-Louis Guérin, es acusado de haber envenenado con arsénico a su señor, el banquero Bréhat-Lenoir.

Opinión:

Parece que últimamente todas las novelas que leo tienen alguna relación con Sherlock Holmes, personaje creado, como ya sabéis, por Arthur Conan Doyle y cuya primera aparición fue en 1887 en la obra Estudio en escarlata.
Esa curiosa relación o nexo invisible, formado totalmente al azar entre mis lecturas, se basa en que en La gota de sangre de Doña Emilia Pardo Bazán, relato leído hace escasamente un mes y considerado el primer relato policíaco español (1911), aparece un detective que ironiza con la fórmula clásica empleada en las novelas de detectives inglesas de la época y que tenían como protagonista a Sherlock Holmes, (podéis leer más en esa reseña).
Por otro lado en Asesinato en la mansión de Darwin de Marion Harvey, cuya reseña veréis publicada en breve, encontramos un detective protagonista muy fan de Sherlock y que intenta emularle en su proceso deductivo.
Ya para terminar con esto de los vínculos llega la novela de la que hoy os hablo, Maximiliem Heller, ópera prima del francés Henry Cauvain, publicada en 1871 y en la que se cree que Conan Doyle se inspiró para dar vida a su famoso detective. Esta novela obtuvo un gran éxito entre el público y tuvo que ser reimpresa repetidamente en los años posteriores por lo que no sería extraño que Doyle se hubiese fijado en el personaje.

Y llegados a este punto seguro que os habrá asaltado la misma duda que rondó por mi cabeza al empezar a leer. ¿Hasta qué punto Doyle se inspiró en esta novela?
Pues la verdad es que no se puede negar que existen demasiadas similitudes.
  • Para empezar tenemos un narrador en primera persona. Un médico que será testigo de la investigación y a la vez confidente de Maximilien Heller, nuestro protagonista, y que le va a acompañar al igual que el Dr. Watson hizo con Sherlock, narrando las audaces hazañas de su amigo. En toda la obra de Henry Cauvain solo vamos a tener un único libro con el personaje como protagonista. El resto de su obra aunque de intriga y aventuras tomó otros derroteros y el detective quedó abandonado al comienzo de una fulgurante, pero breve, carrera detectivesca. Una lástima porque sus aventuras habrían cuajado muy bien entre los lectores.
  • También vamos a encontrar similitudes en el perfil psicológico, ya que Cauvain lo describe como un desagradable excéntrico, tremendamente huraño y adicto a las drogas. Un experto en química y ciencias forenses de la época y gran maestro del disfraz. Las descripciones van a ser uno de los puntos fuertes en esta novela, sobre todo al comienzo, cuando el autor hace la presentación de Maximilien Heller. En el primer capítulo no solo se recrea en su descripción psicológica o física, sino que también lo hace mostrándonos su entorno, aportando detalles que nos ayudan a complementar más aún su personalidad. 
  • Otra analogía que vamos a encontrar entre la obra de Doyle y Cauvain es que ambos crean un antagonista para su detective, alguien enigmático y maléfico que le complicará la investigación. Veremos como el foco de la historia se centra en mostrarnos la personalidad del investigador y del criminal, dejando de lado a la víctima y al acusado que pasan a ser una simple excusa sobre la que se construye toda la trama.
Y hasta aquí las similitudes, lógicamente también existen diferencias que dejo en vuestras manos el averiguar. 
Al ser un único libro, no como Sherlock Holmes que tiene toda una saga respaldándole detrás, muchos aspectos de Heller nos van a quedar sin descubrir. Tampoco vamos a ver la completa y compleja evolución que pudiera experimentar.

Al llegar a la mitad vamos a tener un cambio de narrador que llega cuando Heller toma las riendas del relato. Enviará cartas al doctor en las que se incluye una crónica exhaustiva de sus observaciones sobre el caso que tiene entre manos y que van a ser publicadas en orden cronológico y sin alterar una sola palabra. En esas cartas vamos a ver como el personaje, al igual que el de Baker Street, no adivina sino que aplica un método deductivo que termina sorprendiendo al resto de personajes y a los lectores.

Otro detalle curioso que me ha gustado encontrar es que el autor, además de novelista desempeñaba la labor de alto funcionario estatal, por lo que sus conocimientos a la hora de describir la jerarquía judicial y policial aparecen plasmados en la historia aportando un toque muy realista, al igual que ocurre en las novelas de Wilkie Collins. 

Os aseguro que este libro os va a encantar. El clima de misterio generado consigue mantenernos pegados a sus páginas y es una buena forma de entrar en contacto con otro de los investigadores ficticios que junto a Auguste Dupin de Edgar Allan Poe sentaron las bases del género.

martes, 1 de febrero de 2022

El refugio de Sandrine de Jérôme Loubry

Sinopsis:

Sandrine, una periodista de un periódico local de Normandía, recibe la noticia de la muerte de su abuela, Suzanne, a la que nunca llegó a conocer en vida. Aun así, viajará a la isla donde vivía su abuela para recoger todas sus pertenencias. El lugar está habitado por gente que llegó a la isla a finales de la Segunda Guerra Mundial. 
Horas después de su llegada a la isla, Sandrine advierte que los lugareños ocultan algo. Días más tarde encuentran a Sandrine deambulando por una de las playas, sus ropas teñidas por la sangre de otra persona, y murmurando sinsentidos. 
Para entender la verdad, el inspector Damien Bouchard tendrá que bucear en el pasado y la memoria de la periodista, poniendo en juego la cordura de Sandrine y la suya.

Opinión:

Hace una semanas os decía que había terminado el año con una obra muy recomendable, Guía del club de lectura para matar vampiros y que lo había comenzado con otra igual de buena, El ocupante
Pues bien, hoy vuelvo a hablaros de otra novela que me ha convencido totalmente, no solo por el ambiente claustrofóbico que recrea sino porque su autor logra desconcertar totalmente a los lectores. 
Vemos pasar ante nuestros ojos los acontecimientos, detalladamente narrados, pero somos incapaces de armar el puzle mental con las piezas que nos ofrece. Cada vez que logramos encajar una, la historia da un giro y debemos empezar a reorganizar nuestras ideas.

Lo primero que quiero señalaros es que nos encontramos ante una estructura compleja, pero que no nos dificulta la lectura porque el argumento está muy bien desarrollado. Solo debemos leer y dejarnos guiar por el autor.

Se divide en cuatro partes y en cada una de ellas el protagonismo variará de un personaje a otro, un modo de mantener viva la tensión al tiempo que incorpora datos que van enredando la trama.

En la primera parte y tras un capítulo introductorio al que daremos lógica al final, conocemos a Sandrine, una joven que recibe la noticia de que su abuela, Suzanne, ha fallecido. 
Este hilo sitúa la acción en 1986 y veremos como el personaje se desplaza hasta la extraña isla donde vivió su abuela y que sirvió de base nazi durante la II Guerra Mundial. En esta primera parte los saltos en el tiempo serán una constante y a través de ellos conoceremos también a Suzanne y los motivos de que se trasladase a vivir a la isla en 1949.
La segunda y tercera parte transcurren íntegras en 1986. 
En ellas se incorporarán a la trama dos nuevos personajes; uno es el inspector Damien Bouchar y la otra una psiquiatra, Veronique Burel. Ambos serán los encargados de averiguar qué le ha sucedido a Sandrine, pues es encontrada vagando por la costa y cubierta de sangre.
Y por último, en la cuarta parte, la más breve, la trama nos lleva hasta 2019, a una clase de psicología en una universidad, momento en el que se está exponiendo el caso.

Toda la novela está narrada en tercera persona y se lee de forma muy fluida, gracias a unos capítulos que resultan muy breves y a un soberbio argumento estructurado en capas, sin que en ningún momento se pierda la coherencia de la narración.

Los personajes aparecen descritos en su justa medida, poco a poco se van revelando datos sobre ellos y podemos crearnos una idea aproximada de cómo son, porque el autor se vale de ellos y de su historia para guiarnos de forma subrepticia por donde quiere y manipularnos.

Y hasta aquí os puedo contar...
No quiero profundizar más ni en personajes ni en la trama, creo que es un thriller psicológico en el que la magia narrativa recae en la lectura individual. Debéis sumergiros sin tener apenas datos e ir experimentando paso a paso, porque hablar de esos elementos desvirtualizaría el disfrute personal. El autor juega con habilidad con nuestra mente demostrando que el límite entre ficción y realidad es muy difuso, y cada lector debe llegar al final de libro con sus propias interpretaciones.
Para terminar os diré, respecto a esas interpretaciones, que hay algunas pistas que el autor disemina por la obra y que nos llevan a conclusiones precipitadas, porque los lectores las interpretamos de forma errónea. Esto último es solo un aviso para que estéis más pendientes que yo.

Os deseo un feliz lectura.

miércoles, 26 de enero de 2022

La gota de sangre de Emilia Pardo Bazán

Sinopsis:

En 1909, dos años antes de escribir  La gota de sangre, confesaba doña Emilia: "Cuando leo en la prensa el relato de un crimen, experimento deseos de verlo todo, los sitios, los muebles, suponiendo que averiguaría mucho y encontraría la pista del criminal verdadero". 
Nuestra autora, que nunca concedió el subtítulo expreso de "policíacos" a ninguno de sus muchos cuentos, no solo los escribió, sino que, como Poe en "El misterio de Marie Roget", aventuró sus conjeturas en el caso de otro crimen no resuelto. En esta obra encontrará el lector la maestría de una estupenda narradora y la aportación del matiz psicológico a la investigación del crimen. 

Opinión:

De nuevo os traigo hasta esta estantería virtual a Doña Emilia Pardo Bazán, una autora que no deja de sorprenderme.
Para esta ocasión he elegido hablaros de La gota de sangre, una novela corta escrita en 1911 y que está considerada como el primer relato policial moderno de la literatura española
Este último detalle es el principal motivo que me ha empujado a leer este relato y a arrastrar conmigo en una lectura conjunta a varios blogs amigos, pero hay algunos detallitos más que la convierten en una lectura muy interesante y que paso a contaros a continuación.

En 1887 el escritor británico Arthur Conan Doyle había dado vida a su gran personaje, Sherlock Holmes; un detective que no solo destacaba por su gran inteligencia, sino que también hacía gala de un razonamiento deductivo extraordinario. La resolución de los casos quedaban totalmente en manos del famosísimo detective y los lectores aunque hacían un gran esfuerzo eran incapaces de deducir quién era el criminal y sus motivos.

Doña Emilia, tras observar y estudiar al personaje, decidió que la fórmula clásica de las novelas policíacas inglesas no eran de su agrado, detalle que podemos apreciar en el desarrollo de esta historia, pues parece que se burla un poco del procedimiento clásico detectivesco al crear a Selva, un investigador aficionado que prefería hacer uso del instinto frente al método policial y que nos irá mostrando las pistas para que los lectores podamos deducir al mismo tiempo que él.

Otro detalle que me ha gustado es que la autora nos plantea un argumento curioso en el que incluye un problema ético llegando casi al final. 
Selva, un señorito inmerso en una grave depresión causada por el aburrimiento, es acusado de asesinato. 
El joven decide ponerse al servicio de la policía y les asegura ser capaz, en un plazo muy breve de tiempo, de resolver el crimen. 

La obra, según avanza, va incorporando pruebas que facilitan al lector la búsqueda del asesino y la resolución del caso. 
Podríamos decir que es un caso muy sencillo, quizás no tan elaborado como los de Doyle, pero que resulta entretenido. Nos muestra a un personaje real, de carne y hueso, con sus defectos y virtudes, aunque también hay que reconocer que comparte con el detective inglés un temperamento o sentimiento de superioridad frente a los demás que nos puede llevar a mirarle con un poco de desagrado. Lo más interesante de la narración no es el asesinado, sino el perfil que se hace de este extraño investigador y el curioso método deductivo donde una prueba nos llevará hasta la siguiente facilitándonos la misión indagatoria.

La Bazán, sumado a ese dilema ético, que por supuesto no he desvelado pero que sí he mencionado de refilón más arriba y que afecta al protagonista, también introduce una crítica hacia la ociosidad de la clase burguesa de la época.

Actualmente estamos más que acostumbrados a leer mucha novela policíaca o negra. No nos limitamos a las historias creadas por Doyle o a las de la Golden Age, pero os aseguro que incluso para los más versados en novela policial esta obra os resultará curiosa y atractiva.

viernes, 21 de enero de 2022

El ocupante de Sarah Waters

Sinopsis:

Un polvoriento día de verano llaman al doctor Faraday a Hundreds Hall, la mansión de los Ayres, en el desolado centro de una Inglaterra de posguerra que está cambiando aceleradamente. Faraday ya había estado allí cuando era un niño y su madre era una de las criadas de la casa. Y se había colado en las regias habitaciones, y, fascinado por tanta belleza, había roto una moldura de los artesonados de un corredor y se la había llevado. 
Ahora, gracias a los sacrificios de sus padres, es médico, aunque con una posición social no muy cómoda en el rígido sistema de clases inglés, y piensa que esta visita es un golpe de suerte. 
Pero Hundreds Hall ya no es más que la sombra de sí misma: las tapicerías cuelgan en jirones, la carcoma se ceba en el interior de la casa y las malas hierbas arrasan los jardines. La señora Ayres aún es una señora elegante, que mantiene como puede su dignidad. Roderick, su hijo, ha vuelto de la guerra cojo y enfermo. Se ocupa como puede de la casa y de la hacienda, y va vendiendo las tierras y la familia se va comiendo el capital. Su hermana Caroline, independiente, excéntrica y masculina, ha tenido que volver a Hundreds Hall para ayudarlo. Pero los Ayres han llamado al doctor Faraday para que se ocupe de Betty, la joven criada de catorce años, que quizá sólo está enferma de miedo, aterrorizada por aquello que percibe en la casa. Porque siempre son los niños y los animales los primeros en advertir lo siniestro. Y aunque nadie la cree, en Hundreds Hall se oyen ruidos inexplicables, se ven sombras fugaces y marcas de fuego en las paredes, y las cosas más familiares pueden volverse atrozmente perversas... 

Opinión:

Hoy os hablo de una novela publicada en 2009, pero de la que no había oído hablar hasta hace un par de meses y que ha sido un gran descubrimiento; tanto es así que he buscado otras obras de la autora para leer en breve.

Lo primero que quiero hacer es hablaros de la sinopsis de la editorial; algo que últimamente para mí se está convirtiendo en una batalla como la de Don Quijote contra los molinos. 
Me parece un despropósito. 
El primer párrafo parece una redacción de niño en edad escolar y el resto predispone al lector al dar demasiada información, haciendo un resumen de los primeros capítulos. 
Creo que las editoriales deberían tomarse más tiempo y cuidar estos detalles. Por suerte esta vez no había leído la sinopsis, ya que, de nuevo, la recomendación me llegó desde otros blogs amigos y me pareció bastante interesante lo que me contaban entre líneas.
Dicho esto...

Nos encontramos ante una historia compleja a la hora de catalogar dentro de un género. 
Construye una historia, ambientada en la década de los años cuarenta, cargada de obsesiones y con una ambientación al más puro y clásico estilo gótico. Mezcla tanto los géneros, apareciendo estos tan equilibrados, que podría encuadrarse en varias categorías a la vez; es una mezcla de terror psicológico y realismo.

Debo decir, para los lectores que huyen de las novelas de terror, que no llegamos a conocer el terror puro, como tal, pero sí algunas escenas, debido a su forma de narrar y a los elementos incluidos, consiguen sugestionarnos. 
La narración a lo largo de su desarrollo dará muchas vueltas, pero quizás lo que más me ha sorprendido a mí es el ritmo porque Sarah Waters se toma su tiempo para narrar los sucesos. 
La prosa de la autora es muy descriptiva, centrándose en los ambientes y escenarios.
No escatima en detalles y ese desarrollo pausado nos sumerge en algunas escenas extremadamente realistas arrastrándonos como testigos presenciales.
Debo insistir en que la ambientación es el punto fuerte de esta novela, ese trasfondo, oscuro y sórdido favorece que nuestro subconsciente se mantenga en tensión a la espera de la aparición de entidades sobrenaturales o en su defecto que alguien con intenciones ocultas se descubra.

La diferencia de clases, las obsesiones van a ser algunos de los temas que se tratan. 
Nos muestra a una familia, los Ayres, terratenientes venidos a menos; incapaces de avanzar al ritmo de los tiempos y que por lo tanto, permanecen aislados en la gran mansión familiar, Hundreds Hall.  
Esta mansión muestra un aspecto deplorable. Se desmorona día a día y parece arrastrar en ese deterioro a sus habitantes.
La casa se gana por derecho propio un lugar dentro del elenco protagonista, porque es un escenario omnipresente, cuya impronta marcará a todos los protagonistas. Los personajes de carne y hueso, a su vez, tienen una profunda descripción psicológica. 

Tenemos al doctor Faraday, alguien que vive obsesionado con la casa desde que la visitó en una ocasión, cuando tan solo era un niño. Un claro ejemplo de como la admiración puede terminar convertida en obsesión. Pero no solo la imponente casa obsesiona al buen doctor, sino que también le persigue la idea de ascender en ese sistema de clases inglés tan rígido como inaccesible. Faraday será el personaje que intente imponer una visión científica a los hechos.

La señora Ayres es una vieja de gloria que pasa el tiempo reviviendo el pasado e incapaz de adaptarse a un mundo que cambia rápidamente.
  
Caroline es la hija independiente de la familia Ayres. Sueña con alejarse de la casa, pero hay unos lazos invisibles, imposibles de romper, donde familia y "honor" la obligan a permanecer en Hundreds Hall. 

Roderick, el heredero, vuelve a casa tras la guerra con daños no solo físicos. La casa y su estado se convierten en un peso que recaerá directamente sobre sus hombros.

Y por último os hablo muy por encima de Betty, la criada a tiempo completo. Una joven, casi una cría, fácilmente sugestionable.
Como veis un elenco protagonista muy interesante y dispar.

El narrador es uno de los protagonistas y por lo tanto, un testigo directo que va reconstruyendo la historia poco a poco, muchas veces valiéndose del relato de otros personajes, porque lógicamente él no estará presente en todos los sucesos. La narración nos llega en primera persona y como siempre, los lectores deberemos tomar la decisión de si fiarnos o no de esa reconstrucción.

El final resulta sorprendente. 
Sarah Waters consigue mantener la tensión a lo largo de todos los capítulos, guardándose para el final una concatenación de pequeños detalles que consiguen sembrar la duda en el lector. 
Esta historia me ha recordado a grandes narraciones como "Otra vuelta de tuerca" de Henry James, a "Rebeca" de Daphne du Maurier y la película de "Los otros", quizás por esa ambientación y ese tono gótico tan marcado y que a mí me seduce de forma especial.

Me alegra haber inaugurado este año con esta lectura porque es excelente y por si fuera poco también he visto la versión cinematográfica de 2018, una película a la altura de esta novela porque hicieron una excelente adaptación.

miércoles, 12 de enero de 2022

La estrella blanca de Emilia Pardo Bazán

Sinopsis:

Emilia Pardo Bazán es sin duda una de las cuentistas más fecundas que ha producido la literatura de todos los tiempos. Notables por su número, los cuentos de Emilia Pardo Bazán, lo son también por la diversidad de sus temas y motivos. Constituyen un conjunto, cuya riqueza y complejidad hace difícil cualquier intento de clasificación, hasta el punto de que la propia autora, cuando recoge sus cuentos en colecciones, no intenta más que agrupar una serie de cuentos de temas muy variados aparecidos en la prensa hasta un determinado momento. Analizada detenidamente esta ingente y multiforme obra cuentística podemos observar diversos" centros de interés": cuentos de Galicia, cuentos patrióticos y sociales, cuentos psicológicos, cuentos trágicos y dramáticos, cuentos populares, legendarios y fantásticos y cuentos de objetos y seres pequeños.

Opinión:

Hoy os dejo en el blog mis reflexiones sobre La estrella blanca, un relato breve propuesto por Nitocris, administradora del blog Un libro en un tris y que leímos la noche del 5 de enero, convirtiéndose en mi primera #Lecturaconjunta de este 2022.

Ya os he hablado en alguna ocasión de Emilia Pardo Bazán, y lo seguiré haciendo en breve, porque es una autora española muy prolífica y cuyas obras no dejan de sorprender, no solo por su gran variedad temática sino porque han resistido muy bien el paso del tiempo.
Se sabe que tiene alrededor de seiscientos relatos publicados o recopilados en varias obras, pero se estima que estos fueron muchos más, alrededor de mil, ya que, según la costumbre de la época, muchos de ellos fueron publicados en periódicos y revistas, no solo de España, y bastantes siguen desperdigados aún sin localizar.

Pardo Bazán escribió ocho cuentos dedicados a la festividad de los Reyes Magos, y seis de ellos tienen como protagonistas a estos personajes.
La estrella blanca es un relato que he encontrado dentro del recopilatorio "Cuentos dispersos". Fue escrito originalmente en 1912 y publicado años después en "La Esfera", una revista ilustrada de la época. 
Como curiosidad os diré que la autora concluye con él su visión particular sobre los Reyes Magos que inició en 1895 con otro relato titulado "La visión de los Reyes Magos", y que forma parte de ese grupo de seis cuentos.
En esta narración breve, Pardo Bazán, nos ofrece una historia algo distinta a la que conocemos, insistiendo precisamente en detalles personales de los personajes y de los que la tradición cristiana ofrece escasos datos. Se atreve a crear un perfil físico y psicológico, debo decir que muy original, puesto que crea un arquetipo muy definido y único para cada uno de ellos y no escatima a la hora de relatarnos detalles sobre su origen y vida.

Poco más puedo contaros porque es un relato muy breve, creo que en mi versión digital tenía solo cinco páginas, pero como toda la obra Pardobazaniana es digna de ser leída y recuperada. 
Os animo a hacerlo.

jueves, 6 de enero de 2022

Guía del club de lectura para matar vampiros de Grady Hendrix

Sinopsis:

A Patricia Campbell su existencia nunca le ha parecido tan insignificante. Su marido es un adicto al trabajo, sus hijos adolescentes tienen su propia vida, su suegra senil necesita cuidados constantes, y siente que siempre va un paso por detrás de su interminable lista de cosas por hacer. Lo único que la mantiene viva es su club de lectura, un pequeño grupo de mujeres de Charleston unidas por su amor a las novelas de crímenes reales. En esas reuniones se habla de todo: desde la familia Manson a asuntos de sus propias familias.
Una tarde después de la reunión del club, Patricia es salvajemente atacada por una anciana vecina, lo que le llevará a conocer al atractivo sobrino de esta, James Harris. James es un hombre de mundo y muy leído que despertará en Patricia sentimientos que no había tenido en años. Pero cuando al otro lado de la ciudad unos niños empiezan a desaparecer y sus muertes son ignoradas por la policía local, empezará a sospechar que James Harris es más un criminal que una réplica en carne y hueso de Brad Pitt.

Opinión:

Terminé el año con esta lectura y ya os adelanto, desde estas primeras frases de la reseña, que me ha sorprendido muy gratamente.
Me había llegado recomendada desde varios blogs, una fórmula perfecta para acertar con una lectura, pero también me atrajo de ella otro detalle y es que al leer la sinopsis descubrí que combinaba dos elementos que a mí me atraen mucho: un club de lectura y vampiros. 

A lo mencionado hay que añadir que todos los libros que aparecen citados son reales, por lo que este tipo de obras pueden ayudar a los lectores a encontrar otros títulos curiosos.

Pero empecemos a desgranar lo que más me ha gustado. 
  • Lo primero es el argumento, porque el autor nos ofrece una historia de vampiros bastante actual. 
  • Lo segundo, los personajes. Todos ellos muy bien definidos, abarcando un amplio espectro de personalidades. 
  • El tercero, la estructura. La novela está dividida por secciones que llevan cada una por título un libro. Esas secciones hacen referencia a un mes y a la obra que están leyendo en el club de lectura. De ese modo sabemos en que mes están sucediendo los hechos y somos testigos de como va pasando el tiempo a la vez que se suceden los hechos.
  • Otro detalle que me ha gustado es el ritmo narrativo. La trama va avanzando y al mismo tiempo aumenta en intensidad, por lo que no da un respiro a los lectores. 

La trama se desarrolla en un barrio residencial de una pequeña localidad de Charleston, a finales de los ochenta y principios de los noventa.
Nuestra protagonista, Patricia Campbell, es una mujer a la que las 24 horas del día le resultan insuficientes. 
Su marido, como ya habréis leído en la sinopsis, es un adicto al trabajo; sus hijos van a su rollo y en ella recae también la labor de atender a su suegra, una anciana que necesita cuidados constantes. 
Patricia necesita un respiro y se anima a asistir a un club de lectura mensual. Según definición del género masculino del lugar, "Un club de lectura compuesto por amas de casa desquiciadas con demasiado tiempo entre manos". 
Lo que ellos desconocen es que está dedicado en exclusiva a leer libros de misterio y asesinatos.
Una noche, al regresar de su cita literaria, Patricia es atacada de forma brutal por una vecina, suceso que desencadena una serie de hechos extraños, entrando en escena un nuevo y misterioso vecino, James Harris. 

Y aquí finalizo con lo que considero la base del argumento. Quiero señalar que he recortado la sinopsis de la editorial porque en ella se descubren demasiados detalles del argumento, y el lector debe contar con total libertad a la hora de ir desentrañando la historia.

Los personajes, como ya he mencionado, aparecen muy bien descritos. Experimentan un arco dramático o de transformación ascendente, es decir, su desarrollo va de menos a más, y eso hace que todos, sin excepción, aunque haya personajes principales y secundarios, resulten muy atractivos e interesantes. Todos aportan su granito de arena, indispensable, para un progreso coherente del argumento.

Grady Hendrix, el autor, está dotado de un increíble sentido del humor que plasma en muchas de las situaciones que narra, pero también hay que advertir que otras situaciones descritas pueden herir la sensibilidad de lectores impresionables.

Es una novela de terror, sí, eso lo sabemos por el título y lo que entrañan los vampiros, pero en esta novela, además de que nos vamos a encontrar con unos seres que no son exactamente iguales a los descritos por Bram Stoker, también hay que decir que hay otro tipo de terror, más doméstico, y es al que se ven sometidas las mujeres.

El autor solo tiene traducidas dos obras al castellano. Una es esta de la que hoy os hablo y la otra es Horrostör, una historia que seguro que leo en breve porque como ya habéis visto me ha encantado su estilo. Creo que con esto basta para concluir con esta primera reseña del año. 
Es una historia destinada a los amantes de los libros y de los vampiros y que estoy segura de que no os decepcionará.