jueves, 23 de junio de 2016

Lady Warren: de Argelia a Túnez en moto de Lady Warren

Sinopsis:

Casi cien años después de que Lady Warren realizara su famoso viaje por el norte de África, Ediciones Casiopea traduce al español esta obra clásica publicada en 1922 con el título: Through Algeria & Tunisia On A Motor-Bicycle.
Esta aventurera inglesa realizó en 1921 un viaje sin precedentes acompañada de un joven. Mientras él conducía una motocicleta, ella ocupó espacio en el sidecar, donde iban alojados también el equipaje y las provisiones. En total 1700 millas de una aventura única que hará volar al lector en el tiempo y en el espacio.
Lady Warren encarna el espíritu aventurero que caracterizó a algunos viajeros de las primeras décadas del siglo XX. Fue una mujer adelantada a su tiempo y una transgresora ajena a los convencionalismos.

Opinión:

Introducción...

De Argelia a Túnez en moto, es una obra escrita en 1922, que vio la luz bajo el título de Through Algeria and Tunisia on a Motor-bicycle.
Ahora ediciones Casiopea, casi cien años después, nos ofrece la posibilidad de acercarnos a este clásico de la literatura viajera traduciéndola al español.

Nos encontramos ante la crónica de un viaje, fruto del diario que iba redactando Lady Warren a lo largo de esta aventura.
Tenemos entre manos un pequeño relato de 154 páginas, donde se relatan las andanzas de esa mujer de principios del siglo XX.
Todas las obras de esta editorial, se caracterizan por tener como protagonistas a mujeres, y en este caso en particular, Lady Warren no solo demostrará ser una adelantada a su tiempo, sino que también ajena a las reglas sociales que marcaban la vida de las mujeres.

“La primavera está comenzando a florecer y el día tiene una belleza particular. El cielo, azul intenso, da la bienvenida a la blancura de pequeñas nubes que, en una guerra perdida, se desvanecen rápidamente empujadas por el viento.

Las historias reales no pueden ser perfectas...
Ya sabéis que las historias cuando son reales se alejan mucho de ser perfectas, por lo tanto, voy a indicaros lo que he ido encontrando a lo largo de la lectura.

El comienzo es prometedor.
La narración aparece sembrada de vívidas y coloristas descripciones, como podéis observar en el fragmento que he escogido, pero también y aprovechando la alusión a las nubes, el ritmo y el tono narrativo emprenden su propia guerra contra el medio y al final pierden la batalla.
Ambos sufren demasiados altibajos a lo largo del texto, algo que por otra parte puede resultar totalmente comprensible.
El comienzo de todo viaje está cargado de agitación y de buenos propósitos, pero no nos engañemos, se trata de una aventura; un viaje de 1700 millas en un espacio limitado, el sidecar, soportando temperaturas extremas, las inclemencias del tiempo, averías, carreteras en mal estado y lugares para pernoctar que se alejan de lo que conocemos como comodidad.
Supongo que estaréis conmigo, que eso agota hasta el más fino sentido del humor, en este caso inglés, del que hace gala en momentos puntuales la autora.
Y es que no nos encontramos ante unas vacaciones programadas al uso, es un viaje donde día a día se programan las etapas que se recorrerán, es lógico que las floridas descripciones terminen convirtiéndose en una narración de tono algo más pesimista.
Aun así, hay que decir, que este diario es una curiosidad muy recomendable para los amantes de los viajes y de las aventuras.

También he echado en falta un fijo en las novelas de viajes, las referencias culturales.
Aunque aparecen citadas, lo hacen de forma muy breve. Pocas descripciones, en general, sobre las gentes con las que se cruzan y pernoctan.
Parecen meras anotaciones, tomadas al azar y con prisa, quizás pensando en desarrollarlas con posterioridad, y es que las experiencias demasiado intensas cuesta digerirlas en el momento, es difícil sacar una conclusión justa si se hace de forma apresurada... y pasado el tiempo, esos detalles pueden perder importancia y aparecer ante nosotros carentes de valor.

Los protagonistas...
Uno de los datos curiosos de este relato, es que Lady Warren, aunque protagonista total en apariencia, no viaja completamente sola.
Su compañero de aventura es el piloto del sidecar y aquí viene la curiosidad; en el diario cuando es necesario referirse inevitablemente a él, aparece citado solo con una sencilla P, quizás para evitar que este personaje alcanzase mayor protagonismo para los lectores.

Tampoco llegamos a conocer en profundidad a Lady Warren.
Sabemos o intuimos poco de ella; es fuerte de carácter y valiente, pero poco más.
Ese detalle aunque nimio, la aleja del lector, que ve pasar las páginas rápidamente sin llegar a empatizar demasiado con ella.
La vemos como alguien lejano que va desapareciendo entre la bruma.

Anteriormente, si recordáis, había mencionado que es la protagonista total, en apariencia, ahora me toca aclarar esa definición. Y es que en esta historia, el protagonista no es de carne y hueso, es un personaje inanimado con una influencia absoluta sobre el argumento.
Me estoy refiriendo a la aventura, al viaje en sí.
Lady Warren pasa a ser un personaje efímero y secundario en esta historia, quizás ella lo quería así, deseaba dejarnos únicamente su legado, el relato de su aventura y ser lo que realmente fue, solamente una espectadora más.
Puede que ese también sea el motivo, por el que después desapareció sin dejar rastro, o al menos, rastro escrito.
Por eso creo, que no hay que restarle mérito a esta aventura de principios de siglo. Ella llegó a sitios donde muy pocos lo habían hecho, y si entre ese grupo selecto y minoritario, contamos las que fueron mujeres, este viaje podría convertirse en único.
He dejado para el final lo más importante, para que veáis el gran merito, el valor del precioso legado escrito que nos dejaron estos aventureros y las grandes dificultades a las que se veían sometidos.
En esta crónica ha sido imposible incluir imágenes, tan solo se conserva la fotografía que ilustra la portada.
El motivo, es que la bolsa que contenía los negativos se perdió en el viaje de regreso...

“Sentada, compartiendo una porción de paisaje en movimiento a bordo del asfixiante trenecito que nos conduce de vuelta a Biskra, llego a la conclusión de que el desierto pierde todo su encanto cuando se mira desde la ventanilla de un tren".



martes, 14 de junio de 2016

Diez gansos blancos de Gerbrand Bakker

Sinopsis:

Una mujer extranjera alquila una solitaria granja en Gales. Dice que su nombre es Emilie. En la granja encuentra diez gansos que van desapareciendo sin que sepa la causa. Poco a poco conoceremos a la protagonista y querremos saber más.

¿De qué huye? ¿Por qué no echa al desconocido que aparece en la granja? ¿Qué hará cuando el marido la encuentre?

Con estos elementos se podría pensar en un thriller convencional, pero en este libro por encima de todo encontramos una forma de narrar, la de Bakker, y una mujer que permanece en el recuerdo, o quizás en los sueños, durante mucho tiempo.

Opinión:

Gerbrand Bakker, del que ya os he hablado en alguna otra ocasión, ha sido uno de mis grandes descubrimientos.
La primera vez que tuve contacto con él fue gracias a Javi de Ríos y a la editorial Rayo Verde que me ofrecieron leer Los perales tienen la flor blanca resultando ser una experiencia enriquecedora.
Hoy os acerco a otra de sus novelas; un drama intimista que sobresale por su realismo.
Lo han clasificado como thriller, pero realmente se aleja un poco de la descripción de ese género y de lo que los lectores acostumbramos a encontrar en él.
Lo habitual en ese género es que la intriga y el suspense provoquen tensión emocional en el lector, pero en este caso, la tensión se genera en la protagonista y en el miedo a lo que le depara el futuro. Respecto a los lectores, la intriga gira entorno a una de las preguntas planteadas en la sinopsis... ¿de qué huye Emilie y por qué?

El autor y su obra ... 
Bakker destaca por hacer uso de un lenguaje sumamente rico.
Sus relatos mantienen un excelente ritmo y su prosa, pausada y detallista al tiempo que delicada, consigue reflejar a la perfección el universo de sus personajes, frágiles y castigados en apariencia.
Una narrativa espectacular, inquietante, que sorprende por su laboriosidad y ambigüedad y que termina dominando al lector por completo.

Gerbran Bakker, hasta el momento, nos plantea historias de tono pesimista, con personajes que han sufrido algún trauma y donde podemos apreciar a través de su narración sus conflictos y miedos. Pero no os penséis que este detalle es algo negativo, todo lo contrario...
Sus obras, como he dicho, más que novelas son relatos, historias con pocas páginas pero que absorben por completo el tiempo del lector.
Lo esencial de su obra, la característica predominante, son las elipsis de las que hablaremos más abajo, un recurso que me encanta, porque esos vacíos, esos datos que se omiten a conciencia dejando el poso en la narración y en el lector, crean un nexo que nos estimula, que hace que pensemos e imaginemos.

El elenco de personajes en sus obras es también reducido consiguiendo que centremos nuestra atención en el argumento.

En este caso el encargado de acercarnos a la historia, a la mente y al universo emocional de Emilie es un narrador cuasi omnisciente.
Posee unos recursos limitados, tiene una visión parcial de los acontecimientos y se centra en la protagonista.
Solo en un par de ocasiones se sale de esas directrices y nos acerca a la familia que permanece en Holanda, eso sí, en ese momento se transforma convirtiéndose en un narrador cámara que únicamente relata lo que ve.
Creo que una excelente elección narrativa...

En conclusión, un texto ricamente poblado de descripciones, narrado en tercera persona, con frases cortas que crean diálogos ágiles y que facilitan con ello la lectura.
Pero esta lectura, hay que decirlo, es extraña... Ya he comentado que no nos encontramos ante el clásico thriller, aunque como se indica en la sinopsis pueda parecerlo; es más bien una narración enigmática, por lo que se intuye pero no se dice. Ya sabéis, las citadas elipsis, esa técnica que suprime algunos acontecimientos relevantes para aportar más suspense al texto.

Emilie y los gansos...
La protagonista es una misteriosa mujer que esconde un pasado del que huye, una mujer desorientada que intriga al lector desde el comienzo y con un futuro que iremos descubriendo, incierto.
Dice que su nombre es Emilie, curioso dato, ya que conoce a la perfección la trayectoria literaria de la autora Emily Dickinson con la que tiene una relación de amor/odio.
Es un personaje al que vamos conociendo poco a poco.
Al principio es solo ella y lo que ve a su alrededor. Más tarde, ese círculo se amplia y empiezan a aparecer personajes y a desparecer gansos, esto último puede servirnos de cuenta atrás... para saber que el final se aproxima.

En momentos puntuales, la protagonista nos facilita datos a través de sus recuerdos. Con ellos conoceremos a su tío, un personaje incidental pero que aporta la información necesaria para ir conociendo el mal, la sombra oscura que se cierne sobre ella.

Sobre el resto de personajes no voy a hablar, son totalmente secundarios, y aunque aportan a la narración algunos momentos interesantes, únicamente son el recurso para resaltar más la soledad que existe alrededor de Emilie, y es que no hay que olvidar que ese estado en el que se encuentra sumida es elegido por ella, por lo que se muestra huraña y poco receptiva con los lugareños.

Basta que leáis la obra y conozcáis a sus padres para entender que la chica ponga tierra de por medio. Son un par de impresentables, totalmente pasivos y conformistas, que por suerte para el lector tienen un grado de participación mínimo en la trama.

Generadores de intriga...
Siempre os comento los elementos que voy encontrando en las lecturas y que llaman mi atención.
En este caso me centraré en hablar de los que contribuyen a mantener el misterio a lo largo de la lectura.

1.- Las elipsis, ya las he mencionado.
Veréis que las omisiones de datos son algo constante y en ellas se incluye suprimir el nombre de la protagonista a lo largo de todo el texto.
Esta omisión se une al misterio que se cierne sobre ella y a lo sucedido en su vida antes de llegar a Gales.
El motivo para ocultarlo ya genera de por sí suspense, pero esa supresión intencionada de los nombres afecta también a sus familiares más cercanos, padre, madre y marido que permanecen en Holanda.
El nombre verdadero, lógicamente, lo conoceremos al final de la historia, aunque también he de confesar que lo he olvidado por completo, quizás ignorado... para mí, la mujer de los gansos siempre responderá al nombre de Emilie.

3.- La soledad deliberada de la protagonista, en este caso, también va estrechamente ligada a la ambientación, a ese lugar elegido para pasar el tiempo; esa granja alejada de la civilización en Gales, que consigue crear una atmósfera asfixiante y al tiempo, un nexo de unión fuerte e inquebrantable con los lectores.

4.- Hay autores que recurren a los saltos en el tiempo para crear suspense, en este caso el autor emplea los saltos de escenario, de Gales a Holanda y viceversa, donde se encuentra la familia de Emilie, y que aportará a la trama pequeñas semillas para hacer crecer el misterio.

5.- La genialidad narrativa de Bakker contribuye a potenciar el suspense y mantiene en vilo al lector. Dosifica la información y la tensión que crea hace avanzar al argumento de manera que no resulta previsible.
De esta frase extraemos algo claro y es que el ritmo narrativo está estrechamente relacionado con la tensión.

Como último detalle decir que el texto original fue escrito en neerlandés, el idioma de su autor e incluye fragmentos y palabras en inglés que no se han traducido. El motivo... mantener el espíritu original del texto. Por lo tanto, para los que no sepáis nada de inglés se incluye al final del libro un glosario con su traducción.

Una novela destinada a todo el público en general y que no dudo en recomendar desde este blog...


lunes, 13 de junio de 2016

El regreso del Catón de Matilde Asensi

El regreso del Catón (Saga Ottavia Salina 02)
Sinopsis:

¿Qué pueden tener en común la Ruta de la Seda, las alcantarillas de Estambul, Marco Polo, Mongolia y Tierra Santa? Eso es lo que los protagonistas de El último Catón, Ottavia Salina y Farag Boswell, tendrán que averiguar poniendo de nuevo sus vidas en peligro para resolver un misterio que arranca en el siglo I de nuestra era.
Escrita con rigor, con un ritmo que mantiene en vilo a los lectores página a página y capítulo a capítulo hasta el final, El regreso del Catón es una combinación magistral de aventura e historia con la que Matilde Asensi nos atrapa de nuevo para no dejarnos escapar hasta la última palabra.

Opinión: El regreso del Catón (Saga Ottavia Salina 02)

Antes de empezar con la reseña quiero hacer un breve apunte.
El regreso del Catón es un libro que perfectamente podría leerse de forma independiente.
Asensi incorpora pequeños fragmentos donde se relatan, eso sí de forma superficial, los sucesos con los que llenó las páginas de El último CatónAun así, yo aconsejaría leer el primer libro, porque en los resúmenes se pierde la intensidad y la oportunidad de disfrutar con la que fue la primera entrega de la saga Ottavia Salina y que sobra decir, que para mí fue brillante.

Y dicho esto comencemos con lo realmente importante...
Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas. Lo cierto es que nunca he estado muy de acuerdo con ese comentario, pero es cierto que las segundas entregas intimidan un poco a la hora de ponernos con ellas.
En cine tenemos ejemplos claros donde las segundas partes superaron con creces a las primeras. Por ejemplo, Terminator II, el juicio final superó a Terminator... y Alien el octavo pasajero fue superado por su secuela Aliens: el regreso; aunque como siempre digo, eso va en cuestión de gustos.
Volviendo a la literatura también tenemos montones de ejemplos. John Verdon y su detective Dave Gurney nos tienen acostumbrados a constantes altibajos a lo largo de la saga. Y la segunda parte de la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo fue mucho más intensa, por no decir que mejor, que su primera entrega...
En este caso, las dos novelas que componen la Saga Ottavia Salina, andan a la par. Ambas tienen detalles que podrían ser mejorables y otros que por el contario, resultan soberbios, por lo tanto insuperables, y es que en las obras de Matilde Asensi siempre encontraremos algo que las hace brillar, y a eso voy...

Si hay algo que puede marcar de por vida a un libro, es sin duda, la forma de comenzarlo.
Muchos lectores probamos con los primeros párrafos y si tras leerlos no logran engancharnos, optamos por abandonar la lectura.
Pero de esos comienzos no es de lo que hoy quiero hablaros.
Los comienzos a los que me refiero son esos párrafos que nos persiguen a lo largo del tiempo. Elaborados, sublimes... ¿Quién no recuerda los primeros compases de Don Quijote de la Mancha, de Crónica de una muerte anunciada, o de Ana Karenina con su famosa frase “Las familias felices son todas iguales; las infelices lo son cada una a su manera”?
Pues sí, esta obra también tiene uno de esos comienzos que logran impactar al lector y que son los culpables de que leamos una y otra vez los primeros párrafos.

 "la historia la escriben los vencedores y los vencedores, con el tiempo, adquieren el poder de obligarnos a creer lo que escribieron, de hacernos olvidar lo que no se escribió y de inducirnos a tener miedo de lo que jamás ocurrió. Todo para seguir ostentando el poder, sea poder religioso, poder político o poder económico. Da igual. A ellos, a los vencedores, deja de importarles la verdad y a nosotros, la gente, también. A partir de ese momento el pasado lo reescribimos entre todos, haciéndonos cómplices de aquellos que nos engañaron, nos asustaron y nos dominaron. Pero la historia no es inamovible, la historia no está escrita en piedra, no tiene una única versión ni una única interpretación aunque así nos lo hagan creer y, lo que es aún peor, aunque así nos lo hagan defender con nuestras vidas, nuestro fervor o nuestro dinero".

Y ahora dejemos los comienzos a un lado y centrémonos con lo que encontraremos en el interior...
En la anterior reseña de esta saga os decía, que hay muy pocas novelas que al terminarlas nos dejen una sensación plena, de encontrarnos ante una novela perfecta.
También es cierto, que es complicado encontrar un argumento original entre la avalancha de novelas que tienen como tema central, resolver enigmas religiosos. Por lo general, la solución a esos enigmas la hallaremos en escenarios cargados de pruebas casi imposibles de superar, lógicamente con un claro y único objetivo, impedir que se descubra un tesoro o reliquia que podría hacer tambalear los cimientos de la iglesia Católica.
Esta nueva entrega ya os adelanto que tampoco me ha parecido perfecta, pero reconozco que el ingenio que tiene Matilde Asensi para elaborar argumentos, hace que esta lectura se convierta en un pasatiempo gratificante.

Han pasado quince años desde que se publicó El último Catón y para esta segunda entrega su autora, ha decidido que los años pasasen de igual manera para sus protagonistas.
Ese es un detalle que me ha gustado.
No estamos ante la típica saga donde una aventura sucede a la anterior con muy poca diferencia de tiempo. Tenemos unos personajes que han evolucionado, obviamente unos lo han hecho para mejor y otros para peor; les ha ocurrido como al vino, unos mejoran con el tiempo y otros terminan avinagrándose; unos prefieren llevar una vida sosegada y otros prefieren introducir en ella un poco de aventura.
Respecto a esto, encuentro negativo el cambio que ha dado la protagonista Ottavia.
Su personaje ha variado y no ligeramente.
Ahora se ha convertido en alguien más inflexible, llegando incluso en algunos momentos a rozar la prepotencia. Demasiado negativa, quejica e incluso envidiosa, y para colmo, se repite demasiado en sus argumentos.
Por ejemplo, cada vez que se refiere al matrimonio Simonson, los mecenas de esta nueva aventura, lo hace llamándoles alienígenas o empleando la frase... los octogenarios o nonagenarios, (a los lectores nos basta leerlo una única vez para detectar el tono jocoso y entender, que tienen tantos años que es difícil acertar con su edad exacta). Resumiendo, la primera o segunda vez puede resultar graciosa la frase, pero Ottavia la repite cada vez que estos entran en escena y se hace un poco cansado.

Otro detalle a tener en cuenta en este caso, son los antagonistas, personajes que deberían hacer sombra a Ottavia y seguidores, pero que no llegan a estar a la altura de la situación. Es como si se quedasen a medio desarrollo y no logran sembrar tensión ni en la trama ni en el lector.
Sobre la familia de Ottavia también quiero hacer alguna mención pero es complicado no meter spoilers, por lo tanto me limitaré a decir que aunque es una línea argumentativa secundaria también hubiese merecido la pena dedicarle más páginas.

Para ir acabando, hay que decir que la novela no resulta tan intensa como la anterior y que algunos fragmentos ralentizan demasiado la trama. Aun así, a partir más o menos de la mitad, nos sumergimos en esa mezcla de historia y ficción y resulta imposible abandonar la lectura.
En común con la novela anterior, también encontramos que nuestros protagonistas tendrán que superar una serie de pruebas para hallar los osarios perdidos de la familia de Jesús. Sustituimos las siete pruebas basadas en el purgatorio de la Divina comedia de Dante por otras nuevas basadas en las Bienaventuranzas y en este punto habría que volver a mencionar que su autora, tiene una imaginación prodigiosa.

domingo, 5 de junio de 2016

Versalles. El sueño de un rey de Elizabeth Massie

Sinopsis:

Versalles, 1667. Louis XIV, rey de Francia, tiene veintiocho años. Para apaciguar a la nobleza francesa y hacer cumplir su poder absoluto, Louis emprende la ambiciosa construcción de un opulento palacio que se puede convertir en su propia trampa. Pero el rey demuestra ser un estratega extraordinario, manipulador y maquiavélico, y utiliza la construcción de Versalles para mantener a los nobles de París bajo su control. Convierte el famoso palacio en una jaula dorada.

Louis es hombre de grandes pasiones pero, en su papel de rey, no puede abandonarse totalmente a ellas. Pronto la corte se convierte en un campo de batalla de alianzas, unas sinceras, otras tácticas, mientras que la reina, María Teresa de Austria, lucha por mantener a Louis a su lado. ¿Conseguirá volver a ganarse su favor en detrimento de su poderosa amante, la hermana del rey de Inglaterra?

 Opinión:

Adaptaciones televisivas... 

Elizabeth Massie, es conocida por haber escrito varias novelas históricas, así como la novelización de la serie de televisión, Los Tudor.
Ahora surge de su pluma una nueva adaptación, una obra que atrapa sin remedio, pero esta vez basada en la serie francesa Versailles, volviendo a demostrar que es un género donde se desenvuelve con bastante habilidad.

Puede que haya lectores que no encuentre el mérito a novelar de este modo, es decir, lo normal es que se utilice la Historia como base para escribir una obra y de ahí se creen las distintas versiones para cine o televisión, incluso se podría prescindir del paso de la novela...
Pero llevar un periodo de la Historia al cine y de ahí pasarlo al papel, podría parecer que a la autora le dan medio trabajo hecho.
En fin, sea cual sea nuestra opinión al respecto, el caso es que esto de crear adaptaciones de series o películas debe estar muy en boga y la última en apuntarse al reto, porque puede salir bien o muy mal, ha sido la escritora de literatura infantil y juvenil, Cornelia Funke, elegida para escribir la novela de El laberinto del fauno.



En un principio, tras leer las primeras páginas, pensamos que el gran palacio de Versalles; ese personaje inanimado que empieza a tomar forma como un espectro que emerge entre las brumas, tendrá demasiado peso en el argumento y se convertirá en el protagonista principal de esta trama.
Pero no será exactamente así...
Es cierto que logra acaparar nuestras miradas, que sobrevivirá a todo el elenco de personajes que intervienen en este libro, pero eso no es suficiente para eclipsar al rey Sol, Luis XIV; que haciendo un buen uso de ese apodo, logra que la historia gire, casi por completo alrededor de él.

Jamás conseguiremos invadir el mundo entero, pero sí podemos conseguir que el mundo nos considere su centro.


Luis XIV era un rey de gustos refinados e innumerables pasiones, entre las que destacaban la caza y las mujeres.
Pero hablemos de la caza, que al fin y al cabo es el detonante de todas las historias que sucederán después.
Versalles era el lugar donde más disfrutaba con ello y las visitas se fueron haciendo cada vez más frecuentes y prolongadas.
En ese momento es donde da comienzo el argumento, en la primavera de 1667, cuando la corte se desplaza de París a Versalles y Luis decide encargar el proyecto de ampliación del palacio a su arquitecto Louis Le Vau. Un momento crucial y delicado de la Historia, donde la apariencia era lo más importante y ninguna monarquía podía tener por soberano a un hombre débil.

A lo largo de 438 páginas, nos adentraremos en un mundo donde nadie es lo que aparenta.
El lector sucumbe ante una obra cargada de acción e intriga, donde la ambición y las conspiraciones serán constantes.

La obra está excelentemente documentada, aun así no hay que olvidar, la delgada linea que separa ficción de realidad donde personajes reales e inventados entrecruzaran constantemente esa linea.
De entre todas los detalles positivos que he encontrado, de los cuales algunos ya han sido citados, destacaría un par de ellos en particular: Ambientación y ritmo.
La ambientación es muy buena, hace que la narración sea más creíble y todo gracias a excelentes descripciones, sumamente detalladas.
El ritmo es muy ágil y no se aprecian altibajos a lo largo de toda la narración. ¿El motivo? La carga de intriga constante.
Desde el comienzo somos testigos de las confabulaciones palaciegas y luchas de poder que surgen entre los nobles, pero las más interesantes sin duda, son las que llegan a afectar al mismísimo rey.
La corte está plagada de ministros que le desafían abiertamente, nobles que no pagan sus impuestos y por supuesto no podía faltar una mención a la política exterior y a los enfrentamientos constantes con Inglaterra, España y el Sacro Imperio.
Pero en lo referente a las intrigas internas la pregunta más recurrente en el lector es ¿quién se esconde tras ellas?
Lo mejor es que tras descubrirlo el suspense no desaparece, salta a otro nivel y empezamos a sucumbir ante la duda de si al final, será atrapado.

Dando un poco de color a los Austrias...

Una de las aportaciones de esta novela que para mí ha sido todo un descubrimiento es el hecho de que María Teresa de Austria, hija de nuestro rey Felipe IV, diera a luz una niña de piel oscura. He buscado  datos al respeto y resulta que esa información es del todo cierta, aunque los motivos de esa extraña coloración entre los Austrias, podría ser por varias causas...

Los personajes más relevantes de esta historia y algunas curiosidades que no se citan...

Luis XIV, fue uno de los reyes más importantes de la historia francesa. Fue el creador de un régimen absolutista y centralizado, que se ha considerado como el prototipo de monarquía absoluta.

El hijo de Luis XIV y María Teresa de Austria (nuestros protagonistas), fue conocido como el Gran Delfín, Luis de Francia.
Curiosamente en su nacimiento fue predicho que sería «hijo de un rey, padre de un rey, pero nunca rey».

Es cierto que Luis de Francia nunca gobernó, ya que falleció en 1711 cuando su padre aún gobernaba, pero su hijo tampoco lo hizo, con lo cual la predicción no resultó del todo acertada.

El hijo del Gran Delfín y nieto de Luis XIV, fue Luis, Duque de Borgoña, que tampoco pudo reinar ya que falleció junto con su esposa en 1712, por sarampión...

Por fin, en 1715 y en el lecho de muerte, el todavía rey Luis XIV, nuestro protagonista, mandó llamar a su bisnieto de 5 años, el que por fin sería coronado como Luis XV...

 «Hijo mío, vas a ser un gran rey. No imites mis gustos por construcciones y guerras. 
Al contrario, trata de tener paz con tus vecinos. Vuelve a Dios lo que le pertenece; reconócele las obligaciones bajo las que te encuentras; haz que tus súbditos lo honren. Sigue siempre buenos consejos. Trata de solventar el sufrimiento de tu pueblo, que me aflige no poder solucionar. (...)».

Como solemos decir por aquí, consejos vendo que para mí no tengo. 
No se puede negar que resulta un excelente discurso para el ocaso del rey Sol. Denota un claro arrepentimiento, supongo que un último intento por limar asperezas con el Altísimo, al que iba a visitar en breve.
Ya sabes Luisito, nada de grandes construcciones ni de guerras... Y respecto al número de amantes, es un dato totalmente negociable...



Felipe de Francia, Duque de Orleans, fue conocido por sus costumbres extravagantes, su libertinaje y homosexualidad, algo que la autora deja muy claro e impone como rasgo característico de este personaje a lo largo de la novela.
No llegó a desempeñar ningún papel político relevante y vivió siempre a la sombra de su hermano Luis XIV.
Quizás ese ostracismo al que se vio sometido, fue a causa de sus extravagancias, o todo lo contrario, su comportamiento fruto de un vano intento de llamar la atención de su hermano.

La hija de Carlos I de Inglaterra, Henrietta Anne Stuart, (Enriqueta de Inglaterra), conocía a Luis y a su hermano desde niña, debido al parentesco que les unía, primos.
Enriqueta se convirtió en esposa de Felipe... ¡Sí!, habéis leído bien, en esposa, pero quizás el dato más curioso es que al mismo tiempo pasó a ser una de las amantes mejor consideradas de Luis XIV.
Todo quedaba en familia..

Luisa de la Vallière, fue otra de las amantes del rey.
Aunque en esta historia la conocemos cuando su romance con Luis está a punto de finalizar, la rumorología cuenta que el inicio de su relación fue tan solo una columna de humo, es decir, comenzó de forma estratégica.
Luis XIV, debía fingir que la cortejaba para que la Corte no interviniera en el verdadero romance existente entre él y su cuñada Enriqueta. Pero los cálculos fallaron y el juego se convirtió en realidad, pasando a convertirse en la favorita. 

 


He dejado para el final el detalle que quizás a mí me frena más, aunque no es para nada negativo.
El final de esta historia queda al aire...
Se ha narrado solamente una pequeña parte de las interesantísimas historias que se esconden en Versalles.
Las obras del fastuoso palacio están aún por finalizar y el Gran Delfín, hijo de Luis y María Teresa aún es un niño... Por lo tanto, deduzco, que habrá continuación, algo que espero con ganas...




jueves, 26 de mayo de 2016

El otro hijo de Sharon Guskin

Sinopsis:

¿Qué harías si tu hijo te dijera que ha vivido otra vida y quiere regresar a ella, que quiere volver con su otra madre?
Janie sabe que con su hijo Noah nada es fácil. Por las noches sufre pesadillas tan espantosas que incluso ella se asusta. Todo el mundo le dice que es una fase pasajera, pero la situación solo parece empeorar. Hasta que un día Janie recibe la llamada del colegio para que vaya a recogerlo de inmediato. Y la vida se para.
Para el psiquiatra Jerome Anderson la vida tal y como la conocía también se ha detenido. Su médico le ha confirmado que le queda poco tiempo, pero Jerome no piensa que todo esté acabado. Ha dedicado su vida a buscar algo más allá de lo que todos pueden ver o percibir. Y con Noah cree que lo ha encontrado.
Muy pronto, Noah, Janie y Jerome llamarán a la puerta de una mujer a la que ninguno de ellos conoce y, cuando esa puerta se abra, todas sus preguntas encontrarán respuesta.
¿Qué sucede tras la muerte?
Una historia emotiva y llena de suspense marcada por el profundo vínculo
que se crea entre una madre y su hijo.

Opinión:

Un niño que recuerda haber vivido en otro lugar y con otra madre.
Una madre que no entiende lo que le está ocurriendo a su hijo.
Un psiquiatra que ha dedicado su vida y trabajo a buscar respuestas.
Otra madre, que busca incansablemente a su hijo desaparecido...

Sobre estas premisas se construye la historia, una obra que tiene mucho de filosofía y ello obliga a reflexionar constantemente al lector mientras lee, generándole dilemas.
Como diría Confucio, Leer sin meditar es una ocupación inútil, y lo importante de esas reflexiones no es el resultado, son las cuestiones que van surgiendo por el camino, el proceso de pensamiento.
Hay una pregunta implícita y constante en toda esta historia. La autora nos bombardea con ella desde el comienzo y es la misma que desde la antigüedad ha generado el gran debate entre todas las vertientes del pensamiento. ¿Fiarse de los sentidos o de la razón? 
Una pregunta muy complicada cuando estamos más que acostumbrados a responder con la tan manida respuesta de... Si no lo veo, no lo creo.


Argumento... 

Sin duda, es una apuesta arriesgada, ya que el tema principal sobre el que gira esta novela, es la reencarnación.
Para algunas religiones o filosofías, la creencia de que la esencia individual de las personas; alma, mente, conciencia, o energía, adopte un nuevo cuerpo material tras la muerte, es algo natural; pero a los occidentales esas creencias nos cuesta entenderlas con facilidad.
La reencarnación contempla que tras la muerte, el espíritu viaja hasta encontrar un nuevo cuerpo; para aprender a través de varias vidas, lecciones fundamentales que nos hagan evolucionar hasta alcanzar el estado de iluminación.
Por ese motivo digo, que es una apuesta arriesgada. Hay que tener una mente muy abierta para leer esta obra sin prejuicios.

Pero no es el único tema sobre el que se construye la trama. Los personajes principales nos mostrarán sus conflictos interiores, sus prejuicios, el miedo ante lo desconocido, los remordimientos, e incluso podemos ver una clara crítica hacia la ciencia y la medicina moderna, con sus diagnósticos preconcebidos.

Estructura...

La novela comienza con dos hilos argumentativos principales.
El de Janie, la madre de Noah y el de Anderson, el psiquiatra que tomará el caso de nuestro pequeño protagonista en un último intento por resolver el misterio de sus fobias nocturnas y de su extraño comportamiento.
Estas dos tramas van alternándose hasta que sus protagonistas se cruzan.
Más avanzada la lectura, hacen acto de aparición otros dos hilos argumentales más.
El de Denise, aparecerá llegando al meridiano de la novela y el de Paul, prácticamente en la recta final de la historia, para rematar algún tema pendiente.
Estos dos personajes, aunque secundarios, tienen mucha importancia para el desarrollo de la trama.

La historia, en un principio, comienza siendo una narración lineal, pero llegados a un punto se rompe ese orden cronológico con la incorporación de escenas retrospectivas que darán la información necesaria al lector, para comprender a los personajes.

A toda esta estructura, hay que añadirle algunos fragmentos de la novela Vida antes de la vida de Jim B. Tucker, que aportan la parte de realidad a la novela, con el relato de casos verídicos sobre reencarnaciones.
Estos fragmentos, aunque interesantes, no los entiendo incluidos entre medias de la historia. El argumento de por sí, aporta bastante interés y credibilidad, y lo habría encontrado más lógico que esa incorporación se hiciese en bloque en la parte final de la obra e incluso al principio como un prefacio.

El tono general...

Puede parecer que nos encontramos ante una novela de intriga, un thriller, pero realmente la veo complicada de catalogar. Más bien apostaría por clasificarla como drama de ficción, porque los rasgos anteriormente citados tampoco sobresalen en ningún momento.

El estilo narrativo es sencillo. El tono empleado no es en general positivo ni estimulante, aunque es cierto que es el correcto para mostrar los sentimientos de los personajes, sus conflictos y conseguir empatizar con el lector.
La novela sin duda engancha, incluso me arriesgaría a decir que la trama da un giro radical a raíz de la incorporación de los últimos dos hilos argumentales.
El ritmo de la narración se acelera por el aumento de la intriga y el deseo de encontrar respuestas por parte de los personajes e incluso del lector.
Pero lógicamente, en el libro no encontraréis esas respuestas...
Al llegar al final el lector se encuentra con un dilema, la reencarnación es la mejor explicación, aunque no lo única...

El final elegido considero que es el correcto...

Con todo lo citado hasta el momento, debo decir que esta lectura no me ha convencido del todo.
No he disfrutado como esperaba y es que me ha quedado una sensación como de vacío.
No puedo atribuir esa sensación a ningún detalle en concreto, es simplemente, que me deja la impresión de que falta algo y ese algo, se levanta ante mí como un muro insalvable que impide, en este caso a mí, conectar con el rumbo que toma el argumento y empatizar con los personajes.
Es como cuando haces una comida y no logras identificar que condimento le falta. Una percepción sutil que te persigue a lo largo de la lectura del libro e incluso después de haberlo finalizado.
Con esto, no estoy diciendo que la ópera prima de Sharon Guskin sea mala, tiene un argumento original, un comienzo impactante y prometedor, y unos personajes que se van perfilando poco a poco sin llegar a eclipsar al resto. Cada uno cumple con su papel dentro de la trama sin llegar a sobresalir por encima de los demás.

Las valoraciones de las novelas, ya sabéis, que dependen de muchos factores y varían según el lector, por ese motivo, espero que vosotros sepáis o logréis disfrutar más de esta obra.

Salvo un par de errores o deslices que achaco a la traducción más que a la redacción, considero que esta lectura puede resultar una apuesta interesante...