El Rey Lombriz es la historia de Buny, un discapacitado psíquico de cuarenta y dos años que vive con su madre, la señora Teresa, en un barrio marginal de ninguna parte cuya variada fauna urbana representa a los abandonados de la sociedad y, entre los cuales, destacan tres:
-Besi, una joven prostituta, protectora y amiga inseparable de Buny desde que lo conociera en el colegio público donde ambos intentaban sobrevivir. Una amistad a prueba de golpes,
a pesar de las oposiciones de la mamá de Buny.
-El Señor-Señora, un transexual amigo de Besi, que es odiado y ultrajado por sus vecinos.
- Y la mujer calva, apodo por el que es conocida la solitaria Matilde, una enferma de cáncer terminal reconvertida a médium y vidente.
Un giro en su cotidiana vida de barrio hace que estas cuatro personalidades tan diferentes emprenda un viaje hacia su destino.
El Rey Lombriz es una historia que surge primero como guión de cine y, finalmente, ve la luz como una novela de ficción poco corriente.
Opinión:
Cuando comienzas a leer este libro nos dejamos engañar por la sinopsis y parece que se tratará de una historia sencilla, pero tan solo con leer el primer capítulo nos damos cuenta de nuestro error. Nos encontramos ante una novela de estructura muy compleja.
La novela se divide en dos partes y su estructura no se ajusta a los cánones de una narración clásica. Introducción, nudo y desenlace.
La autora juega con el tiempo en la narración y con el lector, en todo momento.
- Capítulo 1 de la Primera parte. El cambio I.
- Capítulo 1 de la Segunda parte. El cambio II.
En estos dos capítulos se utiliza una figura literaria que se denomina Prospección, Prolepsis o Anticipación; es un tipo de Anacronía orientada hacia el futuro.
Adelantan la narración de un acontecimiento, que siguiendo el orden lógico-casual debería suceder después.
¿Para que sirve esto? pues para reforzar la inquietud y la curiosidad en el lector.
Estas partes aumentan la tensión y hacen que el lector participe. Conocemos de antemano los hechos, pero eso hace que queramos seguir leyendo para averiguar como se llegará hasta ese punto.
El problema... que si el autor no demuestra mucha pericia, el lector se puede llegar a despistar. A mí particularmente esta especie de juego con el tiempo, me ha gustado, me ha parecido original pero también, arriesgado.
El libro se lee de forma ágil y el ritmo de la narración se mantiene a lo largo de casi toda la obra. El único cambio que altera ese ritmo narrativo, es el capítulo de la segunda parte, El cambio II.
Reconozco que este capítulo me desconcierta.
Aparecen signos de puntuación, hay comas, punto y coma pero se ha prescindido totalmente de los puntos.
Puede que se trate de aportar un estilo distinto al texto, de convertirlo en un sello personal como ya hizo Cela en una de sus obras. Yo más bien creo, que es para transmitir apremio, nerviosismo o agilizar la lectura de ese fragmento en concreto, al prescindir de las pausas que proporcionan el punto. También puede que sea para hacer más énfasis a la hora de plasmar el pensamiento o lo que ve en ese momento el narrador, transmitiéndole un mayor dramatismo.
Como digo, desconozco el motivo real por el que se ha elegido esta forma de narrar para esta ocasión.
A mi este recurso no me ha gustado.
Creo que los puntos proporcionan pausas, matices y entonación. El omitirlos lo único que puede conseguir es que se complique la comprensión del texto e incluso puede dar lugar a malas interpretaciones. Yo este capítulo en concreto lo tuve que releer dos veces.
Es como he dicho una historia de apariencia sencilla que enseña a apreciar y a valorar a los que no son como nosotros. Nos muestra las dificultades que entraña para ellos el día a día.
El protagonista, Buny, es un chico con una deficiencia psíquica. Él nos enseñará a ver la vida como solo él puede verla, a través de sus ojos y sin prejuzgar. Nos enseñará a valorar las cosas que para nosotros pasan desapercibidas. Una sonrisa, una caricia... son cosas a las que deberíamos dar más valor.
Los personajes encargados de acompañar a Buny, en esta especie de viaje iniciático, serán Besi, el Señor-Señora y la mujer Calva.
Es una obra muy realista cargada de dramatismo.
La autora ha juntado para la novela a un elenco de personajes de lo más variopinto. Ha hecho una selección de figuras que pueden encontrarse en un barrio marginal de cualquier ciudad y que representan a las distintas comunidades que forman nuestra sociedad.
A través de estos cuatro personajes iremos conociendo las historias, la vida, los conflictos de otros habitantes que conviven en ese barrio.
Hay que ser realistas, esta no es una novela destinada a todo el público.
Si eres de los que no te gustan las historias realistas, que cuentan la vida tal y como es, sin poner una venda en los ojos, este libro, sencillamente no es para ti.
No es que el resto disfrutemos con las desgracias ajenas, simplemente, es que nos gusta ver, conocer lo que nos rodea y saber como otras personas conviven con los problemas y como se enfrentan a ellos.
En muchas ocasiones, esa realidad nos hace abrir un poco más los ojos. Nos hace despertar de ese letargo al que nos vemos abocados y hacia el que caminamos de forma casi impuesta, sin mirar hacia los lados y sin prestar atención a lo que nos rodea y a la gente que decide salirse del camino.
Para definir esta novela me vienen a la cabeza muchos calificativos.
Realista, cruel e impactante en algunos momentos; conmovedora, emotiva en otros; original; reflexiva... A vosotros os toca elegir el adjetivo que más resuene en vuestra cabeza tras leerlo.