Sinopsis:
El mismo día en que descubre que su marido le es infiel, la joven abogada Diana recibe la noticia de que su adorada tía abuela Emmely está muy enferma. Sin pensárselo dos veces, Diana toma el primer vuelo a Inglaterra para despedirse de ella. Emmely tiene una última voluntad: Diana debe esclarecer un antiguo secreto familiar. Para ello, la anciana ha dejado pistas por toda su casa, la imponente mansión Tremayne House, que su sobrina deberá encontrar e interpretar, con la ayuda del leal mayordomo, el señor Green. Poco a poco, Diana desenmaraña una compleja historia familiar que se remonta al siglo XIX y la conduce hasta las hermanas Grace y Victoria Tremayne, propietarias de una plantación de té en Ceilán. La joven abogada se verá obligada a los pasos de sus ancestros y viajar a la hermosa y exótica isla de Sri Lanka para desvelar el misterio.
Opinión:
El libro comienza con una carta escrita en 1888 y continúa con el prólogo que nos hará saltar de nuevo en el tiempo hasta el año 1945.
Estas dos pequeñas muestras serán las encargadas de introducir al lector en una historia que amenaza desde el principio con esconder un gran secreto.
Hasta la portada elegida para este libro nos acerca a esa sensación misteriosa.
Parece extraída de un sueño... Una bruma que se aparta para mostrarnos un paisaje exótico y un misterio que ha permanecido oculto a lo largo del tiempo.
No puedo evitar encontrar semejanzas con otros libros que he leído anteriormente.
Tramas con un secreto escondido entre sus páginas, donde las protagonistas (siempre femeninas), son las encargadas de remover el pasado de sus familiares uniendo los hilos de la historia hasta resolverlo.
Viajes a través de medio mundo, donde el lector se verá inevitablemente arrastrado y saltos en el tiempo.
Quizás éste sea un recurso que últimamente utilizan un gran número de escritores, viendo los buenos resultados que se han obtenido con novelas como El jardín olvidado por citar alguna.
Supongo que con la gran avalancha de libros con argumentos similares terminarán por cansar al lector. Pero bajo mi punto de vista, ese no es el caso de esta obra, a mi particularmente me ha resultado muy entretenida y como consumidora habitual de té, hasta sus enseñanzas provechosas.
A grandes rasgos puedo arriesgarme a decir que la novela está bastante bien.
Resulta entretenida, ligera, de esos libros que enganchan desde el comienzo, aunque parte de la trama se deje entrever desde el principio.
Las minuciosas descripciones llegan hasta el lector acercándole a una escala muy amplia de sensaciones.
Con este libro todos nuestros sentidos permanecerán alerta.
Nos veremos arrastrados junto con la protagonista en su búsqueda de respuestas, aunque nosotros lo haremos ejerciendo el papel de observadores silenciosos.
Nos llegará el aroma omnipresente de las flores de franchipán, de los puestos de especias, notaremos el fuerte sabor del té de Ceilán, nos deleitaremos con los sencillos pero coloristas trajes de los nativos y sentiremos la presión de la agobiante educación Victoriana, sus aparatosos vestidos y apretados corsés e incluso su impertinencia clasista y aburrida.
El libro lo componen dos partes bien diferenciadas.
La primera El Secreto, será la encargada de ponernos en situación, aportándonos algunos datos y presentando a los personajes.
La segunda será el viaje de nuestra protagonista, interpretando y obteniendo más pistas que le acerquen a resolver el misterio que arrastra su herencia
Plantaciones de té y los bellos paisajes de Ceilán nos acompañarán a lo largo de la historia, aunque también nos llamará la atención el contraste e influencia Occidental con el modo de vida Oriental.
Una lectura que me ha resultado interesante a la vez que llena de contrastes.
También descubriremos de donde procede el título La isla de las mariposas, pero para descubrirlo os reto a que os adentréis en esta novela.
Lo que sí os puedo adelantar es que las mariposas estarán presentes no solo en la bonita portada y en el evocador título.
Las veremos revolotear constantemente a nuestro alrededor, según vayamos paseando por su lectura.
La novela no es una gran obra, no os adentréis entre sus páginas esperando encontrar eso, ya que en algunos momentos parece que la trama empieza a decaer, pero sí os conformáis con lo que os he contado hasta ahora, no dudéis en embarcaros en este viaje.
Seguramente descubriréis más cosas que yo no he mencionado y que os animarán a continuar leyendo.