Sinopsis:
Hay novelas imposibles de abandonar una vez leídas las primeras páginas. Historias que reinventan el suspense y hacen dudar al lector cada vez que termina un capítulo. En este thriller absolutamente original y adictivo, Mikel Santiago rompe los límites de la intriga psicológica con un relato que explora las frágiles fronteras entre el recuerdo y la amnesia, la verdad y la mentira.
En la primera escena, el protagonista despierta en una fábrica abandonada junto al cadáver de un hombre desconocido y una piedra con restos de sangre. Cuando huye, decide tratar de reconstruir él mismo los hechos. Sin embargo, tiene un problema: no recuerda apenas nada de lo ocurrido en las últimas cuarenta y ocho horas. Y lo poco que sí sabe es mejor no contárselo a nadie.
Así arranca este thriller que nos traslada a un pueblo costero del País Vasco, entre sinuosas carreteras al borde de acantilados y casas de muros resquebrajados por las noches de tormenta: una pequeña comunidad donde, solo aparentemente, nadie tiene secretos para nadie.
Opinión: El mentiroso (Trilogía de Illumbe 01)
Ya os he hablado en otras ocasiones de Mikel Santiago, un autor que se mueve con soltura dentro del género de suspense y que ofrece, en cada nueva novela, un rompecabezas completamente distinto al anterior, sin llegar a repetir argumento, escenarios ni estructura.
En cambio, lo que sí repite y con acierto son los elementos que apunto a continuación.
La trama resulta hipnotizante desde las primeras páginas y logra mantener el suspense hasta el final, gracias a los giros de tuerca que disemina por todos los capítulos.
Es amante de las localizaciones aisladas y de la climatología adversa, elementos que consiguen generar un ambiente oscuro y angustioso, favoreciendo y acentuando la intriga.
Otra curiosidad podría ser que al pertenecer al género de suspense, el gremio policial tiene escasa o limitada participación, pero de eso ya os hablaré más abajo.
Para terminar, porque no es cuestión de aburriros con repeticiones, hay otro elemento al que recurre y que considero el más importante: el tipo de narrador utilizado.
Mikel Santiago se siente cómodo narrando en primera persona y otorga lógicamente esa función al protagonista. Sabéis que siempre os digo que una narración en primera persona puede resultar poco fiable, porque solo tenemos su versión, y en una novela que lleva el título de "El mentiroso", ese detalle cobra bastante importancia.
El libro se divide en siete partes, todas ellas compuestas por capítulos muy cortos que aligeran la narración, favoreciendo el ritmo narrativo.
Si habéis leído la sinopsis supongo que tendréis una idea bastante general del argumento.
Un joven despierta en una fábrica abandonada junto al cadáver de un hombre desconocido. No recuerda nada y todos los indicios parecen indicar que él ha sido el asesino.
Con esa premisa inicial, Mikel Santiago nos introduce directamente en el conflicto e inicia una carrera contrarreloj para despejar la incógnita de ¿Quién lo hizo?
Y es que, básicamente, esta historia es eso: un thriller con tintes de Whodunit.
¿Recordáis esas novelas policíacas clásicas en las que hay que averiguar quién, cómo y por qué? Pues aquí vamos a encontrarnos con algo muy parecido: una novela híbrida que mezcla el thriller con ese otro género detectivesco.
Vamos a contar con un montón de personajes, todos con motivos y coartadas, que pululan por los escenarios sembrando pistas falsas, mientras que el protagonista, el encargado de dar solución al misterio, intenta descubrir al verdadero culpable.
Pero en esta historia, el protagonista no solo inicia una búsqueda para encontrar las pistas que le hagan aparecer como culpable o inocente, rellenando esos vacíos que hay en su memoria, no, también va a participar en otra más íntima, que le ayudará a descubrir datos sobre su pasado familiar.
En este libro vamos a contar con un personaje principal, el resto son incidentales. Eso no es algo malo, porque cumplen al pie de la letra con su función. Son empleados como recurso para relacionarse entre sí y crear un entramado complejo, dando coherencia a la trama principal.
Y ahora que nos acercamos al final llega el momento de señalar que no es la obra que más me ha gustado del autor. Dice el refrán que "antes se pilla a un mentiroso que a un cojo" y nuestro mentiroso de hoy tiene detallitos que no me han convencido, como algunas escenas previsibles, demasiadas explicaciones en algunos momentos y falta de presión policial sobre el protagonista que le restaba tensión. Sobre esto último ya os había mencionado algo al comienzo; es un fijo de los thrillers que la policía solo aparezca al final o que lo hagan de forma incidental, pero en esta ocasión ese detalle es algo que no puedo pasar por alto, porque el propio argumento nos guía, inevitablemente, una y otra vez hacia ellos.
A pesar de esto que acabo de señalar me mantengo en que es una novela bastante interesante.
Sopesando los pros y los contras, estos últimos no consiguen hacerme olvidar que he disfrutado con su lectura. Ha conseguido que me evada de la situación actual, manteniéndome pegada a sus páginas y eso es algo que yo valoro por encima de otros detalles y más en este momento.